el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

Re: el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

La paralización que la tenia presa desapareció, haciendo que unas pequeñas lágrimas se escaparan de sus ojos, su sollozo pronto se presento, se levanto, y se puso sentada sobre sus piernas, llorando, mientras se intentaba quitar las lágrimas con sus brazos sin éxito.
Sei al verla en ese estado, la atrajo hacia su cuerpo, impresionado por lo poco que le costo deshacer su hechizo, pero ahora no había tiempo para pensar en esas cosas, tenia que consolarla.

- vamos.. tranquila…- dijo sei dándole pequeños golpecitos en la espalda-

kagome simplemente no le hacía ni caso, continuaba llorando en su pecho, arrugando la ropa del “youkay”.
Desde que ella había despertado, sabia que algo raro había pasado, porque en cuando llego a su palacio, todos sin excepción la miraron con asombro, sorpresa, e ilusión, ya se había fijado en que seshomaru estaba algo raro, e impaciente.
Pero nunca se hubiera imaginado que fuera por eso, estaba derramando lágrimas, si, lloraba, pero, no de tristeza, si no de felicidad.
Al comprender que todos la habían echado de menos, hasta la manada!, pero lo que mas la sorprendió fue el echo de que seshomaru no oliera a otra hembra, lo normal, con un youkay como el con tanta clase, porte, inteligencia, y elegancia, ya tuviera a otra esposa a su lado, dándole lo que ella no le había podido dar.
Por eso lloraba, porque se alegraba, que seshomaru, no pensara en otra que no fuera ella.

Poco a poco se empezó a tranquilizar, guardando toda la información que sei le había encomendado, dejo de apretar sus ropas(las de sei) y se separó lentamente, mirándolo a los ojos, viendo en ellos la alegría, y el gozo que le daba, verla de nuevo, ella sabía que el la consideraba como su hermana pequeña, por lo tanto, el golpe para el debería de haber sido muy duro, al igual que shota, que aún que solo lo conocía de 50 años, pudo ganarse la confianza de su testarudo padre para que lo hiciera su segundo guarda espaldas.

Se levantó lentamente, acompañada de sei que la miraba fijamente a los ojos.

- puedes dejarme un momento sola?- preguntó kagome algo triste-
- claro- dijo a la vez que la sonrisa que anteriormente tenia, caía, para dar paso a una mirada de tristeza y melancolía-

Acto seguido sei se desvaneció como una sombra, sin dejar rastro, pero, aún así, vigilándola, como era su trabajo.

----------------------------------------
seshomaru a había salido del palacio, y, ahora se encontraba buscando a su prometida, a la mujer de sus sueños, de sus ilusiones, y, pensar que se encontraron por accidente…

Cuando la vio casi se le cayo la boca al suelo, ya que era la primera vez que vio a una taiyoukay ayudando a un pueblo con las provisiones.

Y ahora le daba completamente igual que ayudara a los humanos, por que sabía que con ella no se podía luchar, verbalmente, claro.

Se paseó por las cercanías de los bosques, observando, las extrañas formas de vida que habían en ese reino.

Era un reino raro, lleno de magia, y, con una leyenda muy antigua.
Pero eso ahora daba igual, lo que tenía que hacer era estar con kagome, necesitaba estar con ella, decirle lo de su muerte.

Al dar otro pasó, la encontró, estaba sentada, apoyada en un gran árbol, pensativa.
Percibió con desgano el olor a sal, seguramente había llorado, eso lo enfureció, quien quiera que la hubiera echo llorar se las pagaría, el aria lo que fuera para ver siempre en ella una sonrisa.
En cuando quiso acercarse a ella, se tuvo que detener, ya que unas poderosas ráfagas de aire la rodearon y desapareció delante de sus ojos.
Frustrado, se transformo en una bola de luz siguiendo su olor.
-------------------------------------------
- bueno…- dijo un pequeño niño “humano” de cabellos castaños y ojos del mismo color- yo ya he dicho lo que tenía que decir- dijo levantándose de la roca en la cual estaba sentado, puso sus dos manos en sus rodillas y se dio impulso con ellas para levantarse- si kagome me pillara…..- dijo con una cara de horror- bueno la cuestión es que ahora sabéis la verdad- dijo shota mirando hacia delante, observando las miradas del grupo mas extraño en esa época-
- ……, me estas diciendo que kagome es youkay de nacimiento?- pregunto inuyasha-
- si
- entonces porque no sentí olor a youkay en ningún momento?- pregunto inuyasha inseguro-
- ya te lo he dicho, convocamos a la joya, y ella misma izo que su olor fuera humano, que su apariencia fuera similar a la de kikyo, pero nada mas, lo planeamos todo para que pareciera enteramente humana, y solo, recuperara sus poderes al cabo de 18 años, cuando el cuerpo humano cumpliera 18 años, los años humanos que aparentaba ella en ataño-

