Feliz Cumpleaños (SasuNaru)

Feliz Cumpleaños (SasuNaru)

¡Hola! :)
Bien, pues primero debo aclarar que este fic va dedicado especialmente a Samantha ya que el día de hoy es su cumpleaños ^^
Es el primer fic yaoi que escribo, así que espero no haya quedado tan mal xD
En fin, sin más preámbulos empiezo.

¡Espero y les guste! ^^

Feliz Cumpleaños​

Era ya bastante tarde y él y yo seguíamos en la escuela. ¿La razón? Un desastre en el laboratorio de biología: Tubos de ensayo rotos, bancas tiradas, el cadáver de una rana y un extraño líquido derramado por las mesas de trabajo; todo un desafío…

—Hmph, nunca volveré a hacer equipo contigo, Dobe… —Le reprochaba mientras barría los vidrios que se encontraban regados por el piso.
—Vamos Teme, sabes que no todo fue mi culpa. Si era rana revivió ¡¿Cómo querías que reaccionara?!

Contuve mis ganas de reír y miré a la ventana ¡Por Dios! ¿Una rana que revivió? Es la excusa más tonta que había oído en toda mi vida.

—La hubieras matado rápido y punto, no tenías porqué ponerte a gritar y perseguirla de esa forma…

Él hizo un gesto y volteó la mirada. Sin decirlo, su cara denotaba que me daba la razón.
Ambos continuamos limpiando todo el desastre cuando de un momento a otro, el cielo comenzó a tronar fuertemente. Ése día, el clima estaba inexplicable: Por la mañana había hecho algo de frío, más tarde estuvo soleado y a esas horas, las nubes grises comenzaban a tapar todos los rayos del sol dejando a la ciudad sin luz natural; además de indicar que dentro de poco llovería.

—Apúrate Naruto, no me quiero mojar —Le dije terminando de recoger los vidrios y poniéndome a acomodar las bancas.
— ¡Yo tampoco quiero mojarme, Sasuke! No eres el úni… —Pero fue interrumpido por un fuerte trueno que curiosamente, lo hizo brincar del susto.

Sonreí de medio lado burlonamente. ¿Cómo era que se podía asustar por un simple trueno? Me miró y se percató de mi porte de inmediato.

— ¿Qué? Sólo me agarró desprevenido —Reprochó con un ligero sonrojo y haciendo un puchero. La verdad, me encantaba verle así…
Dejé de acomodar bancas y me acerqué a él peligrosamente.

— ¿Tienes miedo, Dobe? —Cuestioné con una sonrisa arrogante y algo cerca de su rostro.
—Claro que no… —Respondió volteando la cara y sonrojándose más.
—Hmph… No sabes mentir —Sonreí de nuevo y busqué su mirada, clavando mis ojos en los suyos.

Estábamos solos, completamente solos. Los deseos de besarle no me dejaban tranquilo; pero creía que era mejor aguantarme. No podía actuar sin pensar antes de; aunque el impulso y las ganas me carcomían por dentro…

— ¿Tú que sabes, Teme? —Nuevamente desvió la mirada e hizo un esfuerzo por alejarse de mí, pero fue detenido por mi mano sobre su camisa; no pensaba dejarlo ir tan fácil.
—Sé… —Miré sus labios y después de pensarlo mucho comencé a acercarme, total ¿Qué podía perder?— Más de lo que te imaginas… —Musité finalmente.
—Sa… Sasuke… ¿Q-Qué haces? —Cuestionó en tono notoriamente nervioso y aún más sonrojado. Me llenaba de orgullo el saber que podía causar esas reacciones en él con tan sólo estar unos centímetros cerca…
No respondí, no tenía porqué. Era más que obvio lo que estaba haciendo en ese momento ¿No?
Continuaba acercándome y esta vez Naruto no opuso resistencia alguna; contrariamente, hizo lo mismo que yo. Pude sentir cómo sus ojos se cerraban lentamente —al igual que los míos— y cómo su respiración comenzó a tornarse agitada sin siquiera haber tenido ningún tipo de contacto físico.
Estábamos ya a muy corta distancia cuando de pronto oímos pasos fuera, en el pasillo. Naruto se separó de mí muy rápidamente y yo sólo abrí los ojos, intento fallido.
Seguimos limpiando el laboratorio como si nada y cada quien con su respectiva tarea, aunque podía sentir que él aún estaba muy nervioso.

Un minuto después, sentimos la presencia de alguien en la puerta y consecuentemente, miramos hacia ella.

