Tu sonrisa que no está.

Tu sonrisa que no está.

Aki les dejo esta historia ke es tan tétrika como una dona mordida en el empake (mariana tenía ke decir esto xD) bueno muchas grax por los consejos ke me dieron n.n espero ke les guste.


Episodio 1 = Entre las páginas de un libro.


“No puedo dejar de pensar en ello, me siento triste, me siento solo y confundido, ya no quiero más dolor y tampoco quiero más tristeza.”

Pensaba un adolescente mientras caminaba solo por las calles de aquella ciudad. Hasta que se detuvo al ver un anuncio.

-La feria del libro eh- dijo con un hondo suspiro- a lo mejor encuentre algo interesante.

Empezó a caminar hacia la biblioteca del anuncio. Era un chico de mediana estatura, de cabellos rizados castaño claro, unos ojos color miel, que con solo verlos recordabas aquellos días del atardecer de otoño. No tenía absolutamente nada de ánimos, arrastraba los pies, no le interesaba para nada lo que ocurría a su alrededor, tan solo mantenía la mirada baja y se guiaba hacia aquel lugar.

Una vez que llegó a la biblioteca, empezó a examinarla, anuncios de libros por todos lados, y claro, se encontraba mucha gente ahí adentro.

A el chico no le agradaba estar entre tanta gente. De pronto en un estante vio un libro que le llamó la atención “El poder del mundo de la magia en sus propias manos”, era un tema interesante y de su agrado, así que lo tomó y se dirigió a una silla en una de las esquinas más oscuras y abandonadas de la biblioteca para leer en un área donde casi se encontraba gente.

Sin embargo, no había notado que en ese lugar se encontraba otra persona. Era una adolescente de 15 años, de cabello largo y lacio negro, llevaba sus uñas pintadas de negro, los ojos delineados, y un pircing en el labio.

-Oh perdona, no me di cuenta, no te había visto- dijo el chico en cuanto la vio.

-No importa- le respondió fríamente mientras seguía leyendo el libro que llevaba entre sus finas manos.

-¿Puedo sentarme aquí?

-Me da igual-

El chico al verla se dio cuenta de su belleza, cada vez que la veía se le hacía más bonita. El suspenso era una completa tortura. Ella era tan fría que a el chico le daban ganas de ir por una cobija. Hacía como que leía su libro pero no podía dejar de pensar en esa chica. Hasta que al fin rompió el silencio.

-Disculpa ¿Cómo te llamas?-

-¿Para qué quieres saberlo?- preguntó mientras cerraba bruscamente su libro, para ponerse de pie y retirarse de ese sitio.

El chico la tomó de su mano delicadamente y le dio un estironcito para que volviera a tomar asiento.

-Porque te quiero conocer, últimamente ando muy solo y no sé, tal vez solo quiero hacer amigos- dijo

La chica pudo ver en sus ojos la tristeza con la que le había dicho esas palabras. Entonces fue cuando le sonrió.

-Me llamo Kimberly, ¿y tú? –

-Mi nombre es Andrés-

Entonces fue cuando se dieron cuenta, de que ambos traían entre sus manos el mismo libro. Los dos se echaron a reír.

“¿Tal vez esto fue casualidad? ¿Qué hubiera sido de mi vida si no habría tomado ese libro? O tal vez si no habría ido a la feria del libro, como sea, yo no creo en las coincidencias, sólo en lo inevitable.”




Episodio 2 = El mejor ocaso de mi vida.


Todos los días Andrés veía a Kimberly, para salir juntos a dar un paseo, ir al parque, ver películas, tomar café, jugar bolos entre muchas cosas más. Cada vez que la veía se llenaba de alegría, lo único que quería era estar con ella todo el mayor tiempo posible. Pronto se dio cuenta que lo que sentía por ella era amor.

Un día mientras paseaban juntos en el ocaso de un día de verano, Ambos se sentaron en una banquita, el viento corría suavemente. Andrés volteo a ver a Kimberly a sus ojos, eran tan brillantes, sus lindos y tiernos ojos verdes, que reflejaban su alma, su inocencia, su verdadera forma de ser. En los ojos de Andrés solo se mostraba la ternura que tenía al verla.

-Kimberly… tengo algo que decirte-

-¿Qué sucede Andrés?

-Es sólo que, tú me gustas.- Al darse cuenta de lo que había dicho sus mejillas enrojecieron y retiro su mirada.

Kimberly se sorprendió un poco de las palabras que salieron de aquel chico, después de que se recuperó de la sorpresa se sonrojó un poco. Puso su mano acariciando las mejillas de Andrés y dijo:

-Andrés tu también me gustas, y mucho. No se que habría sido de mi vida si no te hubiera conocido.

Se acercaron letamente y fueron cerrando sus ojos, sus labios se rozaron delicadamente.

“Ese atardecer, ha sido el mejor de mi vida hasta ahora”


-¡QUE! ¿ME ESTAS DICIENDO LA VERDAD?- se oyó un grito que hizo temblar la tierra.

-¡Esto no puede ser posible Karla! ¡No me puede hacer esto a mí!-

- Denisse no te pongas así, son tan solo rumores que eh oído-

-Es que Andrés no puede tener novia, ¡otra novia!¡Que no sea yo!

-Pues a mí me han contado que ya tiene, y dicen que es muy bonita...-

-No me importa si es muy bonita o sea intento de lo que sea, ¡Cuando la vea, te juro que no saldrá viva!-

-Denisse deberías calmarte, ya olvídalo, es como cualquier chico, no vale la pena.-

-¡No! ¡Ese idiota de mi se va a acordar! Es más, mañana mismo le haré una pequeña visita- dijo con su cara perversa.

Denisse era una adolescente de muy buen físico, cabello ondulado largo castaño y ojos completamente verdes. Tenía el don de una gran belleza. Cualquier chico podría caer ante sus pies.

lllll~~~~~~~~~~~Al día siguiente~~~~~~~~~~~lllll

(Llamada telefónica)
-¿Bueno?
-Si Buenas tardes ¿Se encuentra Andrés?
-De parte de quién
-De una compañera de su escuela me llamo Sara.
-Que mentirosa eres Denisse-
-Shh calla déjame hablar Karla-
-ah no se encuentra Sara, salió con una amiga
-¿Salió con una amiga? ¿No sabe a dónde?
-Si creo que había ido al Café, no se a que horas regrese
-Viste Karla el muy maldito anda allá en el café con su novia, no pierde el tiempo.
-Muchas gracias oiga, después le llamo haber si encuentro a este chamaco, Bye love esa.
-Cómo me enoja, Karla iré al café para arrancarle las greñas a esa.
-¿pero cómo sabes que es con su novia con la que anda? Sólo dijo que era una amiga.

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 3 = Gran pelea en el café



-Hace mucho tiempo que no te veía Andrés, empezaba a extrañarte.

-Ya se- contestó a esto el joven mientras reía y después de un momento de silencio dijo.- Necesitaba hablar contigo Ale, siempre me has apoyado, antes me encontraba envuelto en esa aura de tristeza y oscuridad. Pero ahora soy feliz de nuevo.

