Andy Ruswell corría frenético sosteniendo las gafas de montura ancha que le acrecentaban sobre manera aquellos vivaces ojos café, el corazón le latía en las sienes y la respiración le faltaba, sentía que vomitaría víctima del cansancio y la adrenalina. la vida del instituto no es nada fácil para un chico como Andy, ser el cerebrito de la clase te convierte en blanco fácil para los brabucones del colegio. A mala hora se le ocurrió negarle la copia del examen de matemáticas a Billy Butch, el matón más temido de la secundaria. ahora era partícipe de una gran cacería, para su mala suerte, él era la presa. Billy Butch, Henry Collins y Peter Stevenson le pisaban los talones, tenían una buena dosis de golpes para aquel asqueroso cuatro ojos insubordinado que había hecho repetir año una vez más a Billy. Con una ventaja muy reñida de media cuadra, Andy creyó que lo lograría, tan solo tenía que girar en la siguiente esquina y estaría a escasos metros de casa, aunque aquellos gamberros le dieran alcance no se atreverían a ponerle las manos encima con los vecinos viendo. Pero no fue así, el destino es cruel con los chicos impopulares que usan gafas ahumadas, ellos no tienen derecho a evadir el dolor ni el sufrimiento, es una regla impuesta por la naturaleza, es como un precepto de un dios bromista. Un resbalón lo desequilibró justo al girar en la esquina que era su salida de emergencia. cayó de bruces contra el asfalto quebrándose las gafas y el tabique, se trató de incorporar velozmente mientras que la sangre comenzaba a caerle en ostentosos hilos sobre los labios, pero las manos de Billy lo sujetaron y lo lanzaron hacía el otro extremo, Andy voló como una hoja en medio de un huracán cayendo en las garras de Henry y Peter. —¡Sujétenlo fuerte!— gritó Billy, y sus acompañantes lo tomaron uno de cada brazo, lo estiraron a manera de dejar su torso descubierto. Mientras hacían eso, ambos reían e incitaban a su líder a darle una paliza. —¡Vamos Billy, pártele la cara!— gritaba con euforia Peter mientras Henry le retorcía el brazo a su presa. Billy adoptó la posición de un boxeador frente al saco de arena, una mueca parecida a una sonrisa se formo en su rostro dejando al descubierto unos dientes amarillentos. — ¡A ver cuatros ojos!—, farfulló el gamberro sin bajar los puños. — ¿que debes hacer cuando el buen Billy te pida copiar en un examen— Andy tragó saliva y su manzana de Adán hizo un leve desliz bajo la piel de su garganta. — Dártela— contestó en un susurro, que parecía más un gimoteo. — ¡Respuesta correcta!, ¡tenemos un ganador! – dijo Billy haciendo una burda imitación del presentador de un programa de concursos. — Te lo has ganado pequeño imbécil— dijo Billy con tono amenazante. El brazo de Billy silbó en el aire y se enterró con fuerza en el estómago de Andy, una bocanada de aire se escapó por la boca de la víctima seguida por una escandalosa tos. — Me aseguraré de que nunca olvides esta lección— dijo Billy. Y acto seguido se dedicó a lanzar una ráfaga de golpes sobre el maltrecho Andy, varios le dieron en las mejillas, otro le rompió el labio superior, dos más dieron de lleno en el pecho y así sucesivamente, Andy Ruswell se vio envuelto en una horrible sinfonía de dolor. Mientras el ultraje se llevaba a cabo, algo sucedida en el interior de aquel muchacho, un odio ferviente le masticaba el alma, era una clase diferente de odio, no el frecuente, ese que vertimos con saña sobre nuestros adversarios, Andy se sentía sucio y se odiaba a sí mismo, mucho más de lo que podía odiar a Billy, a Henry y a Peter. — ¡maldito idiota, has algo! — Le gritaba una bestia que arañaba con sus feroces garras la pared subconsciente de su alma, un