Venganza y Engaños.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por kaze Dupre, 27 Febrero 2012.

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    Yumilight-Chan

    Yumilight-Chan Entusiasta

    Tauro
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    Hola!!... Bueno tarde en leerlo pero aquí estoy, como lo prometí :D, bueno narras bien, me gusta la trama es diferente y eso me gusta, tienes algunos errores ortográficos leves y debes tener cuidado con las comas, a veces las pones donde no debes o pones sin necesidad (si lo prefieres te los marcó y te los paso por MP)... Debo decirte que me reí demasiado cuando leí la última parte del capítulo 2:

    Jaja!!... Me encantó, Neji sonrojado siempre es muy tierno y lo inocente que es Hinata, Ja! ;)... Debo aclarar que la pareja no es mi favorita pero la acepto.

    Sayo!!... Espero conti, si puedes avísame y gracias por invitarme a leer.
     
  2.  
    kaze Dupre

    kaze Dupre Iniciado

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    Título:
    Venganza y Engaños.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3195

    Neji no dijo nada, solo se coloco en posición para enfrentar a su desafiante. Lo que en un principio había parecido una broma pesada, en verdad se estaba tornando serio y molesto para el Hyuga, quien tendría el privilegio de llegar tarde el primer día —hágase notar el sarcasmo—. Usaría su potencial de prodigio para derrotar aquel chico de apariencia extraña. Lo mismo sucedía con Lee, el tiempo estaba en su contra y tendría que usar su mejor técnica, así tuviera que desobedecer a su entrenador.

    «Lo siento, Gai-sensei» Pensó Lee, preparado para usar su máximo potencial y el fruto de sus entrenamientos.

    En un rápido movimiento, Rock Lee tomó impulso para abalanzarse sobre Neji con una patada lateral y dedujo que con un movimiento de cadera le facilitaría dirigir su puño al pecho del oponente. Si sus cálculos no eran erróneos, debía dejar inconsciente al Hyuga con ese golpe cerca del corazón. Pero por más veloz que fuera éste, Neji no se quedaba atrás con su palma de los ochos trigramas. Sus ojos se agudizaban al movimiento y con sus movimientos suaves y precisos, se colocó como meta golpear y dejar sin funcionamiento temporal los brazos y piernas de su oponente.

    —¡Espera, Lee! —un grito saco de su concentración a los dos chicos. El aludido tuvo que dar unos torpes pasos para no caerse, pero su peor error fue no esquivar el golpe en su brazo derecho el cual le causo una parálisis.

    Neji desconfiado, se volteó a ver la persona que había interrumpido su enfrentamiento. Pero no pudo evitar arquear las cejas al ver aquel inusual hombre, era una copia del chico que estaba a sus espaldas. No, Rock Lee era la copia de ese bizarro personaje que apareció, incluso sus cejas eran el doble de gruesas y tenían el mismo corte de hongo. ¿Padre e hijo hongos?

    —¡Gai-sensei! —dijo con una mueca de dolor sosteniendo su brazo con la mano izquierda—, no es lo que usted cree.

    —¿Entonces qué es lo que parece? —preguntó.

    —Es que… verá, pues... Neji...

    —¿Has dicho, Neji? —pronunció el hombre sorprendido.

    Por primera vez visualizó el rostro de la persona que un momento atrás luchaba con su alumno. Era inconfundible, era un Hyuga en todo su esplendor. El mismo Hyuga que había vencido y ganado en la competencia Nacional de artes marciales libres, él que consideraron un talentoso prodigio y uno entre cientos. El mismo que había inspirado a Lee a seguir entrenando, porque no importaba si no tenía talento; alcanzaría a los mejores con un 100% de esfuerzo.

    —Veo que soy muy famoso en está secundaria. —Espetó con un tono de ironía, cansado de perder más el tiempo.

    —No era de esperarse menos, después de todo eres el sobrino del famoso empresario, Hiashi Hyuga —Neji le lanzó una mirada de desprecio que no paso desapercibida por Rock Lee. Lo peor que le podría pasar era ser reconocido por ese apellido y por el hombre que más detestaba, él cual también lo poseía el mismo apellido—. Y para ti, Lee. Hoy le darás trescientas vueltas a la cancha con una mochila llena de pesadas piedras.

    —¡Si, Gai-sensei! —no dudó en decir Lee con euforia.

    —Par de idiotas. —Bufó dándose la vuelta para irse.

    —¡No le digas idiota a Gai-sensei!, no sabes con quien estás hablando.

    —Tranquilo Lee —apaciguó la situación—, éste muchacho no conoce el increíble poder del entrenador, Mato Gai. ¡Porque en mi aún quema la llama inextinguible de la juventud! —Al decir la última frase, unas llamas comenzaron a flamear en sus ojos. Su alumno no podía evitar verlo con asombro y que esas mismas llamas se le contagiaran.

    El Hyuga cansado de observar ese espectáculo de circo, caminó en dirección a su nueva aula de clases. Según la dirección que le habían dando en la oficina de la directora Tsunade, estaba a cuatro salones del segundo pasillo.
    Si sus afinados oídos no le fallaban, podía oír como unos pasos de dos personas lo seguían, deseo que no fueran los dos subnormales de hace rato pero al voltear los encontró a cada uno con una sonrisa. Su semblante serio cambio a uno de enojo, ¿por qué se supone que lo estaban siguiendo ahora?.

    —¿Y ahora por qué me siguen? —dijo enojado, mirando a los dos individuos a su lado.

    —¿Quién sigue a quién?, solo voy a mi clase en el salón 3-3. — Informó Lee.

    Neji abrió desmesuradamente los ojos al oír “3-3”, estaba seguro que en la dirección le habían informado que sería su nueva aula de clases. En el bolsillo del pantalón, buscó una hoja de papel que estaba doblada y la sacó para verificar el número de la matricula. En efecto, era el 3-3 a donde le tocaría ver clases el resto del año. Maldijo por lo bajo tener tan mala suerte, ahora le tocaría estudiar con “el cejas de azotador” como le dijo Naruto hace mucho tiempo al cejón.

    Los tres se encontraban al frente de la puerta del aula. Por la pequeña ventana de la puerta pudieron observar como la Docente Kurenai Yuhi, explicaba un nuevo tema para la clase de ese día. El que se animó a tocar la puerta fue Gai, quien encubriría a los muchachos por su retraso en llegar.

    —Gai, no te esperaba por aquí. —Dijo la mujer de ojos rojos al abrir la puerta.

    —Vengo a traerte a estos dos bribones —señalo a Neji, quien frunció el seño al oír el término “bribón” y a Lee—. Los entretuve un rato con las actividades extracurriculares y por eso se debe su retardo.

    —De acuerdo, pueden pasar —la mujer observó detenidamente al Hyuga y enseguida se percató que era el estudiante transferido que estaba esperando—. ¿Neji Hyuga? —le preguntó antes de dejarlo pasar.

    El chico con algo de fastidio asintió, su nombre estaba a punto de desgastarse de tantas veces que lo habían nombrado ese mal día. La mujer lo invitó para que pasara mientras que Lee lo observó con interés, era una perfecta coincidencia que su nuevo rival estudiara con él. Así podría estudiarlo y analizarlo mejor, para cuando sucediera el próximo enfrentamiento hubiera un poco más de ventaja. No había olvidado la parálisis que mantenía su brazo derecho, lo cual lo mantenía interesado en la tipo de técnica que había usado.

    «Que conveniente, Hyuga» pensó con una sonrisa mientras que se dirigía a su asiento.

    Todas las adolescentes presentes se le quedaron viendo al recién aparecido, detallando y capturando imágenes mentalmente de cada parte del ser de Neji. Una oleada de incomodidad sacudió al antes nombrado, quien se encontraba parado en el medio del área del pizarrón dispuesto a presentarse con sus nuevos compañeros. Todas las chicas comenzaron a murmurar sobre el recién llegada sin apartar la mirada de éste, a excepción de una que se encontraba mirando por la ventaba hundida en sus propios problemas y pensamientos.

    —Preséntate por favor —dijo la mujer muy amable—, dinos tus edad y pasatiempos.

    —Mi nombre es Neji Hyuga. —Habló con voz ronca y firme—. Tengo diecisiete años. No tengo pasatiempos y tampoco planeo tenerlos.

    Tímido”, anotó en una parte de su cuaderno el chico de cejas gruesas, donde poco a poco recolectaría información sobre su nuevo rival.

    —Bien. —Suspiró no muy convencido de la presentación—. Ten Ten —llamó a la mujer a la chica que miraba la ventana, quien rápidamente reacciono a su nombre y volteó al frente —como delegada de curso, tendré que pedirte el favor de que le enseñes al joven Hyuga las instalaciones del planten y ponerlo al corriente con todo lo que hemos visto en trascurso del mes.

    —Claro. —Asintió buscando con su mirada al nuevo, quien se adentraba por las columnas de pupitres y se sentaba en un rincón alejado de todos.

    La chica volvió a su distracción de mirar por la ventana, ignorando las miradas de envidia que de vez en cuando recibía por algunas compañeras de clases. Lo mismo sucedía que con Neji, no dejaban de apartar sus miradas femeninas hacía él y algunas “no tan femeninas”. Lo que esperaba para su nuevo comienzo en la ciudad ni el mismo Neji se lo esperaba.