-Me alegra mucho oír esto.- le dijo mientras le regalaba una tierna sonrisa.

-Además conocí a una chica…-

-Disculpen ¿ya decidieron qué van a ordenar?- interrumpió un camarero.

-ah si quiero un agua de melón por favor, y tú Andrés ¿Qué quieres?.

-Deme un agua de melón a mí también por favor.

El mesero tomó nota de los pedidos en una pequeña libreta y se retiró.

-Ahora si Andrés ¿Qué me decías?.

-Conocí a una chica maravillosa, ella es tan buena y tan sincera. Si tan solo la conocieras. Me he enamorado de ella.

-Y cuéntame ¿Cómo se llama? ¿Ella sabe que te gusta?.

-Se llama Kimberley Williams ya somos novios.- dijo Andrés con unos ojos tan brillantes cómo cuando volteas a ver hacia un estrella con la esperanza de que un nuevo sueño se haga realidad.

Los dos adolescentes se quedaron en completo silencio. El camarero regresó con sus bebidas, las colocó en la mesa y se retiró.

Alejandra solamente veía cómo Andrés soñaba despierto mientras volteaba a ver su bebida, y jugueteaba con el popote y los hielos.

En eso entra una castaña al lugar, parecía molesta, sólo se escuchaban sus zapatos de tacón aproximándose hacia los dos adolescentes. Una vez que llegó se detuvo justo en frente de ellos.

-¿Así que es ella por la que me has cambiado?- Le gritó a el adolescente.

-¿Denisse? ¿Qué haces aquí? ¿No se de que hablas?-dijo muy confundido.

-¡No te hagas el inocente! Deja ya de mentir, ya me he enterado.

-Oye deja de gritarle a Andrés ¿Quién eres? Nadie te da derecho.- Dijo Alejandra poniéndose de pie de un salto.

-Y luego tan sólo mírala, eso es un insulto para mí, ni siquiera es bonita. ¿Buscaste en un basurero o qué?

Denisse enojada empujó los vasos de agua de melón y éstos cayeron al suelo, derramando el agua por el suelo y salpicando levemente a todos los que se encontraban cerca del área.

-¿Qué rayos te pasa? ¿Cuál es tu problema? – le gritó enojada La amiga de Andrés a la castaña.

-Mira mija el único problema aquí eres tú.- Le dijo.

De pronto Denisse tomó de los cabellos a Alejandra y la tiro al suelo. Las dos empezaron a pelear, dándose golpes, estirones de cabello, patadas, cachetadas, manotazos, rasguños. Todo lo que se les venía a la cabeza. El rencor las adentraba más y más en la pelea.

Andrés sólo miraba la escena con cara de asombro, ¡Estaba completamente impactado! No sabía que hacer.

En eso llega el dueño del café e intenta separarlas, pero era inútil. Tuvo que llamar a seguridad para controlar la situación.

-¿Qué rayos sucedió aquí?- preguntó el gerente alarmado y furioso.

Los testigos le explicaron lo sucedido y echaron fuera del café a Denisse.

Una vez que el gerente se tranquilizó mando a traer de nuevo dos aguas de melón para los dos adolescentes. Estos volvieron a tomar asiento y bebieron de sus bebidas.

-¿Entonces ya tienes novia eh? Algo me dice que no todas las personas están de acuerdo con esa idea.


bueno fin de la conti XP aki se las dejo
pronto subire el episodio 4
^^ sigan leyendo (T.T pero lean!)

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 4= Love & Truth

Los tíos de Kimberly habían salido fuera de la ciudad.

Andrés fue a visitar a Kimberly llevaba entre sus manos una pequeña bolsa color lila no podía verse lo que llevaba dentro de ella.

-¡Andrés!. Dijo Kimberly mientras se formaba en su rostro una gran sonrisa.- pasa. Le dijo haciéndole una seña para que entrara dentro del lugar.

-Pero, ¿Están tus tios? –preguntó el chico mientras se rascaba la nuca con un poco de pena.

-No- le respondió con una cálida sonrisa.- ellos salieron fuera de la ciudad.

Andrés entró a la casa obedeciendo las palabras de Kimberly después la chica tomó la mano de su novio y lo guió hasta su recámara.

Los dos adolescentes se sentaron en la suave alfombra que se encontraba en la habitación y empezaron a platicar.

Ambos se encontraban completamente felices de estar uno cerca del otro, de pronto a Kimberly le ganó la curiosidad por saber qué era lo que llevaba Andrés en esa bolsa lila. No quiso hacer notar tanto el nivel de su curiosidad así que de pronto cambió el tema y dijo.

-Oye Andrés ¿Y qué es lo que llevas dentro de esa bolsa? Si es que se puede saber.- de pronto al oír la chica lo que había dicho se encogió de hombros y dijo.- pero si no quieres decirlo no importa.- intentó acomodar pero solamente lo había arruinado más, así que prefirió solamente permanecer en silencio.

Andrés solamente sonrió y volteó la mirada hacia la pequeña bolsa. La colocó en la fina alfombra delicadamente empezó a abrirla. Kimberly solamente miraba la escena con máximo interés, la curiosidad la había envuelto completamente.

Andrés terminó de abrir la bolsa y de ésta sacó un lindo y tierno peluche, tenía la forma como de algo parecido a un conejo, era blanco, tenía una gema roja y brillante en la frente, y una especie de arete rosa en su orejita derecha. Se trataba de Mokona un personaje de una serie de anime llamada Tsubasha Chronicle. Su ternura era verdaderamente impactante, not e cansarías de abrazarlo durante horas.

Al ver esto los ojos Kimberly se pusieron completamente brillosos. Andrés le sonrió y le dijo.

-Es para ti Kim, te amo.-

Kimberly de un brinco abrazó a Andrés.

-Muchas gracias Andrés, yo también te amo.

Los dos estaban sentados muy juntos el uno al otro y entre los brazos de Kimberly se encontraba el peluche.

Estaba lloviendo, las gotas de agua se deslizaban delicadamente sobre la ventana. Ambos se encontraban escuchando una canción en la computadora de Kimberly , el nombre de ésta es Love & Truth, su canción favorita.

La verdadera razón por la que Andrés había visitado a Kimbaerly era para hablar sobre un tema, que sus amigos le habían mencionado, ese tema daba vueltas en su cabeza y quería aclararlo.


~ 26 horas atrás ~
Andrés caminaba por el parque de su colonia con dos amigos, un chico de grandes ojos azules zafiro, alta estatura y tez aperlada. Y una adolescente de largo y lacio cabello castaño, tez muy blanca y unos lindos ojos oscuros brillantes.

-Que mal que Kimberly se vaya a ir de la ciudad pronto.- dijo la castaña.

-¿Qué de que hablas Eva? ¿Cómo que se irá? No me asustes de esa manera.- dijo alarmado Andrés.

-Pero es cierto Andrés, a mí también me lo ha contado, dijo que por eso de Marzo iba a regresar a Estados Unidos.

