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Poll closed 10 Marzo 2011.
  1. No, está aburrido desde el principio/no es de mi agrado el tema

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  2. Sí, tal vez mejore con lo que sigue/está muy interesante

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  3. Tál vez... Le falta acción, si le pones más acción continuo

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  4. Tál vez... Le faltan emociones y trama, continuaria si lo agregas

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  1.  
    Ghea Kurai

    Ghea Kurai Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    17 Febrero 2011
    Mensajes:
    188
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Flama de amor
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3443
    Título: Flama de Amor
    Resumen: Inuyasha accidentalmente despierta a una doncella con poderes de fuego. Ella no tiene nombre y lo único que se sabe de ella es que está enamorada y condenada a la indiferencia del corazón de Sesshoummaru.
    Tipo:Long-Fic
    Pareja: Inuyasha x Kikyo


    Clasificación: K+(+9)
    Advertencias:Muerte de un personaje
    Género:OFC y OMC (Personajes originales incertados)
    No. de palabras: 101.724


    Subidos 9 Capitulos de 15

    Prólogo
    Un ser que toma la forma de una doncella demonio, rojos y larguísimos cabellos rojo fuego rizados despierta debido a una confusión provocada por el ataque de la serpiente-oso y la sangre de Inuyasha, quien en un principio se siente confuso y atraído a la presencia de ella.

    Ella no dice su nombre; con el tiempo hace amistad con Kagome, Sango, Miroku y Shippo quienes la llaman Fenix, pues es la forma de las flamas que brotan de su cuerpo cuando despliega sus poderes. Pero siempre se aleja de ellos.

    La tristeza en los ojos de Fenix siempre está presente y después de conocer la historia de Kikyo e Inuyasha, Fenix le revelara al hanyu poco a poco su secreto pasado y verdadera naturaleza, gracias a esta confidencia se abrirán nuevas posibilidades para derrotar a Naraku.


    1
    El Ataque de la Serpiente con cabeza de Oso
    _________________________________________________________________________________

    Una gran bestia, de unos 20 metros de largo, de cuerpo grueso y piel verde y escamosa de serpiente, sin extremidades; con cabeza de oso negro, largos y curvados caninos, tétricos ojos blanquecinos ataca al grupo de Inuyasha, acompañaban a Kagome de regreso al pozo. Caminaban a través de un valle rocoso poco transitado cuando esta criatura apareció detrás de ellos, veloz como el viento, como un rayo... tomó en sus fauces al hanyu(*1) vestido de rojo por la pierna derecha antes que el o sus amigos pudieran reaccionar.



    Sango y Miroku que iban delante de Inuyasha apenas pueden voltear, observan horrorizados que su amigo Inuyasha estaba volando por los aires sujetado por la bestia, el trata de alcanzar su arma... los movimientos de de su captor son erráticos y veloces, Tessaiga (Colmillo de Acero) cae al suelo.


    - ¡Kirara, vamos! - Sango, decidida, lanza su arma contra la criatura, que esquiva el golpe y zarandea su presa rasgando la piel de la pierna derecha de Inuyasha.

    - ¡Inuyasha! por favor resiste... - dice la muchacha de enormes ojos chocolate y mirada asustada, que hace unos momentos caminaba detrás del grupo, una extraña sensación de ansiedad le invade "esto no puede estar pasando debe ser un sueño, no una pesadilla." piensa y acto seguido toma una flecha de las que cargaba en su espalda; su mano esta temblorosa.

    - ¡Maldita bestia!- grita rabioso el hanyu mientras patea repetidas veces el hocico del animal con su pierna libre, esto enfurece a la fiera y sus ojos blancos se encienden tornándose amarillos... naranjas... finalmente rojos, ahora su cuerpo se mueve con furia y se envuelve alrededor del grupo, mientras la sangre de la herida de Inu salpica sus rostros.


    Esta criatura extraña, ahora esta furiosa, Kagome esquiva los golpes de la cola de la criatura tratando de posicionarse para disparar su flecha, se concentra y... ¡vaya sorpresa! Identifica en la cabeza del monstruo un fragmento de la perla, uno más en la lengua y otro en la punta de cola.


    Ahora los podía ver: sin embargo, no había sentido la energía de la perla hasta ese momento. Pero la joven no logra advertir de esto a sus amigos pues Inuyasha es lanzado hacia ella con brutal fuerza, golpeándola y haciéndola estrellarse sobre unas rocas. Esto la ha dejado inconsciente, Inuyasha sobre ella, la mira y queda desolado.



    - Kagome... por que no estabas alerta... ¡Kagome! - Inuyasha voltea fúrico hacia la bestia, su intención era la de exterminarla, se detiene - Antes... debo ponerte a salvo.


    Sango y Miroku corren a protegerles de una nueva arremetida de la bestia y Shippo convertido en globo ayuda a su compañero mal herido, que carga en su hombro izquierdo a Kagome; y se alejan del peligro; ahora Inuyasha tiene una herida considerable en pierna de la que brota abundante sangre; y terco como solo es él, ignora esta herida y corre en busca de Tessaiga; sin embargo, el dolor de su pierna le impide alcanzarla antes de que el inmenso cuerpo de la bestia cubriera a la espada y a él mismo.


    - Inuyasha ha sido aplastado por este monstruo, Sango-chan, debemos llevar a la señorita Kagome a su tiempo, luego volveremos a exterminar a esta amenaza.

    - ¡Que! no podemos irnos sin Inuyasha, Kagome no nos lo perdonaría – Sango esta enojada y su mirada denota la decisión que tiene de quedarse hasta el final.


    Repentinamente esa inmensa alimaña comienza a retorcer su largo cuerpo de serpiente, lanzando alaridos de dolor y al retroceder deja ver una herida en su largo vientre, de donde brotaba chispeante lava en vez de sangre; Inuyasha de un salto apareció delante de Sango y Miroku que no lo podían creer y estaban gratamente sorprendidos y asustados, pues tras su amigo la roja lava brotaba como si la herida se tratase de un volcán.


    Lo que ellos no vieron fue cómo Inu tomó y se protegió con el filo de su espada, aprovechando así el peso del cuerpo del monstruo al caer sobre él para lograr por fin hacerle daño, en el último segundo antes de ser triturado completamente por aquella inmensidad.


    - ¡Sango! ¡Miroku! - alerta el joven de cabellos plateados - ¡cuidado! - exclama y en seguida salta sobre sus amigos para protegerlos, gracias a su traje hecho de pelo de rata de fuego el no corría tanto peligro como ellos - hmmm - suelta un ligero quejido pues soporta el calor del magma sobre su espalda "que rayos es esta cos..." - ¡AGH!... No se asemeja ningún demo...


    Y ni bien termina de hablar la tierra retumba súbitamente y el paisaje montañoso se estremece, esto no inmuta a la bestia que a toda costa trata de llegar a Kagome una vez más. La muchacha tendida en el piso comienza a despertar...





    2
    Aparece la doncella de fuego
    _________________________________________________________________________________

    - ¡INUYASHA! - grita la chica, abriendo sus enormes ojos café...

    Tenía una mirada de terror, acentuada por sus puplilas dilatadas de expresión critalizada a punto de soltar el líquido salino.


    El aterrador y gigantesco hocico se detiene a milímetros de ella, la baba del animal empapa su rostro y salpica también al pobre Shippo que había estado cuidando de su amiga hasta ese momento, el aliento de muerte, como vapores venenosos se hace visible y la envuelven, Sango y Miroku ya casi no distinguen la silueta de la muchacha y el zorrito.



    - ¡Kagome! - responde al llamado - ¡Agh!... muévete... ¡maldito! No, no... se cuanto pueda contenerlo... Kagome - la voz de Inuyasha se apaga en un gemido suplicante.



    El monje y la cazadora están rodeados de lava y Kirara en su forma pequeña está desfallecida en las manos de ella, desesperados buscan la forma de llamar la atención de Kagome, que parece no oír los gritos del hanyu.



    - Shippo ayudala - murmura Inuyasha, pues apenas logró atrapar a la serpiente-oso de la cola, hundiendo sus garras entre la escamosa y dura piel verdinegra, hacía un increíble esfuerzo por retenerle.



    El zorrito tambien esta petrificado y tarda en reaccionar.

    Ella esta inmóvil, "no puedo... moverme" piensa, lágrimas ruedan de sus mejillas, siente su cuerpo entre entumecido y a punto de desfallecer delante de esta gigantesca y furiosa presencia. Hasta que por fin, Shippo, hala de su mano y le grita que reaccione, pero ella no entiende las palabras, todo a su al rededor se ve disminuido por el gran temor que le infundió aquel monstruo. Kagome siente un temblor en su quijada y las mejillas mojadas... una vez mas es halada del brazo con más fuerza, ahora son dos las voces. Su cuerpo es alejado de aquel horrible hocico, aparece delante de ella Miroku, pero los sonidos aún son confusos. Gritos.



    - ¡AAAAAAAAAAAA... maldita bestia! - Inuyasha suelta a la criatura pues a causa de la herida la piel de la bestia sus escamas se calientan hasta enrojecer cual metal caliente y las manos del guerrero se quemaron por sostenerla tanto tiempo.



    Los sismos son mayores, en ningún momento se han detenido desde que iniciaron; se concentran en una lúgubre y montaña cerca del valle rocoso de la batalla, un sonido profundo y atemorizante deja perplejos a nuestros héroes que vuelcan su atención a ese sitio y pueden observar como la imponente montaña se parte en dos y estos dos pedazos se elevan en lugar de caer sobre el valle rocoso... a continuación algo increíble sucede: un torbellino gigantesco de rojo fuego envuelve los restos de la montaña que flotaban en el aire; paulatinamente todo el cielo se incendia con pequeños torbellinos de fuego naranja... pronto el terror y la incertidumbre invade sus pensamientos. Tanto la bestia como Inuyasha y compañía tratan de escapar del valle... los dos restos más grandes de la montaña se mueven hacia ellos y ya sobre sus cabezas caen.

    La serpiente-cabeza de oso, lanza un terrible gruñido, arremete una vez mas contra Inuyasha, entonces, Kagome; que corría un poco más adelante, se detiene en seco, y gira hacia su hanyo, al verlo en peligro y con la mano aún temblorosa saca una flecha, apunta al centro de los ojos de la criatura y trata de fortalecerse pensando:"no tendré más miedo, ahora me necesita, Inuyasha me necesita". Dispara al fragmento de perla de la cabeza de la serpiente-oso, que lanza un terrible gruñido, opacado por el estruendo de los pedazos de montaña que , en ese mismo instante, caen sobre su inmenso cuerpo enroscado y sobre el pobre Inuyasha.


    El silencio y el polvo lo cubren todo en aquel valle.


    ___________***___________


    - cof, cof ¿Que fue eso? ...Amigos , ¿están bien? ¡Señorita Sango!, no, no responden, ¡Kagome!, cof, cof... ¡Shippo! está muy densa la nube de polvo, no puedo abrir bien los ojos ¡Inuyasha! - Miroku camina entre el polvo pero no obtiene repuesta hasta que pisa algo blando, y al acercarse logra ver una mano, entre los escombros, y de inmediato la libera - ¡Sango! respira.

    - Miroku - estando entre los brazos del monje ella se sonroja, sus ojos se abren y se incorpora un poco - ¡Donde estan Kirara y los demas! - ella estaba herida en la cabeza y por el movimiento que hizo la sangre que corrió en su rostro nublando su vista.

    - No lo se, por todo este polvo no logro ver nada- le responde mientras le limpia el rostro y se alivia al ver que es solo una herida superficial – calma, Sango, siempre eres tan testaruda esto pudo ser grave, déjame revisarte, debido al polvo no estoy seguro si tienes heridas considerables.


    - Mmm... creo que no estoy herida, solo un poco adolorida su señoria. Ayudeme a levantarme por favor... ¡Au! Debemos... debemos ver que nuestros amigos estén bien.

    - Tranquila Sango quédate aquí yo voy a buscarlos- Miroku besa la mano de Sango, ella se sonroja y asiente.


    En eso ven que la tierra se mueve otra vez, ambos toman sus armas y se preparan, los escombros se mueven y algo sale de ellos, Sango y Miroku no logran ver si la bestia o alguno de sus compañeros, finalmente logran distinguir una pequeña silueta...



    - ¡Shippo eres tu! que bueno.

    - ¡AY! mi cabezita, ¿Miroku?... esa es la voz del moje, - mira a su izquierda - a mi no me paso nada, ¡soy muy fuerte! - y corre al lugar de donde percibe la voz.