un fuerte viento movió los cabellos de los presentes, sintiendo de repente una poderosa presencia.
Inuyasha se incorporó y desenvaino la espada, poniéndose en guardia, al igual que los otros intrigantes del grupo.
Shota, en cambio volvió a su forma original, con el rostro contraído por los nervios, conocía esa presencia, demasiado bien, solo esperaba que no hiciera lo de siempre, ya que siempre acababa con un chichón en la cabeza.

De repente, de entre las sombras apareció un enorme felino, completamente negro, de dos largas colas, que en la punta de esas dos eran de color blanco, dos grandes y afilados colmillos sobresalían por su boca, y sus ojos, eran de un rojo fuego precioso.
Era muy parecido a kirara de la misma raza, pero, la única diferencia era el color de piel, ojos, y el gran tamaño que tenía el animal, más o menos, unas diez veces más que kirara.
En la frente del enorme felino aparecía un símbolo, el cual a inuyasha le parecía haber visto.

El felino no le hizo caso a inuyasha que estaba apunto de atacar con su espada, este, se concentro en shota.
Y, shota solo lo miraba con algo de intriga, esperando saber que haría
El enorme felino, con una velocidad que ni shota pudo ver, lo tumbo en el suelo, poniéndole una de sus enormes patas en el abdomen, presionando un poco para que no se pudiera escapar.

Inuyasha intento abalanzarse sobre el felino, mas kirara lo cogió por sus ropas deteniéndolo en el acto.
-no le encuentro la gracia- dijo shota viendo como el enorme felino curvaba sus labios en una media sonrisa-
-yo si lo encuentro divertido- dijo telepáticamente el enorme felino-

-puede hablar!?- pregunto asustado shippo-
- oh, y hago mucho mas- dijo el felino enfocando la mirada hacia shippo, haciendo que este se asustara y se refugiara en los brazos de la exterminadora-
- déjate de bromas, que asustas al pequeño- dijo sei desde la posición en que se encontraba-
-jeje- rió el felino a la vez que una luz blanca lo rodeaba por completo, haciendo que todos se tuvieran que tapar los ojos-

Tardo unos segundos en desaparecer, haciendo que todos se tuvieran que rascar los ojos para no ver pequeñas lucecitas.

- siento haberte asustado, pequeño- dijo una voz femenina, extrañamente sensual-cuanto tiempo, inuyasha.

Todos por fin abrieron los ojos, viendo a una espectacular youkay de grandes ojos azules metálicos, carnosos labios, y espectacular cuerpo, bestia un kimono blanco con adornos de flores de cerezo en las mangas, mientras en la parte del cuello tenia un leve tono azul, que se iba mezclando con el blanco hasta quedar blanco, llevaba el pelo completamente recogido en dos altos moños, y, en su frente se extendían unos largos mechones que le llegaban hasta el inicio de pecho.

- me presento, soy kagome princesa del este, y de las criaturas kikarai, encantada.- dijo mostrando una gran sonrisa-

la boca de todos los presentes excepto la de shota, cayo al suelo como una piedra, madre mía, esa era kagome?, su kagome?, la kagome que los había acompañado por 3 años?, la que había luchado a su lado?, la que todos creían que era la reencarnación de kikyo?.
No se lo esperaban, pero si lo que shota les había dicho era cierto, la que tenían delante, la espectacular youkay, era la kagome que siempre los acompaño.
- parece como si hubierais visto un fantasma- dijo divertida ante la mirada que le daban todos-
- ka..kagome?- tartamudeo inuyasha-
- e, si, muy bien, te has aprendido mi nombre ^^- dijo ella divertida, la verdad era que ella lo había vigilado siempre, pero nunca le había; ni rebelado su nombre, ni se había presentado ante el-

