Yu-Gi-Oh! Fotografía [One-shot]

Fotografía [One-shot]

¡Hola!

Bueno, esta idea, no es en general mía. Mi hermani, Esmeraldy de cz, también influyo mucho, de hecho esto sería de ella, pero no se animo a seguirle y a publicarlo. Así que yo lo segui y lo termine, acomodandolo a mi manera, pero siguiendo la base de la idea.

En este One-shot, quise probar narrando desde tercera persona; pero con un narrador testigo que este dentro de la historia.

Espero, que sea de tu total agrado, sin mas que decir, leánlo:

Título:​

Fotografía.​

​

[One-Shot]​

​

Universo alterno.​

Esa fotografía marco su destino para siempre, aun, no me olvido en lo absoluto de lo que le paso. Sus recuerdos, sus acciones quedaron en mi mente eternamente. Ambos eran la pareja perfecta, daban ejemplos del verdadero amor a todos los mortales que lo buscábamos desesperadamente. Pero no todo el tiempo fue amor entre ellos; todo eso cambio un día…

Una mañana de Abril, donde la primavera prosigue, comenzaron a llegar los problemas en esta feliz pareja. Mi buen amigo Atem, empezó a perderse todas las mañanas, tardes e inclusive las noches de la casa. Su novia se imaginaba lo peor de esas salidas, llegando a sospechar que él la traicionaba con otra. Busco por todos los medios descubrir la verdad, así que, me preguntó a mí, aquel acastañado que tanto yo odiaba y hasta al pequeño hermano de este, sin embargo, no encontró respuestas a sus dudas.

Esas dudas la estaban consumiendo, lo supe muy bien yo, a pesar de que me costaba darme cuenta de las cosas. Lo que nunca sospecho ella, fue que Atem, preparaba un viaje a Egipto donde realizarían un evento de suma importancia para una gran empresa como la Kaiba Corp; en donde yo y él trabajamos arduamente ¿Y dije que trabajamos arduamente?, quizás debí decir donde Atem trabajaba como un esclavo; pues nuestro jefe era el peor de todos.

El evento consistía en promocionar las cartas del duelo de monstruos y hacer un mini-torneo en aquel desierto. Yo le pedí a nuestro fastidioso patrón que lo hiciéramos en un lugar paradisíaco, pero él no, claro, siempre pensaba que lo que yo quería era tener vacaciones. Bueno, ok, si deseaba esas relajantes vacaciones en ese lugar, era mejor que el desierto ¿o no?

Atem, me contó todo esto un día mientras hablábamos en una cafetería, como los mejores amigos que siempre hemos sido. Odio a mi jefe, agh… y detesto que mi amigo le siga la corriente, solo porque debe conservar su empleo ¿no se como lo soporta Atem? Debería darme la receta porque no me sorprendería que me votara un día de estos.

Cuando por fin, mi buen compañero pudo descansar y termino de preparar todo para aquel viaje. Decidió llevarle unas flores a su novia para disculparse por todos esos días, esas tardes y esas noches que la había abandonado ¿y por qué Atem no le comentó sobre ese viaje?; pues quería darle la sorpresa, ya que a su enamorada le fascinaba Egipto y esperaba algún día en poder pisar esas arenas.

Al llegar a su modesto hogar no la encontró en la cocina, ni en el cuarto, menos en el baño, en conclusión, en ningún lugar de la casa. Me llamo desesperado ya que ella no acostumbraba a desaparecerse de esa manera. Trate de calmarlo por teléfono, cosa que no hacia efecto, al contrario, lo alteraba más. Pensé que había hecho algo encontra de si mismo; pues no lo escuchaba hablar. Mientras él leía una carta que al parecer resulto ser de ella. Recuerdo bien las palabras que decía.

Querido Atem:

Todo ha cambiado entre nosotros, te has alejado de mí si yo entender la razón.
Pienso que quizás ya no soy la mujer a la cual amabas con pasión, esos años atrás.
Lo único cierto es que yo te amo, y si decidí irme, es para no tener que ver más tu cara, claro, eso si llegas a la casa hoy, después de todo hace tiempo que ya no lo haces.
No quiero ni reproches ni peleas, ahora, debo estar muy lejos, montaba en un cómodo avión ¿Pensado si hice lo correcto o no? Tú sabes muy bien cual era mi gran anhelo, y estabas perfectamente enterado que deseaba cumplirlo estando a tu lado.

Aquí te dejo esta fotografía que nos tomamos mientras tú me alentabas; asegurándome que la tomaríamos en mi lugar tan soñado.

Adiós.

Se despide:

Mana.

Rodaron por sus mejillas hasta caer sobre la carta y esa fotografía de ellos más jóvenes; lágrimas saladas. Mi amigo estaba destruido. Puso sobre su pecho, esos dos objetos preciados, abrazándolos con fuerza mientras decía con una voz entrecortada:

—Yo te lo iba a cumplir, te lo iba a cumplir, debiste creer en mi palabra.

