geminis

I Capitulo.
Encontrándome contigo, mi caluroso pueblo.

hoy llegue a mi cuidad natal, hacia mucho tiempo no pisaba sus calles, aun así parece como si el tiempo no hubiera trascurrido, como si tan solo recogiera los pasos que daba al ir a comprar a la tienda cercana a mi casa, o para ir a la escuela...como si la pequeña existencia que había vivido entre estas calles de amplios andenes y arboles grandes de sombra acogedora; nunca hubiera crecido, y al contrario se hubiera quedado estática al igual que las estatuas de la plaza que aun se veían jóvenes entre la viejas casas. mis pasos se sentían lentos, probablemente por lo pesado de las cosas que llevaba en el equipaje, o tal vez por que mi humanidad deseaba caminar lento, tan solo para poder recordar al paso de mi andar, la felicidad que había vivido en aquel lugar caluroso, y siempre gentil tanto para los visitantes, como para los ausentes que volvían a el. así luego de mucho andar y recordar. mis pasos me llevaron hasta una amplia reja que resguardaba detrás de ellas un jardin verde y rojo, rosa y amarillo; era el jardin de mi abuelo...un hombre sencillo, abogado de profesión, jardinero de corazón...sonreí con gentileza, por que entre todas esas flores y vivida naturaleza estaba mi hermano, mi gemelo al cual había dejado para continuar mi vida en otro lugar...el elevo su mirada como si esperase mi llegada, y al notar mis ojos que era lo único diferente entre nosotros, sonrió y con una mueca burlona grito desde donde estaba, lo hiso tan alto, de modo que lo escuchara con nitidez....UN LADRON!!!...me llamo. en mi rostro se poso una mueca de disgusto. era ridículo, al final , el era capaz de reconocerme en donde estuviera, aun así me llamaba ladrón. creo tan solo era su naturaleza picaresca y su modo burlón de decirme que esperaba que lo abrazara y luego lo golpeara por llamarme de ese modo. y así lo hice en el momento que se acerco a mi, abrí para entrar en el que había sido mi hogar desde el nacimiento, tome la escoba que siempre se guardaba detrás de la puerta y al verle acercarse emocionado por mi parecencia, impacte sobre su cabeza la escoba, no muy fuerte pero si de modo que lo sintiera, el hiso una mueca de dolor fingida y se lanzo sobre mi abrazándome, yo igual lo abrace con fuerza...hola Noe susurre a su oído mientras escondía mi rostro en su cuello, sintiendo entre mis brazos la existencia de mi querido hermano, el me dio la bienvenida, nuevamente me llamo ladrón yo sonreí por que secretamente era para mi un alivio que me llamara de ese modo.

 

