Fantasmal [InuYasha x Kagome]

Fantasmal [InuYasha x Kagome]

¡Hola! ^^ Bueno hace milenios que no piso Cemzoo por los estudios y eso, pero ya que casi termino el segundo trimestre voy a publicar la Introducción de una historia que llevo escribiendo desde hace meses [Desde hace meses y a penas estos empezando el Segundo capítulo xDDD] ¡¿Qué!? los estudios me consumen pero intentaré continuarla ^^, bueno os lo dejo para ver que os parece ^^

--------------------------------------------------------------------------

Fantasmal

Introducción

Febrero de 1886 Highlands

Muerte

Cerró los ojos con fuerza y golpeó con el puño la pequeña mesa de madera. ¿Qué iba a pasar ahora?, para que engañarse, no iba a pasar absolutamente nada, al menos… referente a él, él ya no era nada estaba solo y perdido, tragó con dificultad y bajó la mirada dejando inconcientemente que los recuerdos volvieran a su mente.

—Ha muerto —murmuró tristemente una y otra vez, atormentándose a si mismo.

Su mundo se venía abajo, hace a penas una horas ella estaba sonriéndole, y ahora…, el joven temblaba de pies a cabeza además, notaba como las lágrimas intentaban salir de sus ojos dorados pero el chico no les permitía salir.

—No aquí… —se prohibió a sí mismo.

Se sujetó a la mesa con sus fuertes manos y se levantó para observar la habitación en la que se encontraba, la que conocía tan bien. La enorme habitación era de un color perla, constaba de una gran cama, la cual estaba colocada en una esquina, había un reconfortable sofá color grisáceo en el que había estado sentando unos segundos antes, había un pequeño escritorio a unos metros de él el cuál utilizaba bastante, subió la mirada para fijarse como a un lado del armario había un retrato de el mismo no recordaba haberlo visto antes, tal vez lo habían puesto esa tarde, la verdad no estaba de humor en fijarse en ese tipo de detalles en este momento.

—Kikyô —murmuró muerto de dolor tocándose donde se suponía que estaba su corazón ahora roto en pedazos.

El aire se le quedo en los pulmones cuándo comenzó a pensar que sería se de su vida a partir de ahora, no haría nada Kikyô era su vida, a grandes zancadas con una decisión ya tomada se acercó al escritorio, aparto con cuidado la silla de madera, se sentó, abrió un pequeño cajón, en el que había un diario y una pluma, ¿De donde había salido ese diario?, ¡Bah! da igual, arrancó una hoja de dicho, y comenzó a escribir con una brillante caligrafía.

---

2 Meses antes...


—InuYasha…

Nada

—¡InuYasha!

Sin respuesta

—¡¡INUYASHA! —exclamó una voz con un deje de irritación.

Al cabo de unos segundos una figura salió de una habitación parecía cabreado, sorprendió y asustó a su madre la cual tenía a pocos centímetros de él.

—¡¿Qué quieres ahora mamá!? —farfulló, tras varios segundos su madre contestó.

—No trates así a tu madre —le recriminó, InuYasha bufó. — vístete.

—Estoy vestido —contestó señalándose con la mirada, más bien estaba a medio vestir ya que llevaba el pecho desnudo.

Su madre le miró de arriba abajo, en momentos odiaba el temperamento de su hijo ¿En momentos?, rió y le indicó con la mirada al chico que no estaba para bromas, InuYasha entro para vestirse, sin aún saber para que.

---

Madre, espero que comprendas porque estoy haciendo esto, seguro que lo entenderás, ya que tú también sentiste lo que estoy sintiendo yo. Lo he intentando, lo juro, pero me ha sido imposible, me siento obligado a hacer esto, pero, por otra parte también lo necesito. Yo, ahora mismo soy como un pájaro que no sabe hacia donde debe emigrar, ahora mismo no tengo rumbo. Ganas, eso es lo que me falta, me faltan ganas de vivir. Lo siento mucho, mamá.

Te quiero
Tu hijo Inuyasha.

Releyó la carta repetidamente por si se le había olvidado mencionar algo, cuando se aseguro que no se le había olvidado nada buscó entre sus bolsillos.

Una navaja

Eso es lo sacó, acarició con el dedo pulgar la arma blanca, por esos tiempos era necesario poseer una arma, cualquiera, en cualquier momento te podría robar, y necesitarías algo para defenderte, pero esa arma también sirve para otras cosas.

Y esta además, va provocar algo más además de un suicidio…

[…]

---

Enero, 15 de Enero de 1998 Highlands



—¡¿Y que pasó después!? ¡¿Por qué InuYasha hizo eso?! ¡¿Qué más provocó!? , oh vamos, ¿Es mi cumpleaños y piensas callártelo? ¡Que mala! —exclamaba casi sin respirar una niña de no mas de 8 años, de pelo azabache cual noche sin estrellas.