    Luego de finalizar la clase con Kurenai-sensei, seguía la clase de Historia Universal con Anko Mitarashi, una profesora escandalosa y ruidosa en opinión del Hyuga. Desde que entró y salió del aula, habían sido gritos, gritos y más gritos, con una actitud humorística que paso desapercibida por el nuevo estudiante, ese tipo de personas le irritaban. Pero pudo respirar más calmado cuando el primer campanazo anunció la hora de almuerzo, siempre era igual en todas las instituciones.

    Ten Ten estaba sentada en segunda fila, cuando se levanto de su asiento se propuso esperar a Neji en el extremo de la quinta fila donde se había sentado de último. Observó como sus compañeros de clase lo interceptaban con preguntas, tales como: ¿De dónde vienes?, ¿en verdad no tienes pasatiempos?, ¿qué tipo de música te gusta?, ¿por qué eres tan frio?, ¿tienes grupo para la clase de literatura?. Para la sorpresa de la castaña, el chico había pasado por delante de todas esas personas y no había contestado nada, era como si no escuchara a las personas a su alrededor. Incluso cuando pasó por su lado, no escuchó que ella le hablaba.

    —Neji —llamó en vano, el chico ya había salido del salón.

    Cuando aceptó el trabajo de ser delegada de curso, fue para ser la mejor y cumplir sus tareas estrictamente. Así que aquel chico recién aparecido, no sería la excepción de sus tareas bien cumplidas. Se puso en marcha para salir del salón detrás de él. Vaya que fue una sorpresa haberlo observado tan lejos, caminaba bastante rápido para no conocer el edificio escolar. Entre caminando rápido y corriendo, lo alcanzó para tomar su hombro.

    —¿Quién eres? —Preguntó con voz cortante. Cerró su puño hasta traquear sus nudillos, fue un alivio no haber atacado en caso que fuera otra persona como lo había pensado.

    —Soy Ten Ten, la delegada de nuestro curso. Kurenai-sensei me ha encargado ayudarte con todo lo que hemos vistos este mes, ¿no lo recuerdas?.

    —Aja —Fue lo único que contesto para seguir caminando.
    La chica frunció el seño al observar la extraña actitud de Neji, no tuvo más opción que seguirlo. Sin que los dos se dieran cuenta, también estaban siendo seguidos por un chico con peinado de hongo y una libreta donde anotaría todas las cualidades y debilidades de su nuevo rival.

    —¿A dónde crees que vas? —Preguntó la chica luego de estar en un rato en silencio. Al parecer Neji, ya se había acostumbrado a que lo siguieran.

    —A donde mis pies me lleven.

    —La cafetería queda al otro lado, ¿sabías? —Abruptamente se detuvo, y le tomó poco tiempo analizar que tenía que dar la vuelta y dirigirse al otro pasillo. De nuevo en marcha, Ten Ten lo volvió a seguir al mismo ritmo de caminata.

    Al entrar a la cafetería se filtro todo el sonido de las voces de los alumnos que se encontraban sentados en las mesas cotilleando. Otros estaban haciendo fila con una bandeja para recibir el almuerzo, y entre toda esa gallinera —comparación que pensó Neji—, su compañera logro divisar una mesa vacía.

    —Escucha Neji…

    —Hyuga —corrigió—, para ti soy solo Hyuga.

    —Hyuga, Neji, lo que sea —Tomó una pausa para continuar—. Solo porque eres nuevo, yo me encargare de hacer la fila y traer comida para los dos —Señalo le mesa aún vacía —tu mientras tanto cuidaras la mesa.

    Visualizo la larga fila que hacían las personas que habían llegado primera a la cafetería, su compañera mínimo se tardaría treinta minutos en salir viva con los dos almuerzo sin derramarlos.

    —Es imposible que salgas de esa fila antes de que se acabe la hora —recordó que en dirección le habían indicado que el almuerzo constaba de solo veinte minutos.

    —Dices eso porque no me conoces —respondió tras sonreír confiadamente.

    Ten Ten camino sin mirar atrás a la enorme fila de personas. Neji tuvo que sentarse en la mesa como ella le pidió, seguramente apartándola antes de que más personas se acercaran a ocuparla.



    A unas tres mesas de donde estaba sentado, pudo divisar a su prima Hinata. La Hyuga se encontraba con una rubia de larga cabellera y mantenían una conversación animada mientras que almorzaban. Al poco tiempo, llego una chica de cabellera rosa, un chico de cabellera rubia y otro pálido con cabello azabache, parecían conocerse por las expresiones que usaban.

    —¿Podemos sentarnos aquí? —preguntó Sakura a las dos chicas.

    —No hay lugar para ti, frente de marquesina —respondió provocando a la chica de pelo rosa que no tardo en responderle.

    —Tienes razón cerda, tu gran trasero ha abarcado todo los puestos. Pobre Hinata que está sentada junto a ti —Comenzó un duelo de miradas luego de ese dialogo.

    La Hyuga no reacciono ni cuando la nombraron, estaba totalmente ida al tener al frente al amor de su vida. Naruto, por su parte, solo le estaba comentando a Sai trivialidades de su día a día y como le estaba yendo con su nueva pintura, ya que la última había sido todo un éxito en una galería para novatos.

    Los dos chicos tomaron asiento y luego Sakura, quien terminaba de discutir con Ino.

    —D-Disculpen… —intentó decir Hinata con un tono muy bajo, que solo Ino escuchó porque estaba sentada a su lado—. E-Esos pu-puesto son pa-para Ki-Kiba-k-kun y Shino-no-kun.

    —¿Disculpa, dijiste algo? —Preguntó Naruto sorprendiendo a todos, incluso a la misma Hinata.

    Nadie a excepción de Ino había oído su corto dialogo de tartamudeo, pero aparentemente Naruto también lo oyó. Su rubor aumento a un color rojo que se expandía por todo su rostro, hasta que perdió la conciencia de sí misma y su frente aterrizo en el puré de papas de la bandeja.

    —¡Naruto, eres un idiota! —le gritó Sakura al sacudirlo constantemente por el cuello de su camisa.

    —¡No hice nada! ¡Lo juró! —dijó en vano, mientras que seguía siendo agredido.

    Sai solo pudo sonreír al tal situación, y esa vacía y algo transparente sonrisa, llego a Ino quien por alguna razón le pareció guapo su poseedor. Saliendo del trance en que se había metido, tomó a Hinata por los hombros y la sacudió para que despertara de su desmayo.

    —¿Qué sucedió aquí?, apenas me voy por unos minutos y sucede esto —Indicó Kiba, quien recién había aparecido con Shino, con sus bandejas de comida en las manos.

    —Hinata, se ha desmayado —Afirmó en vez de preguntar, mirando a Kiba para luego mirar a Naruto el cual se veía mal.

    —¡Hinata! —Atinó a decir Ino, cuando la chica estaba reaccionando y tomando una servilleta para limpiarse.

    Shino se sentó a un lado de Hinata, y Kiba tomó asiento a un lado de Sai. Las personas se fueron moviendo para la mejor comodidad y Naruto cayó al piso al estar demás en una mesa de seis personas.

    —¡Oye! ¡yo estaba aquí sentado primero! —dijo molesto, levantándose del piso.

    —Te lo mereces, además de que el puesto estaba siendo guardado por Hinata —la miró ya más recuperada—, ¿cierto, Hinata? —la chica asintió sin mirar a Naruto o a Kiba.

    Neji colocó los codos en la mesa y entrelazó los dedos de sus manos, detrás se escondía una mirada oscura en esos ojos perlas. Desde que había visto aparecer a aquel rubio, no le había dado una buena impresión. Era evidente que su prima tenía una relación con aquel idiota que recién había sido tumbado, no estaba ciego para darse cuenta que tenia ciertos sentimientos amorosos por aquel tipo.

    Sus pensamientos fueron interrumpidos por el caer de las bandejas en la mesa, Ten Ten ya había llegado con el almuerzo y unas bebidas enlatadas que había comprado en una maquina dispensadora.

    —¿Qué mirabas? —preguntó la chica mirando en la misma dirección y no encontró nada extraño.

    —Te tardaste poco tiempo —dijo cambiando de tema.

    —Claro, ¿te lo dije, no?. Ser una delegada de clase me permite tener más información sobre los alumnos y a veces puedo usarlo como privilegio.

    —Chantaje —corrigió abriendo un refresco de lima.

    —Yo no lo diría así, más bien lo llamaría… “negociación”.

    Al poco tiempo de haber comenzado a comer la pareja, Rock Lee hizo presencia con una bandeja de almuerzo en sus manos. Neji le lanzó una mirada de despreció a penas apareció y Ten Ten se mantuvo atenta a sus palabras.

    —¿Puedo sentarme?

    —Claro, Lee —confirmo Ten Ten, viendo como los dos chicos se miraban—. ¿Ya se conocían?

    —Sí, podría decir que sí —contesto sin apartar la mirada de Neji.

    Unos rayos invisibles transmitidos por los ojos de estos dos chocaron con furia.


     
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Bueno, al fin logro leer n__n. Créeme, no te sientas mal por "sólo" actualizar quincenalmente. Yo era más que feliz cuando podía complacer a mis lectores cada 15 días... ahora no puedo T__T

    Revisando bien, tu redacción es buena. Tu ortografía también lo es, pero veo que te comes una o dos tildes por ahí xP. Espero sepan bien con salsa de soya xD

    Además, quotearé una fracción de la parte final de tu post...