II Capitulo
Un sueño?, no eras tu...
soñaba, soñaba con el rio en el que engullía mi cuerpo de pequeño, con su agua fría, con su fuerte corriente, con el puente que lo cruzaba. En mi sueño, recordaba con claridad el que había sido mi balneario recreativo, en donde había aprendido a nadar, en donde se solían celebrar los días de fiesta; era un lugar que atraía turistas, pero al mismo tiempo era un sitio tranquilo, exponente del mas viejo y vivido recuerdo del pueblo. soñé con aquello que nos unía y nos separaba, soñé contigo salvándome de sus turbulentas aguas, y también soñé, como aquellas te llevaban rio arriba separándote cruelmente de mi. soñé como caías del punte que unía al pueblo con el resto del mundo, y como yo en mi total inutilidad solo podía ser otro espectador de la cruel caída del telón. aaahh!!!. Así, con un grito exasperado salí de la cama, hacia mucho no soñaba contigo, tal vez ¿el que volviera al pueblo había hecho a mi mente revivir sucesos que en la lejanía intentaba olvidar? no, solo era un día mas que vivía para ti, y aquellos sueños eran los que me recordaban aquel deber. Mire hacia la cama de mi hermano, me extrañe, se había despertado antes que yo, al parecer algo si había cambiado en el tiempo en el que me había ausentado. Baje las escaleras de madera de la casa de mis abuelos y camine hasta el comedor, ahí estaban ellos dos, esperando por mi para empezar el desayuno, volví mis ojos hacia mi hermano y el estaba con un delantal, ocupando el puesto que antes era de la abuela. Aaaahh..Suspire ligero. Con razón mi hermano se levanto tan temprano, era por que estaba tratando de no dejar que mi abuelo sintiera los vacíos que la ausencia creaba al no estar la gentil existencia de mi difunta abuela. hacia las labores que se debían dentro del hogar, y estas aunque hechas por manos diferentes no dejaban de recordarme la existencia de aquellos que ya se habían ido, como no recordarlo, si la casa estaba envuelta con aquellos aromas, aromas que permanecían intactos, como si el tiempo en su pasar hubiera olvidado añejarlos. Me senté en la mesa al lado de mi hermano, reí al notar como había cocinado mi desayuno predilecto, sentía como si mi abuela aun existiera y estuviera mal críandome con sus dulces cuidados, tome el tenedor y lleve a mi boca un trozo de los huevos revueltos que había preparado Noe, mis ojos se lograron humedecer, mastique lentamente y al final suspire dejando el tenedor sobre el plato. no es necesario que les eches miel a los huevos Noe...ya no soy un niño pequeño. Aquello había sonado casi como un berrinche, pero el notar que mi hermano tenia aquel mismo toque dulce y gentil de mi abuela, movía fibras delicadas en mi, aquellas que me hacían ver vulnerable, aquellas que había decidió guardar solo para mi el día de tu inminente partida. Creo mi abuelo noto mi reacción, o tal vez era que a el le había sucedido lo mismo; aun así y sin disimular la gracia que le hacia el hecho de ser tan débiles ante los recuerdos, su ronca voz dejo salir una risa amplia que resonaba por todo el comedor. mis hermano por otro lado quitaba de mi puesto el plato de comida, como si aquel comentario le hubiera dolido. o tal vez el también se había percatado de la enfermedad que padecemos mi abuelo y yo, castigando nuestra debilidad con pan y el café que había preparado, levanto la mesa refunfuñando dejándonos así con el apetito abierto y mucho pan para llenar la frustración.

 