— ¿Ya van a terminar? —Cuestionó un profesor de cabello plateado.
— ¡Kakashi-sensei! —Exclamó Naruto alegremente, la verdad era que nos llevábamos bastante bien con él. El maestro sonrió y entró al laboratorio.
— ¿Pero qué fue lo que pasó aquí? —Interrogó muy asombrado.
— Ejemm… —Naruto rió bobamente y se rascó la cabeza con una mano— Bueno pues… Digamos que una rana revivió y ocasionó todo el desastre… —Rió de nuevo, pero esta vez; en tono nervioso.

El sensei nos miró incrédulamente y rió por lo bajo, conocía muy bien las excusas e imaginación de Naruto.

—Y tú Sasuke, ¿Qué haces aquí? —Dijo mirándome.
—Hmph… Pues hice equipo con el Dobe de Naruto y…
— ¡Ah! No hace falta que digas más —Interrumpió Kakashi sonriendo. Pareciera que estaba aguantándose la risa, pero de inmediato recuperó el porte— Hum, ¿Les falta mucho? —Preguntó mirando todo el laboratorio.
— ¡No tanto! —Respondió Naruto alegremente, para luego callar unos segundos y volver a hablar— No, la verdad es que sí, Kakashi-sensei —Finalizó desilusionado.
—Hmm… —El mencionado maestro pensó por unos segundos y después nos miró— Si quieren ya pueden irse, va a llover bastante fuerte —Terminó mirando el cielo por la ventana.
— ¡Pero Kakashi-sensei! Si no terminamos de limpiar…
—Está bien, Naruto. Yo hablaré con Anko para que no los reporten —Aseguró amablemente.
— ¡¿En serio?! —Cuestionó Naruto emocionado. Yo me acerqué a él y de di un pequeño coscorrón en la cabeza.
—Claro que es enserio, baka. Ahora, vámonos —Tomé mis cosas y metí una de mis manos en la bolsa del pantalón— Gracias, Kakashi-sensei —Dije trabajosamente antes de salir del laboratorio.
—Por nada —Respondió. Por su tono de voz pudo imaginarme que estaba sonriendo.
— ¡Gracias Kakashi-sensei! —Gritó Naruto fuera del laboratorio y corriendo hacia mí— Sasuke, ¡Espérame! —Exclamó para que me detuviera o por lo menos bajara el paso, pero aún así, no lo hice.
Un momento después, Naruto me alcanzó y reclamó:

— Teme… ¡¿Porqué no me esperas?!
—Yo te dije que no me quiero mojar, ¿Es que no te has dado cuenta cómo está el clima? —Dije nuevamente apretando el paso.
— ¡Sí, lo sé! No estoy ciego… —Musitó volteando la mirada— ¡Pero esa no es razón para que no me esperes! —Continuó reclamándome.
—Hmph… Dobe… —Y después de eso, ya no le dije nada.

Íbamos caminando apresuradamente por los pasillos de la preparatoria, para que cuando saliéramos; nos encontráramos con la desagradable sorpresa de que…

— ¡Teme, ya está lloviendo!
—Bien te dije que te apuraras, baka —Reproché tapándome con la mochila.
— ¡¿Y ahora qué vamos a hacer?! ¡Se va a inundar la ciudad y no habrá transporte público, entonces no podremos llegar a nuestras casas rápido y… y nos vamos a enfermar! —Chilló Naruto dramáticamente.
—Hmph, ya ni lo digas… —Pedí volteando la mirada.
—Sasuke… ¿Cómo le vamos a hacer? —Cuestionó él en tono notoriamente preocupado.

Pensé unos momentos. Todo lo que decía Naruto —Aunque pareciera exagerado— era verdad. Si llovía más fuerte tendríamos por seguro que no se podría tomar ningún transporte público tan fácilmente. Casi no llovía en Tokio, pero cuando eso pasaba; lo hacía y a cántaros.

—Tal vez si nos apuramos podríamos alcanzar el tren subterráneo —Hablé apretando el paso.
— ¡Pero la estación está muy lejos! No creo que alcancemos a llegar antes de que… —Y como hacía rato, Naruto fue interrumpido por un estrepitoso trueno.
— ¡Ahh! —Gritó dando un brinco y cerrando los ojos.

Yo lo miré, esta vez no podía negar que se había asustado. Dijera lo que dijera, lo había visto gritar y brincar como un niño pequeño.