demonio animal desencadenándose con cada golpe que recibía el cuerpo de su débil recipiente . Me odio a mi mismo por no poderme defender, me odio porque estoy en esta situación por que he decidido ser el eslabón mas débil en la cadena alimenticia de este bosque de asfalto. En ese momento Andy deseo con todas sus fuerzas que aquel ser investido de furia y maldad se liberara y desbocara como una fiera enardecida contra aquellos malnacidos. Andy cayó al suelo como una mortaja pesada a los pies de Billy Butch, quien jadeaba exhausto y con los nudillos adoloridos. — que no se te olvide quien manda cuatro ojos— fue lo último que Andy oyó luego de las pisadas que se alejaban, los gamberros se habían ido. Con el alma mas adolorida que el cuerpo Andy entró en su casa, no le preocupaba en los absoluto su estado, ya que sus padres no llegarían hasta en la noche, eso lo alivió un poco, ya que tendria un par de horas para poderse limpiar la sangre y usar los lentes de repuesto, ya vería como resolveria lo de los moretones que llevaba en el rostro y la nariz quebrada. Entró a la ducha con el flacucho cuerpo desnudo y se dejó caer en el frio suelo del baño, se enrolló con las rodillas a la altura de la barbilla y mientras la lluvia artificial que emanaba de la regadera lo mojaba, comenzó a sollozar, sus lagrimas se confundían con las frías gotas de agua y el oscuro cabello se le pegaba en la frente. —¿Porqué no puedo ser mas fuerte?— se preguntó en voz alta a si mismo, ¿porqué no puedo defenderme?. Fue en ese momento que se dio cuenta de lo bien que se sintió escuchando a aquel demonio animal dentro de su alma, tan decidido y poderoso que podría haber acabado con aquellos tipejos en un dos por tres, se descubrió pensando en que ese Andy siniestro y diabólicamente poderoso debía reinar en aquel dedil cuerpo, ese era su más ferviente deseo. Luego de la ducha Andy decidio salir, quería prolongar en la medida de lo posible el largo interrogatorio que sus padres le harían al llegar a casa, cabisbajo y meditando que decir cuando porfin llegara la hora de verse cara a cara con sus progenitores. Pasó las horas caminado en las calles concurridas. Uno a uno las gentes se fueron esfumando y una luna llena y plateada decoraba el firmamento destellando influjos hermosos y fantasmagóricos. El accionar de sus pasos sin rumbo le llevarón al parque, ahi reinaba el silencio y la fresca brisa de la noche mecia los arboles, se sentia en paz , guiado por el encanto de aquel lugar que a esas horas parecia místico. Andy decidio reposar en una banca mientras trataba de olvidarse de aquel nefasto día. Aun tenia el labio superior hinchado y el tabique le dolía sobremanera, — necesitaré un médico— dijo por lo bajó mientras clavaba la vista en la hermosa luna que le alumbraba a través de los árboles, aún perdido en la paz de aquel santuario silencioso hubo algo que interrumpió sus pensamientos, un sonido de hojas revolviéndose dirigió su atención hacia los arbustos, los ojos de Andy se abrieron como platos y le pareció vislumbrar una figura canina entre el follaje del oscuro parque. — lo que me faltaba, para cerrar con broche de oro un perro me atacará pensó— . Instintivamente se puso de pie, aunque sabía que correr no serviría de nada, no pudo escapar de la pandilla de Billy estando en perfectas condiciones, era obvio que no podría escapar de un perro en el estado en que se encontraba. El supuesto animal se movió ágil en la oscuridad, Andy lo seguía guiado por el sonido, de pronto, el animal salió de entre los arbustos, Andy palideció ante la idea de ser mordido, pero cuál fue su sorpresa al ver a una indefensa ardilla correr hacia la calle perdiéndose