    - ¿Donde esta Inuyasha?- se escucha la voz femenina saliendo de la misma dirección de donde salio Shippo.

    - ¡Kagome! - gritan al mismo tiempo el moje y la cazadora.

    -Ese es Inuyasha - murmura Kagome; siente la presencia de un demonio, dos, tres... tres presencias pero no esta segura de cual es la de su amigo - ¡DONDE ESTAS INUYASHA!



    Una vez todos reunidos salieron a terreno alto y observaron que el paisaje montañoso era ahora un desfiladero y las espirales de fuego en el cielo se apagaban lentamente. Sobrevivieron, pero casi no lo logran, un increíble poder los salvo de la serpiente-cabeza de oso, ahora debían averiguar si esa era su intención.



    __________**Entre tanto**___________


    OSCURIDAD


    - ¡Kagome! - se oye la voz de Inuyasha en la oscuridad.

    - Sesshoumaru – él escucha una voz femenina, angustiada, dulce... ansiosa.

    - ¡Quién es! - se escucha retumbar la voz de Inuyasha mientras una leve luz dorada y naranja titila sobre él.

    - Sesshoumaru-sama... me has llamado, aquí estoy.

    - ¿¡HE!?... Cómo conoces a Sesshoumaru!... Como sea ¡yo no soy él! - pausa – ¿me oiste?... ¡YO SOY INUYASHA!


    La luz se hace tan brillante que ilumina la especie de cueva creada por los restos de la montaña y el valle, sostenida por el gigantesco cadáver de la serpiente oso, y donde la luz era más intensa estaba el origen de la voz, el hanyu se acerca, sube por los escombros, cojeando, apoyándose en Tessaiga, y ve una roca encendida en fuego naranja-rojizo, convirtiéndose en lava, y cuando se inclinó para apreciarla mejor escuchó la voz una vez más.


    - Tú no eres él, pero tienes la misma sangre... ¿cómo es que tienes su sangre? ... e... eres su descendiente - interroga con tono vacilante.

    - Somos hermanos – después de decir esto Inuyasha ya no pudo ver nada más pues el fulgor de la roca se apagó dejándolo en esa oscuridad absoluta.



    ___________***___________


    - ¡Es aquí! Estoy segura de que aquí está Inuyasha, al menos debajo está Tessaiga.

    - Si usted lo dice señorita Kagome. Apartense – Miroku envuelve su rosario en la muñeca.

    - ¡Kya!... – Sango lanzó un golpe certero con su boomerang al lugar indicado por Kagome - Listo - en efecto ahí en el fondo estaba Inuyasha, y a su lado observaron una parte del hocico de la bestia que los había atacado – ¡Joven Inuyasha! Que alegría.

    - Sango. Como siempre quieres hacerlo todo rápido... - protesta el moje, pues le frustraron su momento.

    - Sango, Kagome... ustedes donde estaban – responde Inu que sale de un salto.

    - Te estuvimos buscando un rato – responde Sango.

    - Inuyasha tu pierna, esta bien?- Kagome se inclina para revisarlo... ella siempre se preocupa así por él, aunque se trate de un semi-demonio y por lo tanto sana mucho más rápido que los seres humanos normales.

    - Hee... que haces! - protesta Inuyasha tratando de apartar a aquella humana entrometida de su pierna.

    - Te estoy revisando! Quieto Inuyasha... ¡quieto! ¡OSUWARI! (SENTADO)

    - ¡Agh! - cae tan estrepitosamente que el suelo debilitado se abre y todos caen a donde estaba Enterrado Inuyasha hace unos momentos - Ya estoy bien Kagome ¡NO tenias porque hacerme eso!

    - Je, je... por lo visto ambos están muy bien, no te parece Shippo?- sonrie Miroku levantándose apresurado pues cayó sobre la pobre Sango, que lo amenazaba con un gesto algo tétrico.

    - ¡Ay! que dolor, afortunadamente ya ha terminado esta batalla - dice mientras examina la caverna con la mirada - pero aún no encuentro a mi querida kirara... - murmura la cazadora.


    Si aparentemente todo volvía a la normalidad, Kagome se puso muy seria, sus amigos lo notaron y entonces un nuevo temblor sacudió el valle rocoso, por lo que tuvieron que salir lo más rápido que pudieron, esquivando las muchas piedras que rodaron, y sellaron el agujero donde quedó enterrado el cadáver la bestia, nuestros héroes cayeron al suelo y se mantuvieron juntos, y el temblor se detuvo.


    - Están todos bién? - pregunta Inuyasha, que fué el primero en pararse.

    - Sí... ¡Todos miren allá! - exclamo Sango y señalando el inmenso hueco que se había formado donde estaba la montaña que aplastó a la serpiente con cabeza de oso.


    Una brillante esfera dorada titilaba en el aire, y de ella se desprendían explosiones de lava naranja, semejante a un pequeño sol visto desde el espacio; y aunque era ungran hoyo en lo que fue una imponente montaña, el valle donde estaban ellos seguía estando a una altura menor.


    - Esta respirando, esa cosa, es una energía... despertó y mató a la criatura que nos atacaba hace unos momentos – Afirmó Inuyasha, que recordó su conversación en la oscuridad de la caverna.

    - Si es así, es un ser de energía y luz, no puede ser algo malo... ¿o si? - pregunta Sango con la mirada aún fija en la esfera de luz.

    - Esa esfera está tomando forma humana - alerta Shippo, escondiéndose detrás de Kagome.


    En efecto, aquella esfera de luz se había alargado, ya se distinguía la cabeza, los brazos, las piernas... parecía estar en llamas y se escuchaban leves susurros en aire:


    *ss... se..... se ..... ses s...... s ...s..... ssh...... shh.... shou.... mmm...... mmma.... ru.... ru.... *

    ____________________________________________________________________

    *1 hanyu: (han'yō ) Algunas historias cuentan que los yōkai crían como los humanos para tener han'yō, o “semi-demonios.
     
    Última edición: 6 Mayo 2019
  2.  
    Ghea Kurai

    Ghea Kurai Entusiasta

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    3
    Aparece la Doncella de fuego. SEGUNDA PARTE
    ________________________________________________________________________
    La luz se intensificó y cegó a los cinco amigos, era un ser de fuego que, a medida que descendía al valle desde el gran cráter; lugar donde había estado hace poco la tétrica montaña; tomaba forma, una silueta de mujer.


    La luz se hizo más tenue, de manera que nuestros héroes se animan a ver de que se trataba... sus pies descalzos, dos blancas telas; larguísimas; que lleva amarradas en su cadera cubren sus piernas por delante y detrás, pero a cada lado están descubiertas hasta los muslos, su torso esta descubierto y una especie de top color beige cubre su pecho, del lado derecho (de los pies hasta la frente) tiene marcas azules en su blanca piel, es una doncella de rojiza cabellera, tan larga que las puntas parecían rozar el suelo, camina hacia ellos lentamente.


    Aún está lejos, pero los dorados ojos del hanyu pueden distinguir el rostro de la doncella. Es bella, los mechones de cabello rojizo y ensortijado caen desordenados y cubren parcialmente el triangulo azul invertido en el centro de su frente; pero lo que a él le impresiona más que su belleza es la expresión que tiene, además sus ojos cerrados le dan aire solemne y una leve aura en forma de hilos de humo naranja-rojo recorre la delgada silueta de esta mujer, que aumentan el aire misterioso de su aparición, ¿qué querría?, ¿qué relación tenía con la bestia que les atacó?


    Inuyasha y Miroku quedan mirándola, el primero con cara de pocos amigos, el segundo con un gesto de perv... de enamorado; pero Kagome, inquieta, recorre los alrededores con la mirada; ahora si logra percibir un fragmento de la perla Shikkon; Sango y Shippo están también sorprendidos por esta doncella de apariencia poderosa y terrible.


    - Inuyasha... falta al menos un fragmento más de la perla, ese monstruo tenía tres – dice Kagome mostrando un fragmento, que había recogido mientras todos observaban la aparición de la doncella.

    - ¿Estas segura? – Responde el joven moviendo sus blancas orejas, había sido sorprendido por estas palabras, aún así no perdía de vista a la recién llegada- pero si eran tres y tu tienes uno... no soy un experto en números... pero, acaso no son dos los fragmentos que faltan?

    - Si, pero yo solo siento uno, el tercero ha desaparecido... ¡debemos buscar entre estos escombros cuanto antes!

    - Señorita Kagome espere un momento, por favor, antes deberíamos averiguar las intenciones de aquella persona – dice Sango alternando su mirada entre la doncella y la gran devastación causada por la energía que tomó forma de doncella - además se está acercando a nosotros.

    - Ella no huele a ser humano, Sango, más bién a fuego y muerte – corrige Inu, que mantenía empuñada su espada.

    - Muerte?- preguntan todos a la vez, con cierto tono de temor.

    - No puedo precisarlo, pero ese olor a soledad, tristeza y dolor es inconfundible, tal vez la criatura con la que luchamos era la guardiana de este lugar... y tal vez sin quererlo despertamos a ese demonio.

    - Entonces... Inuyasha que es lo que nos quieres decir? – Pregunta Miroku quitando la vista de la doncella y fijándola en su amigo, sorprendido al escuchar que la bella chica era en realidad un demonio, el como sacerdote de templo no lo había sentido así.

    - Creo que debemos descubrirlo- dice Inuyasha al tiempo que corre hacia ella – ¡Ustedes esperen ahí que yo descubriré las intenciones de esa mujer!

    - Inuyasha!- Kagome aún tiene esa sensación desagradable y corre tras Inu... Sango la retiene del brazo – Sango ¡Suéltame, por favor!

    - Señorita Kagome, no puede ir usted sola, es mejor que vayamos todos con cautela para apoyar al joven Inuyasha en caso de que lo necesite.


    En ese momento aparece la pequeña Kirara, con esfuerzo sale de entre un cúmulo de tierra, toda sucia, ahora su pelaje era castaño. Sango la recibe con una sonrisa y un sentimiento de alivio, había pasado tanta catástrofe repentina que no le había dado oportunidad de buscarla.


    - ¡Vaya Sango! Estas siendo cautelosa esta vez, parece que adquiriste un poco más de sabiduría en poco tiempo – responde Miroku con tono algo burlón, al tiempo que se envuelve el rosario en la mano – bien, cuál es tu plan?

    - Kirara! – Grita la cazadora, y kirara se transforma, sacudiéndose toda la tierra – vamos señorita Kagome, nosotras apoyaremos a Inuyasha desde el cielo y ustedes – dirigiendose a Miroku y Shippo – desde tierra...

    - Si! – contesta Kagome y alta al lomo de Kirara "esto no me gusta, se que algo malo va a pasar" piensa mientras Kirara levanta vuelo.

    - Nosotros alcanzaremos a Inuyasha, verdad Shippo?... a donde fue...

    - Esteee... yo mejor los veo luego– el zorrito estaba ya a unos cuantos metros, Miroku lo alcanza de inmediato – Vaya guerrero zorro! ¬¬ - y lo sujeta su colita.

    - ¡Sueltame, suéltame!... esta bien, iré contigo, nadie dirá que no soy valiente y menos un monje como tú...

    - Bonzo(*1) - responde Miroku levantando a Shippo a nivel de su rostro, el zorrito de cabeza asiente, algo intimidado por esa mirada seria, característica del monje cuando se molesta. Acto seguido lo suelta, Shippo hace como los gatos y cae de pie... menos mal.


    Entre tanto la doncella y el hanyu ya estaban frente a frente. Demasiado calor se sentía cerca de ella, además, a lo lejos no se dio cuenta, pero ahora que esta cerca ve como las piedras que pisaba se derretían formándose charcos de lava en forma de huellas producidas por los pies descalzos de la doncella de fuego, un aroma sulfuroso impregnaba el aire.


    - ¡HE!... Tú, ¿quién o qué eres? y qué sabes del monstruo que aplastaste... hace rato... ¿era tu intención salvarnos? – grita a unos 3 metros de ella, tapándose la nariz con la manga, sus ojos dorados se iluminaban con la luz lo que hacía su mirada más penetrante; dándole un aire serio al guerrero.


    Ella que no había dejado de caminar, al oírle se detuvo, y abrió sus ojos, ojos azul brillante y profundo, como un cielo nocturno de verano, sin embargo, la mirada de esos zafiros azules esta tristemente adormecida, lo que cambió su expresión... ahora parecía que estaba sufriendo por una herida de muerte invisible.


    - Ojos dorados, pelo de plata... sin duda eres hermano de Sesshoumaru-sama – apenas hablaba, su voz se quebró al final, al pronunciar el nombre y una gruesa lágrima dorada, por efecto de la luz de su aura, brotó de su ojo izquierdo y rodó por su mejilla...

