Ciencia ficción Tierra V

Este escrito lo había planeado hace mucho tiempo y jamás lo publiqué porque nunca me parecía convincente. Como parte del juego Serpientes y Escaleras, mi reto es escribir un relato original. Mi idea era convertirlo en una historia larga con varios capítulos, pero como no me gustó el rumbo que tomó, lo dejé de lado. Así que ahora tomaré las ideas principales y las resumiré en un simple One shot.


Tierra V

Nunca creímos que fuera posible, pero ha ocurrido. Con el paso de los años, nuestro planeta ha alcanzado un grado de contaminación tan alto que vivir en él se volvió algo imposible para la humanidad. Varias personas contraían enfermedades que tarde o temprano acabarían con sus vidas. Ya no había nada que hacer. Los gobiernos de cada país intentaron buscar la manera de purificar el planeta para volverlo un lugar en condiciones para el desarrollo de la vida humana otra vez. Idiotas. Lo que debieron hacer era buscar la manera de reducir la contaminación cuando aún estaban a tiempo. Ahora ya era tarde. Las personas no salían a las calles, y los que salían tenían que llevar un equipamiento de oxígeno para poder respirar sin ponerse en peligro. El oxígeno se volvió muy caro, volviéndose accesible a aquellos que tenían una buena posición económica. De más está decir que eso no dudaría para siempre, y que en algún momento, el oxígeno se iba a terminar.

Todo lo que la humanidad había alcanzado desde su inicio, las cosas que hemos hecho se perderían en cuestión de meses. Los que no podían comprar oxígeno se quedarían en sus casas hasta morirse de hambre por no poder salir. Los que sí podían comprarlo, en algún momento iban a quedarse sin abastecimiento. Daba igual cuánto dinero tuvieras, quien fueras o en donde vivías. Ibas a terminar muerto tarde o temprano.

Desperdiciamos el regalo más grande que podríamos tener. No importa que creyeras que la Tierra siempre existió, o que fue creada por un dios. No hicimos nada para obtenerla. Fue un regalo que conseguimos, el más grande que la humanidad podría conseguir; y lo arruinamos. El único planeta del sistema solar donde se podría encontrar vida ahora iba a perecer.

Nos reunimos con nuestros familiares. Yo claramente no estoy dentro de una familia adinerada, lo que quiere decir que nuestra muerte es inminente. Mi padre insistió en que todos nosotros pasáramos nuestros últimos momentos juntos en familia. Nos iríamos con un recuerdo agradable, aunque no tan hermoso como lo habríamos querido. Solamente tengo 17 años. Había tantas cosas que quería hacer. Yo y todos los demás. Siempre quise conocer el mundo, siempre quise tener un trabajo, y una familia como todo el mundo. Mi futuro no existiría, y pronto yo no sería nada más que uno de los últimos humanos que habitó la Tierra. Siempre quise tener un hermano o una hermana. Doy gracias de no haberlo tenido. No soportaría el ver su mirada de miedo al saber que va a morir. Tengo un primo de 11 años y una prima de 7. Son lo más cercano a hermanos que yo podría tener. El verlos aterrados era una pesadilla. Se suponía que nos educaban para que nosotros formáramos un mejor futuro. Estoy empezando a pensar que nuestra educación tenía como objetivo corregir los errores de los que vinieron antes de nosotros. Supongo que así se fueron dando las cosas. Los errores se acumulaban en lugar de corregirse, y ahora ya era tarde para revertirlos.

Había pasado un mes desde que se declaró que la Tierra iba a morir. Yo cumpliría 18 el mes próximo. Lo único en lo que podía pensar era en si llegaría con vida o no a mi cumpleaños número 18. Un día, mientras usaba mi computadora, me llegó un correo electrónico de mi escuela. Se solicitaba a todos los estudiantes que se presentaran a rendir un examen importante. Nadie estaba obligado a ir, pero los que decidieran hacerlo debían enviar un correo con los datos del alumno a presentarse y el domicilio de cada uno. Siempre me gustaron los exámenes. Sentía que eran la forma de medir mi conocimiento y los veía como una gran diversión. Pensé que presentarme sería una forma de desviar mi mente de todo este asunto de la extinción de la humanidad, y pedí a mis padres permiso para ir. Ellos me lo concedieron. Mis tíos no permitieron ir a mis primos, por lo que yo me iba a ir a la escuela solo. El correo no especificaba de qué se trataría el examen, por lo que yo estudié todos los temas de cada asignatura vistos en el año.

