Explícito Favores y Borrachera (Vanessa x Noelle) [Black Clover] [One-shot]

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Emilion, 21 Noviembre 2020.

  1.  
    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

    Aries
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    Escritor
    Título:
    Favores y Borrachera (Vanessa x Noelle) [Black Clover] [One-shot]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5112
    Sinopsis: La mayoría de las noches en la base de los toros negros son siempre muy animadas y enloquecidas por todos los integrantes, sin embargo, en una noche tranquila se puede generar un evento tan inusual. Dos chicas y una botella de alcohol pueden provocar calor y lujuria. Vanessa le enseñará a la inexperta Noelle lo que siente una mujer en el sexo, dando una clara enseñanza del placer.

    Aclaración: Black Clover no me pertenece, es de su creador "Yuki Tabata". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros de su magistral obra.

    Favores y Borrachera.jpg

    "Favores y Borrachera"

    Fue una noche un tanto peculiar en la base de los toros negros. En la sala de reuniones estaba la bruja de los hilos Vanessa Enoteca, vestida solo con sus bragas de encaje rojo oscuro y sujetador a juego, dormía muy cómodamente en el sofá sin preocuparse por ser interrumpida. La razón es muy simple. Todo el lugar estaba abandonado y por primera vez había una extraña sensación de paz.

    Los miembros de su orden estaban divididos y todo parecía indicar que no regresaría por esta noche. Su amado y adorado capitán se llevó a todo el grupo masculino a un lugar secreto solo para hombres, mientras Charmy arrastraba a la pobre de Grey a una exótica aventura en el bosque para buscar nuevos ingredientes.

    Solo estaba ella, Henry y...

    —¡¿Por qué no me dejaron ir con ellos?! —fue el grito de queja de Noelle mientras caminaba por los pasillos, dando vueltas sin parar.

    —Podrías detener tu caminata Noelle de lo contrario harás más polvo —dijo la mujer tranquilamente mirando a la joven realeza detenerse.

    —Pero...

    —Sin peros —la interrumpe levantando su cuerpo para estar ahora sentada—. El capitán Yami nos dijo que solo los hombres pueden asistir. Lo más probable es que se trate de apuestas o desafíos estúpidos para demostrar su hombría.

    —Entonces, ¿por qué fue Nero?

    En eso Vanessa se olvidó por completo de la ausencia de la nueva integrante.

    —Supongo que nadie se dio cuenta de que estaba con Asta como anti-pájaro —trató de justificar vagamente.

    —Pero eso es injusto.

    —Tranquila. Estoy segura de que el lugar donde están son atendidos solo por hombres y no creo que Nero quiera transformarse en su forma humana sabiéndolo.

    —Ahora que lo dices, tienes razón —en eso Noelle se relaja.

    —Solo confía en mí —de repente se le ocurrió jugarle una broma traviesa—. Además, no debes preocuparte ya que Asta no verá a ninguna chica.

    De repente, las mejillas de Noelle comenzaron a ponerse de un rojo intenso.

    —¡Y-yo no estoy preocupada por ese idiota! —sus palabras se ven alteradas mientras su boca y sus manos tiemblan ante la idea de una cita entre Asta y Nero.

    Vanessa rió internamente ante la reacción de la joven.

    —Vamos. Es sólo una broma —en eso se le ocurre una idea para despejar la mente de la chica—. ¿Por qué no nos sentamos en el bar y hablamos un poco?

    —Está bien —aceptó mientras trata de calmar la agitación de su corazón—. Pero que quede claro que no me preocupa lo que haga idiotasta.

    —Claro. Claro —ella le responde nada convencida.

    Una vez que ambas estuvieron sentadas, Vanessa le ofreció un vaso mientras sostenía una botella de licor en su otra mano, a lo que Noelle se congela en su lugar y luego se niega a beber el contenido alcohólico.

    —No seas aguafiestas. Es solo un vaso para amenizar la conversación —dijo alegremente mientras llenaba ambos vasos.

    —Dices eso pero siempre terminas exagerando —menciona al recordar los múltiples incidentes vergonzosos de la mujer, el más bochornoso fue dejar su ropa interior tirada en algún rincón de la base y a la vista de los demás.

