Fijación [Original]

Este es para la actividad "Y ellos, ¿qué sienten?" Fue divertido relatar desde el punto de vista de un zombie, aunque empecé antes de que se hiciera zombie pero meh espero que cuente :)Recuerden dejar un "Bueno" o "Malo" en el comentario para que cuente en la evaluación. ¡Gracias!

Número de palabras: 1000
Resumen: Hay ciertas cosas, que ni siquiera la muerte te puede hacer olvidar.

Título: Fijación

Suelto un alarido que desgarra mi garganta cuando sus dientes penetran en mi piel, destrozando el tejido y haciendo que la sangre brote a borbotones de la herida. El asqueroso me observa con sus ojos desorbitados mientras el rojo se desparrama por su boca y cae por la comisura de sus labios.

Me quedo tirada en el suelo observándole cómo saborea mi carne. El dolor ha quedado en segundo plano porque mi mente está en shock intentando procesar lo sucedido: me habían mordido. Ni siquiera hice el menor esfuerzo por quitármelo de encima cuando intentó pegarme la segunda mordida. Entonces escuché un disparo que me sacó de mi estupor.

—¡Diana! —El grito proviene de enfrente. Giro la cabeza y observo las manos temblorosas de Mina sujetando la 9mm que yo le había conseguido. El zombie cae inerte sobre mis piernas como si aún intentara comerlas.

—Mina —digo con voz temblorosa y me doy cuenta que estoy a punto de llorar. Observo sus ojos negros que se abren con horror al ver la herida de mi pierna. El temblor de sus manos empeora y está a punto de dejar caer la pistola y comprendo que debe estar aterrada—. Todo va a estar… —no puedo terminar la frase porque comienzo a vomitar. En la oscuridad de la casa no puedo ver bien, pero parece ser sangre negra. Con mis manos me apoyo en el suelo mientras siento las arcadas recorrer mi cuerpo y por enésima vez desde que el fin comenzó, pienso que no es justo.

Observo cómo toma el arma más firmemente en sus manos y da pasos vacilantes hacia mí. Sus ojos se llenan de lágrimas y se muerde el labio inferior con fuerza. Solía hacer eso cuando tenía que tomar decisiones, decía que le ayudaba a concentrarse. Entonces de un golpe me voltea boca arriba, la verdad ni siquiera siento la patada. Lo único que siento es una fiebre que me está consumiendo interiormente y hace que mi cuerpo arda. Una de las botas que compramos el año pasado en el centro comercial se encuentra presionando mi garganta, reteniéndome contra el suelo. Siempre pensé que esas botas se le veían bastante bien. Me apunta con la pistola directo a la cabeza y por alguna razón sé que las cosas deben de terminar de esta forma: con ella matándome.

Levanto una mano intentando alcanzarla. Jamás le dije lo importante que era para mí y en estos momentos me arrepiento de tantas cosas que no sé por dónde comenzar. Debí cuidarla mejor, estar ahí cuando creció, apoyarla cuando nuestros padres murieron, pero en lugar de eso me había alejado de ella. Lo único de lo que no me arrepiento es de haber venido a buscarla en medio de este infierno. Si no hubiera venido no me hubieran mordido, pero saber que ella está a salvo valió la pena. Vale todo en el mundo.

La observo vacilar nuevamente y al final deja caer la pistola. Lo sabía, sabía que no iba a poder ser capaz de hacerlo, pero me aterra. ¿Cuánto tiempo tarda la transformación? ¿Menos de un minuto? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me mordieron? Mi mente intenta trabajar lo más rápido que puede las matemáticas, pero no puedo hacer que mi cerebro coordine. Una niebla comienza a nublarlo todo y empiezo a convulsionar. Puedo sentir que se abraza a mi cuerpo con fuerza y yo deseo que me suelte, que se aleje de mí. Lo último que observo entre su maraña de cabello rojizo es tu figura entrando en el cuarto.

Abro los ojos nuevamente, Mina sigue aferrada a mi cuerpo mientras tú intentas que me suelte. Estoy feliz, parece que no me he transformado. De alguna forma no me he infectado no podría reconocerte ni querer abrazarla si fuera uno de esos asquerosos rondando la ciudad. Ellos no sienten, no piensan, son como animales, pero yo no. Sigo siendo su hermana mayor no hay razón para que llore. Intento decírselo, pero de mi boca no surge nada más que una especie de sonido asfixiado. ¿Qué es esto?

Me suelta horrorizada y mi cuerpo cae de espaldas al suelo. No siento nada de dolor, la fiebre ya no está, pero parece que hay algo en mi estómago que me carcome. Intento nuevamente hablar, pero solo surgen más sonidos ininteligibles. Furiosa suelto un rugido que incluso me asusta a mí: es el sonido de los asquerosos.

La tomas por los hombros y la sacudes fuertemente para que reaccione. Me enoja que la trates de esa forma. Es tu esposa, ¿no puedes ver que está en shock? La verdad es que nunca me caíste nada bien, pero ella te amaba. Intento incorporarme pero soy realmente torpe y mi cuerpo parece que no responde bien: mis extremidades son más pesadas de lo normal y mis movimientos demasiado lentos. Mi estómago sigue doliendo y se retuerce cuando huelo algo en el aire. Inmediatamente mis movimientos de aceleran y me levanto observándote fijamente: lo que huele tan bien es la sangre que brota de tu labio.

Puedo sentir cómo todo de mi mente se borra: ya no pienso en nada más que en comida y la comida es esa chica de cabellos rojizos y ojos negros que llora desconsolada mientras se aferra a los brazos de un hombre. Corro hacia ellos con los brazos extendidos, pero una patada me detiene en seco y me lanza de espaldas. El hombre noquea a la joven que extiende sus manos hacia mí mientras grita un nombre que no reconozco. Desaparecen por la puerta y yo corro detrás de ellos, pero al salir no los veo por ningún lado. Suelto un rugido y ya no recuerdo al hombre, pero la imagen de la joven se queda grabada en mi mente que no funciona del todo bien. A pesar del hambre y de que hay comida corriendo alrededor mío, lo único que quiero es encontrarla. No entiendo por qué, pero la fijación no desaparece: la quiero a ella.