— ¿Y no tenías miedo? —Cuestioné arrogantemente y sonriendo de medio lado.
—E-es que… Vamos teme, ¡Hasta a ti te asustó eso! ¡¿No?! —Se defendió nuevamente con ese notorio sonrojo en sus mejillas.
—No… —Respondí en tono de superioridad y aguantando las ganas de reír.

Naruto sólo se limitó a voltear la mirada y hacer un puchero; le molestaba bastante que no le diera la razón.

Continuábamos caminando apresuradamente hacia la estación del tren, cuando de pronto; la intensidad de la lluvia aumentó rápida y considerablemente. Ya no sólo era un pequeño chispeo, ahora realmente estaba lloviendo muy fuerte.

— ¡Sasuke! —Exclamó mi amigo casi en un chillido.
— ¡Cállate Naruto! —Hablé de igual forma, no necesitaba que me reprocharan algo que yo vía con mis propios ojos: Una gran tormenta.

Con el paso de los minutos, el clima empeoraba y cada vez llovía más fuerte. El nivel del agua comenzaba a subir notoriamente y ya no se veían personas en las calles, sólo carros y uno que otro camión. ¿Por qué teníamos que vivir tan lejos?
Al poco tiempo, ambos ya estábamos completamente empapados.

—Sasuke… ¡No vamos a llegar! —Se rindió Naruto recargándose en la pared un puente, suspirando y volteando arriba con los ojos cerrados.

Me quedé mirándolo. Habíamos dejado algo pendiente en el laboratorio y estando en esa situación, me hacía querer acercarme a él y finalizar lo inconcluso.
Solos, completamente empapados, algo agitados por caminar tan rápido y Naruto recargado en la pared… ¡Dios! ¿En qué estaba pensando?

—Será mejor que esperemos aquí, de todas formas no vamos a alcanzar al tren —Dije recargándome junto a Naruto y haciendo lo mismo que él— Además, aquí nos tapa el puente —Aseguré dejando mi mochila en el piso mojado.
—Sasuke… ¿Por qué tenía que pasarme esto precisamente hoy? —Preguntó sin ánimos y en tono de decepción.
—Hmph, yo que sé. No creas yo que estoy muy contento con todo esto, Dobe —Respondí en el mismo tono que él.
—Tú quéjate lo que quieras, no estás en mi misma situación.

Volteé a verlo, ¿A qué demonios se refería con “mi misma situación”? Él guardó silencio y continuó viendo arriba; parecía estar realmente decepcionado.

— ¿En tu misma situación? —Pregunté rompiendo el incómodo silencio que se había forjado entre nosotros.

Naruto me miró. Sus grandes ojos azules fueron ahora los que se clavaron en los míos, se puso del lado y frente a mí, para después responder mi pregunta con desgano.

—Sí… Para ti es un día como cualquier otro ¿No? Pero para mí… —Nuevamente guardó silencio y agachó la mirada. Yo lo observaba muy extrañado, ¿A qué rayos se refería?
— ¿Para ti? —Cuestioné incitándolo a continuar.
—Sasuke, hoy es mi cumpleaños… —Dijo finalmente después de estar en silencio unos momentos.

Me sorprendí bastante ¿El cumpleaños de Naruto? ¡¿Cómo demonios era que nunca me había enterado de eso?! Guardé silencio unos momentos, procesando la idea. Él me miraba no sé si esperando que le felicitara o preguntándose porqué tenía esa cara.

— ¿Tu cumpleaños? —Pregunté volviendo en mí. Asintió y yo sonreí de medio lado, acercándome a él un poco— Dobe, ¿Y porqué nunca me dijiste nada?
— ¿Será porque nunca me preguntaste? —Rió ligeramente y un tono rosado apareció sobre sus mojadas mejillas.
—Hmph… Pudiste haberlo mencionado antes… —Reproché aún sonriendo y tomando un mechón de sus rubios cabellos con mis dedos pulgar e índice.
— ¿Tengo algo? —Dijo mirando mi mano sobre su cabello.
—No. Sólo que… —Miré sus ojos y quité mi mano— No es nada…

Nos miramos fijamente. Insisto, habíamos dejado algo pendiente en el laboratorio de biología y tenía ganas de reanudarlo cuanto antes. Me acerqué a él peligrosamente y esta vez, Naruto parecía también querer volver a lo de hacía rato.