-Miguel, Evangeline, esto no me está pareciendo gracioso, si es una broma es de muy mal gusto.- dijo Andrés un poco enojado.

La castaña puso su mano en el hombro de Andrés.

-¿No te lo ha dicho verdad? El intercambio termina en Marzo.

La cara confundida de Andrés lo dijo todo, de pronto unas pequeñas lágrimas brotaron de los ojos del chico y se deslizaban lentamente por sus mejillas. Después de un rato dijo.

-No entiendo…¿Porqué no me lo dijo? ¿Porqué todos lo sabían menos yo?

- Esas cosas a veces son difíciles de decir, tal vez le dolía tener que contártelo a ti, y no lo contó a todos los demás a ver si solo asi tendría las fuerzas suficientes de decírtelo a ti.- respondió Miguel.

- Es mejor que hables con ella Andrés, pero te mucho cuidado, habla tranquilamente y escúchala.- Le aconsejó la castaña.


~ Fin del recuerdo ~


-Kim..tengo que preguntarte algo.- dijo de pronto el chico.

-¿Qué ocurre Andrés? – le preguntó con una sonrisa.

El chico se tomó un tiempo mientras volteaba a ver hacia el suelo, hasta que al fin rompió el silencio.

-¿Es cierto que regresarás a Estados Unidos?

De los ojos de Kimberly brotaron unas lágrimas. Miró a Andrés hacia los ojos y afirmó su pregunta.

De pronto una gran rabia corrió atreves del cuerpo de Andrés, no sabía el porqué pero sabía que se encontraba furioso.

No pudo aguantar mas el enojo dentro de su cuerpo hasta que explotó, de un brinco se puso de pie y empezó a gritarle a Kimberly, un montón de palabrerías.

¿Porqué no me lo habías dicho?, El debería haber sido el primero en haberse enterado, y que por qué le había confiado más a Miguel que a él, ya que Miguel de vez en cuando podría ser un ser despreciable, Que acaso no le tenía la suficiente confianza a él como para decirle eso. Entre muchas cosas más.

Kimberly solamente se encontraba llorando, tirada en el suelo abrazando el peluche que le había regalado.

-Perdóname Andrés, es que enserio, yo..yo no sabía cómo decírtelo.

Andrés solamente se tranquilizó, dio media vuelta y dijo.

-No necesito esto. Y se marchó.

Dejando a Kimberly llorando profundamente en su habitación.

Andrés estaba en su habitación, se sentía extremadamente mal por lo que le había hecho a Kimberly, es decir, no debió haberse comportado de esa manera, en vez de apoyarla le había hecho daño. El chico solo cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.

Al día siguiente Andrés fue a la casa de Kimberly para pedirle que lo disculpara por lo del día anterior.

Afuera de la casa de Kimberly se encontraba una señora barriendo en la banqueta de afuera de la casa, tenía cara de pocos amigos.

-Disculpe.- dijo el chico.- ¿Se encuentra Kimberly?

-¿Para qué quieres saberlo?- respondió mientras ponía una cara de enojo al ver al chico.

-Es sólo que ayer le dije algo que no debí haber dicho y vengo para pedirle disculpas.- dijo el castaño un poco apenado.

-Pues qué lástima pero no está.- respondió en tonadita burlona.

-¿No está?- preguntó un poco confundió al escuchar esto el chico.

-No, está mañana fue a visitar a su mamá a Estados Unidos.-

-Entiendo.- dijo un poco triste.- ¿Y no sabe cómo se encontraba?.

-Pues ayer estuvo encerrada todo el día en su cuarto, no quería comer.- dijo mientras recargaba sus brazos sobre el palo de la escoba.- Y esta mañana cuando se fue se veía muy triste y traía un peluche blanco en las manos.

Andrés al oír esto se sintió terrible, ¿Qué clase de persona era?, se arrepintió completamente de haberle dicho todas esas tonterías, y daría todo lo que pudiera por

tan sólo tener un minuto con ella para decirle cuanto lo sentía.





Este fue el episodio 4 x3 es un poko mas largo ke los demás xDDD bbno ami se me hizo mas largo n.n espero ke les gustee!!

 

Re: Tu sonrisa que no está.


Feliiz cumplee Madeleen!!*

ujum esto me suele suceder seguido xD

la nueva pick es un poco corta

>.<

 

Re: Tu sonrisa que no está.

akii les dejo el epi 5 n_n Feliz cumplee Madee !!! x3 Pasatelaa asi bn geniaal xD cn el poder taco al maximo x3 no lo superoo=!
bueno espero ke les guste xD





Episodio 5= El dolor de tu ausencia.

Andrés regresó a su casa, envuelto en una completa tristeza.
Se adentró en su habitación cerrando la puerta justo detrás de él. Se dejó caer sobre su cama mirando hacia el techo con una mirada completamente opaca.

“¿Qué es lo que he hecho? ¿Qué le hice a Kimberly?, Puede que yo me sienta horriblemente triste, pero si así me siento yo no puedo imaginarme cómo se ha de sentí ella.”

El chico se puso de pie y caminó arrastrando los pies hacia su pequeño escritorio, abrió lentamente el cajón superior, y de éste sacó unas tijeras de color plateado.

Soltó una lágrima que se deslizó lentamente por su mejilla, después le siguió una segunda hasta que se convirtió en un amargo llanto. Sus llantos se expandían por toda la habitación, mientras hundía las afiladas tijeras en su piel formando grandes cruces diagonales. Arrojó al suelo las tijeras impregnadas con su sangre.

Esa noche fue para Andrés, una de las peores, una noche sin luna y sin estrellas.


Una castaña se encontraba tocando el piano en su alcoba, de pronto su teléfono móvil comienza a timbrar.

-¿Diga?

-Eva ¿Eres tú?

-¿Quién habla?

-Andrés.

-¿A que se debe tu llamada?, acabas de interrumpir la melodía que estaba interpretando.

-Lo siento, discúlpame pero necesito hablar contigo.

-Está bien, te veo en el parque en una hora.

Los dos adolescentes se reunieron en el parque de la colonia a la hora acordada.

-¿Qué sucede Andrés? ¿Qué era lo que tenías que decirme?- preguntó la castaña con un gesto de preocupación.

-Hice algo que no debí haber hecho, soy un completo tonto.-Respondió sin mostrar algún sentimiento.

Ambos empezaron a caminar alrededor del parque. Las hojas secas eran arrastradas suavemente por el viento. Los más pequeños las unían en un montón y saltaban arriba de ellas.

Andrés le contó la triste historia a su amiga. Al fin los adolescentes tomaron asiento en una banquita que se encontraba ahí cerca.

Andrés mostró su brazo a la castaña mientras miraba sus cicatrices, en el rosto de Andrés se formó una falsa sonrisa cuando de pronto brotó una lágrima de sus ojos.

-¿Qué irónico verdad?-dijo al fin después de un largo suspenso.

La castaña se conservó en silencio.