La mujer que la niña tenía delante se apartó un mechón de pelo de la cara y lo colocó detrás de su oreja, después inspiró preparándose para contestar todas las preguntas impuestas por la niña.

—Kagome, cariño - la niña de ojos chocolate la miro extrañada de que supiera su nombre- no hagas tantas preguntas de golpe, ¿Sí? —Kagome asintió y esperó con ojos brillantes la respuesta a sus preguntas — Inuyasha, hizo eso por amor cariño.

—¡¿Pero amor a quién!? — interrumpió como cualquiera niña pequeña, —ups, perdón, —se disculpó.

Hoy era el cumpleaños de la pequeña Kagome, donde se encontraba era en la mansión de una tía lejana suya, que sorprendentemente pero amablemente le concedió celebrarla en este lugar. Pero… la mansión tiene más de un secreto.

—No importa —suspiró —amor, amor a la señorita Kikyô, —la mujer observó la mirada que le mandaba la chica, adivinó que se referiría a que si Kikyô era la mujer que decía la madre de InuYasha —Si, es ella, ¡Pero déjame seguir contando!, bien… InuYasha, como habrás supuesto… bueno, se fue al cielo —intentó decirle de manera más o menos normal para una niña de su edad —Pero no se fue del todo…

—¿Qué quieres decir? —inquirió la pequeña.

—Que él… sigue aquí —murmuró lo bastante fuerte para que la niña lo oyese.

Kagome parpadeó repetidas veces y la miró sorprendida, la pequeña era demasiado intuitiva para su edad, pero también era bastante inocente… por lo qué no sabía si creer la historia que una desconocida le estaba contando.

—¿Tú quién eres? —preguntó.

—Yo… —comenzó pero no pudo terminar.

De repente la puerta se abrió estrepitosamente dejando ver a una mujer bastante parecida a Kagome, dicha dirigió su mirada a la mujer con la respiración algo agitada.

—Kagome, hija, los invitados te esperan abajo —le informó.

—Vale mami, espera que avise a… —dirigió su mirada chocolate hacía donde antes estaba la mujer, pero ahora, no había nadie — ¿Eh…?

La madre de la niña puso los ojos en blanco y se acercó a su hija para cogerla de la mano.

—Vamos, ¿A qué esperas? —le preguntó

—Pero es que… —se excusó.

La madre le miro severa, pero después su mirada se suavizó y empezó a caminar con la niña aún sujeta de la mano.

—Ni peros ni peras —le guiñó el ojo y siguió bajando, la pequeña suspiró y se quedo pensando en el extraño suceso que había ocurrido hace a penas unos segundos.

---

La ‘enamorada’ del joven murió como imaginareis
Pero nadie sabe como murió
Simplemente la encontraron muerta
Os preguntareis por qué el chico no fue con ella, es sencillo, realmente sencillo.
Kikyô guardaba un oscuro secreto que fue el arma detonante para InuYasha
Ella durante un tiempo lo amó, cierto es, pero algo pasó y ese sentimiento se marchitó
Y eso a InuYasha le condenó
Y por eso, la profecía comenzó…



Las voces del infierno cantaban
Él lo pensaba
Pero él se equivocaba
Él no hallará el descanso eterno por una gran falsedad
Él queda encerrado en un cuadro
En su retrato
El hechizo con los años va creciendo
Y es más difícil de romper
Pero no imposible
Algo lo puede romper
O alguien
Su verdadero amor podrá
Pero no el ‘amor’ que le condenó
Las llamas le concedieron una oportunidad
Esperando que la supiera aprovechar
¿La sabrá aprovechar?, quién sabe, nadie lo sabe
La oscura canción cesó.


-------------------------------------------------------------------------------------

Espero que os haya gustado ^^ ¡Besos!

 

Re: Fantasmal [InuYasha x Kagome]

Hola =) Bueno, el quién es esa mujer se irá decubriendo a lo largo del FF, ya que en la introducción aunque parece que deja muchos trapos descubiertos es todo lo contrario, intentaré dejar la continuación lo más pronto posible pero anets me gustaría terminar el capítulo 2 para después no estar tan estresada vosotras me entendeís x)

Y también aunque no haya habido de momento, os pediría que no hicieran SPAM ya que no es favorable para el FF, borran post, y le haceís más rabajo a las pobres moderadoras

Sin embargo os voy a dejar unos adelantos ;)

----------------------------------------------------------

—Kagome Higurashi —mi nombre bastó para que toda la habitación se revolucionara.

—Jajajaja —me carcajeé ante mi propia ocurrencia, ¿Cómo se me ocurrían ese tipo de tonterías?, estiré mis brazos y volví a dejarme caer en la cama para después cerrar mis ojos castaños, dejando así que poco a poco me sumiera en un profundo sueño

—Vale… —mi voz sonó débil pero daba igual de todos modos nadie me escuchaba — ¿No se supone que en los sueños no se siente dolor? —busqué con la mira a mi ‘atacante’ algo atemorizada lo reconozco.

