Servamp [Longfic] Locura Insana (Sleepy Ash)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Brunchi, 11 Marzo 2018.

  1.  
    Brunchi

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    Título:
    [Longfic] Locura Insana (Sleepy Ash)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    191
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    ~/Sinopsis/~

    Una aventura loca será comenzada sin querer, todo por culpa de una gota de sangre. Brunchi sin querer al ir siempre exponiéndose en peligros hace que cierto servamp más especifico el de la pereza, se esfuerce y sienta la necesidad junto preocupación por ella, firmará un contrato a una locura insana.

    Brunchi es despistada en muchos casos, pero a veces es muy detallista, no suele exaltarse con facilidad. Su vida cambiará un poco cuando el destino la cruce con personas del pasado de Sleepy Ash, o también conocido como Kuro. Tendrá que ser más fuerte de lo que siempre fue, y ser capaz de sobrevivir en cada una de sus locuras acompañada de él.

    Nunca se sabe cuando las simples situaciones se vuelven una locura insana, y más cuando sólo este servamp era un gato que vivía tranquilo, sin mucho lío.

    ///////////////////////
    Este Fic es del anime servamp, se harán leves cambios. No muchos.
    Sin más que decir, disfruten de la lectura.

    Pd: Será historia corta, sólo tendrá alrededor de 5 capítulos más un epílogo.
     
    Última edición: 13 Marzo 2018
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  2.  
    Brunchi

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    [Longfic] Locura Insana (Sleepy Ash)
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1186
    Capítulo 1
    |Primer encuentro con Kuro|

    En aquellos días fríos de otoño, en los límites de Asunción, Paraguay. Brunchi como todos los días iba muy temprano a la Universidad. Despertarse temprano no era problema para ella, lo que era su gran fastidio y pereza, era esperar un bus, ir apretada como si fuera un pescado enlatado hasta tal punto que ya ni podía mantenerse sin estar a punto de desmayarse.

    De vuelta ya para la casa, después de un día largo teniendo que soportar a su profesor Obdulio, que todos sólo lo decían obdu, quién era el normal profesor chuleador que le encantaba restregar en cara que era el mejor, y que las entregas de tus trabajos eran estiércol de vaca o cerdo.

    Brunchi bostezó mirando el cielo, como era costumbre esperar el bus a lado de su amiga Misaki, quién deseaba con todas su pu** ganas que ella primera fuera la que subiera, se estaba muriendo de frío pero la pelinegra de piel blanca de ojos color café claro, ni lo sentía, como era costumbre, ella se abrigaba muy bien –a tal grado de exagerar– para evitar sentir algo de frío; y llegar a resfriarse lo cual era muy fácil enfermarse, ya que no tenía muy buena resistencia física. Pero Brunchi siempre restaba ese detalle, sin darle mucho interés.

    —Ojalá y esta vez, el pu** micro no se le antoje pasar de largo –decía Misaki, mientras buscaba calor.

    Brunchi solamente sonrío divertida.

    —Tranquila, ya llegará, a lo mejor y te vas primero –decía ella.

    Misaki suspira, y hace una mueca.

    —¡Ja! Así siempre dices, ¿y quien es la primera que se va?–pregunta cansina.

    Brunchi sonríe nerviosa.

    —¿Yo? –pregunta.

    —¡Tú! Y me abandonas perra, pero bueno, es la mala suerte que siempre me acompaña –bufa Misaki.

    Brunchi ríe un poco, no le molestaba la manera de hablar de su amiga, con el tiempo había descubierto, que eso era un tipo de "cariño", y aprendió a convivir con ello.
    Fue quedando en silencio por los buses que pasaban y le impedían hablar como pudiesen entenderla cuando pronunciara alguna palabra.

    Con suerte, Misaki primera se fue, alegre por ir primera, ya que se cagaba de frío.

    —Bye, Bitch, tqm~ ...

    Se despidió Misaki de Brunchi, quién sonrió feliz de su alegría, cuando ella estaba acompañada era una chica alegre, con un camina llena de pereza.
    Pero cuando estaba sola, con personas desconocidas, su rostro era neutral y el cansancio se reflejaba en él. A veces los chicos temían acercársele por esa razón.

    Ella suspiró, sacó su cabeza para mirar si venía el bus que la debía llevar, pero ni un venir.
    Ya había pasado media hora de que salió de la Universidad, tenía hambre y sueño. Miró el cielo, estaba gris, parecía que llovería, eso la inquietaba, no había traído paraguas.

    Su suerte la sonrió, y llegó el bus, subió ante la atenta mirada de algunos pasajeros hombres, pero era normal, ella ignoraba todas las miradas de tal mal que era muy despistada para darse cuenta de muchas cosas. Aunque ese día no sería del todo su suerte. Subió tanteando por donde agarrarse, haciendo malabarismos, ya que su karma eran las caídas, y caer como bolita en el bus no era opción para ella. Ya no quería conocer futuros amores por esa cuestión, si, la mayorías de sus ex-novios la había conocido por su fama de caídas, quienes mismos la salvaban de ellas.

    /////////////////

    Un tiempo pasó y cuando ya estaba a solo 15 cuadras de su casa, el bus hizo un feo sonido, como tambien se tambaleó bruscamente hacia un lado, ocasionando exaltar a todos, Brunchi llevó su mano al pecho, se había asustado por haberse quedado dormida en el trayecto, ese golpe la había despertado abruptamente.
    Miró por todos lados, no vio nada anormal, pero enseguida todas personas iban saliendo, ocasionando que haga una mueca.
    ¿Por qué no podía tener un día normal? Siempre sus buses o se quedaban en el camino u otros autos los chocaban. Miró fuera y para su desgracia, llovía.
    Le devolvió la boleta al conductor, él le devolvió el dinero, se encaminó a un techo rápidamente, suspiró de cansancio cuando al fin lo logró.

    —Ha~ ...que fastidio, llegaré tarde casa, y tengo hambre –murmuró para si misma.

    Se refugió bajo el techo, miraba de vez en cuando si algún bus alternativo venía para llevarla, pero nada mas que taxis pasaban, y tampoco tenía dinero para un viaje. Miró su alrededor con aburrimiento, encontrando a un gato medio azulado negro, durmiendo sin problemas bajo una caja de algún electrodoméstico.
    Tan relajado lo vio, que sonrió, le encantaba ver a los gatos dormir, a pesar que no eran del todo, su agrado.
    Se acercó para acariciarlo, sabiendo el riesgo que correría, no le importaba tener un ataque de alergia, algo la llevaba a querer acariciar, con curiosidad lo hizo. El gato negro con expresión adormilada la miró, y bostezó, ella le sonrió cálidamente.

    —Dormilóncito~ –pronuncio por lo bajo.

    Mas luego miró su reloj, posado en su muñeca, y suspiró, ya casi las 14:00 de la tarde. Como no quería molestar a sus padres, y tampoco seguir esperando, optó por ir caminando.

    —Adiós... Kuro –musitó despidiéndose.

    Lo había llamado así por su color, que era lindo y lo hacia ver tierno. No lo podía llevar a casa, eso lo tenia muy en claro, no por el hecho de que sus padres la regañarían, sino por hecho de que sus alergias serían un real fastidio. Por ser alérgica no podía estar tanto tiempo como los gatos, al poco rato de ya solo faltar 4 cuadras para llegar a su casa, su mano estaba con un intenso salpullido, ocasionado por la reacción alérgica al gato.

    —Al menos pude acariciarlo –pronuncio entre una mueca, más luego sonrió.

    Cabe decir que cuando llegó a su casa, los padres le habían regalado por llegar tarde y además con la cara roja del cansancio, era de esperarse había caminado para llegar, bajo la lluvia. Mas luego estornudó, anunciando una posible gripe.

    Con cansancio explicó a sus padres mientras almorzaba lo que había sucedido, cambiando su rostro de enojo por su tardía, a uno de preocupación. Pero ella con una sonrisa tranquilizadora, le dijo que no le había pasado nada, que después todo había llegado y eso era lo más importante, había llegado viva.

    Ellos la abrazaron con alivio, después de todo ella era la última hija que se había quedado con ellos, y la mas pequeña. Pero al abrazarla, una mueca de dolor pasó por un minuto por el rostro de Brunchi, pero enseguida lo ocultó, no quería preocuparlos, al parecer un dolor agudo le había recorrido la espalda, a causa del abrupto impacto que por dentro al despertar en el bus, sintió.

    Con cansancio, se baño con las últimas energías, mas luego se acostó a dormir, no tenía las ganas de hacer ninguna tarea, después de todo no tenía clases mañana. Por lo que durmió de continuado.

    Mañana sería otro día, y un nuevo día de flojera.
     