-Yo le prohibí que se hiciera daño, ella lo hacía cuando sentía tristeza o enojo, pero ahora yo soy el que se ha cortado.

Evangeline lo miraba en silencio, ninguna palabra salía de ella, pero sus ojos reflejaban tantas cosas. Reflejaban ese deseo por apagar la tristeza que tenía él tenía y transformarla en felicidad.

La castaña se acercó a Andrés y lo abrazó tan fuerte como podía, de inmediato el chico correspondió su abrazo.


Mientras tanto en su recámara una castaña de ojos verdes se encontraba frente a su monitor de computadora.


~Conversación de un chat~

Denii princess: Oye menso, ¿tu conoces a una tal Kimberly?

Miguel: Si, bueno la otra vez Andrés me pasó su correo no he hablado mucho con ella ¿A qué viene esa pregunta?

Denii princess: Ah orale pues, es que es mi amiga, mi beffa mil y necesito hablar con ella urgentemente ¿Me podrías pasar su correo porfis?

Miguel: Mencionaste que es tu mejor amiga, si lo es ¿Porqué no tienes su correo?

Denii princess: porque…lo acaba de hacer y ya me lo dio pero no me he conectado y ya se me perdió.

Miguel: Aparte de que eres una chica que habla muy curioso, eres bellísima.

Denii princess: ya se jaja que tierno, bueno entonces ¿Me lo darás?

Miguel: Dices que es muy importante, además es tu mejor amiga ¿Porqué no le hablas a su teléfono móvil?

Denii princess: fijate nene que es una chulísima idea, solo que mi móvil lo tiene una amiga ¿De puritita casualidad no te sabes su número?

Miguel: No bueno, como quiera te paso su correo

Los verdes ojos de la castaña se iluminaron completamente, al ver que al fin podría saber quién era esa persona por la que Andrés estaba completamente enamorado, no pudo evitar soltar una risa por la emoción. Se puso de pie, estiró sus brazos, como si hubiese terminado un pesado y largo trabajo, regresó a su postura normal mientras en su rostro se moldeaba una escalofriante sonrisa de maldad


-Veamos que tan buena es esa Kimberly, después de todo, ella no debió haberse metido con Denisse Magallanes.



y ese fue el fin del episodio 5 ^^ espero ke les aya gustado, nuevamente felicidades a Made xD no todos los dias se cumple años o.ó XDD se cuidan!

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 5 = El regreso de Kimberly

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 6 = El regreso de Kimberly parte 1.


Dos adolescentes se encontraban recostadas en el suave y fresco césped, mirando hacia el cielo, buscando figuras que se moldeaban en las esponjosas nubes.

-mira Alice aquella tiene forma de un conejito.- dijo una de ellas mientras señalaba con una sonrisa.

-Si, y la de allá tiene forma de un señor con un cuchillo atravesándole la cabeza.- le respondió su amiga mientras señalaba con gran emoción hacia una diferente.

-No digas esas cosas Alice son un tanto escalofriantes.

Al escuchar esto la chica se acomodó para quedar viendo fijamente al rostro de su amiga.

Ésta se puso nerviosa, tapó su cara con ambas manos y dijo un poco nerviosa.

-Alice no…no me mires así.-

-¿Acaso mi mirada te intimida?.- preguntó la chica sin mostrar ni un solo sentimiento.

-Si.- respondió un poco insegura de sí misma.

-Genial.- dijo mientras sonreía complacida con su respuesta, y volvió a tomar la postura en la que se encontraba antes.

La otra chica se tranquilizó un poco, colocó sus manos en su nuca en seña de relajación sin despegar la mirada del cielo, podía ver lo maravilloso que era el cielo, sea cual sea la situación o estado del clima, nunca dejaría de asombrarla. Siempre es tan bello y asombroso.

Después de un rato de silencio dijo.

-Regresaré a México mañana.-

-No regreses ahí está ese idiota de Andrés , ese pedazo de humano que te hizo eso.- dijo Alice en un tono alto, mostrando un poco de coraje en sus palabras.- Si yo hubiera estado en ese lugar te juro que le habría cortado la cabeza con mis propias manos.

-Andrés no tiene la culpa, tal vez yo tuve la culpa debí a verle dicho antes.- contestó seriamente

Alice al oír esto se puso de pie de un brinco y viendo hacia la chica dijo

-¿Que acaso eres siempre así de tonta? El no te merece. – Después permaneció en silencio un rato, al ver que de la boca de su amiga no salía una sola palabra dio un suspiro, se rasco suavemente la cabeza y después de un tiempo dijo.- Está bien, si es lo que en verdad quieres, pero si te vuelve a hacer algo me llamas para irle a patear el trasero ¿Vale? - dijo con una sonrisa.

Kimberly se puso de pie y abrazó a su amiga.

-Gracias, por eso eres mi mejor amiga.- Le dijo Kimberly mientras la abrazaba.

Las mejillas de Alice se sonrojaron después de unos segundos empujó delicadamente a su amiga y mirando hacia otro lado dijo.

-Que empalagosa eres, demasiado cariño por este año.

Kimberly solamente soltó una risita.



Andrés iba corriendo por las calles de la ciudad, parecía que tenía prisa.

Evangeline llevaba entre sus manos un pastel de chocolate mientras caminaba lentamente se percató que a lo lejos venía un castaño corriendo a toda prisa dirigiéndose hacia ella.

-¡Evangeline!.- gritó el adolescente alargando la palabra.

Cuando estaba a punto de llegar al lugar donde se encontraba la castaña intentó detenerse, pero era demasiada la velocidad que llevaba y esto le resultó imposible.

La castaña al ver la escena dio un paso hacia la izquierda, evitando que el chico se impactara con ella, cómo si eso le sucediera todos los días, y sin embargo era cierto, no era la primera vez que le ocurría eso. Andrés chocó contra un poste y el impacto lo tumbó al suelo.

-Andrés ¿Te encuentras bien?- preguntó Evangeline con una cara que mostraba aburrimiento al ver esa rutina tan seguido.

-Si eso creo.- Respondió el chico mientras soltaba unas cuantas lágrimas y se sobaba la nariz.

De pronto vino a la mente de Andrés la razón por la que se encontraba corriendo, inmediatamente se puso de pie y empezó a gritar emocionado.

-¡Kimberly está en camino!¡Viene hacia aquí!¡Llegara en un par de horas!- después de decir esto la felicidad se esfumó y empezó el sentimiento
de preocupación y estrés en el chico.

-Va a venir, y no le e preparado ninguna bienvenida.- Dijo mientras corría en círculos.-¿Crees qué me vaya a perdonar? ¿Qué debo de hacer?
¡¿Qué hago?!.

La castaña dejo el pastel a un lado, se acercó a el chico y le dio un fuerte zape.

-Ya cálmate, ya lo he preparado todo yo. Los demás están esperándola afuera de su casa, hay carteles, música y de todo, sólo falta que lleve el pastel.

Al oír eso los ojos del chico se iluminaron y empezaron a ponerse llorosos, de pronto abrazó a la castaña.

