Contenido oculto Relato para la actividad 31 días de Pokémon de Ichiinou “Esto no puede estar pasando… Se está llenando de grietas… No debí dejarle caer, ¡se ha roto!” Mis pasos retumban en la noche, estoy realmente muy lejos de cualquier ciudad o pueblo, solo…. Solo debo llegar a un centro Pokémon, sino… Quizás deba plantearme conseguir una parcela en la torre pokémon. El viento mece las ramas de los árboles, los pasos de alguien resuenan mientras intenta evadir los charcos de agua, esta es una noche llena de peligro, el bosque no es un lugar tan alegre, ni el guardián de este intervendría si algo ocurriera una noche como esta. — ¡Chikorita usa corte! — Del cuello de la pequeña Pokémon hoja emergen cepas y comienzan a golpear las ramas de aquel imponente arbusto, pero no parece tener efecto alguno, es como si el tronco y sus hojas fueran tan duras como la piedra. No queda de otra opción, deberemos de evadir el arbusto y encontrar otro camino para regresar al pueblo. El crujido de las hojas bajo mis pies mantiene mi mente ocupada y evita, hasta que simplemente no puedo evitarlo y el lodo logra al fin culminar con mi equilibrio… Nuevamente el huevo está en el suelo, cada vez más grietas surgen en el cascaron. Las lágrimas brotan de mis ojos, solo puedo atinar a quitarme mi chamarra y envolverlo nuevamente para seguir corriendo. Maldición, ahora ha empezado a vibrar de nuevo, seguramente este tomando frio con este clima, vaya uno a saber cuánto más soportará antes de ceder. “Aún no puedo rendirme” Logro recomponerme y continuo mi carrera contra el reloj, llegaré al centro pokémon a como dé lugar. El viento y la lluvia nublan mi visión, pero a lo lejos luces comienzan a asomar, falta poco. En la salida del encinar el guardia se me acerco para realizar preguntas de rutina, ¿acaso no ve que hay un Pokémon en peligro? ¡no tengo tiempo para estas nimiedades! — ¡Acaso no ve que mi huevo se ha roto! — Con mi rostro cubierto de lágrimas y mi cuerpo lleno de raspones y suciedad. Trate de empujarlo, pero no tenía suficiente fuerza, el guardia simplemente estallo de la risa, ¿de que se ríe? ¡Mi pokémon está en peligro! — Joven, su huevo está a punto de eclosionar, no va a morir, va a nacer — ¿Va a nacer? Pero si se me cayó, no es posible que vaya a nacer después de que salieran tantas grietas. Pero cuando me dispuse a rebatirle una poderosa luz comenzó a emanar del huevo y aquellas grietas que se habían formado en torno al cascaron simplemente se convirtieron en piezas que poco a poco caían, dejando al fin ver la silueta del pokémon salido del huevo. Al parecer las grietas son una de las señales que permiten a los pokémon emerger de los huevos, toda mi preocupación se desvaneció y solo pude atinar a abrazar a mi nuevo compañero.
La verdad es que aunque me veía venir por donde iban los tiros, cuando él parecía estar aterrorizado porque se estuviese quebrando y el huevo se moviese, se me hizo suuuuper tierno el protagonista. Es tan adorable, es como si fuese un niño que está descubriendo el milagro de la vida pokémon. Ay. La verdad la narrativa está muy bien, dejas un atisbo de misterio para el final y eso es muy bueno. Me sacó una sonrisa el final, me imagino la cara del guardia al ver al pobre chico, se debería estar desternillando. Lo único que me entristece es no saber qué pokémon había dentro del huevo (?), pero eso no es un fallo, es ya que yo soy así de curiosa. xd En fin, me ha agradado mucho leerte, Zereff. Espero que te animes a escribir algo nuevo para el reto o de cualquier otra temática. Un saludo, nos leemos.