One-shot de Inuyasha - Recuerdos

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Yoko Higurashi, 30 Diciembre 2016.

  1.  
    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    27 Mayo 2011
    Mensajes:
    375
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Recuerdos
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1344
    Recuerdos.


    Esto pasó hace mucho tiempo, en esas épocas en que parecía que la paz estaba muy lejana para nuestras vidas; cuando buscábamos aquella perla, cuando la mano de Miroku aún tenía aquella maldición, cuando Sango seguía buscando a su hermano y cuando yo aún no podía decir si quería estar con ella.


    — ¡Kagome! ¡Kagome! —mi voz sonaba al salir de aquel pozo— ¡Otra vez se retrasó! —hacía un poco de frío, pero lo ignoré mientras caminaba para salir de aquel templo.


    La nieve caía suavemente, un poco cayó sobre mi nariz y no pude evitar estornudar; la brisa era helada pero a la vez confortante mientras veía alrededor de las casas varios accesorios extraños de color verde y rojo.


    — ¿Qué es esto? —musité mientras seguía avanzando para entrar a la casa de Kagome— ¿¡Dónde demonios estás!? —grité una vez más mientras entraba sin pedir permiso. Escuche una risa al otro lado de una de las puertas y la abrí de golpe.


    — ¿Ah? ¿Inuyasha? —su rostro estaba sonrojado mientras colgaba una esfera roja en un árbol— ¿Qué haces aquí?


    — ¡Eso debería preguntar yo! —dije furioso— te fuiste hace dos días, ¿¡Cuándo pensabas regresar!?


    — Es que… yo… —estaba con su hermano menor, el cual corrió hacia mí con los brazos extendidos.


    — ¡Amigo Inuyasha! —gritó mientras se colgaba de mi brazo— ¡Qué bueno que estás aquí!


    — ¡Basta de excusas! —gritó furioso— ¡Te vienes conmigo ahora mismo! —la tomo de la mano a la fuerza, soltándome de su hermano menor.


    — No, espera… —ella se queja mientras jalonea un poco.


    — Nada de peros, ¿¡No ves que no podemos darle oportunidad a Naraku de seguir tomando delantera!? —grito.


    — Inuyasha… ¡Abajo! —grita con todas sus fuerzas, obligándome a soltarla mientras mi mentón golpea contra el suelo brutalmente.


    — No pienso ir hoy, es navidad —ella frunce el ceño y me da la espalda.


    — ¿Navidad? —me levanto aturdido mientras me siento— ¿¡Qué es eso!?


    — Inuyasha… —habla el hermano de Kagome— ¿En serio no sabes que es la navidad?


    — No… —digo confundido— ¿Qué es?


    — Bueno… —titubea un poco Kagome— es esa época en el año en que estás con tus seres queridos y agradeces el hecho de que aún estén contigo.


    — Como en mi caso mi abuelo, mi madre y mi hermana —comenta Sota.


    — ¿Estar con tus seres queridos? —suspiro y me detengo a pensar.


    — ¡Sí! —habla el hermano de Toya— normalmente familiares o parejas pasan juntos estas fechas.


    — Sota, ¡Cállate! —grira Kagome mientras le jala un poco la oreja a su hermano.


    ¿Familiares? ¿Pareja? Me recuesto en el suelo y me quedo pensando, lo entiendo pero lo veo lejano; como la suave voz de mi madre y ese frío invernal que pasaba entre sus cálidos brazos o la voz de Kikyo y sus suave mirada.


    Mamá… —la voz de mi infancia— ¿Qué es un mitad bestia? —preguntando cosas que no entendía.


    No es nada —ella cerraba los ojos y lloraba mientras me abrazaba, mientras veíamos la nieve caer y a otros niños jugar; tan lejos de mí, tan triste, tan solitario, y a la vez tan cálido.


    Esos días en que la nieve aún seguía cayendo, sin importar si estaba con ella o estaba solo, esos días en que corrí temeroso por los peligros que afuera acechaban, en que dejé de ser un niño y me vi forzado a ser algo parecido a un hombre. Sin poder llorar, sin tener unos brazos cálidos que me cubrieran de la nieve, viendo la luna nueva: tan cruel, tan triste; y yo lejos de llamar aquello un hogar.


    No lo volveré a decir… —ella bajaba su arco en una postura dictadora y firme— ¡Vete! —su nombre era Kikyo.


    ¡Oye! ¿¡Por qué nunca acabas conmigo!? —jaloneo mis ropas mientras las flechas me tienen atrapado en aquel tronco, ella guarda silencio— ¡Yo no me rendiré! ¿¡Entiendes!? ¡Yo un día te quitaré la perla de Shikon!


    Sus pasos tenues, tan frágil y aún así tan poderosa; en ella encontré el calor perdido, en ella encontré algo que hace mucho se había ido: una familia, verla caminar tan suave, tan decidida, que me hacía querer cuidarla, protegerla.


    Inuyasha, dime que ves en mí —su mirada se notaba triste mientras el viento primaveral movía sus obscuros cabellos— ¿Me ves como humano?


    ¿¡Qué!? Pero qué cosas preguntas —era tan extraño verla así, tan vulnerable, tan dócil.


    Nunca muestro mi debilidad ante los demás, tampoco puedo confundirme, ya que los monstruos aprovecharían ese momento para atacarme —ella miraba a la nada mientras su voz temblaba— soy humana, pero no puedo actuar como tal. Tú eres como yo, eres un hombre mitad bestia, por esa razón... no tuve el valor de matarte —al escuchar eso me levanto molesto, ¿¡Qué rayos le pasa!?


