D. Gray Man [UVD] up into the sky then down to hell (we go)

Primer escrito para la actividad Un San Valentín Diario. Primer día ---》para el primer amor.

Pairing: Allen Walker x Lenalee Lee (× Neah D. Campbell)
N. de palabras: 574
Avisos: Spoilers, muerte de personaje.

up into the sky then down to hell (we go)

Lenalee levanta la vista en el momento en que su patada choca contra el concreto, su campo de visión de repente lleno con la figura del (ahora) ex-exorcista Allen Walker. La cara de su antiguo mejor amigo se deforma en una sonrisa macabra y Lenalee tiene que recordarse que aquel no era Allen.

Con un grito enfadado la joven se avalanza sobre el de pelo blanco, lágrimas quemando en sus ojos. Neah D. Campbell simplemente le sonríe de forma burlona mientras la esquiva otra vez. Sus ojos, dorados y con la pupila rasgada, analizan cada uno de los movimientos de la exorcista, grabándolos en su memoria. Allen Walker había proyectado en su mundo interior incontables imágenes de Lenalee Lee, y ahora él iba a devolverle el favor.

Esta vez no iban a ser imágenes placenteras.

Allen Walker iba a escuchar a la mujer que amaba gritar y él iba a disfrutar cada segundo de ello.

Lenalee esquiva con elegancia el ataque del impostor, y sin perder un solo instante utiliza el momento de la fuerza de su giro para propinarle una patada que lo habría destrozado en mil pedazos de no ser por la fuerza extrema del Noah. Su propio ataque la había sorprendido, Lenalee no creía tener en ella lo que hacía falta para eliminar al Decimocuarto, no mientras éste residiera dentro del cuerpo de Allen, de la persona que había aprendido a querer.

Del hombre que le había enseñado lo que era el amor.

La libertad.

Lágrimas corren salvajes por sus mejillas y Lenalee se derrumba. No puede hacer esto. Si tan sólo pudiera encargarse del joven no estarían allí en primer lugar. Tendría que haber sido más capaz, tendría que haber seguido a sus instintos cuando estos le gritaban que algo iba mal con Allen.

Ahora era demasiado tarde.

Neah se acerca a paso lento, tranquilo y seguro de su victoria. Aunque Lenalee era sin duda uno de los oponentes más complicados con los que se había enfrentado, la joven carecía de la motivación para matarlo. No solo eso, sino que ella parecía aborrecer la idea por completo. (Há. Estúpidos humanos con sus estúpidas emociones.)

El Noah toma a Lenalee por sus cabellos con fuerza, levantándola del suelo para que su rostro quedase a su altura. Con una sonrisa salvaje, Neah la besa con fiereza, sabiendo que Allen Walker estaría gritando con desesperación en su mundo interior.

La joven se resiste inmediatamente, intentando zafarse de su agarre de una patada, pero Neah no pretendía alargar aquella batalla. Por mucho entretenimiento que le proporcionaba jugar con el primer amor de su portador, tenía cosas que hacer y no podía perder el tiempo.

Parando la mortal patada de Lenalee, Neah la toma por el cuello y aprieta. No necesita demasiado tiempo antes de que se escuche un suave (plop) y la cabeza de la exorcista cae, sin vida, al suelo. Una última lágrima se desliza por su mejilla, y Neah la toma delicadamente entre sus dedos antes de llevársela a la boca, saboreando el dolor de alguien que sabe que ha perdido la vida bajo las manos de la persona que más amaba en el mundo.

Traición.

Neah D. Campbell sonríe, su rostro transformándose en aquel de una bestia, un monstruo salvaje. Pronto, muy pronto, habría acabado con todos los individuos importantes para Allen Walker, hundiéndolo en la locura y liberándose así en el proceso.

La caza sólo acababa de empezar.