kirara, que se encontraba algo alejada se acerco, corriendo a sus brazos para que kagome la abrazara, cosa, que en cuanto la recibió lo hizo, la abrazo fuertemente, temiendo perderla otra vez.
-Tonta- dijo con boz fuerte abrazando a kirara- te he echado mucho de menos, como se te ocurrió escaparte!- grito, impresionando a sango-
-no me escape, koumori(murciélago) me engaño haciéndome creer que tu me habías dicho que fuera a cazar-dijo kirara telepáticamente-
- se va a enterar- gruño furiosa apretándola un poco mas-
-me ahogo…-dijo kirara, haciendo que kagome parara de apretar y la dejara en el suelo avergonzada-
-kienes son los que acompañan a inuyasha, kirara- dijo kagome, mirando a la gatita, que se puso a caminar hacia ellos-
-e..Entiendes lo que dice?- preguntó sango impresionada, ella sonó escucho como kirara le hacia unos extraños gruñidos-
-claro- dijo con una sonrisa, mientras miraba a kirara y ella le decía algo- baya así que eres sango?- pregunto, mirando esta vez a sango- y eres una exterminadora de monstuos- dijo con algo de impresión por lo que le decía kirara- baya, tu ermano se llama kohaku, y esta en poder de ese detestable de naraku.- dijo sonando como si ya lo conociera, y era cierto, por su culpa….-así que aún sigue con lo mismo ese despreciable…- dijo furiosa mientras kirara continuaba explicándole cosas-

Por otra parte, sango se quedo de piedra, kirara le acababa de contar lo de naraku y su pueblo!. Intuia, por la cara que ponía kagome, pero, extrañamente no se molesto, al contrario, se alegro, ya que al ver que kagome podía hablar con kirara, y, aún que no los recordara, seguia siendo ella, y queria que recuperara la memoria lo antes posible, no soportaba estar con ella como si fueran desconocidas.

-oh, y este es shippo- dijo poniendo una cara de fingida sorpresa, que expresaba gran ternura- baya…. Así que eres un youkay zorro?- dijo ella divertida, mientras se acercaba mas a sango, inclinándose levemente para mirarlo de mas cerca- eres muy guapo, sabias?- dijo a la vez que shippo se sonrojaba a mas no poder- conozco a algunas youkays que estarían encantadas de casar a sus hijas con alguien como tu, según me ha dicho kirara- dijo desviando un momento la vista hacia ella para volver a posarla en el- eres muy tierno con las mujeres, y ayudas en lo que puedes a inuyasha y al resto del grupo, una hazaña admirable- dijo sonriendo aún mas al ver que el pobre niño se removía inquieto y avergonzado, en los brazos de sango, ocultando su cara en el pecho de la mujer-

Ahora kagome desvió la mirada, mirando esta vez al monje con una cara de leve enojo. Haciendo que el aludido se sonrojara y a la vez se asustara.

-oh, y aquí esta el pervertido en potencia- dijo haciéndole una leve reverencia, burlándose un poco de el- ni se le ocurra poner una mano en un sitio indebido- dijo amenazadoramente, haciendo que miroku de un paso atrás-bueno, según me ha dicho alguien…- dijo mirando hacia kirara- usted tiene una maldición- dijo enfocando los ojos en el monje- y aparte de eso, es pariente mío, muy! Lejano- dijo alargando las últimas palabras, haciendo énfasis, indicando de alguna manera que seria muy aburrido empezar con los tatarabuelos- me deja ver su mano?- pregunto, y acto seguido el monje le dejo ver algo nervioso la mano- hum…..- dijo inspeccionándola, sacando los rosarios, viendo como el monje intentaba hacer que se los devolviera, viendo la cara de asombro y incredulidad de los presentes, sintió una leve ventisca, y le abrió la mano al monje, con una fuerza casi inhumana, haciendo que una potente corriente de aire la empezara a arrastrar, mas sin inmutarse, puso su mano derecha en la del monje, y la ventisca paro- es una potente arme, pero también una maldición, yo he arreglado eso- dijo mostrando al joven monje una gran sonrisa-

- perdón?- dijo incrédulo, tomando bruscamente los rosarios para volvérselos a poner-
- usted, podrá utilizar el vórtice, como una arma, pero, sin embargo, este no lo consumirá, no lo succionará, no estará en peligro, si usted tiene hijos, ellos no heredaran el vórtice- dijo con una sonrisa, haciendo que miroku la mire casi impresionado-

kagome se separo de el y soltó su mano, dirigiéndose ahora hacia inuyasha.

