Ella debería odiarlo, detestarlo por todo lo que le había hecho a ella y a un gran número de niños. Él la destruyó y la convirtió en lo que ahora era, había causado en ella lo que nadie. Pero no lo odiaba completamente . Algo en su interior le impedía hacerlo y la lógica avalaba esos sentimientos, por otro lado no podía imaginar sentir algo diferente por él; por que el causante de tanto dolor no había sido el niño que conoció de pequeña, aquel niño le habia enseñado a ser fuerte y a que su voz se escuchará. Una dualidad de emociones invadía su pecho, entre el odio y el amor, un amor meramente de colegas y antiguos amigos que pasaron por momentos dificiles, o de esta forma solía engañarse. —Yo...debería estar muerto— ella le propinó una cachetada tan fuerte que su mejilla se tiñó de color escarlata, como su cabello. —Eres un cobarde.— Escupió la fémina mientras lo miró con resentimiento. Todo pasó subitamente, entre forcejemos uno tropezó y él quedó encima de ella. Erza sintió el peso del cuerpo de Jellal demasiado cerca, no pudo suprimir un color carmesí que se abrió paso en su rostro. Un estremecimiento recorrió su cuerpo, creando un sinfin de sensaciones. Simplemente no podía odiarlo. Su corazón comenzó a aumentar su ritmo cuando se percaptó de que él la contemplaba fijamente y la distancia comenzaba a disminuir. Había confundido completamente sus sentimiento, la persona que había realizado actos tan viles no había sido Jellal, era obra de Zeref y ahora él intentaba redimirse. Ella lo amaba a pesar de absolutamente todo. —No volveremos a vernos.— Susurró levemente dejando que sus palabras se perdieran con la suave brisa. Erza tomó su rostro entre sus manos con delicadeza, sintiendo su tersa piel y acortando aún más el espacio entre aquellos cuerpos que gritaban unión. Ella escuchó a su corazón gritar y un rozar lo estremeció hasta hacerlo detener. Su aliento acarició sus labios. —No puedo, estoy comprometido.— Jellal se alejó subitamente, dejandola pasmada. Un silencio incomodo recorrió el lugar y con una corta despedida él se fue. Tan inalcanzable como un metéoro.
Me gustaría saber un poco más de lo que involucra la historia de Jerall y Erza,para comprender un poco más el transfondo de este fic. Sin embargo sus sentimientos en guerra, la forma que al final gana el amor y luego tiene que quedar en de nuevo al viendo, mas descrito de la forma tan exacta y con el estilo particular que solo es tuyo preciosa, me gusta sobre todo la elección en el lenguaje corporal con el que acompañas cada dialogo, la elección de las acciones que hace sea más auténtico y pueda palparse mejor.
