Faster

Antes de nada debo aclarar que intenté escribir esta historia hace mucho tiempo y acabé abandonándola. Dicen que rectificar es de sabios, así que he pedido a un administrador que borre la original para comenzar de nuevo. Estoy abierto a cualquier tipo de crítica constructiva, por supuesto. Es más, ojalá las reciba xD. Tengo mis dudas sobre el público que pueda tener este long-fic...¡pero allá voy!

Prólogo (Natsu)​

120 kilómetros por hora. 130. 140. Rápido. Más rápido. Solo un poco más...

Natsu Dragneel estaba empezando a dejar atrás incluso a sus propios compañeros, los que lo acompañaban en aquella misión suicida. Avanzaban por una carretera secundaria. El GPS indicaba menos de catorce kilómetros hasta su destino, aunque hacía rato que no lo miraba. Estaba demasiado concentrado.

De pronto, sin saber muy bien dónde estaban hace un momento, varios Subaru BRZ se interponen en su camino.

—Cuento doce, ¿sabéis? —apuntó el chico que conducía un Nissan Skyline azul celeste a su derecha por medio del móvil.

Aproximadamente la mitad de los coches seguían avanzando hacia ellos, mientras que los demás se quedaron esperando atrás, solo por si los primeros fallaban en su intento de frenar a los chicos.

—Ya habíamos previsto algo así —replicó un joven pelirrojo al mando de un recién adquirido Aston Martin V12 Vantage –, abriré un camino hacia el desvío que han dejado entre ellos.

Era una suerte contar con el nuevo coche de Loki justo ahora. Con su increíble velocidad punta podría abrir una brecha para que sus amigos pasaran, aunque ellos tendrían que compensar su falta de aceleración con un empuje de óxido nitroso.

Natsu empezó a frenar para dejarlo pasar primero como habían planeado, al tiempo que abría el fondo secreto del asiento del copiloto para liberar la válvula de su bombona de N2O*. La conducción ejercida por Loki para salvar los coches enemigos fue perfectamente precisa, y sus dos amigos pudieron pasar perfectamente antes de que el grupo de Subaru que quedaron atrás pudieran hacer nada. Volverían a la carretera en la que estaban en dos kilómetros y medio, si sus cálculos no fallaban.

—¿Natsu?

—¿Qué?

—Estás muy callado – inquirió Gray—. Todo va a salir como lo hemos planea...

—Estoy bien— cortó el chico tajantemente.

No estaba de humor para que le preguntaran por él mismo. Los había dejado llevársela delante de sus narices. Ella estaría ahora mismo en esa casa que odia, con ese hombre al que odia, preguntándose cuándo iría el chico del pelo rosa. No podía perder un segundo más.

Fijó su mirada en el pequeño adorno que colgaba de su espejo retrovisor. En él podía leerse la palabra 'faster'. Recordó la persona que se lo regaló. Recordó lo que significaba. No podía perder a nadie más. No de nuevo. Embrague. Quinta marcha. Nuevamente, aceleró.

—Ya voy....Lucy...

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*N2O: abreviatura de óxido nitroso. Para los que no lo sepáis, es un gas capaz de provocar alucinaciones (de hecho es el famoso “gas de la risa”), que tiene su uso en automovilismo, provocando aumentos temporales de potencia en el motor de los coches. Aparece frecuentemente en películas como Fast & Furious y en juegos como NFS o Gran Turismo.

 

1: Habitación 777 (Lucy)​

Un rayo de sol despertó a la joven chica rubia. Abrió los ojos buscando su habitación como todas las mañanas, pero esa vez se encontraba en un asiento, en el vagón de un tren que había salido la noche anterior.

Se desperezó, cogió su portátil y revisó que el papeleo de la habitación y la matrícula eran correctos de nuevo. Lucy iba a empezar su primer año en Escritura Creativa y Literatura en la Universidad de Magnolia. Su sueño era ser una famosa escritora, y quizá algún día, inspirar a otros como ella había sido inspirada por sus autores favoritos. Terminadas las comprobaciones, apagó el ordenador y vio sus ojos de color marrón chocolate reflejados en pantalla.

La voz del altavoz informó que, al menos a ella, le quedaba una hora de viaje. Sacó el libro que estaba leyendo para pasar el rato. Pertenecía a la saga de Canción de Hielo y Fuego, la cual le estaba resultando bastante larga, aunque ni muchos menos aburrida. Proponía un basto mundo que parecía crecer página a página, y ella creía que era sin duda un ejemplo de cómo hilar varias tramas argumentales en un mismo libro. Los márgenes del libro tenían anotaciones y marca páginas que indicaban cosas interesantes para ella, como fan y aspirante a escritora.

Cuando finalmente el tren llegó a Magnolia, sus piernas estaban entumecidas por el largo viaje. Quedaba aún hora y media para la recepción en la universidad, así que buscó una cafetería en la que desayunar algo. Se fijó en una pequeñita que parecía estar tranquila a esas horas de la mañana. Entró en 'Strauss Coffee' y se sentó en una de las mesas. Mientras tanto, dos chicos hablaban ruidosamente con la albina camarera.

—¡Y ese capullo creía que podía correr más que yo! ¡Ni de coña! —reía el del pelo rosa.

—Lo has contando como diecisiete veces en tres días, Natsu —se exasperó su amigo, de pelo azabache y que, por algún motivo, no llevaba camiseta—. Mira, tenemos que irnos, cóbranos.

—Dos cafés, un bollo, tres cincuenta chicos.

Salieron mientras la camarera los despedía con una sonrisa. Montaron en un coche rojo aparcado fuera, con algunos tribales negros y los cristales tintados en las ventanillas de atrás, y se fueron rápidamente.

—¡Bienvenida a Strauss Coffee! ¿Qué vas a tomar?

Lucy pidió solo café y cuando volvió la albina camarera, que, intuía por la anterior conversación, se llamaba Mira, ésta le preguntó:

—¿Esa carpeta es de la universidad? Muchos de los alumnos vienen aquí a desayunar. ¿Eres nueva en la ciudad?

La rubia no pudo si no sorprenderse por la capacidad de esa camarera para extraer información de los pequeños detalles.

—Eh...sí, voy a empezar mi primer curso aquí...

—Entonces espero verte a menudo. Si necesitas cualquier cosa llámame —contestó amablemente.

Desde luego el café estaba delicioso, y el ambiente parecía tranquilo...quizá sí que volvería asiduamente a ese lugar.

Así pues, Lucy salió de la cafetería en dirección hacia el campus. La universidad de Magnolia tenía todas las Facultades concentradas en un único y gran campus a las afueras, lleno de césped en el que sentarse cuando hacía buen tiempo y unas instalaciones muy cuidadas. Por algo era una de las universidades más reputadas del país.

Al llegar, Lucy se dirigió a la conserjería para dar los documentos correspondientes a su habitación y recoger la llave. Le habían asignado a la habitación 777. Toda una suerte, el 7, también conocido como el número de la magia, era su número favorito.

Entró a su habitación. Era medianamente grande, tenía sitio para todas sus cosas, un armario, escritorio, buena iluminación, servicio propio...Dejó su maleta ahí mismo, ya tendría tiempo de deshacerla, y se dispuso a dar una vuelta por el campus. Aún quedaban 20 minutos para el discurso del rector.

Casualmente, la biblioteca no quedaba muy lejos de su cuarto. Se dirigió rápidamente a la sección de ciencia ficción, género que había llamado su atención últimamente. Su mano tropezó con otra cuando fue a coger el siguiente libro en la saga que estaba leyendo.

—¡Disculpa! Adelante, cógelo, yo ya he leído Danza de Dragones más de una vez —una chica de pelo azul le cedió el libro amablemente. Era más baja que ella, y se recogía su larga melena con una cinta.

—Oh no, aún me queda un buen trecho de Festín de Cuervos que leer, solo quería echarle un vistazo —se apresuró a aclarar Lucy.

—¿Te gusta la lectura? Yo voy a empezar primero de Lenguas Modernas y sus Literaturas. ¡Oh, que boba soy, me llamo Levy!

—Soy Lucy, encantada —se presentó ella—. Yo también voy a primero, de Escritura Creativa y Literatura. Seguro que tenemos varias asignaturas en común, ¿verdad?

Dada la afición de ambas por la lectura, hizo buenas migas con Levy de inmediato. Resultó que su habitación estaba a pocos metros de la de la muchacha, así que tanto mejor. Se sentaron juntas en el discurso del rector. Era un hombre imponente, un ex-ministro del Consejo que habia tomado la plaza vacante de profesor de Psicología y en pocos años se había postulado para el máximo cargo de la universidad. Sin duda, un hombre de éxito.

En su discurso animó a todos a dar todo en sus estudios para conseguir aquello que persiguen. Le pareció motivador y bien redactado. Debía ser muy fácil dirigirse a unos jóvenes después de haber tenido la presión de manejar asuntos concernientes a todo un país diariamente.

Era jueves, así que al día siguiente no tenían clase, por lo que no le sorprendió que al salir hubiera gente repartiendo publicidad de una gran fiesta de comienzo de curso. No pensaba ir, pero Levy insistió y le dijo que irían amigos suyos también. Lucy no conocía a nadie en Magnolia aún, de modo que aceptó. Tampoco podía pasar nada, solo era una fiesta, lo pasaría bien.

—Quizá conozcas algún chico guapo, Lucy —bromeó su nueva amiga.

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¿Qué os va pareciendo? Se agradecen todo tipo de donaciones monetarias o en su defecto, likes xD. ¿Conocerá Lucy un guaperas? ¿Estará basado el campus de Magnolia en el de mi ciudad? Todo esto y mucho más en el próximo capítulo: El garaje.

 

2: El garaje (Gray)

Magnolia, planta -1 del pub Fairy Tail. Podría decirse que ese sótano perfectamente oculto a los clientes era uno de los lugares favoritos de Gray. Sentía la tranquilidad, y de algún modo, le recordaba a su lugar de origen, frío, apagado. Magnolia le gustaba, era caluroso, y sin embargo, era raro el invierno en el que no podía disfrutarse la nieve al menos un par de veces. Aún así, de vez en cuando recordaba el norte, lo extrañaba.

Bajó solo aquel día, 2 de Octubre, para mantener y reparar su coche, y de paso, instalar alguna pieza nueva que compró con lo que sacó de la última carrera, concretamente, un nuevo filtro de carbono, un nuevo pomo para la palanca de cambios, con botón incorporado para el uso que quisiera darle el comprador, dependiendo de como se instalara la conexión del cable que activaba y a qué lugar, y una bombona nueva de óxido nitroso. Cada veinte usos, más o menos, tenía que instalar una nueva. Afortunadamente tenían una buena reserva en su taller; solían comprar aquellas bombonas de seis en seis meses, unas treinta, diez para cada uno.

Aquel era el estilo de vida que habían escogido, callejero, y a esas alturas, vivían cómodamente, dedicándose a su afición, a sus fiestas y a competir en diferentes carreras. Ya no eran más aquellos chavales que empezaban a correr en carreras ilegales, se habían convertido en la figura dominante de ese tipo de actividades en Magnolia, y como última demostración, habían abierto un pub que rápidamente se convirtió en el más exitoso de la ciudad y se habían construido aquella cochera para ellos bajo él.

Recordó su infancia con Natsu, la primera vez que compitieron en una carrera usando el coche de Igneel y cómo casi lo destrozan. El padre de su amigo estuvo a punto de matarlos a los dos. Sin embargo, en su juvenil imprudencia, habían ganado la carrera.

Estuvieron ahorrando meses para poder participar. Se trataba de una carrera de relevos en la que, al llegar a cierto punto, piloto y copiloto cambiaban posiciones. Natsu, viéndose segundo a pocos metros de la meta, utilizó el óxido nitroso durante casi cuarenta y cinco segundos, toda una locura que no quemó el motor de milagro. Adelantaron al primero, obviamente, y casi atravesaron la pared que había tras la línea de meta. Escondieron el dinero a Igneel, y con él compraron un Honda Civic barato y algunas piezas. Y así comenzó todo...

—Deja de recordar cosas estúpidas —se dijo, mientras pasaba el cable del botón del pomo hacia las bombonas de N2O. Efectivamente, pensaba usar el botón como detonante del óxido nitroso. De esa forma no perdería tiempo a la hora de usarlo.

Tras ello, se puso a limpiar un poco de grasa bajo el capó, colocó el filtro de carbono y fue a por algo de beber a la primera planta. Se vio en uno de los espejos, todo manchado de grasa y aceite, y recordó que tenía que ir a ducharse para la fiesta a las nueve. Era el primer inicio de curso que el pub iba a hacer, puesto que tenía menos de un año, así que era importante y esperaban hacer caja con él. Eran las seis y media, aún tenía tiempo para poner a punto un par de cosillas más a su Skyline.

Era un coche precioso. El moreno había rebajado su altura todo lo que pudo para ganar velocidad y agarre en las curvas, adaptándolo un poco más a su estilo de conducción. La pintura, azul celeste, reflejaba tonos aún más claros al original, y también más oscuros, dependiendo de como incidiera la luz sobre el vehículo. Los interiores, negros y metálicos, hacían juego con los asientos deportivos, y una luz neón azul salía de debajo de éstos si al chico le apetecía. La inversión total del coche, hasta el momento, eran unos treinta y cinco mil jewels de los cuales, veintidós mil eran el precio al que lo adquirió.

Salió de allí un par de horas después, en dirección al piso que compartían Natsu, Loki y él. Al entrar y no escuchar los improperios de Natsu contra algún videojuego, preguntó a Loki:

—¿Y Natsu?

—Salió a mediodía, aunque no me dio tiempo a preguntarle a dónde. Voy a llamarlo, seguro que se le ha olvidado lo de la fiesta...

De modo que entró a su cuarto a coger algo de ropa. El dormitorio de Gray Fullbuster estaba sobriamente decorado: escritorio, armario, cama y poco más. Escogió una camiseta de manga corta con el cuello de pico, negra, unos vaqueros y fue a ducharse.

Para las ocho y media ya estaban en el club y todo estaba a punto para la fiesta; incluso ya había una cierta cola esperando para entrar, aunque no se abriría hasta las nueve. Cuando faltaban cinco minutos, mandó un mensaje a Levy y fue a buscarla a la entrada. Dio orden a la seguridad de que dejaran entrar ya a la gente, y pasaron adentro de los primeros. Si su amiga viniera sola, simplemente habrían entrado antes que todo el gentío, pero hoy traía a una chica nueva, y no sabía si sería muy inteligente demostrar delante de ella que, de algún modo, eran dueños del exitoso local.

De modo que solo faltaba Natsu por llegar.

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Va, va, va, esto sigue. Tengo UN like wiiiiiiiii. Muchísimas gracias, nAluRules. De momento estoy presentando cositas, ojito al rollo gangsta que se traen nuestros protagonistas xD. Así que...¿Llegará tarde Natsu? ¿Dónde demonios está? ¿Si Gray es del norte, es gallego? ¿Os imagináis? Todo esto y mucho más, en el tercer capítulo: Fairy Tail.

 

3: Fairy Tail (Natsu)

Uno, dos, tres coches adelantados. Cuatro. Natsu Dragneel avanzaba a ritmo de Black Sabbath por la autopista Clover-Magnolia. Cinco coches adelantados. Había ido a Clover hacia las doce de la mañana para competir en la carrera de ese día, que se celebraría a las seis. Alguien había comprado un cierto espacio de tiempo a la policía para correr con tranquilidad. Cinco coches adelantados...y un camión.

Lo que nadie se esperaba es que el tiempo comprado fue insuficiente para terminar, al menos para la mayoría. Natsu iba en cabeza, a mucha distancia del segundo y pocos segundos después de pasar la línea de meta, reconoció el sonido inconfundible de las sirenas de la policía. Debía darse prisa. Vio por el retrovisor que la mayoría de los coches se habían quedado esperando a los participantes que no habían terminado para detenerlos. Sin embargo, dos se dirigieron hacia él, y seguramente tendrían refuerzos estratégicamente colocados a lo largo de toda la ciudad para los que lograran escapar de la acometida inicial de las fuerzas de la ley. El chico pisó un poco más el acelerador de su Mitsubishi Lancer Evolution X.

—¡Y una mierda vais a cogerme!

Aquel coche era su posesión más valiosa, junto con su inseparable bufanda, la cual era lo único, a excepción de algunas fotos, que conservaba de su anterior vida, los años que pasó con su padre. Unos maravillosos años en la costa. El coche lo había comprado con grandes esfuerzos un año atrás. Por aquel entonces no podía gastarse ese dinero tan a la ligera.

Despistó a los policías zigzagueando a través de algunas calles bastante estrechas para que no supieran su verdadero objetivo: la autopista. No le costó mucho alcanzarla y para cuando lo hizo, “la madera”, como Igneel solía llamarlos, ya no lo seguía.

En ese momento, recibió una llamada. Descolgó su móvil, el cuál quedaba conectado siempre automáticamente al manos libres, gracias a una plataforma que Loki había instalado tanto en su coche, como en el de Natsu y Gray. Era de mucha utilidad para comunicarse durante persecuciones o carreras largas.

—¿Natsu? No se te ha olvidado la fiesta que hemos preparado esta noche, ¿verdad? —la voz de Loki ya parecía conocer la respuesta.

—¡Mierda! ¿¡Era a las nueve en punto, no!?

—Como sea, ¿dónde estabas?

—He ido a la carrera en Clover de hoy. No ha sido nada difícil, aunque los cabrones de los pitufos han venido a joder antes de tiempo. ¡Seis de los grandes en efectivo! —se jactó.

—Pues entonces esta noche invitas tú.

—¿Por qué coño tenemos que pagar en nuestro propio pub? —hacía mucho que sus amigos perdieron la cuenta de las veces que preguntó eso —Son las ocho y media, me quedan unos cuarenta kilómetros...llegaré diez minutos tarde, tengo que ducharme antes de ir para allá.

Nueve horas, ocho minutos y cincuenta y siete segundos, un joven de cabello rosa, vestido con una chaqueta de cuero desabrochada, unos vaqueros y una camiseta de uno de sus grupos de rock favoritos entra en el pub Fairy Tail.

El pub del cuál eran dueños (aunque no todo el mundo que iba sabía eso, casi cualquiera que saliera habitualmente por Magnolia podría deducirlo) era grande para ser un pub, aunque se quedaba corto para llamarlo discoteca. Tenía tres alturas diferentes, varios reservados y una segunda planta a la que solo ellos y sus invitados más privilegiados tenían acceso. La barra se colocaba en la zona central, de manera que se pudiera llegar bien desde cualquier sitio.

Natsu miró hacia arriba y al ver la puerta sin la señal de que estaban ahí, supuso que sus amigos estarían en esa esquina que tanto le gustaba a Loki porque “podía ver a todas las chicas con un simple vistazo”. Solían girar un cartel concreto de los que había junto a la puerta cuando estaban dentro, y lo colocaban bien cuando no había nadie allí. Principalmente hacían esto porque la caja fuerte se situaba ahí.

Efectivamente estaban donde él creía. El pelirrojo se sentaba el primero para poder salir en caso de divisar un “objetivo”. Gray acababa de llegar allí con cervezas para todos. Levy estaba ahí también, algo nada sorprendente, pese a su apariencia, le gustaba ese ambiente como a ninguno. Y junto a Levy...una preciosa rubia, enfundada en un vestido verde, ni muy corto, ni muy largo, que no parecía barato. Natsu no la conocía de nada, y sin embargo, tenía la sensación de que sí...

—¡Hey!

—¡Cabrón, si decimos a las nueve, ven a las nueve! —le espetó Gray nada más verlo.

—Venga, yo invito esta noche, calla la boca, stripper.

—Natsu, esta es Lucy, la he conocido hoy en nuestro primer día de universidad —presentó Levy.

Claro, por eso no habían subido a la segunda planta. Quedaría raro que unos chicos de diecinueve o veinte años fueran los dueños del pub más exitoso de una ciudad como Magnolia. Aunque por alguna razón, sentía que aquella chica, Lucy, podía ser parte de su grupo en un futuro.

—Encantada, soy Lucy —le sonrió ella.

—Oh, sí... – ¿por qué no dejaba de pensar que la conocía de algo?

“Imaginaciones tuyas, Dragneel”.

Así transcurrió la noche. Lucy no tardó en descubrir el lado oscuro de Levy, a partir del segundo Dyc con Sprite, Natsu jugaba al billar por parejas junto con Gray contra dos desconocidos, Loki llevaba rato desaparecido, aunque de vez en cuando se le veía hablar con otra chica y volvía a desaparecer. Lucy andaba de acá para allá. Finalmente, se detuvo junto al billar, a tiempo de ver la última jugada, que proclamó a sus nuevos amigos vencedores.