    — ¿¡Qué fueron todos esos comentarios!? —le grito— tú nunca actúas de esa manera —me dispongo a irme, pero antes de eso la volteo a ver una última vez. Sus ojos eran como cristales a punto de romperse, y vi como sus labios formaban una tenue sonrisa.


    Entiendo, esa no es mi manera de ser —nos quedamos viendo fijamente unos segundos. Cuando vi la cara de Kikyo con tristeza, por primera vez en mi vida, sentí como si hubiera hecho algo malo; Y después de ese instante comencé a pensar mucho en ella, ella permaneció siempre a mi lado y yo procuraba acompañarla.


    Sus pasos en la espesa nieve cuando iba a atender algún demonio o alguna persona enferma, la amabilidad con la que se relacionaba con otros, su cálida voz, y su dulzura oculta en esa feroz mirada. Ella era encantadora, que sin dudar, la amé más que mi propia vida y anhelé que esos días nunca se fueran.


    Si la perla desaparece, seré una simple mujer —recuerdo aquellas palabras y nuestro primer beso después de aquellos días nevados.


    En ningún momento lo dudé, al ver a Kikyo pensaba convertirme en humano y vivir con ella; tenía deseos de vivir así pero aquel día tenía que llegar. Recuerdo las flechas clavarse contra los árboles, recuerdo mi cuerpo tratando de escapar sin entender aquella situación.


    ¡Muere Inuyasha! —recuerdo aquella sentencia salir de sus labios.


    Pensé que ella me había traicionado, que ella esperaba que bajara la guardia para matarme, después de eso, esquivé sus flechas, ataqué la aldea y fui por la perla de Shikon. Pero al final quedé atrapado por una de las flechas de ella, fui sellado en aquel árbol, y lo último que admiré fue el rostro de mi amada Kikyo.


    Y al despertar de aquel largo sueño, lo primero que vi fue…


    — ¡Inuyasha! —sus manos me agitaron— ¿¡Estás bien!?


    — Kagome… —cierto, ella fue la primera persona que vi al despertar de aquel largo sueño; el aroma de Kikyo que emanaba de su cuerpo, y aún así no era ella.


    — ¿Estás bien? —ella me miró fijamente, sus manos estaban en mis hombros, hincada a mi altura.


    — ¿Eh? Sí… —respondí casi en un susurro.


    — Perdón… —ella dijo eso y se terminó por sentar en el suelo a mis espaldas.


    — ¿Eh? —su hermano parecía nervioso— yo creo que mejor iré a buscar más adornos al ático


    — ¿Por qué te disculpas? —pregunté.


    — Porque sé que Sota dijo algo muy insensible —ella bajó un poco la voz— bueno, no es que él sepa sobre tu madre o Kikyo.


    — Sí… —moví un poco la cabeza— …no hay problema.


    — Yo sé que Kikyo era muy importante para ti, y supongo que siempre la has de extrañar —su voz sonaba temblorosa, como si fuera a llorar en cualquier momento— pero debes saber que…


    — No importa —respondí rápidamente.


    — ¿Ah? —sonaba confundida.


    — No importa —repetí— tú lo dijiste, navidad es la época del año en que estás con tus seres queridos; y para lo que a mí respecta, Miroku, Sango, Shippo, Kirara y tú, son mis seres queridos. Así, que no importa —me giré un poco, sonriéndole.


    — Inuyasha… —y ella soltó unas cuantas lagrimas mientras me abrazaba.


    Esa fue nuestra primera navidad juntos hasta la eternidad.
     
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Mary Dragneel

    Mary Dragneel Temporalmente fuera de servicio :'v

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2014
    Mensajes:
    828
    Pluma de
    Escritora
    *snif* lloro TuT

    Estuvo sencillamente precioso.

    Pude sentir el dolor de Inuyasha al recordar a las mujeres que amó antes de Kagome, así como el que sintió esta al saber que el hanyō recordaba a Kikyō.
    Vi dedazos, pero es imposible no tenerlos ;u; siempre ocurre.

    La manera en que narraste todo me hizo sentir a fondo cada palabra.
    En pocas palabras, me encantó. ♥
    Muchas gracias por ambos regalos en el intercambio ♥♥♥
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Andreína

    Andreína Usuario VIP

    Virgo
    Miembro desde:
    6 Marzo 2010
    Mensajes:
    714
    Pluma de
    Escritora
    ¡AL FIN LEO UN FANFIC DECEMBRINO DE INUYASHA, POR DIOS!

    No sé cómo expresar lo que sentí al leer este escrito. Esta sensación de tristeza aglomerada, de ausencia... y a la vez de superación, de crecimiento emocional. Un aprendizaje sublime, realmente. Aunque me hubiera encantado leerte explotar un poco más la situación, que me mostraras cómo terminó, cómo se desarrolló el festejo con él ahí..., o si quizás se fue, o si Kagome regresó con él al Sengoku a ver a Sango y Miroku (eso rimó).

    Además, creo que debo felicitarte por un punto en específico: Que narraras desde el punto de vista de Inuyasha. Sobre todo ese momento mágico en el que piensa en quién lo resucitó de su soledad y sueño, y de repente: ¡Pum! Ahí está ella, fiel a su lado. Al menos así lo sentí yo; quizás alucine porque es mi pareja preferida.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Cargando...
Similar Threads - Recuerdos
  1. A Escarlata Taisho
    Respuestas:
    6
    Vistas:
    1,213
  2. rocii fernandez
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    571
  3. Titaniia
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    715
  4. Alexa Hime
    Respuestas:
    6
    Vistas:
    994
  5. Fernandha
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    611

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso