Sin comentarios, para una actividad... Hay una mosca volando en mi cuarto y la quiero muerta (?) —Saldré a comprar, por favor no destruyas la casa —anuncio la joven antes de cruzar la puerta. El pequeño Spider-cat sólo miró fijamente la madera, al cabo de unos segundos se aburrió y comenzó a caminar en dirección a la cocina. Al entrar al cuarto un peculiar aroma llamó su atención, el desayuno a medio comer de la humana. Sonrió con gusto y escaló por la puerta del refrigerador hasta la encimera. Los restos de tocino lo llamaban gustoso, él deseaba comerlo, era su misión, su deber y como todo buen súper héroe cumplió su razón de ser, comer. Levantó la cabeza del plato, ya satisfecho por lo que había hecho, y miró en dirección a la sala, estaba muy lejos como para caminar, así que estirando una de sus patas la pegajosa telaraña salió de la misma, sonrió complacido y de una columpiada llegó hasta el sofá, claro que haciendo varias cosas cayeran al piso. Allí se recostó unos minutos, hasta que su sentido arácnido le hizo cosquillas a la par que escuchaba un zumbido lejano. Por instinto se puso en posición de ataque, espero al momento indicado y salto lejos de su lugar. Terminando pegado a la pared del frente,la cual trepó hasta quedar boca arriba en el techo, estaba por saltar nuevamente cuando una mejor idea llegó. Estirando una de sus patas comenzó a disparar sin sentido, esperando darle al insecto que volaba por el lugar. No tuvo mucha suerte, en su lugar le atinó a: una lámpara, la televisión, la puerta, un marco de fotos y al librero. La mayoría de las cosas terminaron en el suelo. Logro divisar su presa y cuando estaba preparado para dar el salto escucho la puerta abrirse. La cabeza de la humana se asomó por la puerta de la sala, ni el insecto se atrevía a hacer ruido alguno. —¡Gato del demonio! —se escuchó — ¡¿Acaso una ya no puede ir de compras sin preocuparse de que destruyas mis cosas?! De no ser por el sentido arácnido de Spider-cat la almohada habría impactado directo en su cabeza. Y con la misma telaraña que causó el desastre huyó, porque aún no estaba listo para enfrentarse a su peor enemigo: su dueña furiosa.
Ay, tanto que me gustan a mi los gatos y además este con los genes mezclados con el de una araña, ¡wow! El microrrelato estuvo muy gracioso, me sacó un par de sonrisas, sobre todo el que huyera de su peor enemigo, su dueña =) Y también el que el insecto mantuviera silencio jiji. Como Spider-cat es muy listo, seguro volverá cuando a su dueña ya se le haya pasado su ira. Saludos *-*