    —Te aseguro que solo será un vaso, nada más.

    Noelle la miró con un poco de sospecha, pero luego suspira.

    —De acuerdo. Pero solo un vaso.

    —Por supuesto —afirma tomando un pequeño trago junto con su compañera de cabello plateado—. Ahora por dónde comenzamos.

    -O-O-O-O-O-

    —¡¿Por qué ese idiota de Asta no me presta atención?!

    Noelle vertió todo ese líquido ámbar por su garganta sin pensar. Después de probarlo por un momento y notar el sabor amargo y áspero del licor de mala calidad deslizándose por su garganta, decidió tomarlo de inmediato. Tenía un sabor muy fuerte, pero era solo un atajo a los efectos esperados.

    Dejó su vaso vacío con determinación en la barra, pero su rostro era el claro reflejo del disgusto. Abrió la boca sin evitar hacer una mueca de asco y arrugó la nariz.

    —Siempre que voy con él aparece alguien que me lo quita —continuó, siendo escuchada por la mujer que aún estaba sobria—. ¿Por qué idiotasta tiene que estar rodeado de tantas chicas?

    Había pasado dos horas desde el primer trago y Noelle ya estaba muy borracha. En un principio empezaron a hablar de cosas triviales como el gran avance de su orden o la importancia que tendrían en la futura batalla contra el reino de Pica. Luego, más tarde, la joven realeza comenzó a relatar sus problemas sentimentales de la nada.

    —Te entiendo. La competencia es bien dura —dijo sinceramente.

    Y después de saborear un trago, vino otro. Noelle sintió que la bebida comenzaba a subir poco a poco a su cabeza. No estaba mareada, pero estaba un poco caliente. La conversación con Vanessa fluyó. Fue sorprendente lo interesante que fue contar sus problemas románticos. Vanessa parecía muy relajada con la joven y ella estaba de la misma manera. Le gustaba poder hablar honestamente usando todo lo que guardaba dentro sin tener que divagar con excusas para cambiar de tema.

    Noelle estaba mirando esos delgados labios moverse, pero hacía tiempo que había dejado de escuchar lo que decían. El movimiento era casi hipnótico, o no sabía si era por el alcohol, pero le parecía que debían ser sabrosos.

    «Un momento... ¡Qué diablos estoy pensando!», pensó muy alterada tratando de recuperar el sentido común en su cuerpo.

    —¿Pasa algo, Noelle? —Vanessa preguntó debido a su repentino silencio.

    —N-no, no me pasa nada. Sigue hablando —dijo tratando de sonar normal mientras su cabeza se marea un poco pero sabía cómo controlarlo.

    Vanessa le hace caso y prosigue a contar de su gran rivalidad con la capitana de las rosas azules.

    Media hora después.

    Noelle se echó a reír a carcajadas acompañada de Vanessa, quien parecía muy divertida por la situación. En cuanto a la mujer de los hilos, se sentía muy cómoda con su compañía. Había visto muchas veces a la joven de ojos rosados ser tan seria y mostrar buena moral por sus nobles costumbres, pero nunca habían accedido a hablar de cosas personales y disfrutaba hablar con ella tan abiertamente. Estaba descubriendo nuevas facetas en su compañera que hasta ahora no conocía.

    —Cómo desearía que ese idiota solo me viera a mí —dijo la joven en voz baja mientras descansaba los brazos sobre la mesa.

    Vanessa sintió que se le partía el corazón. El pobre Asta no sabía la suerte que tenía de tener a una chica así. Realmente quería ir a ayudarla con su problema. Pero, ¿cómo lo haría?

    Solo quedaba una cosa que podía hacer por ella.

    —Hay una manera de superar a las demás y posiblemente tener la atención de Asta —ella respondió no muy convencida con su idea.

    —¡De verdad! ¡Dime! —exclamó toda emocionada.

    Vanessa sintió que todos los pelos de su piel se erizaba y un escalofrío recorrió su espalda.

    —Claro. Pero estarás de acuerdo con la idea.

    —¡Sí! Cualquier cosa para llamar la atención de idiotasta.

    Sus palabras fueron completamente sinceras. Podía entender que el amor te vuelve idiota o desesperado, esas cosas suelen pasar, lo que no entendía era el grado de Noelle de querer la atención de Asta y aceptar lo que sea.

    «Supongo que es el primer chico del que se enamora»

    Vanessa miró fijamente su rostro blanquecino despertando una vieja fantasía adolescente que pensó que estaba enterrada profundamente dentro de ella. Nunca se atrevió a contárselo a nadie, pero desde que tenía dieciocho años, había podido experimentar su primer contacto sexual con una chica desconocida mientras estaba en una misión fuera del reino. Una noche de borrachera y a la mañana siguiente te despiertas desnuda con alguien del mismo sexo. ¡Qué ironía de la vida! Esa compañera de cama nunca insinuó nada, ya que sabía que estaba fuera de su alcance, pero se fue de allí toda avergonzada y nunca más la volvió a ver.

    Pasó los últimos años desde aquella noche loca, a lo que Vanessa anhelaba en secreto volver a hacerlo, fantaseando con lo que sería tener sexo con una mujer, aunque claro que era solo un fetiche ya que le atraían los hombres. Siempre pensó que estaba un poco loca, ya que precisamente no era algo normal. Por supuesto, pensó que estaba un poco trastornada por pensar en esas cosas, pero imaginarlas la hacía increíblemente deseosa. Luego, con el paso del tiempo, terminó enterrando esas fantasías irrealizables dejándose caer en el mundo real.

    Hasta ahora...

    —Lo primero será que te sientes en el sofá. Yo te guiaré y escucharás todo lo que te diga, ¿de acuerdo? —le indicó algo ansiosa.

    Vanessa la había invitado a cambiar de lugar. Noelle había aceptado sin pensarlo mucho, deseaba por una vez en su vida no pensar demasiado y dejarse llevar por sus emociones.

    La joven se dejó caer en ese cómodo sofá acompañada de su compañera.

    De repente, se quedó congelada en su lugar. Sus mejillas empezaron a ponerse tan calientes y su cuerpo se sacudió durante unos segundos. La razón fue que Vanessa comenzó a manosear sus pechos, podía sentir que su cabeza se nublaba y su visión se volvió algo borrosa, pensó que podría desmayarse por esa nueva y desconocida sensación.

    —¿Qué estás haciendo?

    —Relájate Noelle. Intenta imaginar que soy Asta.

    —E-está bien —respondió tratando de reprimir un sonoro gemido.

    Y de esa manera Vanessa continuó con su trabajo.

    En el rostro de la mujer que normalmente le revelaba apoyo mutuo, reflejó un claro sentimiento. ¿No era emoción en su rostro? Tampoco lo sabía con certeza. No sabía cuántos vasos llevaba encima para estar haciendo esto, pero lo más difícil era mantener la máscara de orgullo en su rostro.

    Noelle podía sentir su corazón latiendo muy rápido en su pecho. ¿Por qué estaba tan nerviosa? ¿Fue porque estaban solas en la base? ¿Fue todo esto porque aceptó que otra chica le toque su cuerpo? Ella miró sus dedos todavía temblando y lo apretó con fuerza.

    —Te gusta lo que hago.

    —No lo sé. Se siente muy extraño —y sin querer soltó un gemido.

    —Que hermosa voz tienes cuando estás excitada —la molestó un poco.

    —N-no lo estoy. ¡Ah...!

    —Claro. Claro.

    Luego extendió su otra mano para tocar el cabello plateado de Noelle, pasando sus dedos por su suave cabellera. Vio que el enrojecimiento de la muchacha se aumenta por su rostro y rápidamente retiró su mano.

    La rápida sensación de su mano en su cabello hizo que Noelle se tambaleara. ¿Qué le sucedía a ella? ¿Por qué se sentía así? La única otra persona por la que tenía sentimientos era Asta y de alguna manera esto se sentía más fuerte. Estaba tan confundida y en cualquier momento estaba segura de que se desmayaría, pero hasta que eso sucediera quería seguir pasando tiempo con Vanessa. Las dos generalmente mantenían la distancia cuando pasaban el rato, pero tener contacto de piel con ella era tan diferente y la hacía querer más.