- has crecido mucho, inuyasha- dijo kagome mirándolo tiernamente-
- keh! No me hables como a un niño pequeño- gruño inuyasha, la verdad es que no quería consternarla, por lo que se había echo a la idea de que actuaría como si no se conocieran, para así, después de unos días de hablar con ella se lo podría decir algo mas calmadamente-
- oh, bueno, lo que no a cambiado es tu mal genio- dijo meneando la cabeza de un lado para otro- bueno en fin, espero que ya no te haya de sacar las castañas del fuego- dijo ella traviesa mente-
- como que las castañas del fuego!, explícate!- dijo inuysha-
- bueno tranquilo!- dijo ella alégrenle-desde que eras un niño, inuyasha, te he estado vigilando y protegiendo- dijo para sorpresa del hanyu-
- mientes- dijo inuyasha algo confundido-
- no, no miento, si yo no te hubiera salvado en algunas veces, no estarías aquí, conocía a tu padre, inu-no-taisho, y a tu madre, izayoi- izo una pausa- antes de que tu padre muriese arriesgando su vida por ti, me encargo de que te protegiera, a ti, y a tu madre, sin embargo, cuando atacaron al castillo de tu madre, yo en ese momento me encontraba enferma, y no os pude ayudar- hizo una pausa mostrando un rostro triste- lo siento, pero, como mínimo, pude salvarte a ti, envié a sei para que te protegiera, y el lo hizo-miro los ojos de inuyasha que la miraban sorprendido- puedo ver el futuro, inuyasha, y sabia que pasaría, el único problema fue caer enferma, por eso envié a sei, el te conocía de vista a ti, pero no a izayoi-
- …………….
- Bueno, dejemos el tema- dijo con una sonrisa triste- queréis venir a mi palacio- pregunto con una sonrisa- me caso mañana, y quiero que vengáis- dijo con una gran sonrisa- los amigos de inuyasha también son los míos- dijo sinceramente-

Por lo que parecía, para ella, inuyasha era como un hijo, o incluso un hermano pequeño.

- que dices inuyasha- dijo miroku a su lado-
- pero….”los fragmentos”- pensó- esta bien- dijo resignado-
- y dígame, quien es el afortunado-pregunto miroku con cara pervertido-
- jeje, bueno es alguien que inuyasha conoce bien- dijo sonriendo ante la mirada algo asustada de inuyasha sabiendo cual seria su respuesta- seshomaru, el hermano de inuyasha-

La cara del monje adquirió cierta preocupación, al igual que shippo, estos dos no habían podido ver lo que inuyasha y sango vieron, al inuyasha ser un medio demonio tenia mas velocidad y sango, al tener a kirara estaban iguales, por lo que sin querer dejaron a un lado a miroku y a shippo para ver lo que pasaba.
Y, aún que shota ya les había dicho que estaban prometidos, no se lo habían acabado de creer, pero ahora que ella lo decía, que la misma kagome confesaba que se casaría con el, el miedo y la preocupación se apoderó del monje.

- que te pasa miroku?- pregunto kagome, esta vez sin ser formal-
- e…- dijo algo sorprendido- nada- hizo una pausa- pero crees que es conveniente que nos invite, seshomaru odia a los humanos- dijo miroku-
- ah?, eso? No te preocupes, lo convenceré- dijo kagome en tono dulce, mirando discretamente a un lado-

