Recargó su Beretta, la pistola automática que le había quitado a un policía de la ciudad. Sus botas pisaban los casquillos vacíos y las hojas de revistas mugrientas adheridas al suelo, detrás de él le seguían dos hombres bajo su mando, lo poco que quedaba de su batallón. Los únicos de su batallón. Nicholai apenas se sabía sus nombres, no perdía tiempo en esas cosas; eran operarios de una misión imposible, seguro estarían muertos antes del amanecer. Ellos. Él aún tenía que encontrar su pase de salida de esa maldita ciudad, y ya estaba a nada de lograrlo. —¡Por aquí! —gritó uno de sus soldados, golpeando una puerta con el hombro. —¡Ayúdenme! Nicholai se colocó a su lado y apuntó con precisión a la horda de zombies que estaban a punto de caerles. Cerró un ojo, controló la respiración y disparó. El zombie llevó la cabeza hacia atrás y cayó como un muñeco desconyuntado. El otro operario admiró la puntería y se unió a él; disparó tres rondas de las cuales impactaron en el cuerpo, pero los zombies avanzaban. El ruso gruñó y lo miró con desdén; a esas alturas ya debían de saber que la única forma de abatirlos era destrozarles el cerebro. Obviamente morirían antes del amanecer, incluso se sorprendió de cómo habían logrado vivir tanto. La puerta se abrió y el primer soldado ingresó como un poseso, Nicholai avanzó e hizo un cálculo mental muy rápido, sopesando las posibilidades. ¿Cuánto duraría esa puerta antes de caer por los zombies? Diez segundos no más. Diez segundos. Quizá menos. Disparó a la rodilla de su soldado y escuchó la rótula romperse y vió la pierna doblarse en un ángulo imposible antes de caer al suelo entre gritos de terror. Nicholai cerró la puerta y ahogó los gritos del exterior. —¿Dónde está Chong? ¿No iba detrás de ti? Nicholai habló mentalmente: "¿Quién?", pero esperó para retomar el habla; se encontraban en un pasillo que daba a una puerta en el extremo opuesto. Tomó el picaporte y lo giró, la puerta chasqueó y se abrió; del otro lado había un panel numérico de seguridad, volvió a cerrar la puerta. —Chong fue a por la radio, en el tren. No pude hacerle entrar en razón. —habló con pausa y con su acento vulgar y marcado. —Maldita seas, Chong... —Si, bueno. Ya sabes lo de los chinos, son héroes. Lo llevan en la sangre. —Es japonés. El ruso hizo un gesto con la mano y le palmeó el hombro. Lo miró a los ojos; una mirada de saurio y desde su monumental altura pareciera que lo despellejaba vivo. —Tenemos que esperarlo, no dejamos a nadie atrás, ¿de acuerdo? —Pero, señor... es imposible que Chong vuelva en una pieza. Además... La puerta comenzó a ser golpeada por manos, manos y gemidos. El operario se tapó los oídos con ambas manos en un gesto aterrado. El ruso miró hacia la puerta y pensó en esos seres, la primera vez que les dedicaba un pensamiento; parecían almas condenadas a vivir eternamente en cuerpos podridos en busca de cerebros. —Señor, si no llego a salir de aquí... —Tranquilo, lo harás. —dijo con perfecta frialdad el ruso, comprobando sus municiones. Alzó una ceja cuando el soldado le tendió una fotografía. Si, era una fotografía cuatro por cuatro de una mujer y un niño. Lo miró serio. —Es mi mujer y mi hijo, cumplirá dos años el día de mañana. Me gustaría que se la entregarás en caso de que yo... bueno, no lo pueda hacer en persona. Nicholai estudió el pedazo de papel y decidió tomarlo entre sus dedos. —La guardaré para ti, soldado. Cuando salgamos de esta te la devolveré. El operario sonrió con ilusión, justo cuando la puerta se vino abajo. El soldado apuntó y disparó su automática pero no surtía efecto, las balas atravesaban los cuerpos pero éstos seguían hacia delante, como una singular pesadilla de sangre. Se giró para ver a su comandante. —¡No! ¡Por favor, no! El ruso había cerrado la puerta con el código de seguridad y dejado encerrado a su último efectivo con vida. Al menos sirvió para algo, pensó en sus adentros mientras dejaba atrás ese lugar y le dedicaba una mirada a la fotografía antes de estrujarla y lanzarla al suelo. Miró su reloj brújula de su mano izquierda. Diez segundos perfectos.