—Entonces… ¿Qué me vas a regalar, Teme? —Cuestionó en tono desafiante y con una sonrisa en su rostro.
—Hmph… ¿Crees que te mereces algo? —Respondí en el mismo tono que él.
— ¡Claro que sí! He sido demasiado bueno contigo… Me merezco algo ¿Qué no?

Esta vez, había dado en el clavo. ¡¿Se merecía algo?! Posiblemente sí…

—Pero por tu culpa estoy completamente empapado debajo de un puente sin poder llegar a mi casa… ¿Te das cuenta? —Agregué encarándole lo de ése día.

Él guardó silencio unos momentos y se quedó pensando en qué responder. Sabía perfectamente que yo tenía razón.

—Fue culpa de la rana, a mí no me mires —Nuevamente hizo ese puchero y el rubor de sus mejillas se tornó más pronunciado.
—Entonces… ¿A quien debo agradecer es a la rana? —Cuestioné mirando sus labios y acercándome más a él. De nuevo se puso muy nervioso y su respiración se agitó un poco; me encantaba sentir su nerviosismo y pensar que podría manejarlo a mi gusto.
—No seas tonto, Sasuke. ¿Cómo piensas hacer eso si ya está muerta? —Reprochó muy sonrojado y recargándose en la pared lentamente.
—Hmph, eso no importa, Dobe… —Ya que Naruto estaba recargado en la pared, me puse frente a él y coloqué una de mis manos junto a su rostro, dejándolo sin lugar a dónde moverse.

Ambos nos miramos a los ojos fijamente, estábamos a sólo unos centímetros de distancia el uno del otro. Ciertamente podría sentir su nerviosa y agitada respiración sobre mi cara; podía mirar en sus ojos ese miedo, pero al mismo tiempo deseo de lo que yo pudiera hacer. Llevaba el control de todo, estaba aprisionándolo y además, su nerviosismo me otorgaba notoria ventaja.
En el momento que yo quisiera, podía anular el distanciamiento entre ambos y reanudar lo que habíamos dejado pendiente; pero tal vez sería bueno esperar un poco para aumentar esa tensión y deseo en el que nos encontrábamos envueltos.
La fuerte lluvia continuaba cayendo y aunque debajo del puente no nos mojábamos, siempre se sentía una pequeña brisa ocasionada por el aire que gentilmente movía pequeñas gotas de la incesable lluvia.

Estábamos en silencio total, pero el ambiente no era del todo aburrido ni tampoco tenso; todo lo contrario. No importaba que calláramos, nuestras miradas hablaban y decían muchas, pero muchas cosas.
Jamás le había dicho a Naruto lo que sentía por él con palabras, pero aún así; era más que obvio. No había necesidad de siquiera decirlo porque con nadie me portaba así más que con él. Sólo él conocía mi verdadera sonrisa. Además, la manera en que lo miraba…
Pero no iba a imaginar que él se me adelantara tan pronto. Me refiero a que de pronto habló, rompiendo el silencio que nos rodeaba.

—Sasuke… —Musitó mientras me miraba fijamente.
— ¿Sí? —Cuestioné igual que él: en un susurro.
—Yo… —Miró mis labios, podía notar como me pedía a gritos que suprimiera la maldita distancia entre nosotros.
— ¿Tú? —Necesitaba que lo dijera… ¡Tenía que decírmelo!
—Te… amo… —Finalmente lo dijo. En mi rostro se dibujo la sincera sonrisa que sólo él conocía y comencé a acercármele lentamente.
—Yo también, Dobe —Susurré de última instancia, ocasionando que también sonriera.

Estábamos ya a tan sólo un par de centímetros de distancia. Podía sentir el latir de su corazón sobre el mío, su respiración en mi nariz. Seguramente era uno de los momentos que más había anhelado en mi vida; la adrenalina que sentía extrañamente estaba al máximo y al parecer la de él también.
De un momento a otro, eliminé la distancia entre ambos finalmente besándolo con pasión; pero no sin antes decirle al oído:

—Feliz cumpleaños, Naruto…

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Es todo xD
A mi gusto, pudo haber quedado mejor; pero creo que no soy muy buena escribiendo yaoi >.<

Esta historia tuvo varios intentos fallidos xD
Escribí tres historias distintas, inacabadas por cierto, (Otro one-shot y un drabble) y finalmente ésta fué la ganadora haha.
Bueno, espero que te haya gustado Sam ^^ lo hice con mucho cariño y así :)
Aunque no alcancé a acabarlo para que me lo betearan, lo siento u___u

Humm bueno, finalizo.
Espero les haya gustado y gracias por leer :)

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