----------------------------------------------------
seshomaru ya hacia bastante rato que se encontraba observando la conversación de kagome, se veía tan hermosa con su verdadero aspecto, pero le gustaba mucho mas con su forma humanoide, esa mujer lo era todo para el, estaba loco por ella, y ella lo sabía, sabía como el se sentía, sabía leerle la mirada, algo, que desde hacía mucho tiempo, adoraba, ya que así, no tendría que rebajarse tanto (como decía el) a decir cosas inútiles.
Pero aún así sus ojos pensaban cosas inútiles, expresaban sentimientos inútiles, y eso, mientras estuviera al lado de ella, le era completamente igual.
Escuchaba atentamente lo que decía kagome, y la verdad es que le daba un poco de rabia que ella estuviera al lado de su hermano, y además rodeada por sus antiguos compañeros.
Pero sabía que no se podía enfadar, eran sus compañeros, y ellos la querían, por muy celoso que estuviera, quería como mínimo, que ella estuviera feliz en el día de su boda.
Así que por increíble que a el le resultara su propia mente, pensó, que por un día que era, podía dejar pasar el odiar a los humanos, aún que no dejaría de hacerlo, ni tampoco les tiraría flores, como mínimo, no les haría nada, de momento…
Era como una recompensa, se dijo a si mismo, por haberle protegido su tesoro, pero nada mas, después de esto, no permitiría que el lo que a el se refería, se le acercaran.

Discretamente, se alejo de ese sitio, permitiendo que por un día los humanos se le acercaran, a parte de su compañera, rin.
--------------------------------------------
-oye… ¬¬- dijo con una voz un tanto graciosa- shota, porque no te levantas?- pregunto incrédula, fijándose que aún estaba en el suelo en la misma posición que cuando ella lo había tirado-

-esto….- dijo levantándose rápidamente- me he dormido.- dijo con vergüenza-
-que?- dijo kagome sorprendida, mientras ponía una cara muy cómica-
-nada, nada- dijo poniéndose a su lado- vamonos

kagome no le tomo importancia al comentario y empezó a caminar seguida de el grupo de inuyasha,
ya llevaban una rato caminando, y la verdad era que si no se daban prisa no podrían preparar la boda como se merecía, aún que fuera solo una simple ceremonia no podía permitir eso.
Así que con una gran sonrisa algo picara en sus labios, se trasformo en ese despampanante felino.

- subid- dijo telepáticamente al grupo, que aún estaban algo ciegos debido a la gran luz blanca que hizo al trasformarse-
- no… no pesaremos mucho?- pregunto inocentemente sango-
- sango…- dijo kagome con un tono de molestia en la voz- soy los bastante grande como para trasportaros a todos sin cansarme- dijo a la vez que se estiraba en el suelo para que subieran-

no era que los otros no confiaran en ella, porque lo hacían, simplemente, no se encontraban muy cómodos, de la noche a la mañana, kagome había dejado de ser una humana a la que tenían que proteger, a pasar a ser una chica, taiyoukay, completamente independiente, simplemente (perdón repito demasiado esta palabra, es una manía mía) no se hacían a la idea… no podían catalogarlo.
Con cierta inseguridad, miroku fue el primero en subir, después le siguió kirara, y después el resto del grupo, aún que la verdad a inuyasha costo convencerlo para que subiera.

-bien agarraos fuerte- dijo kagome- el viaje será algo movidito- dijo telepáticamente en las mentes de todos- shota, adelántate, iré algo mas lenta para que no se caigan-
-está bien- dijo shota obediente, desapareciendo en un remolino de llamas-


kagome se levando lentamente, para que el grupo pudiera cogerse menor a su pelaje, la verdad es que para el tamaño de kagome, eran como pájaros en el lomo de un elefante

Por otra parte, sango, cuando subió en el lomo de kagome, se sintió extrañamente pequeña, como una pulga al lado de un elefante.
Pero en cuando toco su pelaje, esa idea le desapareció, era tan suave, tan brillante, que casi ni se dio cuenta de cuando ella se incorporó, por alguna extraña razón, el pelaje de kagome la relajaba, la hacía sentirse segura.
Tan poco se dio cuenta cuando esta se elevo por los aires surcándolos hábilmente a una gran velocidad, en cuando se dio cuenta se encontraban en un hermoso lago, y sus compañeros ya habían bajado de su lomo.
Aturdida y algo avergonzada,l bajo rápidamente del lomo de kagome

-donde estamos?- pregunto miroku, a la vez que en una pequeña isla habitada solo por un gran árbol, veía a shota apoyado en el tronco-
- casi hemos llegado, estamos esperando a alguien- dijo kagome misteriosamente-
-a quien,-pregunto impaciente el pequeño kitsune-
-oh, ya lo veras,- dijo sonriendo- ya ha llegado- sonrrió-

Viendo como un resplandor azul llegaba hacia la pequeña isla, disipándose, dando forma a un poderoso youkay, alguien muy especial para ella.