—¡Sí! Buena partida tíos —se despidió Natsu de los vencidos.

—Salgo a fumar —avisó Gray.

—Parece que solo quedamos nosotros dos —comenzó Lucy la conversación, un poco cortada.

Normalmente, Natsu no reaccionaba de manera distinta con una chica que con un chico. Por el contrario, con aquella rubia, algo lo inquietaba un poco. Debía reconocer que estaba un poco nervioso por haberse quedado solo con ella un momento; no podía quitarse de la cabeza esa sensación de haberla visto en algún lugar, y desde el accidente de Lisanna, apenas había hablado con alguna chica que no fuera Levy.

—Eso parece...sí...¿entonces estudias con Levy, no?

Tampoco es que fuera un completo inútil, podía mantener una conversación con ella hasta que los demás volvieran y la cosa se relajara. O al menos eso esperaba.

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Tercer capítulo, introduciendo elementos de la historia. Siento que quizá he cambiado de escenario algo repentinamente, pero la verdad quería mostrar a Natsu conduciendo ya >.<. Efectivamente cada capítulo está centrado en un personaje o visto desde su punto de vista. Reviews, reviews, las reviews me dan la vida. ¡Si me muero no hay historia! Sin más dilación...¿Se atragantará Natsu si tiene que hablar con Lucy más de diez minutos? ¿Volverá Gray al interior del pub sin ropa? ¿Acaso Levy sufrirá un coma etílico? Todo esto y mucho más, en el próximo capítulo.

 

4: La primera noche en Magnolia (Lucy)

Gray había salido a fumar, Levy llevaba ya un rato desaparecida, al igual que Loki, aunque todos sabían lo que estaría haciendo éste. De modo que Lucy estaba sola con Natsu, al que acababa de conocer, y no sabía muy bien de qué hablar con él.

—¿Entonces estudias con Levy, no? —le preguntó él.

—Oh, sí...esto...bueno no es exactamente lo mismo, pero las dos tenemos asignaturas de Literatura, así que...

Natsu calificó la lectura como algo “aburrido” y que hacía muchos años que no practicaba, aunque esto no importó a Lucy dada la cantidad de jóvenes no lectores que había conocido. De hecho lo raro era haber encontrado a Levy, alguien como ella.

De algún modo estuvieron un rato hablando, pidiendo copas, y fueron soltándose el uno con el otro, cada vez más animados. Cuanto más hablaba con él, más le interesaba. Ese chico le caía bien.

—¿Y entonces, como os conocisteis todos? —ya que eran sus únicos amigos en la ciudad, empezó a preguntar ese tipo de cosas.

—Bueno... —el chico bebió un poco de su copa, Ballantine's con Red Bull antes de contestar —Gray y yo nos conocemos desde el colegio, más o menos cuando yo tenía siete años y me acababa de mudar...

—¿No has vivido siempre aquí? —preguntó ella, curiosa.

—Antes vivía en la costa, mi padre y yo nos mudamos aquí hace más de diez años —por algún motivo, la rubia detectó una punzada de dolor en Natsu al hablar de su padre —.

—¿Y Levy y Loki?

—A Levy también la conocemos desde el colegio. Loki llegó aquí en nuestro último curso de instituto, es un año mayor que nosotros, lo conocimos...una noche, por ahí. Desde entonces está con nosotros, y no se ha ido aún —bromeó.

A las dos y media, Lucy estaba bastante cansada y le dijo que se iba a casa. Rápidamente, Loki (había vuelto súbitamente enseñando unas fotos a Gray en su móvil, orgulloso) empujó a Natsu hacia delante para que acercara a la chica a su piso.

—¡De acuerdo, de acuerdo! Yo también voy a irme ya...Voy a pagar Lucy, espera un momento.

—Voy saliendo —le contestó ella.

Fuera divisó a Levy, sentada en la acera en un estado lamentablemente ebrio. Se acercó a ella, pero antes de llegar a ella, unas manos fuertes la agarraron y la llevaron al callejón tras el pub.

—¿¡Natsu!?

—¿Quién? Ah, debe ser el imbécil con el que llevas hablando toda la noche. ¿Es tu novio? —desde luego esa voz burlona no era la de Natsu.

Se trataba de un hombre de unos veinticuatro años, con una enorme cresta roja y más piercings de los que Lucy pudo contar. A su lado se encontraban dos chicos, con cabellos igualmente llamativos, vestidos de cuero y musculosos.

—Preciosa, no jodas e intentes resistirte, encima de que llevamos toda la noche esperando a que te separes de él. Tienes un cuerpazo, sí... —la miró de una forma analítica, asquerosa, pasando la lengua por sus labios, llenos de metal—. Alguien pagará una buena suma por ti, eso está claro – sentenció.

—¿Pero qué dices? ¡Suéltame o llamo a la policía!

—¡Ja, corre, hazlo! Muy pronto estarás en algún tren camino a satisfacer los fetiches de algún viejo ricachón, así que cállate, put... —Lucy sintió liberado el peso sobre su cuello y sus hombros, y el hombre que la sujetaba salió volando sin terminar la frase.

—¿Te han hecho daño? —le preguntó Natsu, visiblemente enfadado, aunque con voz tranquila.

Lucy negó con la cabeza, asustada, y los otros dos compañeros del primero sacaron una navaja y puños americanos.

—Na-Natsu, mejor vamonos...

—¡Hazle caso a la rubia, maricón! —uno de ellos se lanzó a por él.

Fue tan rápido que ella no pudo verlo. Natsu lo golpeó con un gancho que lo elevó unos centímetros en el aire, lo cogió por el cuello de la chaqueta y lo empujó contra su colega, dejándolos a los dos inconscientes sobre el que parecía el jefe. Todo ello con suma facilidad.

—Natsu, ¿qué cojones está pasand...? —Gray y Loki habían salido, probablemente alguien dentro los había avisado.

—¡Desgraciado, vas a suplicar por tu vida! —dijo el jefe, que al parecer, no estaba del todo aturdido —¡Soy Salamander, cabrón! ¿Sabes con quien te has metido?

Natsu, que llevaba de la mano a Lucy, se giró lentamente para mirarlo. Volvió a voltear, en dirección a su coche junto con la rubia, que no había notado el gesto imperceptible que había dedicado a sus dos amigos.

Montaron en el coche. Lucy estaba sorprendida al verlo por fuera, rojo, con tribales negros y los cristales tintados, bastante imponente. Sin embargo, el interior, rojo y blanco, con asientos deportivos y un hardware bastante moderno, llamó su atención por lo cómodo que era. Ese coche la atraía más que los muchos Mercedes, Lamborginis o Porsche que había visto a lo largo de su vida. De todos modos, seguía en shock por lo que acababa de suceder.

—Me has dicho que vivías en la residencia de estudiantes de la universidad, ¿no? —le preguntó Natsu, de manera delicada.

—S-sí —empezaba a tranquilizarse, pero no fue capaz de emitir mayor sonido que ese.

Llegaron allí rápidamente. Demasiado. Para lo que acababa de suceder, Natsu estaba conduciendo de una forma nada tranquilizadora. Lo mas increíble es que a Lucy le pareció que estaba aburrido, como si fueran muy lentos.

—Es una lástima que haya pasado esto...en Fairy Tail siempre se pasa bien, y la gente está loca, pero no suelen aparecer impresentables como estos...lo siento. Me lo estaba pasando bien.

—Tranquilo, solo ha sido...mala suerte. Tampoco es tu responsabilidad quién entre y quién no al pub, ¿no? Yo también lo he pasado bien —le sonrió, para calmar la culpa del chico.

Y se despidieron, ambos con una poderosa sensación de no querer separarse realmente.

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Omg qué cosas le pasan a la pobre Lucy...¡espero que os haya gustado! ¿Espera, quién llevara a Levy a la residencia? ¿Se vestirá Lucy como una monja a partir de ahora? ¿Qué harán los chicos con “Salamander”? Todo esto y mucho más, en el siguiente capítulo: "Ellos".

 

5: “Ellos” (Lucy)

Durante todo el fin de semana, Lucy no había sabido nada de Natsu, Gray y Loki. De hecho lo había pasado leyendo y en un par de ocasiones quedó con Levy para tomar café y charlar en su habitación (la cual estaba llena de libros). Empezaba a preguntarse si simplemente solo salió con Levy y el alcohol la hizo imaginar el resto...

—¿Lu-chan? —Levy llamó su atención al verla andar distraída hacia clase, pero la rubia, en su ensimismamiento, no la escuchó— ¡Lu-chan!

—Oh...¡Oh, Levy!

—¡Despierta ya, caray! ¿Tenemos Literatura Francesa, no? ¡No podemos llegar tarde el primer día!

Tras la fiesta, y haber descansado todo el fin de semana, al fin empezarían las clases. Los lunes solo tenían tres horas, seguidas desde primera hora hasta acabar a las once y cuarto de la mañana. Fue un día de presentaciones entre profesores y alumnos, de explicaciones de los criterios de evaluación y de entrega de temarios. Todos los alumnos disponían ya del material que necesitaban para sus asignaturas, por supuesto; el curso comenzaría con todas las de la ley a partir del próximo día.

Ambas chicas salieron fascinadas de su primer día como universitarias pensando qué hacer por la tarde, ya que la tenían desocupadas. Sin embargo, el resplandor rojo en la puerta de la universidad distrajo por completo a Lucy. Apoyado en su Mitsubishi, Natsu miraba la hora en su móvil. Se dirigió hacia él, haciendo caso omiso de las miradas aterrorizadas que le dirigían algunos de sus compañeros al chico.

—¿¡Natsu!? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estabas? Podías haberme dicho algo, ¡no he sabido de ti en tres días!

—Lu-Lucy, espera un momento -comenzó el chico entre las quejas—. ¡Ni siquiera me diste tu número para poder llamarte!

Ella se sonrojó ante esa afirmación, era verdad. Y también acaba de darse cuenta de que todo el mundo los miraba. Pensando que su reacción había sido exagerada y preguntándose por qué, no le quedó mas remedio que poner excusas:

—Pero...¡podrías haber llamado a Levy!

—Mira, la verdad es que hemos estado...

—Ocupados -Gray salió de su coche, en el cual Lucy no se había fijado hasta el momento y terminó la oración por Natsu—. Este fin de semana teníamos montones de cosas que hacer.