Esos días antes del viaje, Atem, los pasó trabajando para calmar su dolor. Dedicaba su mayor parte del tiempo en explotarse así mismo. A todo eso, llego una nueva empleada conocida muy bien por nosotros dos; ella había estudiado en la preparatoria con los dos. La chica siempre estuvo enamorada de Atem; de eso estaba enterado yo, menos Atem. Al tiempo los dos terminaron siendo novios y la relación prometía ser durare en esos tiempos de juventud, era un amor muy sincero.

No duro mucho tiempo su relación ya que apareció Mana, quien, supongo yo se interpuso en el camino de los dos. Nuestra gran amiga, se había ido de viaje dejando solo a Atem. Él pobre estaba destrozado pero siempre la espero, sin embargo, nunca llego. Ni llamadas, ni cartas, por parte de ella. Supuse, que a lo mejor en su viaje a New York encontró a una persona importante de la cual se enamoro. Sabiendo de los sentimientos que Atem sentía hacia Mana, y los de ella hacia él, le aconseje que se hiciera novio de ella y así lo hizo. Porque estaba seguro que si no le decía eso a Atem seguiría esperando al gran amor de su vida, así estuviera enamorado de otra.

Pero que equivocado estaba, la razón porque esa gran amiga que yo no reprocharía pensando que podía llegar a tener un novio, tuvo un letal accidente que casi la deja de muerte. Por suerte ya estaba bien y es por eso que esas cartas, ni llamadas, hacía Atem se vieron. Ella volvió esperanzada de que ese amor de juventud no se hubiera perdido y reformar de nuevo su relación con Atem; el cual se encontraba destruido.

Nuevamente le aconseje a Atem, que no esperara a la mujer que amaba, y volviera con nuestra amiga. Él puso objeción; pero al tener de nuevo salidas con ella, citas, en donde las pasó tan bien provocaron que esos sentimientos dormidos en él volvieran a fluir. Nuevamente estaba feliz. Nuevamente estaba enamorado y yo me encontraba dichoso de verle sonreír de nuevo.

Yo, molesto, fui a las fuerzas a ese odioso viaje a Egipto -llore como niño pequeño haciendo berrinche-, es que deseaba ir a la playa. Por su lado Atem la pasaba muy bien con su siempre amada y gran amiga mía, Anzu Mazaki, quien trabajaba con nosotros ahora. No obstante, esa felicidad se espumo justo en el momento en que Atem volviera a ver a Mana.

Ella se encontraba en las gradas observando como los pequeños, hasta adultos tenían mini-tornes de duelos de monstruos. Se entero por el pequeño hermano de mi jefe, que la razón, por la que Atem salía tantas veces era por eso que ahora veía.

Ilusionada, buscaba entre todas las personas que estábamos a su querido Atem. Me puse pálido cuando Mokuba –hermano de mi odioso jefe- me revelo porque ella estaba ahí, es que pensaba estar viendo un fantasma. Deseaba desaparecer de la tierra, del universo así que me escondí debajo de los asientos.

Miraba como mi amigo besaba delicadamente la mejilla de Anzu, los dos hacían una bonita pareja. Y gracias a mí volvieron, pero gracias a mí la situación se pondría tensa con Mana. Lo cierto fue que mientras Atem dejo por un momento a solas a Anzu -insistencia de ella-, ya que él no quería dejarla ni por instante sola, mas sin embargo ella comprendía que su trabajo le pedía estar con los grandes. Ella se distrajo observando a los duelistas futuristas. En ese momento Mana diviso entre la gente a Atem. Corrió rápidamente para alcanzarlo pero cada vez más él se alejaba.

Yo por mi parte maldecía mi bocota y mis consejos. Mana y Atem se vieron dentro del baño de hombres, porque la muchachita hasta ahí llego; pues no permitiría que nuevamente un mal entendido los separaba. Tan efusiva como siempre se lanzo sobre sus brazos ¿y por qué Atem estaba en el baño?, bueno todos somos seres humanos y tenemos necesidades, así que Atem pidió un permiso a los grandes empresarios para acudir de urgencia al lugar que yo mas odio, el baño. Obviamente él no comentó porque solicito un permiso tan repentino, ni que fuera tan menso como otros… si, ese odioso de mi jefe es bien menso.

Ese baño, aunque no lo crean, fue testigo de que Atem no pudo olvidar a Mana, no pudo olvidar su respiración tan cosquillosa, no pudo olvidar sus besos, sus caricias, su cuerpo, no pudo olvidarla a ella. No me di cuenta, que el amor entre ellos pasaba fronteras y no me di cuenta que para Atem esos días que estuvo sin Mana, fueron milenios.