en la lejanía entre las farolas del lugar. Suspiró sintiéndose torpe y sonrió con lastimera satisfacción. — Estoy demasiado paranoico— pensó agachando la cabeza y ajustándose las gafas. — Estas malditas gafas me hacen ver de mas se dijo a si mismo— Aun seguía inclinado, cuando una suave mano le acarició el cabello. Alzó la vista y vislumbró al ser más bello que jamás pudo imaginar, bañada en los rayos plateados de la luna, una hermosa mujer de piel blanca y largos cabellos ondulados y oscuros estaba frente a él, le perforó el alma con sus hermosos ojos verde olivo. — ¿Que sucede? Preguntó Ella con una dulce voz que embelesaba los oídos. Andy se quedó pasmado si contestar nada, — ¿Te han comido la lengua los lobos?— Preguntó la chica sonriendo y dejando ver una pulcra hilera de dientes. — Bu.. bu.. buenas noches farfulló Andy— La chica volvió a sonreír. — Con que si puedes hablar, afirmó ella en tono de chiste— Andy esbozó una tímida sonrisa, aquella misteriosa joven se sentó al lado del chico, y posó sus hermosos ojos en la luna, ella suspiró y dijo, casi como en un susurro enamorado, — Es hermosa ¿no crees?,— — ¿ehhh?— Exclamó Andy, sacudiendo la cabeza como atontado, — la luna, recalcó ella, — si— contestó el chico que aún seguía abrumado por la belleza de aquella extraña joven. — ¿Cómo te llamas?— Preguntó amablemente al chico. — Mi nombre es Andy, respondió con presteza y nerviosismo— Mucho gusto Andy mi nombre es Nérida— respondió ella Andy se sintió fascinado con aquella joven, ella era un misterio insondable, hasta su nombre sonaba medieval y antiguo. Le llamó la atención cómo la chica comenzó a dilatar sus fosas nasales olfateando algo. No pudo evitar mirarla con curiosidad. — No me he equivocado al seguirte el rastro— dijo Nérida, tu olor es muy particular, distinto al de los demás. Andy la miró con extrañeza sin decir nada. — ¿Qué te ha pasado Andy?— preguntó ella con naturalidad mirándole el labio amoratado. El chico se sintió apenado e invadido con esa pregunta, una perfecta extraña estaba preguntándole cosas un tanto personales tan casualmente como dos amigos charlando en un café. — No quiero hablar de eso contestó el con brusquedad. — ¡Vamos Andy! Replicó Nérida— después de esta noche agradecerás el haberte encontrado conmigo, o mejor dicho, el que yo te haya encontrado. En este punto de aquella extraña conversación Andy comenzaba a sentirse algo intimidado, estaba hablando como si ella fuera un animal rastreando a su presa. — Está bien adivinare, dijo ella pacientemente— tu padre es alcohólico y te ha dado una buena tunda, eso explicaría el hecho de que estés aquí varado en soledad para no llegar a tu casa. — No, respondió Andy cortantemente— usted no sabe nada de mí. — Está bien, está bien— respondió Nérida con un tono apacible. — solo contéstame algo, prosiguió ella— ¿no te gustaría darle su merecido al que hizo esto?. Ella extendió su mano y sobó la mejilla amoratada de Andy, en ese momento la sangre del chico comenzó a hacer ebullición, recordó a los tres malnacidos que le habían ajusticiado por la tarde, y claro que si, quería venganza. Al recordar volvía a escuchar en su interior a aquel Andy monstruoso y feroz extendiendo sus garras y haciéndolas rechinar contra el metal. — ¡maldito idiota, has algo! Volvió a gritar aquella voz salvaje que parecía un gruñido— — ¡Claro que si! , ¡Quiero venganza!