Fruits Basket [Fruits Basket] Regalo ideal

Ok…este fic lo hice para apoyar a una chica que está pidiendo un sub-foro para Fruits Basket y yo estoy de acuerdo. Espero os guste a todos y nos ayuden a tener un sub-foro para Furuba ;)

Serán una serie de Drabbles; no subiré más de siete u ocho cada semana =)


Regalo Ideal (Yuki & Tohru)


Tipo: Drabble.
Personajes: Yuki Sohma, Tohru Honda, Shigure Sohma, Kyo Sohma, Momiji Sohma, Kisa Sohma y Kagura Sohma.
Nº palabras: 374
Advertencias: No se toma en cuenta el manga: es decir, Kyo y Tohru no están casados y Yuki está soltero (*-*).
Sinopsis: Se acerca el cumpleaños de Tohru y Yuki no sabe qué regalarle aún. Por otra parte, Tohru perdió la foto de su madre y, a partir del día en que la perdió, la busca luego del trabajo por toda la ciudad, pero un día de eso, un desconocido se le presenta.


El joven ratón del Shunishi largó un suspiro desanimado; no sabía qué regalarle a su amiga y compañera de convivencia.

Había pensado en regalarle un perfume, pero no sabía cuál era el que ella prefería; también había pensado en una remera o alguna prenda, pero no tenía idea de cuál era el talle de ella.

Finalmente se decidió por comprarle un anillo, pero no era suficiente para ella; aunque Tohru Honda sea la chica más simple del mundo, nada era suficiente para agradecer todo lo que había echo por él: Todas las veces que lo había animado, haberle preparado el desayuno, el almuerzo y la cena todos los días, aguantar sus peleas con su primo, Kyo, y lo más importante, haber sonreído todos los días desde su llegada a esa casa. Eso era lo más importante y lo más difícil de agradecer, ver todos los días esa hermosa sonrisa tan perfecta que le levantaba el animo siempre y era imposible de no desear.

Cuando no veía aquella sonrisa, lo único que deseaba era volver a su casa y encontrar a ella parada en la puerta con esa hermosa sonrisa diciéndole “Bienvenido a casa, Yuki-kun”.

Como aún no sabía qué regalarle, además del anillo, decidió preguntarles a sus familiares qué le iban a regalar.

Decidió empezar por su primo, Momiji, uno de los más cercanos a ella y de los que más la conocía y apreciaba; además que justo estaba paseando cerca de la casa principal y le quedaba de paso para ir a visitarlos.

Llegó a la puerta de la casa principal; no sabía si tocar ese timbre o no, teniendo en cuenta que había una pequeña posibilidad de que el que atendiera fuera su pesadilla, Akito Sohma, o por lo menos encontrarse allí adentro con él. Tomó aire y decidido tocó el timbre de la residencia Sohma, por suerte para él, el que lo atendió fue Hatori Sohma.

—¿Yuki? —dijo, levemente sorprendido, Hatori—.¿Qué haces por aquí? ¿Akito te mandó a llamar?

—No —respondió él—.Vine porque quiero hablar con Momiji.

—¿Conmigo?

Apareció de la nada, el conejo de los Sohma. Estaba sobre el gran mural que rodea la residencia Sohma.

—Sí —dijo el ratón con una sonrisa y entró a la residencia.

 

Ya…lamento el spoiler D: No fue mi intención, es que pensé que ya todos habían leído el manga Dx

Drabble II: Momiji

El joven ratón pasó con algo de miedo -cosa que intentó disimular- ya que existía la gran probabilidad de encontrarse con Akito y que éste lo obligue a quedarse allí.

Llegaron a la casa de Momiji sin problemas, no se encontraron ni con Kureno ni con Akito, por lo que Yuki se tranquilizó un poco.

Momiji llevó unos almohadones a la sala principal y los colocó sobre la celeste alfombra que estaba tendida sobre el suelo.

—Bueno, Yu-chan —dijo el “niño” ya sentado en la almohada—, ¿qué querías hablar conmigo?