-----------------------------------------------------------------------

Y eso es todo amigos xD jaja xD bueno no dejo más que sino descubro todo el embrollo del capítulo xD

Chao ^^ Intentaré no tardar!

P.D: Si contestaís a la encuesta me seríais de gran ayuda -chi-

 

Re: Fantasmal [InuYasha x Kagome]

Hola ^^
Gracias a las dos que dejasteís un mensajito, y un gracias extra a la que voto en la encuesta ^^ intentaré mejorar dicho, bueno que esta continuación va dedica a las dos ;) bueno que aquí os dejo el primer capítulo, dejad mensajes, pero NO spam.

--------------------------------------------------------------------------


I Entierro

Enero de de 2008 Inglaterra

Silencio

Nadie pronunciaba palabra alguna, nadie debía hacerlo en un sitio como un cementerio, y menos si de quién uno se esta despidiendo es de una persona tan apreciada. Keiko Higurashi, mi apreciada tía había fallecido hace dos noches de muerte súbita, la noticia nos pilló de sorpresa a todos, ella que era una mujer que no fumaba, no bebía, hacía deporte, y no parecía tener enemigos…

Pero ya se conoce de sobra la muerte súbita
O, al menos la conocemos demasiado en nuestra familia.
Desde hace varios años la desgracia nos había acusado, primero mis queridos padres fallecieron, después mis amados abuelos, y ahora mi tía, no cercana pero después de todo era mi tía, la que me consentía como la que más.

Y todos habían muerto de la misma causa.
El cura pronunció las últimas palabras antes de dar por terminado el entierro
Todos rezamos en silencio por el descanso de nuestra querida Keiko


---

—¿Y…?


La voz de Asahina Higurashi, la voz de mi tía abuela, inundó la habitación, mi tía abuela estaba preguntando algo acerca de la decisión tomada por Keiko-Sama, exacto, ahora mismo me encontraba en la lectura de su testamento, todo estaba dicho, el dinero repartido, los coches, yo no había recibido nada, pero era normal, no soy familia cercana suya, pero igual debía de estar en esa ceremonia.

Sin embargo algo faltaba por repartir.
Su mansión a las a fueras de Highlands, la mansión en la que en tantas ocasiones celebré mi cumpleaños, todos deseaban obtener tal majestuosa vivienda, todos menos yo, se podría decir que, al haber celebrado mi cumpleaños en tantas veces en esa mansión le había cobrado respeto. Mi familia esperaba impacientes que pronunciaran la decisión de Keiko.

—Kagome Higurashi —mi nombre bastó para que toda la habitación se revolucionara.

Un momento, aguarda, alto hay, ¿Mi nombre?

Todos los presentes en la sala se levantaron indignados y empezaron a decir cosas en mí contra, los típicos ‘No es justo’, mientras yo simplemente debitaba la posibilidad de que hoy fuera el día de los Santos inocentes y yo no había enterado. Examiné con la mirada la habitación, en busca de una cámara oculta por supuesto, mi tía era muy bromista. El encargado de profanar el testamento de mi tía intentaba hacer callar a la gente, después se fijó en mí, ahora mismo seguramente tendría una cara de tonta.

—Etto… —mi voz sonó tímida, por lo que meneé mi cabeza un lado a otro intentando recobrar la seguridad —No han cambiado el día de los Santos Inocentes ¿Cierto? —El hombre carcajeó fuertemente, pero el resto de mi familia seguían serios, reclamándome con la mirada, yo ignoré las miradas de reclamo y espere la respuesta afirmativa del joven.

—No señorita —me respondió cordialmente, yo parpadeé repetidas veces anonadada por la respuesta negativa, —Estoy hablando muy en serio —señalo con la mirada el papel reciclado en el que mi tía escribió su testamento — Keiko, dejo su mansión completamente en sus manos señorita Higurashi, Felicidades

Felicidades… ¡Prácticamente me regalan la mansión donde mi difunta tía vivió toda su vida y me felicitan!, una mansión que estará llena de recuerdos de mi niñez, recuerdos que me apenarían, ¡Que va!, decidido, pasaré olímpicamente de este embrollo

—Mmm, toda vuestra — les dije despreocupadamente a mi familia, la mayoría se sorprendió, pero inevitablemente la alegría inundó sus rostros, yo me encogí de hombros y flexioné las rodillas dispuesta a levantarme, pero una voz interrumpió mi acción, irritada, levante la mirada

—No puedes renunciar a ella —nos informó, el rostro de los demás se deformó, y yo me mordí el labio, ¡Pero si en la mayoría de los casos…! —La difunta Keiko dejó claramente ese punto —continuó como si me hubiera leído la mente, yo me maldije interiormente como seguramente todo los demás, estaban haciendo, ¡Ahora que demonios iba a hacer!

[…]

---
La gente de hoy en día esta loca
Completamente loca, punto y final.
Por culpa de ese tipo de gente es por lo que he acabado en un coche rumbo a la a fueras de Highlands, por culpa de esas personas iba rumbo a un lugar que no haría mas que apenarme, lo sabía, nunca me gusto indagar en los recuerdos, porque siempre acababa abrazada a mi misma sollozando como una niña pequeña

Algunos me decían que aún lo era.
Puede que tuvieran razón


—Vamos a Highlands, a una gran mansión, laraira, lairala —cantaba feliz mi mejor amiga, Sango, se puede decir que la conocía desde pequeña, como cualquier otra al ser mi mejor amiga le contaba todo, y bueno al contarle mi ‘Nueva posesión’ como le apodó ella, me dijo que sería buena idea venir y mirar un rato, a mi claramente no me agradó la idea, por lo que le propuse venir conmigo de broma.

Pero ella no se lo tomo a broma
Y al verle como sus ojos brillaban más que cuando le regalaron su primer gato, me daba pena decirle que no.
Un viaje de amigas, eso no estaría mal, además me serviría para despejarme.
Claro, serviría si no contábamos un ‘minúsculo’ problema.

Su pareja
Su novio
El más pervertido que conozco
Miroku
Él mismo se había invitado

Suspiré y dejé que el viento ondeara mis cabellos, ¿Quién demonios había abierto la ventanilla si ambos estaban en los asientos de delante?

—Kagome —me llamaba la voz de Sango pero yo no le oía, seguía pensativa.

De repente, oí un golpe, eso me despertó, giré la cabeza y observe como Miroku se frotaba la cabeza mientras se quejaba por lo bajo mientras Sango le miraba mal, muy mal a la vez que apretaba su puño, como no, ya tardaba en hacer de las suyas.

—¡Hum! —bufó Sango mientras apartaba la mirada de Miroku, él cuál, hacía puchero, yo me reí por lo bajo, por suerte, ninguno de ellos se dio cuenta de mi acción, segundos después Sango empezó a articular — Kagome, ya hemos llegado, perdón si tardamos, pero es que aquel zopenco se equivocó de carretera.

¡¿Ya estábamos!?
¡Pero si había pasado volando!, bueno tal vez, es que yo no quería que llegáramos, siempre me pasaba lo mismo, por lo que deseé irritada, que a todos los demás les pasará lo mismo, eso era típico en mi, mi constante comportamiento infantil, de repente, nuevamente, la voz de Sango me sacó de mis pensamientos, me preguntaba entre saltos si entrábamos ya
Antes de responder me limité a observar la enorme mansión, estaba como siempre, solo que parecía que mi tía, antes de fallecer, claramente, le había hecho alguna que otra renovación, la observé, además de ser enorme era blanca, ni una mancha le ensuciaba, parecía las típicas mansiones de las películas y de los libros, inevitablemente los recuerdos llegaron, pero los eché a patadas antes de que llegaran a apenarme.

—Ehm, si vamos —busqué entre mis bolsillos esperando no haberme olvidado la llave en el coche, por fin, la encontré, la metí en la cerradura y abrí la puerta, mostrándome ‘mi’ mansión, mi mansión para alegría y desgracia de otros.

Parpadeé impresionada de que cuando era pequeña no me impresionará este lugar, pero era obvio, cuando era pequeña era aún más infantil, pero ahora, las cosas habían cambiado, digamos que yo había cambiado. La mano de Sango me distrajo, induciéndome a que fuéramos a buscar a los empleados, Miroku gruñó celoso, de repente una mujer de más de 60 años seguro, se acercó a nosotros, llevaba traje de trabajo, pobre mujer, a esa edad ¿y trabajando?

—¿Dónde están…? —preguntó Miroku mientras buscaba con la mirada a los típicos personajillos que llevan las maletas en las películas, Sango le tapó la boca irritada —Sean bienvenidos, señorita Kagome, señorita Sango y señor Miroku —nos hizo pequeña reverencia, cosa que me molesto, además… ¿Cómo sabía los nombres de Sango y Miroku el mío vale, pero los otros…? ¡Bah!, como si nada hubiese pasado Miroku le cogió de la mano y se quedo tan contento, no tenían remedio, pero que haría yo sin ellos.

—Estarán al llegar — como cuando el sargento llama a sus soldados los demás empleados aparecieron, 3 exactamente, uno para cada uno, el más joven, de ojos claros se acercó a mi y se preparó para coger las maletas, yo las aleje rápidamente, si alguien iba a llevar esas maletas iba a ser yo, llevaba demasiadas cosas calificativas dentro de la maleta, sin embargo el chico insistió me guiño el ojo y cogió la maletas para después empezar a subir unas escaleras, me irrité y le perseguí ignorando las risas de Miroku Sango y los demás empleados.

---

Estaba agotada, ¡Cuantas escaleras se suponía que tenía esto!, pero al que perseguía no se cansaba, al final sería que yo era demasiado debilucha, eso seguro, finalmente el hombre paró delante de una puerta con apariencia de ser de una buena madera, yo agarré mi maleta y le miré mal, el chico se carcajeó fuertemente me cogió la mano la abrió y me dio unas llaves, después se fue.

Murmuré cosas por lo bajo pero se lo agradecí en mi interior
Yo no habría sido capaz de subir esa maleta a cuestas
Suspiré, y abrí la puerta dejándome ver una gran habitación, demasiado grande para mi gusto. La habitación era de un color perla, por otra parte, en frente de una tele la cual estaba colocada en una esquina había una cama la cual parecía bastante cómoda estaba decorada en perfecta armonía con el resto de habitación, en un lateral había un armario, al otro lado había sofá color grisáceo, también había un pequeño escritorio a unos metros mí, eso me serviría bastante… de repente un escalofrío me recorrió la columna, percibía algo, algo extraño en esa habitación, algo… no encontraba la palabra perfecta…

Espeluznante.

—Kagome no pienses tonterías, aquí no pasa nada… se realista, son cosas tuyas —siempre había tenido la estúpida costumbre de hablar sola, pero por suerte, mi acción sirvió para tranquilizarme, me acerqué a la cama, me quité los zapatos y me tumbé en la cama para descansar, cerré los ojos los volví a abrir, así me mantuve durante un buen rato, intentando dormirme, me maldije y levanté la mirada, y entonces me encontré con algo que volvió a ocasionarme un escalofrío esta vez aún mas sentido.

Un cuadro
Un… ¿Retrato?


Un hombre, eso no era nada del otro mundo, pero el caso era QUE hombre.
Poseía unas orbes doradas que me desconcertaron, por su increíble color y el brillo de dichos
Además poseía una cabellera negra, realmente bonita, la verdad es que ese chico era bastante guapo, demasiado, tenía una expresión marcada, pero a la vez algo arrogante, no le echaba más de 18 años.
Pero el cuadro parecía tener más de un siglo.
Trague saliva, y volví a observar el cuadro, para recibir una vez más un escalofrío, pero esta vez debido a su mirada, había algo que me ponía nerviosa… es difícil de explicar, era como si la mirada me observara… como si estuviese… ¿vivo?,

—Jajajaja —me carcajeé ante mi propia ocurrencia, ¿Cómo se me ocurrían ese tipo de tonterías?, estiré mis brazos y volví a dejarme caer en la cama para después cerrar mis ojos castaños, dejando así que poco a poco me sumiera en un profundo sueño

---

¿Dónde demonios estoy?
Miré a mi alrededor intentando localizarme, que yo sepa hace un momento estaba dormida tranquilamente esperando estar soñando con los Angelitos, y ahora me encontraba… ehm, ¿Dónde me encontraba?

—Esto… ¿Hay alguien? —pregunta tonta, ¿Quién va a haber en mi propio sueño? , la única respuesta que recibí a mi pregunta fue mi misma voz, perfecto mi buen amigo el eco. Desde luego odiaba cuando tenía estos tipos de sueño, que yo sepa no he comido nada en mal estado, de hecho hace horas que no pruebo nada, pero en fin, después de todo estaba acostumbrada a tener sueños raros.

Caminé ignorando mi pequeño problemita sobre haber imaginado un sitio, era un prado, un prado lleno de árboles, un sonido se oía a lo lejos , era un sonido entre aterrador y dulce, una gran diferencia entre ambos adjetivos sin duda. Sin previo aviso un ruido me saco de mis pensamientos, di un salto y me di la vuelta, detrás de mi había dos ladrillos medio rotos, vale, ¿De dónde…? , los aleje con la suela del zapato un poco y seguí andando intentando no prestarle mucha atención, pero nuevamente, oí otro ruido cuando me di la vuelta cerré los ojos fuertemente al sentir un pequeño dolor en mi brazo izquierdo. Abrí los ojos entre algún que otro gemido de dolor, me sorprendí para mal al ver como mi chaqueta blanca se había teñido de rojo, además empezaba a sentir un liquido demasiado espeso en mi brazo…

—Vale… —mi voz sonó débil pero daba igual de todos modos nadie me escuchaba — ¿No se supone que en los sueños no se siente dolor? —busqué con la mira a mi ‘atacante’ algo atemorizada lo reconozco.

—Hola —una voz masculina y arrogante para mi punto de vista sonó detrás de mí, di un gran salto y me di la vuelta, pero allí no había nadie, gruñí ante todo mientras me sujetaba mi brazo.