    - E... en realidad Sesshoumaru y yo somos medio-hermanos... y tú... ¿quién... o qué... eres? – repitió Inuyasha, ahora vacilaba, viendo lo emocional que estaba ese ser.

    - Soy tan solo una chispa, sin nombre, por ahora no lo necesito, nada puede acercarse a mi sin perecer - volvió a cerrar sus ojos de zafiro y dos lágrimas más brotaron de cada uno..."excepto él" pensó en secreto.


    - Entonces estas sola... - dijo el hanyu, "un momento... ¿sin perecer?" se preguntó para sus adentros.

    - Por favor extraño, vete, me duele verte, me duele sentir tu presencia, y por una confusión, un error, me has traído de mi encierro... - ahora su aura se hizo más intensa, sus ojos cerrados luchaban por detener el mar tristeza que al parecer nadie entendería.

    - Deja de llorar – Inuyasha se había envuelto en su camisa, y ahora estaba limpiando la lágrima del rostro de la doncella de fuego; estaba parado sobre una roca que empezaba a derretirse en el charco de lava que rodeaba a la doncella –no me gusta ver llorar a una mujer, simplemente es insoportable...

    - Alejate, morirás – abre sus ojos y mira los ojos dorados de Inuyasha, entre la tela roja que lo cubría, tan brillantes como su propia luz *esa mirada... no podre volver a mi soledad* - ya no llorare, alejate o tu cuerpo se consumira en mi fuego... Yo no quiero lastimar a nadie.

    - Esta tela es pelo de rata de fuego, no podrás quemarla- Inuyasha se aleja un poco, pues el calor cerca de ella se hacia cada vez más intenso –Conoces a Sesshoummaru, he?... hace mucho tiempo? - esto lo ha preguntado sin pensar "¡¡que demonios me pasa!! estoy conversando con ella como si nada de esto estuviera pasando..."

    -Algo asi - dice entre dientes -por favor extraño no le digas nada sobre mi a Sesshoumaru-sama... el me - se detuvo antes de decir la palabra que pensaba "odia" - ME LASTIMA PENSAR EN ÉL, tu me lo recuerdas...tanto que duele, no lo soporto más... ALÉJATE – su aura vuelve a intensificarse, ella levanta vuelo y ahora, a varios metros de altura, está envuelta en llamas, que forman la figura de un ave de esbelta figuray siete plumas largas en la cola.


    - No entiendo... por qué dice eso...- Inuyasha esta confundido, "las mujeres son muy complicadas" piensa y levanta la vista – ¡Vaya! Cuanto poder.


    Kirara, Kagome y Sango se van acercando y a lo lejos logran ver el ave de fuego sobre Inuyasha, Kagome le lanza una flecha sagrada, la cual es interceptada por una veloz sombra, sorprendida lo intenta una vez más, lanza otra flecha, que también es interceptada, esta vez logra ver a una criatura ... ¡un oso negro! Y eso no es todo, también distingue en su garra derecha un fragmento de la perla, este animal desaparece veloz, entre las rocas.



    - Viste eso sango? Ese animal me recuerda al monstruo que nos atacó! Se llevó mis flechas, las atrapo en el aire... además tenía un fragmento en su garra.

    -Señorita, ese oso es similar a Kirara... una criatura de fuego, creo que es mejor hablar con Inuyasha, él logro hablar con aquella criatura – señala al fenix de fuego.

    -¡Inuyasha! - grita Kagome que salta del lomo de Kirara apenas esta se posa en el suelo – lograste averiguar algo?

    - ¡Kagome y Sango! ¡Les dije que se quedaran con Miroku! … ¡Ay! - los pies del hanyu se quemaron un poco pues la roca estaba ya muy caliente y a punto de ser totalmente consumida por la lava.

    Inuyasha se ve obligado a saltar y lo hace cayendo muy cerca de Kagome, tan cerca que casi vuelve a caerle encima... pobre Kagome ¡ya le veía cara de colchón!


    - Esa ave de fuego es la mujer que apareció, no es asi?- dice Miroku, que acaba de llegar con Shippo en su espalda.

    - ¡Miroku!... ¡Shippo! Que acaso ninguno me escuchó cuando dije que se quedaran en el valle?

    - Lo siento, pero las chicas no estaban dispuestas a esperarte –contesta Miroku

    - Inuyasha deja de hacerte el héroe! Además somos más fuertes si nos unimos... - regaña Kagome, y le sonríe a un enfadado Inuyasha, que termina por ceder y responde a la sonrisa con otra – por cierto Inuyasha, conversaste bastante con esa chica - dice mirando al cielo, el ave se alejaba mas y mas - ¿qué te dijo?


    Y antes de que este pudieran escuchar la respuesta de Inuyasha el fénix desciende veloz sobre el valle rocoso, lejos ya del grupo de amigos y aparece entre las llamas la doncella.


    - ¡Kuma-kaji!(*2)- llamó y a su lado llegó el oso negro, con la flecha de Kagome en el hocico, ella lo acarició y le susurró algo al oído, luego se subió al lomo del animal y este salió disparado, perdiéndose en el lejano bosque que bordeaba el sur del valle.


    Inuyasha y compañía respiran aliviados, por unos instantes, y el sol de la mañana brilla entre las grises nubes que cubrían el cielo del valle. La batalla contra el monstruo y su encuentro con la mujer de poderes de fuego había durado la noche entera.


    - Esperen un momento! Ese oso tenía un fragmento en su cabeza!- grita Kagome señalando la ruta que había tomado el animal.

    - ¡Como se te ocurre decir eso ahora que se han ido! Kagome siempre eres tan... tan... ¡¡descuidada!! - reclama Inuyasha poniendo cara de caricatura.

    - No es mi culpa ¡Estaba preocupada por ti! Inuyasha eres un...- responde Kagome de la misma forma, pero con la cara roja.

    - Calma, calma... tal vez vuelvan- interviene Miroku, que conocía muy bien las discusiones de esos dos y no era ni el momento ni el lugar.

    - Ah... ¡TÚ CREES! - Gritan al unísono... el pobre Miroku se pone pequeñito ante las caras largas de sus dos amigos.

    - Bueno tranquilos... los seguiremos- dice Sango tratando de apaciguar los ánimos.

    - Yo ya estoy cansado- protesta el zorrito - ¿Y si lo dejamos para mañana?

    - ¡Cómo que para mañana! Se trata de la Shikon no Tama. Vamos a seguirlos ahora mismo – insiste Inuyasha acomodándose la ropa y ajustando la funda de su espada.

    - ¡Inuyasha! Todos estamos agotados, ademas esa criatura era mucho más veloz que Kirara, incluso más veloz que tú... mira mañana temprano nos ocuparemos de eso, esta noche debemos descansar. - regaña la chica, tenía el uniforme todo sucio y aspecto cansado, sus otros compañeros no estaban mejor.


    - Hmm...¡esta bien! - acepta a regañadientes nuestro Inu.

    -Muy bien, entonces vayámonos - Kagome toma a Inuyasha de la mano, y este se pone colorado primero; pero luego nota que está siendo tratado como a un cachorro.


    [... lo que provoca otra pelea, que no describiré aquí porque... esa se las dejo a mis lectores. Si quieren describen como imaginan una clásica pelea entre estos dos queridos personajes, de esas que siempre nos arrancan una sonrisa.:)]


    ____________________________________________________________________
    *1 Bonzo: 凡僧, monje budista
    *2 Kuma: 熊 oso
    __ kaji: 火事 fuego
     
    Última edición: 6 Mayo 2019
  3.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Existe alguna razón lógica de que la narración salga cortada?
     
  4.  
    Ghea Kurai

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    no entiendo tu pregunta, como cortada??
     
  5.  
    Ghea Kurai

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    Título:
    Flama de amor
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
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    Título: Lágrimas de Fenix
    __________________________________________________
    En la penumbra de las entrañas de un volcán se distingue dos siluetas, una femenina, la otra masculina, imponente y más alargada; una tenue luz rojiza proveniente de hilos de lava que corren por las paredes de roca negra, su luz refracta sombras moradas, en este espacio caen intermitentemente restos blanquecinos... ceniza.


    - Así que él, te ha despertado finalmente – pronuncia una voz masculina, estas palabras resuenan estruendosamente y el volcán entra en actividad, ahora los hilos de lava son ríos más gruesos y brillantes.

    - No, Kazan no seishin-sama(*1) – responde la sombra femenina, levanta la cabeza, la luz la ilumina... es la doncella de fuego, y sus ojos azules brillan más que la luz siniestra de la lava.

    - Entonces por quién has vuelto a este mundo – cuestiona la silueta masculina, que permanece en la penumbra; la luz de la lava aun es tenue para iluminar el alto lugar en el que se encontraba.

    - El valle que consagre para proteger mi auto-encierro permitió que otro demonio, con la misma sangre que mi amado Sesshoumaru, ingresara, además, mis dos guardianes heibi-inazuma(*2) y kuma-kaji(*3), fueron corrompidos por un maléfico poder.

    - Todo fue un mal entendido... Dime, ¿piensas volver a tu auto-destierro? - la sombra se devanece un poco en la sombra de una especie de asiento, un trono, apenas se distingue entre la negrura del sitio que ahora ocupaba.

    - Sí, Kazan no seishin-sama, pero antes quiero saber que ha pasado con heibi-inazuma, mi otra guardiana, porque Nu… kuma-kaji me ha traído y parece haber neutralizado el maleficio... sin embargo esos poderes malignos van creciendo y...

    - Ellos decidieron permanecer contigo, desde ese momento son tu responsabilidad, aún asi, son dos de mis mononokes(*4) más antiguos así que voy a ayudarte esta vez- pausa - Su esencia ha sido corrompida por los fragmentos de una joya, la Perla Shikon – después de decir esto una mano de lava sale de las rocas cerca de ella y se extiende hasta su frente.


    Entonces la doncella tiene una visión en la que logra ver la Shikon no Tama (Perla de las cuatro almas), también ve el rostro de una mujer de largo cabellos negros y vestida de miko (sacerdotisa de templo), aparentemente muerta ardiendo en fuego y al hanyu que vió al despertar de su encierro, entre dormido y muerto, atado en un árbol; finalmente un rostro maléfico entre sombras, esta último no muy claro.


    - Shikon no tama...- cierra sus ojos "otra vez esta ese que dice ser pariente de Sesshoummaru-sama... y esa chica... Kazan-sama tal vez quiere decirme algo más… siempre ha sido misterioso su designio"

    - Si – contesta la voz estruendosa - solo una miko muy poderosa podría quitar esos fragmentos, los cuales se han internado en los cuerpos materiales de mis súbditos.

    - Kazan no seishin -sama... Yo encontrare a la sacerdotisa que purifique a los guardianes, solo quisiera que ¡me deje morir después de hacerlo! - ruega la doncella y cae de rodillas, bajando la frente al suelo... "no me retenga por favor... si lo veo y... esa fría mirada... la muerte es solo una vez"

    - No te lo permito, renunciaste a la muerte, sabes que estas amarrada a este mundo, junto a mi y a mis súbditos, a cambio obtuviste todo ese poder, mi valiosa hōō-bijo(*5).


    Los ríos de lava se convirtieron en un gran lago que rodeo a la doncella, inmediatamente se incorporó; la luz de lava ilumina todo el espacio, grandes trozos de roca caen en este lago salpicando lava sobre su piel; que, como si se tratase de gotas de agua, resbala por sus largas piernas a lo que quedó del suelo, la melena escarlata ondea cual fuego encendido, bella e impactante imagen.


    Por otra parte, el lugar donde estaba el ser de la sombra masculina al fin se ilumina, solo está un gigantesco trono vacío tallado en roca.


    - Si, Kazan no seishin-sama – murmura, baja la cabeza - Kuma-kaji! - aparece el oso que sale del lago de lava, curiosamente aun tiene la flecha de Kagome en el hocico - Sabes donde esta heibi-inazuma? - el animal niega con la cabeza – Sabes donde esta la chica que lanzo esa flecha? - el animal asiente y se inclina, ella se sube al lomo del oso, que sale disparado.


    Una vez fuera la la luna nueva se asomaba entre unas pocas nubes en la oscuridad de un firmamento sin estrellas, cabalgaba en el oso a través de un paraje volcánico, ella mira fijamente el astro, levanta la mano derecha y lanza una llamarada hacia la luna, su poder llega muy lejos incluso se ve sobre los volcanes.