    —Ahora es tu turno de que toques mis pechos.

    —¡Eh!

    —Vamos, Noelle. No creerás que serás la única que sienta placer. También podrías pensar que estás tocando el pecho de Asta —intentó excusarse aún sabiendo lo pésimo que sonó.

    —De acuerdo. Lo haré —accedió mientras tomaba valor para lo que haría.

    La joven realeza pasó libremente sus manos por los pechos de Vanessa que aún estaban cubiertos por el sostén.

    —Hazlo con gentileza —le aconsejo puesto que la joven estaba apretando demasiado sus atributos sin ninguna delicadeza.

    Noelle asintió y ahora toca los pechos de su compañera con el mayor cuidado posible.

    Pasaron los minutos y las dos chicas respiraban al mismo tiempo. Ambas se sonrojaron tanto que las hizo sentir como si estuvieran en llamas. Ninguna de ellas pudo encontrar las palabras para hablar, especialmente Noelle, que no quería arruinar las enseñanzas que la bruja le estaba dando.

    —Es suficiente Noelle.

    Al escucharla, ella se detuvo.

    —¿Hice un buen trabajo?

    —Lo hiciste bien —le respondió, haciendo muy feliz a la joven realeza.

    —¿Ahora que sigue?

    Vanessa reflexionó un rato y se le ocurrió una idea muy atrevida. Se levantó de su asiento para arrodillarse a la altura de las rodillas de Noelle.

    —Se me ocurre elevar un poco tu enseñanza, pero primero tenemos que quitarte esto —y en un rápido movimiento con las manos deslizó las bragas de la joven hasta que se la quita a su dueño, quien mira la situación en estado de shock.

    Noelle dio un pequeño grito de sorpresa y se quedó clavada en su asiento. ¿Había sucedido eso realmente? ¿Era lo que pensaba o era sólo la ilusión de una borracha? ¿Su compañera de orden le había quitado su única ropa interior? Cuando movió sus manos para comprobarlo, ella se sonrojó demasiado al sentir su zona íntima desprotegida.

    —¡¿P-por qué hiciste eso?! —preguntó muy molesta mientras cubría su intimidad. Comenzó a respirar más lentamente, tratando de calmarse un poco. Esto la había tomado tan desprevenida.

    —Tranquila Noelle. Es parte de tu entrenamiento cuando llegues a un punto muy especial con Asta y así estés preparada para no arruinarlo —le explica mientras deja las bragas de la joven tiradas en el suelo.

    En eso Noelle comienza a pensar en la situación, pero las imágenes de Asta compartiendo momentos con las diferentes chicas que conoció comenzaron a nublar su juicio.

    —Yo... Yo lo entiendo. Entonces sigue enseñándome.

    Al tener su permiso, Vanessa separó sus delicadas manos y le levantó la falda para dejar al descubierto su vagina. Comenzó a inspeccionar, notando que no tenía mucho vello púbico y abriendo un poco los labios ante la mirada muy avergonzada de Noelle, y luego se dio cuenta de lo bien cerrada que estaba.

    —Nunca te has masturbado, ¿verdad?

    —P-por supuesto que no. Yo no haría algo tan desagradable. ¡Soy de la realeza! —ella respondió muy ofendida por ese tipo de pregunta.

    Vanessa no pudo ocultar su sonrisa ante la ocurrencia de Noelle. A pesar de estar borracha, todavía no podía eliminar su personalidad altiva, incluso cuando ella misma acepta sus enseñanzas sobre el sexo.

    —Entiendo. Entonces haré que tu vagina inexperta sienta el tremendo placer de un orgasmo —dijo con mucha determinación acercando su rostro.

    —¡¿Qué?! ¡Ah...! —no pudo seguir hablando cuando sintió que algo invadía el interior de su intimidad. Sus ojos se abrieron de golpe cuando vio la cabeza de Vanessa muy cerca y solo pudo imaginar lo que estaba sucediendo.