—Tú sabes que mañana es el cumpleaños de Tohru, ¿verdad? —dijo Yuki con tono maduro.

—¡Ja! —contestó Momiji—.Le regalaré un libro de su escritor favorito y…

Se paró y se dirigió hacia un estante, agarró algo y volvió a donde estaba su primo.

—Y este collar. —Y le mostró un precioso collar con una esmeralda con forma de corazón. La cadena era de oro puro y en la esmeralda se podía reflejar el asombro de Yuki al ver tan hermoso collar.

—¿Do-dónde conseguiste eso? —preguntó Yuki exaltado.

—Akito lo tiró por la ventana un día cuando estaba paseando, me cayó en la cabeza y lo guardé por si alguna vez lo necesitaba —dijo dulcemente Momiji y luego guardó el collar—.¿Y tú qué le regalarás?

—Aún no lo sé —respondió Yuki bajando la mirada.

—¡Pues vamos al centro! —dijo esto y agarró a su primo de la mano y lo sacó corriendo, casi arrastrándolo, de la casa.

Mientras se dirigían corriendo hacia la puerta principal de la familia Sohma, se encontraron con el jabalí y el gato de la familia, Kyo Sohma y Kagura Sohma.

—¿A dónde van tan apurados? —dijo con su típica dulzura Kagura.

—Al centro a comprar —respondió Momiji.

Kyo y Yuki no escucharon nada, sólo se dedicaron a lanzarse miradas fulminantes entre ellos.

—¿Y a qué van al centro? —preguntó Kyo—.¿A comprar un vestido para Yuki?

Yuki sintió que le habían herido su orgullo masculino.

—No —respondió Yuki—Vamos a comprar una pastilla que cura tu enfermedad, gato idiota.

—¡No me digas así! —gritó Kyo.

A Momiji y a Kagura se les presentó una gotita en la cabeza por la, típica, pelea de Kyo y Yuki.
Kagura tomó de la mano a Kyo y lo obligó a que se acercara a ella.

—¿Qué tal si vamos con ellos, Kyo? —dijo Kagura abrazando -en realidad casi asfixiando- a Kyo por el cuello.

—Vamos si quieres —dijo Kyo, su cara se había tornado azul.

—¡Genial! —dijo Momiji—.Así nos ayudaran a encontrar un regalo para Tohru.

—¿Van a ir a comprar un regalo para Tohru? —preguntó Kagura confundida.

—¡Ja! —respondió Momiji—Se acerca su cumpleaños y Yuki no sabe qué regalarle.

—¿Es el cumpleaños de Tohru-san? —dijo Kagura con ojeras—.No puedo creer que no me hayas avisado, Kyo —le reprimió a Kyo sumamente enojada.

—Yo tampoco sabía —dijo Kyo molesto—.Y ya suéltame el brazo.

—Típico del gato idiota. No sabe ni cuando es el cumpleaños de la chica con la que vive.

—Cállate, rata estúpida.

—¿Entonces vienen con nosotros o no? —preguntó Momiji tiernamente.

—Sí —respondió Kagura—¡Vamos! —Y empezó a cantar una canción.

Los cuatro chicos salieron de la residencia Sohma. Dos de ellos, sumamente preocupados en el regalo para Tohru.



Bueno, hasta aquí les dejo :DD Disculpen la demora, es que mi Internet gay no me deja entrar Dx. Lo único que les quiero preguntar es si se imaginan quiénes son los dos que están pensando en nuestra hermosa Tohru…creo que es obvio >.<

 

Drabble III: Kyo & Kagura.

Nº Palabras: 538

—Rayos, esa tonta no nos avisó que se acercaba su cumpleaños. Ahora tendré que comprarle algo urgente, pero no sé qué —pensó Kyo algo molesto.

—Qué lindo, ya se está acercando el cumpleaños de Tohru-chan y ya sé qué regalarle —pensaba Kagura por su cuenta, totalmente distraída pero feliz—.Además, esto es casi como una cita con Kyo, ya que Momiji y Yu-chan están lejos.