    Última edición: 11 Marzo 2018
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    Brunchi

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    [Longfic] Locura Insana (Sleepy Ash)
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1085
    Capítulo 2
    |¿Eres Kuro?|


    Había pasado dos semanas de lo ocurrido, la vida iba normal, Brunchi siempre tenía un día interesante. Algunos días era acompañada por sus compañeras de la Universidad a estudiar y otras veces se desenvolvía sola. En cada de uno de esos días, ella encuentra a Kuro dormir de una posición diferente cada día, lo cual ya para ambos les estaba haciendo costumbre verse.

    Aunque éste día había algo en especial que pasaría. Aquel día Brunchi había asistido a clases estando muy mal engripada, pero le valía pico su estado, le importaba pasar bien las materias, ya se aproximaban las finales.

    Y luego podría descansar todo lo que quisiese en las vacaciones.
    Había estado muy adormilada, se le dificultaba un poco caminar, muy mareada. Tanto que al cruzar e ir a aquel lugar que siempre esperaba el bus junto a Kuro, se le dificultó un poco, ya que tropezó.

    Cayó al suelo raspándose la rodilla, justamente ese día había decidido ir con una jardinera corta que le llegaba hasta tres dedos antes de sus rodillas. Pero de un momento a otro, todo sucedió muy rápido, Brunchi no se sentía muy bien, tosió y se sentía muy mareada, dificultandole el poder pararse.

    Kuro, también conocido como Sleepy Ash, la había mirado, con pereza, pero algo en él se aceleró al escuchar de pronto como un auto iba tocando con bocina, al parecer no había probabilidad de que parase, por lo que al mirar a Brunchi que parecía no estar en muy buenas condiciones y ni siquiera percatarse del auto.

    Un impulso lo hizo reaccionar transformándose en humano vampiro, por suerte nadie se encontraba cerca por lo que con un ágil como rápido movimiento llegó a ella, sacándola del camino, protegiéndola con su cuerpo, cayendo al otro lado y sin querer un gota de la herida caer en su boca, él no le tomó importancia por lo que la dependienta del frente, que era una peluquera pudo escuchar las bocinas del auto, percatarse que el chico de campera celeste con azul cobalto, había salvado a aquella chica.

    Enseguida dio su apoyo, Sleepy ash, aun no sabía bien por que lo había hecho, pero cuando tuvo a Brunchi entre sus brazos la desesperación que sintió recorrer su cuerpo al verla en peligro, desapareció. Pero frunció el ceño al ignorar las voces de la chica desconocida que ofrecía su ayuda.

    Sentía mucho calor provenir de aquella pelinegra de piel pálida, quien se encontraba frunciendo el ceño, y respirando con dificultad, rozó los dedos de la mano en su frente, sintió mucho calor. Miró a la desconocida.

    —Llame a una ambulancia, no creo que esté bien... –pronunció con cierto tono de pereza pero preocupación.

    La dependienta enseguida fue a buscar su teléfono y llamar a uno.
    Mientras él se encontraba mirando como ella temblaba de frío, se acurrucara en él, buscando refugio.

    Aquel gesto hizo que el se tensionara, no podía creer que la chica que se encontraba débil en sus brazos era la que siempre portaba una sonrisa en sus labios y le acariciaba.

    ///////////

    Luego de unos largos minutos una ambulancia llegó junto a ellos, él no permitía que los separasen de ella, por lo que la acompañó al hospital. No entendía bien el sentimiento por el que estaba pasando pero, aun no sabía bien que hacer, los enfermeros le dieron la mochila de la joven, quien ahora se encontraba hospitalizada, cuando llegaron le habían dicho que volaba en fiebre, y que eso le dificultaba respirar.
    Buscó entre su mochila algún documento de ella, es allí donde encontró un celular, y su billetera, lo revisó, siendo así como al fin pudo conocer el nombre de aquella pelinegra, Brunchi Dávalos.
    Su móvil contaba con muchas llamadas de los que serían sus padres, por lo que pereza al ver dormir y ya calmada a Brunchi en aquella blanca cama, los llamó y notificó del hecho.

    Los padres le agradecieron el hecho que la había ayudado, la madre de la chica le había explicado, que Brunchi siempre había sido terca en cuestiones de faltar a la Universidad por su salud y esa mañana no se sentía del todo bien, pero por un examen igual había ido. Ocasionando todo éste problema.

    Él suspiró, y la madre lo abrazó.

    —Muchas gracias por cuidar de mi pequeña–pronunció ella con mucho cariño.

    Kuro, solamente se tensó, más luego la madre al ver que de reojo miraba cansado a Brunchi, le dijo que no se preocupara, que podía pasar. Asintió con pereza, se cruzó con el padre de la pelinegra, quien le dio la mano, agradeciéndole por la ayuda.
    Más luego los dejó solos, él se sentó a su lado y bostezó.

    Logrando ver como los ojos de la pelinegra levemente se habrían, dando paso a un rostro de confusión para luego suspirar.

    —Ha~ odio los hospitales –murmura.

    —Que fastidio, ha~ –bostezó, llamando su atención.

    Ella lo miró, no se sorprendió, pero por algún motivo sentía que ya lo conocía aquellos ojos y su cercanía lo recordaban a Kuro.

    —Hola... –saludo con una sonrisa.

    Él sintió tranquilo al verla dirigirse a él, como siempre lo hacía. Aunque era extraño.

    —Hola~ –contestó.

    —Gracias por ayudarme, aunque... ¿Nunca te habían dicho que pareces a un gatito? –pregunto Brunchi.

    Ocasionando que Kuro se sorprenda, pero niegue.

    —No, ¿por qué?

    —Te pareces a un gato negro, que llamé Kuro, tienes sus ojos... –comenta.

    Sorprendiendo más a Kuro, ¿cómo era posible que lo reconociera?

    —Que fastidio, iré a avisar que ya deliras –dice cansado.

    Ocasionando que la haga reír, para luego mirarlo.

    —Siempre deliro, pero sé que no me equivoco, ¿Eres kuro? –pregunta adormilada.

    Kuro se tensa, mirándola.

    —No sé de que hablas, eres un fastidio...

    —Lo sé, soy un caos andante...

    Ambos se miraron por segundo, pero una enfermera llegó diciendo que ya había terminado la hora de visitas.

    Ocasionando que se deban despedir.

    —Cuídate Kuro.. gracias –pronuncio Brunchi, y al rato quedarse dormida.

    Él tan sólo salió fuera, no era capaz de admitir que algo en ella lo había quedarse a su lado. Pero que podía hacer, al haberla rescatado sin querer había bebido de su sangre, y sin desear estaba atado a ella. Hasta que ella muriese o algún objeto que ella le diese se rompiera, claro está.

    «Que fastidio»pensó Kuro.

    Más luego fue en busca de comida, no podía separarse mucho de ella, pero moría de hambre.
     
    Última edición: 12 Marzo 2018
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    InunoTaisho

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    Aquí estoy para darte una leída pues cuando vi que otro fic había sido subido por estos lares me entró curiosidad, sobre todo porque es tuyo.

    Bueno, como bien te comenté no estoy familiarizada con el anime que tratas así que por ese lado no tengo mucho que aportar o criticar, solamente algunos errorcillos técnicos que noté por ahí pero que no son nada grave para desmerecer una lectura amena. Por cierto, ¿en qué momento el gato Kuro se transformó en Sleepy Ash?... creo que me perdí por ahí... :CONFUSED1:.

    En fin, te deseo la mejor de las suertes con tu interesante historia, siendo tú la protagonista del drama con tu visiblemente atractivo Servamp Kuro... :\*u*/:
     
  5.  
    Brunchi

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    Holis Inuno ~ gracias por llegar por a ésta historia. Hmm... ¿Podrías decirme cuáles son aquellos errorcillos que notaste?

    Aun estoy en tiempo de aprendizaje.
    ¡Saludos y mucha lokura!
     
    Última edición: 12 Marzo 2018
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  6.  
    Brunchi

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    Capítulo 3

    |Una loca aventura|


    Brunchi después de unas dos semanas al fin había podido marcharse y desligarse del fastidioso hospedaje en el hospital. Topándose con una sorpresa de que el gato que siempre veía, siempre la acompañaba.

    Un día se fue dirigiendo al parque, donde había una ciclovia, dónde habían sitios para que los niños jueguen, que los adultos cambiasen e hicieran ejercicio y actividades con la bicicleta. También había ciertos animales casi salvajes, en un gran lago de agua verde oscura donde habían peces de tamaño mediano y negros que nadaban tranquilos.

    También habían al menos dos patos y una manada de gansos.

    Brunchi aquel día había decidido ir a disfrutar del recuerdo de viejos momentos que había pasado en aquel lugar, ya que años atrás ella fue arrastrada por su amiga Sara; una chica de cabello corto castaño, y ojos verde, junto a Ingrid; una pequeña pero hambrienta chica, de cabello largo castaño y ojos chocolate, quien siempre acompañaba a Sara.

    Por lo que no pudo evitar recordar aquel día...

    Eventualmente y recientemente había conocido a ambas, por lo que no sabía que era normal que Sara mendigara o pidiese pan a las personas desconocidas para algún fin que se llevara a cabo en el parque.