    - Ya veo – murmura bajando la cabeza y aferrándose a la del oso – El también es inalcanzable, frío... pero siempre estará ahí para tranquilizarme... mi verdadero señor!


    . . .

    Amanece en la Aldea, la anciana Kaede lleva una cesta de hierbas recién recogidas, llega junto con la luz de la aurora. Kagome sale de una de las casas a recibirla, tiene cara de no haber dormido en toda la noche. Ambas entran a la casita, de allí salen gritos de dolor, es Inuyasha.


    Algunos aldeanos que pasaban cerca de la casa se detienen delante de esta; preocupados y temerosos a la vez; aparentemente tampoco conciliaron sueño. Cesan los gritos y salen las dos mujeres con varias vendas ensangrentadas, justo Kirara desciende con Sango y Miroku, estos traen noticias inquietantes.


    - ¡Kaede-sama! Como esta Inuyasha? - Sango, que estaba llena de restos de cenizas, también luce muy cansada.

    - Las heridas del joven Inuyasha se han transformado en quemaduras muy graves... la criatura era poderosa quizá yo no podre curarlo - sentencia la anciana, su rostro refleja una resignación desesperanzadora.

    - ¡Diganme! ... ¿La encontraron? - Kagome, toma a Kirara del suelo... la pobre apenas descendió con su ama, se quedo dormida en su forma pequeña.

    - No... buscamos toda la noche y ni siquiera hallamos su rastro - responde Miroku, con el mismo gesto de resignación.

    - Kirara me llevo hasta una tierra de volcanes - Sango, recuerda el infierno desconocido... le parecía salido de un mal sueño - Está hacia el oeste, pero perdió el rastro allí, además no parece que algún ser viviente pudiera sobrevivir en ese lugar. Y eso no es todo, hemos visto ese mismo tipo de heridas en varios animales pequeños en el bosque que rodea el sitio donde Inuyasha fue herido... es terrible como sufren, pero ya muchos estaban muertos.


    En ese instante llegó a las afueras de la aldea la doncella montando en el oso negro. Debido a la gran velocidad del odo llegaron envueltos en una nube de polvo y hojas, esto atemorizó a los aldeanos. Ella desmontó del negro lomo y caminaron preguntando por "el jóven de cabello de plata y orejas de perro". Pronto llega a la choza de la vieja sacerdotisa, quien sale a recibirla seguida de la cazadora y finalmente sale Kagome. La pelirroja saluda con una leve reverencia, el oso se adelanta y deposita una flecha los pies de Kagome; al ver de cerca al oso, Kaede, no pudo ocultar su sorpresa detallar la expresión inteligente del animal, que sale corriendo apenas deja la flecha en el suelo.


    - Ella es... - abriendo su único ojo.

    - Sí, Kaede-sama, - interrumpe Sango - ella es la doncella con poderes de fuego que apareció el día de ayer...


    - Tú, ¿eres una miko no es así?- La doncella mira fijamente a Kagome, ahora su rostro es inexpresivo, y esto le da un toque más amenazador. - esa flecha es tuya

    - N-no... yo solo... - la interpelada, que se ha paralizado al haber visto al oso.

    - Por qué dices que no! - con tono amenazante señala a Kagome y de la punta de su dedo se enciende una llamarada que casi la quema; si no es porque da un paso atrás.

    - Por favor... ella es tan solo la reencarnación de una verdadera sacerdotisa, mi hermana mayor - la anciana se había adelantado a Kagome, y con mucha autoridad miro a la pelirroja delante de ella.

    - Obasan (Abuela)... - la doncella suavizó su voz - Entonces... debo buscar a otra... ¡Kuma-kaji!- llamó, al tiempo que daba media vuelta. Enseguida llegó el oso.

    - ¡Espera! - la detuvo Kagome del brazo y mira suplicante el rostro frío de la doncella - Inuyasha está muy mal herido... desde la batalla de ayer sus heridas cierran y se abren, eso le causa mucho dolor...

    - No es mi problema, tengo que encontrar una sacerdotisa y si tu no eres una... no me interesas - y como la muchacha de cabellos castaños no la soltaba, cerro su puño y....

    - ¡Ay!...- se queja Kagome y la suelta por instantes, pero se aferra nuevamente a la pelirroja enseguida -Estoy segura de que si puedes ayudarlo. Tú lo conoces, ayer hablaste con éĺ.

    - Ese joven... - sus azules ojos se llenaron de lágrimas *Sesshoumaru-sama*. Después de una larga pausa durante la cual ambas se miraban sin pestañear. Ella, con un tono de resignación dice - tráelo aquí.

    - Sí... gracias... señorita - dice la muchacha de pelo castaño y la libera.

    - Señorita Kagome, confiará en ella? - Sango toma las manos de Kagome, que aunque un poco lastimadas no eran graves las quemaduras de sus palmas.

    - No tenemos más opciones, no es así? tu y Miroku la fueron a buscar toda la noche, de haber tenido éxito, este también hubiera sido el resultado... confía Sango, confía... por favor ayúdame a sacar a Inuyasha.

    - ¿Hmm?... sí - Miroku tampoco estaba muy seguro, le lanzó una mirada a la anciana Kaede que asiente con la cabeza... si la anciana también estaba confiando la salud de su amigo a la desconocida... no tenían más opción.


    Kagome y Miroku sacan a Inuyasha , que se apoya en los hombros de su amigos, su torso desnudo tiene múltiples heridas diminutas en carne viva, lleva el pantalón rojo, remangado, se le ve la pierna que sangra entre los vendajes, el día anterior solo habían sido pequeños rasguños, ahora no dejaban de sangrar, tampoco sus brazos ni rostro, sus mejillas, rojas por la fiebre le daban un aire de niño al guerrero hanyu y sus doradas pupilas apenas se asoman por sus ojos entreabiertos; el pelo plateado luce empapado en sudor y sangre, al igual que todo su cuerpo. Lo acomodan a los pies de la pelirroja, algunos de los aldeanos se acercan curiosos; Kagome, Sango y Miroku atentos a lo que suceda rodean el cuerpo de Inuyasha; entonces la doncella se inclina, se enjuga una lágrima con el dedo índice y toca la frente del hanyu, repite lo mismo en su pecho, brazos, piernas y en todas sus heridas, una lágrima a cada herida.


    - Fe... Fenix - dice el hanyu, sus ojos dorados se abren por completo, y encuentran los zafiros muy cerca, pero de inmediato se cierran debido a una lágrima cálida que le cae cerca de su ojo izquierdo.


    Las heridas desaparecían en forma de humo blanco, los presentes se maravillaron al ver que Inuyasha se incorporaba completamente recuperado, sus amigos se abalanzaron sobre él, excepto Kagome que sonríe y suspira aliviada, mira con gratitud a la joven pelirroja que se alejaba del lugar; Kagome la sigue y piensa... "por qué hoy luce tan diferente de ayer... parece tan fuerte y seria, por lo que nos contó Inuyasha era una mujer muy delicada a pesar del gran poder que vimos en ella."


    - ¡Muchas gracias! Disculpa, no me he presentado, mi nombre es Kagome Higurashi, sabes me gustaría ayudarte como muestra de gratitud... podrías decirme ¿por qué de repente buscas a una miko? Tal vez yo pueda hacer algo por ti, yo… tengo algunos dones de purificación, si de eso se trata... - mientras hablaba Kagome, la pelirroja no había dejado de caminar, alejándose ambas de la multitud.

    -Es sobre la Shikon no Tama – se detuvo y miro fijamente las pupilas cafes de la muchacha - necesito que extraiga los fragmentos de Nuruimaru(*6) y Tsuyamaru(*7), mis guardianes.
    -hmm.. bueno podría ayudar en eso, mis amigos y yo estamos reuniendo los fragmentos de la perla verás...



    Así Kagome le explica cómo la perla fue fragmentada, y que ella no es de esa época, entre tanto, Inuyasha luchaba por deshacerse de los curiosos que querían comprobar su milagrosa recuperación; picándole el cuerpo.


    - ¿YA SUELTENME! - grita asustando a los pobres curiosos.

    - … Disculpame un momento – dice Kagome se gira hacia el hanyu… - ¡INUYASHA NO SEAS MAL AGRADECIDO! ¡OSUWARI! esas personas estaban preocupadas por él y...


    -¡Agh!...Kagome aun estoy adolorido... - el hanyu cayó al piso, pero no se levantó, se quedo sentado miraba fijamente a la pelirroja, esta desvió la mirada, Inuyasha parpadeo y...

    -Ya no te quejes!... por cierto Inuyasha le debes todo a ella... huu? A donde fue?- Kagome mira a todas partes y en el suelo hay una inscripción - esta caliente...- murmura Kagome al tocar las letras.

    <VEN AL VALLE SOLA MAÑANA>

    En efecto la mujer pelirroja se había desvanecido.

    - Heee... ¿qué dice ahí? - Inuyasha se acerca, Kagome borra la nota con sus pies.

    - Nno... nada... - sonríe inocente - bueno bueno, creo que deberias descansar - golpecitos en el hombro - después de todo aún estas adolorido!


    Kagome empuja a Inuyasha de regreso a la casita, de reojo mira a Sango, que ahora sonríe ampliamente, en cuanto a la anciana, no sonríe, asiente cuando su mirada se encuentra con la de Kagome "Iré" piensa y sus ojos café denotan cierta determinación; aún así, no deja de empujar cariñosamente a su amigo.


    - E..espera Kagome ¿y la perla?... donde esta la chica fenix...el oso... Kagome no empujes! - Inuyasha era inevitablemente empujado hasta el interior de la casita.


    Ya lejos de la aldea, al atardecer, en lo quedó del valle del día anterior vemos a la doncella extender sus brazos lentamente y con rápidos movimientos circulares realiza un conjuro.


    - Yobidasu(*9) Heibi-inazuma, yobidasu Heibi-inazuma, yobidasu Heibi-inazuma.



    Uno, dos, tres... y un relámpago verde esmeralda cae sobre ella, cuando se desvanece la luz, vemos a la doncella sosteniendo una serpiente esmeralda con ojos rojos, también sujetaba una flecha sagrada con la cola, este animal se retuerce un poco, la pelirroja se la coloca alrededor de su cuello, con una media sonrisa.



    - Tsuyamaru...



    __________________________________________________________________
    *1 Kazan no seishin: 火山の精神 espiritu del volcan
    *2 Heibi: 蛇 serpiente
    __ inazuma: 稲妻 relámpago (luz de relámpago)
    *3 nurui: ぬるい tibio- Nuruimaru: la terminacion ~maru se agrega a las palabras para indicar que se están utilizando como sustantivos propios sin alterar su significado original.
    *4 mononoke: 物の怪 espectro
    *5 hōō: 凰 fenix mitico
    __ bijo:美女 mujer hermosa, mujer bonita, mujer lind
    a
    *6 tsuya: 艶 destello, resplandor- Tsyamaru: la terminacion ~maru se agrega a las palabras para indicar que se están utilizando como sustantivos propios sin alterar su significado original.
    *7 yobidasu: 呼び出す llamar (para solicitar la presencia de)
     
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  6.  
    Kai

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    Hola!!!

    Blacrose18 se refiere a
    exactamente esto..
    que no terminas una oración y ya
    la pones en otra línea...

    Completa las ideas en una sola línea. Es mantener el orden en la narración y sobre todo no cortar la misma. Entre narración no puedes poner "Inu" sólo en los diálogos...Existen muchas maneras de referirce a ellos, el chico, el hanyou, el testarudo, entre otros.

    No coloque emoticones XD en la narración, se ve feo y le quita seriedad.
    Del resto todo está bien, tienes una buena narración, la idea de la trama es muy interesante casi no cometes Ooc en los personajes (estemos claros Inuyasha no le secaría las lágrimas a un extraño, ni siquiera lo ha hecho concientemente con Kagome, eso sale de personalidad), del resto todo bien, muy llamativo y ánimo, sigue asi.
    Cuentas con una lectora...Sayo.
     
  7.  
    Ghea Kurai

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    ah! eso...

    Gracias por el comentario, tu observación será tomada en cuenta para mis futuras publicaciones, aqui algunas aclaraciones:

    - En cuanto a las líneas
    Este fic lo tengo en formato word, el documento lo edite para otro foro, donde las líneas se extendían demasiado y no tenían suficiente separación, por eso lo deje así y aquí se ve de esta forma.

    - Inu...
    Me gusta muchísimo como suena, es algo que no quisiera quitar a pesar de que le quite formalidad a mi escrito.