Amé el personaje de Nicolai y al mismo tiempo lo odie con todo el alma, he de admitir. Es un personaje despiadado pero al mismo tiempo tiene ese carisma que te hace admirar la construcción de ese personaje. Pero pobre incauto el chaval, a quién se le ocurre enseñar una foto de su familia, siempre que se hace eso se termina fiambre... Si es que no han visto suficientes películas de guerra. Aunque dudo que Nicolai salga de semejante con vida, puede durar un tiempo, pero es una situación difícil. Las descripciones fueron lo suficientemente ricas como para imaginarte, además de nuevo usas metáforas que me gustan. Ese final fue muy épico, lo digo por la frase, es como que le da una maldad al personaje que le hace un cabrón, pero al mismo tiempo mola. Aunque que los iba a vender era previsible, finalmente no me resultó aburrido por serlo así. Noté un par de errores, no muy destacables, pero que me gustaría señalarte por si quisieras corregirlos. Ese pasado y ese presente mezclados en esos verbos, me descuadró un poco la frase. yo le pondría "pareciera que lo despellejaba vivo" o "pareciera que lo despellejara vivo", pero mezclar los dos tiempos me dejó un poco descuadrada. Aquí el fallito es obvio, te faltó la "z" en "diez" un despiste sin importancia. En fin, creo que no tengo nada más que añadir, sigue escribiendo.
Hola Ichii! Muchas gracias por comentar! Soy muy fan de Resident Evil y Nicholai, aunque fue un personaje secundario, dió mucho de que hablar. Y para que sepas, como dato curioso, en el RE3 clásico al menos, tiene dos formas de muerte :p en el remake que salió hace poco no lo sé porque no pude jugarlo. Ya edité el escrito con tus correcciones! :] Gracias por ser mis ojos
¡Qué cabrón! Es la frase que me venía todo el rato a la mente según iba leyendo el relato. El personaje de Nicholai me ha parecido muy potente, ese doble juego constante, pensar única y exclusivamente en su supervivencia... y aún así por alguna extraña razón me ha gustado el personaje, es muy carismático. No conozco ni el personaje ni la ambientación así que me ha sorprendido mucho. No me esperaba que fuera a herir a un soldado para ganar tiempo contra los zombies y mucho menos que encima tuviera la cara de decirle al otro que se había ido a una misión medio suicida, incidiendo por si fuera poco en que no podían dejarlo atrás. Ya con el segundo soldado me veía venir que no iba a terminar bien pero es que todavía ha sido más cruel. Le coge la foto prometiendo que saldrán juntos para dejarle ahí a su suerte sin decirle nada, para terminar arrugando y tirando la imagen al suelo. ¡Toma ya! Me he ido indignando sobre la marcha, abriendo los ojos sin darme cuenta y alucinando, pero he disfrutado tanto la lectura. La narración excelente y la historia brutal, la he devorado sin darme cuenta.
E hizo cosas peores! Muchas gracias por el comentario, Its! Y que te haya gustado me ilusionó! Gracias por leer :]
Comentario-crítica para el concurso «El corazón del villano». Un escrito cortito pero intenso. Siento que la idea estuvo muy bien ejecutada, fuiste directo con el mensaje que querías transmitir. Si le sumamos tu narración impecable tenemos como resultado un escrito comparable con esa puntería de Nicholai, fina y destructiva. Ya sé que suena un poco exagerado pero creo que la mejor manera de darle una respuesta a este fic es con una metáfora, más que con palabras técnicas. Creo que la mayoría vamos a concordar en que está muy bien escrito, re bien detallado el contexto y las acciones de los personajes, ni hablar de las emociones —que es con lo que más jugaste—; pero justamente fue tu ingenio y la idea que tuviste para representar a Nicholai y justificar por qué es un villano lo que le da esa fuerza al fic. Por mi parte no tengo mucho más para decir, solo me queda felicitarte por el genial trabajo y agradecerte por participar en el concurso. ¡Saludos!
Wow, un escrito bastante intenso y debo decir que me encantó el protagonista. Fue todo un cabrón desde el comienzo y se abrió paso sin importarle sacrificar a su propio equipo. Al final creí que tendría un poco de empatía por el chico asustado y que trataría de ayudarlo salvándolo o entregando la preciada fotografía. Pero no pasó ninguna de las dos, me revolvió el estómago la reacción tan indiferente al chico, pero me gustó que conservaras la esencia del personaje en todo momento. Me gustó mucho como describiste toda la escena, fue muy al estilo RE y transmitiste perfectamente cada detalle de la situación. Saludos. c:
