Long-fic de Inuyasha - Matrimonio falso.

Daré los lineamientos de siempre.

Aclaraciones:
Narración.
— Diálogo —
“Pensamientos”.
(*) Esto es un apartado para alguna palabra o concepto que aclararé al final del capítulo.
Advertencias:
Posible OoC en los personajes.
OC’s.
Situaciones sexuales explícita-implícitas.
Lenguaje inapropiado o soez.
Género: Romance | Drama.
Clasificación: T | M.
Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Rumiko Takahashi.

Nota de Autor:
Sean todos/as bienvenidos/as a este fic... No sé que tan bien me vaya en este fandom, pero, Pire deseaba leer esta historia, y es básicamente por ella por la que estoy aquí publicando.
Bien, este fic parte del capítulo 129 del anime titulado: ¡Vivan los falsos esposos! Los que han visto el anime, sabrán de donde parte. Tomé la idea, pero la ambientación será diferente, trataré de hacer un contenido más adulto, más maduro. Dejaré la faceta de adolescentes y me centraré un poco más en su forma de actuar, de comportarse, en la manera que de tomar decisiones sin hacer una batalla campal. Quiero representar a un Ranma y Akane más maduros. Conforme actualice se enteraran de la telaraña que estoy tejiendo alrededor de ellos. Soy de romances lentos, así que espero que no pierdan la paciencia... También que les guste lo que lean.

Sin más me retiro, nos vemos hasta la próxima actualización.

MATRIMONIO FALSO.
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PREFACIO.
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‹‹Si amas a alguien, díselo y quedarás prisionero de la verdad.
Si dejas de amar a alguien, díselo y quedarás liberado de la mentira››.

Anónimo.​

Su día comenzó bien, sin ningún tropiezo, nada que pudiera lamentar. Por lo menos hasta la tarde cuando se encontró un campamento montado en el patio trasero, en la casa.

— ¡Ya es hora, tienes que decidirte, Ranma!

Ese fue su recibimiento.

Sus tres autoproclamadas prometidas se dieron a la tarea de, como ya era costumbre, acosarlo para que finalmente se decidiera por alguna. Esperaba que después de la salida de la escuela y la entrada a la universidad, ellas finalmente dejaran de acosarlo y causarle problemas. Sin embargo, ahí estaban, fastidiándolo de nuevo. Y él todavía no encontraba el valor para desairarlas.

— Maldición —masculló observando a través de la ventana, donde se encontraban Ukyo, Kodachi y Shampoo montando sus tiendas de campaña.

Ranma soltó un suspiro.

Le parecía increíble que aún después de tanto tiempo ellas continuaran teniendo esas actitudes, creyendo que si seguían presionando él cometería el grave error de elegirlas. El solo pensamiento era tan inconcebible como el hecho que no deseaba lastimarlas, desafortunadamente su corazón era demasiado noble para herirlas con un desprecio, aunque eso significara un estrés muy grande.

Soltó otro respiro agotado y se dirigió hacia el closet, no valía la pena quebrarse la cabeza con esas tres.

— ¿Qué haces?

Ranma se detuvo en seco cuando escuchó la voz de Akane, se giró y la observó fugazmente mientras se secaba el cabello. Llevaba un pijama azul que constaba de una camisa de tirantes y un pescador, él siempre fue observador en lo que concernía a su prometida más temperamental. Y esta vez no era la excepción. Se veía hermosa incluso en ropa de dormir…

— Por el saco de dormir — respondió él.

La vio caminar hasta la silla de su escritorio y colocar la toalla sobre el respaldar para que se secara.

— No es necesario, puedes dormir en la cama.

La declaración le sorprendió, realmente no imaginó que sugiriera compartir la cama. Ya habían pasado antes por esto, cuando cometió aquel error de arruinar la salsa de Ukyo. Solo que, en aquel momento, Akane estuvo más brusca que ahora.

— ¿Disculpa?

La escuchó soltar un suspiro de agotamiento, evidentemente no estaba contenta con la situación. Únicamente no sabía si era por tener que compartir espacio con él o por las circunstancias.

— Esto ya sucedió, Ranma — le recordó, se sentó en la orilla de la cama y miró al suelo.

A Ranma no le gustaba que hiciera eso. Después del evento con las pozas de Jusenkyo, después de aquella angustiosa espera cuando la creyó muerta… Akane tomó una actitud diferente. Tal vez se debía a su cobardía por haber confesado sus sentimientos y después haberlos negado, tal vez porque a pesar que ambos volvieron vivos a Nerima, una parte de ella fue arrebatada sin contemplaciones volviéndola más frágil.

La observó levantar sus orbes y otearlo pasivamente, aquel fuego en su bella mirada avellana había desaparecido al mismo tiempo que su capacidad para practicar el combate libre. Ahora en su iris solo había quietud. A lo mejor había madurado, o simplemente se había dado por vencida. Por lo que fuera, eso a Ranma le dolía demasiado…

— Ukyo no se tragará este cuento otra vez, si no demostramos que es real — pausó, tomó aire y se puso de pie —, entiendo que no quieras compartir la cama conmigo. Pero si realmente quieres deshacerte de ellas, debes poner de tu parte o tomar una decisión — finalizó retirando el cobertor y la sábana de la cama, para poder acostarse a descansar.

“Si supiera…”

Pensó contemplando la curvatura de su espalda.

No había cosa en el mundo que lo pusiera más nervioso que imaginarse compartiendo la cama con ella. Sin embargo, Akane tenía razón, debían demostrar que su supuesto matrimonio esta vez era real o el trío no los dejaría en paz. Y por lo menos él quería estar completamente libre para poder hacer lo que debió cuando volvieron de Jusenkyo.

Decirle la verdad a Akane.