    1- "El se encuentran bien" xDDDDDD... Comes tildes y vomitas "n"s donde no se debe LOL.
    2- Sobre Neji... hace unos días me acordé de un episodio de Naruto, y recordé que yo solía odiar a Neji... aunque no recordaba el por qué. Sin embargo, leí este episodio Y YA RECORDÉ POR QUÉ LO ODIO ¬¬. No me gustan los personajes que vienen de una familia rica o poderosa, ya que siempre son pedantes al extremo, amargados, miradores en menos y bien aburridos en su mayoría. Y son peores aún si tienen un talento especial y raro (como el Byakugan), lo que los hace casi invencibles en batalla. Grrr... y por eso es que también adoro a personajes esforzados aunque tengan desventajas serias como Rock Lee... ¡Quisiera que ese chico cejas de azotador le volara el traste a Neji de una puñetera vez! Grrr... Pero en cuanto a la pregunta de una de las lectoras... eso de que a Neji le queda el papel de "malote"... pues la respuesta es "sí y no". SÍ le queda un papel de villano, pero NO de un villano encantador, divertido o lunático que un espectador pueda disfrutar a concho... sencillamente es A-B-U-R-R-I-D-O.
    3- ¿Sasuke aparecerá? ¡MIERDAAAAA! ¬¬ *Canto* Éramos felices, hasta que llegó... u.u||| Bueno, no es pa' tanto, creo yo... quizás hasta él sea el asesino "verdadero" de Hisashi Hyuga. ¿Quién sabe? O.o

    Bueno, veremos qué sucede... espero la conti. Tómate todo el tiempo del mundo mundial si es necesario xD

    PD: Nada de "lo siento", por favor... dígnate a terminar esta historia nada más xP
     
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    houndoom

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    Ok estoy de vuelta, perdon porque comente hasta ahora, sigue estando muy bien REPITO no me gusta naruto pero tu historia va bien, en el mensaje de arriba ya te puesieron lo que falto y bueno eso. Para cuando subas el proximo avisame y yo lo leere y te dare mi opinion.
    Saludos.
     
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    kaze Dupre

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    El pobre Naruto, tuvo que terminar su almuerzo sentado en el piso y con las piernas cruzadas; refunfuñando que no era justo que no pudiera comer en la mesa con los demás. De cierta manera, Hinata se sintió culpable e incluso pensó en cederle su puesto, pero ni en un millón de años podría decir una frase dirigida al rubio, como: «Terminé de comer. Sí quieres, podrías tomar mi puesto». Mínimo, se le podría caer el cabello —expresión sarcástica que había oído en los últimos días—, así que solo pudo observar de reojo como su amor platónico, entrecerraba los ojos como la mirada de un zorro.

    —Les tengo una proposición —dijo repentinamente Ino, llamando la atención de todos. Incluso la de Shino, él cual se estaba levantando con la bandeja vacía—. Éste fin de semana haré una fiesta en mi casa, están cordialmente invitados a pasar un una gran parranda.

    —¡Wu-Hu! —exclamó Kiba estirando el brazo con el puño cerrado—. Al menos será un fin de semana sin aburrirme con Shino.

    Todos los presentes rieron a excepción de Shino, a quien no le hizo gracias el tonto comentario de su amigo. Por alguna razón, Hinata había bajado un poco la mirada y estaba hundida en sus pensamientos. Sabía especialmente que su padre no le dejaba ir muy a menudo a esa clase de eventos y menos sí eran realizados por la Yamanaka; su padre tampoco aprobaba su amistad con ella. Sería otro fin de semana encerrada en casa y por la excusa de «es por tu seguridad».

    —¿Cuál será la hora de encuentro? —preguntó Sakura, afirmando que asistiría.

    —No se preocupen por eso, les diré en el transcurso de la semana —Ino se inclinó a la derecha, hasta quedar a la altura del oído de Hinata—. Y tú, deja esa cara larga. Estoy segura que tú padre te dejara ir, sí vas con tu sexy primo —susurró.

    De golpe, se reincorporó para estar en una postura correcta. Ino la tenía razón, sí iba con Neji las cosas se solucionarían, su padre no podía decir que no. Si mal no recordaba, su progenitor había especificado que su primo sería el guardián de su persona y de su hermana Hanabi. Fue inevitable que una sonrisa tímida se formara en sus labios, existía la posibilidad de ver a Naruto en ropa civil. Por otra parte, se sentía mal por usar a su primo, pero de cierta forma la ocasión serviría para salir y distraerse juntos, tal vez así podrían acercarse más cómo familia.

    —Gracias —sonrió aliviada.

    —Hinata, sí quieres podríamos hablar con tu padre para que te deje ir —ésta vez hablo Kiba.

    —No hay problema, iré con Neji nii-san.

    La mayoría de los individuos en la mesa miraron a Hinata un poco extraño, nadie sabía que ella tuviera un hermano mayor. Ni si quiera Kiba o Shino, quienes eran sus compañeros de la clase de literatura y fieles amigos de su infancia.

    —¿No es el chico de ésta mañana?

    —S-Sí.

    —¿Cuál chico, Shino? —preguntó Kiba confundido, no recordaba a algún chico nuevo. Hubo un momento de tensión en el aula, pero su conversación con el amante de los insectos era demasiado buena para prestar atención a otra cosa. Además de que estaba situado dándole la espalda a la puerta.

    —Si no lo observaste ésta mañana no importa.

    —No sabía que tenías un hermano mayor. Creo que sólo conocía a Hanabi —acotó Sakura.

    —Él en realidad no es mi hermano, es mi primo. Se quedará en casa por un tiempo.

    De nuevo estaba esa sensación de que todos observaban a Hinata. Comenzando con la de pelo rosa y luego los demás, pero como siempre, Naruto era la excepción. El chico rubio estaba entretenido mandando un mensaje de texto.

    —¿Iras, Naruto? —Le preguntó Sai a su compañero.

    —Claro —respondió aún entretenido.

    —¿Podrías pasarme buscando?

    —Desde luego —respondía automáticamente.

    —¿No posees genitales, cierto?

    —¡Dattebayo!, ¿qué?, ¡Si!

    Todos los de la mesa explotaron en carcajadas por la escenita que recién acaban de dar, a excepción de Sakura que golpeaba en la cabeza violentamente a Sai, por sus tonterías. La hora del almuerzo era un gran intervalo de entretenimientos para los chicos, lástima que duraba tan poco, y enseguida sonó el campanazo, terminando con las risas de éstos.

    Neji retiró la servilleta de su boca, luego de dar suaves estocadas para limpiarse la comisura de sus labios. Miró con desgano hacía un punto indefinido, nuevamente era el momento de asistir a clases.

    —Estoy pensando en hacer una carta que especifique que tengamos una hora de almuerzo más larga. Deberá ser firmada mínimo por la mitad de Konoha, y deberá ser llevada al ministerio de educación —dijo Ten Ten con fastidió.

    —Te apoyo. El tiempo es demasiado corto —respondió Lee, tomando su bandeja junto con su amiga.

    Neji imitó el gesto y los tres fueron a vaciar los desperdicios a un contenedor de basura, para luego dirigirse a la salida. La siguiente clase que sería con Kakashi-sensei; según los rumores que había oído Neji, para esa clase se necesitaba tener un grupo de tres personas. Seguramente, todos estarían completos y el estaría en solitario, lo cual no le molestaba para nada. No tendría que estar con una persona molesta y curiosa, que quisiera saber todo sobre su persona.

    —¿Cuándo te debo por la bebida? —preguntó el Hyuga, metiendo la mano en su bolsillo.

    —Como te dije, sólo porque eres nuevo lo dejaré pasar ésta vez —sonrió risueñamente.

    Luego de estar quince minutos sentados en aquel rincón, comenzaba a hacerse impaciente la llega de aquel profesor. Nada tenía sentido en ese lugar. Rock Lee, mirándolo "disimuladamente" y anotando varios no sé que en una libreta, un grupo de chicas horrorosas echándole miraditas y guiñándoles el ojo y sin olvidar las miradas de rabia de los chicos del aula. ¿En qué momento se había convertido en la noticia del momento? Con sólo hacerse la idea, se irritaba con facilidad. Tuvo la necesidad de cruzarse de brazos y cerrar los ojos para meditar y tranquilizarse, hasta que la puerta del aula fue abierta con rapidez y cerrada con la misma velocidad.

    Kakashi se recostó de ella con alivio y dio un largo suspiro, no se veía bien del todo. Tenía el cabello un poco desarreglado más no se veía mal, la corbata estaba chueca y llevaba su saco negro en la mano. Parecía haber estado en aprietos hasta ese momento, con la seguridad de que tuvo una discusión con su intima "amiga" Anko-sensei.

    —¡Buenas tardes clase! Lamento mucho la tardanza, tuvo un pequeñísimo percance.

    La clase lo miraba sospechosamente mientras que se acomodaba la corbata negra y se colocaba el saco del mismo color, que hacía el juego perfecto con su camisa blanca y zapatos oscuros, sin olvidar arreglarse su bien cuidado cabello color plata. Sacó su pequeño libro color naranja, titulado Icha Icha Paradise y tomó un pequeño trozo de tiza para comenzar a dar la clase del día de hoy. Tuvo la necesidad de detenerse y puso la tiza en su lugar para voltearse a ver a la clase.