    - En cuanto al Ooc
    Yo trato de no alejarme de las personalidades originales, pero como son situaciones inventadas por mi, me reservo las actitudes que tomen los personajes, claro que no haré cosas demasiado alejadas de lo que todos conocemos. Inuyasha le secó la lágrima porque se dió cuenta de que si eso continuaba esta doncella terminaría por desencadenar un gran desastre con el poco control de sus poderes.
     
  8.  
    Kai

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    E n este caso, casi todos hacemos los capítulos en formato word, pero recuerda que este es otoro foro es Fanficslandia y así no se permite... Sólo con teclear "borrar" está listo, sino pon en texto justificado en word...

    ¡Lo sé! Suena endomoniadamente adorable, pero es algo que también va en la escritura...si quires seguir usandolo, ponlo en lo diálogos más amenudo, qeu la relación se formalice un poco y haya más confianza y los chicos le puedad decir así..

    Esta parte, la podrías haber explicado en la narración...Asi no caes en Ooc y aclaras los motivos...

    Espero que te ayude, y no me odies, sólo ayudo lo poco que puedo...
    PD: Respondeme, cuando tengas la continuación, sólo se permite un comentario entre continuación y continuación...
    Sayo...
     
  9.  
    Kai

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    Wow...Por lo que entendí Kikyo fue quién la citó o no...-.-
    Bueno veo qeu ya tomaste consejo, gracias por eso, en parte prefiero decirlo yo antes de que un lider te cierre la discu por caso omiso...
    ....
    Adoro tus descriociones, siento que viajo y me transporto a ese lugar, ¡es mágico!. Sé qeu Sessho y la doncella tiene que ver en uno con el otro, ¡quiero que salga Sessho!...Espero la conti...
    PD: Naraku es con una sola A...
     
  10.  
    Ghea Kurai

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    No, ese pensamiento es de Kaede
    por cierto algunas partes de este cap. cambiaron porque me equivoque al subirlo (subí un borrador) y el que leiste es muy similar exepto por ciertos detalles que modifique
    Gracias por los ánimos, hoy tratare de subir el capitulo 6
     
  11.  
    Ghea Kurai

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    Mil disculpas no he podido conectarme más... porque.... por...:( se robaron mi lap top... :confused:

    buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa TT0TT

    No tenía respaldo... perdí muchísima información (mi tesis :mad:) pero mis escritos los tengo en un pen drive, bien eso es lo que rcuerdo... solo que no se donde esta, cuando lo encuentre continuare, por favor tengan paciencia.
     
  12.  
    Ghea Kurai

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    Título: Alianza. Una nueva amistad. PRIMERA PARTE
    ______________________________________________________________________

    En el silencio de la madrugada, en medio del bosque y a media luz de la aurora se escucha un eco; son los apresurados pasos de los zapatos negros de colegiala que salpicaban las gotas de rocío del pasto a su paso escapan a los pequeños insectos, el sonido de la cadena de una bicicleta acompaña el compás del tap, tap, tap, tap; después de un rato solo se escucha la bicicleta alejándose.


    El viento y la velocidad de la bicicleta jugaban con sus cabellos, Kagome se acercaba ya a la entrada del valle rocoso, el sol ya terminó de salir, es una mañana espléndida, pero a ella la acompaña un inquietante presentimiento.


    A un lado del camino aparece un bulto extraño, "¿Qué es... eso?" piensa y se detiene, duda unos instantes, baja de la bicicleta, entonces el bulto se mueve... es la anciana Kaede envuelta en una especie de capa grisácea.


    - Buenos días Kagome – la anciana tenía un gran sombrero de paja y una capa marrón.

    - Bue...buenos días. Kaede-sama... como... que está... usted...

    - Adelante, Kagome – se gira hacia el valle - yo se que te encontraras con ella - pausa - dime Kagome que es lo que te pidió ayer

    - No me lo dijo exactamente, pero si sé que se trata de la Perla Shikkon y del oso que llego junto a ella, yo prometí ayudarle.

    - Ya veo, iré contigo – se gira hacia el valle – estoy casi segura de que, al menos el oso, es un mononoke sagrado, el espíritu guardián de este valle.

    - ¿Sagrado? Kaede-sama esa criatura tenía un fragmento de la perla... si es un mononoke entonces... ¡Entonces!

    - Entonces... será más difícil de lo que crees –responde con su voz ronca pero firme y se pone en camino – mira el valle detenidamente.

    - Está un poco cambiado, ha crecido algo de vegetación en muy poco tiempo... entonces es verdad, Kaed...

    -Sigue observando Kagome – la interrumpe y señala las blancas flores silvestres a los pies de la chica.

    -Se marchitan... no lo entiendo – Kagome no puede evitar sorprenderse pues los delicados pétalos empezaron a arder en fuego verde.- es verdad que esa criatura es el espíritu de este lugar, y si este lugar está así es a causa del fragmento, no es así?

    -Toda la vida en este valle está luchando por resurgir. Si fracasamos, si ese espíritu no es purificado correctamente. Lo más seguro es que este valle no se recupere nunca – la anciana se acerco a las cenizas y levantó una pequeñísima semilla rodeada de destellos verdes.

    -Entonces... yo no sé si seré capaz de lograrlo – baja la cabeza.

    -Ánimo, yo estoy aquí para ayudarte a cumplir tu promesa – la anciana mira fijamente a la muchacha "Kagome ha luchado contra muchas criaturas malignas para recuperar los fragmentos, se ha vuelto más fuerte... "


    Repentinamente ambas giran su cabeza hacia el valle de donde una energía oscura surge repentinamente, poco después las pocas briznas de hierba joven alrededor de ellas se incendian de la misma forma simultáneamente, el suelo se agrieta, pero no por un temblor; sino que espontáneamente.


    - Naraku...


    Kagome fue la que pronuncio el nombre de este enemigo tan poderoso y cruel, ahora deben tomar la decisión de continuar o retirarse y buscar ayuda. Por otra parte, ¿qué está haciendo Naraku en este lugar? y ¿dónde está la doncella de fuego?

    La joven parece decidirse y empuja su bicicleta en dirección de la energía maligna.



    - Discúlpe Kaede-sama... vaya en busca de Inuyasha, yo cumpliré mi palabra – de un salto monta su bici y veloz se aleja.

    - ¡Niña! – la anciana la sigue unos pasos y se detiene "No contaba con esto; este enemigo complicara las cosas... hermana mayor creo que ni tu lograrías, esta hazaña requiere de grandes poderes, purificar a un mononoke y enfrentar a Naraku, solo Midoriko-dono fue capaz de lograr ese nivel de poder."


    Kagome se encontró con pequeños espíritus malignos con formas de insectos rastreros (gusanos, babosas,cucarachas) que se agarraron de las ruedas de la bicicleta hundiéndolas en la tierra, ella tomó su arco y flechas para apartarlos, finalmente logro apartarse de ellos parándose en el asiento de la bicicleta y dando tremendo salto con split, cayó de cuclillas, se giró y eliminó a todos los que estaban cerca de su vehículo, lo volvió a montar y pedaleó a toda prisa; no sin antes haber usado casi todas las flechas solo le quedaban tres.


    Continuo recorriendo ese extraño paraje de rocas y casi sin aliento; llegó al lugar de donde provenía la energía maligna. En efecto, vió a Naraku y se escondió de inmediato, corazón latía tán fuerte que casi podía escucharlo en medio de los sonidos que se producían al otro lado de su escondite. la escena que había contemplado no fue nada grata...


    La pelirroja del día anterior, aparentemente inconsciente, estaba tendida en el suelo, rodeada de varios tentáculos morados y rojos que incesantemente la atacaban y se incendiaban al acercarse demasiado a ella, dos de estos sostenían al oso negro, luchaba furiosamente por liberarse, y sus blancos ojos se iluminaron hasta tornarse en una luz roja; esto estremeció a la chica temblorosa tras unas rocas, sacudió la cabeza "¡no más miedo, no me paralizare otra vez!*.


    - Vaya, vaya. Kagome, sal de tu escondite, puedo oler tu esencia y oír tu corazón temeroso, ¿donde está Inuyasha? - estas palabras cargadas de un tono despectivo sorprendieron a la chica.


    Dudó unos segundos, pero su mirada retomó la fuerza de su determinación, decidida a vencer esa debilidad y se abalanzó contra Naraku desde lo alto del montículo de rocas,apunto rápidamente y disparó consecutivamente dos de sus últimas tres flechas.


    - ¡Déjala en paz! - fue el grito de Kagome opacado por una espectacular lluvia de rayos verdes caen sobre el maligno ser, paralizando sus movimientos.

    El maligno la había visto, pero no pudo hacer nada, pues, casi de inmediato una lluvia de rayos verdes cayeron sobre él, paralizando su cuerpo momentáneamente, las flechas se clavaron en su estómago, haciendo que sangre profusamente.

    - ¡AGH! nos interrumpieron... pero pronto sabrás de mí – fue el grito amenazador que lanzo mientras una niebla densa de humos marrones y grises le envolvían y al disiparse el desapareció.


    Kagome estaba al lado de la doncella y sobre su bicicleta, el oso se acercó a ellas, minutos después la chica de uniforme se sentó
    "Lo logré... yo le gané a Naaraku!" sus ojos café y almíbar se cristalizaron por las lágrimas, una sonrisa de satisfacción se dibujaba en su rostro cansado, casi no sentía el dolor del golpe, y recordó las tantas veces que había sido rescatada por sus amigos, por Inuyasha.


    Una serpiente verde se acercaba a ellas y veloz se envolvió en el brazo derecho de la pelirroja aún inconsciente.


    -Ya veo... así que este también es un mononoke. ¡Por favor despierta!... que le habrá hecho Naraku –Kagome extiende su mano para tocar las heridas en la frente de la doncella – ¡auch! Está caliente todavía – mira al oso y la serpiente –ustedes son sus amigos, ¿no es asi?



    Estos rayos tan intensos habían iluminado el cielo mañanero, tornando en esmeralda el tono azul; esto lo ha visto con especial atención una
    miko, cuyos ojos azabache se iluminaron con los destellos esmeralda, su rostro pálido de aspecto serio cambió y se mostró preocupada. Ella, Kikyo, entiende de la trascendencia de este suceso aún estando muy lejos del lugar, aunque no se explica la causa.


    Kaede también estaba atenta a los sucedido en esa dirección, la anciana se decidió a ir en busca de la muchacha, a pesar de los peligros "no hay tiempo de llamar a nadie, si yo no auxilio a Kagome ahora será muy tarde cuando los demás lleguen"


    - ¡Kagome! ... casi... no puedo... respirar... -llega trotando al fin, la cansada anciana.

    -Kaede sama

    - Donde está Naraku?...
    cof, cof... tú esta... cof, cof, es...

    - Yo... gane, logré herir gravemente a Naraku! – dice triunfal y sus ojos almendrados se iluminan con la luz plena del medio día.


    Kaede se admira ante la afirmación, y con su único ojo estudia a la joven,
    "Kikyo anne-chan", piensa para si. Súbitamente tanto la mano izquierda de la pelirroja, aun tendida en el suelo, se mueve lentamente sobre la negra cabeza del oso y sus azules ojos se abren para ver con cariño al animal, luego miran a las dos mujeres y se vuelven a cerrar.




    Título: Alianza. Una nueva amistad. SEGUNDA PARTE

    _______________________________________________________________________
    Vemos al oso negro dormitando en medio de grandes formaciones rocosas y junto a él está acurrucada la doncella, entre sus rojos cabellos extendidos en el suelo resalta el enroscado cuerpo de la serpiente y sus ojos azules se fijaban en el cielo nocturno, parecían espejos reflejando la luz de los astros y el azul profundo y limpio del firmamento... "¡cuanta paz!". Un momento después levanta su mano izquierda y una gigantesca llamarada brota de su palma, esta ilumina una figura de aspecto tenebroso, parecía un guerrero por la armadura y espada que llevaba, la doncella se incorpora lentamente; Tsuyamaru despierta y sube al lomo de Nuruimaru, aun dormido.


    - Buenas noches señorita – una siniestra voz se acerca a ella, está a dos pasos y se detiene – tan sola en este triste paisaje, me gustaría acompañarla, para su protección; pero he visto que puedes cuidarte sola; aún asi...

    - No lo necesito - guarda silencio, mira a los dos animales "aun están tranquilos, no advierten nada peligroso en este sujeto... pero" y sin mirarle continua hablando - sin embargo me gustaría saber quién es y que hace en este valle.