—¿Te duele? —volvió a sonar la voz, esta vez la voz parecía apagada, pero seguro que eran imaginaciones mías, después de todo esto es solo un sueño- Yo hace tiempo que no siento nada… nada - su tono me apenó un poco, pero negué con la cabeza, no podía apenarme mi propia imaginación.

Me hice un masaje con mi mano libre en mi cabeza intentando tranquilizarme, además mientras intentaba pensar como despertarme, la voz se carcajeo de mí, y con una voz extrañamente apacible me dijo;

—Nos vemos pronto… —me informó- Nos vemos… Kagome —se despidió, y entonces desaparecí de aquel prado.

---
Abrí los ojos sudorosa
Lo primero que hice fue mirar de un lado a otro, otra vez estaba donde me encontraba antes de dormirme
Suspiré aliviada y me levante de golpe, exclame un sonoro gemido de dolor, el dolor venía proveniente de mi brazo, tuve un mal presentimiento, gire la cabeza y me quede helada, la herida del sueño… también… también estaba ahí, incapaz de creérmelo me acaricie el brazo suavemente con el dedo índice, la sangre estaba seca, esto era surrealista… me quité la chaqueta intentando no hacerme daño, tarea imposible, y después me levante la manga de la camisa… la herida estaba cerrada. ¡¡Pero ése no es el caso, el caso es que esa dichosa herida no tendría que estar ahí!! , ¡¡Era solo un sueño, y en su defecto pesadilla!!

Cogí mis maletas y empecé a bajar las escaleras, no me pensaba quedar aquí ¡Antes loca!

CONTINUARÁ…

-------------------------------------------------------------------------

Besos!!

 

Re: Fantasmal [InuYasha x Kagome]

Hola!!^^

Vengo a darla las gracias a todoos los que posteasteís em animaste bastante ^^ ya que ahora mismo estoy en época de examenes, me estreso se me va la inspiración y me deprimo xD, pero bueno como ya quedan poco la inspiración va volviendo, hoy cuando termine de estudiar intentaré terminar la continuación por lo que la tendreís seguramente mañana creo xD^^ o como muy tarde que lo dudo el Jueves

Besos ^^

P.D;shirinuyasha no es por ser borde ni nada xD pero no hagas spam, por favor

 

Re: Fantasmal [InuYasha x Kagome]

Hola!
Bueno, siento no haber colocado la continuación ayer pero tube un pequeño incidente y no pude colocarla, pero como dije como muy tarde sería hoy y lo cumpí ^^, esta conti creo que no me ha quedado muy bien, pero bueno al menos esta pasable, decid vuestras críticas para mejorar, NO SPAM por favor y os digo una cosa sobre esta continuación y sobre todo el fic, que tiene hastq que ver el como lo escribo xD; Nada es lo que parece, bueno sin más preambulos os la dejo ^^

-------------------------------------------------------------------------

II Consecuencias

No se cuantos escalones bajé
Tampoco es que tuviera tiempo para contar, estaba demasiado entretenida insultando a ese extraño chico, a mi difunta tía y a todo el que se me pusiera por delante.
Entre mi nerviosismo y mi torpeza sin querer tropecé con uno de los escalones haciendo que irremediablemente cayera de culo, cogí aire intentando no entrar en un ataque de nervios, oh perdón ya estaba en medio de una. Coloqué mis manos en las heladas escaleras para poder impulsarme y levantarme, cuando lo conseguí bajé y bajé hasta llegar con los que me habían metido en este lío.

— ¡Nos vamos! —les ordené a Miroku y Sango, toda mi paciencia, sin duda se había acabado

Durante unos segundos la habitación se mantuvo en un silencio absoluto, únicamente el castañeo de mis dientes y mi respiración se oía en la entrada, Miroku empezó a carcajearse, Sango se quedo literalmente hablando de piedra, y la anciana a la cual reconocía como Kaede, se mantenía en silencio, callada, asintiendo.

— ¿Qué bicho te picó Kagome jaja? —me preguntó Miroku

— ¿Dónde están vuestras cosas? —ignoré la pregunta de Miroku, y busqué con la mirada las maletas de mis amigos muerta de nervios, la adrenalina recorría mi sangre con una velocidad impresionante, estaba empezando a temblar de pies a cabeza y los demás parecían notarlo.

— ¿Te pasa algo Kagome? —inquirió Sango, yo por mi parte asentí nerviosa.

—No… ¡Solamente quiero irme de una vez de aquí maldita sea! —Sango y Miroku me miraron sorprendidos ante mi extraña reacción, Kaede de repente se me acercó y me cogió de la mano, estaba completamente helada

— ¿Puedo hablar unos minutos con usted? —me cuestionó suavemente, suspiré y asentí deseando que no se fuera a enrollar mucho, me sonrió nos disculpó con Sango y Miroku y me llevó hasta el fondo de un pasillo después abrió la puerta.