Los dos volvieron a unirse nuevamente en un solo ser, ese amor tan celestial regreso. Lamentablemente Atem se sentía como una basura con Anzu, pero créanme, yo me sentía peor que él, ante tal situación. El punto es que Anzu siempre ha sido una gran persona, así que supo aceptar y entender que los años pasaron y era normal que el amor que alguna vez Atem sintió por ella quedara en el pasado.

Yo me comprometí a consolar a Anzu; pues me sentí responsable de su dolor. Pero me lleve un buen regalito de Egipto, ¡oh si!, un buen chichón del tamaño de una piña ¿o era más grande?, ya ni se, eso por andar escondiéndome debajo de los asientos y no buscar otro mejor escondite. Mana y Atem se tomaron una fotografía como símbolo de recuerdo por haber visitado esas arenas, como símbolo de que Atem cumplió su promesa, pero más allá de eso, como símbolo de que su amor nunca terminaría, sino al contrario, crecía sin cesar. También se tomaron otra fotografía en donde salíamos los cuatros y sumándole dos, porque ahí salio nuestro detestable jefe y su hermano menor, este ultimo me cae bien.

Pasó velozmente el tiempo. Todo iba bien, los problemas entre Mana y Atem culminaron, ella aprendió a confiar mas en él y él aprendió que las sorpresas pueden acarrear el final de su amor. Yo también aprendí que mi bocota debe estar cerrada para no separar almas gemelas.

No obstante, algo sacudió mi alma para siempre…

Una noche embelesada de amor estaban Atem y Mana mostrándose lo mucho que se querían sin necesidad de tener algún contacto físico. Se miraban a los ojos fijamente; ella lo observaba con picardía mientras él con ternura. Se decían las más sutiles palabras llenas de lo mas dulce, de lo mas bonito, de lo mas grande del mundo: el amor.

—Soy tu ya completa. Estoy emborrachada de ti —le dijo con su voz, por primera vez, suave. Ella normalmente hablaba fuerte.

—Lo sé —dijo, ya sabiendo de eso, mi amigo Atem. La atrajo hacía si y recostó su cabeza en su pecho al mismo tiempo que rodeada con sus brazos su perfecto cuerpo.

Los dos pensaron que lo mejor era marcharse rumbo a su camita caliente que los esperaba. Pero su error fue dejar la puerta de su casa abierta, en el umbral de ella apareció la silueta de un cuerpo voluptuoso, unos ojos azules mezclados con sorpresa e ira, un corto cabello castaño lacio, era mi gran amiga Anzu. En su mano derecha portada un arma muy peligrosa. Señalo con ese “pequeño peligroso juguete” a la pareja feliz. Se podía ver que no se encontraba en su sano juicio, sus ropas estaban mojadas y ese olor que desprendía de ella, daba a deducir que tomo bastante de una bebida letal, como el alcohol.

Un disparo salio de esa dichosa arma dándole a su presa. Juraba Anzu que aquella bala estaba en el cuerpo de Mana. Sin embargo, esa bala se encontraba dentro del corazón de… de Atem, mi amigo fue la victima de todo esto. Cayó abatido en el suelo mientras Mana le lloraba. Anzu se acerco rápidamente a Mana y la jalo del pelo levantándola y alejándola de Atem. La tiro contra la puerta, por suerte Mana, era una joven fuerte y eso no le hizo daño alguno.

—M-a-n-a… —artículo con dificultad el nombre de ella mientras la observaba. Le costaba ver, con su mano temblorosa trataba de alcanzar a Mana; pero eso era imposible.

— ¡Atem! —gritaba con fuerza su novia. Estaba sentada en el suelo recostada en la puerta, aterrorizada sin creer lo que pasaba.

Cuando se dispuso a correr con lágrimas en los ojos hacía donde estaba Atem. Varios disparos salieron de la pistola que portaba Anzu. Todos ellos fueron para Mana. Todos, por así decirlo, fueron en el abdomen. Solo uno de ellos fue dirigido hacia su corazón. Ella cayó en el suelo boca abajo. Miraba con esos ojos de cristal a Atem mientras él se arrastraba en el suelo tratando de llegar a ella. Fue tan devastadora esa escena que yo como mirador número uno nunca la olvidare.

Las manos de Atem y Mana se trataban de alcanzar, pero fue tanta fuerza que imprimieron en lograr eso que aceleraron su inevitable muerta. Anzu después de esto se tiro a llorar en el cuerpo sin vida de Atem. Los vecinos como sabían de mi amistad con Atem me llamaron y me informaron acerca de la situación. Estaban asustados de la manera que vieron a Anzu, el hecho de que habían escuchados todos esos disparos.