    - No, no mi querida, la pregunta correcta no es lo que hago aquí; sino lo que quiero de ti. – su fría mirada se desvía un poco al encontrar la de ella, la doncella lo miró seria al escuchar esta cortés amenaza "es muy fuerte, lo puedo sentir"

    - Nada poseo, ni siquiera mi simple existencia – ella cierra sus ojos y la imagen de Sesshoumaru aparece en su mente - ... solo tengo un deseo y tú no puedes concederlo.

    - No sabes todo el poder que tengo... pero antes de hacer cualquier trato, lo que he venido a buscar son esos dos fragmentos, están dentro de esos dos animales, serán esos dos a cambio de tu vida... y quizás también a cambio de ese deseo – este sujeto ya había sacado su espada y levanto con ella el mentón de la doncella, ahora no podía evitar verle, la maléfica sonrisa que vió la sobresaltó un poco.

    - Tu amenaza no me importa, si quieres los fragmentos son tuyos, pero a Tsuyamaru y Nuruimaru no los tocarás! – el aura de hilos de humo naranja la rodeo y la punta de la espada que la amenazaba se puso roja, como fundiéndose por el calor...


    Ella desplegó sus alas de fuego y se interpuso entre él y los dos animales, que parecían estar dormitando sin inmutarse. Este sujeto levanto su espada y con un veloz salto se abalanzo sobre la figura de fénix, ella soplo sobre el en el aire y lo envolvió en una bola de fuego rojísimo, el grito largo de este sujeto se oyó en el valle, ella no dejaba de soplar el fuego, cual dragón... cuando el oso negro despertó, e inexplicablemente se le abalanzó y mordió su hombro derecho, seguido de la serpiente que se enroscó en su cuerpo. La doncella, aún en el aire, perdió la concentración y su ataque se extinguía lentamente, ya que el verde cuerpo de Tsuyamaru se enroscaba con fuerza fatal en su delgado cuello, asfixiándole.


    - Gst... Nur... Tsuy... a...-no logra pronunciar más palabras "Por que?... acaso me han..."

    - Eres muy tonta, te dejaría vivir a cambio de los fragmentos, pero elegiste defender a esos dos que ahora te traicionan – el hombre salió ileso de lo que quedaba de la bola de fuego y ondeando su espada contra la pelirroja.

    - Dulce muerte... nun... ca me... llega... rá – la doncella descendió rápidamente con ambos animales; aún asi la espada de su adversario le hizo un tajo en la frente – ¡OPRESIÓN! batsu-ishi(*9) – grito casi sin aliento. Entonces los cuerpos del oso y la serpiente se estremecieron, cayeron al suelo y de este las rocas se levantaron, como si fuese una boca se abrió enterrando a los animales – Kazan no seishin Bogyo!(*10)


    Esas fueron sus últimas palabras pues ahora su descenso era abrupto, caía al suelo semi-consciente, esta en trance. Yace en el suelo, boca arriba con los ojos cerrados, entonces su enemigo intentó una vez más atacarla con la espada y se estrelló con un muro invisible que estalló y repelió su arma con llamaradas que llegaron a quemar sus manos y parte del rostro, quedando estos en carne viva.


    - Vaya poder! – sorprendido – ya veo, es fuego sagrado, si me expongo a el corro un gran riesgo – sus heridas se regeneran...

    - Mi señor déjeme a mi! Es lo menos que puedo hacer... después de todo yo estoy condenado – una voz melancólica y siniestra.


    . . .


    - ¡Kaede sama! Se despertó.

    - No te acerques mucho sus poderes son peligrosos aún - le previene la anciana.


    La doncella no ve nada, solo oscuridad, pero esas voces, las reconoce... son las mikos del día anterior. Confundida intenta moverse, pero aún está paralizada por la técnica que había usado para defenderse; así que hace un esfuerzo para hablar, sus pensamientos no son del todo coherentes.


    - ¿Donde están? - pregunta la doncella de aspecto agotado, sus ojos azules no brillaban y sus cabellos extremadamente desordenados caían en la mitad de su cara.

    - ¿Quienes? - pregunta la voz ronca

    - Kaede- sama debe estar preguntando por esas criaturas. Tus animales, el oso y la serpiente desaparecieron en el valle, cuando te… - responde la voz joven

    - ¡TU! - la doncella corta a la chica y abriendo aún más sus azules ojos e incorporándose torpemente, sorprendiendo a las dos mujeres.


    Inuyasha había entrado a la habitación, la pelirroja se levanta con dificultad, y se dirige hacia él, pero tropieza y termina abrazándose a su torso. Esto sorprende tanto a Kagome como a la anciana Kaede, Inuyasha las mira desconcertado, entonces al sentir las manos de ella sujetan fuertemente su ropa la levanta y la recuesta nuevamente. La doncella alcanza a decir unas pocas palabras, sin sentido aparente.


    - Estas aquí… frío… - lo abraza - no me alejes… esperare, sin ti… yo…- eran sus palabras cuando sintió que él se alejaba.

    - Fenix estas delirando – Inuyasha no lograba zafarse del abrazo, al menos no sin aplicar demasiada fuerza.

    - Sesshoumaru sama - dice sujetándose con fuerza de la roja camisa

    - ¡Inuyasha! Es suficiente no te aproveches de sus delirios - Kagome regaña a su amigo halándolo.

    - ¡Que dices! es ella la que no me suelta!- trata de liberarse pero no lo consigue.

    - Apenas pudo levantarse y tu crees que va a tener tanta fuerza para retenerte de esa manera?- Kagome intenta soltar los brazos de la pelirroja del cuello del hanyu, es inútil.

    - Yo solo venía a ver si ella sabe algo de los fragmentos... quien me manda a entrar a la habitación de una mujer tan...

    . Parece que es cierto... es ella la que te sujeta- Kagome se cansó de intentar separarlos.

    - Y ahora me crees -indignado se gira con todo y doncella, dandole la espalda a Kagome. "Siempre andas desconfiando, que acaso piensas que soy como Miroku?"


    Finalmente, Inuyasha tuvo que resignarse al desesperado abrazo y pasar la noche a un lado de la cama de la pelirroja que sujetada a su brazo dormía plácidamente, claro que Kagome se quedo velando el sueño de ambos.

    - Mmm…donde es… ¡oh!... – la pelirroja despierta y las imágenes se aclaran por fin para sus ojos "¡Este sujeto! Como es que desperté con él. Yo... donde estoy?" está a punto de recriminar tal atrevimiento, pero se ha dado cuenta de que era ella la que le abrazaba, lo suelta de la forma más sutil y se levanta de su lecho.


    Sujeta su hombro derecho, el dolor la obliga ha hacerlo, toca su garganta y siente las marcas de la piel de la serpiente. "Aquella voz no era de ese sujeto, el que me ataco tenía compañía..." Cierra los ojos y rememora...


    ***(Flash Back)


    - ¿Quién te crees para hacerme semejante ofrecimiento?... ¡Quiero saber tu identidad!- impera Naaraku.

    - Somos miles, los espíritus maligno que este maldito valle y sus guardianes... ella es la culpable de nuestros años de encierro.

    - Entonces son fuerzas malignas que esos seres atraparon? Y dicen que están dispuestos a servirme para eliminar a esa mujer - señala a la doncella.

    - Sí! - responden varias voces ahora con un sentimiento de furia y regocijo.

    -Adelante, se las dejo, a mi no me interesa su destino, pero a los supuestos guardianes, déjenlos, me interesa algo en ellos.

    - ¡NO! ellos son nuestros! enemigo! enemigo - Mientras se materializaban tentáculos salidos del suelo.

    - Cuando tenga lo que quiero de esos animales se los dejare a ustedes como premio por eliminarla...

    - ¡Cuidado señor! esos no son animales comunes... son mononokes... son espiritus como nosotros.

    - No me importa lo que sean, igual obtendré lo que quiero! ahora estoy mucho más interesado en ellos... cumplan su palabra... ¡DESTRUYAN A ESA TONTA!

    - Sí!


    ***(Fin del Flash Bak)


    - Toda la noche, estuviste llamando a Sesshoumaru, tu sientes algo muy especial por él, no es así? - inquiere Kagome ala pelirroja al tiempo que arropaba a Inuyasha, el pobre estaba en una pose muy incomoda, con medio cuerpo tendido fuera de las sábanas. Sin saberlo ha interrumpido los recuerdos de la doncella.


    Cuando Kagome se dio la vuelta para continuar hablando con la pelirroja esta ya no estaba ahí, salió corriendo para alcanzarla y al llegar a la puerta la ve al final del sendero caminando junto a Miroku.


    - Kagome,,, buenos días... ahum... - dice somnoliento Inuyasha posando su mano en el hombro de la chica – veo que ambas despertaron antes que yo, pase muy mala noche.

    - Buen día. Inuyasha que sabes de ella y Sesshoumaru.

    - ¿Yo? nada, solo que ella repite su nombre como zombie – haciendo cara de muerto – lo que creo es que ella conoció a Sesshoumaru en el pasado.

    - Eso cualquiera lo deduce, pero me parece que anoche te confundió con él... y parecía... parecía...

    - ¿Parecía que? - Kagome! a donde vas!- Inuyasha la alcanza fuera de la cabaña donde estaban.


    A poca distancia, la doncella hablaba con el monje Miroku a la sombra de un fornido árbol, Kagome se dirige hacia allá seguida de un Inuyasha despeinado y medio dormido. La mañana era espléndida varios pájaros trinaban en los alrededores y la brisa acariciaba sus rostros trayendo los perfumes de las flores, es primavera. Pero a Inuyasha le trajo un aroma familiar... que le hace girar la cabeza en dirección contraria a donde se dirigía inicialmente.



    - Sucede algo Inuyasha? - pregunta Kagome mirando a su amigo paralizado unos pasos atrás de ella.

    - Kikyo - pronuncio Inuyasha con cierta ternura


    __________________________________________________________________________________
    *9 batsu:「罰」castigo
    iwa: 「岩」piedra


    *10 Kazan no seishin: Espiritu del volcán
    bogyo: protección defensa
     
    Última edición: 6 Mayo 2019
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  13.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    Linda bella. Vi que ya colocaste la conti donde se debe.
    Otra cosita, pon la letra más grande y de un solo tamaño, no se lee nadita.
    Y recuerda
    no escribir
    asi, cada
    oración...
    Escribelas juntas o pon enter y ya...
     
  14.  
    Ghea Kurai

    Ghea Kurai Entusiasta

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    Título: Alianza. Una nueva Amistad TERCERA PARTE.

    Miradas que se cruzan
    __________________________________________________________________​
    La joven mujer de pálido semblante y largos cabellos oscuros aparece, sale del bosque y en el horizonte se la distingue sobre el oso de negro pelaje que veloz galopa hacia la aldea de Kaede.


    -¡Cuidado! - Kagome apenas ha logrado empujar a Inuyasha, que no reacciona ante la embestida del oso, este pasa peligrosamente cerca de ambos.

    - Kikyo -murmura el hanyu mientras caía.


    El reflejo de la bella miko en sus dorados ojos siempre lo abruman, así mismo las pupilas ébano de ella tienen un destello especial en esta ocasión... para ambos se detuvo el tiempo y sentían el latir acelerado y unísono de sus corazones, remontándoles al pasado que vivieron. él podría jurar que la vió sonreírle; ella aseguraría que se sintió como si estuviese entre sus brazos. "Mi querido Inuyasha" fue el pensamiento de Kikyo antes de parpadear, lo que rompe la fugaz y mágica conexión, sus blancas manos de aferran al negro oso que la aleja de él.


    Un pobre corazón está presionado de dolor, ella termina de caer sobre su amigo de plateados cabellos; una vez en el suelo Kagome desliza sus finos dedos entre estos, gruesos y suaves, la cautiva la idea de acercarse un poco más.


    - ¿Qué haces? - es el reclamo del sonrojado Inuyasha, que con el golpe de la caída se da cuenta de su posición, mas aún al sentir el cuerpo de la chica sobre el suyo. Ella permanece en silencio - ¿Kagome? - dice titubeante, indefenso ante esos ojos café cuya inexplicable mirada lo dominan y le obligan - Kagome yo... di... dis...


    - ¡DISCULPA! Inuyasha... - se apresura a responder nerviosa, casi gritando, su rostro le arde, no sabe como remediar aquella situación.


    Kagome no ignora la intensidad de las emociones que la miko produjo en el hanyu que tanto significa para ella, y por ello sintió que él no estaba con ella mientras pronunciaba ese nombre "Kikyo" su primer amor.


    - Kagome...

    - ¿Si, Inuyasha? -su corazón espera alguna palabra amable, algo que la saque de esa incómoda situación y que calme el presentimiento que la inquieta.

