One-shot Fuegos artificiales [Sencity]

Alegría se encontraba junto a las demás emociones ante la gran pantalla de la mente de Risa.

—Mira cuántos colores... en el cielo —la emoción los observó, conmovida.

Tristeza, que estaba a su lado, activó un botón que tenía por título "Nostalgia" y los recuerdos comenzaron a llegar a la mente de Koizumi.

"Pensaba que quizás te animarías si veías los fuegos artificiales."

—¡Tristeza! ¿Qué estás haciendo?

—Perdón.

—Si Otani no está conmigo... los fuegos artificiales no me parecen bonitos, y así no puedo animarme —pensó Risa.

—¿Qué? ¡Espera! —dijo Alegría, angustiada.

Intentó buscar alguna opción para que Risa se animara. Incluso proyectó el recuerdo de aquella vez en que Otani se puso coletitas, pero nada funcionaba, ella seguía triste.

En el momento en que el celular de la chica sonó, ella bajó la mirada y observó que tenía un mensaje, las emociones se sorprendieron, y esperaban a que fuera algo que ayudara a la chica.

Aquel misterioso mensaje indicaba que había alguien esperándola, justo detrás de ella. Koizumi se volteó, y sus ojos se iluminaron al ver la pequeña silueta de un chico entre las sombras.

Se alejó disimuladamente, aprovechando que sus amigos estaban distraídos con las luces que explotaban en el cielo.

Ella lo miró un poco sorprendida, mientras él la miraba algo... ¿Enojado?

Le tendió una bolsa, Alegría se emocionó y oprimió un botón para que ella lo aceptara.

Su felicidad incrementó al notar que era un lindo collar de conejo.

—¡A Risa le encantan los conejos! —rió un poco la de cabello azul—. Este chico sabe cómo hacerla feliz.

—A todas las mujeres les gustan —comentó Furia, de brazos cruzados.

—¡Es tan bonito! —exclamó la chica, a lo que recibió un golpe por parte de Otani, quien le dijo que bajara la voz.

—¡Qué idiota! ¡No tenía por qué golpearnos! —bufó Furia.

—Eso ha dolido —gesticuló Desagrado.

—Tranquilos... chicos, no es nada —se sobó alegría—. ¿Saben qué? ¡Deberíamos llamar a sus amigos!

Como todos asintieron, Alegría accionó la opción "Amistad" para llamar a todos sus amigos, Risa estaba a punto de buscarlos, pero el chico la detuvo diciéndole que era mala idea.

—Si se enteran, no me dejarán vivir en paz... Mejor guarda eso.

—¿Esto? —Risa mostró el collar.

El chico asintió con un suave rubor en sus mejillas.

—¿Dónde lo compraste?

—¿Eso importa?

En la mente de Risa se formó una imagen: Otani comprando en una tienda de mujeres, con varias mirándolo extrañadas.

—Raro. —Comentó Desagrado.

—Tierno. —La corrigió Alegría.

—Raro —dijeron las emociones al unisono, exceptuando a Alegría.

Alegría accionó la opción "Agradecimiento" Y rió sin que le importara lo que le dijeran sus compañeros.


—Pensaba que no vendrías... Estaba pensando: "Me temo que no valgo nada sin Otani".

—Yo dije eso mismo... después del partido de baloncesto.

Las pequeñas personitas se sorprendieron y sintieron algo de vergüenza por la susodicha, puesto a que ella se había quedado dormida.

—Vergonzoso —soltó Desagrado mientras se veía las uñas.

—Necesitaba un descanso. ¡Se había quedado en vela haciendo esa pancarta para animarlo! —la defendió Temor.

El recuerdo borroso se reprodujo en la mente de Risa, las emociones se conmovieron al ver aquella linda confesión. Inclusive Furia estaba algo contento por presenciar aquel momento.

"Entonces no fue un sueño..." Se dijo, a la par en que sus latidos se aceleraban y sus mejillas le ardían, miró al suelo, avergonzada, sin saber qué sucedería.

—Koizumi. —La llamó.

La chica volteó la mirada, algo incrédula, y lo siguiente que sintió fueron los labios del chico posándose en los suyos.

Aquella unión sólo había durado un par de segundos.

Las personas dentro de su cabeza entraron en pánico, Alegría buscó un gran libro relacionado con el tema, ella quería saber qué significaba aquel acto tan... drástico por parte de aquel muchacho.

—Según este artículo del Volumen II de "La Adolescencia" esto tiene como título "Beso" que es un acto hecho para demostrar... ¡Amor!

—¡La palabra prohibida! —gritó Temor.

Puesto a que las emociones se alejaron del Panel de control de la mente de la chica, Risa se quedó ahí como estatua, con los ojos abiertos como platos y casi sin poder respirar.

El chico, aparentando buscar algo en aquella bolsa con tal de disimular sus grandes nervios y sus acelerados latidos, la miró y se espantó por la reacción de la chica.

—¿No puedes poner una cara mejor que esa?

Temor se acercó al Panel y oprimió el botón "Nervios"

—¿Qué? Pero... ¿Tienes fiebre otra vez? —tartamudeó la pelirroja.

—No es eso... —el chico se golpeó la frente con la palma de la mano.

—Ah... No es eso...

Temor oprimió la acción "Risas nerviosas" Y la chica comenzó a reírse nerviosamente, mientras se ponía uno de sus mechones detrás de su oreja.
El chico tomó su mano y la observó fijamente. Ella tenía las pupilas dilatadas y sus ojos brillaban, y sentía su temor en las mejillas, iba creciendo y creciendo.

Alegría tomó el mando, ya entendiendo todo ese asunto sobre el amor, y esta vez, dejó que el corazón de la chica se encargara de la siguiente acción que tomaría Risa.

Los fuegos artificiales subieron a lo más alto del cielo, retratando aquella escena donde Otani y Risa habían dado a conocer sus sentimientos, con miedo y emoción a la vez, sólo dejándose guiar por sus palpitaciones.

Alegría observó aquel momento, y lo guardó en la mente de Risa, como uno de los más bonitos recuerdos que marcaría su vida.