    Inmediatamente, la joven de cabello plateado cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás. La lengua de la bruja era como electricidad corriendo por todo su cuerpo. Sintió que su corazón iba a explotar en cualquier momento, mientras que su cerebro deja de razonar y se ve atrapada en el instinto carnal.

    Los ojos de Noelle se abrieron de golpe cuando comenzó a sentir algo en el estómago y no era la sensación de vomitar. Miró a Vanessa para ver que sus ojos estaban más cerca, como si la estuviera acechando. Sintió que sus piernas colapsan e inmediatamente guió su mano para cubrir su boca y así evitar gemir. El fuego en su cuerpo le hizo sentir que en cualquier momento podría estallar en llamas. Antes, su cerebro hacía un millón de preguntas sobre lo que estaba haciendo, ahora estaba completamente en silencio, incapaz de formar un solo pensamiento coherente. Todo lo que podía sentir era deseo y más deseo.

    Antes de que supiera lo que estaba sucediendo, Vanessa deslizó su lengua más dentro de ella mientras su mano jugaba con su clítoris.

    —Abre las piernas un poco más.

    Noelle obedeció, jadeando levemente ante la nueva sensación y dejando escapar un pequeño gemido. Sin querer, utiliza ambas manos y agarro la cabeza de Vanessa para que sea más profunda. Ella captó su acción y continuó con su cometido. Noelle siguió acercándola más, dejando salir pequeños gemidos audibles en la sala de reuniones.

    Y luego sucedió lo inevitable. El interior de Noelle estalló en una sensación agradable y fugaz. Comenzó a correrse mucho mientras su voz gritaba de felicidad por su primer orgasmo dado por la lengua de Vanessa, quien comenzó a lamer la muestra de la joven.

    —Delicioso —se dijo para sí misma respirando con algo de dificultad—. Parece ser que las chicas vírgenes saben muy bien.

    Vanessa se puso de pie y miró a la chica de cabello plateado, quien gira la cabeza para mirar hacia otro lado. Se veía tan confundida, se veía tan herida. La mujer se mordió el labio tratando de pensar en algo reconfortante que decir. Parece que se dejó llevar demasiado e hizo que Noelle se arrepintiera.

    —Supongo que lo dejaremos para...

    —¡No!

    Ese grito la asombra, pero más con lo que dice a continuación.

    —Por favor, Vanessa. Enséñame más —suplicó, incapaz de ocultar su emoción. Quería volver a sentir esa gloriosa sensación de liberación.

    La bruja abrió los ojos y se quedó mirando los ojos ansiosos de la joven realeza.

    —No te preocupes Noelle. Te enseñaré todo lo que necesitas para dejar a Asta con la boca abierta —dijo con una sonrisa de complicidad mientras tomaba su mano y la levantaba del sofá—. Pero primero iremos a un lugar más privado.

    —Sí —respondió ella muy animada.

    De esta forma ambas abandonaron el lugar y se dirigieron hacia las escaleras.

    -O-O-O-O-O-

    En la habitación de Vanessa.

    Como había dicho, le iba a enseñar todo. Y ante los ojos de la mujer, pudo contemplar el cuerpo desnudo e inocente de Noelle de arriba a abajo en su cama, también estaba desnuda pero sentada en una silla, mirando a la joven avergonzada que cubría sus voluptuosos pechos con sus manos.

    —Noelle, quita tus manos —le ordenó.

    Noelle, insegura y sumisa, obedece sus palabras.

    Ante eso, la mujer se levantó de su lugar y se acercó a ella. Humedeciendo su dedo con su saliva, comenzó a hacer un camino desde el ombligo de Noelle quien chilló de sorpresa. Cuando su dedo tocó el pezón izquierdo, ya erecto, no pudo resistir y de un bocado lo atrapó.

    Vanessa sonrió y comenzó a rodear el pezón con la lengua, estimulando la zona y haciéndola más dura. También estaba masajeando el pezón derecho con la mano derecha, provocando el mismo efecto. Los pequeños chillidos de Noelle se estaban convirtiendo en gemidos. Luego la mujer bajó la boca a su propio pecho y comenzó a chuparlo. Noelle soltó un gemido constante mientras jugaban con ella. Pronto, Vanessa se acercó a su seno derecho y le dio el mismo tratamiento. A Noelle pareció gustarle esto mientras seguía gimiendo cuando lo hacía. Cuando se detuvo, miró el rostro sonrojado de la joven.

