Lilo & Stitch [Lilo & Stitch] Experimento 626 [UVD- Mi yo del pasado]

Bueno, nuevamente escribo de fandom, que lo disfruten.



Imaginen que lo primero que ven al llegar al mundo es una risa malvada, una extraña con grandes incisivos de una especie de ratón, las posibilidades de lo que puedas ser, creer y querer para ti, se ven ampliamente reducidas.

― Jumba, se ve pequeño ¿estás seguro que esta cosa es el arma definitiva? ― preguntó el roedor blanco mientras lo observaba despectivo.

― ¿Arma?... ― repitió dudoso.

― Claro que sí tonto, todos nuestros experimentos son justo eso ¡armas para dominar la galaxia!.

― Yo, bueno, estaría bien crear un poco de caos, por diversión, pero yo no quiero lastimar a nadie, tengo buenos amigos, como Lira, la de la tienda de piezas mecánicas…

Parecía curioso que el hámster de menor tamaño intimidara fácilmente a la otra criatura mayor en volumen y estatura, pero era así, bastaba una mirada inquisitiva para este fuera bajando la mirada y cediendo a muchas de sus peticiones.

Miró a su más reciente creación, con un poco de imaginación se parecía mucho a él, de alguna manera le hacía tenerle más apreció aunque no se lo diría a nadie.

― Le hace falta cargarlo con un poco más de energía, unas sesiones más para que todos sus componentes se fundan en su cuerpo, pero esencialmente esta listo. ― explicó Jumba.listp

― Quiero verlo.

Accionando un interruptor dejaba caer frente a él una enorme nave espacial, la pequeña criatura de color azul detrás del cristal retrocedía un tanto asustado en un inicio extrañado por aquel objeto que nunca antes había visto.

― ¡Destrúyelo 616! ― exclamó Jumba.

Observó al científico malvado que le había dado la orden, se señaló con una de sus garras para asegurarse que le hablaba a él, luego de que afirmó con la cabeza, rugió y se lanzó hacia la nave arrancándole trozos. El roedor miraba esto insatisfecho y presionando algunos botones accionó las defensas de la aeronave, varios rayos láser se disparaban de diferentes lados, varios terminaron impactándole a 616 mientras que algunos pocos más los esquivaba, sin embargo el último de ello cargado a toda potencia terminaba lanzándolo con fuerza a la pared dejándolo fuera de combate.

― Es un fracaso, igual que tú, Jumba ¡Me largo!― sentenció el hámster.

Jumba dolido en su orgullo golpeó el cristal y un malherido 616 observó esa mirada llena de rencor y decepción que probablemente no se merecía y por la que en algún momento en el futuro se disculparían, pero en ese instante marcaría en el su propósito: debía destruir más y mejor.

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En su corta vida no existía nada más, su mente lógica pero simple, le había llevado a pensar que si continuaba con el mismo comportamiento que siempre había tenido todo iría bien, Jumba lo había aceptado de esa manera y de alguna manera en las personas causaba algún tipo de impacto, no tenía la suficiente experiencia para entender que no era precisamente uno positivo, pero lo causaba. Hace unas semanas había caído en este planeta, dispuesto a seguir dando lo mejor de sí, pero le regañaban, le temían, tenía una nueva serie de prohibiciones que chocaban con todo lo que había aprendido antes, con todo lo que le parecía divertido.

Tal vez este no era su lugar, tal vez jamás sería “un buen ciudadano”, pues incluso de nuevo había querido esforzarse en lograrlo pero solo habían ocurrido un desastre tras otro y todo había terminado de la peor forma, aunque no entendía del todo lo que ocurría, eran seguro dos cosas, aquella niña que lo había acogido llamada Lilo estaba pasando por algo muy difícil y segundo, era todo por su culpa. Sin embargo, volver a ser aquella criatura que solo pensaba en destruir todo tampoco le parecía lo mejor.

Mientras tomaba aquel libro en sus manos y cruzaba el umbral de la ventana, se preguntaba ¿a qué lugar el pertenecía?.


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Despertaba sorprendido escuchando una voz familiar, una que lo arrastraría a su antigua vida, no había comprendido que la pequeña Lilo había sembrado una semilla de bondad que se resistía a desaparecer, en este momento esta era la motivación que la impulsaba a irse lejos.

― Alto, alto, no escapes…― le advirtió Jumba apuntándole con un arma de rayos.

― Buscando, familia― murmuró inseguro de las palabras que decía, inseguro pues le era difícil creer en ellas.

― Tú no tienes, yo te cree― le respondió Jumba.