— Gritó Andy. El parque quedó en un silencio aún mas sobrecogedor que al principio. Nérida lo miraba con satisfacción con aquellos ojos verdes que parecían centellar, se levantó de la banca y se colocó justo enfrente de Andy. — La venganza tiene un precio muy alto Andy -le dijo- ¿estás dispuesto a pagarlo?. El chico asintió temeroso. — Muy bien exclamó Nérida— no voy a mentirte Andy, esto va a doler mucho— El chico palideció y un terror inexplicable se apoderó de el. El rostro de Nérida se comenzó a deformar, su boca y nariz se expandieron formando un hocico, aquella pulcra hilera de dientes blancos se torno en un conjunto de colmillos amarillentos y babeantes, su bella piel blanca se comenzó a poblar de un denso pelaje plateado y sus ojos verdes se dilataron tornándose amarillos, sus piernas y brazos se quebraron dando paso a enormes patas que terminaban en filosas garras, en pocos segundos Andy tenía frente a el a un verdadero licántropo, un aullido sonoro le ensordeció seguido de un brutal rugido, un intenso calor le recorrió el brazo izquierdo mientras sus gafas se salpicaban con su propia sangre, había sido el zarpazo de la bestia. Andy caía de espaldas mirando a través de sus ensangrentadas gafas el destello siniestro de la luna plateada, estando en el suelo con las últimas luces de su conciencia pudo ver alejándose una desnuda silueta femenina, y escuchó la dulce voz de Nérida que le decía... si sobrevives tendrás tu venganza. Andy despertó súbitamente. El sudor le recorría el cuerpo en densas gotas que aparatosamente perecían en una húmeda silueta sobre el colchón. El suave contacto con las sábanas se le hizo familiar, miro en derredor y cayó en cuenta que estaba en su habitación. Los recuerdos llegaron agolpándose ruidosamente en su mente. ¿Todo lo que sucedió ayer fue real ?, ¿cómo llegué a casa?, ¿aquella bestia fue real?. Era demasiado para asimilar en tan poco tiempo. Estaba tan concentrado en sus pensamientos que fue hasta mucho después que notó algo que lo dejó atónito. Hace años que no tenía una vista tan clara, no llevaba las gafas puestas y sin ellas le era casi imposible ver. Eso creía hasta que se levantó esa mañana con la visión tan cristalina como un manantial. También notó que el dolor del tabique había desaparecido, corrió presurosamente al espejo que colgaba en el cuarto de baño, alzó la vista y frente a él estaba Andy Ruswell, sin moretones en el rostro, sin el tabique torcido y sin gafas. Era Andy Ruswell pero uno diferente, por primera vez en su vida no había sentido pena y asco al verse al espejo. Se sorprendió sonriéndole al espejo, — ¡Maldita sea se siente tan genial¡— susurró con excitación, este soy yo, el que siempre he querido ser. Estaba tan extasiado de su visión en el espejo que pensó que toda su vida anterior había sido tan solo una pesadilla. ¿Qué tal si Billy, Peter y Hery eran solo producto de su subconsciente?, ¿qué tal que los últimos 15 años de su vida solo habían sido un mal sueño? Y que en realidad su vida era magnífica y exitosa?. De pronto a su mente llegó el recuerdo de Nérida transformándose en aquel terrible ser, su alma sintió miedo, recordó aquel intenso ardor en su brazo izquierdo y con el horror pintado en su rostro giró lentamente los ojos y se miró el brazo. Sus ojos cafés se abrieron como platos, ahí estaba, una enorme cicatriz de cuatro garras. Los hombres Lobo eran reales. La chillona voz de su madre le despertó del terror haciéndole dar un respingo. — ¡El desayuno está listo!— gritó la mujer. De pronto las fosas nasales de Andy se expandieron instintivamente. Una ráfaga de delicioso aroma se coló en su nariz, pudo percibir con una claridad sobre humana el aroma del tocino grasoso y crujiente, los huevos y la ketchup se mezclaban como una agradable nube de sensaciones en su nariz, estaba seguro que nunca en su vida había percibido tan claramente el aroma de la comida. — ¡En un segundo bajo mamá!— respondio feliz Se colocó una camiseta y unos jeans y se dio otro vistazo en el espejo, su cuerpo también había cambiado, se le notaba mas atlético menos enclenque, sonrío a pesar de sus temores. Bajó corriendo las escaleras, saludó a su mamá que apenas se percató de la ausencia de las gafas de Andy, seguían sin prestarle atención por alguna razón a Andy ya no le importaba este hecho. Tomó su desayuno y salió como un rayo por la puerta para dirigirse a la escuela. El día transcurrió con normalidad, las clases habían finalizado y Andy caminaba lento y meditabundo por la ciudad. Aterradores flashbacks de su encuentro con Nérida se agolpaban en su mente, estaba tan inmerso en sus pensamientos que no notó como tres siluetas se dibujaban detrás de el. — ¿Donde están tu par de ojos extra perdedor? — exclamó una voz molesta y familiar. Los dejé olvidados en la recamara de tu madre después de follármela imbécil- contestó Andy instintivamente y sin voltear. Hasta él se sorprendió de haber dicho tal cosa sobre la madre de Billy Butch el mismo tipo que horas atrás le había dejado medio muerto. Billy, peter y Henry se quedaron en silencio casi estupefactos por la reacción de Andy. — ¿Qu..qu..que has dicho idiota? Dijo Billy— En su voz se notaba un dejo de temor más que de confusión. — Lo que oíste idiota— contestó Andy aun mas furioso y ahora con plena conciencia de lo que salía de su boca. Aquella bestia interna volvía a arañar las paredes de su mente, aquel ser re gorgoteaba y se arremolinaba con furia en su interior queriendo destrozar la jaula que lo aprisionaba. El puño de Billy Butch se estrelló con fuerza en la espalda de Andy, pero este ni se inmutó. Los tres patanes quedaron atónitos mientras veían con asombro como El chico se volteaba hacia ellos con una turbulenta mueca que parecía una sonrisa. ¡Mi turno! exclamó Andy con euforia, y enseguida soltó un violento puñetazo que se incrustó en el rostro de Billy haciéndolo desplomarse a los pies de su antigua víctima. — ¡Eres hombre muerto!— Farfulló Peter mientras se lanzaba contra Andy. Solo si me alcanzan –contestó el chico mientras echaba a correr-. Peter fue el primero en ir tras el, pero Henry ayudaba a incorporarse a Billy quien tenía un denso hilo de sangre brotándole de la nariz. Pronto los tres estaban persiguiendo a Andy nuevamente. Pero algo era diferente esta vez, era Andy quien corría mas no quien tenía miedo, en cambio los tres gamberros seguían la persecución pero algo dentro de ellos les aterrorizaba, ellos eran la presa que corría hacia la trampa. El sol se ocultaba velozmente en el horizonte muriendo entre destellos naranjas y purpúreos, pero la persecución seguía, aquel chico escuálido que antes había sido tan fácil de atrapar ahora llevaba una amplia ventaja contra los gamberros, tenía una velocidad casi animal y el sol se había extinguido por completo. Andy se detuvo de pronto en el centro de aquel solitario parque donde la noche anterior había conocido a Nérida, sus perseguidores se detuvieron frente a él agitados y sudorosos. — Aquí termina el juego dijo Andy- — Así es hijo de puta— replicó Billy que se abalanzó sobre él con furia. Ambos cayeron sobre el pasto, Billy tomó la delantera y estaba sobre Andy, Billy comenzó a darle una tanda de golpes en el rostro.El gamberro terminó agotado y con los puños adoloridos, su asombro fue enorme al ver a Andy sin ningún moretón ni rasguño tendido y sonriendo. ¡Qué diablos eres! – exclamó Billy- — Tu peor pesadilla contestó Andy— La luna llena comenzaba a dibujarse sobre el temprano cielo nocturno, una furia indescriptible se apoderó de Andy quien tomó de los hombros a Billy tumbandolo en el suelo, ahora era él quien estaba encima, la fuerza que Andy ejercía en los