III Capitulo
La fantasía en la marcha de los soldadítos de madera.
hacia mucho no le ayudaba a mi abuelo en su jardin, el solo poder cerrar los ojos y llenar mis pulmones con el aroma de las flores que están plantadas a lo largo del patio, meter mis manos en el barro y dejar que mis uñas se llenen de tierra, o experimentar lo agradable que es cuidar de la vida para que se vuelva cada vez mas hermosa...Esas experiencias estaban hace unos días lejanas de mi cabeza; pero tan solo han pasado dos días desde que volví de la cuidad y siento como si nunca hubiera salido de este pequeño y caluroso lugar, aunque algunas cosas cambiaron y otras tantas no están, y aunque mis ojos encuentran esa como la evidente realidad, mis recuerdos mantienen una imagen vivida de lo que antes era, y por alguna razón esa parece ser mas mi realidad que la que pasa frente a mis ojos. Siento como si estuviera en negación, siento temor del solo pensar que en cualquier momento cruzaras la verja que separa al mundo, del paraíso creado por las manos de mi abuelo, en ofrenda a mi abuela; aun en anhelo, a la expectativa de si sucederá; mi corazon se precipita, siento como si muriera de angustia, muero de pensar solo que mi vida fuera de este lugar es un sueño y que tu, mi realidad, me despertaras pronto envolviéndome en la verdad que seria mi ensueño. pero la realidad es otra mi querida, mi amada que vive tan solo en mis recuerdos; la verdad es que no estas, y yo deberé seguir en este mundo sin ti, buscando la felicidad que sentí se fue el día que partiste de mi lado.
Mi abuelo ah pedido el favor de que abone y riegue las plantas, ademas de que plante estas semilla de tulipán, estas eran tus flores preferidas, decías que tienen un aroma grácil y gentil, que su belleza es recatada y pudorosa, pero de colores vivos demostrando así los tintes infantiles que las llenan de gracia; ja una hermosa forma de expresar el gusto por algo, mi querida Julieta. Aah...suspiro, hacia mucho no decía tu nombre, hacia mucho mi voz no se llenaba de tanta gentileza como acaba de suceder, mira en que me convierte tan solo tu nombre; en un hombre débil que vive por un recuerdo, que despierta siempre en el anhelo de que todo sea mentira y tu su única verdad.
Escarbando entre la tierra para plantar las semillas, me encontré con algo peculiar, es una caja de aluminio, parece ser mi vieja caja de los recuerdos, la tapa esta corroída por el oxido, ya la imagen del muñeco que adornaba la caja esta borrosa, casi no puedo diferencias los colores en ella; la abrí con un poco de curiosidad para ver que había adentro y adivina que...me encontré con una foto tuya; estaban todas las fotos que nos habíamos tomado juntos, los regalos que te había obsequiado, todo, cada pequeño recuerdo estaba ahí guardado; pero...¿por que los recuerdos de cuando aun vivías están enterrados en el patio de mi abuelo? por que si son mis preciados tesoros ¿los están dejando oxidar por el tiempo en esta tumba? deberé preguntar a mi abuelo y a mi hermano, lo que mas deseo es tener tu recuerdo intacto...entonces ¿por que ellos sabiendo eso, hacen esta clase de cosas? pero por ahora no discutamos mas, esperare a que lleguen y hablare con ellos, en este momento tan solo quiero pensar en los soldaditos de madera que marchan en su fantasía.