—¿Cómo qué?

Ambos chicos se miraron. Sabían que no podían decirle la verdad. Sin embargo, Levy lo solucionó.

—¿Este es tu volante nuevo, Natsu?

—¡Oh, sí! ¿Te has fijado, eh? Es mucho más cómodo que el anterior —sonrió el, entre aliviado y agradecido.

—Entonces, ¿qué queréis? —preguntó Levy.

—Erza nos ha llamado.

—¿¡Ha vuelto Erza!? ¡Genial! -a la chica del pelo azul, la vuelta de esa persona pareció alegrarla sobremanera.

—Discupad...¿quién es Erza? —inquirió Lucy.

—Oh ella es...una vieja amiga de la ciudad. De hecho, deberías conocerla pronto, es la representante del alumnado de la universidad, o algo así —le respondió Gray.

—¡Sí, Erza terminará sus estudios este año!

—También da un poco de miedo —se retorció Natsu al mismo tiempo que Gray. Lucy no sabía si bromeaban o no.

De cualquier manera, pusieron rumbo a Fairy Tail. ¿A esa hora? Lucy supuso que quedaron con ella allí para ir a cualquier otro sitio. Ella y Levy iban en el coche de Natsu, mientras que Gray tomó otra dirección con el suyo para recoger a Loki.

Ambas chicas le contaban a Natsu su experiencia en aquel primer día de universidad y hablaron de los libros que estaban leyendo en ese momento.

—¡No, no Levy! ¡Si me cuentas algo, te mato! —se quejaba la rubia, ante las risas de su amiga.

—Puedes estar tranquila, Lu-chan, no voy a revelarte na...—sus palabras se interrumpieron súbitamente.

Un coche completamente negro, con todos los cristales tintados, les había embestido desde detrás. Por suerte llevaban puesto el cinturón de seguridad. Natsu estaba diciendo algo de bajarse a matar al conductor cuando recibieron una segunda acometida.

—¿¡Pero qué!?¿Es qué lo hace a propósito?

—Mierda, son ellos -el rostro del chico había cambiado drásticamente, estaba completamente serio—. Agarraos fuerte, ¡voy a acelerar!

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Ahí voy. Tengo la sensación de escribir al vacío, ya que nadie comenta y eso, pero bueno, las reviews suben, así que seguiré. Al menos me gustaría saber si a alguien le parece interesante xD. ¿Quiénes serán ellos? Lo veremos en el próximo capítulo: Persecución.

 

6: Persecución (Natsu)

—Agarraos fuerte, ¡voy a acelerar!

4.1 segundos. Era el tiempo que necesitaba el coche de Natsu para pasar de cero a cien kilómetros por hora. Dejaron rápidamente atrás al coche agresor y las chicas respiraron tranquilas, pero él no dejaba de vigilar. Sabía que no podía haber un solo coche.

—¿De qué va todo esto, Natsu? —volvió a preguntar Lucy.

—Te lo explicaré cuando lleguemos a Fairy Tail.

Siguieron hacia delante. De repente Natsu dio un brusco giro hacia la izquierda.

—Ya nos han vuelto a encontrar esos cabrones.

Esta vez eran tres coches, exactamente iguales al primero, los que los perseguían. Se aproximaban cada vez más a una rotonda. Lucy no tenía mucha experiencia en coches a tal velocidad, pero supo que si seguían así, el coche volcaría al intentar tomar la curva.

—¿Natsu...? —la rubia no obtuvo respuesta.

Ya habían empezado a tomar la rotonda y el coche seguía recto. El joven podía notar la preocupación de sus amigas. Sin embargo, no debía distraerse lo más mínimo. Después de este movimiento, los dejaría atrás, sin duda.

Justo a tiempo, tiró de la palanca del freno de mano y giró completamente el volante hacia la izquierda. El coche comenzó a tomar la curva, girando de forma cerrada, apuntando siempre al eje de la rotonda. Parecía seguir una trazada imaginada solo por Natsu. Tal y como había planeado, sus perseguidores estaban tomando la curva muy lentamente en comparación y empezaban a dejarlos atrás. Lo que acababa de hacer era comúnmente llamado “drifting”, y le había costado muchos juegos de neumáticos aprender a hacerlo. Quizá Gray y Loki lo hacían mejor, pero se bastó con su técnica para alejarse de aquellos coches.

En ese momento estaban a unas cuatro calles de llegar a su destino. “Muy cerca”, pensó Natsu. Tendría que dar un pequeño rodeo para despistarlos, ya que suponía que habría más enemigos, así que viró hacia el este. Efectivamente, al coger el desvío, se encontró de frente en una recta a dos coches que quisieron cortarles el paso, uno delante del otro ocupando toda la calzada. La única opción era pasar en medio, algo extremadamente difícil.

—¡Natsu, vamos a chocar! —gritó Levy aterrorizada.

A su lado, Lucy se tapaba la cara.

—¡No va a pasar nada! —trató de calmarlas mientras desaceleraba momentáneamente.

Condujo precisamente el coche sin tocar al primer coche, y en el momento de pasar al segundo, Lucy pudo ver algunas chispas saltar junto a su ventana. Después Natsu rectificó la dirección de acuerdo a la recta y al fin, todo pareció acabar.

—¡¡Cabrón!! ¡Me ha rallado el coche!

—¿¡Eso es lo único que te preocupa ahora!? ¡Quiero saber qué está pasando aquí, ahora mismo!

—Tsk...en resumen, esos tíos son un grupo conocido como Eisenwald. Erza los ha cabreado, o algo así, y han venido a Magnolia a por nosotros —contestó.

Entraron en una cochera en la calle tras el pub, y Lucy se sorprendió al ver como el camino avanzaba hacia abajo. Parecía que aquel túnel los llevaba a un sótano bajo Fairy Tail. Su sorpresa se tornó mucho mayor al comprobar que habían entrado a un taller sumamente profesional.

Los coches de Gray y Loki estaban aparcados en dos plazas marcadas para ellos. Junto a ellos se encontraba una pared llena de herramientas, con estanterías, y mesas con más herramientas y planos. Al fondo había una puerta entreabierta que dejaba ver estanterías llenas de...¿bombonas?

Vio un elevador en el centro de la enorme sala. En un rincón incluso había una pequeña sala de estar, con sofás y un televisor. Lucy quería preguntar, pero su segunda experiencia traumática en cuatro días la seguía torturando.

—Natsu, ¿qué pasa con vosotros? ¿Por qué tenéis esto debajo de un pub? ¿Por qué os persigue gente, y cómo es que conduces de esa forma?

—Lucy...—empezó a responder él. Sin embargo, fue interrumpido por gritos.

—¡Yo gané esa carrera limpiamente, no deberían hacer esto! —vociferaba una voz femenina que la chica no conocía de nada.

—Nadie ha dicho lo contrario, Erza, pero deberíamos...

—¡Eh! ¿Os han perseguido también? —interrumpió Natsu.

—Al principio, pero se concentraron todos contigo —respondió Loki.

—¿Quién es ella? —Erza acababa de reparar en Lucy.

—Me llamo Lucy, conocí a los chicos el otro día aquí...¡y no sé que demonios pasa con ellos!

Se hizo el silencio. En tal situación, lo último que se esperaba es que alguien empezara a reír. No obstante, Natsu comenzó las carcajadas, que se contagiaron incluso a Levy.

—Lo único que tenemos que hacer es aplastarlos, ¿no? No hace falta preocuparse tanto, Lucy —le respondió el chico del pelo rosa, aún lagrimeando por la risa.

—De cualquier manera...—continuó la chica que no conocía— yo soy Erza, encantada.

Era una pelirroja despampanante, con unos preciosos ojos marrones. Su pelo escarlata lucía incluso con las luces artificiales de aquel taller sombrío. En principio le pareció simpática, por lo que no comprendió el terror que parecía provocar en Natsu y Gray.

—Bueno, viendo el destrozo que les hemos provocado tanto aquí como en su propia ciudad, Erigor no tardará en presentarse aquí, ¿no? —sonrió Gray.

—¡Ese imbécil va a tragarse todo el humo de mi tubo de escape cuando lo coja!

—¿Quién es Erigor? Es más, ¿quiénes sois vosotros? —preguntó Lucy, ya desesperada.

—Creo que te debemos una explicación, ya que te has visto implicada en todo esto -contestó Erza, comprensiva.

Todos empezaron a planear algún tipo de estrategia para correr contra Erigor, mientras que Natsu y Lucy subieron a la segunda planta del pub, su propio reservado. Natsu sacó la llave, abrió la puerta y torció uno cartel junto a ésta.

—¿Por qué haces eso? ¿Y cómo es que tienes una llave de esto?

—No hace falta ser universitaria para darse cuenta de que este pub es nuestro, Lucy.

—¿Cómo podéis tener un pub?

—Siéntate.

Ella obedeció y se sentó en un cómodo sofá rojo. Natsu tomó asiento junto a ella. La estancia tenía varias lámparas de lava, aunque el chico había encendido del techo ya que era de día.

—¿Quieres beber algo?

—No, quiero que me cuentes todo.

—Pues yo sí que quiero —y cogió un Red Bull de una pequeña nevera—. Veamos...como ya has visto, tanto Gray, como Loki, como yo, tenemos unos coches perfectamente personalizados.

—Tuneados, diría yo —puntualizó ella.

—Exacto. Como ya te dije, Gray y yo nos conocemos desde pequeños. Empezamos a competir en las calles cuando teníamos quince años.

—¿Pero cómo...?

—Cogimos el coche de mi padre la primera vez...-una gran sonrisa se dibujó en su rostro al recordar ese episodio de su vida. Incluso Lucy rió.

—¿Tu padre no sabe nada de tu estilo de vida?

—¿Bromeas? Él era el mejor corredor de todos. Él...simplemente desapareció un día, sin más -Lucy se sintió estúpida por preguntar—. Se puede decir que lo he mamado desde pequeño. Me crié en el orfanato de la ciudad, con Gray —nuevamente sonrió, quizá para quitar el peso de la culpabilidad sobre Lucy por habérselo recordado.

—¿Entonces, habéis ganado dinero para los coches, para vivir e incluso abrir un local así, sólo ganando carreras?