    - Quítate - se limita a pedir, tratando de disimular su sorpresa, piensa "Cómo y cuando rayos logró derribarme?"


    Pero la chica sobre él sigue sin inmutarse, y su mirada se ha intensificado, el hanyu siente que quieren ver a través de él, esto lo incomoda de sobre manera, aquellos expresivos y enormes ojos chocolate son su perdición.


    - Que... que te sucede, esa mirada que tienes... espantaría al mismo Naraku - el pobre Inuyasha trata de levantarse, pero los ojos chocolate no lo dejan "Se siente peor que la maldición del collar, preferiría que gritara Osuwari".

    - No se por que me disculpo, al contrario, tu deberías darme las gra... - termina diciendo después de ver su reflejo por largo rato en los ojos de él "No lo entiendes..."

    - ¡Que! Kagome, ¿te afectó la caída? como se te ocurre… que yo te agradezca... po... por esto?- la ha interrumpido, poniéndose tan rojo como su ropa "y ahora que hice... ella no me perdonará eso".


    Y bueno; la pose en la que estaban ambos no era de las más inocentes; ella estaba recostada sobre el y apenas sus rostros se distanciaban por unos centímetros, y ya tenían un buen rato así.


    -¡Inuyasha! -exclama con energía y pone un poco más de distancia entre sus rostros "pero en que ha estado pensando" - primero, quedaste parado ¡cómo un bobo! y tuve que empujarte, o te pasan por encima.


    Entre tanto la pelirroja recibe a su oso y a la miko que desmonta con mucho trabajo, Nuruimaru se ha sentado para facilitarle las cosas.


    -Kikyo - dice a media voz el sorprendido monje.

    -Tú eres... - la doncella de fuego recuerda la visión del volcán “era ella a la que vi, pero la creí muerta, no entiendo nada


    La miko de aire triste asiente a modo de saludo, y posa su mano en el oso, este permite la cercanía de ella, lo que provoca un gesto de sorpresa en la pelirroja.


    ***(Flash Back)


    Unos rayos intensos iluminan el cielo mañanero, tornando en esmeralda su tono azul; Kikyo, cuyos ojos azabache se iluminaron con los destellos verde oscuro y su rostro pálido de aspecto serio cambia y denotando su preocupación, pues ella, entiende la trascendencia de este suceso aún estando muy lejos del lugar de lo acontecido. Se pone en marcha, llega a un valle rocoso, parecía haberse librado una tremenda batalla, y en particular llama su atención el campo de energía que cubría un sitio, el mismo estaba siendo resistido y debilitado por poderes de naturaleza maligna.


    -No puedo fortalecer este campo, me es extraña la energía que lo forma... nunca he sentido algo como esto, pero si logro purificar lo que esté en su interior, no será necesario... de todas formas, sea lo que sea... saldrá muy pronto.


    Toma una flecha y quebranta el campo de energía, entonces salen dos criaturas, la veloz sombra verde escapa, la miko detiene a la otra, un negro oso, para nada común en ese lugar, que parece ciego de ira, y de este se desprenden malignas fuerzas.


    - No puede ser… es la perla - se prepara para disparar a la bestia que arremete contra su persona y que sorpresivamente es sujetada por una serie de tentáculos gigantes antes de llegar a Kikyo – que es eso, tanta maldad y resentimiento, no puedo creer que todo esto pueda contenerse en este valle.


    ***(Fin del flash Back)


    - ¿Cómo lograste montar a Nuruimaru? – inquiere la pelirroja, y obtiene como respuesta el silencio. Mira detenidamente a Kikyo, trata de detallar algún gesto su pálido rostro, más pálido de lo que normalmente es ”esta joven de aspecto frágil no puede ser tan fuerte... aunque con un aire que inspira respeto. Nuruimaru está muy dócil, como si no estuviera ya contaminado.


    Inuyasha y Kagome están en un acalorado debate, y él parece perder la poca paciencia que tiene.


    -¡El oso! Ya quítate – desespera el hanyu – que no entiendes? El fragmen...

    -¡Es todo! ¿Es todo?, tan solo importa eso - frunciendo el seño, Kagome mira triste a un lado – Inuyasha eres un…

    -Bueno, bueno ya no te molestes. Te agradezco que me hayas caído encima – con tono de sarcástico – ahora si, ¿puedes quitarte por favor? – toma su pequeña cintura y la levanta haciéndola a un lado, se incorpora y tiende su mano a la chica.


    La expresión enojada que sostenía ella en realidad escondían el miedo de perderlo, este sentimiento ha sido un constante cuando aparece esta sacerdotisa. Indecisa mira a Inuyasha, que permanece ofreciendo su mano “En aquel momento me sentí tan sola, a pesar de eso, inuyasha, no logro seguir enfadada contigo, como estarlo si me miras de esa manera”, Kagome cambia su semblante al pensar esto último y toma la mano ofrecida... o más bién la garra.


    Kikyo aún no respondía, y con notable esfuerzo lleva su mano derecha a su brazo izquierdo.


    - Ella.... ¿puede hablar? ¿Qué le sucede? - pregunta la doncella mirando a Miroku.

    -No lo sé. ¡Kikyo! - exclama el monje, al ver que la blanca tela de la manga del brazo que la miko sujeta se torna roja.

    -¡Miroku! ¡qué le pasó! - Inuyasha, voltea la cabeza en dirección a ellos apenas escucho el nombre de su querida miko; aún sujetando a Kagome.

    -Parece que esta herida... ¡Au! - ella, la chica de ojos chocolate, los cierra pues un agudo dolor en su brazo le impide continuar hablando, apenas logra abrir nuevamente sus ojos y ... – I-nu-ya-sha – cae al piso, el hanyu ha soltado su mano.


    ***(Flash Back)


    -Tú, sacerdotisa no te nos escaparas – resuenan voces y miles de tentáculos purpúreos la atacan, pero Kikyo logra esquivarlos y salta sobre ellos.


    -Es ahí – sus ojos ébano han distinguido la procedencia de esa fuerza maligna, prepara su flecha y da justo en el blanco, pero solo detiene a los tentáculos, y se ha olvidado del oso – ¡Agh!… por qué estás tan enojado… ya veo, quédate quieto, yo…


    El animal al morderla en el brazo es retenido por ella que lo rodea con su otro brazo; con su compasión, logra retenerlo en esa posición. Su mano derecha se llena de energía purificadora y la introduce en la cabeza del oso y logra sacar el trozo de la perla.


    ***(Fin del flash Back)


    - ¡AAAAAAAAAAAA!- es el grito desgarrador de la ahora blanca miko mientras el dolor la hace caer de rodillas delante de la doncella de fuego, el asustado monje logra retenerla antes de que llegara al suelo.

    - ¡Kikyo! ¡Kikyo! - sus ojos, centelleantes de enojo rabia e impotencia, ese cúmulo de emociones le dan una fuerza increíble a la mirada de Inuyasha, tanta que el oso y la doncella quedan inmóviles ante él.


    Kagome, sentada en el pasto, la cálida brisa levanta sus negros cabellos y su falda se levanta ligeramente, siente como si eso bastara para derribarla. Se esfuerza y aún sujeta su brazo. Pero más le dolía el órgano palpitante en su pecho.


    - ¡Ay! Duele, como duele – trata de incorporarse, pero cae, lo intenta, un par de veces más y se queda en el pasto, pensativa “Kikyo está gravemente herida, lo puedo sentir y por eso es natural que te preocupes por ella; sin embargo, por qué? Por que! Tenias que dejarme caer así?... yo estoy herida también, INUYASHA” - Basta Kagome Higurashi, no es momento de pensar así – es el auto regaño que se da en voz alta.

    Los aldeanos habían estado inquietos, pendientes de lo acontecido desde sus escondites, algunos quieren organizarse para ayudar a la antigua miko; pero la actual, Kaede, quien sospecha que la doncella es la única que puede curar a su ane-san*(1) es la doncella de fuego, por eso los detiene.

    - ¡Ese animal! - dice fúrico Inuyasha, mientras siente cómo la muerte le arranca a su sacerdotisa de sus brazos – y ¡tu! Negarás que esto no causó tu bestia? - más allá de la desesperación los reclamos del hanyu ahora eran sumamente agresivos.

    - Cálmate Inuyasha, gritar no sanará a la señorita Kikyo – Miroku miró fijamente a su amigo, afortunadamente sus palabras firmes y actitud acertiva parecieron sacarlo de aquel estado tan irracional.


    Enajenada, la pelirroja se pierde en la rabia y frialdad de aquella mirada dorada, sintió otra vez que la tierra se abría para tragársela, que estaba desnuda y vulnerable, que no valía nada todo el esfuerzo que hizo por conseguir un estado parecido a la muerte, ya que esta le había sido negada, aquellos ojos dorados, con esa intensidad la hubieran matado si no fuese por esto, tan parecidos en ese instante, más que la otra vez, a los ojos del ser que tanto amó en su pasado, un pasado desconocido para estos extraños.


    - Inu... - dice a media voz Kikyo, agonizando, él se acerca un poco más a ella – calma, sucedió... a...antes que lo purificara – apenas era un susurro su voz, y abre su mano, derecha, en ella tenía el diminuto fragmento.


    __________________________________________________________________
    *1 ane: [あね] hermana mayor, tambien puede ser ane-chan
     
    Última edición: 6 Mayo 2019
  15.  
    Whitemiko

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    hola amiga!!!me dejo muy impactada la trama de tu fic!!!
    buen manejo de los personajes, sin caer en Ooc me parecio muy bien la descripcion y la narrativa, en general muy buen trabajo!
    Pues debo decir que para mi es medio dificil leer un fic que no es inu kagome, pero me aventure a hacerlo!
    Muy buena tematica, da como que un respiro a lo monotono no? me gusta que no te vas sobre kagome como muchas kikyou-fans, no cometes Ooc en ninguna personalidad y tambien eso me gusta mucho!!respetas bastante la trama original de la serie y me gusto mucho te felicito!!!!

    Que va a pasar!!kikyou se curara???que!!!me dejaste con la duda!!!, ay que mal que este herida!!inu le hara algo a la querida dueña del oso??
    espero la conti!!

    XOXO
     
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  16.  
    Ghea Kurai

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    Pues gracias por esa apreciación. Estoy trabajando un poco más en el cap8 y es que a ultima hora se me ocurrio darle otro final... y pues eso cambiaria por completo el capitulo en cuestión asi que demorare algo más de tiempo en subirlo, espero no pierdas el interes y gracias por arriesgarte jejeje
     
  17.  
    Ghea Kurai

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    8
    Título: Alianza. Una nueva Amistad IV.


    El amor duele
    __________________________________________________________________

    -¡Esa cosa! - exclama la doncella y se inclina.

    -!El fragmento! - Miroku, que aún permanecía ahí se acercó al grupo formado al rededor de Kikyo.


    Entonces, las mejillas de Kikyo se tornan extrmadamente rojas, y un quejido agudo, perdiéndose en el delirio de una fiebre feroz. Su herida ha emanado tanta sangre que se forma una gran mancha de sangre al rededor de ella y sobre Inuyasha

    - Fenix-san ayuda a Kikyo por... favor – el joven de cabellos de plata ha suavizado su voz – se lo debes, ella te ha traido a tu animal.

    - ¿Fenix San? - inquiere la interpelada – porque... “es la lo más parecido a un nombre... un nuevo nombre ¡después de cien años!”

    - Señorita, diculpe a mi amigo – interviene Miroku al ver la reacción de la ojiazul – el la llama de esa forma, pues aún no nos ha dicho su nombre.

    -Sánala – él hanyu está con la cabeza inclinada, de forma que su gran mechon le cubra la mitad del rostro – cura las heridas de Kikyo – insiste, su voz angustiada carga toda la desesperación que lo embarga al ver a la joven en sus brazos desvanecida, sus largos cabellos azabache empapados de sudor y agitada respiración eran señal de su grave condición.

    -Inuyasha... - Miroku no había visto así a su amigo, tan desesperado; sin embargo aún más increible le parece la negativa de la doncella, un ser tan hermoso, a su parecer, y a la vez tan dura. “- Miroku-san nada de este mundo nos pertenece, ni siquiera la esperanza. Me halagan sus palabras, pero como le dije, yo no soy libre; puede alguien que no es libre soñar, decidir... amar? ” - señorita, usted si puede decidir.

    - ¿Cómo? - la pelirroja mira al monje – entiendo... pero...

    - No soporto verla sufrir – vuelve a insistir el hanyu – esta persona me importa demasiado, no puedo perderla...