 

IV Capitulo.
A que no adivinas que...
Había terminado mis labores en el jardín de mi abuelo, las semillas que darían tus flores, ya estaban plantadas, ahora es solo cuestión de tiempo y cuidado, así en la primavera siguiente se podrá disfrutar de su aroma. ¿No es bueno eso mi querida Julieta?
Camine hasta la habitación dispuesto a darme un baño, aunque disfrutaba de aquella sensación que dejaba el aroma del barro y las plantas en mis dedos, debía reconocer que tenia cierta repulsión a la suciedad, era como si me recordara algo que ennegrecía mi alma, algo que hacia mis entraña retorcerse asqueadas, mis ojos se nublaban y empezaba a sentir mareo, siempre sucedía lo mismo cuando dejaba que la suciedad se secara entre mis manos; así que luego de terminar con mis labores, era justo y necesario que me diera un buen baño, que limpiara mi cuerpo, y con ello borrar esa sensación que siempre se hacia en mi. Al entrar en la habitación deje la caja de recuerdos en el piso y nuestras fotos sobre la cama, me quite la camisa y el pantalón, y tomando una toalla camine hasta la ducha terminando de desnudarme en ella para así dejar que el agua cayera como torrente sobre mi cabeza. Ahhh…suspire aliviado al sentir el agua llevarse la suciedad del momento, era refrescante poder sentir nuevamente mi cuerpo ligero y limpio, tome la esponjilla que estaba llena de jabón y la restregué sobre mi cuerpo limpiando así cada pequeño espacio de mi humanidad, disfrute de la sensación carrasposa y de la frescura que dejaba luego de enjuagarme. Era extraña aquella dualidad, donde mi cuerpo era el que era limpiado por el agua y el jabón, pero que al mismo tiempo, era como si le diera paz a mi alma. ¿Será que el método de limpiar el alma, es el mismo que se utiliza para limpiar el cuerpo?...o tal vez ¿soy yo y mis continuas contradicciones? La verdad no será dicha hasta que se pueda comprobar lo contrario. Aquellas últimas palabras las dije en voz alta, como una burla hacia mi mismo, y hacia aquellos momentos en que dejaba mi cabeza se llenara de demasiadas preguntas. Ummm ahh…exclame al tiempo que llenaba mis pulmones con el vapor que salía de la ducha, cerré mis ojos y eleve mi rostro dejando así el agua cayera sobre mi cara, se sentía tan bien, tan relajante, ya volvía a hacer yo, mi limpio yo; o eso pensé aun cuando seguía con los ojos cerrados, mas cuando los abrí, cuando note por fin el agua que caía de mi cuerpo, me vi envuelto entre agua roja, tan carmesí como la misma sangre, parecía como si mi cuerpo hubiera sufrido una herida grave y mi humanidad saliera por ella, entre liquido vital dador de vida. AAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!! Grite dando un salto hacia fuera de la ducha, mi corazón palpitaba con rapidez, sentía que quería salirse de mi cuerpo, sentía debilidad y mareo, casi como si estuviera a punto de desvanecerme, ¿tal vez por la impresión? O ¿por el miedo? No era la herida que me estaba matando y quería llevarse mi conciencia; mas ahí estaba mi salvador, mi querido hermano que entro presuroso al escuchar mi grito, estaba pálido, y su rostro denotaba gran preocupación; me fui hacia el y lo abrace. Estoy sangrando, ahí mucha sangre, trae el botiquín, Noe has algo por favor, me desangro...le dije temeroso, entre sollozando, mi voz entrecortada y endeble dejo notar el miedo que se apoderaba de mi y me hacia prisionero entre sus jaulas de oscura esclavitud, aún así, no me deje vencer; porque sabia que ahí estaba mi hermano y que el me salvaría de cualquier peligro. En ese momento el me miro, lo hacia extrañado, y casi incrédulo. ¿Donde estas sangrando? Me pregunto alzando su ceja derecha, yo me enoje, ¿que donde estaba sangrando? Mi cuerpo estaba empapado en sangre y el me preguntaba que donde estaba sangrando. ¿Que no lo ves? O ¿te haces el idiota? Pregunte furioso al ver como su rostro caía en la despreocupación ¿es que no me veía? es ¿que necesitaba que le localizara el lugar de donde fluía hacia fuera de mi, mi alma? Intente hacerlo pero al volver mis ojos hacia mi cuerpo, no había herida, no había sangre, tan solo agua y yo desnudo; me sorprendí, tanto