hombros de aquel abusador era descomunal, los brazos de Billy comenzaban a amoratarse y pudo ver con terror como los apacibles ojos cafés de su verdugo se tornaban amarillos bestiales, era como ver a un animal salvaje a punto de devorar a su presa. — ¡Andy perdóname! Gritó Billy- — ¿Perdóname? Dijo Andy con una voz gutural que se confundía con el ladrido de un perro. — ¡años de ningunearme, de golpearme de llamarme cuatro ojos y humillarme y ¿ahora tu pides clemencia?! , ahora me llamas por mi nombre, ahora que te he hecho sangrar, ¡basta de estupideces Billy!.— dijo el chico con furia Peter y Henry estaban congelados de pánico y no podían hacer nada, no reaccionaban ante la situación. La luna llena comenzó a destellar sus influjos plateados sobre la ciudad y la bestia se liberó, Andy comenzó a convulsionar y se retorcía de dolor todo esto sin liberar a Billy. Su aspecto comenzó a transformarse, su boca se alargó transformándose en un hocico de protuberantes dientes salivosos, sus extremidades Billy Butch estaba atónico y en shock por el terror. Aquel ser monstruoso alzó el rostro hacia la luna y produjo un aullido estremecedor, Peter y Henry salieron corriendo abandonando a Billy a su suerte mientras aquella bestia hundía sus afilados dientes en el estómago de su víctima y despedazaba uno a uno sus extremidades, aquel pelaje pardo se tiño de carmesí y las fauces que antes derramaban saliva ahora despedía borbotones de sangre. Lo último que Peter y Henry escucharon de Billy fueron sus agónicos gritos de auxilio. Habían pasado unas cuantas horas, Peter y Henry se encontraban temblando y sollozando en la estación de policías, habían denunciado el hecho, y pronto varias patrullas llegaron al lugar donde solo encontraron los restos desperdigados y deformados de Billy Butch. El oficial Stevenson se sentó frente a los chicos para interrogarlos una vez más. esta mierda es grave ¿lo saben verdad?- preguntó Stevenson. — ¡Y lo será más cuando él venga por nosotros!— , contestó Peter efusivamente casi al borde de la locura. — Cálmate hijo— replicó Stevenson.— Déjame ver si entiendo, un escuálido chico de nombre Andy Ruswell se transformó en una especie de lobo y mató a tu amigo Billy ¿no es así? – — Así es señor- contestó Peter con voz temblorosa- — Sabes pequeño contestó— Stevenson las mierdas como tú y tu amigo Billy son repugnantes, nada me haría más feliz que meterle un tiro en la frente a cada uno, pero ¿sabes?, por suerte hay leyes que los amparan, y tampoco creo que se merezcan tanto como lo que le pasó a Billy, encontraron su estomago hueco como si una bestia gigantesca se lo hubiera engullido, sus piernas y brazos separados de su torso y su cara con una horrible mueca de miedo, si me lo preguntan creo que se cagó en los pantalones antes de que esa cosa lo matara, y francamente si el chico, ese tal Andy es como me lo describen, no tendría estómago ni fuerza para hacer lo que hizo, al menos claro, que se convirtiera en un hombre lobo— Replicaba el Policía con tono irónico. — ¡Esas son puras mierdas! Y ustedes dos están metidos hasta el— decía Stevenson cuando El cristal de la estación de policías se rompió, una enorme bestia de pelaje pardo había irrumpido donde estaban Stevenson, Peter y Henry, la bestia se paró en dos patas, medía un aproximado de dos metros y sus ojos amarillentos se posaron sobre el oficial Stevenson, quien empuñaba una pistola. Abrió fuego contra el monstruo pero este no se inmuto y de un zarpazo decapitó al Oficial, luego se abalanzó sobre Peter y Henry. Aquella fue una masácre entre detonaciones y gritos de angustia aquel ser devoró a todo el personal de la estación de policía, reos, oficiales y civiles murieron aquella trágica noche. La escena era dantesca, miembros, cabezas y órganos internos decoraban las paredes de aquel sitio, pero todo había quedado en silencio, parecía que aquel salvaje demonio había terminado de saciar su hambre. Unos tacones resonaron haciendo eco en aquel Lúgubre lugar, luego una voz femenina comenzó a canturrear, “Let's swim to the moon, Let's climb through the tide. Penetrate the Evening that the City sleeps too high. Let's swim out tonight love, It's our time to try. Park besides the ocean,On our moonlight drive”. Era una mujer alta, blanca y de largos cabellos ondulados y oscuros, sus centellantes ojos verdes no parecían alterarse por el estado del lugar, se paseaba lentamente entre los cadáveres y restos humanos cantando aquella vieja canción, de pronto una sonrisa se dibujó en su bello rostro, - aquí estas exclamó ella. Mientras fijaba su mirada en el cuerpo de Andy, quien yacía desnudo sobre un charco de sangre y víseras, ella se inclinó y tomó al chico entre sus brazos, con la misma tranquilidad con la que había entrado, se alejó del lugar. En las afueras de la estación de policía Nérida permanecía inmutable con Andy en sus brazos, lo miró tiernamente y le susurró al oído, lo has hecho bien, este es el comienzo de nuestro legado, tomemos esta ciudad. Ante aquellas palabras cientos de centellantes ojos amarillos se aparecieron en las sombras y un sin fin de aullidos se elevaron hacia la luna presagiando que la noche más oscura estaba por llegar.
Me ha llamado la atención del título y la verdad es que me has logrado enganchar con tu historia *_*. El chico asustadizo de pronto se venga pero has manejado las situaciones de manera increíble, los diálogos, los sentimientos, la forma de pensar de los personajes...todo, en serio, enhorabuena :D. Cuando le dice lo de su madre al chico ha sido en plan: Contenido oculto Me ha gustado mucho tu forma de narrar las cosas, como Andy trata de quitarse las heridas para que no le vean sus padres, como actúa según con quien este, etc. La historia pinta bastante bien y aunque solo llevas un capítulo pienso que puede dar mucho si la sabes manejar. Tengo muchísimas ganas de leer la continuación y creeme, no es algo que suela pasarme xD. Ahora bien, hay unos pocos fallos pero que son sencillos de corregir ^^. El primero es darle una lectura antes de publicarla porque a principio de diálogos va en mayúscula y en algunas ocasiones no la has puesto. Luego trata de separar la narración y descripciones del diálogo con un espacio para que no este todo tan apelotonado y pueda dar una mejor presentación al fic. Esos son los ''fallos'' por así llamarlos, como ves son fáciles de solucionar. Lo que más deseo ver es la evolución del personaje, te recomiendo que lo hagas poco a poco y no todo de golpe, que vaya asimilando su transformación en otra clase de persona :3.
Hola que tal :) muchas gracias tomaré en cuenta tus comentarios, me da mucho gusto que te haya gustado saludos :)
Me ha parecido interesante la historia. Creo que ha comenzado bien, no se puede decir que hayas caído en un cliché. Además, los dos personajes principales me han caído bien, me gusta mucho como los vas desarrollado conforme avanza el capi. Debo decir que me ha sorprendido lo que le pasó a los "Busca pleitos" pues volaron en pedazos, además todo lo ocurrido, ya que al parecer habían varios lobos. Creo que esos es todo lo que tengo que decir, espero que no abandones la historia, y además aplica el consejo que te dejaron en el primer comentario. Me ha sido un poco complicado enteder algunas cosas, y debido a eso debí esperar algunos segundos para encontrarle el significado. Saludos!