    —He oído que hay un estudiante nuevo en la clase. Levántate por favor.

    Neji obedeció y se levantó, con su larga cabellera meciéndose de un lugar a otro por el movimiento. Bajó el tapaboca de Kakashi, se formó una sonrisa de simpatía que nadie podía ver, pero intentaba ser más expresivo con sus ojos para que fuera notoria su expresión.

    —Oh, sí eres el chico te está mañana. ¿Cuál es tu nombre?

    —Neji Hyuga —pronunció con tonó frio.

    —Bien, joven Hyuga. Debo informarte que para ésta clase debes tener un equipo conformado por tres personas, incluyéndote. Como la noticia ha llegado a mí de que abría un alumno nuevo , me he tomado la molestia de asignarte al único equipo que le falta un compañero. Tu equipo será el número nueve, conformado por Rock Lee y Ten Ten.

    «Excelente» sonrió Lee, chasqueando los dedos.

    Ten Ten volteó a ver a Neji con una gran sonrisa, el chico aún se mantenía inexpresivo. Nadie había podido escuchar el único sonido que transmitió antes de sentarse, «Tsk». Esperaba que su nuevo equipo no fuera problemas para sus planes futuros.

    El aún joven profesor de treinta años de edad, comenzó su clase hablando de los filósofos y poetas más envolventes del período de Edo y también conocido como el periodo Tokugawa. Hubo textos de mayor relevancia en la época y algunos hallados en el anonimato, que fueron de gran inspiración para los individuos de un futuro. Para cuando el tema ya había cesado, el único alumno que mantenía una mirada atenta y difícil de leer emociones, era Neji. Quien se mantuvo todo el periodo escuchando la clase, mientras que la mayoría le resultaba frustrante y aburrido el tema.

    Kakashi antes de retirarse del aula, informó que el Docente de Química, Asuma Sarutobi, no sé presentaría esa tarde por un repentino resfriado. Así dándoles una hora libre antes de salir de clase. Poco a poco las personas comenzaron a vaciar el aula, tras la salida del profesor.

    Neji tomó sus cosas y se dirigió a la salida del aula, donde fue rápidamente interceptado por una persistente Ten Ten y un entrometido Lee.

    —¿No te parece genial que seamos compañeros de equipo? —Le dedicó una sonrisa la fémina del grupo.

    —Aja.

    —Tengo qué confesar que esto ha sido un golpe de suerte. Podré desafiar constantemente a mi nuevo rival —blandió un puño en el aire.

    —¿De qué sé trata ésto, ustedes dos? —Neji no contesto nada y comenzó a caminar seguido por sus compañeros.

    —Neji y yo…

    —Hyuga —fue interrumpido por un cascarrabias Neji.

    —Dejemos esas formalidades, Neji. Después de todo seremos compañeros de equipo y rivales —el cejón extendió su mano con el pulgar arriba y aun sonrisa irritante.

    Los dos chicos y la chica, caminaron por el pasillo donde se encontraba varias aulas y entre esas, el salón de música. Las paredes del instituto eran color blanco, poseían lockers color verde para guardar las pertenencias de él alumnado y varios bebederos bien distribuidos por el edificio. Era una estructura muy grande y sería fácil perderse si no sé tenía un buen sentido de la orientación. Para romper el repentino silencio que se había formado mientras que caminaban, Ten Ten fue la que se incentivo a comenzar una conversación.

    —Oye, Neji —llamó la tención del aludido—, ¿De dónde vienes?

    Lee se mantuvo atentó con la libreta y el lápiz en la mano, esperando una respuesta del Hyuga. Al oír esa pregunta se le tensó el cuerpo y afirmó sus sospechas de que al estar rodeada de gente, consecuentemente, se le harían preguntas como esas. Preguntas molestas, que no incumbían a nadie más que a él. En otra ocasión no le hubiera importado decirle «no es de tu incumbencia», pero al juzgar que ella era una de esos riquillos y a pesar era bastante amable, tendría que moderarse.

    —¡Uzumaki! —le gritó al rubio que iba pasando—, ¿Qué crees qué estás haciendo?

    El rubio de detuvo de ipso facto y visualizo a su alrededor. No estaba haciendo nada extraño, ni había algo que pudiera inculparlo. Sólo había salido del baño y arrojada un papel con que se estaba secando las manos a una papelera repleta de ellos, en el pasillo. Lástima que no notó que el papel había revotado en la torre de papeles y caído al piso, así que siguió su caminata hasta su aula.

    —¿Y qué se supone que hizo? —preguntó Lee confundido.

    —Está ensuciando el ambiente al dejar caer ese papel en el piso —señaló un papel junto a una papelera llena de cientos de ellos—. No tienes ideas de cuantos nos costó a los delegados, convencer a la tacaña directora, de que comprara nuevos recipientes para la basura.

    —Oh —se encogió de hombros.

    —Puedes continuar Neji. —Al no oír a su compañero, insistió—. ¿Neji? —Al voltear, notó la cara de sorpresa de Lee y que Neji ya no se encontraba con ellos.

    "Rápido" anotó anonadado en la libreta.

    Ten Ten frunció el seño y se coloco las manos en la cintura, preguntándose a dónde estaría su compañero. Se había fugado y dejado con la palabra en la boca, no tan literalmente, pero sí. La chica observó que Lee, seguía escribiendo en la libreta y no dudó en arrebatársela de las manos para ver que escribía.

    —¡Eso es mío! —el cejas de azotador, intentaba quitarle la libreta a Ten Ten, quien lo apartaba con una mano mientras que la otra sostenía la libreta.

    —¿Qué es esto? —preguntó alzando una ceja—. Neji Hyuga: tímido, malo con las mujeres, cascarrabias, falta de la llama de la juventud, tiene alguna relación con Hinata Hyuga, rápido.

    —Son las características de Neji —le quitó la libreta de las manos—. Si quiero poder enfrentarlo y pasar por su barrera de protección, necesito saber todo sobre mi rival.

    —¡Lo estás acosando! además, ¿quién es Hinata?, ¿alguien de su familia?

    —Tengo la ligera sospecha de que son primos, si fueran hermanos se parecerían un poco más. Pero hay algo que me da mala espina entre esos dos... Neji tiene una especie de mirada de rencor hacía ella.

    Abrió un grifo del baño para hombres, dejando salir la fría agua que fue tomada por sus manos y salpicada en su rostro. Se miró en el espejo y pudo observar un rostro empapado, y una mirada de odio y rencor que no podía ser disimulada. Desde que oyó ese apellido en los labios de Ten Ten, tuvo la necesidad de salir ahí, antes de que pudiera atacar a esa persona. A un Uzumaki. "Uzumaki", el apellido de uno de los culpables de la muerte de su padre.

    —Parece que mi venganza se llevará acabo más satisfactoriamente —sonrió aún viéndose en el espejo—. Matar a dos pájaros de un tiró —Pronunció antes de salir del baño.

    En una de las cabinas del baño, un chico salió abriendo la puerta. Tenía el cabello largo atado en una cola de caballo en puntas y una expresión perezosa. Al cerrar la puerta, se recostó de ella y se miró de perfil en el espejo del baño, dando una pequeña sonrisa que podía pasarse desapercibida.

    —Qué persona tan interesante y problemática —se rascó la cabeza.


     
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    J.Nathan Spears

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    Bueno, Kaze-chan... me alegra ver un nuevo episodio n__n. Esto se pone interesante xP

    No sabía que fuese un Uzumaki el que asesinó a Hisashi Hyuga owO. Y, como dice Lee, creo que Neji tiene cierto rencor a Hinata =_=. Pobrecilla... tan inocente y alguien quiere hacerle algo malo x__x. Adoro a esa niña x3 (Momento, esto es un NejiHina, ¿Cierto? Entonces... hmmm... hay que esperar más xD)

    Lo del nuevo personaje que apareció... ¡Definitivamente tiene que ser Shikamaru! Jejejeje... siento cierta simpatía por él... quizás porque a veces soy así de flojo -w-. Bueno, veamos qué hace...

    Y la fiesta de Ino... algo me dice que alguien va a morir... xDDD. He visto mucho CSI :B

    Como sea, esperaré el siguiente episodio -w-. Tómate tu tiempito no más :3
     
  7.  
    kaze Dupre

    kaze Dupre Iniciado

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    Venganza y Engaños.
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    Romance/Amor
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    Se apoyó a la pared de espaldas y se cruzó de brazos, estiró sus piernas y cruzando los talones obtuvo una posición cómoda. Se suponía que había salido de clases una hora antes que, su prima, no sé consideraba muy paciente y luego de dar varias vueltas por el instituto término parado casi al frente de la puerta de su aula. Muchas veces consultó la hora en su reloj —heredado del mismo Hizashi Hyuga— y le desesperaba saber que, era él quien esperaba y Hinata era la esperada. Se negaba a creer que tan consentidos podían ser los niños de papá y mamá, que ni si quiera podían ir por la vida sin depender de nadie.

    «Parásitos» fue la palabra que se le vino a la mente.