—Etto…Kyo-kun —dijo tímidamente Kagura mientras se acercaba al nombrado—, ¿qué piensas regalarle a Tohru-chan?

Kyo largó un suspiro molesto y se alejó de su prima. La verdad era que no tenía ni la más mínima idea de qué le podía regalar a su amiga.
Kagura empezó a hablar sin parar, aunque no era sobre la relación de ellos ni mucho menos, si no sobre las cosas que tenía en mente para regalarle a la cumpleañera.

El de naranjas cabellos largó otro suspiro y miró fulminantemente a Kagura, ésta se dio cuenta inmediatamente y paró de hablar. Se quedaron un momento ambos callados, hasta que Kagura intentó tomar la mano de Kyo, pero éste se resistió y lo único que logró fue que Kagura se enojará y empezará a golpearlo.

Kyo corrió hacia dentro de una tienda, cosa de que Kagura no lo viera y destruyera la tienda, también.

Se dio la vuelta y empezó a recorrer aquel negocio. No era algo del otro mundo, era una tienda como cualquier otra, pero vio algo que realmente le llamó la atención.

—Disculpe —dijo Kyo educadamente.

—Sí —respondió un hombre salido de la nada.

—¿Cuánto sale ese porta-retrato? —preguntó mientras señalaba uno de ellos. Era bellísimo el que Kyo quería comprar, con miles de círculos y adornos por todos partes, floreado a los bordes y con un espacio en el cual se podía poner un texto.

—Ese cuesta tres mil yenes —respondió el vendedor, cosa que le pareció extraño y barato a Kyo, ya que era demasiado bello y elegante como para que costara tan sólo tres mil.

Sacó su billetera, estaba a punto de comprarlo, pero al buscar dinero, sólo se encontró con unos pocos yenes. Largó un suspiro molesto y salió de la tienda con enojo.
Al salir, se encontró con Kagura, Momiji y Yuki, nada del otro mundo.

—Todavía no encontré nada que pueda gustarle —dijo Yuki desanimado, luego, soltó aire.








Una joven muchacha salía de un gran edificio. Miró hacia la izquierda y luego volteó a la derecha, miró hacia atrás y hacia delante, parecía que estaba buscando algo, o a alguien. Se quedó allí un rato, hasta que vio un reloj y se dio cuenta que ya era tarde. Abandonó la puerta del edificio y empezó a caminar con rumbo hacia el norte.

Sacó un libro de su bolso, al parecer era una agenda. La abrió y de allí sacó una foto de una mujer.

—Oka-san, por favor cuida de Yuki-kun, me pregunto si le habrá pasado algo —dijo tiernamente, aunque algo preocupada.

Un fuerte viento se levantó. Tohru sostuvo su pollera para que no se volara, pero, en consecuencia, la foto de su madre se voló.

—¡Okasa! —gritó ella desesperada mientras corría a buscar la foto. Lastimosamente, ya era tarde, el viento ya se había llevado a Kyoko lejos.



Ok, esta vez me pasé e hice un One-Shot >.< Espero que les haya gustado y perdón por el retraso, año nuevo me sacó la inspiración D:

 

Pff... bueno, después de mi repentina desaparición volví con la conti. Tal vez tiene algunas faltas de ortografía, es que mi Word murió junto con mi antigua computadora u.u Bueno, perdón por la demora y gracias por leer :)

Drabble IV: Kisa



—¡Regresa, Okasa! —gritaba la joven mientras corría desesperadamente la imagen de su difunta madre.

La chica corría tan rápido como podía, pero el viento fue más fuerte y le ganó, llevándose la imagen de su madre, Kyoko, y junto con ella, parte de la felicidad de la joven. Se detuvo una vez que perdió el rastro de la imagen; y de sus verdes orbes empezaron a salir lágrimas.

—¿Qué haré? ¡Okasa! —se lamentaba la joven entre sollozos.