—No olvides que somos los mejores -se jactó él—. En Magnolia no tenemos rival, pero siempre hay alguien dispuesto a perder su dinero por correr contra nosotros. Otras veces vamos a competir fuera. La verdad es que este fin de semana, hemos estado en otra ciudad, y por eso no has sabido nada de nosotros.

—¡Lo sabía! ¿Y entonces, que ha pasado con esos de Eisenwald?

—Bueno, Erza estaba en un viaje por algo de la universidad y al volver pasó por allí...se enteró de que había una carrera esa noche, y como es lógico, los machacó. Erigor, su jefe, no estaba presente, y ahora buscan venganza.

—¿Y ese Erigor...es duro?

—Dicen que no ha perdido una sola carrera en su ciudad. Aunque también se dice que los de Eisenwald usan todo tipo de métodos para ganar.

Natsu se fijó en que la cara de su amiga se tornó llena de preocupación. Era lógico, ella no sabía nada de ese mundo, de ese estilo de vida. Y era peligroso.

—Oye...siento que te hayas visto envuelta en todo esto. Pero puedes estar tranquila, voy a patear el trasero a esos tipos -le aseguró.

—No pasa nada. Creo que esto es un poco emocionante —Lucy sonrió—. Al menos es más divertido que mi antigua vida.

—¿Y eso? —se interesó él.

-Bueno...creo que puedo contártelo...-Lucy se inclinó sobre Natsu, que no se lo esperaba, y, cuando iba a susurrarle al oído su secreto, alguien los interrumpió.

—¡Ejem! —Gray tosió ruidosamente para interrumpirlos. A su espalda, Erza estaba muy sonrojada por haberlos visto en esa tesitura—. Siempre he sabido que tienes el cerebro derretido, pero el calor se está extendiendo al resto del cuerpo, ¿eh?

—¡Te voy a matar! —Natsu se abalanzó sobre él.

Lucy reía. Reía como hacía mucho que no reía, pese a la persecución, pese a que sabía que todo aquello era peligroso. Reía, porque empezaba a sentir que aquel era su lugar.

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Pueeees...6 capítulos. Espero que a alguien le esté gustando esto, sinceramente xD. Yo me lo paso pipa escribiendo así que...qué mas dara eso...porque...snif...no me siento solo...sin mas dilación...¿cuál será el secreto de Lucy? ¿Dónde siente calor Natsu ahora? ¿Cuánto tiempo estuvo Natsu castigado cuando cogió el coche de Igneel? Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo: Desafío.

 

7: Desafío (Loki)

Todos habían subido al reservado para planear el ataque contra Eisenwald. Natsu y Gray discutían quién se encargaría de Erigor, hasta que una mirada asesina de Erza los separó. Lucy y Levy estaban mirando un mapa, mientras que Loki estaba sentado, con su móvil.

—¿Crees que es momento de jugar? —le recriminó Erza.

—Seguro que está ligando —se rió Gray.

—Para vuestra información, estoy buscando donde se alojan Erigor y los suyos —hizo un par de gestos en su móvil—, y parece que están en un hotel a las afueras.

—¡Buena esa, Loki! —lo felicitó Natsu.

—¿Entonces, qué hacemos?

—Por supuesto, ir a aplastarlos —respondió con simpleza el joven de pelo rosa.

—¿Alguna gran idea más?

Lucy miraba pensativa el mapa aún.

—Decís que son capaces de cualquier cosa para ganar, ¿no? —intervino—. En ese caso...deberíamos retarlos nosotros mismos, en un lugar en el que no puedan preparar sus trampas...por ejemplo, la carretera que sale de la estación, veinte kilómetros hasta el siguiente pueblo de puro paisaje desértico.

Todos se quedaron mirándola boquiabiertos. Loki pensó en ese “nosotros mismos”. ¿Acaso ya era parte aquella chica de su grupo? Desde luego, se había vuelto una gran amiga de Levy, y Natsu parecía contarla como una más entre ellos. ¿Pero de verdad estaría preparada para mantener ese estilo de vida?

—Es un gran plan, sí —le concedió Erza—, ¿pero quién y cómo les hará llegar el desafío?

—Yo lo haré —se ofreció el pelirrojo, un segundo antes que Natsu. Podía prever que el plan de su amigo consistiría en entrar a gritos dónde estuviera Eisenwald y armar un escándalo. No lo veía conveniente.

Inmediatamente después bajaron al garaje. Loki montó en su Alfa Romeo 4C Concept, blanco perla, con detalles rojizos.

—Ten cuidado —le advirtió Erza—, si te ven, escapa y llámanos, iremos a ayudarte.

—No me pasará nada.

Así pues, salió del subterráneo en dirección al hotel de los de Eisenwald. Estaba relajado, ya sabía como llamar su atención. La recepción del hotel lo conocía, solía ir allí con algunas de sus chicas; era un VIP en el establecimiento, así que no le costaría saber en qué habitaciones se alojaban sus objetivos.

Encendió la radio de su vehículo, estaba relajado. Los interiores del coche, de piel sintética marrón, eran muy cómodos y elegantes. En seguida llegó al hotel y preguntó por Erigor. No obtuvo respuesta con tal nombre, así que imaginó que estaba usando algún tipo de apodo. Preguntó pues por su sobrenombre de corredor.

—¿Y alguna reserva a nombre de “Shinigami”, Jennifer? —guiñó el ojo a la recepcionista, que cayó rendida a sus pies.

—Veamos...sí, habitaciones de la 301 a las 309. Tienen una planta prácticamente para ellos. ¿Conoces a esa gente? Son muy escandalosos, están dando muchos problemas.

—No te preocupes, pronto se habrán ido.

Subió a la tercera planta y se fijó en que eran las habitaciones que buscaba. Comprobó que sí, y sacó un paquete de cerillas. Encendió una y la acercó a una de las plantas que decoraban el pasillo. Volvió a bajar corriendo, despidiéndose de la amable recepcionista. Cuando salió por la puerta del hotel, la alarma de incendios empezó a sonar.

En ese momento, se dirigió al aparcamiento.

Cuando “Shinigami” Erigor bajó, obligado por la alarma, y observó su coche, comprobó con rabia el mensaje escrito en el parabrisas. “Sábado, estación de trenes, 12 AM”.

—Desafío completado -murmuró Loki en su coche, de regreso a Fairy Tail.

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¡Siete! ¡El número de FT! ¡Y os traigo un capítulo soso, sin contenido y corto! ¡¡Yeah!! Lo siento, era necesario para la trama, para compensar, subiré el octavo mañana, así no os quedáis sin contenido xD. O quería hacer un capítulo con Loki prota. Nunca lo sabréis.

A partir del décimo capítulo o así (pensándolo bien, más tarde), empezaré a subir pequeñas reseñas sobre los coches, por, no sé, darle algún matiz de provecho al fic (?).

Y por supuesto, muchas gracias a Kiros por el enorme apoyo, es un gran empujón moral a la historia, y tendré en cuenta todo lo que dices :)

 

8: En el asiento del copiloto (Natsu)

La mañana del sábado siguiente, Natsu estaba emocionado. “Shinigami” Erigor era un corredor conocido por sus métodos brutales y una reputación de imbatible en sus calles. No sabía más, ni el coche que conducía, ni sus negocios, ni su aspecto físico siquiera. Era todo lo que le importaba: tener un desafío. Hacía meses que no se emocionaba en una carrera como antaño.

A las diez de la mañana (una hora excesivamente temprana para él, como bien había recriminado a Loki), todo estaba listo. Todos habían pasado la noche en Fairy Tail, para asegurar su protección en caso de que Eisenwald atacara antes de la fecha prevista. Lucy, Levy, Gray y Erza repasaban el plan, las zonas peligrosas de la carretera que habían escogido y las más difíciles.

—Hay que tener especial cuidado con la zona en del barranco, ¿me oís? —decía la pelirroja-. Si pueden, nos tirarán, son así de rastreros.

Loki tiraba dardos a la diana. Solía decir que eso lo relajaba, lo ayudaba a aclarar sus ideas. Natsu en cambio estaba sentado, muy serio. Movía su pierna impacientemente. Estaba ansioso, sí, pero sabía que no era una carrera cualquiera, y el aire entorno a él así lo hacía notar. El chico ni siquiera lo notó cuando Lucy se acercó a él.

—¿Estás bien?

—¿Hm? Oh, eres tú. Sí, perfectamente. Sólo me concentro, hacía tiempo que una carrera no pintaba tan interesante.

—¿De veras puedes disfrutar de una carrera tanto? Quiero decir, es emocionante y todo eso, pero también peligroso...¿no tienes miedo?

Él la miró como si acabara de decir la cosa mas extraña del mundo.

—¿Miedo? No...cuando corro...más bien...se siente genial. Algo así como...libertad. Ya lo verás.

—Ja, no, yo no me subo ahí otra vez, tuve bastante con lo del otro día.

—Oh, bueno, entonces puedes quedarte con todos los de Eisenwald mientras nosotros competimos. Seguro que son gente muy agradable —se mofó Gray, que había llegado por detrás—. ¿Has calibrado todo bien, llamitas?

—¡Pues claro que sí, estúpido!

—Entonces nos vamos.

—¡Esperad, esperad! ¿Qué es todo eso de quedarse con Eisenwald? -exclamó Lucy con cara de terror.

Aproximadamente una hora y media después, se encontraban en la carretera a espaldas de la estación de tren de Magnolia. Era un sitio idóneo para lo que estaban a punto de hacer, una carretera abandonada desde que el tren se implantó allí. Veinte kilómetros hasta el pueblo más cercano. Curvas cerradas y peligrosas caídas para los conductores menos experimentados. Los corredores de Magnolia frecuentaban el lugar para practicar el drift.

Cuatro coches esperaban a Eisenwald allí: el Evo X de Natsu, con quién iba Lucy, el Skyline azul de Gray, el Concept 4C de Loki y detrás, el Jaguar XKR rojo de Erza, ocupado por Levy y ella misma.

—¿Lucy?

—¿Sí?

—Cuando esto termine, quiero enseñarte algo.

—¿Qué es?

—Ya lo verás.

Al poco tiempo, una auténtica oleada de coches tuneados apareció desde el este. Eran al menos veinte.

—¿Ha venido todo su grupo? ¿Por una derrota? —cuestionó atónito Gray por el móvil, el cuál ya habían conectado todos para hablar durante la carrera.

—¡Que salga Erigor ahora mismo! —gritó Natsu, quién había bajado del coche.