-¡¿ seshomaru?!-preguntaron todos a la vez mientras veían como kagome le dedicaba una dulce mirada-




muchas gracias!!! bieno espero qe les guste como ya he dicho estaba falta de inspiración, pero en uno de mis arranques puse casi todo el capitulo, espero que les guste!!!

 

Re: el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

-¡¿ seshomaru?!-preguntaron todos a la vez mientras veían como kagome le dedicaba una dulce mirada-

- sin mi no se puede pasar a mi reino, por lo que, como el, por lógica, tiene que pasar, esta esperándome- dijo riendo ante lo lógico que era-bueno, ahora tenemos que ir hacia la isla.

Kagome dio un salto y llego sin problemas a la pequeña isla,

En cambio inuyasha y sus amigos tardaron algo mas, no es que le tuvieran miedo a seshomaru, bueno, un poco si, pero lo que no querían era que los atacara, sabían mas o menos como era seshomaru, y por mucho que kagome hubiera dicho que lo convencería, hablando claro no se lo acababan de creer, ¡era seshomaru!.

Resignados y viendo la cara de impaciencia de kagome se resignaron a ir a la isla, montando sango y miroku en kirara, shippo en la espalda de inuyasha.

Llegaron en pocos segundos a la isla, y algo desconfiados miraron a seshomaru, que en esos momentos se encontraba detrás de kagome mirándolos con una mirada impotente, sin embarro, de su boca no salio ninguna palabra ofensiva, simplemente los miraba con su mirada de siempre, prepotencia, frialdad, superioridad, arrogancia.
Inuyasha si no fuera porque se estaba conteniendo, le pegaría una colleja a su hermano para ver si no estaba enfermo, o le habían cambiado el carácter, pero es que, aparte de su mirada acusadora, no les había echo nada, ni un rasguño!
Para inuyasha, que eso era un sueno, si! Claro, estaba soñando; con que kagome se convertía en youkay y seshomaru podía estar al lado de el sin matarlo.

Si no hubiera sido por el codazo que le dio shippo aún seguiría imaginándose cosas que no eran reales, ilusiones falsas.

Kagome dio dos pasos hacia el árbol y puso su mano en el, creando una especie de vórtice, con una potencia mucho mas inferior al vórtice de miroku, una puerta hacia otro mundo.
Con la mano aún extendida en el agujero, que era más o menos de la medida de kagome, hablo.

-esta es la entrada, yo soy la única que lo puede abrir-dijo con una sonrisa mirándolos a todos- bueno, quien pasa primero?- pregunto, y sin mas, seshomaru se encamino hacia el gran vórtice, desapareciendo en el-quien va ahora?- pregunto sonriente- yo tengo que ser al última- dijo a la vez que veía que nadie se acercaba-

La primera en pasar fue sango, confiaba ciegamente en kagome, aún que ahora mismo no estaba muy segura, pude que su personalidad hubiera cambiado, pero no podía dejar de confiar en ella, si kirara estaba con ella, significaba que no era mala persona.

Después de ella paso kirara, miroku, shippo, y por fin inuyasha, que miró por un momento a kagome, y ella solo le devolvió la mirada con una hermosa sonrisa.
Y por último paso shota y después kagome.
----------------------------------------
En cuando inuyasha llego al otro lado del vórtice, abrió los ojos como dos platos; delante de el, se encontraba el paisaje, mas espectacular que había visto en su vida, había campos, muy extensos, flores, árboles de todo tipo, extrañas plantas y flores, y, criaturas que no había visto en su vida, por ejemplo, en la lejanía, había un hermoso lago, y en el había un extraordinario caballo alado, y a su lado otro caballo, este de un color similar a la plata, con un hermoso cuerno en la frente. Era simplemente espectacular.