Por otro lado de la ciudad, cuatro Sohma volvían a la residencia principal de la gran familia, dos de ellos se quedarían allí, mientras que los dos restantes se dirigirían a los bosques de la familia, donde allí vivían.

—Kyo, ¿no tuvimos un velada tan romántica? —preguntó la joven de verdes orbes al gato de la familia, quien estaba molesto al sentir a la chica apegándose a su cuerpo.

—Tsk, fue horrible. En el parque un perro me pilló mi campera favorita y encima tuvimos que ir a buscar un regalo porque el señor pedante no sabe qué regalarle a Tohru —respondió molesto mientras alejaba a Kagura de su cuerpo—Maldito Shigure, seguro que fuiste tú el que mandó a ese maldito perro —pensó con aires oscuros.

—Vamos, Kyo, tú también querías comprar un regalo para Tohru, ¿verdad? —preguntó dulcemente el joven rubio.

—Hmp... yo sólo estaba viendo —susurró Kyo con un muy leve sonrojo en su rostro, cosa que nadie logró notar.

Los cuatro jóvenes siguieron caminando, disfrutando del dulce sonido de los grillos cantando. Momiji se detuvo un momento para atar sus agujetas, pero al parar, sintió que algo o alguien chocaba contra él. Se dio la vuelta y en el piso estaba una de sus primas, Kisa Sohma para ser más precisos.

—¿Kisa? ¿Qué haces aquí? —preguntó el conejo al ver a la joven en el suelo, además de que antes no se había percaptado de la presencia de la niña.

—Y-yo estaba paseando por el centro y-y los vi a ustedes —respondió tímidamente mientras se levantaba y sacudía su pollera—.Co-como estaban muy concentrados en comprar algo para Onee-sama no quise molestarlos, así que sólo me quedé callada.

—No tienes que ser así, Kisa —dijo el ratón amablemente, aunque la perqueña tigresa lo tomó como un ligero reproche—.¡Mira si te perdías!

—L-lo siento —dijo con la mirada baja.

Los jóvenes siguieron caminando, esta vez acompañados por la niña de orbes miel, en silencio.

Yuki sintió que su mano era tomada por alguien, giró levemente la cabeza para ver quién era y resultaba ser su pequeña prima, Kisa.

—Yuki... etto... yo tampoco sé qué regalarle a Onee-sama —dijo casi en un susurró desanimado, seguido de un suspiro.

—Oh, bueno. Mañana también vendré a ver si encuentro un regalo, ¿quieres venir conmigo? —Le propusó el joven a la pequeña; ésta sonrió y asintió con la cabeza.




El joven ratón estaba esperando a su prima sentado en un banco de una plaza en el sur de la ciudad, no muy lejos de la zona comercial. Suspiró al sentir que unas jóvenes pasaban y murmuran sobre él, lo hacía sentir incómodo.

Finalmente la pequeña llegó, se disculpó por el retraso y enseguida ambos se dirigieron hacia el centro, donde encontrarían, o eso esperaban el regalo ideal para la joven de verdes orbes que siempre cuidaba de todos y cada uno de ellos.

Estuvieron unas tres o cuatro horas recorriendo tiendas, hasta que finalmente ambos se agotaron y volvieron a la plaza en la que se habían encontrado para descansar un poco.

—Yuki, voy a los juegos —dijo la niña señalando unos juegos infantiles que estaban allí—. ¿Me cuidarías las bolsas, por favor?

—Claro, Kisa —respondió sonriente el joven—. Ten cuidado.

El joven se relajó, aunque no del todo ya que todas las jóvenes que pasaban lo miraban, o si pasaban chicas en grupo, se ponían a múrmurar y esto preocupaba e incómodaba al joven.

Miró las bolsas de su prima, una de "47 Street" y otra de "Librerias Rauch" y suspiró decepcionado. ¿Quién diría que encontrar un regalo era tan difícil?

Una imagen de una mujer pasó volando sobre la cabeza del joven ratón, pero este no se había dado cuenta...