-Ah Eva ¿No se que haría sin ti? Mil gracias.-

La castaña se separó de el al instante.

-Sin mi sólo serías escoria.- Le dijo para hacer sentir mal a el chico y apagar su felicidad y su forma de verla.

El chico sólo sonrió al conocer ya el carácter de su amiga y dijo

-Si, pero sería una escoria amigable, una buscando una rosa tan bella y fina como tu para que me embellezca un poco y tan siquiera me volteen a ver.- dijo mientras la abrazaba nuevamente para molestarla.




Y este fue el episodio 6 x3 se cuidan! Capu chuu~

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 7 = El regreso de Kimberly parte 2



-Me alegra que quisieras acompañarme de regreso.


-No te iba a dejar sola, además, estoy ansiosa por ver el lugar donde vives ahora.


Conversaban dos chicas mientras viajaban en un automóvil.


-¿Kim qué llevas ahí?- le preguntó a su amiga.


-No sé de que hablas.- dijo mientras volteaba la mirada hacia la ventanilla para evitar su pregunta.


-Tal vez, sólo tal vez, me refiero a lo que llevas en tus manos.-le dijo mientras la veía con una mirada burlona.


-ah, te refieres a esto.- le dijo mientras soltaba una risita fingida y se rascaba la nuca.- Pues, ya sabes, compré un juego para la consola, estaba barato y está genial.


El rostro de Alice no mostraba ningún sentimiento, sólo veía fijamente a su amiga a los ojos y ésta correspondía su mirada, ambas quedaron completamente inmóviles…de pronto, de un brinco Alice tomó el juego de las manos de Kimberly y regresó a su lugar.


Ella se lanzó sobre su amiga intentando recuperarlo, pero ésta la detenía poniendo su mano en la cabeza de Kimberly, desesperada empezó a manotear. Alice le dio un empujón en el estomagó con su pie y la regresó a su lugar.


-Tranquila Kim, solamente lo voy a ver.- le dijo con una sonrisa macabra.


-De…Devuélvemelo.- le respondió con los ojos llorosos.


-No le pasará nada.- le dijo mientras observaba el juego, de pronto se dio cuenta de que dentro del empaque tenía una tarjeta, la tomó con un
signo de interrogación en la cabeza y dijo.- ¿huh? ¿Qué es esto?


Kimberly al ver esto se lanzo sobre Alice quién nuevamente de una patada la arrojó a su asiento.


-Veamos que hay en esta dichosa tarjeta.- dijo mientras soltaba unas risitas burlonas. Abrió delicadamente la tarjeta, era de color lila con
algunos corazones negros con celeste.


“Andrés, por favor perdóname por no haberte dicho eso antes, el intercambio termina en marzo. Pero te prometo que aré todo lo posible por conseguir alguna manera de quedarme mas tiempo, tu lo eres todo para mi, sabes que nunca te dejare. Sin ti nunca hubiera aprendido lo verdaderamente hermoso que es vivir.


Te amo.


Kim”

Alice al terminar de leer esto se quedó completamente asombrada, no salió de ella una sola palabra. Después volteó a ver a su amiga, que aun estaba secándose las lagrimas, nuevamente miro a la tarjeta, luego a su amiga y así sucesivamente.


Después de unos segundos empezó a reir. No podía parar de reír.


Kimberly la miró con los ojos lloros y le pregunto.


-¿Qué es tan gracioso?


Alice al oír esto inmediatamente dejo de reír la miró a los ojos, y de pronto se moldeo en su rostro una sonrisa de oreja a oreja.


-¡Hay ternurita!- le dijo riendo mientras le mostraba la tarjeta.


Kimberly se puso completamente roja y le arrebató la tarjeta.


-Disculpen señoritas, ya llegamos a la ciudad, ¿pueden indicarme a dónde quieren ir?- interrumpió el chofer.


Kimberly de inmediato le dijo la dirección de la casa de sus tíos, aun haciendo pucheros por el momento desagradable que le había hecho pasar
su amiga.


Cuando llegarón al lugar, las luces de la casa de los tíos de Kimberly estaban apagadas.


-Seguro y se olvidaron de que hoy regresaba y se fueron a algún lado.- dijo un poco triste Kimberly


-Kim- dijo Alice.


-No importa ya estoy acostumbrada.- La interrumpió con una sonrisa falsa en su rostro.


Las dos adolescentes se adentraron en la casa. De pronto las luces se encendieron y unas voces al mismo tiempo dijeron.


-¡Bienvenida a casa Kimberly! y sólo una linda voz que dijo buu


Las dos chicas empezaron a gritar por el susto. Después ambas quedaron en shock y se miraron mutuamente.


De pronto Alice razonó y dijo.


-¿Bienvenida a casa Kimberly? ¿Qué clase de frase chafa es esa?


Una castaña se acercó a ella y le dijo.


-¿Y tú que hubieras dicho en nuestro papel?


Alice empezó a reír y sólo se limitó a decir.


-No querrás saberlo.


Se podía ver como unos rayos pasaban de los ojos De Alice y de Evangeline. Cuando de pronto ambas voltearon a ver a Kimberly ya que escucharon que estaba llorando.


-¿Por qué lloras Kim?- Le dijo Alice


-Es…Es que esto es es tan bonito.- respondió mientras se secaba las lágrimas.- Que hicieran todo esto por mí.


Miró hacia las personas que estaban enfrente de ella, pudo ver a Evangeline y Alice, después vio que también se encontraban Miguel y
Alejandra, unos cuantos rostros desconocidos, hasta que su mirada se detuvo en una persona en especial.


Una sonrisa se moldeó en su rostro.


Estaba mirando a Andrés, que se sentía un poco apenado y estaba retirado de los demás, un tanto escondidos.


Kimberly corrió hacia el y lo abrazó.


-Kim, Kimberly yo…yo.- intentó decir el chico cuando de pronto Kimberly lo calló dándole un beso.


Esa fiesta fue genial, todos se divirtieron, Kimberly se dio cuenta de que tenía muchos amigos que la apoyaban, y conoció a algunos otros.
Pero lo que realmente la alegraba es que estaba nuevamente cerca de Andrés. Podía sentir que nada nunca jamás los volvería a separar.




Este fue el episodio 7 xP espero ke les aya gustado y perdon por no subir la conti antes es ke nu podia x3 la ke dijo buu era Evangeline xD bueno nada los podra separar o.ó ni sikiera una castaña de ojos verdes? xDDD me emociono con mi propio fic xD bno nos vemos Bye-bii

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 8 = Diamantina en el cielo



Una castaña y un chico de ojos zafiro platicaban tranquilamente, cuando de pronto un pequeño gato de cabello esponjado negro con una pequeña mancha blanca en el área de la nariz se acercaba a ellos.


-Ven pequeño, se que quieres venir conmigo.-dijo la castaña sin despegar la mirada del gato mientras alzaba los brazos hacia este.