—¿Oh? -contestó un joven de largo pelo albino y tatuajes por todo el cuerpo, apoyado en un Mitsubishi Eclipse negro y blanco, con extraños refuerzos para un coche de ese corte—. Tú debes de ser “Salamander”. No tenemos asuntos con vosotros, así que...—hizo un gesto con la mano invitándolo a marcharse.

—¿Pero qué...? ¿No habéis venido porque Erza os pateó el culo?

—¡Je...jefe! ¡Esa es la que nos ganó a todos la otra semana! —dijo uno de sus secuaces señalándola.

—Ya veo. Pero te equivocas. Yo no he venido a vengar a esta panda de inútiles. Si ellos pierden, deben asumir las consecuencias, eso es todo. Estamos buscando otra cosa...y está sentada en tu asiento del copiloto.

Natsu se giró como si hubiera algo más ahí que no fuera Lucy. La rubia estaba aterrorizada.

—¿Qué has dicho, desgraciado? ¡Explícate!

—Corramos, Dragneel... —sonrió Erigor maliciosamente.

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Pues que corran, eso digo yo. ¡Queremos ver carreras! O NaLu. El NaLu también estaría bien. ¿Qué busca Eisenwald de Lucy? ¿Se tiñe el pelo Erigor? ¡No es normal que un chico joven tenga el pelo blanco! Todo esto y mucho más en el próximo capítulo: "Titania".

 

9: “Titania” (Erza)

—Muy bien, Erigor —intervino Erza—, correremos contra vosotros. Si ganamos, os largáis y no volvéis a Magnolia nunca.

—¿Y qué vas a hacer por mí si pierdes, “Titania”? —se burló el aludido, paseando la lengua por sus labios.

—¡¡Erza!! ¡Él! ¡Es! ¡¡Mío!! —vociferó Natsu fuera de sí—. ¡Cuando te marque la cara con mis neumáticos, vas a contarme qué te traes con Lucy, y te vas a largar de mi ciudad, cabrón!

Todo Eisenwald rió ante esta declaración de forma escandalosa.

—Mira, crío de mierda —le contestó uno de los hombres detrás de Erigor—, estás hablando con “Shinigami” Erigor. ¡No deberíais estar tan confiados solo porque ganasteis a unos inútiles que deshonran el nombre de Eisenwald! El día que “Titania” los derrotó, ninguno de los veteranos estábamos allí.

Sin embargo, ninguno de los de Fairy Tail hacía caso a sus palabras. Natsu y Erza continuaban observándose.

—¿Estás seguro?

—Sí -contestó el chico de pelo rosa. Erza le dedicó una última mirada, seguida de una sonrisa.

—Muy bien Eisenwald, este es el trato —dijo, tornándose hacia ellos—. Dos kilómetros, ida y vuelta, cuatro en total. Las vías del tren se desvían a dos kilómetros exactos de aquí. Los coches deberán dar la vuelta ahí y volver aquí. Una competición cuatro contra cuatro. Cuando el cuarto corredor de un equipo vuelva primero, tendremos un ganador. Yo voy primero así que...¿quién saldrá por vosotros?

El chico de complexión fuerte, robusto, de pelo verde, que se había dirigido antes a Natsu se ofreció voluntario.

—¡Vamos, Karacka! ¡A destrozarla! —animaban algunos en el lado de Eisenwald.

Los motores rugían uno junto al otro bajo el calor del sol que golpeaba sobre la arena. La estación de tren estaba construida junto a una zona prácticamente desértica que separaba Magnolia de las demás ciudades en esa dirección. Un miembro de Eisenwald se había situado entre ambos coches.

—¿Listo? -preguntó a su compañero—. ¿Lista? —el ruido del motor fue suficiente respuesta por parte de Erza—. ¡Ya!

Rápidamente, ambos vehículos avanzaron levantando una nube de polvo tras de sí. El recorrido era prácticamente una recta, a excepción de una curva cerrada al final, con un barranco a sus espaldas. Ahí se encontraba el desvío del tren. Las vías podían seguir hacia delante, por un puente hecho específicamente para el trayecto del tren, o girar hacia el este.

—Erza, estás a mitad de camino —le avisó Levy por el manos libres.

—Recibido.

Dio un sprint para dejar a su rival atrás en quinta marcha. Viéndose superado, Karacka utilizó un empujón de óxido nitroso para ponerse a la par de Erza. No sólo eso, trató de embestirla en la parte trasera de su Jaguar para hacerla girar hacia la dirección contraria. Sin embargo, previendo esto, la pelirroja frenó en seco, haciendo que su rival la pasara descontroladamente, casi cayendo por el precipicio. Esto hizo perder mucho tiempo a Karacka, mientras que Erza ya estaba de vuelta hacia la meta.

Un último empujón de NOS* para llegar a la meta. Sus ojos se cruzaron con los de Loki, ya preparado para su salida.

Una sola palabra apareció en la mente de Eisenwald ante la segunda exhibición de la pelirroja contra ellos.

“Titania”.

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NOS*: Nitrous Oxide System. Básicamente es otra abreviatura del óxido nitroso.

Erzaaa~~. *Sanji salvaje apareció* ¡Pelirroja~! ¡Fuera de aquí, esto es FT!

¡Gracias por los comentarios! Respecto a futuras sagas, todo llegará. Quizá antes de lo que esperáis.

 

10: Kageyama (Gray)

La salida de Loki fue rápida y precisa, se cruzó con Karacka a unos ochenta metros de que éste llegara a la meta. Su perseguidor de Eisenwald salió apretando un primer tiro de óxido nitroso, para reducir la diferencia provocada por la victoria de Erza entre él y el pelirrojo.

—Loki, este tío es uno de los más sucios del grupo, cuidado —le avisó Gray por el altavoz.

—Pillado.

Mientras tanto, él ya se había preparado para cuando su compañero cruzara la meta. Vio en la distancia cómo el coche rival embestía a su amigo con fuerza. Loki estaría muy cabreado si le causaban algún desperfecto grave a su coche, seguro.

Esta vez, los intentos de tirarlo por el barranco estuvieron mucho más cerca de hacerse realidad. El giro de Loki en la curva para volver fue perfecto, sin embargo, su rival tomó la curva de forma más recta para golpearlo, y lo consiguió.

—¡¡Loki!! —gritaron sus amigos.

Por suerte, el joven logró rectificar, aunque el rival de Eisenwald ya le sacaba una buena distancia. Un chute de N2O equiparó las cosas, pero aún así, Loki llegó un poco más tarde que él.

—¡Ahora veréis, cabrones! —Gray pisó a fondo el acelerador.

A mitad de la ida, logró ponerse a la altura de su rival. Lo reconoció como Kageyama, el segundo al mando de Eisenwald.

—¡Eh, Kageyama! ¿También vas a hacer trampa, desgraciado?

—¡No llores, Fullbuster! ¡Somos Eisenwald!

Dicho esto, aceleró hasta casi llegar a la curva del final, donde tiró del freno de mano e hizo un completo giro de volante hacia su izquierda. Gray lo imitó.

—¡Conduces mejor que los mierdecillas de antes! -se mofó.

—¡Nos jugamos mucho! —sonrió de forma malvada su rival.

—¡¿Hablas de Lucy, no?!

A esta afirmación, el chico de pelo azabache no obtuvo más que silencio por parte de Kageyama. Ambos dieron todo en esta última recta. Gray puso el Skyline a casi 180 Km/h, una velocidad nada desdeñable para un recorrido de esa distancia.

Cruzaron la meta al mismo tiempo, y, como consecuencia directa, los competidores de la última carrera, salieron también al mismo tiempo.

Lo último que Gray Fullbuster escuchó tras cruzar la meta fue el grito de guerra proveniente del Lancer Evo de Natsu, y el rugido de su motor, cual dragón sobrevolando el cielo.

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Capítulo cortito, pero son carreras rápidas...sí, rápidas y furiosas...se me empiezan a acabar las ideas de con qué rellenar este espacio xD. Oh bueno, si alguno ha visto la saga de Fast & Furious, me han regalado el colgante de Toretto. Sí, la cruz :D. ¡Super happy! Oh, Happy no ha salido en todo el fic. ¿Saldrá? ¿No saldrá? ¿Por qué tiene que ir Lucy en el coche si en la meta están sus amigos, ergo no se quedaría sola con los de Eisenwald? Todo esto y mucho más en el próximo capítulo: ¡Agárrate!

 

11: ¡Agárrate! (Lucy)

—¡¡Erigor!!

Natsu pisó el acelerador al tiempo que Gray cruzaba la meta. El albino no perdió el tiempo para imitar a su rival. La repentina aceleración echó atrás a Lucy en su asiento.

Ambos coches avanzaban en línea recta hacia el acantilado, levantando una humareda de arena a su paso. No frenaron en ningún momento, por lo que los espectadores de la carrera no pudieron verlos en ningún momento durante la ida.

—¿Natsu?

—¿Si? —respondió sin mirarla, totalmente concentrado en la carrera.

-¿Por qué he tenido que subir? Quiero decir, podía quedarme con los demás en la meta y no pasaría nada, no estaría sola...

—Quería que lo sintieras.

—¿El qué?

—Lo que te dije en Fairy Tail. La libertad. Quería que experimentaras lo mismo que yo cada vez que corro —esta vez sí se giró para observar a su amiga, sonriente—. ¿No te gusta?

Su sonrisa era cálida, como el sol que golpeaba el coche, la arena, incluso las vías del tren, recalentando el ambiente. Cálida como el fuego que parecía arder en la mirada del chico cada vez que se fijaba en sus ojos.

—No está mal. Podría...acostumbrarme —dijo, por algún motivo, avergonzada. Tal vez...arrepentida.

—Pues claro, ya verás que...—la respuesta fue interrumpida por el choque de ambos coches.

—¡Dragneel! ¿Estás en una cita o algo? ¡Bastardo! ¡Despídete de ella mientras puedas!

—¿Oh? Ahora sí que estoy encendido, cabrón...

Un último empuje al acelerador antes de la curva. Natsu estaba al lado izquierdo, mientras que Erigor quedó a la derecha al salir. La disposición era perfecta, aunque Lucy no adivinó las intenciones del chico a su lado hasta el último momento.

—¡Agárrate!