    —V-Vanessa... —ella gimió, su voz se quebró y su corazón se aceleró.

    Noelle, inevitablemente, gimió más fuerte, cerró los ojos y comenzó a abrir las piernas desnudas para que Vanessa las acariciara. Pero en cambio usó su otra mano disponible para jugar con su vagina que ya estaba toda mojada.

    —¡Vanessa! —gimoteo recibiendo otro maravilloso orgasmo.

    La mujer de cabello rosa comenzó a saborear los fluidos de Noelle mientras tocaba su propia vagina que también estaba húmeda. Vanessa supo jugar, cómo excitarla, cómo transportarla a ese mundo donde la inmoralidad y las relaciones prohibidas no existían. Ese pequeño espacio donde podían sentir la verdadera lujuria sin restricciones, donde nadie las criticará ni las miraría con desprecio o extrañeza.

    —¿Estás segura de continuar? —le preguntó queriendo comprobar su respuesta.

    —Ya te dije que sí —le respondió toda roja y agitada—. Solo recuerda que sin besos en la boca. El resto me lo puedes enseñar con gusto.

    —Estoy de acuerdo —le sonrió aceptando su idea de no besar. Después de todo, todavía se sentía atraída por los hombres y esto solo era tener sexo entre amigas.

    El hermoso rostro de Noelle se exaltaba y sus senos se elevaban con cada respiración. Su cabello plateado junto con sus dos coletas que iban a ambos lados de su rostro, le daban una mirada sensual y provocativa. Noelle realmente no sabía lo sexy que era. Vanessa pensó que era un verdadero problema. Sabía que la joven necesitaba abrirse un poco más en sus sentimientos si quería ganarse el corazón de Asta, pero decirle eso a la cara sería muy complicado y todo por su tremendo orgullo como noble.

    Todo lo que se necesitaba era algo de tiempo y paciencia.

    Noelle se frotó la muñeca derecha con la mano izquierda debido al frío en la habitación, provocando que la parte superior de sus brazos apriete un poco sus grandes pechos, haciéndolos lucir llamativos a sus ojos. Vanessa se colocó encima de ella, luego juntó sus propias piernas y apoyó la parte superior de su cuerpo contra su pecho para cubrir sus pezones erectos. Esa simple acción de Noelle la encendió inmensamente.

    Ambas eran chicas, y no deberían tener que avergonzarse demasiado al tener sus cuerpos juntos. Noelle lo sabía muy bien, pero sentir sus pezones frotarse contra los de Vanessa la mojó demasiado. Lo peor es que la mujer provoca esos movimientos de forma profesional que su voz no deja de gemir.

    Vanessa estaba feliz de que Noelle disfrute del sexo.

    La joven de ojos rosados agarra las sábanas con fuerza mientras Vanessa explota su sensibilidad virgen. Comenzó a gemir cada vez más fuerte a medida que ella la complacía con sus movimientos. Lo siguiente que hizo Vanessa fue levantar una de las piernas de Noelle y unir su vagina a la de ella.

    Lentamente, Vanessa comienza a balancear sus caderas, empujando hacia adentro y hacia afuera de Noelle y sosteniéndose con más fuerza. Ya sea porque se ha corrido una vez o simplemente se está divirtiendo, la sensación es mucho más intensa. Cada empuje de las caderas de Vanessa envía un hormigueo por su columna y sus gemidos se hacen más fuertes.

    —Eres tan buena en esto —Noelle dijo entre gemidos mientras arquea su cuerpo.

    —Es experiencia, cariño —la sonrisa de Vanessa es evidente en su voz, colocó una mano hacia su clítoris para provocarlo y envolver sus dedos alrededor de ella. Noelle se pone rígida, gimiendo de nuevo.