El gato la miró con sus grandes ojos verdes, después de unos segundos se preparó para dar un salto hacia los brazos de la castaña. Al ver la escena una ligera sonrisa se marcó en el rostro de Evangeline. El gato dio un brinco pero algo impidió que llegara a su destino; de la nada un zapato lanzado a toda velocidad lo golpeo, esto provocó que hubiera del lugar rápidamente.


En los ojos de la castaña se reflejaba un incomparable enojo, ardían como si dentro de ellos estuviese una llama encendida, sería capaz de degollar a la persona que fuera dueña del zapato antes arrojado.


De pronto una chica de cabello negro caminó hacia el zapato, lo tomó y se lo puso.


-¿Por qué has hecho eso?- le preguntó fríamente la castaña desde su asiento.


La chica volteó a ver hacia Evangeline y retiró la mirada sin soltar una sola palabra.


Evangeline la miraba esperando una respuesta. La chica se acomodo su zapato en su pie, se levantó y regresó la mirada hacia la castaña.


-Los gatos negros son de mala suerte, ¿Te hice un favor no cres?- le respondió con una sonrisa burlona.


La castaña inmediatamente se puso de pie y en menos de un parapadeo ya se encontraba enfrente de la chica de cabello negro.


-Jamás vuelvas a decir semejante tontería, la única que atrae mala suerte aquí eres tu.- Le dijo la castaña un tanto enojada.


-Vaya ¿Cómo has obtenido esa conclusión tan asombrosa?- le respondió sin dejar atrás la sonrisita burlona.


La castaña dio media vuelta y dijo.


-No vale la pena perder mi tiempo intentando conversar con alguien como tú.


-Si yo tuviera emociones estaría llorando.- respondió a esto Alice mientras reía.


-¿Entonces dices que no tienes emociones? Qué lástima dicen que las emociones son bonitos sentimientos, no eres digna de ellos.


-¡Ya dejen de pelear!- les grito el chico de ojos zafiro mientras se interponía entre las dos.


Las chicas lo miraron fijamente, un frío recorrió el cuerpo del chico, de pronto al mismo tiempo las chicas lo empujaron
quitándoselo de enfrente y siguieron discutiendo.


-Auch…definitivamente, nunca he tenido suerte con las chicas.- dijo el chico tirado en el suelo mientras se sobaba la cabeza.




Kimberly y Andrés estaban recorriendo el jardín de la casa.


Andrés voltió a ver a Kimberly, la delicada luz de la luna iluminaba su bello rostro.


-Kim en serio cuanto lo siento.- Le dijo mientras la miraba a los ojos.


Kimberly le regaló una tierna sonrisa en señal de que todo estaba bien.


Andrés sin retirar la mirada dijo.


Es enserio, cómo puedes perdonarme, el que sabe amar no hace sufrir, seguro y te hice pasar el peor momento de tu vida.


Kimberly puso su mano suavemente sobre la mejilla de Andrés.



- El peor momento de mi vida, es cuando no estoy contigo.-Le dijo con una tierna sonrisa.


Andrés la veía con los ojos llorosos, estaba aguantándose las lágrimas pero le resultó imposible.


-No llores.- Le dijo dulcemente Kimberly mientras se acercaba a el y con su dedo pulgar retiraba las lágrimas del rostro del
castaño.


-Lo siento, soy débil cuando estoy contigo, es solo que estoy pensando en algo.- dijo el castaño con una sonrisa.



-¿En qué piensas?- preguntó como siempre la curiosa de Kimberly.


-Pienso en ti Kim, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, que mejor ¡algo maravilloso!, a veces pienso que estoy
soñando, esta sensación es tan bella y cálida, que se me es difícil creer que algo tan bueno puede ser cierto.


-Pues me atrevo a confesarte que se trata de algo real, y puedo demostrártelo. -Le dijo mientras se acercaba a él y lo besaba dulcemente.


Andrés se mostraba un poco sorprendido, no se lo esperaba, solamente le sonrió a Kim y después de un rato dijo.


-No lo sé, creo que aun no estoy muy convencido de que sea real.


La chica soltó una risita y volvió a besarlo.


-¿Y ahora?- le preguntó la chica al terminar el beso.


-Pues mas o menos, supongo que puede que sea siert…


No termino de decirlo cuando la chica lo beso nuevamente


-¿Ahora me crees?


-S...Si.-Le contestó el castaño mientras se sonrojaba.


-¡Genial!- dijo la chica mientras sonreía y abrazaba a su novio.


En esa noche las estrellas brillaban como nunca antes, todas dispersadas por el cielo; algunas juntas, algunas separadas ¡Parecían diamantina en el cielo!




Bien este fue el episodio 8 espero ke les aya gustado xD nos vemos pronto ^^

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 9 = Un mal presentimiento.



Por las tranquilas calles de aquella ciudad, mientras los ligeros rayos del atardecer pintaban ligeramente las cosas de un tono anaranjado. Caminaba una chica lentamente, pensativa con su mirada en el suelo.
Al no ver hacia el frente chocó contra una castaña que iba en el sentido contrario, ambas cayeron al suelo a causa del impacto.

Al ver esto, Kimberly inmediatamente se puso de pie y estrechó su mano para ayudar a la castaña a ponerse de pie.

-Lo…lo siento no te vi.- Le dijo con la mirada baja y un tanto nerviosa.

-¿Qué te pasa? ¡Deberías fijarte por donde caminas! Tan solo eres un estorbo.- Le reclamó la castaña mientras ignoraba su ayuda y se ponía de pie sola.

Kimberly al verla pudo notar fácilmente que se trataba de una chica dotada con una gran belleza, su autoestima no cabía en este mundo y parecía ser una persona popular, admirada por los demás.

-Si, supongo que soy un estorbo.- le dijo con una mirada triste- ¿Puedo hacer algo para recompensar lo que he hecho?

-¡Si!- le respondió la castaña con una gran sonrisa en su rostro.

-¿Qué puedo hacer?- le preguntó Kimberly compartiendo la sonrisa.

-¡Quítate de mi camino!-le gritó

La sonrisa de Kimberly desapareció inmediatamente y sus ojos se pusieron llorosos mientras daba unos cuantos pasos a la derecha para dejar que la castaña siguiese su camino.

La castaña inmediatamente pasó por ahí murmurando la palabra “estorbo” para que la chica escuchara.

Kimberly siguió caminando lentamente, arrastrando los pies, después subió un poco la velocidad más y más hasta que comenzó a correr. Las lágrimas brotaban de sus ojos.

Evangeline iba caminando tranquilamente, llevaba en sus manos una caja de panquecitos. Pero para su sorpresa una chica que venía corriendo en la dirección contraria chocó contra ella y ambas cayeron al suelo.

-No otra vez.- se dijo a sí misma la chica de cabello negro mientras se sobaba la cabeza.

-¿Estás bien?- le preguntó la castaña mientras le daba la mano para ayudarla a levantarse.

Kimberly se quedó sorprendida, después de unos segundos tomó la mano de Evangeline para ponerse de pie.