Al llegar el día, un autobús pasó a buscarme a mi casa, por lo que le dije a mi familia que regresaría pronto. Me dieron una pequeña dosis de oxígeno, y luego el autobús se puso en marcha. Pasamos a buscar más chicos y luego de que el autobús se llenó, nos llevaron a la escuela. Fui a mi salón y me encontré con solo tres compañeros. Ninguno de ellos era amigo mío, por lo que yo simplemente los saludé y me fui a sentar. El director entró y nos entregó una hoja de examen a cada uno. El título decía “Examen Tierra V” dejándome muy confundido. Debajo del título había unas reglas a seguir.

1- No se podían hacer preguntas de ningún tipo a la autoridad a cargo.

2- No se podía tener nada más que un lápiz y una goma.

3- No se podía hablar durante el mismo.

El incumplimiento de cualquier regla haría que la autoridad, es decir, el director del colegio, te retirara el examen. Yo simplemente procedí a realizarlo como un examen cualquiera. Las preguntas no eran muy difíciles para mí, y pude responder la mayoría. Entregué mi examen al director y este comenzó a revisarlos. Tenía una hoja con las respuestas, lo que haría la corrección más sencilla. Al ser solo cuatro alumnos, se tardó solo quince minutos en terminar. Yo saqué la nota más alta, por lo que el director se acercó y me entregó una planilla para completar mientras que mis otros compañeros dejaban el salón. La planilla también decía la frase “Tierra V” y no tenía la más mínima idea de que quería decir con eso. Daba lo mismo, yo la completé. Cuando el director volvió me dijo que me dirigiera a un autobús que estaba por salir de la escuela, y que dejara mi planilla con el hombre a cargo. Entré al mismo y entregué mi planilla como si nada. En ese autobús había chicos de otros grados, tanto primaria como secundaria. Lo que me llamó la atención era que era uno de cada grado. No tenía idea de que ocurría.

El autobús condujo por una hora hasta que llegamos a un edificio escondido en el medio del campo. Se podía ver por fuera que dicho edificio estaba cargado con tecnología, ya que veía generadores, paneles solares y hasta un molino eólico afuera. Nunca me había enterado de un lugar así. El conductor nos dejó en la entrada, y yo entré junto a todos los demás.

La primera planta simplemente tenía máquinas que parecían funcionar automáticamente, puesto que no había nadie controlándolas. Llegamos hasta el final de un pasillo donde había una puerta. La puerta se abrió y no se podía ver nada más que una escalera. Bajamos todos hasta el final. Allí vimos una sala enorme y muy amplia. Estaba muy poco iluminada, y había unas cápsulas extrañas y de gran tamaño. Yo podía ver a otros chicos de mi edad y también de la edad de los demás chicos del colegio. Entonces lo entendí. El examen era para ver quien tenía el promedio más alto de cada salón, y el que lo tuviera sería llevado a ese lugar. El propósito me es desconocido. Había un total de 70 cápsulas en la zona. En un principio, todos estábamos quietos sin tocar nada porque no queríamos hacer ningún desastre. Tras veinte minutos, vimos que unas diez personas ingresaron en la sala. Una de ellas era el presidente del país, que desde que se dio la alerta de que el mundo terminaría, no se había vuelto a saber de él. No tenía idea de quienes eran los otros nueve, pero debían ser gente importante. El presidente se paró en el medio de todos nosotros para decirnos algo.

— Imagino que quieren saber por qué están aquí. El asunto es simple. Yo siempre pensé que algo como esto podría llegar a ocurrir, y que podríamos perder el planeta Tierra. Apenas empezó mi gestión, y ver que los presidentes de otros países no tenían intenciones de cuidar el planeta, empecé con el proyecto que llamé Tierra V. Gasté mucho dinero en él, y muchos dudaban de mí. Nunca lo hice público porque sabía que muchos iban a cuestionarlo, pero me di cuenta de que hice lo correcto. El proyecto Tierra V es un mundo virtual que ordené crear. Con estas cápsulas que están viendo ahora, nuestros cuerpos quedarán aquí, pero nuestras mentes serán transportadas a una realidad virtual que emulará el planeta Tierra sin la contaminación. Los generadores, el molino de viento y los paneles solares fueron puestos para darle energía a la máquina y permitirnos tener una vida nueva. Lamentablemente, es algo que consume una gran cantidad de energía, y solo pueden entrar unas 70 personas. Si hubiéramos tenido más tiempo, tal vez podría haber optimizado los programas y traer a unas 1000. Pero no lo conseguimos. Fue por eso que me llevaré a los mejores estudiantes de cada grado de las cinco escuelas con promedios más altos. Los elegí porque quiero gente responsable que cuide nuestro nuevo hogar, y considero que las personas con notas más altas tienen un buen concepto de responsabilidad. Yo, los nueve ingenieros que ven al lado mío, y ustedes nos transportaremos a ese mundo virtual en media hora, cuando las cápsulas estén listas para la transmisión. La transmisión durará solamente 5 minutos, y quienes no estén en el interior de la cápsula en el momento del inicio, se van a terminar quedando afuera. Les pido que ingresen a las mismas y esperen tranquilos hasta que todo termine. Felicito a cada uno de ustedes por haberse ganado esta oportunidad, y les deseo un buen viaje a todos.