Hey muchas gracias por tomarte tu tiempo para leer y por tus comentarios :), en realidad es una historia con un final abierto, no he pensado en hacerle continuación, pero dado a que esta gustando mucho puede que considere darle un cierre. muchas gracias por pasarte a leer saludos :)
Hola, me ha gustado la historia del chico débil convirtiéndose en hombre lobo, aunque la mujer esa se aprovechó de su situación, lo malo es que parece que no puede controlarse porque también mató a gente inocente y a sus compañeros igual, a pesar de solo tener rabia y odio con alguien especifico. bueno a ver que nuevo propósito le tiene esa mujer al protagonista :3. Me ha gustado la narración bien fluida y claras descripciones. Saludos
Bueno, compa xD. Decidí pasearme por tu ficha de autor... luego vi que solo tienes DOS trabajos. Me sorprendí, pero no debería ser así, puesto que fácilmente ahora veo que recién te uniste a nosotros el día 3 de Enero xD. Jejeje En sí, la historia es bastante larga pero no tan pesada n_n. Me da un poco de pena el pobre Andy... mira que las leyes de las escuelas típicas que se ven en la TV gringa siempre se garchan a los chicos listos. Billy Butch fue un completo pelmazo que tuvo una merecida muerte a manos del chiquillo a quien le exigía de mala manera los apuntes para un examen... Y luego... ¡El Hombre Lobo se los garcha a todos! xD jajajajajaaaa. Como sea, sé que es tu primerísimo trabajo, pero deberías vigilar mejor la narrativa y practicar con el guión largo. ¿Cómo? Pues leyendo otros trabajos xP. Hacerlo por intento y error es un proceso algo largo n_nU Como sea, nos veremos en otra OuO
Oye muchas gracias por pasarte a leer y por tus recomendaciones, tomaré mucho en cuenta tus consejos de leer otros trabajos, muchas gracias nuevamente y saludos :)
Qué buen relato, algo cliché dentro del género del horror (hombres lobo); pero la historia está bien llevada. Todos estamos de acuerdo en que la frase que dice Andy sobre la madre de Billy fue mítica jajaja. Y para mí el mejor personaje es Nérida, la escena final en la que canta mientras anda entre la comisaría llena de órganos y sangre fue impresionante. No sé si lo continuarás al final o no, en mi opinión el final así como está queda bien; pero si decides hacer una continuación me encantará leerla. Paso a comentar los fallitos de escritura. Como suele pasar, tienes varios errores ortográficos que deberías revisar. Lo más destacado son los diálogos y los guiones que ya te comentaron antes. El problema está en que no están bien situados, a veces metes narración dentro del diálogo y viceversa. Para añadir narración dentro de un diálogo debes encerrarlo entre guiones, como si de un paréntesis se tratara, tal que así: Contenido oculto: Versión original — No me he equivocado al seguirte el rastro— dijo Nérida, tu olor es muy particular, distinto al de los demás. Contenido oculto: Versión corregida — No me he equivocado al seguirte el rastro —dijo Nérida-, tu olor es muy particular, distinto al de los demás. (Sería un guión largo, no corto. Tengo peleas con el teclado para hacer guiones largos. XD) Si la narración está al final del diálogo, solo debes poner un guión sin necesidad de cerrarlo. También evita usar dos diálogos distintos para un mismo personaje, es mejor usar un guión de diálogo por personaje. Y esto también te lo han comentado, pero lo repito. Deberías vigilar las mayúsculas al principio de las frases, se te ha escapado alguna minúscula jejeje. Te aconsejo que releas tu historia y corrijas todos los fallos que veas; no solo mejorarás el relato, también practicarás los errores cometidos y mejorarás tu forma de escribir que ya de por sí es buena. ¡Ánimo y escribe más relatos como este! ^-^
Amigo muchas gracias por tus consejos es algo que ya estoy poniendo en práctica, mejorare todo lo que me has dicho, gracias por pasarte a leer, saludos :)