Drabble General de plata [Samurai Sensō]

Título: General de plata
Fandom: Samurai Sensō rol
Personajes: Takano Turusuke
Palabras: 500
Summary: Diálogos internos de Takano
Relato creado para el concurso: Una canción, un drabble: Anniversary Version

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Crecí en un medio carente de cariño; mi padre siempre decía que las emociones hacen perder guerras, que provocarían mi muerte. He sido entrenado para la guerra, el ganar siempre será lo más importante, buscar acorralar al enemigo cuidando al rey, una vieja estrategia en el juego de shogi. Esa era la jugada de mi vida, proteger al rey junto con mis hermanos.

Los sentimientos van desapareciendo mientras mi vista se mantiene clara en mis objetivos, como jugadas en un tablero, piezas simples de mover y predecir.

Mi padre, él me ha convertido en un estratega; en un general de plata, seguramente estará orgulloso de su creación. Temo defraudarlo. Le temo.

Debido a ese sentimiento mostré nuevamente debilidad y eso bastó para ser aislado; su razonamiento de mi encierro fue para poder suprimir el resto de miedo y alegría que quedaba en mí. Lo logró, pero fue sustituido por un odio constante, odiaba esa celda; odiaba a mi padre; odiaba el vivir para proteger a alguien a quien ni siquiera conocía; odiaba vivir para alguien más. Yo debería ser el único rey que debía de proteger. No debería vivir así.

Saliendo de mi encierro yo podía mandar a morir a personas sin dudarlo, todo por estrategia para ganar un combate; era capaz de ignorar el llanto de una persona que rogaba por vivir, incluso me daba asco. El odio no podía ser suprimido con facilidad, siempre conmigo; pero aprendí a ocultarlo, algo que no sabía que lo haría crecer cada día. Tal vez aquello nunca fue real, lastimaba a las personas simplemente para que nadie se acercara a mí. Como un general en el tablero, un general jamás se corona, nunca sería el rey; carece de importancia si no cumple con su función.

Vi como varios se terminaron hartando de los métodos y la locura de mi padre; abandonándolo, incluso mi hermano lo hizo, aquel considerado como el general de oro. Yo no pude hacerlo, no sentía la necesidad de huir, quería ser más fuerte antes de poder pelear con el odio en mi interior. Fue entonces que me dio la misión de eliminar a mi propia sangre.

No pude hacerlo. Fallé nuevamente.

Desde entonces algo dejó de funcionar en mí; los sentimientos volvían a surgir y yo trataba de contenerlos. Se suponía que yo era impenetrable, un general de plata.

He perdido mi función. Soy una falla. Soy reemplazable.

Escapé.

Ya no estaba más en su mandato, aun así, algo en mi murió. No sé lo que es el cariño, sólo conozco el odio. Algo parece contener ese demonio en mi interior, es gracias a que no estoy solo. Por ahora.

Sé que lo que llevo dentro estallará; sé que es peor de lo que cualquiera pueda imaginar.

Seguramente es algo que no sabré controlar.

Necesito proteger algo para poder seguir huyendo de mí mismo.

Siempre me sentí como el general de plata en el tablero de mi padre; pero cada día descubro que sólo era un peón más.