    Sus pensamientos se disiparon cuando la mujer gritona de esa mañana, abrió la puerta, pero en esa ocasión se veía malhumorada y seguramente la razón era su "amigo" Kakashi. Recordando las anécdotas anteriores.

    Tras salir con su maletín de trabajo, salió el alumnado y entre ellos estaba Hinata, quien conversaba tranquilamente con la misma rubia del almuerzo y otra que tenía el cabello del color de una goma de marcar rosa.

    —Por allá está tu primito —dijo Ino discretamente.

    —Oh, es exactamente como lo describió Ino. Pensaba que había exagerado con lo de «debe ser descendiente de adonis» —desde luego que había sido una exageración —o tal vez no—, pero Sakura debía admitir que aquel desconocido tenía un gran atractivo y varonilidad.

    —L-Las veo luego —dijo asintiendo tras oír un susurro de Ino referente a la fiesta y se puso en marcha donde su primo.

    Antes de levantar la mano para saludarlo mientras se acercaba, dos chicas lo interceptaron primero que ella. Parecían risueñas y manteniendo una conversación animada, pero su primo se mantenía serio y por lo que había observado Hinata, ese era su carácter habitual. Pensó dos veces si devolverse y luego encontrarse con él, no deseaba serle oportuna en sus "ligues", pero la idea desapareció de inmediato cuando las chicas pasaron por su lado aparentemente disgustadas.

    Se congeló cuando la mirada frívola de Neji, la encontró a unos pocos pasos de él. Se reincorporó y con paso lento se dirigió donde la Hyuga. Pudo observar que tenía un papel en la mano derecha que, pronto lanzó a una papelera. Sí su vista no le fallaba hubiera jurado que, era un número telefónico y seguramente de una de las chicas de hace un rato.

    —L-Lo siento, Neji nii-san. Anko-sensei se ha tardado un poco más de lo…

    —En marcha —dijo sin ni siquiera mirarla.

    —¡S-Si! —logró decir para alcanzar a su primo, quien tenía un inusual paso rápido.

    Se podía sentir la tensión en el ambiente, ninguno de los dos rompía el silencio aunque pudieran hacerlo. Hinata tuvo que tomar a su primo de la manga de la camisa para que, le prestara atención. Un poco antes de la salida estaba su casillero y necesitaba buscar algunas pertenencias dejadas en él.

    Tras introducir manualmente el código de acceso en el candado, abrió la puerta de su casillero dejando escapar un trozo de papel que, llego a los pies de Neji. Más por educación que, por deber, se agachó antes de una nerviosa Hinata a recoger lo que había notado que, era una fotografía. Cuando la tomó y por inercia la volteó, sus sentimientos eran contradictorios… No sabía si quería romper la fotografía o encontrar a aquel rubio y tomar su venganza de una vez, simplemente no soportaba a ningún Uzumaki ni en fotografía. Se visualizaba claramente que era una foto que se le había tomado distraído a Naruto, en ella se podía observar como el chico —en clase de educación física— se inclinaba hacia adelante y posaba sus manos en los muslos, como si hubiera terminado una maratón.

    Hinata se ruborizó de ipso facto, que vergüenza que su primo hubiera tenido que ver esa fotografía. En su mente nerviosa, no se hallaba una explicación lógica o al menos una excusa que el genio se pudiera tragar.

    —E-Eso es… —La chica guardó silencio cuando Neji le extendió la fotografía. Si no mal recordaba, sería la primera vez que la dominante mirada de su primo chocaba con la recesiva de ella.

    —Ahórrese las explicaciones. No estoy aquí para vigilar su vida —Las cortantes palabras de Neji llegaron a Hinata como un puñetazo al estomago. ¿Qué sucedía con él? No parecía el amable niño de hace diez años. Ahora sólo era un solitario que no le interesaba relacionarse ni con su familia.

    —L-Lo siento, Nii-san —agachó la cabeza con una expresión de tristeza. Si su relación iba tan mala, no creía que pudieran asistir al evento de Ino.

    —¿Por qué se disculpa?

    La sorpresa fue grande para Hinata, al sentir el tacto cálido de Neji en su cabeza. Había sido una corta caricia, pero eso era una muestra de afecto y un buen comienzo, ¿no? Neji apartó su mano poco a poco, analizando lo que acababa de hacer. Intentó desaparecer la expresión de cólera que había tomado consigo mismo, ya que lo que había hecho pasaba de su propia conciencia.

    «Maldito impulso» pensó al voltearse.

    No era como si fuera un Déjà vu, pero estaba seguro que había visto alguna vez una niña con el cabello parecido al de Hinata, pero más corto. En ese entonces había sentido la necesidad de acariciar la cabeza de la niña y hacerle la misma pregunta que le hizo a su prima. Puede que hubiera sido un recuerdo perdido, una de las memorias que había decido olvidar; el intento de desaparecer todos los recuerdos que tenía de la ciudad, incluyendo a Hiashi y al resto de su familia.

    —Ya tengo mis libros —dijo Hinata en voz baja. Una mínima sonrisa se formó en sus labios mientras que comenzaba a caminar al lado de Neji.

    Hubo un repentino grito que hizo espantar a Hinata, mientras que Neji, sin inmutarse, siguió adelante. Era el tipo de chico que no reaccionaba a los problemas que no eran de él.

    El gritó era de una voz inconfundible para la Hyuga, era la voz de Naruto Uzumaki. El rubio que le quitaba el sueño, estaba discutiendo con un chico de su edad, de cabello azabache. Si mal no recordaba, ese chico, Uchiha, se la pasó con Sakura y Naruto por mucho tiempo, pero luego tuvo que hacer un viaje que lo cambió un poco, no, tal vez demasiado y de una temporada para acá, ya no pertenecía al mismo curso que ellos y tenía nuevos amigos. Pocos meses más tarde, se unió al curso, el enigmático y callado Sai.

    —¡Sasuke! —volvió a gritar.

    —Que ruidoso —dijo el Uchiha sin mirarlo a la cara.

    —¿Por qué? —sentía como la rabia lo invadía—, ¿por qué nos abandonaste? ¡Somos tus amigos!

    —¿Amigos? —pronunció mientras que una sonrisa fría se formaba y unos ojos malintencionados observaban al rubio—, para mi venganza, no necesito amigos en mi camino.

    Hinata tuvo que correr de allí cuando la mirada de Sasuke la encontró de casualidad parada y observándolos. Sintió como un fuerte escalofrió le recorría el cuerpo, y que los rallos del sol le hubieran dado en la caro fue lo peor. Deslumbrada temporalmente, chocó con un pecho masculino y estuvo a punto de caer al suelo, si esa persona no la hubiera agarrado con sus fuertes manos de los hombros.

    Observó como los ojos de Neji, muy parecidos a los del Uchiha, la observaban con carencia de emociones. Y ahora que lo tenía bastante cerca, pudo notar lo vagamente familiar entre ellos dos. El cabello largo, claro que Neji lo tenía incluso mar largo que ella y los ojos perlas de los Hyuga, pero había algo que los separaba y hacía sentir distintos, además del lazo sanguíneo ¿qué los unía?

    «Nada» un vago pensamiento que se desvaneció en el aire.

    —¿Se encuentra bien, Hinata-sama? Lamento haberla dejado atrás, no vi cuando… —El chico guardó silencio cuando Hinata levantó el rostro y los colores de la tarde parecieron combinar con su rostro.

    —Vamos a casa, Nii-san.

    Todo lo que había sucedido era tan familiar y en el algún rincón del sistema nervioso de Neji, hasta pudo parecer nostálgico. Había tachado la posibilidad de recordar una falla infancia o al menos admitir que tuvo una. Todo se había desmoronado con el tiempo y junto con los restos de Hizashi Hyuga.

    Suerte que Neji tenía una excelente menoría y recordó con mucha lucidez el camino a "casa". Hubo algunas paradas por la condición física de Hinata, aparentaba que en su vida jamás había recorrido más de dos kilómetros, a diferencia de Neji, que cuando vivía en el campo su hogar quedaba ubicado a las afueras del pueblo y el instituto se encontraba situado cercano a la entrada, un rumbo totalmente lejano del otro. Y eso no era todo, el único transporte que poseía para llegar eran sus pies.

    Reconoció la entrada de la urbanización con nombre inusual. Siempre estaba siendo custodiada por varios guardias de seguridad y poseía una pequeña estación donde un rectángulo mecánico impedía el paso de los autos sin autorización. Incluyendo un alambrado eléctrico increíblemente alto. Parecía altamente seguro y altamente peligroso para cualquier ladrón.

    El vigilante reconoció inmediatamente a Hinata, así que solo pulso un botón que levantaría el rectángulo o "brazo" mecánico.

    Neji notaba que su prima constantemente se revisaba los bolsillos y hacía algunas muecas de preocupación y/o molestias, no quiso prestarle más atención de lo debido y camino con su habitual paso rápida hacía el hogar, dejándola atrás. Pero sólo esta vez, la Hyuga estuvo a punto de alcanzarlo en su caminata. El camino donde transitaban los grandes y lujosos autos de los residentes, era bastante inclinado y Hinata parecía un poco más a acostumbrada a eso. Un punto a su favor, sólo por esa ocasión.