    Aquel día Brunchi sintió mucha vergüenza al ver como unos chicos desconocidos veían como si Sara fuese loca al coquetear con ello por un simple pan, claro ella se había negado a hacerlo, por vergüenza.
    Pero bueno, rápidamente pasó ese momento penoso y al llegar al parque, Sara partió el pan para las tres.

    Al principio Sara alimentaba a los peces del lago, junto a Ingrid.
    Pero como toda idea tonta de Brunchi aquel día quería también alimentar a los gansos, pero de lejos, ya que le tenía cierto miedo.

    Por lo que decidió tirarle desde lejos el pan, y lo iba haciendo bien por un rato, pero luego al ver como algunos gansos se acercaban a ella decidió ir para otra, del cual había un ganso dormido pero otro del lado contrario venía por comida.

    Ella intento dárselo, pero el viento y su puntería fallaron, llevando el trozo de pan en otra dirección y cayendo hacia la cabeza del ganso dormido. Que al sentir el golpe suave en su cabeza, miró por donde llegó aquel pan y al parecer el gesto del ganso dio miedo a Brunchi, quien comenzó a retroceder por instinto. Pero luego el grano graznó y empezó a ir corriendo en dirección a ella, por lo que la asustó, logrando que ella también empezara a correr por su vida.

    Se puede decir que por largo rato Brunchi fue perseguida por aquel ganso, quién al quedar satisfecho con el miedo de la pelinegra, se cansó y decidió alejarse de ella.

    //////

    Actualmente Brunchi sabía que aquello sólo fue mala suerte de aquel día, sentía aun el miedo recorrer su piel, logrando que se estremezca. Sleepy Ash lo percibió, extrañándolo pero decidió pasarlo ya que le daba pereza preguntar. Además que él no le confirmaba aun que él en humano y su forma gato, eran uno mismo. Por lo que solo quedó por removerse.

    Ocasionando que Brunchi suspirase y lo agarrara en brazos, como si fuera un peluche, por lo que Kuro solo decidió dejar que ella lo tuviera así. Ambos al llegar frente al parque, empezaron a acercarse al lago, pero justo cuando ella iba a por subirse en el puente que había cerca escuchó un graznido muy conocido.

    –U-uh... –tartamudea.

    Kuro abre los ojos con cansancio, también escucha que aquellos animales con plumas estaban cerca. Por lo que mira a Brunchi y la ve ligeramente pálida, ve que se va alejando del puente, pero justo cuando parece que lo hará un ganso se cruza en el camino.

    Brunchi se tensa, Kuro mira intrigado, pero luego al ganso el cual observa algo ¿mal? A la humana.

    —Oh~ l-lindo ganso~ y-yo ya me retiraba –tartamudea Brunchi e intenta alejarse.

    Pero el ganso sin mediar respuesta, se abalanza en dirección a Brunchi, ocasionando que ella grite de miedo.

    —¡Kuro! –pronunció firme aunque con miedo.

    Por lo que sin poder evitarlo, el gato negro se convirtió en un humano con una sudadera y capucha celeste con azul cobalto, junto con el cabello de color azul pálido y con ganas de dormir.

    Quién sin mucho esfuerzo agarró del cuello al ganso.

    —Ha~ que fastidio –murmuró, Sleepy Ash.

    Brunchi al ver aquella transformación de impactó, pero alivió al ver que el ganso no había llegado a lastimarla.

    Sleepy Ash al ver que ella se relajaba con rapidez y sin mucha molestia tiró a volar al ganso lejos de ambos, quién cayó kilómetro lejos y en medio del lago.

    —Etto... G-gracias –murmuró ella con nerviosismo.

    Sleepy Ash la mira y con delicadeza la ayuda a levantarse.

    —Ha~ claro –contestó sin dar mucha importancia.

    —Entonces si eres Kuro –dice tímida y sonriente.

    Kuro al ver aquella sonrisa siente un temblor o estrujar en su corazón al ver aquel gesto.

    —Tks... Bueno, tenías razón –contestó.

    Logrando que Brunchi de repente lo abrazara.

    —Gracias de verdad por cuidarme Kuro –agradece.

    Ocasionando que el vampiro de la pereza de sienta levemente incómodo a tal muestra de afecto, pero le acaricia la cabeza.

    —Ya... Tranquila –murmuró.

    Brunchi era un poco baja con relación a Kuro, quien media de altura unos 1,72 del cual ella solo tenía 1,60, por lo que levantó un poco su mirada.

    —Esta bien... ¿Me podrías decir que eres? Por que no creo que sea normal ver a un gato convirtiéndose en Humano o mas bien vampiro –comenta.

    Él se sorprende, pero sólo bosteza cansado.

    —Vamos a casa, y te lo explicaré... Pero si luego me dejas dormir –dice Kuro.

    Brunchi sonríe.

    —Esta bien, dormiloncito~ –contesta.

    /////////

    Desde aquel día, la relación de ambos había cambiado un poco, aunque curiosamente a Brunchi no se le hizo difícil entender lo que era un servamp, y más que él fuera el de la pereza, junto con un vampiro sirviente para ella.

    Todo esto sólo era un paso más a la locura insana, y ninguno de ellos ni siquiera era conciente de ello.
     
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    Brunchi

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    Capítulo 4
    |Viaje inesperado a Tokio |

    Narra Brunchi.
    Observaba dormir a Kuro en el fondo de mi mochila, era bastante tierno verlo dormir, ni pensar que éste vampiro me ha hecho mucha compañía y aun sigue estando conmigo. Hace unos meses atrás le había regalado un collar, que tenía su nombre escrito, y mi numero de celular por si acaso se me perdía. Aunque él halla dicho que nunca sucederá, ya que como yo soy su "Ama", él no puede alejarse de mí, ya que una barrera o cuerda espiritual nos une.

    Lo comprobé ese mismo día, cuando lo olvidé en mi cuarto y me iba en dirección a la parada de bus, pero cuando a penas salí de mi casa había caído para atrás, notando esa cuerda, mientras Kuro me miraba desde la ventana del balcón. Que vergüenza me dio, al ver su rostro como diciendo: "te lo dije, ha~" mientras bostezaba.

    Pero bueno, no se imaginan lo complicado que fue que los guardias no se dieran cuenta de que llevo a un gato conmigo, ¿guardias? Pues resulta que voy en avión en dirección a Tokio.

    Resulta que gracias a que doy una persona tan servicial y devolví un maletín de dinero, lo cual podía haber comprado mi notebook táctil, pero preferí esperar y devolver el dinero. Como tan buena samaritana fui, el señor que era el dueño del dinero me lo recompensó con un boleto a Tokio, y todas las comodidades. Claro que al principio fui modesta, y le dije que su agradecimiento ya estaba soldado el favor. Pero el señor insistió tanto que no me dio oportunidad de rechazarla, a pesar que no soy ni un poquito buena en hablar el idioma que predomina en Tokio, nada de nada.

    Aunque Kuro por muy increíble que parezca dijo que me ayudaría a comprender las palabras y toda esa interesante complicación mía, a veces me siento burra por no tener interés en este idioma, pero... Siendo sinceros NUNCA me planteé en que yo iría a Tokio. Mis planes era ir no sé, Italia, Inglaterra o España e incluso México, pero nunca se me pasó por la mente... Tokio. Pero si pienso positiva quizás conozca nuevos amigos y Kuro se divierta más.

    Me empezó a dar sueño, por lo que dejé a mi lado la mochila con Kuro, me aseguré que nadie me molestaría, y le seguí el ejemplo a mi tierno gato.

    ////////////

    Siete u ocho horas después.
    Brunchi al igual que Kuro habían llegado a Tokio, ocasionando que ella se emocionara y una sonrisa que acompañaba nervios junto diversión a conocer aquel punto del mundo tan grande para ella. Kuro se encontraba durmiendo en la mochila de Brunchi, como todo un perezoso.

    —Wow, wow... Creo que deberé buscar el joven que dijo el señor Takane que enviaría para que me ubicara en el departamento del hotel que era mío. –murmura para sí.

    Mientras busca el cartel, y se encuentra con su nombre plasmado en uno de los muchos que había allí, se acerca y saluda. Para su suerte de Brunchi, el joven hablaba español por lo que tranquilamente no tuvo problema en pedir consejos sobre los lugares.

    Una vez que llegaron a lo que sería su casa por alrededor de un año, sí, el pasaporte y estadía en Tokio sólo sería por año. Eso lo había establecido Brunchi, ya que ella deseaba ir a visitar a un buen hermano que estaba en México, y claro que eso ya iba por su cuenta.

    —Gracias joven Katashi, espero que nos volvamos a ver –agradece Brunchi, con una sonrisa amable.

    El joven pelinegro, de unos 25 años le corresponde la sonrisa.

    [​IMG]

    —No se preocupe de ello, soy su guía y estaré para ayudarla, el señor Takane me lo pidió. Cualquier cosa solo llameme, aquí está mi número –dice Katashi, quién entrega una tarjeta.

    Observa su número. Y se sonroja un poco.

    —Gracias, lo haré –asegura.

    —Bueno me retiro, asumo que ha de querer disfrutar un poco de tranquilidad antes de salir a pasear por las calles –dice Takashi.
    Brunchi asiente.

    —Hasta luego –se despiden.
    Brunchi al cerrar la puerta, saca a Kuro de su mochila y lo coloca en la cama.

    —Hemos llegado –comenta a Kuro.

    —Ha~ que fastidio... –murmura y se da la vuelta para seguir durmiendo.

    Brunchi suspira, y lo deja dormir mientras busca la cocina, al encontrar la heladera, encuentra helado, feliz lo empieza a comer.

    Mientras agarra otra cuchara mas.
    Se sienta en la cama, a un lado de Kuro, y cruza sus piernas en forma indio.

    —Kuro, despierta, ven a comer un poco –anuncia.

    Kuro al verla comer tan feliz, algo también se despierta en su estómago, piensa que es comida por lo que se acerca. Se sienta en las piernas de la pelinegra y abre la boca. Brunchi sonríe y con la otra cuchara agarra un poco de chocolate y se lo da. Mientras ella también come pero del sabor cielo.

    —Por hoy no saldremos, tu pereza hoy me haz contagiado, más el cambio de horario al cual no estoy acostumbrada, estaremos comiendo aquí y durmiendo, sin mucha fatiga. –comenta Brunchi entre una cucharada.

    Kuro saborea el helado, y bosteza.

    —Esta bien... Con tal que no haya esfuerzo, todo bien –contesta.

    Brunchi le acaricia la cabeza de kuro, tras sus orejas, ocasionando que ronronee.

    —Gracias por seguir a mi lado, amigo. Ahora abre boca –pide con cariño.

    Kuro siente un temblor de molestia ante la palabra "amigo" pero no le toma mucha importancia y hace lo que pide su ama.

    Ahora degustando el sabor cielo.

    —Ha~ ya entiendo porqué este es tu sabor favorito, es rico –comenta Kuro.

    Brunchi se sonroja un poco al ser tan obvia.

    —Es que es un sabor casi parecido al de chicle, algún día te haré probarlo –afirma entusiasma.

    Poco tiempo después entre ambos terminan el pote de helado, que era el de 1/4, por lo que ambos se acuestan a dormir, mañana sería un nuevo día.

    ////////
    Al día siguiente.

    Narra Kuro.
    Desde que llegamos Brunchi anda suspirando un poco, al parecer no está del todo acostumbrada a estar lejos de su familia, pero igual siempre está con una sonrisa. Ahora se estaba preparando para salir, al salir del baño la veo lucir unos jeans ajustados con una remera violeta. Junto con unaochila violeta. Al parecer su color favorito era ese.

    —Bien, vamos Kuro, según Takashi y el mapa que me dio, no es difícil llegar a un teatro, he visto en la tele que hoy hay una presentación de un pianista muy famoso –comenta ella muy feliz.

    Al parecer le encanta la música clásica. Hay muchas cosas que voy conociendo de Brunchi, es una chica bastante activa como también perezosa, aunque siempre se esté metiendo en problemas.

    —Ha~ –bostezo.

    Ella sonríe y besa mi cabeza, hace tiempo ella empezó a aplicarse una vacuna para tratar sus alergias que actuaban ante el contacto de los gatos. He de asumir que el motivo era por mi, ya que era obvio que le fastidiaba que cada tanto que me daba cariño su molestia de alergia apareciera.

    ///////////
    Con un poco de dificultad Brunchi se perdió un poco, pero Kuro al ver que era el mismo lugar por donde antes paseaba con Mahiru, suspira y le indica con cansancio a Brunchi por donde es. Ocasionando que ella sonría agradeciendo.

    Cuando llegamos, pagamos la entrada e ingresamos, el lugar era enorme, ocasionando que Brunchi abra la boca sorprendida.

    Sonrío un poco, me encanta ver que a pesar que es una adolescente madura, a veces saca su personalidad infantil.

    —Mira Kuro~ esto es enorme, me gusta su decoración, su ambiente, aunque siento algo extraño –comenta.

    Kuro siente una presencia conocida para él, por lo que se tensa un poco, pero atrae a Brunchi como una niña pequeña para que se sienta en el fondo. Por algún motivo también sentía la extraña sensación que ocurriría algo.

    —Buenas noches, Damas, Caballeros, esta noche el gran ángel y pianista Licht Jekylland Todoroki les presentará una gran pieza musical –dice un joven de mechas rubias y mostaza, de piel blanca junto unos lentes.

    [​IMG]

    Ha~ Lawless y su amo también están aquí, que fastidio.

    —¡Yay! Al fin, al fin podré apreciar una pieza delicada –comenta Brunchi, emocionada.

    Ni se percata nada, sólo se digna en dar importancia ciertas cosas, ella es un poco despistada.

    Enseguida el piano de aquel pelinegro con mechas blancas empieza a sonar. Y la melodía suena a tristeza.

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    Intento ignorarla, no me siento cómodo. Pero al verla, logro ver cómo a pesar que por sus mejillas caen lágrimas, igual está con una sonrisa. Es bastante extraña, me dedico a limpiarlas con mi mano delicada y con pereza, sorprendiendola. Sus ojos parecen iluminarse al verme.

    Pero justo cuando ella va a decir algo, Lawless se descontrola, y empieza a matar a las "personas" los cuales sólo eran críos de otro servamp.

    —¿K-kuro? –tartamudea con algo de miedo.

    La observo, y la levanto.

    —Vámonos, ya se terminó la obra –pronuncio, estirándola a mi.

    Ella me mira con pánico y asiente.

    —¿Dónde creéis que van?–pregunta el servamp de la codicia.

    Brunchi se gira a observar con curiosidad.

    —¿Eh? ¿Quién eres?–pregunta ella.

    —Vamos... En casa hay helado –pronuncio.

    Ella se gira a verme, y se debate entre quedarse o ir por el helado. Sé que el helado es su punto débil.

    —Uh~ lo siento, pero ha sido un gran espectáculo –sonríe cálida, Brunchi.

    Al parecer piensa que todo a sido un teatro y que nadie ha muerto. Ocasionando que Lawless se sorprenda.

    —No irán a ningún lado, Oh~ ¡cuánto tiempo sin vernos hermano!–exclama con humor negro.

    Observo como si acerca resentido a mí pero Brunchi se coloca frente a mi, noto como su expresión ha cambiado y es seria.

    —Respeta el espacio personal –dice seria.

    Lawless le intenta agarrar del cuello, quizás porque pensó en alguna estupidez, pero lo detengo.

    —Ha~ piérdete –pronuncio.

    Él se suelta bruscamente de mi agarre.

    —Tks... Con que ella es tu nueva Eve –afirma.

    Brunchi se tensa, pero igual sonríe.

    —¿Qué con ello? A ti no te interesa, y al parecer ni se llevan bien, por lo que sino quieres quedar muy lastimado, piérdete –dice con una expresion que en verdad era seria, hasta yo incluso trago saliva.

    Nunca la he visto tan seria.

    —No te equivocas ¿pero como una humana podría dañarme? Eres inútil –comenta.

    Sin mucho esperar, me sorprendo por lo que veo, y no logro entender mucho. Todo pasó muy rápido, Lawless está en el piso sobándose con dolor aquella zona sensible.

    —Idiota, vampiro machista, seré humana y débil, pero nadie se resiste a ese dolor –escupe las palabras me agarra la mano, me la estira.

    Cuando ya estamos por salir, escucho una risa.

    —Jajajajaja... Rata te hicieron puré, jajajaja –dice el famoso Licht Jekyllad Todoroki.

    Brunchi al parecer se ha enojado en serio, por lo que no se inmuta de la presencia del chico, sólo me lleva lejos del lugar.

    —Tks... –chasquea la lengua.

    La observo llevarme a nuestra casa, en silencio, pero veo que una de sus manos está empuñada. La agarro, y detengo ya a unas calles de llegar.

    —¿Que... pasa?–pregunta confusa.

    La miro, suspiro.

    —Tranquila, ya pasó –murmuro.

    Ella me mira, y al ver que sostengo su mano, empieza a notar que estaba tensa, suspira.

    —Lamento haber reaccionado así, sólo... Me molestó que quisiera pegarte así como así –comenta Brunchi.

    No me miraba, había bajado su rostro. Hago una mueca y levanto su mejilla.

    —No te preocupes, sólo ha sido un detalle menor –digo tranquilo.

    Ella asiente, pero ante la cercanía al parecer hace que un leve color rosado aparezca en sus mejillas.
    Pero ella ni cuenta, por lo que sin más, sólo me abraza, se acurruca en mí. Bostezo y acaricio su espalda, logrando que se relaje.

    —No siempre me verás sonreír, hay veces que me mosqueo, y todo rastro de buen humor desaparece en mi. Aunque... Tengo una duda –explica Brunchi.

    La escucho, y lo del final me causa intriga. Está de más decir que ella siempre tiene dudas.

    —¿Cuál...?–pregunto.

    —Es un servamp, ¿verdad? ¿Cuál? –pregunta curiosa, dejando que pueda ver su rostro.

    Bostezo un poco, al verla más tranquila.

    —Cierto, y es de la codicia.

    —Ha~ ya entiendo. Que lastima no pude gozar de mas música –comenta desilusionada, pero luego sonríe. –¡Que va~! ¡Vamos a por el helado! –exclama.

    Sonrío un poco, y niego, dirigiéndonos a casa.

    Siendo así su personalidad me gusta, no es muy molestos. Es prudente.

    ///////////////

    Tres días después.

    Narra Brunchi.

    Hoy luego de salir del primer trabajo que conseguí, ahora estoy trabajando en un local de veterinaria, a pesar que sólo sea la encargada de cuidar a medio tiempo los animales, pagan bien.
    Ahora ya es casi de noche, pero he estado atenta y escuché a unos turistas hablar sobre una feria.

    —Kuro, vayamos a esa feria, ¿si? –pregunto.

    Suele gato azulado casi morado, me observa, bosteza.

    —Vale~

    —¡Yay! –contesto.

    Nos dirigimos al lugar pero de tan concentrada en ver todo a mi alrededor chocó con alguien, al ver que voy a caer, chillo, cierro los ojos, pero no siento la caída.

    —¿Eh? –murmuro, observo que con el que creo que tropecé me ha superado. –Uhm... ¡Gracias! –comento dudosa.

    Aquel chico era rubio, pálido, algo musculoso, y fuerte, junto con hermosos ojos celestes, casi inexpresivos.

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    —No hay de que –contesta.

    Nos separamos, y luego observo que no sólo a mi me sujetaba, si no que a un... ¿Ataúd?

    —¿A quién llevas allí? –pregunto curiosa.

    Él mira donde observo, y con simpleza me contesta.

    —Nada, aunque estoy buscando a un amigo, es pequeñito ¿no lo haz visto? –pregunta.

    Niego con la cabeza.

    —¿Te ayudo a buscarlo? Además no conozco por donde podría ir a comer –comento.

    Él asiente, y ambos nos disponemos a buscarlo, pero de repente un hombre raro me deja un maletín, y yo siento incomodidad.
    De repente un chisme corre, de que había una bomba en un maletín.
    Me alarmo.

    —¡Kuro! –lo invoco.

    El se transforma en vampiro humano.

    —Tíralo al lago, ¡osea lejos! –ordeno.

    Él con simpleza lo hace pero luego vuelve el maletín, me alarmo, agarro a Kuro y el nuevo amigo, alejandolos. Pero el rubio no se mueve, sino que agarra el maletín y lo mete en el ataúd.

    —Eres conciente que moriremos si eso no resiste ante la explosión ¿verdad? –comento con un poco de nerviosismo.

    —No te preocupes, eso no puede romperse, por cierto me llamo Tetsu, Sendagaya Tetsu –sé presenta.

    Se escucha que la alarma de la bomba advierte y explota, abrazo a Kuro con pánico, escucho silencio.
    Me giro a ver a Tetsu y el ataúd de abre dejando ver a un niño todo ¿quemado?

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    —¡¿Arg?! !Tetsu! ¡Avisa cuando harás algo así! –exclama enojado Hugh, un niño con lentes, parecido a un mini Drácula.

    —Awwe... Mira Kuro, apuchulina, un vampirito –digo enternecida.

    Kuro me mira muy aburrido.

    —Ha~ hola –saluda.

    —Vaya, Sleepy Ash, nos volvemos a ver, hermano –dice el pequeño Drácula, dejando de quejarse y desenpolvándose.

    Era pequeño, casi como un chibi, cabello corto, con lentes, con un traje y capa al estilo Drácula.

    —¿Otro hermano? Hola soy Brunchi, un gusto –saludo amigable.

    El pequeño Drácula me observa, y se presenta.

    —Lamento mi falta de modales, jovencita Brunchi, soy ---------- en otras palabras Old Child, el servamp del orgullo–dice un nombre hiper largo.

    Veo a Tetsu, no entendí nada.
    Creo que se da cuenta.

    —Se llama Hugh, sólo quiere llamar tu atención, no te preocupes –dice Tetsu, explicando.

    Hugh lo mira enojado, y empieza a quejarse.

    —Calma~ ha~ –bostezó con sueño– un placer Hugh... Al parecer Tetsu es tu amo ¿no?

    Ambos me miran sorprendidos.

    —Así que eres la ama de Sleepy Ash, un gusto. –dice Hugh.

    Sonrío dulce.

    —Sipi, aunque disculpa las molestias, pero podrían guiarme hacia un lugar del cual poder cenar, me muero de hambre –comento avergonzada.

    Ellos me miran y sonríen.

    —Claro, vamos –dice Hugh.

    Tetsu sólo asiente. Al parecer no es muy conversador.

    Al menos me he ganado un amigo, un pequeñito Drácula, junto a Tetsu.
    Me agradan.

    //////////////

    Una semana después.

    Narra Sleepy Ash/Kuro.

    Desde hace una semana que nos encontramos con dos de mis hermanos, Brunchi se ha estado juntando un poco con Tetsu, al parecer quiere que sea mas conversador pero me da gracia ver que el humano es bastante tímido, aunque no sé porque no me agrada que ella se acerque mucho a él.

    Hugh ha estado muy observador, y dice que estoy gustándome de Brunchi, pero no lo creo, sólo pienso que es algo así como intranquilidad. No lo sé, ella hace que mis días sean locuras, y hacer que de cierta forma sean insanas para mi.

    Ahora nos dirigíamos en busca de alguna tienda, ya que Brunchi ha estado muy interesada en encontrar un ungüento para sus alergias, la otra vez al tomar una aspirina le causó una alergia que la dejó por tres días en cama, fue fastidioso verla en ese estado. Ya me he acostumbrado a su hiperactividad.

    Hace varias horas que estamos caminando, y al parecer nos perdimos, pero ella no lo quiere admitir, por lo que piensa que aun vamos por buen camino.
    Pero justo cuando iba siguiéndola, para abruptamente ocasionando que choque con ella.

    —Ha~ ¿uh? –observo.

    —Es allí, ¡ves! Si tengo instinto de brújula –dice contenta y corre en dirección a la tienda.

    Pero... Esa presencia no es de Jeje.
    Bostezo y me convierto en gato, para quedar en los brazos de ella. Entramos. Y una campanilla suena.
    Avisando nuestra presencia.

    Enseguida todos nos reciben.

    —Vaya... La ama del servamp de pereza, ¿desean ayuda? –pregunta Mikuni Alicein.

    Aquel humano rubio, piel pálida, con un ridículo sombrero negro con rojo, y una bufanda amarilla con negra, junto a una muñeca vudú.

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    —Hola, buenas tardes, si, buscamos un tipo de ungüento o algo así para cualquier tipo de alergia a la Dipirona, o a los ácaros, ¿hay alguna? –pregunta Brunchi.

    En verdad a veces parece ser muy despistada. Ni siquiera siente peligro. Ya vio a jeje en su forma serpiente.

    —Claro, creo tener una solución para ello, espéreme un momento –dice Mikuni.

    Brunchi sonríe asimtiendo, mas luego se queda mirando las cosas alrededor, no pasa mucho que vuelve y le da un ungüento.

    —Éste puede servirte, sólo póntelo cada dos a tres veces, no más. Si la alergia persiste, avísame –sonríe amigable Mikuni, dándole una tarjeta.

    —¡Muchas gracias... !–dice Brunchi percantandose al parecer que no sabe su nombre.

    —Mikuni Alicein, soy el eve del servamp de envidia, un gusto preciosa –se presenta.

    Jeje la mira desconfiado, dejándose ver. —Soy Jeje, o Doubt Doubt el servamp de envidia....

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    —Un gusto para ambos, me alegra conocer a más servamp –comenta Brunchi.

    Suspiro, cierro los ojos.

    —Al parecer Sleepy Ash sigue siendo muy perezoso –dice Jeje.

    Brunchi asiente, más luego me acaricia la cabeza.

    —Sí, pero así lo acepto, además es mi amigo –comenta feliz.

    Bufó y cierro los ojos, hace semanas que no me gusta que diga "amigo", y no entiendo el porqué.
    Escucho una risa, de Mikuni.

    —Al parecer eres un poco despistada –le dice Jeje a ella.

    Brunchi frunce el ceño al no comprender.

    —Sí, pero, ¿con que ahora? –pregunta curiosa.

    Tks.. Ahora empezaran a decirle fastidiosas suposiciones.

    —Preciosa, eso deberás descubrir por ti misma –dice Mikuni al entender a Jeje.

    –Ha~ que aburrido... Pero bueno, nos veremos en otra, ahora debemos ir a casa antes que sea muy tarde –se despide Brunchi agarrando el ungüento y dejando dinero.

    Pero Mikuni, la detiene, y devuelve el dinero.

    —¿Eh? –lo mira confusa.

    —Es regalo de la casa, y por aguantar a aquel gato perezoso –dice Mikuni.

    Brunchi se sonroja y asiente.

    —Muchas gracias, vendré a visitarte –afirma y nos marchamos.

    Al parecer mis hermanos están todos en la ciudad.

    ////////////

    Dos semanas después.

    Brunchi se encontraba caminando en dirección a la veterinaria Seigatsu Pet, con sueño pero bien temprano llegaría.

    —Ha~ que sueño –bosteza Brunchi.

    —Nos hubiéramos quedado a dormir –murmura Kuro, acomodándose en la mochila.

    —Aja~ ¿Quién nos daría dinero para la comida fuera del hotel? –pregunta ella.

    Ocasionando que Kuro gruña al darle la razón.

    Pero justo cuando Brunchi iba a decir algo más, una mariposa se coloca justo en la nariz de ella.

    —¡Ahhhh! –grita al ver al bicho, y tirarlo lejos de ella.

    Kuro, saca cabeza de la mochila.
    Y poco después ve a la mariposa.
    Era nada mas ni nada menos que el servamp de la lujuria.

    —Uff... ¿Que tienen los bichos en contra mía? ¿Porque tienen que atacarme? –pregunta ella.

    Kuro niega y se vuelve a dormir.

    —Alto allí –dice una voz de un joven.

    Brunchi se detiene, y busca la voz.

    —¿Uh?

    —Tu, Eve de pereza, no huyas –dice Misono Alicein.

    Un joven de cabello violeta oscuro, elegante, de quizás 16 o 15 años, serio.

    [​IMG]


    —¿Huir? ¿Porque lo haría?–pregunta Brunchi.

    Kuro bosteza y sale de la mochila, quedando frente a ella, como protección.

    —Temes que le haga daño, veo que ya has olvidado a Mahiru –dice Misono.

    Brunchi lo observa y luego a Kuro, con el ceño fruncido.

    —¿Quién es Mahiru?–pregunta Brunchi.

    Kuro bosteza.

    —Un amigo...–contesta.

    —Un amigo que no cuidaste –dice Misono resentido.

    Brunchi siente la incomodidad de Kuro, por lo que bosteza.

    —Vale, vale, si vienes a discutir, te pido que te marches, tengo que llegar al trabajo –pronuncia ella.

    Misono frunce el ceño al ver la falta de respeto.

    —No te dejaré, Lily, ya sabes que hacer –pronuncia.

    La mariposa se convierte en un joven vampiro rubio, con apariencia de coqueto, y sensual.

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    Brunchi se sonroja al verlo semi desnudarse.

    —Etto... ¿Que tengo yo para que seas así? Además ni sé quién eres –dice Brunchi retrocediendo.

    Pero de pronto Lily la tiene entre sus brazos, logrando que Brunchi se incomode.

    —¡K-kuro! ¡Ayuda me quieren violar!–ordena.

    Kuro se transforma a su forma humana, se dirige y la intenta apartar pero, ella siento una cierta respiración en su cuello, por lo que jadea.

    —Oh~ ¿acaso tu eve es lujuriosa? Preciosa, ¿te gustaría un beso aquí? –dice rozando sus labios en el cuello.

    Brunchi se sonroja e intenta separarse, si bien era obvio que eso alteraría sus instintos, ya que su cuello es uno de sus puntos sensibles. Pero a Kuro aquel acercamiento lo puso muy enojado y... ¿Celoso?

    Por lo que golpeó a Lily, y agarró a Brunchi, quien instantáneamente lo abrazo, con pánico y su corazón acelerado.

    —Gracias...

    Kuro asiente, y protege a su eve.

    —Lily basta, ella no tiene nada que ver en este tema –dice Kuro muy serio.

    Lily sonríe al ver que su hermano mayor siente cierta atracción por la eve y humana.

    —Nfu~ ¿Te has enamorado de tu eve hermano? –pregunta abiertamente.

    Brunchi se sorprende por tal pregunta, por lo que mira desde abajo a Kuro.

    —Ha~ que pereza –contesta.

    Kuro no tenía intención de dar razón, además no estaba muy seguro de ello.

    —Soy Misono Alicein, y soy eve del servamp de lujuria –se presenta el joven.

    —Preciosa, me llamo Lily Snow –dice el rubio sensual, desnudándose.

    Brunchi sólo abraza a Kuro. Se sentía protegida junto a él.

    —Kuro, no me siento bien –murmura mareada.

    Al parecer se había tensado mucho.
    Kuro no entiende su cambio, pero justo cuando va a hacer algo, ella se desmaya y preocupa al vampiro.

    —Tks... Idiotas –gruñe preocupado.

    Lily como Misono los miran y sin más se los llevan a su mansión. Mientras la eve de Sleepy Ash estaba inconsciente.

    Aquel día desde muy alto otro servamp también los observaba, quien era un pelinegro con aura triste, era el servamp de melancolía. Quién sonreía de manera curiosa.

    [​IMG]

    Brunchi había logrado hablar tranquilamente luego de despertar, pero por alguna razón todos estaban algo inquietos. Al parecer algo andaba mal.

    Pero al fin y al cabo, Brunchi había conocido a los hermanos pecados capitales de Kuro.
     
    Última edición: 13 Marzo 2018
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    [Longfic] Locura Insana (Sleepy Ash)
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    Fantasía
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    6
     
    Palabras:
    3325
    Capítulo 5

    |Amenaza de muerte y un ¿final?|



    Las vacaciones aburridas de acabaron, por algún motivo Brunchi ha querido ir a una Institución para aprender la cultura de Tokio, a pesar que no era muy buena en el idioma oficial aunque se sabía desenvolver de cierta manera en el inglés por lo que no le era tan complicada.

    Hace unas semanas de Marzo había comenzado las clases, conociendo a un chico llamado Sakuya, bastante curioso y divertido era el chico. Su apariencia era algo curiosa, su cabello era de un color verde vivo, su piel pálida y ojos algo sombríos.

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    —Sakuya~ ¿dónde vives? –pregunta Brunchi, curiosa.

    Ocasionando que el chico la observe algo misterioso.

    —¿Para que lo quieres saber, Brunchi? –contesta.

    Ella detiene su caminar ya a metros del pasillo de la clase.

    —¿Qué no puedo preguntar? Estás raro Sakuya –dice indignada Brunchi, por lo que sin esperarlo pasa por su lado.

    Narra Sakuya.

    Hace unas semanas me he acercado a Brunchi por un favor de Tsubaki-sama, por algún motivo aquella pelinegra hacía levantar la curiosidad a todos.

    Ella al parecer no es tan despistada en ciertas cosas, pero siento como si fuera que no quisiera que se enojara conmigo. Es algo raro, desde que supe que Mahiru tuvo aquel accidente automovilístico del cual no sobrevivió junto con Sleepy Ash que desapareció he estado en una burbuja de no querer experimentar ningún sentimiento. Pero apenas llega ella y todo se vuelve confuso.

    —¡Espera Brunchi, lo siento! –exclamo llamándola.

    Pero al llegar me quedo tieso ante la imagen frente a mí.

    —Tks... Hinasune s-suéltame –dice seria pero dudosa Brunchi.

    Una chica que ha estado teniendo celos de Brunchi por llegar a clases y robarse la "popularidad" de ella pelirroja, quién es la líder de porristas. Pero por la despitades de la pelinegra nunca se percató al parecer.

    [​IMG]


    —Tks... No, tu eres una real molestia para todos, vete de aquí –gruñe Hinasune, quién agarraba del cuello del uniforme de Brunchi.

    Brunchi frunce el ceño.

    —¿Y? No es nada que yo no sepa, ¿podrías soltarme? –responde Brunchi con tranquilidad.

    Me acerco pero la pelirroja al ver como le habló, veo levantar su mano para pegarle. Pero ella la detiene, siento un aura diferente.

    —Una dama no es bruta e irrespetuosa –vuelve a decir Brunchi, y aprieta la muñeca de la pelirroja quién se queja, soltándola.

    Hinasune la observa con odio y se marcha a saber dónde.

    —Vaya, tu si que sabes hacer buen drama, Brunchi –río un poco.

    Ella se gira a verme, y sonríe.

    —Puede ser, ¿Sakuya? –me mira, más luego pregunta.

    Me la quedo mirando confuso.

    —¿Qué? –pregunto.

    —Regalame un abrazo –dice Brunchi.

    Mi corazón que parecía muerto, se estremece, ella se acerca a mi. Me abraza me quedo tenso. Pero le correspondo.

    —Tranquila...