    Noelle nunca podría haber imaginado lo bien que se sentía hacer esto con Vanessa, pero al hacerlo, se le aceleró el pulso y le dio vueltas la cabeza. La mujer sintió la suavidad de los muslos y la piel de la joven, así como la forma en que se tensaron sus áreas íntimas. A medida que las embestidas de Vanessa comienzan a crecer más rápido y más insistentes, los pechos de Noelle comienzan a rebotar hacia adelante y hacia atrás para dar otro gemido desesperado.

    Su orgasmo la golpeó con fuerza; Noelle la siente apretarse incontrolablemente alrededor de su vagina, incluso mientras Vanessa continúa acariciando su clítoris y embistiendo aún más fuerte. La espiral de excitación de Noelle se aprieta más, su cuerpo tiembla mientras ella también se corre, apretándose con fuerza y gritando a través de la habitación. Vanessa sigue moviendo las caderas para sacarle hasta la última gota de placer. Finalmente, la mujer se retira y Noelle se derrumba en la cama.

    Durante un rato, las dos yacen en un cómodo silencio en la cama, recuperando el aliento.

    Vanessa cierra los ojos por unos instantes, disfrutando la sensación. Esto es lo último que hubiera esperado y, sin embargo, aquí está, desnuda, somnolienta y satisfecha, con su amiga durmiendo exhausta. Puede que su vida sexual no sea un desperdicio total. En eso, decide acomodar a Noelle para que tenga espacio y se mete en la cama y luego se cubre con las sábanas, esperando que el sueño también la venza.

    Esa fue una noche de chicas increíble.

    -O-O-O-O-O-

    En esa extraña cama dormía tranquilamente Noelle Silva. La joven se despertó con un terrible dolor de cabeza y su boca apestaba a alcohol. Levantando una parte de su cuerpo y limpiando la baba que dejó caer sobre la almohada. Sus ojos comenzaron a abrirse pesadamente al sentir la fuerte luz del mañana.

    Cuando recupera la visión, se dio cuenta de que no estaba en su habitación.

    —¡¿Por qué estoy desnuda?! —grita alterada mientras rápidamente se cubre con las sábanas.

    —Oye. Yo tambien quiero taparme —se queja la mujer a su lado que quiso evitar la luz a toda costa mientras se recuesta en sentido contrario a la ventana.

    La mente de Noelle era un completo desastre. Miró con gran consternación a su compañera durmiendo a su lado, también desnuda, y luego aparecen pequeños fragmentos de memoria en su cabeza.

    —¡¿Pero qué diablos he hecho?! —grita más fuerte agarrándose del pelo.

    -O-O-O-O-O-

    Ha pasado una hora desde que Noelle se despertó en la habitación de Vanessa. La joven luego de ese incidente tomó su ropa y corrió con increíble velocidad a su habitación. Después de bañarse y lavarse bien la boca, se dirigió a la sala principal para desayunar.

    Al cabo de otra hora apareció la mujer que compartió la cama. Se veía terrible mientras sostenía una mano contra la pared para evitar caer.

    —¡Buenos días! —saludo con mucha calma, viendo a la joven desde la mesa mirándola con el ceño fruncido.

    —Nada de buenos. Necesitamos hablar seriamente sobre lo que pasó anoche —le respondió mientras bebía agua fría para quitarse el efecto del alcohol.

    —De acuerdo —aceptó sin problema, sentándose a su lado pero notando como ella se aleja un poco—. Tampoco exageres. Era solo sexo, nada más.

    —¡Y lo dices con tanta calma! —la miró con expresión molesta—. Ya no soy pura. Hicimos varias cosas que no puedo decir y lo peor es que perdí mi virginidad contigo.

    Vanessa, incapaz de contenerse, suelta una gran carcajada.

    —¿Qué es tan gracioso?

    —Eso que has dicho —dijo volviendo a su voz normal—. Tener sexo con otra chica no te hace perder la virginidad. Por supuesto si no hacen algo tan exagerado.

    —¿Estás diciendo que sigo siendo virgen? —no midió el tono de su voz, mirándola esperanzada.

