Fría

Escribí esto para desahogarme, espero que les guste :)


Odio. Odio estar aquí. Nunca me he sentido así, así de repudiada, así de odiada, así de triste y así de fría. Nunca me ha importado estar sola, ahora sé porque la gente tiene que estar con los demás. Si te apartas mueres. Mueres de soledad y tristeza. Como una flor que se marchita sin el rayo de luz diaria que es la compañía. Las personas no podemos vivir solas, necesitamos apoyo ya sea moral o físico, lo necesitamos. Es como una fuente de vida, alegría y salud. Y yo me muero. Me estoy marchitando, como una flor sin rayos de luz que no puede hacer frente al paso del tiempo, muriendo sola, y sin compañía. Te necesito, eras mi único rayo de luz en este mundo. El único ser que me comprendía y quería sin reservas. Tú eras mi punto de luz, mi estrella polar en una noche oscura y fría. Te necesito, eres lo único que necesito para vivir. Lo único que he necesitado desesperadamente como una flor en el desierto necesita el agua. No quiero que te sientas mal por no estar a mi lado, tu también necesitas vivir y buscar tu propia luz que te guie y te acune como las olas del mar, emitiendo un ligero susurro que promete nunca dejarte. Quiero que seas feliz, deseo que encuentres tu luz y que esta brille siempre y únicamente para ti. Tu siempre brillaste para mi, siempre me acunaste y en los momentos que mis fuerzas flaqueaban, tú eras la que me daba fuerza para seguir en pié. Amiga. Que palabra más hermosa. Tan simple y llena de significados a la vez. Hay muchos rayos de luz, que te iluminan en la vida, pero ninguno brilla más que el de la amistad. Ese amor incondicional que nos llena de alegría y vitalidad. Tan hermoso como un campo de flores silvestres en plena primavera. Hermoso, puro. No habrá suficientes palabras para describir su significado, y aunque se escriban libros y libros sobre ella, nunca se dará con su significado. Ya que es tan real y tan etérea que es imposible de definir. Pero yo tampoco la definiré, ni me acercaré ni un poco a hacerlo, pues yo he perdido esa luz. La que iluminaba mi sendero y me arropaba en las noches frías. Ya no está. Ya no estás. Y siento tu usencia. Has dejado un hueco en mi corazón. Un vacío imposible de llenar, pues esa parte de mi corazón te pertenecerá para siempre. Por eso no dejo de pensarte. Abro los ojos y todo está oscuro, me he sumergido en la negrura que es la soledad. No puedo salir. Solo tú me puedes sacar. Pero es tarde. Demasiado tarde para mí. Me muero, me marchito poco a poco, anticipando el momento en que deje de caer y que al tocar fondo me rompa en mil pedazos. Ahora estoy cayendo, pero pronto veré el fondo, pues la noche sin luz es dura, triste, muerta y fría.