    Hay veces que no la comprendo bien, pero ella es una chica especial, espero que no me mienta.
    Odio cuando las personas me mienten.

    Siento un aura conocido, algo enojado al parecer.

    —Gracias Sakuya, eres un buen amigo, espero que no te alejes –murmura separándose de mi.

    Justo al tiempo que la maestra ingresa a la sala, cada uno nos colocamos a nuestros lugares. Realmente parece ser muy buena persona pero no entiendo por qué de cierta manera se menosprecia.

    ////////////

    Dos días después.

    Le conté al respecto a Tsubaki-sama lo del comportamiento de Brunchi, y el sólo se dedicó a sonreír, a saber que planes tenía por sus pensamientos.

    —Al parecer es tiempo de tener una charla con ella –dijo Tsubaki.

    Un hombre de cabello negro, con lentes, con expresiones de tristeza, peligro, y bueno que se esperaba del servamp de la melancolía.

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    ////////////

    Narra Tsubaki.

    Desde que escuché que nuestro hermano mayor, Sleepy Ash desapareció me invadió una gran duda ya que él quedó muy sombrío luego de la muerte de Mahiru, su antiguo eve. Aunque hace unos meses he sentido su presencia en Tokio, he mandado a Sakuya a investigar de la chica con la que vino, y me hace pensar que es bastante interesante.

    —Jajajajaja... Ha~ al fin nos conoceremos pequeña Brunchi.

    Hace unas cuadras he sentido a ambos caminar en dirección al parque. Se detienen en un pequeño puente.

    —Vale... ¿Que te ocurre Kuro? Hoy estás muy gruñón –dice la joven pelinegra.

    Sacando a un gato azul morado de la mochila y dejarlo en una banca.
    Allí estás hermano.

    —Tks... Que molestia –murmura.

    Brunchi se rasca la nuca con una expresión diferente a las que he visto. Pero por un momento siento que se da cuenta de mi presencia pero en ese pequeño contacto visual logro ver melancolía en su alma y ojos.

    Suspira negando y vuelve su mirada a Kuro.

    —Deja de ser pesado, y dime de una vez por todas, ¿qué es lo que te ocurre? No soy adivina, Kuro –se exaspera Brunchi.

    La veo que se arrodilla frente a él, y agarra entre sus manos el rostro gatuno de Kuro. Lo mira seria, pero veo una suave herida.

    «Es bastante expresiva y sensible»

    —No me gusta cuando pasas pensando en otros que no sea yo ha~ –dice Sleepy Ash, con un bostezo al final.

    Brunchi frunce el ceño sin entender

    —¿Eh? Pero si... ¿En qué momento? ¿Por qué lo dices? –pregunta confundida.

    Veo que mi hermano mayor se ha enamorado, lástima que la chica sea tan despistada.

    —Ha~ que fastidio explicar –murmura quedándose dormido.

    La pelinegra le pellizca levemente la nariz, despertándolo.

    —Sé directo, sabes que no soy de captar muy bien las indirectas –dice mientras le sonríe nerviosa.

    Kuro bosteza y la mira.

    —Me he enamorado de ti, en éste poco tiempo, al principio pensé que me habías envenenado... –dice Kuro.

    —¡Oie!, no lo haría... Bueno al menos no a propósito... –dice Brunchi con un pucherito.

    Al parecer ésta chica no actúa del todo madura como a veces lo parece. Tiene una interesante personalidad.

    Percibo una suave sonrisa en el rostro de mi hermano. Wow enserio si tiene sentimientos por ella.

    —Tonta~ eso ya lo sé, pero luego Hugh empezó con sus suposiciones por lo que empecé a llegar a conclusiones, la primera era que estaba muriendo y el otro era que sentía fuertes sentimientos en dirección a ti –explica con pereza.

    Los servamp no podemos morir, no tan fácil, ni envenenados. Por lo que no puede ser eso.

    Inmediatamente veo en el rostro de la pelinegra tomar un suave tono rojizo, y soltarlo para cubrirse el rostro con sus manos.

    —Ño~ Awwe, apuchulina Kuro~ –empieza a balbucear palabras que no tienen mucha coherencia.

    Veo como mi hermano sin mucho pensar se trasforma al ver oscuridad a su alrededor; notar que ningún humano podía verlo, y descubre su rostro.

    —Bru... Mírame –murmura suave, Kuro.

    Brunchi lo mira con lágrimas en sus ojos.

    —No llores, ¿acaso te hice daño? –pregunta Kuro mientras le limpia las mejillas.

    —No... Pero haz dicho palabras tan bonitas que me han emocionado, pero por qué... ¿Me quieres?–dice Brunchi mirándolo.

    Kuro se queda unos segundo estáticos pero luego suspira, le besa suavemente su frente.

    —Por que eres única, y la única locura insana andante que conozco –explica mientras sonríe levemente.

    Siento mucho amor, quizás ya es hora de interrumpir el momento.

    —Jajaja jaja Ha~ que interesante –me río para luego quedar serio.

    Kuro enseguida se tensa al percatarse al fin de mi presencia.
    Enseguida la atrae hacia él, como si fuera que yo la lastimaría.

    —¿Uh? ¿Qué pasa Kuro? –pregunta extrañada–¿Quién eres? –me mira.

    Kuro con una expresión seria, también lo hace.

    —Oh~ lamento mi falta de educación jajajajajaj Ha~ Soy Tsubaki, el servamp de melancolía –me presento.

    Ella me queda observando, se frota un ojo.

    —¿Vienes porque he roto la promesa? –pregunta la pelinegra.

    Descolocando tanto a mi hermano como a mí, con aquella pregunta.

    —¿Acaso tenías alguna promesa? ¿Permanecer evitando acaso al amor? y sólo permanecer en la melancolía, lugar de confort, ¿quizás? –pregunto interesado.

    Veo como se tensa, y su mirada cambia, sonríe pero esta vez es una falsa.

    —Quizás... –responde con un deje triste.

    Kuro se preocupa y la gira para observarla.

    —¿Qué promesa? –pregunta.

    —Je~ es curioso que conozca la melancolía en persona justo cuando pienso no cumplir más con mi encierro de emociones vacías y negativas–comenta algo decaída.

    Kuro se tensa, al parecer es la primera vez que la siente así.
    Me sorprende como sus emociones cambian tan locos, como si fuera realmente una locura insana ser ella misma.

    —¿Por que creéis que ningún chico me atrae o estaba conmigo? O quizás, ¿del porqué de que soy despistada?–pregunta.

    La veo mirarme, y separar un rato de Kuro, quién gruñe ante su lejanía. Pero ella lo mira de una manera dulce por lo que no muy convencido la deja acercarse a mi.

    —Jajajaja ha~ eres interesante, ¿pero porqué vienes a mí con tantas confianzas? –pregunto.

    Ella me mira.

    —Por qué siento en el fondo de mi corazón que tu podrás ayudarme, y ser más que un simple hermano menor de los servamp –contesta, y sin más, deja su mano derecha en mi mejilla.

    Me tenso al sentir su calidez, pero más aún la maraña de sentimientos.

    Llevo mi mano, colocándola sobre la de ella, sin querer con ese gesto en mi mente se van cruzando momentos de melancolía por la cual ella ha pasado, quizás no sean muy fuertes pero para una chica con perseverancia y positivismo grandes, es bastante fuerte.

    ••••
    «No soy fuerte, no puedo dar el amor que necesita mi sobrina, soy débil, ¿por qué existo sino puedo ayudar?»piensa triste una voz femenina.​

    Se observa una pequeña Brunchi de 13 años, mirando llorar a su sobrina más pequeña por su madre, que aún no llegaba de su parranda.


    ••••
    «¿Por que se me tortura de ésta manera? Acaso he cometido un fallo para no poder querer sin ser juzgada por mi asquerosa apariencia»resuena una voz lenta acompañada de sollozos
    Mirándose al espejo, dando una figura cuadrada, blanca y cuello gordo como al de un sapo, debido a algún medicamento. Aquella pequeña Brunchi de 14 años, después de haber decidido decirle que le gustaba cierto chico.

    ••••
    «El amor es algo muy complicado, cuanto más pureza das, mas terminan gritando que yo soy la mentirosa del cuento, ¿por que no me muero ya? No sé dar ni recibir amor»piensa una débil voz femenina.​

    Una pequeña Brunchi de 15 años tenía en manos un cúter pero no tenía valor para lastimarse, poco tiempo después hermanos de ella la regañan.

    ••••
    «Nos queríamos tal vez, pero el nunca se sintió suficiente para mi, pero lo sentía que si lo era, ¿Porqué no entienden que no busco perfección o plenitud? Sólo busco alguien con quién pueda complementarme»piensa triste sin ninguna sonrisa.​

    Una pequeña Brunchi de 16 años, mirando a lo lejos a un chico que minutos antes dijo que no era lo suficientemente bueno para ella, y que lo mejor solamente era quedar en amigos.