―Mmmm, tal vez, yo…tenga…

― No, vamos de regreso a la nave, te sacaremos de aquí…

¿De regreso? Se recordó a si mismo destrozando cosas, pensando la manera más eficiente de estallar un sitio, causar un corto circuito, romper cualquier material, cómo la emoción llegaba al momento, luego de la aprobación de su creador, pero era breve y pasajera.

Esto lo motivó a salir huyendo, sin percatarse que lo hacía hacia el lugar del que se había ido hace poco, la casa de Lilo.

Tarde se percató de su error, Jumba en ese momento era la clase de criatura que él había sido, motivado por causar solo desastres, sin ningún propósito positivo, solo destrucción, sin pensar a quien podría lastimar y él no quería que le pasara nada a Lilo, era su amiga.

― ¡Bocho pega duro! ― exclamó tomando un Volksvagen e impactándolo contra Jumba, sin darle tiempo de levantarse de nuevo volvió a golpearle― ¡Bocho pega más!.

La estructura de la casa se debilitaba, era un ataque tras otro y la pequeña niña de cinco años en medio de todo esto, Jumba le apuntaba con el arma de rayos, un chiste para la piel impenetable de Stitch pero seguramente letal para una humana pequeña. Generalmente Stitch pensaba más rápido que una super computadora desarrollando estrategias más viables para afrontar cualquier eventualidad, una zanahoria en la entrada del cañón del arma una vez que el disparador ya había sido accionado, era algo difícil de afrontar.

― No juegues con armas.

― Oh, claro. ― respondía Stitch entregando el arma.

―Ah, cierto, es tu cumpleaños. ― decía Jumba mientras se la devolvía

― Feliz Navidad. ― agregaba Stitch poniéndola en sus manos de nuevo.

― No es navidad. ― La devolvía.

― ¡Feliz Hanuka!..

―De tin

― Marin

― De do pin gue.

― Pegale, pegale

― Que ella fue…¡Ja! ¡Gane! ― exclamaba Jumba orgulloso con el arma de rayos apunto de detonar.

La explosión se hacía inminente y salía disparado lejos, el impacto le había olvidar por un segundo a Lilo, pero estando consiente iba a buscarla de nuevo. Al encontrarla, ella estaba dentro de un auto, aquel hombre de gafas le gritaba a su hermana que parecía alterada, todo cobró sentido cuando observó aquella foto, la posesión más preciada de Lilo quemada en los escombros, comprendió que era lo que estaba en juego, ella estaba perdiendo a su familia, aquello que él deseaba con todo su ser encontrar.

Al encontrarle intentó explicarle, que tenían el mismo propósito, mostrarle como realmente era con la esperanza que ella pudiera aceptarlo así. Las cosas no pudieron salir peor, pues luego de que ella le indicara que se alejara los atrapaban a ambos, pensó rápido al instante, una vez que la nave se elevó y ya no se encontraba a la vista de su captor, comenzó a colarse por un pequeño espacio de la cápsula que los tenía cautivo, sin embargo apenas salió, el impulso lo arrojo lejos hasta impactarse con el piso.

Parece difícil creer que en una mene puedan pasar tantos pensamientos más cuando estás siendo continuamente golpeado, una rama, un rayo láser, el trasero de Jumba. Pero mientras que era confrontado por Nani, la hermana de Lilo y luego era atrapado por Jumba y Pricly, observó el rostro de ella, esa mirada de preocupación, ese sentimiento de no querer perder a alguien que te importa que tenía ella, también estaba en su interior, entonces lo entendió, le importaba.

La salvaría.

Luego de convencer a todos de esto, se dirigían en su propia nave a alcanzarlos, notando que poco a poco ese sentimiento le invadía más. Se observó a sí mismo en el pasado, alguien al que le habían impuesto una tarea que ni la misma persona que lo había hecho era lo correcto, alguien que no entendía que era lo que debía hacer, como sentirse, tal vez estaba quebrado, por eso buscaba romper todo, pero hoy quería ser algo más.

Bueno, igual burlarse del fantoche de Gantu un poco.

La nave caía a pedazos, estaba en el tiempo justo para poder ayudarla, de un golpe rompía el cristal y la tomaba en sus brazos.


616, el experimento malvado que causaba destrucción había quedado atrás, la amistad de Lilo lo había cambiado para siempre, quería ser bueno, gentil, amigable, cada una de sus enseñanzas lo forjaban ahora y si había algún problema, le ayudaría. Ahora eran familia y ella siempre le había dicho.

― Tu familia nunca te abandona― le dijo a ella mientras saltaban.

Pasará, lo que pasara, siempre sería así.