Parpadeé, sin duda mi tía tendría que haber estado forrada, es cierto recordaba que ella era bastante adinerada, pero no recordaba una casa de tales dimensiones. La habitación a la que me había conducido era grande, no grande no, ENORME, vamos era ideal para que los niños jugaran al escondite, además estaba perfectamente decorada, me sentí irremediablemente pequeña.

—Esto… ¿Qué quería? —inquirí

— ¿Qué viste?

Esa pregunta me dejo el aire en los pulmones, y tardé un par de segundos en acordarme de cómo se respiraba, ¿Cómo sabía ella?...

— ¿Cómo sabes…eh, como sabe…?—mi voz temblaba no sabía que decir, estaba nerviosa, sabía que algo pasaba en esta mansión, que era algo muy importante-

Una sonrisa de lado inundo el gordo rostro de Kaede, me sonrió con ternura como solo las mujeres con años saben hacer y comenzó a hablar.

—Todo a su tiempo Kagome, todo a su tiempo…vamos dime que ha pasado.

Me mordí el labio, no debía decirle a una mujer que conocía hace a penas unas horas el sorprendente hecho que me había ocurrido hace a penas unos minutos, pero… había algo que me inspiraba confianza en ella, algo que me incitaba a contarle todo, por lo que decidí hacerle caso a mi ‘sexto sentido’

—Lo supuse—dijo cuando terminé de explicarle el suceso que me había ocurrido, lo dijo tranquila, serena, no había ninguna marca en su rostro de terror en su rostro.

No me creía

—Sé que es muy difícil de creer… pero es verdad, primero…e…y desp---

—Te creo—me interrumpió—sé que estás diciendo la verdad,… ¿Puedo pedirte algo?

Mi cabeza no hacia más que dar vueltas, vueltas y más vueltas intentando pensar una razón lógica sobre lo ocurrido, y también pensar una buena razón por la que Kaede me estaría tomando el pelo, me estrujé los sesos pensando pero no se me ocurría nada, ¿Qué escondía esta mansión?

Kagome…

Levanté la mirada y interrogativa busqué a la voz que me había llamado, miré a Kaede la cual me observaba atontada, no… ella no había sido… ¿Entonces…?

—Kagome prométeme algo—me dijo Kaede suplicante, suspiré y le indiqué con la mirada que me dijera el que exactamente—Quédate, quédate solo unos días…

No
No, no y otra vez no
Tan estúpida no soy, si ese pequeño ‘incidente’ me había ocurrido en las primeras horas… ¿Qué me ocurriría en dos días? ¿Me empujarían cabeza a bajo al mar salvaje? No me extrañaría para nada, y bueno no es que fuera la muerte más deseada para mí. Negué con la cabeza, iba a ser egoísta, lo sé, pero mejor ser egoísta que acabar bajo tierra ¿No?, no me interesaba lo más mínimo que había ocurrido, prefería volver a mi casita en Inglaterra toda tranquilita recibiendo las visitas de Sango cada dos días. Lo sentía, sentía rechazar lo que me tía me había dejado, pero no podía aceptarla.

—Adiós Kaede— me despedí, levante mi mano derecha y la agité, ella curiosamente se quedo parada, cogí mis maletas y empezar a caminar rápido más bien a correr.
Cuando salí de la habitación me encontré a Miroku y Sango discutiendo como de costumbre, ellos me miraron y yo les miré a ellos, agache la cabeza en señal de disculpa por mi extraño comportamiento y les susurré que les esperaba fuera, que si era posible que si se podía dar prisa.

Me dirigí a la entrada y abrí la puerta con suprema rapidez, di un paso hacía delante y un frío aire me recorrió todo el cuerpo dejándome una extraña sensación en el dicho, baje uno a uno los escalones que te ayudaban a alcanzar la mansión y me senté en el último a esperar.

Ningún ruido empañaba mi paciente espera, nada, el viento no soplaba, no oía mi respiración ni mis latidos, aunque, claramente sabía que ambos órganos vitales estaban trabajando sin parar, gracias a eso yo podía estar ahora mismo viviendo.

Jugué con mis dedos aburrida
Lo estaba
Demasiado
Estiré mis brazos y los usé para impulsarme y poder levantarme a dar un pequeño paseo, seguramente algo habría ocurrido, algo como, por ejemplo que Miroku hubiese tocado las partes traseras de Sango y dicha le hubiese otorgado tal golpe que le hubiese dejado sin conocimiento, si probablemente algo de eso

Me recorrí todo el jardín unas 2 veces, y al no ver nada interesante decidí ir a recordar que había unos metros por detrás de la mansión, caminé y caminé a paso lento pero seguro no tenía ganas de caerme y que se me abriera la herida causada por un sueño. Al cabo de unos minutos me canse de andar y me fije a dónde había llegado a parar, el corazón por poco se me salió del pecho.