    ••••
    «No volveré a querer para que solamente me vuelvan a romper, es una promesa»se escucha una voz decidida con un leve sollozo resonar en el fondo.​

    Una adolescente Brunchi de unos 17 años mira observando al chico que minutos antes creía amar, pero por un ataque de celos, la había estampado por algunas sillas del colegio. Pero por suerte fue rescatada por una amiga.

    ••••
    «Que tristeza, sólo me dio mi primer beso y a los 5 días me terminó, ¿que clase de amor es aquello?»dice una voz melancólica, mientras lágrimas recorren sus mejillas.​

    Una adolescente Brunchi de 18 años luchando por no llorar porque nuevamente le habían desilusionado.

    ••••
    «Nunca seré buena para alguien, ni le bastarán mis sinceras acciones, siempre las más vulgares y mas esporádicas se llevan las personas que mas crees querer»piensa triste.​

    Una Brunchi de 19 años o se va a lejos a su amor imposible besando a esa chica que al final sólo era una interesada mas, había escuchado que sólo hablaba con él para poder tener ventaja de que alguien le trajera de su casa a la facultad, ese chico tenía auto.

    ••••
    «No soy lo suficientemente buena para siquiera ayudarlo a moverse en ese mar de lágrimas, no sirvo como novia, por eso caí en la friendzone»murmura con una risa triste.​

    Una Brunchi de 20 años, viendo como aquel chico tierno y "malvado" decía necesitar tiempo a solas. Dándole la razón que ni como novia servía para levantarse de aquella depresión. Se limpia las mejillas con una risa irónica y sin sentimientos.

    ••••
    «Prometo ya no caer en las manos de amor, nadie tiene el valor de sólo ser él y darse cuenta que sólo con él, mi mundo está completo. Nunca seré suficiente para nadie, lo prometo por ésta melancolía que siento»murmura deprimida.​

    Brunchi se 21 años, a tan sólo dos semanas de haber culminado la relación con su ex, había visto que éste chico ya estaba enamorado de otra. Dándole la razón y verdadera sinceridad de que nunca fue nada para él.

    //////////

    Al terminar de ver todos aquellos cortos recuerdos Tsubaki, mira a la pelinegra que sonreía triste.

    —Perdóname por no cumplir mi promesa, el amor es algo que escapa de mis manos –dice Brunchi mientras se vuelve a alejar de él.

    Pero Tsubaki con un rápido movimiento la atrae hacia él, la abraza logrando que ambos fragmentos rotos y corrompidos por la melancolía se vayan sanando con aquel sincero como dulce gesto.

    Brunchi ríe un poco.

    —Me alegra haberte conocido baki~ –pronuncia infantil.

    Tsubaki ríe sincero sin fingir. Y le da un beso en la frente.

    —Te perdono, ahora sé feliz con ese perezoso, ve~ –dice como un hermano mayor, Tsubaki, el servamp de la melancolía.

    Brunchi sonríe ampliamente.

    —Lo disfrutaré al máximo, nunca se sabe cuando es el último momento para compartir tiempos únicos y locos, Saludos y mucha lokura Tsubakyun ~ –se despide Brunchi, para luego corriendo hacia Kuro.

    Quién, enseguida recibe un abrazo de la pelinegra.

    —Ha~ vayamos a casa Bru...–bosteza Sleepy ash, llevando de la mano a la pelinegra.

    Tsubaki ríe y desaparece en la oscuridad. Mientras tanto Brunchi y Sleepy Ash, se van a su hogar.

    /////////////

    Dos meses después.

    Hace dos meses Brunchi de loca y aventurera, le pidió a Kuro para ser novios, lo normal sería que el joven vampiro lo hubiera hecho pero como saben, ella no es muy normal por lo que claramente lo había ganado, estaba preparando lentamente el momento exacto para pedírselo. Pero bueno.

    Ahora ambos se encuentran en dirección a las clases ya era un poco tarde, Brunchi ayer se había desvelado jugando cosas pervertidas con Kuro, quién realmente había quedado sorprendido al principio, pero con el tiempo poco a poco iba acostumbrándose a la locura que ella portaba, la cual a veces parecía muy... Insana.

    Aquel día parecía tener algo extraño según Brunchi, y aunque Kuro había empezado a ser más sobreprotector con su eve también lo sentía. Pero justo cuando Brunchi se detuvo en mitad del pasillo hacia la clase, recordó algo, por lo que sacó su móvil y envió a todos los servamp e eve's un simple a caluroso mensaje.

    |Ten una grandioso día <3, espero que colores su mundo con su propia locura~ los quiere mucho, Brunchi.
    Saludos y mucha lokura ~|


    Mensaje enviado a Hugh, Lawless, Lily, Tsubakyun, Jeje, y sus eve's.


    Justo al llegar a clases el maestro dio un buen regaño a Brunchi por su llegada tardía pero de igual forma ingresó a dar clases. El tiempo pasó volando, Brunchi se había percatado que Hinasune no había venido a clases. O al menos ella no la había visto.

    //////

    Brunchi ya se encontraba a pocos metros de cruzar una curva que decían que era de la muerte. Pero ella había restado importancia como siempre, de igual manera era un atajo para su casa.

    Iba hablando con Kuro quien estaba en su forma gatuna con su collar reluciente de siempre, pero justo cuando ya tocaba cruzar sin ningún auto de por medio y ellos ya estaban a la mitad de cruzarla todo. Se escuchó un acelerar de unos neumáticos, Brunchi se alarmó e intentó moverse pero Sleepy Ash al ver que se movía lento, y que no había tiempo para esquivar el auto intentó proteger ante todo a su eve y novia con su cuerpo junto con ello también se rompiera el collar por el choque tan brusco que la cabeza de la pelinegra se golpeó, al instante se quejó.

    —Itte... K-kuro... ¿E-estás bien? –pregunta apenas en un murmuro.

    Sleepy ash ve que de la cabeza, y nariz de su novia salía sangre, y aun preguntaba por él, lo tenía agobiado. Dirigió la vista al auto quien minutos después había chocado con la muralla dejando un cuerpo y cabello a relucir, el dueño de aquellas intenciones junto con el auto, era el de la pelirroja, Hinasune.

    —Tonta~ resiste –pronuncia Sleepy ash, mientras busca el móvil, rápidamente llama una ambulancia, y luego a Hugh.

    Notificando los acontecimientos.
    Brunchi no se sentía bien, le costaba observar y mantenerse despierta.

    —K-kuro tengo sueño –murmuró Brunchi, empezando a cerrar los ojos.


    —No duermas mi dulce Locura, aguanta un poco más~ –suplica.


    Pero Brunchi ya había perdido la conexión de audición, y justo cuando se escucharon las alarmas de la ambulancia acercarse, perdió el conocimiento.


    Kuro al ver aquello como si nada, claro algo sangrante, se levantó y llevó en brazos a su novia junto a los paramédicos. Estos intentaron curarlo, pero él sólo quería que la ayudasen a ella.

    Al par que lo hacían lo curaban. Pero temía que su locura insana le hubiese pasado algo grave.

    ///////////

    8 horas después.

    Habían llegado al hospital, Hugh y los demás servamp que conocían a Brunchi ya se encontraban en la espera de noticias buenas.

    En esas horas la pelinegra había entrado en terapia intensiva, el golpe que había recibido en la cabeza había sido fuerte, y no sabían los doctores cuán grave podría llegar a ser.

    —Familia de Brunchi Alfonzo –dice el médico saliendo por las puertas.

    Kuro se levanta con tremendas ojeras y palidez.

    —Nosotros...¿Cómo está? –contesta.

    El médico lo observa con lástima, suspira.

    —Hicimos lo que pudimos, pero el daño en la cabeza fue grave, puede tener un gran trauma cerebral y haber perdido gran parte de su memoria, pero pudimos estabilizarla –explica.

    Todos en la sala al escuchar aquello miran a Sleepy ash con pesar, iba ser él y ellos los afectados en todo esto. Aunque más a Sleepy Ash quien en medio del choque el collar que Brunchi le había regalado a Kuro se había roto. Logrando que el contrato terminara.

    Dando como resultado que en estado sentimental era la única unión entre Brunchi y Sleepy ash. Pero si ella perdía la memoria.


    ¿Acaso le costaría más que lo recuerde a él?


    El servamp de la pereza al entrar en la sala junto a su novia, quién poseía millones de cables y respirador es junto a un vendado en la cabeza, veía con tristeza aquella escena.

    Nunca él había pensado que la vería de nuevo en el hospital y en peor estado que la última vez.

    Se acercó y sentó a su lado, agarró con delicadeza la mano de la pelinegra, dejando un suave beso, junto a lágrimas que recorrían su rostro.

    —Bru... No me olvides, por favor, te amo...



    Suplicó Sleepy Ash, quedándose así a su lado, en espera a que Brunchi despertara y que todo esto sólo fuese una pesadilla.
     
    Última edición por un moderador: 13 Marzo 2018
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