que mi cara palideció, ¿como podía ver algo que no era real? No, no debía hacerme mas preguntas, no debía enredarme la cabeza con pensamientos que tenían fácil respuesta; ya se...tal vez había sido el cansancio o solo fue la primera impresión que vi en el momento que mis ojos se adaptaban a mas luz; claro era eso, tenia los ojos cerrados y solo fue una impresión errónea; así me convencí y le encontré solución a aquella ilusión que casi me había dejado sin aliento; volví a suspirar, esta vez aliviado tratando de olvidar el suceso. No es nada hermano, tan solo era una broma. Le dije para que no se fuera a preocupar de mas, para que no me fuera a preguntar por respuestas, que tan solo me convencían a mi. Camine hacia la habitación, y entre en ella luego de palmear la espalda de mi hermano, el se veía como desubicado de la situación, pero también suspiro, y lo dejo como una mas de mis rarezas, entro detrás mío a la habitación, me miro y sonrió luego de burlarse de mi inexistentes glúteos, era todo un pervertido detrás de esa fachada de niño ejemplar, yo por mi parte me enfurruñe, era cierto que mi cuerpo no era tan apuesto como el de el, pero vamos, también tenia mi encanto, o de eso me había convencido yo mismo. El se quedo en la habitación y espero a que me cambiara, su cuerpo se veía con flojera, tal vez por ello se lanzo sobre mi cama, y ¿adivina que?...Se topo con tus fotos, lo extraño fue como se palideció luego de ese suceso; su rostro parecía una blanca hoja y sus manos logran temblar. No entendí bien su reacción, me acerque a el, ya usaba pantalones, solo me faltaba la camisa, le toque en la frente y estaba mas frio de lo común, casi parecía como si se hubiera topado con un espanto. ¿Que hace esto aquí? Me reclamo casi como si hubiera cometido un delito, yo me enoje. Son mías, pueden estar en mi habitación, así son las cosas NOE. En ese momento mi voz sonaba aun mas furiosa y subía de tono al tiempo que subía el calor del momento a mi cabeza, no quería que las cosas fueran así, se veía pálido y agobiado ante la situación, pero aún así me enfurecía el tono de su voz y el desprecio que le dedicaba a nuestros preciados recuerdos. POR TU FORMA DE RESPONDER, CREO FUISTE TU EL QUE ENTERRASTE MIS RECUERDOS ¿VERDAD?. Le estaba gritando a mi hermano, a mi querido hermano, algo así poco sucedía, no por que le tuviera miedo, si no por que eran casi inexistentes las cosas que nos hacían reñir; por otro lado el no respondió a mi pregunta, eso hiso evidente la respuesta, si había sido el, fueron sus manos las que te enterraron ahí y ahora eran sus labios las que resguardaban la confidencia, eso me hiso estremecer, por un momento el nerviosismo produjo en mi unas ganas incontrolables de vomitar; con su silencio tan solo me admitía que lo volvería a hacer si yo le daba la oportunidad, eso me sacaba del plano en el que me encontraba, me producía escalofríos, me producía temor; me toco pasar saliva para lubricar mi garganta y así hacerle mella a las sensaciones que se arremolinaban, era extraño, el nunca se comportaba de ese modo, y el ver a mi hermano tan lejos de lo que siempre era, me dejaba sin antecedentes; el suspiro pesado, como si hubiera sido una gran molestia el que encontrara aquellas fotos, se puso de pie, volvió su mirada por un segundo y las fulmino nuevamente con sus ojos llenos de desprecio, luego camino hacia la puerta, en el marco de esta me dijo con una voz distante y casi tétrica. ES MI HABITACION TAMBIEN, NO TRAIGAS BASURA O LA QUEMARE. Esas fueron sus palabras, y con ellas se dispuso a su cobarde retirada. Yo suspire y me sentí impotente y triste, anhele a mi hermano gentil, quería que todo eso solo fuera una mala broma, que entrara en la habitación y me dijera que esta era otra mas de sus jugarretas pasadas siempre de tono, pero no fue así, el no volvió y yo no quería alejar tu recuerdo de mi lado, estos pensamientos se posaban en una balanza haciéndome a mi aun mas cobarde que mi hermano por no poder elegir entre tu o el, pero es que la ausente gentileza de mi hermano era aun mas pesada para mi en ese momento….dime tu ¿Qué puedo hacer?.