    Las bancas se veían más cómodas que nunca para Hinata. Se sentó con un suspiró de cansancio sobre una de ellas y observó el pasto verde con gran interés, como si allí abajo hubiera otro mundo más interesante que el de ella. Un mundo habitado por hormigas, insectos y pequeñas criaturas que no tenían conciencia ni del bien y ni del mal. Pero Neji no pensaba lo mismo, sólo la miró con impaciencia esperando que sacara las llaves del hogar y abriera la puerta, para no volverse a cruzar hasta la cena o si era posible, hasta la siguiente tarde para escoltarla al hogar.

    El lenguaje corporal de su primo le comunicó que estaba cansado al igual que ella, más para él, ya que fue su primer día en el instituto.

    Con temor de algo desconocido, abrió la mochila que llevaba en la espalda y tiró todas las cosas que tenía dentro de ella en la banca. Revolvió y revolvió entre las cosas, pero no encontró lo que buscaba. Esperaba que Neji no se enfadara, había olvidado las llaves en el hogar y no habría alguien que les abriera hasta más tarde.

    —Ne-Neji-nii —logró decir con algo de esfuerzo—, he olvidado las lla-llaves.

    —¿Qué ha dicho? —nuevamente, se presentaba ese tartamudeo. Normalmente, no le importaría tratar a un tartamudo, pero los tartamudeos de Hinata le parecían increíblemente irritantes.

    —Olvide las llaves adentro.

    —Aja —La típica respuesta que daba, ya que para él, era como un: «No me importa».

    —Y-Y no hay nadie que nos habrá hasta dentro de unas horas.

    Neji abrió los ojos un poco más grandes de su tamaño habitual y volteó a ver a Hinata, quien esperaba no sorprenderse con una expresión así, pero terminó haciéndolo porque venía de Neji.

    —Hanabi-sama ha llegado a casa un poco antes de nosotros, ¿cierto? —La fémina asintió—, ¿por qué no la llama y le dice que baje a abrirnos?

    La sugerencia de Neji hubiera sido una excelente idea y la primera medida que hubiera tomado Hinata, si no conociera lo suficientemente bien a su hermana menor y saber que a esa hora ella tomaba una de sus largas siestas del día. También para su mala suerte, los dos sirvientes del hogar estaban de vacaciones y su padre no llegaría hasta más tarde y con la esperanza de que no se quedara trabajando hasta más tarde.

    —Hanabi no nos abrirá, tiene un sueño pesado y no despertará hasta dentro de dos horas.

    —¿Y Hiashi-sama?

    Neji observó como la cara de Hinata empalidecía y por un momento se hubiera preguntado si estaba enferma, si no conociera el gran "respeto" que seguro era temor, hacía su padre.

    —Pre-Preferiría no decirle nada. N-No quiero que se enoje por mis defectos.

    —¿Sus defectos? —preguntó algo interesado en el argumento de su prima.

    —S-Si —tal vez fueron ideas de Neji, pero la voz de Hinata se estaba quebrando—. Suelo ser torpe, olvidadiza y suelo tartamudear cuando estoy nerviosa. En más de una ocasión, oto-chan me ha dicho que tal vez yo… tal vez yo… —¿Esas eran lágrimas? —no sea buena heredera o incluso hija.

    —¡Se equivoca! —refutó, sorprendido de su reacción, tanto como Hinata—, no la conozco mucho, pero creo que usted sea eso.

    —Gracias, nii-san —Una sonrisa se formó en los labios de Hinata, era más expresiva que las últimas que le había regalado al mundo. Con los dorsos de las manos se secó las lágrimas.

    Voluntariamente, se mordió un poco la lengua en forma de reprimenda. ¿De dónde había salido ese alago? O el intento de alago que le había dicho. Él estaba allí para cumplir su cometido, no para estar de amiguito con su prima y carta de triunfo para lo que deseaba. Sí, así lo había decidido. Hinata sería el catalizador de su plan, involuntariamente, estaba involucrada con las dos personas que odiaba a muerte: Hiashi Hyuga y Naruto Uzumaki, él último pagaría por tener ese maldito apellido.

    Como no había un remedio opcional para la situación, tomó asiento al lado y a unos centímetros de Hinata. La chica jugaba con sus dedos, mientras que pensaba en algo desconocido para Neji. Por ahora sólo podrían esperar a que Hiashi llegara o Hanabi se despertara en dos horas.

    Al menos había pasado media hora sin que ninguno de los dos se dirigiera la palabra. Neji se encontraba estirado en el asiento y tenía las manos cruzadas sobre su pecho, mientras que tenía la cabeza inclinada hacia atrás y los ojos cerrados. No, no estaba durmiendo. Estaba meditando para tranquilizar su impaciencia y un terrible dolor de cabeza que le había dado hace rato. Mientras que Hinata, de reojo observaba a Neji con la esperanza de que no se diera cuenta. Pero es que se veía tan tranquilo y le había parecido que bajo su guardia, así le gustaría que fuera todo el tiempo, y llegar a ser buenos amigos.

    —¿Tengo algo en la cara? —La pregunta sorprendió a Hinata, ¿No se suponía que tenía los ojos cerrados?

    —¿C-Cómo?

    —Puedo sentir su mirada atenta sobre mi —se acomodó en el asiento, inclinándose hacia adelante y descansando sus antebrazos en los muslos—, ya estoy acostumbrado a eso.

    La última frase la había dicho con cierto enojo, y es que esa cierto, Neji tenía una enigmática atracción que enloquecía a las mujeres. Su personalidad era discreta y seria, así que la atención de tantas féminas era algo común, pero aún no podía acostumbrase. Así fue como desarrollo un sexto sentido hacia las miradas ajenas.

    —Lo siento —nuevamente comenzó a jugar con sus dedos apenada.

    —¿Por qué se disculpa? —volvió a preguntar por segunda vez en el día.

    Esta vez no hubo interrupciones que detuvieran a Hinata a dar una respuesta, pero jamás se había puesto a pensar el por qué se disculpaba tanto. No es como si tuviera el autoestima bajo y necesitara el perdón de los demás para sentirse bien, más bien, era como una especie de costumbre para que la fina sociedad donde vivía, la viera como una linda y educada dama de una buena familia.

    —No lo sé.

    —Le contare algo —llamó su atención—. Yo no soy un dios y ni me acerco a hacerlo. En mis manos no está el poder de perdonarla y mucho menos disculparla, ya déjese de decir tales tonterías.

    No es como si el comentario hubiera sido rudo apropósito. Neji simplemente era así. Solía decir palabras hirientes inconscientemente, y es que era así como se había criado, a afrontar la dura realidad y no comer cuentos que no son.

    —Gracias —Una respuesta inesperada y una nueva sonrisa sincera.

    —¿Por qué me agradece?

    —Sólo sé que, eres una buenas persona, Neji nii-san.

    «Sí, una buena persona» susurró por lo bajo. Si ella en realidad supiera sus intenciones no se atrevería a decir tal conclusión.

    Neji visualizó la hora en el reloj de su muñeca izquierda, eran las 04:35P.M., y aún faltaba hora y media para que alguien pudiera abrirles la puerta de la casa.

    Repentinamente sintió un poco de sueño y no pasó de dar un largo bostezo, con el semblante de aburrimiento que había colocado. Nuevamente, volvió a la posición de meditar de hace rato, tal vez descansar un poco más los parpados le ayudaría a quitarse la extraña pereza que tenía. Poco a poco su estado de actividad disminuía y lo último que pudo observar antes de caer dormido fue a Hinata, con una gran sonrisa mirando al horizonte, ¿por qué ella sonreía?

    Tuvo la ligera impresión que el hombro izquierdo le pesaba más que el derecho, pero aquello no tenía sentido, la mochila se la había desguindado y colocado en el piso hace bastante rato. O tal vez había soñado que lo hizo, eso suele pasar, confundir la realidad con un sueño. Así que intentó empujar lo que tenía en su hombro izquierdo, pero su sorpresa fue grande cuando tactó algo posiblemente ovalado y lleno de largos cabellos.

    Abrió pesadamente los ojos y encontró a Hinata recostada en su hombro, estaba profundamente dormida y poseía un semblante tranquilo. No puedo evitar enancar las cejas y preguntarse: «¿En qué momento…?». Visualizo nuevamente la hora y eran las 06:35P.M., ya el cielo estaba oscuro y los faroles encendidos. Aparentemente, eran automáticos o al menos que Hanabi hubiera despertado. Había dormido más de lo esperado y lo pagaría a la hora de acostarse a dormir, le costaría más de lo normal.

    La zona estaba solitaria y los faroles estaban lejos de la banca que habían escogido para sentarse, las luces en la casa aún estaban apagadas y la ronda de los guardias de seguridad en ese momento no era ahí. Un digno escenario para un homicidio, según las películas y libros del género terrorífico. Neji esbozó una sonrisa maléfica y poco a poco su mano derecha se fue acercando al cuello de Hinata, hasta poder tomarlo con un agarre suave.

    —Nunca pensé que este momento podría llegar tan rápido, Hinata-sama —dijo Neji para sí mismo y a una dormida Hinata—. Estaba tan equivocada con lo de que era "buena persona" —Fue apretando un poco más y el semblante de su prima se fue extorsionando —pero debe saber que no es su culpa. Bueno. Tal vez sí. Es su culpa por haber nacido en una familia de asesinos. Lamentablemente, me tendré que incluir después de esto.