    —Claro. Aunque si yo fuera tú, no lo estaría diciendo tan a la ligera —le aconsejo mientras se sirve un vaso de agua, provocando que la joven se sonroje mucho—. Además, solo te ayude para que puedas tener experiencia cuando lo hagas con Asta.

    De repente, la boca de Noelle tiembla al recordar la razón principal por la que su yo borracho aceptó tener sexo con Vanessa. Su cerebro empezó a trabajar para encontrar una excusa rápida y negarlo todo, pero fue interrumpida cuando la gran puerta se abrió.

    —¡Ya hemos llegado! —gritó Asta con gran entusiasmo, a su lado estaba Nero con una expresión estoica.

    —¡Puedes callarte mocoso! —fue la voz malhumorada de Yami mientras agarra la cabeza del chico con suma fuerza.

    —¡Buenos días, capitán! —Vanessa saludó afectuosamente desde la mesa, sin notar la mirada de sorpresa de Noelle al olvidar de lo que estaban hablando hace un momento.

    —Lo mismo digo —luego soltó la cabeza de Asta y se dirige directamente a las escaleras—. Iré al baño a cagar. Así que no quiero que ninguno de ustedes me interrumpa.

    —¡De acuerdo, capitán Yami! —respondió Asta con el mismo tono, recuperándose rápidamente del apretón que recibió.

    —Yo me iré a dormir —habló Nero transformándose y dirigiéndose a la habitación del muchacho. Sin darse cuenta de que la observa una celosa Noelle.

    —De acuerdo Nero. Nos vemos más tarde. Yo mientras haré la limpieza diaria —le informó yendo a la habitación donde están los artículos de limpieza.

    Luego, los miembros masculinos restantes aparecían agotados y muy somnolientos. Esperaron por el desayuno pero lamentablemente Charmy aún no había regresado y algunos tuvieron que servirse por su propia cuenta mientras que otros decidieron ir a su respectiva habitación.

    Mientras tanto, Noelle se sintió aliviada de que la situación de esa noche fuera olvidada por la mujer que charlaba alegremente con un demacrado Finral. Decidió pasar una nueva página en su vida y comenzar un día normal como un caballero mágico.

    —Oh, ¿y esto? —preguntó Asta con curiosidad sosteniendo una especie de pañuelo que estaba cerca del sofá. Casi sangra por la nariz cuando descubrió que se trata de una prenda íntima—. Vanessa nee-san de nuevo volvió a dejar su ropa interior en la sala.

    La mujer se voltea para ver y casi se ríe cuando reconoció la prenda íntima.

    —Lamento informarte que esas bragas no son mías.

    —Entonces, ¿de quién es? —se preguntó confuso sin notar la mirada penetrante de la chica de cabello plateado.

    —¡Idiotasta! —la voz de Noelle suena amenazadora y al mismo tiempo avergonzada mientras saca su varita mágica y lanza un poderoso torrente al chico.

    —¡Y ahora qué hice! —gritó él mientras golpea la pared y sale volando fuera de la base.

    Vanessa se queda viendo la divertida escena. Por su parte, Noelle rápidamente agarra sus bragas que cayeron al piso y luego corre directamente a su habitación ante la mirada confusa de los presentes en la sala.

    «Ella tiene un largo camino por recorrer», piensa mientras continúa con su rutina habitual.

    Esta mañana, en la base de los toros negros, estaría tranquilo pero cuando llegara la noche sería tan ruidoso como de costumbre. Y eso le pareció genial a la mujer de los hilos ya que ese es el estilo tan familiar que lo caracteriza.

    F I N

    Notas del Autor:

    Y aquí vuelvo con otro picante One-shot, esta vez siendo el yuri. Realmente me dieron ganas de escribir escenas lésbicas ya que no hay muchas historias en el fandom de Black Clover.

    Me sorprende especialmente que no haya gente que no escriba un lemon entre Charlotte y Sol, que es lo más cercano al canon del manga. Por ahora dejaré de escribir historias de un solo capítulo para centrarme en mis otros fanfics. Espero que les haya gustado y dejen sus opiniones al respecto.

    ¡Comenten que les pareció este One-shot!

    Emilion se despide de ustedes, lectores, hasta la próxima.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
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