Cuando abrí la puerta de la casa. Mis ojos se engrandecieron. Sacudía la cabeza sin querer creer lo que inevitablemente era verdad. Llore como nunca, mi mejor amigo murió en manos de Anzu, una amiga con la cual me sentía en deuda por todo lo malo que le hice vivir. Ella se percato de mi presencia y tomo la pistola que hace segundos reposaba en el suelo. De sus ojos salían lágrimas.

—Yo no quería, yo solo quería a Atem conmigo pero no quería matarlo a él y menos a ella —me decía mientras las lágrimas se hacían más evidente. Estaba mal por lo que había hecho— .Desahogue mis penas en el alcohol, al sentir que odiaba la forma en que Atem me dejo por ella, bebí y bebí más hasta que compre un arma. Sólo quería acabar con mi vida, no con la de ellos. Y menos ahora que veo que ella estaba en estado —culmino cayéndose de rodillas al piso. Eso me dejo perplejo, ¡oh por dios!, esto era una porquería de vida.

Me aproxime con cuidado a donde estaba ella; para quitarle el arma. Ella se levanto al sentir mis pasos. Tome el arma entre mis manos mientras ella también. Forjamos el arma, provocando una desgracia. Un disparo salio, lentamente ella se deslizaba en mi cuerpo cayendo al suelo manchando mi ropa con su sangre. La bala estaba en su abdomen. No supe que hacer, no reaccione.

¡Ha buena hora!, llego la policía. Todo apuntaba a que yo era el culpable de todas esas muertes, debido a que tenía el ama entre mis manos. Me pusieron unas esposas, yo estaba sin reaccionar, no era fácil saber lo que yo sabia y verlo. Ellos no pudieron entender mi dolor, mi frustración. Y a decir verdad; me sentía culpable de que ellos murieran así. Yo y mi bocota así nos sentíamos. Mire esa fotografía en donde salíamos todos felices, no. Mi jefecito salía con su cara larga, y Anzu, estaba con esa sonrisa dulce que siempre solía mostrarnos, ocultando su tristeza.

Me llevaron a la cárcel, me condenaron como un culpable, culpable de no tener la bocota cerrada, me culpe yo. Ellos me culparon de matar con mis propias manos a mi mejor amigo, esos idiotas, no tienen idea de lo que sufro.

No duro mucho su condena, para ser exactos fueron escasos minutos. Ya que un hombre adinerado me saco de ahí, de ese hueco, del infierno que hubiera sido mi vida. Porque allí, me esperaban los presos para hacer fiesta conmigo.

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Hoy por hoy estoy vivo. Viendo como entierran a tres personas especiales para mí. La pareja que nunca olvidare, que por siempre quedara retratada en esa fotografía y recordándome que el amor existe, espero algún encontrarlo y jamás dañarlo por mi bocota. Y esa amiga, que a pesar de lo que hizo se arrepintió de su acto; los tres eran dignos de ser admirados y yo soy digno de ser aplastado.

Comienzo a decirle al padre que deje de decir tan larga oración, que lo único que hace en mí, es dormirme. Todos –solo dos personas estaban ahí, que exagerado ¿no?- dirigen sus miradas asesinas hacía mí. Me calle y no dije más, si no me enterrarían también con ellos. Pensar que antes odiaba a mi jefe, y créanme aun lo odio, pero él fue quien me libero de esa cochina y asquerosa prisión a petición de Mokuba, siempre lo diré, ese niño me cae bien.

Los tres nos quedamos mirando aquella fotografía en donde salíamos todos. Una sonrisa se dibujo en nuestros rostros. Si todo hubiera sido como en esa fotografía, ¿si Anzu hubiera sido feliz? ¿Si mi jefecito no hubiera sido tan serio? ¿Si yo no hubiera sido tan bocón? ¿Si Mokuba no hubiera sido tan niño? ¿Si Atem no hubiera hecho sorpresas? ¿Si Mana no se hubiera dejado por sus instintos?, todo hubiera sido distinto.

Pero algo si les digo, no me arrepiento de lo que he vivido y de lo que me queda por vivir. Yo, Joey Wheeler apreciare mas la vida y mas las cosas. Yo haré realidad lo que ustedes ven en esa fotografía. Yo alcanzare a la felicidad y no la dejare escapar, la detendré como esta en esa fotografía.

Fin.​

¿Y por qué universo alterno?​

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Sabemos que en Yu-Gi-Oh Mana esta en las memorias del faraón, y si esta en el presente, es como la maga oscura. También se sabe que Atem ni Joey trabajan para Kaiba.​

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Nuevamente, espero que sea de su agrado el one-shot, y ojala alguien le heche una ojeada.
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Me gustaría saber sus opiniones y obviamente, si tiene algún error me lo digan.​

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Nos vemos.​

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Saludos.​

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Se despide:

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Anelys.
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