    Una luz que se acercaba hizo que Neji, apartara la mano rápidamente y con una mirada de rencor visualizó a limusina de los Hyuga acercarse. Frívolamente, con la vista aún al frente, empujó a Hinata a un lado para que la chica quedara en una posición recta. Su semblante extorsionado desapareció y el repentino movimiento de su cuerpo la hizo despertar.

    —¿En qué momento me he dormido? —se talló los ojos para acostumbrarse a la intensa luz del auto que, se estacionó allí mismo.

    Neji miró al frente sin alguna expresión en el rostro, vagamente se podía mostrar irá al fallar su plan. Lo pensó y era muy simple. Ahorcaba a Hinata hasta que muriera asfixiada y enseguida huía del lugar. Regresaría más tarde con comida comprada y alegaría que Hinata, la hija predilecta de Hiashi, se lo ordenó. La policía investigaría el caso y una llamada "anónima" inculparía a Hiashi. Habría dos sospechosos que serían Hiashi y él mismo, pero para eso estaba Hanabi. La menor conocía el miedo y/o respeto hacia su padre, y seguramente, las veces que le recordó lo inútil que era a Hinata. La menor lo odiaría y ella misma lo condenaría, así quedando libre Neji. Pero Hiashi debía tener muchas influencias en la calle y sólo estaría en la cárcel una semana, luego lo liberarían terminando el caso inconcluso, pero eso no sería así. Neji se encargaría de hacer el caso tan público que sería imposible salir de ese aprieto tan fácilmente. Hiashi no llegaría a la semana en la cárcel, porque un preso lo mataría "aclamando haber pagado una deuda pendiente". Hanabi sería mandada a un orfanato o se iría a vivir con algún familiar de la madre, y crecería con el rencor de tener ese apellido que tanto odiaría. ¡Era la venganza perfecta! Luego se encargaría de un Uzumaki. Lástima que su plan no tuvo éxito, aún lo veía un poco improvisado, pero el destino como que aceptaba su forma de actuar y por esa vez tuvo suerte, no Hiashi y el resto de los Hyuga.


     
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    O__o. Wow... no sé qué me sorprende más...

    - Que aún luego de atrasarme con la lectura yo sea el primero en comentar...
    - O que Neji quisiera asesinar a Hinata o_O

    Bueno... la historia está bien, supongo. Sasuke apareció (¬¬) y asustó a Hinata D:. Pobrecilla... siempre sufriendo por culpa de su tonta familia.

    El plan de Neji estaba bien elaborado OwO... Neji siempre pensando así... por algo es un prodigio, creo yo e__é.

    Y al final... ¿Qué pasó con Shikamaru? Espero saber de él en el siguiente episodio xD

    Como sea, espero el siguiente episodio -w-
     
  9.  
    Haru

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    Nooo!!! Neji quiere matar a Hinataa T_T ella es muy joven para morir! Bueno, en realidad no se cuantos años tiene Hinata xD en fin.

    Bueno, la narración estuvo muy buena (para mi) y no hubo ningún error ortográfico hasta donde yo noté, por cierto, gracias por invitarme a leer tu fic :p

    Bye: Demi <3
     
  10.  
    Anarchy Shooter

    Anarchy Shooter Iniciado

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    Primero que nada, perdón por no leer la historia D: Estaba en mi etapa de flojera y... y... estaba emo -w- (?) Así que solo diré los errores del capítulo 6 ^^u

    En su mente nerviosa, no se hayaba una explicación lógica o al menos una excusa que el genio se pudiera tragar. [Hallaba]

    ~
    En estos solo debes pasar espacio después del —
    —¿Por qué? —sentía como la rabia lo invadía—, ¿por qué nos abandonaste? ¡Somos tus amigos!
    —¿Amigos? —pronunció mientras que una sonrisa fría se formaba y unos ojos malintencionados observaban al rubio—, para mi venganza, no necesito amigos en mi camino.
    —¡Se equivoca! —refutó, sorprendido de su reacción, tanto como Hinata—, no la conozco mucho, pero creo que usted sea eso.
    ~

    Vas mejorando, ahora solo encontré una falta en la ortografía, espero que para el fin de semana el próximo capítulo se haya subido ^^. Sin nada mas que decir, me despido :3.
    Bye-Bye.
     
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    houndoom

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    Esta muy bien escrito, tambien la narracio y pues yo no note ningun error pero ya te dicen unos arriba jeje. Continua asi ya sabes yo seguire leyendo, aunque perdona que comente hasta ahora esque he tenido algunos problemas jeje.
    La historia va bien, pero sobre la trama no tengo ningun comentario solo que esta bien ^^.
    Espero el proximo cap, saludos.
     
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    yanin

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    Hola Kaze-chan primeramente gracias por invitarme a leer tu ff hasta apenas acabe de leerlo me gusto muchísimo, además narras muy bien los hechos que se suscitan alrededor de los personajes, además quien se iba a imaginar que Neji tiene planeado una venganza encentra d la familia de Hinata, y no solo con la de ella si no con la Familia Uzumaki.

    Esto se va poner muy interesante e intrigante, pues esperare el siguiente capitulo; no vi ningún error ortográfico y sigue así.
    salu2:p
     
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    kaze Dupre

    kaze Dupre Iniciado

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    Venganza y Engaños.
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    Para cuando el trió de los Hyuga entró por la puerta principal, las luces estaban apagadas y la casa se encontraba en penumbra. Puede que una que otra persona del lugar presente, sospechara qué la pequeña Hanabi sufría de Narcolepsia. Sin esperar, la mano de Hiashi encendió el interruptor y se aflojó la corbata para desaparecer en los pasillos que daban con su despacho.

    Neji miró de reojo a Hinata, quien se estaba pasando la mano por el lugar del cuello donde momentos atrás la había intentado ahorcar. Notó una mueca de incomodidad en su rostro y fue inevitable que diera una pequeña sonrisa maliciosa para imitar a Hiashi, y desaparecer por las escaleras a su habitación.

    No sé había percatado que la habitación de Hanabi, justamente estaba en frente de la habitación de Hinata. Pudo notar el hecho cuando caminó por el pequeño pasillo de las habitaciones y por casualidad su mirada pasó por la puerta entreabierta de su prima menor, quien estaba echada boca arriba en la cama, estudiando con unos libros en frente de ella. Su desinterés era tan espontaneo que enseguida apartó la mirada sin siquiera darle tiempo a su visión de captar el color de las paredes, o el estilo de decoración de la habitación.

    Abrió y cerró la puerta con fuerza, era un mal día y seguramente los por venir serian igual viviendo con personas que odiaba a muerte. Mientras tiraba la mochila en la cama, abrió los ojos desmesuradamente cómo si hubiera recordado algo importante. Se desplazó hasta el escritorio y abrió el tercer cajón, encontrando lo que seguramente habría buscado con exasperación. Orgulloso de su instinto, colocó el marco con la fotografía de su padre y una mujer cargando en brazos a un niño con menos de tres meses. Pasó sus dedos índice y del corazón por el entorno de la fotografía y sintió una fuerte puntada en su corazón, un sentimiento olvidado que consumía su cólera desde hace muchos años atrás.

    Ese niño de dos meses y medio era él. Tan frágil, tan inocente, tan afortunado de haber nacido en el seno de una familia cariñosa, o eso creían todos. Hasta que pasaron los años. El recuerdo que lo perseguía para siempre era una tortura. Cuantas veces no había intentado olvidar y siempre era lo mismo, incluso terribles pesadillas había sufrido. Dolor, pobreza, trabajo duro, irá y finalmente… venganza. Neji había crecido con una educación excelente y de una manera humilde, pero jamás pudo olvidar que todo eso hubiera podido ser mejor. Si sólo su padre no se hubiera ido, ¡No! Sólo si no hubiera nacido como un miembro de la familia Hyuga, todo estaría bien.

    Comenzó por desabrochar los primeros botones de la camisa y miró por la ventana. Allá fuera había un universo enorme, dispuesto a ser explorado. Pero, no, como Neji, existían personas... nacidas para cumplir un solo objetivo, y salir del monótono comienzo y final: estudiar, crecer, trabajar, casarse, tener hijos, envejecer y morir. Es por eso que no temía ser temerario, de una manera u otra, su vida era como otra gota en el gran océano de la vida. Sí desaparecía, el mar jamás se secaría. Eso creía él.

    Abrió el segundo cajón y fue una suerte haber encontrado una liga para el cabello, podría ser que su intuición estaba a punto de sincronizarse totalmente con la realidad. Ya con el dorso desnudo, se desprendió de los zapatos y calcetines blancos; se colocó la liga amarrando el cabello en una coleta alta. Era lo hora pico, donde en su anterior rutina se colocaba a realizar los deberes escolares y completar la lista de planes de la A a la Z, de su venganza. Todos los vengadores eran iguales, en especial Uchiha Sasuke, quien tampoco desamparaba su voluntad de un triunfo costara lo que costara.

    Ojeó el cuaderno negro con la única distinción de su nombre en blanco. Habían muchos más como esos, ¿en qué momento podría haber hecho todo eso Hiashi? O más bien, uno de sus trabajadores. Todo había sido fríamente calculado por aquel hombre y de sólo pensar que la vida de aquel sujeto podía ser tan exacta, tan mecanizada, le asqueaba. Pobre de sus dos hijas que habían convivido con él por tantos años. Si el desaparecía… si ellas desaparecían, sería un favor para las mismas Hanabi y Hinata. «Aún si mi juicio está equivocado, yo me encargare de limpiar los platos rotos de los Hyuga» pensó con amargura.

