¿Por qué? Intentó abrigarla, pero, en sus brazos no hacía más que temblar. La soltó dándose por vencido, sentándose pegado a la pared, con los ojos acuosos en lágrimas; viendo como esa pequeña niña temblaba llorando por lo bajo, mientras se congelaba poco a poco en ese frío invernal, y no podía hacer nada para evitarlo, sólo conseguía enfriarla más. ¿Por qué ella no podía verle y escucharle? Hace rato que intentaba decirle que debía marcharse, que su madre no vendría. ¿Por qué sus manos no podían dar calor?, ¿por qué debían congelar todo aquello que tocaban? Porque él era el invierno, era la nieve, era el frío... Hermoso, pero solitario, pues nadie quiere morir en su abrazo. Una lágrima se deslizó por su mejilla, convirtiéndose en una tenue nevada.