Harry Potter La Nieve sabe a Familia [Rita Skeeter].

La nieve sabe a familia.​

20 diciembre del año 2017.


Las noticias vuelan como plumas al aire, una a una, y es mi trabajo el tener que capturarlas. “El profeta” estaba planeando hacer un articulo especial por las festividades, que fuera picante y a la vez alegre, para motivar a las familias a estar unidas y pasar una agradable navidad.


Me habían puesto a cargo de conseguir dicho artículo para la revista, a mí: La atractiva y rubia Rita Skeeter de sesenta y seis años, cuya, ahora, cálida pluma se dispondría a encontrar la historia que uniría a las familias en esta navidad.


La misión empieza, es hora de buscar.


21 diciembre del año 2017.


Nada, nada, ¡Nada interesante aún! He estado recorriendo la ciudad buscando algo interesante que redactar, pero la cruda realidad es que no hay nada relevante que llame mi atención en estás festividades. He visto muchos niños jugando con la nieve, algunas parejas jóvenes cruzando la calle de la mano.


— ¡Dios! —froto mis manos un poco y las guardo dentro de mi abrigo— espero acabar pronto para volver a casa —susurro.


El clima está frío, y no entiendo cómo, si quiera, se plantean el hecho de pasear. Si no fuera por este artículo que estoy cazando, me quedaría en casa, calientita, tomando cocoa caliente mientras enciendo el televisor. Pero no, tengo que estar aquí, buscando algo que quizá no llegue.


22 diciembre del año 2017.


Interesante, veo muchas madres, con sus hijas, comprando masa para hacer galletas. Las veo recolectando moldes y me quedo pensando si realmente eso les es divertido, yo en su lugar iría a la pastelería que queda a unas cuantas cuadras, las galletas no son tan malas.


Los niños usan trineos y se deslizan por la nieve a través de ellos, ¿Sin magia? No lo entiendo, ¿¡Qué tiene eso de divertido!? ¿¡Qué tiene eso de familiar!? Y más importante… ¿¡Cómo me va a ayudar eso con lo que tengo que redactar!? Empiezo a perder la paciencia.


Madres e hijas haciendo galletas, niños en trineo y hombres quitando nieve de las puertas; no puedo evitar pensar que eso es ordinario y que nada relevante sacará para mí este año.


— Vamos, debe haber algo más interesante —me digo a mí misma mientras guardo mi libreta de apuntes.


23 diciembre del año 2017.


Me he convertido en un pequeño escarabajo, pensando que así sería más fácil adentrarme en la casa de una familia promedio. Excluyendo el hecho de que casi me pisan, vi cosas que no me sorprendían.


Vi a una madre emocionada sacando un pavo a descongelar, sin magia nuevamente, me empiezo a cuestionar porque son tan rudimentarios con estas festividades. El padre con sus niños acomodaba algunos adornos:


· Un árbol con esferas. Creo que ya están atrasados con dicha tarea.

· Calcetines junto a la chimenea. ¿No tienen miedo de que se vayan a incendiar?

· Regalos bajo al árbol.

· Y luces en todos lados. Espero que tengan un seguro contra incendios.


Posteriormente, los niños van a la cocina para ayudar a su madre en la odisea de hacer la comida. Sigo sin entender por qué se esfuerzan tanto, ensuciando sus manos, porque se divierten y se ríen tanto por cosas que serían más fácil de otra forma.


¡No entiendo esto! ¿¡Qué se supone que debería hacer!?


24 diciembre del año 2017.


Y aquí estoy, tratando de escribir un artículo que debería ser un buen trabajo. Yo, que siempre me esforcé en hacer los artículos más interesantes, verdaderos, que nadie jamás haya escritos. Estoy aquí… sin ideas.


— ¿Será que me he acostumbrado tanto a desenmascarar a todos esos magos que no puedo hacer un simple artículo de algo tan cotidiano? ¿¡Qué pasa conmigo!? —me digo a mí misma, mientras hundo mi cabeza en un montón de hojas.


Saco mi libreta y veo mis notas: cosas cotidianas, sin magia, entusiasmo, risa— ¿Alguna conexión debe haber? Algo que no estoy viendo —me digo mientras subrayo lo más relevante de mi investigación de campo.


¿Qué significa para la familia la navidad? Cuando los veo evitar usar magia, veo a los padres con sus niños tratando de compartir su tiempo, a pesar del frío… ¿Es eso navidad? Cuando veo a un padre alzar a su pequeño para que ponga la estrella en el árbol navideño, y a la madre cortando con sus pequeños la forma de las galletas para meterlas en el horno.


— Quizás el significado no es la fiesta en sí, sino lo que haces con tu familia para estar unidos —me quedé pensando y como un rayo empecé a escribir. La idea estaba ahí, tenía que atraparla antes de que se fuera y ya no volviera.


¿Qué es navidad?


Hoy festejamos un hermoso día, desconociendo el significado de este. Muchos lo interpretan como un día más, un día comercial lleno de regalos y adornos, y no hace mucho yo era parte de esa multitud.


Pase muchos días buscando cómo escribir esto, cómo interpretarlo, y pensé que casi no podría lograrlo. Porque, señores y señoras, no es fácil la interpretación de este día para alguien solitario, alguien que ha olvidado el verdadero significado.


No son los regalos, ni los adornos, ni los pasteles ni galletas de esa pastelería que a todos nos fascinan, ni si quiera el chocolate caliente para el frío de la nieve. Es sentir, y recordar que hoy por hoy, estamos un día más con los que amamos.


Haciendo a un lado la magia y las cosas sencillas, para tratar de compartir momentos con la familia y crear recuerdos. A pesar del frío, y del mal clima, hay que recordar que hoy estamos vivos y que estamos juntos.


Los niños jugando y disfrutando su juventud, y los mayores recordando su niñez llena de blanca y esperanzadora nieve. Cuando los padres les enseñan a los niños sus tradiciones y creencias, llenando de brillo y amor este día tan especial.


Recordemos con amor, que este día va más allá de lo que creemos y conocemos, porque es el día que recordamos que somos una familia, y eso debería pasar todos los días de todos los años. No olvidemos a las personas que están lejos, o a las que nos han dejado, y no sólo porque hoy sea Navidad, sino porque el amor debe prevalecer en cualquier circunstancia.


Todos los días deberían ser como navidad: sin rencor, con paciencia y amor. Porque no sabemos cuántas navidades aún nos quedan y si podremos entender enteramente todo lo que significa, y se valora.


Sin más que agregar, queridos lectores, les deseo una feliz navidad.


Y así, pase la noche para entregar a tiempo el borrador.


25 diciembre del año 2017.


Me quedé un rato en la cama, con mi taza de chocolate caliente tratando de calentarme. Era navidad y me sentía orgullosa de lo que había escrito, de lo que había logrado. Tal vez no era mucho, tal vez eran unos cuantos párrafos, pero suponía que hoy en la mañana muchos los estarían ya leyendo.


Me levanto y salgo a la ciudad, sintiendo la nieve caer sobre mi abrigo y mi rizado cabello, y hoy por primera vez y en mucho tiempo, la nieve me recuerda a mi familia que está muy lejos.


— Tal vez los vaya ver, al final… hoy es navidad.