En tu lugar. —¡Mamá, ya me voy!— Digo en voz alta mientras agarraba mi mochila ya preparada con el horario y también la bolsa con mi comida para la tarde, por supuesto que no la iba a dejar aquí para después morirme de hambre en la tarde... aunque realmente no sería la primera vez. —¿Ya tienes todo?— Y mi madre me conoce más que nadie, solo ella sabe lo distraída que soy. Creo que para ella ya es una costumbre preguntarme eso. —Seeeh, estoy lista.— A ver, repaso mental; cuadernos de las materias, materiales, libros, comida, tarara, tarara. Sep, lo debo de tener todo... o eso creo. —Que te vaya bien.— Me dice mientras voltea para ver sus cosas. Supongo que las telenovelas son muy interesantes, demasiadoooo... ¡maldita lisiada! —Bye.— Digo sin más. Camino a la puerta a paso firme, o eso trato, mi mochila pesa como un demonio, no necesitaban decírmelo para que lo supiera. En el exterior solo veo casas por todos lados, autos estacionados y los nacos que tengo por vecinos con su música a todo volumen. Vamos, lo normal de mi día a día. No me voy a quedar aquí, por lo que empecé a caminar hacia donde se supone que está la escuela. "Se supone", pienso eso porque igual pudo abrirse un portal espacio-dimensional y se lo haya tragado todo sin dejar nada, eso sería hermoso. Todo el camino me la paso pensando las tonterías que se me pasan por la cabeza, mi mente siempre busca los temas más disparatados que nunca van al tema presente. Parece que mi mente le encanta irse para perderse de la realidad con demasiada frecuencia, pero me termine acostumbrando. Estaba inmersa en mis pensamientos hasta que me topo con un vagabundo, él está echado en medio de la acera. Sus ropas están completamente desgastadas llegando a parecer solo unos trapos sucios. Capto tanto mi atención que detengo mi andar unos momentos, tampoco iba a llegar tarde por detenerme unos momentos. Ver esa persona sin fuerzas tirará en el suelo, me hace pensar muchas cosas y formularme muchas preguntas. ¿No tendrán hambre? ¿No está incómodo? ¿No sienten frío por las noches? ¿No estará enfermo? ¿No se siente solo? No puedo comparar de ninguna forma mi situación con la suya, pero siempre me hace pensar cómo sería en su lugar. Estar débil día y noche, no tener comida que comer, enfermedades en cada esquina, noches frías e incomodas en el suelo. Todo eso sin mencionar las miradas de desprecio e indiferentes de todas las personas que te ven, personas que solo te verán como otro "idiota desafortunado" de la comunidad, es triste que la sociedad actué de un modo tan egoísta, pero es comprensible. Por mi parte, no quiero dejar a esa persona a su suerte, ser otra persona que la mire con indiferencia y siga su camino. Pero tampoco puedo decir tan fácil de la vida "vamos a adoptarlo", las cosas no funcionan así. Lo único que está a mi alcance es agarrar una parte de mi comida para ofrecérsela, no es mucho, pero es algo. Él me agradece con una voz ronca, yo sólo le digo que no es nada mientras le doy una sonrisa leve. Espero que mi sonrisa no se vea rara, siempre me pongo nerviosa al interactuar con extraños. Después de esta pequeña interrupción sigo mi camino sin más distracciones, sólo espero haberlo ayudado de una forma.
Y eso es la empatía, ponerse uno en el lugar del otro por un momento. Es difícil esta situación. Hay tantos indigentes por ahí vagando que en algunas partes ya hasta está penado con multa el ayudarlos, darles de comer o así. Muchas veces el interés mostrado por alguna persona produce buenos efectos y es el interés el que hace que estas personas menos favorecidas luchen por sí mismas. Sólo necesitan saber que alguien se interesa por ellos, sin embargo no siempre es así y por ello hay que tener siempre cuidado a la hora de brindarles ayuda. Gracias por participar en la actividad. Saludos.
Es un gesto hermoso el apiadarse de aquellas personas menos afortunadas, la verdad. Al fin y al cabo, si todos nos apiadásemos de ellas, seguramente ya no serían tan desafortunadas y tendrían una oportunidad. Pero es triste, porque la gente prefiere o bien mirarles con mala cara o mirar hacia otro lado, hacer como que no existen para quizás, incluso sentirse mejor 'por estar encima de ellos'. Lo triste es que quizás se equivoquen, porque lo material, no es nada y lo que realmente vale, lo que te llevarás para siempre, es todo lo demás, porque el dinero no te hace mejor persona, no te hace más listo y no te hace nada más, que un tonto vanidoso, quizás. En fin, ha estado bonito el relato y bueno, no he visto ningún fallo destacable. Lo que sí, cosas como 'nope' y así, en la escritura 'formal' no deberías usarlas, pero bueno, es a gusto de cada quien. Sigue trabajando. ¡Un saludo! :)