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Pues aquí estoy. He tardado en subir por los exámenes...de hecho he subido este y me he quedado sin reserva porque no he tenido tiempo de escribir ninguno más antes, por lo que no podré deciros eso de en el próximo capítulo y su nombre xD. Btw, se llame como se llame, ¿por qué la has subido al coche, Natsu? ¿De qué se arrepiente Lucy? ¿¡Queréis NaLu de verdad y no estas sutilezas verdad!? ¡Todo esto y mucho más en el próximo capítulo!

 

12: Victoria (Natsu)

—¡Agárrate!

Lucy no pudo hacer otra cosa que obedecer y rezar. Sabía lo que su amigo iba a hacer, porque ya había sido espectadora y víctima de ese movimiento antes, como ocupante de su coche. Enseguida, al llegar a la curva que daba pie a la vuelta del trayecto, Natsu apuró al máximo para tirar del freno de mano. Acto seguido, giró el volante todo hacia la izquierda.

El Mitsubishi comenzó a dar una limpia vuelta hacia la posición en la que debía afrontar la recta final. La rubia, entre emocionada y acobardada, se agarró más fuerte. La primera vez que sufrió esta temeraria acción por parte de su amigo, a lo sumo habrían chocado contra algún edificio. Esta vez, a sus espaldas solo había vacío.

Peor era la situación de Erigor, que alcanzaba la parte exterior de la curva. Aún así, imitó el movimiento de Natsu, pues de otra forma, éste conseguiría una ventaja insalvable en el recorrido restante. Increíblemente, ambos completaron el movimiento satisfactoriamente. En cierto momento, los dos coches quedaron alineados, y Natsu bajó del todo las ventanillas. A pesar de que el coche seguía ejecutando el peligroso giro, el chico encendió la radio. Los primeros acordes de Back in Black sonaron, a modo de burla hacia su oponente, interpretó Lucy.

—¡Te ha salido un poco sucia la curva, “Shinigami”! —sonrió jocoso.

—Niñato...—gruñó su oponente.

Enfilaron pues la recta, aparentemente igualados.

—Bah -soltó Natsu de repente—. Pensaba que era un tipo a tener en cuenta, pero solo ha resultado ser un corredor común.

—Pero si aún lo tienes pegado —le contestó su amiga.

—¿Oh, sí? Bueno, ya veras como la rueda trasera derecha de su coche no opina lo mismo dentro de unos momentos, cuando use su sistema nitro.

En el otro lado, sus amigos lo esperaban atentos.

—¿Os habéis fijado, no? —comentó Loki.

—Sí, ese bastardo lo ha hecho a propósito...—respondió Gray sonriente.

-Parece que desde que no he corrido contra él, ha aprendido una o dos cosas...-observó Erza, orgullosa.

150 metros, el momento oportuno. Erigor activó el óxido nitroso antes, aunque el joven de cabello rosado sabía que le era indiferente, por lo que, en señal de superioridad hacia Eisenwald, ni siquiera lo utilizó. A los tres segundos de haber puesto en marcha su sistema, la rueda que comentó Natsu a Lucy, reventó por la presión y el Eclipse del albino comenzó a girar sobre sí mismo mientras que ellos cruzaban la línea de meta tranquilamente. El joven se bajó del coche, y se acercó a Erigor.

—Un dios de la muerte, eh...al final, no has resultado ser más que un angelito con aspiraciones demasiado grandes.

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Siento el retraso, por dios, los exámenes, los otros exámenes...ESOS OTROS EXÁMENES....en fin...bueno, aprobé T_T. Aunque a partir del lunes hay más. Oh sí, genial. En fin...¿qué sucederá con Erigor ahora? ¿Por qué está Natsu tan chetado? ¡Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo sin nombre porque me daba cosa teneros tanto tiempo sin capítulo y he subido el primero que he terminado!

 

13: El verdadero Fairy Tail (Lucy)

Noviembre había llegado rápidamente a Magnolia. Claro, la ausencia del mar no ayudaba a crear un clima suave, sino que contribuía a extremar un poco las temperaturas. Aquella era la primera nevada del invierno. Lucy se sorprendió al mirar por la ventana; la ciudad cubierta por aquel manto blanco era, si cabe, aún más bonita. El río que la atravesaba podía verse desde la ventana de su habitación en la residencia universitaria, mostrando una fina capa de hielo sobre las aguas.

Pese al frío, tenía ganas de salir a la calle. La razón de ese deseo era simple: al despertar, había encontrado en su móvil un mensaje de Natsu invitándola a salir. Por la hora de recepción del mensaje, dedujo que el joven estuvo trabajando en el pub, trasnochando para arreglar su querido coche o bien simplemente jugando a aquellos videojuegos que lo ponían de los nervios y lo divertían a partes iguales.

A las seis en punto, salió de la universidad en dirección a la Catedral, que estaba en el centro de la ciudad. Por el camino, Lucy pensó en sus nuevos amigos, en el cambio radical de vida que suponían para ella, en que no quería abandonarlos. La figura de un hombre asaltó su mente por unos instantes. Lucy había huido de la mansión de la familia Heartfilia hacía ya casi dos meses con la intención de no volver. Sin embargo, su padre tardó poco en mandar unos matones a buscarla. Por suerte, o tal vez ese era su destino, conoció a Levy, Natsu y los demás antes de que la encontraran. Ellos se encargaron de Eisenwald.

Tras la victoria, 'Fairy Tail' (aunque era el nombre del pub de sus amigos, para sus adentros, Lucy pensaba en el grupo en general con ese nombre) se hizo con el control de los recursos y las áreas anteriormente dominadas por la banda de Erigor, de modo que comenzaron a obtener muchas más oportunidades de competir en sus adoradas carreras ilegales, y, como consecuencia, obtenían muchos más ingresos.

Cuando más sumida estaba en sus pensamientos, una voz la sacó de su letargo al instante:

—¡Yo, Lucy!

—¡Hola! ¿Qué tal?

—Estoy algo cansado —respondió Natsu—. Anoche, el cabeza-congelador de Gray y yo estuvimos jugando hasta tarde a un nuevo juego, y antes había estado haciendo cosas en el taller, así que estoy reventado.

—Oh, entonces deberías haberte quedado descansando hoy en lugar de...

—¡Chorradas! Estoy perfectamente. Además, te prometí antes de la carrera con Eisenwald que te enseñaría algo, ¿no? ¿Quieres ir primero por un café a lo de Mira?

Ella asintió, y comenzaron a caminar hacia la cafetería de su amiga, que estaba unas calles hacia el norte. Hablaron de asuntos sin importancia, si a Lucy le gustaba la ciudad, cómo le iba en la universidad, la diana nueva que iban a comprar para Fairy Tail...

Cuando llegaron a su destino, lo primero que vio la rubia fue la figura enorme de un hombre hablar con Mirajane.

—Hey Elf —saludó Natsu, quitándose su bufanda. Lucy pudo ver una cicatriz que nunca le había visto.

—¡Natsu! ¿Vienes a tomar café? ¡El café de mi hermana es para verdaderos hombres! —anunció el desconocido vigorosamente.

—Lucy, este es mi hermano Elfman —presentó Mira—. Elfman, ella es Lucy, se ha mudado aquí para estudiar.

—¡Eso es genial! ¡Encantado de conocerte! Entonces hermana, me voy yendo.

—Hasta luego —se despidieron.

—Está tan enérgico como siempre, ¿eh? —comentó Natsu. Había un deje de tristeza en su voz, en su mirada. A Lucy, quién siempre lo había visto sonreír, esto la sorprendió—. Dos cafés calentitos, Mira.

Mientras hablaban de la universidad, el tiempo y otras cosas, fuera comenzó a nevar ligeramente.

—Entonces, ¿adónde vais con este tiempo?

—Oh, sí —contestó el joven de pelo rosa—. Voy a enseñarle a Lucy el verdadero Fairy Tail.

—Conque sí, ¿eh?

—¿Verdadero...? —cuestionó ella.

—Oh, ya lo verás. Esta cerca de aquí.

Pagaron a la albina camarera un rato después, y salieron a la nevada calle con la sensación de que realmente debían quedarse en la cafetería. Bajaron por la cuesta en la que estaba el negocio de los Strauss, giraron a la izquierda, luego a la derecha, cruzaron uno de los puentes que atravesaban el río y Lucy se encontró con un parque al no había ido aún en su breve vida en Magnolia. Las hojas de los árboles estaban en su mayoría caídas, aunque algunos aún las conservaban, vestidos de un precioso marrón rojizo.

—Oh...es una vista preciosa, ¿no?

—Ajá. En primavera, florecen un montón de cosas. Vamos, es ahí.

Señaló a un edifcio de aspecto descuidado, antiguo. Lucy no sabía que esperar de él. Cruzó la puerta inquieta, y se encontró algo que no esperaba. Las paredes estaban cubiertas de infantiles dibujos, todo el decorado era increíblemente colorido. Los suelos estaban acolchados, de modo que una caída no supusiera un peligro.

—¿Esto es...?

—Un orfanato. Más concretamente, el orfanato en el que nos criamos Gray y yo. Vamos, el viejo debe estar en el salón con los niños.

Caminaron por un corto pasillo y Natsu tocó una puerta a la derecha, abriéndola sin esperar respuesta alguna.

—¿Viejo?

—¡Hermano mayor! —las voces de varios niños sorprendieron a Lucy.

Finalmente, ambos entraron en la habitación.

—Oh, no vienes solo, ¿eh, Natsu? —le increpó un anciano bastante bajito.

—Lucy, él es el encargado de este sitio, Makarov Dreyar.

—Es agradable tener una jovencita aquí —bromeó aquel hombre.

—Encantad...-su voz fue interrumpida por varias, más chillonas, desde abajo.

—¿¡Eres la novia del hermano Natsu!?

—¿Cuánto hace que salís?

—¿Os habéis bes...?

—¡CHICOS! —gritó Natsu, sonrojado—. La estáis agobiando. Romeo, Happy, soltadla de una vez. ¡Y tú deja de imaginar cosas raras, Wendy!

Aquella reacción había conmocionado a Lucy. Pasaron cerca de una hora en aquel sitio. Makarov le contó como se organizaba el lugar, mientras Natsu jugó con todos los niños por un rato. Cuando finalmente salieron, Natsu habló en primer lugar.

—Estos niños, Gray, Loki y los demás...son la única familia que tengo. El abuelo me acogió cuando no tenía nada. Todos los meses, destino una parte de mis ganancias a ayudar a mantener este sitio, y aún así, siento que no podré pagárselo jamás

—No digas eso, estás ayudando a todos esos niños. Ellos te adoran, ¿verdad? —sonrió Lucy, completamente conmovida.