-Lo siento, soy una tonta, no vi por donde iba, mil disculpas, no se como…

-No importa.- La interrumpió la castaña con una sonrisa en su rostro.

Kimberly se sorprendió aún mas, en un momento de vergüenza bajó la mirada, pero pudo ver la caja de panquecitos tirados.

Evangeline al ver hacia donde dirigía la mirada sonrió, se sacundió la tierra que se encontraba en su ropa por la caída, se dirigió hacia la caja de panquecitos, la tomó y se sentó en la banqueta.

-¿Quieres uno?- le preguntó a la chica mientras abría la caja.

La chica un poco insegura de sí se sentó en la banqueta al lado de la castaña.

La castaña abrió la caja pero sus ojos se opacaron al ver los panquecitos.

-¡Qué mal! Con la caía se han borrado las figuritas que tenía el betún-

-Lo siento, fue mi culpa.- Le respondió inmediatamente Kimberly mientras sus ojos se ponían llorosos.

-Ahora se ven chistosos.- dijo la castaña mientras soltaba unas risitas.- Así es más divertido.


Unas cuantas horas después cuando el sol ya se había ocultado y la luna brillaba como nunca antes, una chica entró en su habitación, dejándose caer sobre la silla prendió su computadora. Permaneció alrededor de cinco minutos contemplando el monitor, de pronto sus ojos se abrieron hasta más no poder y lentamente su sonrisa se estiraba de oreja a oreja.

-¡Al fin, al fin la he encontrado!- gritaba la castaña mientras daba unos brincos de felicidad. De pronto su rostro cambió drásticamente, ahora se reflejaba en él una insaciable sed de venganza y un incomparable rencor.

-Va a pagar por todo lo que me ha hecho, por haberle lavado el cerebro a mi querido Andrés, ¡esa miserable no saldrá viva de esta!- amenazó


~Conversación de un Chat~

Denii Princess: Hola ¡Al fin te encuentro conectada mija!

Kimberly: Perdona pero ¿Quién eres?

Denii Princess: Asu perdóname a mi soy Denisse Magallanes ¿Y tu eres Kimberly verdad? ¿Puedo llamarte Kim?

Kimberly: Si está bien, no me molesta que me llames así pero ¿De dónde has sacado mi correo?

Denii Princess: jaja hay cuera eres bien linda, soy amiga de Andrés,mejor dicho una de sus mejores amigas.

Kimberly: ah ¿El te ha pasado mi correo?

Denii Princess: jaja ¿Y qué cuentas de tu vida?

Kimberly: No mucho, hoy me encontraba caminando cuando de pronto choqué contra una chica y ambas caímos, ella fue
un poco grosera con migo y me ha sacado unas cuantas lágrimas.

Denii Princess: ah ya veo, fíjate que hoy me pasó justamente lo mismo solamente que yo choqué contra un ser despreciable,
una emo boba que no se fijaba por dónde caminaba…

Kimberly: perdóname, no tengo ganas de seguir hablando.

Denii Princess: Hay nena, ¿No me digas qué fue contigo con quién choqué? ¡Qué torpe soy! De haber sabido que se trataba
de ti nunca te hubiera dicho nada.

Kimberly:No importa supongo que yo tuve la culpa.

Denii Princess: Pues la verdad si la tuviste, ¡pero no importa! Para eso están las amigas, para perdonar los errores los demás.

Kimberly: ¿Amigas? ¿Alguien como yo siendo tu amiga?

Denii Princess: Claro que si mi reina, ¿Qué acaso no me crees?

Kimberly: Es solo que no pensé que alguien como yo, siendo un “ser despreciable”, no podía juntarse con alguien tan
popular como tú.

Denii Princess: Bueno olvidemos el pasado ¿Vale? Empezemos desde cero. No eres ningún ser despreciable, eres una buena chamaca, un poco fea, pero con un poco de maquillaje y gloss se arregla, ¡Se que seremos grandes amigas!

Kimberly: Está bien, gracias por dejarme ser tu amiga.


Una castaña se encontraba en su alcoba tocando esta vez su fina guitarra, mientras un pequeño gato blanco dormí arrullado por la suave melodía. De pronto, una de las cuerdas de su guitarra se reventó, provocando un fuerte y azotante sonido que cortó por completo la melodía, provocando que el gato rápidamente levantara la cabeza para percatarse de lo que había ocurrido.
“Tengo un muy mal presentimiento”- pensó la chica.


Y aki les dejo el episodio 9 XP perdon por tardar pero casi no tenía tiempo libre >.< y menos con lo del torneo xD pero como kiera ^^ siempre me doy un tiempo para escribir. Espero ke les guste !!

 

Re: Tu sonrisa que no está.

Episodio 10 = Amistad verdadera o simples mentiras.


En una fresca mañana una castaña caminaba lentamente, no tenía prisa, sentía como la suave brisa rosaba delicadamente su rostro y movía su cabello. Un bello gato de rayas grises la seguía con la misma calma.
De pronto, la castaña se detuvo en una casa la miró durante unos segundos, al fin se dirigió hacia la puerta de ésta y la tocó suavemente con su puño.

-¿Quién es?- se escuchó del otro lado de la puerta después de unos cuantos segundos.

-¡Soy yo!- dijo la castaña con muchos ánimos.

-¿Yo quién?- preguntó la otra persona al oír esto.

-No, no yo quién sino soy yo- Le respondió.

De pronto se abrió la puerta y detrás de esta se encontraba un chico castaño, con una pijama azul claro y unas pantuflas esponjosas de conejitos. El chico aún estaba tallándose los ojos, dando señales de que aún no estaba del todo despierto, típicamente parecía zombie.

-Sabía que eras tú Eva.- Le dijo el chico mientras bostezaba y se estiraba.

-¿Porqué lo dices? ¿Por mi lindísima voz?- preguntó la castaña mientras se moldeaba en su rostro una sonrisa traviesa.

-No, la verdad es porque eres la única persona que conozco que dice cosas tan raras.- le dijo de golpe.

-No son cosas raras, además…además si pusieras a la pequeña neurona que te queda ahí dentro a jalar le encontrarías
bastante sentido a mis palabras.- le respondió la castaña para defenderse.

De pronto el gato de rayas grises que venía siguiendo a Evangeline se lanzó con finta de gran depredador sobre las pantuflas de Andrés.

-¿Qué le pasa a este gato? ¿Quién le da derecho de agredirme de esa manera?- se quejó Andrés al ver la situación, mientras que Eva no podía parar de reír y le respondió.

-¡Tus pantuflas!-

-Vaya, nunca te había visto reír tanto en mi vida.-

Evangeline inmediatamente al escuchar esto dejó de reír, su cara no mostraba ningún sentimiento, después sonrió y dijo.

-Pues estarás ciego.- y siguió riendo.

-Hay terminaré traumado un día de estos si sigo juntándome con esta chica.- dijo Andrés mientras soltaba un hondo suspiro.

Evangeline se agachó hacía donde se encontraba el gato.