    Los azules ojos de la doncella había estado observando a la humana y al medio-demonio, algo incrédula. Ella aún tenía dudas; además, invocar sus poderes de sanación le significaban un gran dolor, ya los había usado en el hanyu y ahora; había pasado muy poco tiempo.


    - Muy bien hanyu – su voz es neutra – Dices que es una persona importante, ¿la más importante? Para ti, ¿que es esta humana?
    -Kikyo, ella es... es

    Pregunta dificil. Al hanyu le es más fácil enfrentarse a cientos de enemigos, a Naraku; e incluso saldría menos herido; que después responder esta interrogante. De inmediato pensó en Kagome, la chica alegre que tantas vece había salvado, de alguna manera se sentía muy unido a ella, aunque también tenía muy fuertes emociones junto a Kikyo, y ahora en verdad no podía pensar más que en estar junto a la miko que una vez lo hirió.


    -Después de mi madre, ella fué el primer ser humano que se me acercó – su voz se entrecorta, la imagen de una sonriente Kikyo aparece en su mente – por eso, por esa razón es importante y te pido que sanes su herida... Kikyo... no pienso perderte ¡no otra vez! Yo te... a... amo.


    Las azules pupilas se mantenían fijas en la pareja, la miko está a punto de morir y él le acaricia su rostro con notable ternura. Medita “Este sujeto afirma que la ama... sin duda es muy diferente a su medio hermano

    Miroku, algo enfadado, se levanta y se aleja caminando de ellos, para salir corriendo “señorita kagome” así llama con el pensamiento a la chica de ojos café.

    "Yo te amo"


    Esas tres palabras hacen eco en su cabeza, quebrantan su corazón, Kagome trata de huir del dolor causado por la respuesta de Inuyasha, que está ajeno a lo sucedido y a pesar de que pensó mucho Kagome antes de responder a Fenix-san, y continúa al lado de Kikyo.


    ___________***___________


    -Pareces Sincero hanyu, bién curaré a tu humana – es la sentencia de la doncella de fuego.



    A continuación hala de la blusa de Kikyo hasta dejar al descubierto la herida de su brazo; los azules ojos de la pelirroja miran fijamente, su visión se nubla, está concentrada en aquellas palabras crueles, solo sintiendo un dolor intenso logra derramar lágrimas de sanación .


    ...siempre serás un sucio ser humano, indigna de seguirme, aléjate tu olor es particularmente repugnante.

    Gota a gota 5 lágrimas caen en la herida. La pelirroja se incorpora e Inuyasha la mira inquieto, ella responde con un gesto de afirmación.


    - Despierta – su es voz ansiosa, y sus garras acomodan cuidadosamente los cabellos de la miko.

    - Inuyasha – despierta al fin Kikyo, su primer impulso fue tomar entre sus manos el rostro angustiado de querido hanyu, graba en su mente este momento.

    - ¡Despertaste! ¿Ya no te duele? - aún inquieto, no puede evitar sonrojarse, escucharla decir su nombre y sentir sus manos frías y suaves hacen que su mundo tiemble de emoción.

    - No, me siento bien. Inuyasha.

    - Hemmm... Kikyo, hace un momento, lo que paso, yo dije algo, yo no se... tu – avergonzado trata de preguntarle pero no logra decirlo.

    - Inuyasha ¿qué paso? - la miko no entiende nada y sostiene la inquieta cabeza del hanyu.

    - ¿Me escuchaste?

    - No supe más hasta este momento así que no escuche nada, solo sé que me llamabas, y volví a ti, Inuyasha, he vuelto a ti - Kikyo está inmensamente feliz, aunque ella misma no sabe por qué.

    - ¡Ah! Es verdad, Fenix san fué quién te sanó – señala con la cabeza a la doncella, corta un poco aquel acercamiento, se siente ahora muy nervioso, Kikyo lo intimida.
    - ¿Fenix? - gira un poco la cabeza y ve a la joven pelirroja montada ya en el oso – Gracias

    - ¿A donde vas Fenix san? - Inuyasha la mira intrigado

    - Necesito encontrar a Tsuyamaru antes de que cause problemas también. Al ser corrompida as esencias de estos dos animales sagrados, sus cuerpos físicos sed llenaron de un veneno maléfico, que provocó que estuvieras a punto de morir.

    - Entonces voy contigo, si esto es por la perla shikon es mi deber - decidida se incorpora, dejando los cálidos brazos del hanyu.

    - E-espera aca... acabas de recuperarte – tartamudea, sin poder retenerla.

    - ¿Segura? Si yo acepto, exijo que formes una alianza conmigo, pues no quiero ser traicionada. Si me acompañas correrás grandes riesgos y te alejarás por un tiempo indefinido – dice mirando a Inuyasha.

    - Acepto, seremos aliadas – Kikyo se sonroja un poco al entender la mirada de la pelirroja; arregla su blusa, que casi se le abre completamente – Es mi deber Inuyasha - agrega sin voltear a ver al joven de cabellos de plata que aún está arrodillado.


    Ambas estrechan sus manos, la pelirroja la hace montar el oso; seguidamente Nuruimaru se interna en el bosque.



    Él se queda sólo junto al árbol.


    ___________**Entre tanto**___________


    Atraviesa el bosque, ligera; impulsada por una fuerza extraña; sus ropas y piel rozan las ramas de la espesa arboleda sin dañarse, esto debido al campo de protección que inconscientemente expulsa y en su rostro de niña bañado en lágrimas se asoma el dolor. Una voz apenas audible la detiene y la energía rosa que la rodeaba desaparece

    - Kagome

    - Inuyasha – limpia sus lágrimas y escucha atenta mirando por sobre su hombro “Tal vez está preocupado por lo que dijo, después de todo estaba muy presionado por esa pregunta y…

    - ¡Por favor! Deténgase – es ahora más clara la voz.

    - No es, ya veo Inuyasha – gira la cabeza y se dispone a correr – esta vez no vendrás.

    - Kagome chan – finalmente la alcanza, logra tomarla del brazo y la sujeta en fraternal abrazo “Sango donde estas, yo no se que hacer en esta situación.... que harías tu?”

    - Miroku – dice muy triste la chica. Después de un largo silencio las lagrimas vuelven a brotar y sus cristalizados ojos chocolate ya arden de tanto llorar – Yo lo oí; aunque ya lo sabía, fue algo insoportable escucharlo... ¡Inuyasha la ama, aún la ama! - continúa llorando en el pecho agitado del monje.

    - Kagome chan, calma. Él también siente mucho cariño por ti – consuela así a la chica, la sujeta del mentón y levanta su rostro tan tierno “es increíble que esta niña haya corrido mucho más rápido que yo, si no se detiene... yo no creo haber podido alcanzarla”

    - Lo sé, él también se preocupa por mí, pero con Kikyo, es... es tan distinto.

    - Mi querida Kagome, ambas comparten la misma alma, pero no por eso son la misma. Verás, para un ser tan básico, como un hanyu, es complicado aclarar sus sentimientos en tal situación.

    - Tal vez; no, yo lo oí y él fue muy claro – replica Kagome, separándose un poco de Miroku, volviendo a limpiar sus húmedas mejillas.

    - De todas formas no pierdas la esperanza, estoy seguro de que aún no ha tomado una decisión. Quizá debas preguntar.

    - ¿Pre...preguntar que? - dice con tono de miedo.

    - Tú sabes. Pero Kagome, yo sé que eres importante para Inuyasha, y puede que seas la persona más importante; pero no lo sabrás si él no te dice nada, creo que lo demuestra.

    - Miroku, ¡Gracias! - dice efusivamente y sonríe, una vez más guarda la esperanza de que ella y el hanyu tengan un futuro juntos.

    - Bueno, para que son los amigos – responde sonriente también – volvemos? - gira y ofrece su espalda a su amiga.


    La chica se limita a asentir y sube a la espalda de Miroku, que al sentir el peso de ella hace un gesto de dolor, y se pone en marcha.


    ___________***___________


    Inuyasha permanece en el suelo, sobre la sangre de Kikyo, que ya empezó a secarse, el mediodía se levanta sobre él y aún así siente frío, el frío del cuerpo de ella, que acaba de marcharse, que no oyó sus palabras, su declaración, su reafirmación “... no pienso perderte ¡no otra vez! Yo te... a... amo”. De pronto recuerda a Kagome y Miroku, los busca a su alrededor, se levanta, sus ropas aún gotean sangre.


    - Kagome salió corriendo.

    - Kaede obasan – el hanyu se quita el blusoń rojo, pues el olor de Kikyo ahora lo molesta un poco – por qué salio corriendo?


    La anciana guardo silencio y miraba fijamente la mano ensangrentada de Inuyasha, la mano que había sostenido a Kikyo. Entonces él hizo lo mismo, miró su mano. Su primer impulso fue correr a buscarla pero entonces escuchó a la anciana.


    - Miroku ya fue tras ella – pausa – piensa muy bien que le dirás, si vuelve.


    . . .


    Un lago limpio y apacible refleja cual espejo el verde paisaje que rodea su orillas y el rojo del cielo al atardecer; una serie de piedrecillas rompen tal ilusión al romper la quietud de su superficie.


    - Rin, no retrases al amito! - es el regaño de un pequeño demonio verde a la pequeña humana que juega en la orilla


    Por la misma orilla, unos metros más alejado aparece el reflejo del apuesto Sesshoummaru, que gira levemente su mirada hacia la pequeña, su rostro es de enfado, pero ¡tán hemoso!


    - Lo siento Seshoumaru sama – dice la sonriente niña y corre junto a él, adelantándose a Jaken, el demonio verde.


    Antes de que puedan seguir con su marcha un leve ruidito alerta a Jaken, es entre un pequeño montón de hojas, este se acerca sigiloso y salta entre ellas.


    - Deja a ese insignificante zorro – ordena el youkai.

    - Pero es amigo de ese Inuyasha. Confesa que hacias espiandonos sabandija! - dice zarandeando al pobre Shippo

    - Espía yo? No, no je je estoy perdido, si eso. Asi que mejor me voy, no quiero molestar – dice tratando de hacerse soltar.

    - Mentiroso, o si no, que hace un pequeño tan lejos de su casa?

    - Sueltame, sueltame, te lo advierto! Además yo estaba buscando a Kagome y...

    - Tú solo? - pregunta Rin

    - No, yo estaba con Sango pero también se perdió.

    - Amito bonito, hagame caso, seguro que los otros están cerca. ¡Ah! Pero descubrimos su plan. ¡No puedes engañar a Jaken! - el demonio verde zarandea sin compasión al zorrito - Es muy sospechoso que andes perdiendo a todo el mundo, no será que te abandonaron? - dice algo burlón.

    - NO. Así no pasaron las cosas... - Shippo por fin logra soltarse pues eso último lo hizo enfadarse y pateo al demonio en la cara, por lo que este lo soltó.

    - El estúpido de mi medio hermano no está cerca. No me hagas perder el tiempo, o acaso quieres que te castigue? - dice frío su “amito”

    - Pe... pero amito bonito...

    - Haz lo que te plazca con ese insecto pero no quiero que me retrases más, suficiente tengo con Rin – Sesshoummaru continúa bordeando el lago y Rin corre para alcanzarlo.

    - Sí amito yo me encargo de este rufián – Toma a Shippo de las orejitas y lo amarra con una gruesa cuerda que cubre todo el cuerpo del pequeño zorro.
     
    Última edición: 6 Mayo 2019
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    Yue Yasha Uzumaki

    Yue Yasha Uzumaki Entusiasta

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    WOOOW 1!! tu historia es exelente, apenas voy en el capitulo 4 pero devreas necesito terminarlo.
    te pongo este comentario para que veas que si estoy atenta a tu historia ¿y como no hacerlo y esta pff, super? haha
    ahora ya no puedo terminarlo de leerlo porque mi compu se descompuso y estoy en un cafe-internet y ya me correr, haha aparte me escape y necesito terminar mi tarea :S, bueno bueno espero venir pronto prara terminar de llerla, ay esque devers que me encanto, espero me avises de la conti ,D
     
  19.  
    Ghea Kurai

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    bueno, bueno.. la menos una lectora tengo...XD
    tratare de hacer mas cortos mis fics pues no muchos entran a leerlos, jeejejejeje

    Te agradezco el comentario y no te preocupes lo terminare, ya solo me faltan tres capitulos para editar... Je je las malas noticias es que seran muy laaargos
     
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    Yue Yasha Uzumaki

    Yue Yasha Uzumaki Entusiasta

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    haha exacto luego por lo mismo de que son largos de hueva leerlo - ya avance otro capi :P- pero baah no te preocupes asi estan bn¡¡
     

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