—Sí, supongo...todos van de aquí para allá “hermano mayor esto, hermano mayor lo otro”...esos cabroncetes...—rió el chico.

—¿Puedo preguntarte por qué me has enseñado esto, Natsu?

—¿No es obvio? —se sorprendió—. Ahora tú también formas parte de mi familia.

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Lo primero lo primero. Pido disculpas por el increíblemente largo tiempo que me he tomado para subir un nuevo capítulo. La graduación, los problemas técnicos del PC y otras cosas no son excusa. Segundo, quisiera decir que este es un capítulo que he querido escribir desde que pensé por primera vez en Faster. Algo así como una primera meta a la que he logrado llegar. Así que estoy contento :D. ¡Intentaré subir con cierta regularidad a partir de ahora para poder alcanzar muchas más metas y finalmente terminar esta historia! Sin más preámbulos: ¿no es esta una primera cita algo rara, Natsu? ¿Pensaría Natsu siquiera en que esto podría interpretarse como cita? ¿A qué juego estuvieron jugando él y Gray tanto? Todo esto y mucho más en el próximo capítulo: Lyon.

 

14: Lyon (Gray)

Tres chicos se encontraban en el interior de Fairy Tail trabajando un poco en el mantenimiento del gran pub. Por supuesto, pagaban por un servicio de limpieza asiduamente, pero había tareas de las que se encargaban ellos mismos.

—No, no —decía Loki—, si la pones ahí, los que estén jugando al billar serán estorbados por la diana y viceversa. Creo que deberíamos ponerla por allí.

—Pero esa zona siempre está hasta arriba, tampoco es que fueran a tener espacio ahí —lo contradijo Natsu—. ¿Qué tal en nuestra esquina?

—Si lo que quieres es jugar a la diana, tenemos una en el reservado —respondió Gray—. Se supone que esta debe estar en un sitio cómodo para quien quiera jugar. Creo que deberíamos hacerle un espacio propio. Podríamos ponerla en la esquina que no tiene sillones, y poniendo una cristalera o algo para que los dardos no salten si dan en el marco...

Aquella diana daba quebraderos de cabeza en cuanto al lugar dónde colocarla desde que pensaron en comprarla. Aún así, hasta que no llegó, habían estado posponiendo la decisión una y otra vez, y ahí estaban, a mediodía, intentando decidirlo. El negocio abría a las cuatro, y querían ponerla cuanto antes, así que debían darse algo de prisa si querían comer.

Finalmente se decidieron por la opción que había dado Gray, por lo que tendrían que comprar esa cristalera cuanto antes. Mientras que colgaban la nueva diana, la cual pesaba bastante, aunque era de gran calidad, comenzaron a hablar de temas sin importancia, como de costumbre. Al menos hasta que...

—¿¡Que ayer saliste con Lucy y la llevaste al orfanato!? —Gray y Loki se miraron incrédulos.

—No es precisamente mi idea de una primera cita —comentó el pelirrojo aún perplejo.

—Mi idea de una cita no incluye la posibilidad de que uno de los participantes sea Natsu —se mofó su amigo de cabello azabache .

—¡Que no era una cita! Bueno, no lo sé. Simplemente le dije eso antes de lo de Eisenwald y tenía que cumplir la promesa. No hay nada malo en ello, ¿no?

—¿Pero te gusta?

—¡Y yo que sé! ¡¡Es decir, no!! —a estas alturas sus amigos estallaron en carcajadas—. Es solo que pienso bastante en ella últimamente...¡pero como una amiga!

—Oh, ya veo. Entonces debes pensar un montón en Levy también, ¿eh? —de nuevo las risas de sus compañeros—. Bueno, basta de meternos con Natsu, voy a recoger nuestros beneficios del territorio de Eisenwald.

—Tú lo que quieres es no ayudar a montar la diana —lo miró malhumorado Natsu.

Así pues, el moreno salió de Fairy Tail, montó en su Nissan Skyline y puso rumbo a las afueras, dónde unos obedientes ex-miembros de Eisenwald de baja categoría le entregarían sus ganancias del mes.

Al salir de la ciudad para llegar al punto acordado, un coche se puso a la altura del suyo. Esto en principio no sería un hecho destacable, pero considerando que Gray se dirigía a su destino a una velocidad aproximada de ciento cuarenta kilómetros por hora, al menos había aplaudir el hecho de que pudiera seguirle el ritmo.

Gray continuó sin darle más importancia al asunto del coche, aunque ciertamente éste no se alejaba de su lado. Tanto es así que empezó a ser una molestia, más aún cuando el trayecto del chico moreno ya había finalizado.

—Vale, es obvio que me estás siguiendo —murmuró, aún dentro del coche—. ¡Eh! ¿Tienes asuntos conmigo?

Inmediatamente, la puerta del coche se abrió, mostrando a Gray lo que, sin duda, debía ser un error. Una alucinación, pensó. Un fantasma del pasado que se le aparecía en este preciso momento sin saber por qué. Sin embargo, la realidad de la situación se confirmó en el instante en el que las palabras salieron de su boca.

—Eso es un saludo un tanto frío para un amigo al que no ves desde hace tantos años. Doce, concretamente.

—No puedes ser tú...todo el mundo murió aquel día. No es posible...Lyon...

—¿Por qué habrías de ser tú el único superviviente, Gray?

—No, no es eso...yo...estoy tan contento de que estés bien...

—Oh, bien, eres feliz por ello supongo. Aunque tampoco es que hayas vuelto a tu ciudad natal ni una sola vez estos doce años. Parece que eres bastante feliz aquí, ¿no? Ya eras feliz antes de descubrir que sigo vivo, y lo has sido todo este tiempo pensando que estaba muerto, igual que nuestros padres y Ur —sus rápidas palabras se clavaron como un puñal en lo más profundo de Gray.

—¿Qué estas diciendo? Yo...yo también me quedé huérfano aquel día, ¿sabes? —replicó perplejo.

—Ese día todos perdimos mucho...pero tú has recuperado bastantes cosas, por lo que veo. Tienes una vida cómoda aquí, ¿eh? Yo, por el contrario...—el gesto en la cara de Lyon se volvió increíblemente oscuro y despiadado—...no empezaré a recuperar nada hasta arrebatarte todo lo que tienes primero.

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Caaatorce. Bien, comienzo de saga nueva. ¿Cómo se desarrollarán los acontecimientos a partir de ahora? ¿Cuál es la idea correcta sobre una primera cita? ¿Qué ocurrió en el pasado con Gray? Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo: La calma antes de la tormenta.

 

15: La calma antes de la tormenta

-Entonces, ¿cómo llegaréis ahí con los coches?

-Loki se encargará de eso, supongo que los llevaremos en uno de esos barcos que transportan grandes cargas...¿puedes pasarme esa llave inglesa?

Mientras hablaban, Natsu se encargaba de la puesta a punto de su coche. Una puesta a punto que, para Lucy, era demasiado habitual. La gente normal no revisaba sus coches ni de medio año en medio año, mientras que él no lo dejaba una semana sin cuidado.

-¿Y por qué esa prisa para ir a Garuna? ¿Quién es ese Lyon?

-Al parecer -la voz de Natsu sonaba forzada, como si ese fuera un asunto peliagudo-...es un amigo de Gray, de la infancia.

-¿De antes de venir a Magnolia?

-Ajá. No sé todos los detalles pero...bueno, el pueblo de Gray sufrió un gran accidente y todos murieron excepto él...entonces el viejo lo encontró y lo trajo a Magnolia con él. Todos estos años, él ha creído que ese Lyon estaba...

-Aún así, ese no es motivo para aparecer amenazándolo -señaló la rubia.

Natsu asintió. Era miércoles, y el próximo viernes partirían hacia la isla Garuna para tratar el asunto con ese Lyon. Lucy, Levy y Erza, por su parte, tenían que quedarse para sus exámenes. Según lo que él le había contado, iban a intentar solucionar el asunto pacíficamente, puesto que era el amigo de la infancia de Gray y éste parecía muy afectado. Sin embargo, el hecho de que llevaran los tres coches ya parecía presagiar la confrontación. La calma antes de la tormenta.

-¿Estaréis bien de verdad? -preguntó Lucy, puesto que el incesante mal presentimiento no desaparecía.

-Bueno...no tendria por qué pasar nada malo. Sin embargo, no querría tener ningún accidente un mes antes del festival de la ciudad.

-¿Y eso?

Natsu pareció sopesar un momento sin contestar o no.

-¿Recuerdas al viejo Makarov? -Lucy asintió-. Su nieto es un famoso corredor callejero a nivel nacional. Dentro del departamento especializado en carreras ilegales...él figura en una lista de los 10 corredores más peligrosos. Es el mejor piloto en activo de Magnolia.

-¿Existe una lista así?

-Ya lo creo. Erza estuvo una temporada -Natsu se carcajeó-.También hay un tipo misterioso, un tal Mist Gun. Aparece como corredor de aquí, aunque la verdad es que nadie lo ha visto nunca. Y también ese tío...

-Bien...¿y el punto de todo esto es?

-La época del festival de Fantasía es una fecha señalada para todos los corredores de Magnolia, para decidir quién de todos es el mejor.

-Ooh, ya veo. ¿Has participado? -la cara de mal humor de Natsu agitó a la rubia brevemente.

-Hm, sí, dos veces. La primera vez, quedé entre los 8 mejores, y hace un año, Laxus, el nieto del viejo, me ganó fácilmente en semifinales -por la forma en que habló del torneo, estaba mucho más organizado de lo que ella había supuesto en principio.

-¡Pero eso quiere decir que eres uno de los cuatro mejores corredores de la ciudad! -su amigo resopló visiblemente ante sus intentos de animarlo.

-Sí, claro, en un torneo en el que ni ese Mist Gun ni Gildarts participaron. Laxus me derrotó a medio gas e incluso venció a Erza, ¡pero este será mi año! Por eso no quiero que nada me lo estropee.

-Entiendo. Bueno, en ese caso, intentad no tensar las cosas. Si de verdad eran amigos, dudo que ese Lyon sea capaz de atacar a Gray.

-Espero que lleves razón.

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Tras una larga espera un nuevo capítulo. Los protagonistas se dirigen hacia Lyon, pero, ¿qué se encontrarán allí? ¿Llevará razón Lucy? ¿No es obvio que no? Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo: Enmascarado.