El prado
No cualquier prado
MÍ prado
El prado de mi sueño…

Tragué saliva con el corazón a punto de salir volando de mi pecho, y medite sobre que debía hacer una persona que no quería acabar mal, pero en fin como la otra vez, mis impulsos salieron a la luz.

— ¡Eoh! ¿Hay alguien por ahí no se perdido…dando un paseito haciendo ejercicio? —soné estúpida, pero eso me calmo los nervios.

Suspiré aliviada, pero el alivio para mi desgracia duro poco tiempo, un ruido se escucho a mis espaldas, los pelos se me pusieron de gallina, no me atrevía a girarme, pero lo hice y me alegre al ver que con lo que me había encontrado no era tan malo.

—Hola gatito…—susurré mientras cogía en mis brazos y colocaba en mi regazo a un gato negro, negro cuan noches sin estrellas y ojos verdes esmeraldas, empecé a acariciarle el pelo nerviosamente sin controlar mi fuerza por lo que el gato se giro y me araño levemente—Auch…—últimamente yo no hacía mas que recibir…

Sin previo aviso el gato empezó a maullar y se puso tenso, y tenía la extraña sensación de que esta vez, yo no había sido la culpable de su enfado. El felino se escapo de mi regazo y empezó a maullar salvajemente hacia el horizonte, yo parpadeé confusa maldiciéndome por aburrirme tan pronto, si hubiese esperado quietecita como las niñas buenas esto no hubiese ocurrido.

Tan rápido como comenzó acabo, el gato cesó de maullar y se fue corriendo hacía la parte opuesta de donde me encontraba, intente seguirle pero una voz no me lo permitió, me llamaban, ¿Quién me llamaba? Me giré en busca de la voz, pero no veía a nadie, seguí buscando a la voz que había identificado como la de una mujer

Kagome el cuadro…

Seguí buscando dando vueltas en círculos sobre mi misma inútilmente… esta vez había dicho mi nombre y había mencionado algo sobre un cuadro… cuadro, cuadro…

Kagome destruye el cuadro, destrúyelo…

Mi cabeza daba vueltas, vueltas y más vueltas, me la sujete intentando no desmayarme… ¿que cuadro…? ¿Quién era la que me estaba hablando?... ¿Qué estaba sucediendo en esa casa? ¿Por qué me estaba ocurriendo todo esto a mí?

Kagome haz desaparecer el retrato y todo acabará

— ¡¿Qué cuadro!? ¡¿Quién eres?! Déjame en paz—esta vez me tapé los oídos, esto no estaba sucediendo, no, no… no podía estar sucediendo… era imposible

Por favor Kagome…

Nada más oír esas sencillas palabras sentí como mi cuerpo y mi mente perdían la conciencia.

--------------------------------------------------------------

Oía la dulce voz de Sango llamándome y notaba como el aire se chocaba contra mi, parecía que me estaban abanicando, los párpados me pesaban como piedras y no quería levantarme tenía sueño, pero la misma Sango empezó a zarandearme suavemente haciendo que mis ojos poco a poco se abrieran.

— ¿Qué quieres Sango…?—le pregunté, la verdad no recordaba dónde estaba que había pasado ni nada relacionado

—Por fin despiertas Kagome—me soltó para después abrazarme—Llevas desmayada cinco horas…—me dijo con preocupación, ¿Desmayada? ¿5 horas?, los recuerdos me llegaron inmediatamente con extrema rapidez y con la fuerza de una bala.

Me levanté bruscamente haciendo que mi cabeza girará y que ellos me miraran despectivamente, yo ignoré tal mirada y pensé sobre lo que había vivido hace a penas unas horas, y lo que había oído… un cuadro… ¡Claro!

—Chicos he cambiado de opinión—dije mirando a Sango y Miroku—Nos quedamos siento estar mareándoos tanto—les dije para después mirar a Kaede la cual me miraba con una sonrisa en los labios, empecé a subir las escaleras rumbo a mi habitación.

Si lo que esa voz me había dicho era cierto, estos extraños y aterradores sucesos cesarían de suceder si destruía el retrato, y no podía ser otro retrato que el de mi habitación, eso estaba claro. Abrí la puerta y entré en mi habitación con velocidad, me dirigí hacia donde se encontraba el cuadro, pero para mi sorpresa no se encontraba ahí.

— ¿Cómo demonios…?—di varios pasos hacía atrás hasta estrellarme con la madera de mi cama gemí de dolor mi pobre píe, me gire y me quedé blanca de la impresión, ahí, encima de mi cama estaba el cuadro…tragué saliva esperando que alguien lo hubiese cambiado de sitio para limpiar, aunque contando lo que me había sucedido hace unos instantes no era muy probable

Me quede ahí quieta sin moverme, sin saber que alguien me estaba vigilando, sin saber que alguien me estaba protegiendo


CONTINUARÁ…

-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Byes!!^^