 

solo puedo decir ufff~~ xD

V Capitulo
Adivina quien soy….
Me dirigía al cuarto de san alejo, mi abuelo me había pedido el favor de que guardara unas cosas por el, no le di mayor importancia, tan solo acate el favor, sonreí amablemente y, deje que mis pasos me guiaran, estaba oscuro, pero no lo demasiado para tener que llevar una linterna, para que, si la luz de la luna estaba en su esplendor, brillaba como si estuviera dispuesta a guiarme por el sendero desconocido por el que tendría que empezar a vivir; estaba a unos dos metros de la puerta, escuche un ruido, eran jadeos, leves y gentiles jadeos…pero ¿de quien? , quien a estas horas podía estar en el cuarto de san alejo…..mierda. Pensé, tal vez un ladrón; no, si quisiera robar no estaría en aquella habitación, haciendo tales sonidos lascivos, ja…a que soy idiota…el tono de mi voz era tan solo un susurro, no quería prevenir a los desvergonzados que dejaban salir su lujuria sin precaución alguna, me acerque mas, tanto como para estar detrás de la puerta de madera, mire por el rabillo de la puerta, y ahí estabas tu, con esa mujer, con esa desagradable mujer, era dos años mayor que nosotros y aun así te seguía y reclamaba a voz de pueblo que estaba enamorada de ti, yo solo veía lujuria, podía notar su lujuria en cada acto que reflejaba hacia ti, pero tu estabas ciego, y tu olfato fallaba; no notabas el despreciable aroma que expedía aquella mujer…sentí enojo, ¿por que la traías a casa? Me asqueaban, sentí repulsión y un deseo inmenso de trasbocar; mas debía admitir, el cuerpo de esa mujer era hermoso, bien torneado como si la hubieran tallado con el mejor cuidado, una piel blanca, casi como la porcelana, sus mejillas estaban sonrojadas, y sus piernas se movían con pudor entre las tuyas, largas y preciosas, casi sentí envidia del espécimen tan hermoso que tenias entre tus brazos, por un segundo también desee besar su lacio y rubio cabello, también quise que sus orbes tono jade, miraran a los míos con las misma intensidad que miraban a los tuyos, tal vez los tonos de nuestros ojos se hubieran perdido entre los tonos, gracias a la similitud, desee que sus labios pronunciaran mi nombre y no el tuyo, que de ese modo me pidiera a mi por mas, dejando tu existencia en el olvido, como lo había hecho con la mía el día que me confeso su amor por ti. Aaah…ese día quise degollarla, la quise ver morir entre mis manos, quise que mis dedos se enterraran en su garganta y ver como desperdiciaba su ultimo halito de vida, rogando por clemencia, esos seis meses que habían estado juntos, desee con la fuerza de huracanes poder verla desperdiciar su vida entre mis dedos, pero…siempre despertaba frustrado por ver que seguía viva, seguía a tu lado, abandonando a cada momento la amistad que un día profesamos el uno por el otro; quería que se alejara de ti, que su cercanía fuera la condena para su futuro, lo deseaba con todo mi corazón pero sabia mis deseos estaban lejanos, el espectáculo que estaba presenciando en ese momento me golpeaba con esa realidad, ella una mujer discreta que guardaba su lascivo comportamiento entre apariencias gentiles y acordes con su imagen porcelanica y adorable; la quería quebrar delante de ti, y que al igual que yo, descubrieras lo inmunda que era.
En ese momento en el que me excitaba por aquellos pensamientos que solo dejaba volar en mis sueños, Tu asquerosa mujer, miraste hacia mi, ahh ¿sabias que estaba viendo? Me habías descubierto tal voyerista dejando salir sus más primitivos instintos mientras te miraba fornicar con mi hermano, haciendo sus asquerosos actos que el excusaba en el nombre del amor, así que eres tan sucia y despreciable como lo soy yo, es por eso que no lo detienes, es por eso que tus acciones se tornaban cada vez mas gentiles, mas provocativas, mas cálidas y deseosas, me estas diciendo con aquella mirada que no desprendes de la mía que el tener entre tus brazos a mi hermano y a mi de espectador te hace mas mujer…inmunda….exclame suave, para que lograras leer mis labios, y si que los leíste, ajajajajajajaja!!!! tu cara se tornaba mas roja, y tus acciones mas nerviosas, aquella acción me hiso sentir alivio, quise reír, reír a carcajadas, con fuerza para que los escucharas y se grabaran en tu memoria de por vida; me quise burlar de tu reacción, ahora te veías estúpida, y promiscua mujer…tan diminuta, tan sucia, tan tu, como si hubieras dejado caer tus ropas de seda delante de mis ojos nuevamente, y me dejaras regocijarme al notar lo mona que eras…jajaja estúpida.
Mas lo que no te pude perdonar nunca, fue tu rostro cuando llegaste a la plenitud junto a mi hermano, te mostrabas virginal, casi tentadora para los dioses; hermosa y pura, tus labios sonaban dulces, recatados y lleno de emoción, parecía una sirena cantando por la victoria de atrapar entre tus fauces al victorioso héroe que zarpaba hacia nuevos rumbos. Pero eso no se quedaría así, estaba decidido, aquella noche, aquel suceso, aquel momento donde sentí mi orgullo herido por tus acciones, por como el estimulo producido por mi hermano te hacia ver tan pura, aun cuando la realidad era que tu, una desvergonzada que no sentía pena alguna se regocijaba burlándose de mi y gozabas con el que estuviera de espectador, tu morirías luego de ver mi rostro pleno y orgulloso, tu Julieta, morirías viendo mi sonrisa…
HERMANO!!! NOÉ ¿me estas escuchando? ¿Aun sigues enojado? Oye no seas tan duro, ya saque los recuerdos de la habitación, los deje en el cuarto de san alejo, vamos no te enojes conmigo…mejor, invítame a un helado en la plaza.
Tú me trajiste nuevamente a la realidad al interrumpir el recuento de nuestra aventura; tu, mi hermano, el que siempre me ve como una imagen de gentileza, has sido el centro de mis jugarretas, ¿acaso no lo recuerdas? O ¿será que intentas evadir la realidad, tratas de esconderte de lo que verdaderamente somos? Tu mi hermoso hermano, sigue siendo tan puro como el alba…que yo seguiré siendo aquel que sonríe para ti. Eso eran mis pensamientos en el momento que caminaba junto a el, mientras le escuchaba su anécdotas y sus malos chistes a los que siempre sonreía, no quería que ese brillo en sus ojos tono miel se disipara, no al contrario, esa luz es la que me impulsa, y fue esa misma luz la que me hizo ser como soy, además que puedo decir…todo lo que hago lo hago por el; quería darle gusto en todo, al final adivina quien soy Noel….soy tu hermano.