-Vamos amigo deja de atacar a esas pantuflas o te acusarán de gato-mata-pantuflas y después te encerrarán en una
Gaterra con los demás gatos criminales durante unas 2 o 3 vidas tuyas.

-¿Una Gaterra? ¿Qué cosas dices?- dijo Andrés un tanto confundido.

-¡Sí! Una Gaterra una muy grande, es como la cárcel de los gatos.

-Nunca había oído hablar de una gaterra solamente de una perrera.-

-¡Exacto! Porqué si puede haber una “perrera” y no una “gaterra” ¡Que discriminadores son con los gatitos!- se quejó
Evangeline haciendo unos cuantos pucheros.

-Hay Eva.- dijo Andrés mientras se rascaba la cabeza hasta que de pronto se le ocurrió algo para seguirle el juego a Evangeline.

-¡Pero Eva! Es mejor que no inventen las gaterras porque de esa manera nunca encerraran a los gatos y no tendrán que sufrir lo mismo que sufren los pobres perros.

-¡Si si tienes razón! Vamos corre gatito antes de que alguien invente las gaterras y te encierren como gato-criminal durante casi toda tu felina vida.- dijo la castaña mientras espantaba con sus manos al gato quién se fue corriendo.

-Menos mal.- dijo la castaña con una sonrisa mientras veía al gato correr a lo lejos.

Andrés miró con una sonrisa a su amiga, era muy curiosa, pero sinceramente se alegraba de que fuera su amiga y de haberla conocido. De pronto el chico entró en razón y dijo.

-¿Para qué has venido a mi casa Evangeline?

-Dos razones.- le dijo mientras le mostraba una mano formando una “V” con sus dedos.

-¿Cuáles?- preguntó el castaño.

-Una, para molestarte.- dijo mientras soltaba una risita.- y dos, para decirte que Kimberly es amiga de una tal Denisse.

-¿Qué de…de Denisse?- dijo el castaño mientras entraba en pánico.

-Sí, eso es lo que he escuchado.

Dos adolescentes iban caminando esa mañana por una plaza cerca de sus casas. Ambas eran de gran belleza, una tenía el cabello completamente lacio y negro con unos ojos verdes y la otra era una castaña de cabello ondulado de ojos borrosos.

-Nunca había tenido una amiga aquí, muchas gracias enserio…eres mi mejor amiga.- Le dijo a la castaña.

-No tienes nadita que agradecer nena, yo también nunca había tenido una persona a la que se le pueda llamar amiga.- le respondió.

-Eso sí que no me lo puedo creer, es decir, tu eres mega popular y siempre estas rodeada de amigas y amigos.-

-O eso es lo que ellos dicen, por eso mismo, que soy como tú dices súper mega recontra popular, todas las personas que
quieren ser mis amigos es solo por mi popularidad, a nadie le importo en realidad…claro hasta que llegaste tú.-

-¿Hasta que llegué yo?- preguntó Kimberly un poco confundida.

-Sí, es que tu no me quieres solo por lo popular, me quieres por lo que soy, buscas a una amiga dentro de mí y eso es lo único que me importa.-

Una sonrisa se formó en el rostro de Kimberly.

-Te quiero Deni.- dijo Kimberly mientras la abrazaba.

-mm si yo también te quiero Kim.-respondió mientras correspondía su abrazo.

-Bueno tengo que regresar a la casa, mis tíos están por despertarse.- dijo Kimberly al terminar el abrazo.

-Sí, está bien, nos veremos luego, cuídate no te vaya a picar un animal o algo, Bye love esa.-dijo inmediatamente al escuchar esto Denisse.

Kimberly soltó una risita y se despidió también, después se fue.

Denisse siguió caminando unas cuantas calles cuando de pronto una castaña se dirigía hacia ella a toda velocidad, cuando estaba a punto de chocar contra ella milagrosamente se detuvo.

-¡Al fin te encuentro!- le dijo Evangeline

-¿Tu quién eres? Ten más cuidado me pudiste haber lastimado.- le dijo un tanto enojada.

-Me hubiera gustado que resultaras lastimada pero si lo hacía yo también hubiera resultado herida.- le respondió

-Hay, tenía que ser la amiguita latosa de Andrés ¿Tu qué? ¿Qué quieres ahora?-

-Dime que intentas hacer fingiendo ser la amiga de Kimberly, ¿Qué acaso tú no te cansas de arruinarle la vida a las
personas?-

-Veamos…no.- le respondió con una sonrisa falsa.

-Más te vale que no le hagas daño a Kimberly o enserio lo lamentaras.-

-Ya cálmate, Kimberly es mi amiga, no pienso hacerle nada.- le dijo pero no pudo aguantarse la risa y empezó a reír.

-Eso significa que ni siquiera tú te creíste tus propias palabras.- dijo Evangeline algo confundida al ver su reacción.

-Lo sé, ella cree que soy su “mejor amiga”, no tienes idea de lo débil que es y luego me abrazó ¡Qué asco! Me dieron
ganas de vomitar.-

De pronto llegó Andrés corriendo, se veía completamente agotado.

-Al fin logró alcanzarte Eva corres demasiado rápido.- le dijo mientras ponía sus manos sobre sus rodillas para recuperar el aliento.

-¡Andrés! ¡Cuánto tiempo! Comenzaba a extrañarte.- dijo de pronto Denisse.

Inmediatamente al escuchar esa voz se levantó de un brinco.

-De…Denisse.- dijo mientras tartamudeaba.

-¿Y ahora? Tanto me extrañaban ustedes dos que vinieron juntos a buscarme, hay que honrada me siento.- les dijo
Denisse con un tono completamente burlón.

-maldita.- susurró Evangeline quién estaba dispuesta a atacar en ese preciso momento a Denisse y golpearla hasta que se tragase todas sus palabras. Sin embargo Andrés la detuvo tomando su mano.

Evangeline tenía autocontrol entonces pensó que no valía la pena gastar energías en alguien como ella.

-Denisse.- dijo de pronto Andrés.

Al oír su nombre la castaña puso su mano en su cintura y volteó a ver con una sonrisa en su rostro al castaño, en señal de que le estaba prestando atención.

-Por favor, deja a Kimberly en paz, no le hagas más daño de lo que yo ya le he hecho.-dijo mientras bajaba la mirada en señal de tristeza.

Al ver esa escena Denisse sintió un sofocante golpe en el estomago, la forma en la que se lo había dicho, la tristeza relejada en sus ojos. Todo esto la había conmovido. Aun sentía algo por él y esa ternura la envolvía por completo. Pero de pronto despertó ya había comenzado su batalla y no se detendría hasta terminar la guerra.

-Yo no le haré nada a Kim.- Le dijo Denisse mientras se acercaba a él le daba un beso en la mejilla y se marchaba.

-¿Porqué eso me pareció tan falso?- le preguntó Evangeline a Andrés.

No lo sé, pero espero que lo que haya dicho sea verdad.


y este fue el episodio 10 espero ke les aya gustado n.n yay! me voi al nacional de karate xD me emociono n.n grax por leer