Shigatsu wa kimi no Uso [Longfic] Última melodia [TLD]

Aquel día todos mis deseos, metas y sueños se deslizaron rapidamente por la alcantarilla, un fuerte y doloroso latido vibró por todo mi organismo dando fecha a la música entro de mi.

Mis padres a un lado mio no pudieron controlar sus emociones en mi presencia y dejaban salir su dolor junto con su nula aceptación de la situación, retiré un mechón de mi cabello que se instaló travieso en mi rostro, un silencio aturdidor inundó mis oidos y en respuesta una sonrisa amarga salió sin pensarlo.

Una lágrima salió sin más, haciendo eco de mis gritos de agonia interiores mientras observaba como el mundo a mi alrededor se pintaba de blanco y negro.

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Al caminar entre los pasillos atestados de la escuela contemplé como una ultima maravilla del universo el suelo, evitando de esta forma encontrarme con ojos inquisitivos y tener que seguir la dificil tarea de fingir.

El veredicto había marcado mi destino, desechando cada una de mis ganas de continuar, las fuerzas me abandonaron. Una persona chocó con mi cuerpo, viendome obligada a levantar los ojos mientras se disculpaba. Sobre sus hombros, vi como él se acercaba a mi posición.

Aquel chico que despertó sentimientos en mi nunca antes pensados y que me obligó de una buena manera a amar aquel instrumentos de cuerdas, para poder acompañarlo en su tarea de originar aquellas notas que se adentraban en el cuerpo de los oyentes causandoles sensanciones nuevas.

Kōsei Arima.

Un suspiro brotó de mis labios cuando el chico fijó levemente sus orbes en los mios, él se encontraba inmerso en ese mundo en el cual se habia aislado un día sin más, dejando ir aquel talento inhato que un ser superior le había brindado.

Él era amor, dolor, agonia, perfección, sentimientos, sueños, él era música.

Mi órgano cardíaco latió en una carrera desenfrenada al contemplar el rostro de Kōsei acercarse lentamente, siendo contemplado por los chicos del instituto, aún preguntandose como un prodigio de la música como él la había abandonado, que había causado ese decisión tan estupida, haciendo eco de mis propios pensamientos.

Arima se había instalado dentro de mí desde hace años, desde aquella vez cuando lo observé tocar con apenas cinco años, sus notas penetraron en mi inocente corazón y gracias a él pude ver el mundo como si hubiera nacido una segunda vez.

Así que teniendolo a escasos centimetros de mi, contemplé como su cabello adquiría aquel tono azulado caracteristico suyo y aquellos orbes increiblemente azules, tan resplandecientes como diamantes, él no sabía el efecto que provocaba en las personas, que inducía en mí. El mundo a mi alrededor adquirió tono brillantes, permitiendo a mi corazón latir de nuevo.

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Mi vida no iba a terminar de esta forma, nadie iba a determinar hasta que punto llegaba y que cosas hacia en ese tiempo, esas decisiones eran mías. Así que una sola cosa se tatuó en mi cabeza y en mi piel cuando las fuerzas y deseos de vivir iban inundando mi alma.

Kōsei volvería a tocar y yo iba a ser su acompañante.

Me aferré con uás y dientes a ese deseo que encabezaba mi lista de prioridades desde los cinco años y no aceptaría un no como respuesta ni de él mismo ni de nadie. Pero antes de poder aspirar a eso, tenía que convertir a la música en mia, ser una con ella y dejar mi marca personal en cada una de las notas tocadas.

Sentimientos indescriptibles me inundaron el alma cuando mis orbes contemplaron a Kōsei mirarme tocar, una sonrisa se postró en mis labios y deposité cada parte de mi alma en esa canción, para regresarle las ganas de vivir, para que las notas que retumbaban tuvieran un sonido para él. Mis notas resonaron en la sala haciendo eco de mis sentimientos y que estos llegarán hasta él.

Mis notas llegarón hacia él.

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Los sonidos de las maquinas a mi alrededor llenaban mis oidos, como un recordatorio de la tormenta que se acercaba a mi, fijé mis ojos a la nada recordando en cada momento junto a él entretanto la pluma se deslizaba por el papel. Kōsei había vuelto a tocar y justo en estos momentos estaría presentandose ante esa gran idea, mientras la adrenalina llenaba cada una de las partículas de su cuerpo, respirando aquel olor caracteristico del escenario.

Mi corazón dió un gran salto inexplicable ¿era el momento? No. Otro latido fuerte inundó mi organismo. Una tormenta de sentimientos golpearon mi estomago, inexplicablemente una sonrisa se tatuó en mi rostro. Tocí fuertemente al levantarme de la cama de la cual hace días estaba postrada.

Mis manos adquirieron la posición frecuente de cuando tocaba violín, simulando que tenía el instrumento conmigo en este punto. Deslicé mi brazo creando notas imaginarias que mis oidos escuchaban perfectamente. Sus sentimientos me alcanzaron, él estaba lejos y dentro de mí podía sentirlo, mi corazón latía en compás con el suyo, vibrando al mismo tiempo.

El aire escapó de mis pulmones por las sensaciones abrumadoras que me llegaban, su sentir, su dolor y la forma en la cual iluminé su vida, como él había iluminado la mía. Los latidos eran cada vez más fuertes cuando nuestras melodias se unieron, sonando hermosamente, mezclandose y formando una explosión de sentimientos.

Una risa brotó de mis labios cuando las fuerzas en mi cuerpo comenzaron a abandonarme, mis brazos estaban entumecidos, pero no iba a parar, mi lista se había reducido a este momento y lograría que mis sentimientos llegaron a él, como los suyos me habían alcanzado.

Sus últimas notas resonaron en el salón y finalicé con una variación de la canción, un susurro, un último aliento. Mi cuerpo se desvaneció alrededor de este mundo brillante y esas notas finales cargadas de vitalidad.


Nosotros eramos música.

Contenido oculto

Decidí escribir sobre esta serie por que a pesar de el transfondo doloroso de la serie, la vitalidad, fuerza y positivismo que llenan la serie.

Así que "Los últimos días" se resumieron a los últimos momentos significativos y que le permitieron vivir a Kaoru, espero que cumpla con la idea.