    Hubo un toque en la puerta acompañado con unos rítmicos Toc-Toc. Su mirada se pasó a la puerta y vio por debajo de ella la sombra de una persona parada detrás de ella. No era su imaginación, uno de los miembros de esa casa se había atrevido a acudirse ante él. Un ligero toqué de curiosidad lo invadió y se levantó del sitió donde estaba sentado para recibir al visitante. Que sorpresa que haya sido nada más y nada menos que Hinata.

    —Yo… —Hinata se petrificó apenas al hacer contacto visual con su primo. Su rostro había pasado de su color natural a una pálido y luego a un tono bastante rojizo.

    —¿Desea algo? —dijo cortantemente, hasta el punto de llegar a ser maleducado.

    —¡L-La cena está lista! —Sin esperar a que Neji dijera «No tengo hambre», se esfumó lo más rápido posible de su presencia.

    —Tsk, que estupidez —cerró la puerta con fuerza, sin imaginarse el por qué de la actitud de su prima.

    Hinata bajó las escaleras tan rápido como pudo, casi ignorando que se resbaló por un escalón en la parte medía. Necesitaba un vaso de agua urgente e intentar olvidar lo que había visto. En su vida, jamás había visto a un hombre "desnudo", o por lo menos, ella consideraba que estar sin camisa mostrando su dorso bien formado, y descalzo, era estar desnudo y/o semi-desnudo. Fue un error para ella el incluso haber detallado el lunar que tenía en la parte superior del hombro izquierdo.

    Neji bajó por las escaleras, mientras que sentía que su cabellera amarrada se movía en su espalda por el movimiento continuo. Lucia unas bermudas negras con un suéter blanco manga larga; le hacía tener un aspecto juvenil, pero no pasaba desapercibida el hecho de que encajaba con su altivez y seriedad.

    Entró al comedor y se detuvo en la entrada observando la mesa, aún la familia no se percataba de su presencia. ¿Qué clase de cena era esa? Era una pizza napolitana a simple vista, pero comparada con la sofisticada cena del día anterior, eso era algo normal, común, hasta ordinario. En verdad no le dio mucha importancia, la verdadera sorpresa fue ver a los Hyuga comiendo con cuchillo y tenedor los pedazos de pizza humeantes, parecían personajes sacados de otro planeta, comparado con él; un chico pueblerino que montaba a caballo, sabía cultivar, pescar, cazar y comer pizza con las manos.

    Hinata fue la primera en percatarse de su presencia en el ámbito, lo miró un momento y le pareció que el estilo como llevaba su cabello le daba un aire varonil, pero recordando lo sucedido, con vergüenza bajo la mirada hacía pedazo de pizza cortado en cuadritos, metiéndose un trozo con el tenedor a la boca. Ese día rezaría una cadena completa pidiendo perdón por lo sucedido.

    Neji jaló la silla que se encontraba al lado de Hanabi, acaparando la atención en su desinteresado humor. Se sentó y escogió cuidadosamente los cubiertos que utilizaría, era nueva la idea de comer con tenedor y cuchillo la pizza, pero si quería pasar desapercibido tenia que adaptarse a las reglas, incluso las más estúpidas. Tomó un pedazo de pizza y lo colocó en su plato, así comenzando la aburrida batallada de cortarlo en rectángulos simétricos.

    —¿Qué tal fue tú día? —los presentes levantaron la mirada, menos Neji, quien sabía que la pregunta era con él.

    —Muy bueno, Hiashi-sama —mintió—. La educación que proporciona el planten es alta y posee un ambiente agradable.

    —Me alegro —Neji estaba seguro qué también mintió.

    Así pasaron unos silenciosos minutos hasta que el mayor nuevamente se decidió hablar.

    —Cada día te pareces más a tú padre.

    Neji detuvo la labor de picar y se quedo congelado, no, el tiempo se había congelado por unas decimas de segundo. Apretó los cubiertos con fuerza y cuando volteó a ver a Hiashi con una mirada de odio con la intención de cortar la tensión de suspenso, el teléfono del hogar sonó en el momento preciso. A penas se escuchó un «discúlpenme» de su parte, se levantó y fue a atender la llamada.

    Apenas la cabeza de la familia se largó, el comedor pasó a estar más animado. Las hermanas hablaban de cómo les había ido en el día y qué tipo de sucesos "interesantes" habían ocurrido en el día. Neji suponía que el terror que les inculcaba su padre era enorme, pero en el caso de él, no tenía motivos para hablar con nadie en la mesa.

    —Nii-san, ¿podrías pasarme la pimienta? —Neji escuchó la voz quien lo llamaba «Nii-san», no era la de Hinata, era la de Hanabi. Se preguntó en qué momento lo comenzó a llamar así, mientras le pasaba la pimienta—. Gracias.

    —Uh.

    —¿Qué sucede, Onee-san?

    —Nada —Nuevamente Hinata comenzaba a tocar su cuello y masajearlo—. Bueno. Me he despertado con la sensación de que… sonara tonto, pero me siento ahorcada.

    El choque de los cubiertos con el plato y luego en la mesa resonó por todo el comedor. Neji se levantó de la silla, excusándose con un «Ya no tengo apetito, disculpen», y empujó la silla en su lugar. Hanabi y Hinata se le quedaron viendo hasta que se marchó de la habitación.

    Abrió la puerta principal y salió por ella dejándola entreabierta. Pensó en dar un paseo nocturno, pero en verdad su humor no lo apetecía. Optó por sentarse en la banca que se encontraba al lado de un faro, y ya ahí sacó un objeto de su bolsillo y miró la pequeña pantalla que decía: 20:00P.M., ese era su nuevo teléfono celular. Su madre se lo había obsequiado antes de marcharse de la granja. Los intentos por devolvérselo no fueron validos, simplemente él no se llevaba con la tecnología y su madre era muy perspicaz a pesar de lo enferma que estaba.

    Levantó la tapa del teléfono y vio en el fondo de pantalla una fotografía de Hei, el caballo favorito de su tío y madre. Inevitablemente sonrió, le había costado bastante tomarle la fotografía al animal, se movía demasiado, parecía saber que lo fotografiarían. En el menú busco la agenda y pulsó la opción de "contactos", la mayoría eran familiares y no le costó mucho localizar el contacto que decía "mamá". Pulsó "llamar" y se colocó el auricular en la oreja. No pasaron más de tres tonos hasta que la persona en la otra línea contestó.

    —Hola mamá, soy yo. Neji —sonrió con ternura al escuchar la voz de su madre.

    —¡Neji qué sorpresa! Pensé que nunca me llamarías —dijo con ironía.

    —Lo siento, había estado ocupado —quiso completar con un «Planeando como exterminar a Hiashi y al resto», pero se limitó. No estaba en su territorio y un hombre precavido vale por dos.

    —Está bien. ¿Qué te parece la ciudad? Han pasado muchos años desde la última vez que estuviste ahí.

    —Aburrida. Hay demasiada iluminación, demasiados edificios, demasiados estúpidos y en cualquier parte te puedes encontrar con un loco.

    —¿Enserio? —Su madre carcajeó y Neji frunció el seño, no estaba bromeando—. ¡Vaya qué ha cambiado! Pero lo importantes es qué te estás divirtiendo.

    —No me estoy divirtiendo, es muy aburrida.

    —Apenas estás llegando, en unos días te acostumbrarás y formaras parte de la gran sociedad. Así lo quería tú padre —La última frase sonó con un poco de melancolía. La madre de Neji, aún no superaba la muerte de su difunto marido.

    —Mamá —llamó su atención—. Nunca dejaré de ser el chico de pueblo que soy. Odio la tecnología, me comporto como un ermitaño y me gusta más el campo y los lugares abiertos. Además, me gusta cuidar de mi madre.

    —Eres un buen niño —rió—. ¿Ya has abandonado la idea de…?

    —Te llamó luego —interrumpió, mirando con cautela la puerta principal entreabierta.

    —Vale. Te amo, hijo.

    —Y yo te amo a ti.

    El Hyuga se levantó de su asiento y miró hacía donde se encontraba la puerta, estaba completamente seguro de qué alguien estaba parado ahí hasta hace poco. Era por eso que tendría que ser más cauteloso con lo que decía y hacía, si no quería que sospecharan de él y sus planes de venganza.


     
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    Tinkass

    Tinkass Iniciado

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    El primero de aquí que leo y me encanto xD Realmente me gusta como maquinea Neji, muy bueno :D
     
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  15.  
    princex

    princex Iniciado

    Libra
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    Hai! Kaze-chan ps no tengo ninguna critica acia ti claro esta que como ya te avia dicho antes no soy buena en eso y deverdad disculpame por no aver pasado antes pero es que ya tenia mucho tiempo sin entrar. dejame decirte que me gusta mucho el rumbo que esta tomando la histaria aun que claro esta que no soy fanatica del NejiHina. pero bueno me gusta la historia. bueno cuidate mucho.
    sayonara.
    ¡NejiTen! Viva.
     
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