Una vez que el discurso del presidente terminó, todos nos metimos sin prisa en cada una de las cápsulas. Yo me sentía muy mal por mi familia. No los volvería a ver, y no pude despedirme de manera apropiada de ellos. Pero no había nada que pudiera hacer para cambiar las cosas ahora. Estoy seguro de que me matarían si descubrieran que tuve la oportunidad de sobrevivir al fin del mundo y la desperdicié. Estaba tratando de recordar cada momento que pasé al lado de ellos, quería llevarme esos recuerdos conmigo. Finalmente la transmisión comenzó. Sentía una energía extraña en mi mente que la transportaba a otro lugar. Traté de quedarme consiente en el viaje, pero no pude. Mi mente no soportó el cansancio y yo perdí el conocimiento.

Al despertar, la puerta de mi cápsula se abrió. Salí de la misma y pude ver que me encontraba en la misma sala con las mismas personas.

— No pasó nada — decía uno de los chicos que estaba ahí — Nos quedamos en el mismo lugar de antes.

— Todo lo contrario — respondió el presidente — Acabamos de llegar a nuestro nuevo hogar. La Tierra V. Todos salgan afuera.

Los chicos salieron corriendo de la sala para ver si eso era cierto. Yo salí apurado, pero un poco más calmado que ellos. Cuando salimos del lugar, vimos un paisaje hermoso alrededor nuestro. El edificio del que habíamos salido era exactamente igual, pero alrededor se podía ver un bosque con pinos muy altos que daban una gran sombra. Al costado de nosotros veíamos un río muy ancho que se extendía hasta que se nos terminaba la vista. En frente de nosotros había un camino de tierra el cual no sabíamos a donde nos iba a llevar. El presidente y los ingenieros fueron los últimos en salir, y al salir, cerraron el edificio. Todos mirábamos para ver si iban a decirnos algo, y efectivamente era así.

— Es importante que ninguno de ustedes toque ninguna de las máquinas que se encuentran en este lugar — decía el presidente mostrándose muy serio — Si alguna de esas máquinas se estropea, nuestro mundo virtual desaparecerá y nosotros con él. No quiero que nadie se acerque aquí. Hemos programado una casa para cada uno de ustedes. Allí tendrán todo lo que quieran. Pueden comer los frutos que crecen en los árboles, o beber del agua del río, pero no es necesario para que sobrevivan. La máquina se encargará de mantenernos con vida aquí. Es importante que no ensucien el lugar con nada de lo que tengan. Tiene códigos que pueden limpiar el sitio, pero eso consume energía que preferiríamos no gastar. Los he traído a este mundo virtual para continuar con nuestras vidas tal y como las teníamos antes. Socialicen con los demás, formen familias cuando llegue el momento, y por sobre todas las cosas, cuidemos nuestro nuevo hogar para no perderlo al igual que el anterior.

Todos nos retiramos y nos fuimos hacia las casas que estaban creadas para nosotros. Todos habían entendido la importancia que el mundo virtual representaba para nosotros, y nadie iba a desobedecer la orden del presidente.

Caminé junto a los otros chicos hasta nuestras casas. Estaba claro que todos viviríamos solos en cada una hasta que formáramos una familia. No puedo decir que esto es lo que yo hubiera esperado o querido para mí futuro, pero era lo único que tenía. Tendría la oportunidad para cumplir mis 18 años, y podría tener una familia con alguien de los que habían entrado a aquel mundo virtual, tal y como siempre quise.

La humanidad recibió el regalo de la Tierra, y no fue capaz de cuidarla como se merecía. Una pequeña parte de la misma consiguió una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Para aprender de nuestros errores, y la pérdida de todos nuestros seres queridos nos hizo darnos cuenta de que éramos muy afortunados al recibir un regalo así. Sin dudas valía la pena apreciarlo, y todos lo íbamos a cuidar de una mejor manera que la humanidad había cuidado a nuestro primer planeta.

Nuestra vida en la Tierra había llegado a su final, pero nuestra vida en Tierra V acababa de empezar.

Fin.