- cierra la boca, inuyasha-dijo kagome riendo, al ver que inuyasha tenia levemente la boca abierta al igual que el resto de su grupo.- son algo reservados, pero son simpáticos- dijo dirigiendo la mirada hacia donde lo hacia el-
- -los conoces?- pregunto sango, con los ojos como platos-
- claro, conozco a todos los animales que viven aquí-
- todos?!!- dijo shippo, sorprendido-
- claro, ellos dependen de mi para subsistir- dijo ella misteriosamente- pues si eso os parece increíble, no me imagino cuando veáis a las hadas- dijo ella riendo un poco-

Los ojos de todos (me refiero al grupo de inuyasha) se posaron en kagome, abriertos como dos platos, que habían hadas ¡Pero si eso era un mito!

De repente, un pequeño resplandor apareció delante de los ojos de kagome, dando forma a una diminuta criatura, una hada, llevaba un top de un solo tirante, hecho de hojas al igual que también su falda, tenia una pequeñas alas trasparentes que aleteaban frenéticamente sin cansarla.
Su rostro era hermoso, como decía las leyendas y los mitos, tenía el cabello largo hasta los hombros, de color verde, con unos pequeños tirabuzones en las puntas, dándole un toque infantil. Y sus ojos, eran del mismo color que su cabello, verde, le daba un toque místico a la pequeña criatura.
Tenia las orejas en forma de punta al igual que kagome y seshomaru, que, por cierto, el nombrado, hacía unos minutos que se había ido.
Por mucho que se hubiera prometido que soportaría a los humanos, simplemente no podía, así que sin que nadie se diera cuenta hasta ahora, se había esfumado silenciosamente.
Sabía que kagome no estaba en peligro, ese era su reino, y todos la trataban con mucho cariño, por lo que por eso no se preocupaba, pero si que lo hacía con rin, era una pequeña niña, y aún que kagome le había dicho que no le haría nada, el no estaba muy seguro, que el regalo que ella le dio fuera tan inofensivo, porque no lo era.
Kagome le había regalado a la pequeña rin un mononoke, un gato de dos colas, como kirara, y aún que el sabia que kagome, no le daría un mononoke, sin saber que antes había estado entrenado, no estaba muy seguro de dejarla con ella, por el simple echo de que el pequeño mononoke no había visto nunca un humano, y, puede que sin querer, le hiciera algo.
Por lo tanto el quería vigilarla, aún que fuera de lejos.

Por suerte para el, se la encontró fuera de palacio, jugando con el pequeño animal que no debería de tener mas de 3 meses, de momento, por lo que el podía oler, no le había echo ningún rasguño.
Dejo escapar un suspiro, que hasta el momento no se había dado cuenta de que lo había contenido, y, con cautela, ocultando su olor, se dispuso a vigilarla
------------------------------
-oh, Sara!- dijo kagome con una gran sonrisa, viendo la pequeña hada, que era igual que un dedo pulgar-
-hime-sama(creo que es princesa)disculpad mi osadía al mostrarme mientras esta con sus huéspedes, pero es que, en el reino de kaska tenemos un kodan- dijo preocupada, haciendo que los ojos de kagome se abrieran como dos platos-
-shota, escolta a inuyasha y sus compañeros hasta palacio-dijo mirándolo un momento- no les enseñes los karujins- dijo severamente- tengo un problema con un kodan- dijo, haciendo que los ojos de shota se abrieran levemente en señal de asombro-
-esta bien- dijo shota a la vez que miraba al grupo de inuyasha- seguidme-

Los cuatro, miraron primero a kagome, viendo que esta se veía algo alterada, y después a shota.
Este en cambio los miraba seriamente, como diciendo con la mirada que no hicieran preguntas.
Inuyasha tardo un rato en asimilar lo que pasaba, había un problema bastante grabe, y kagome tenia que ir, quería ayudarla, de verdad que quería pero se contuvo, ese mundo era muy extraño, y, puede que las criaturas con las que kagome se tuviera que enfrentar, fueran igual de extrañas, por lo que seguramente el no sabría como ayudarla, así que por una vez en su vida, utilizo la lógica para ayudarla, y sabia en ese momento, que la mejor forma seria, no ayudándola.
Giro su cara hacia kagome y después hasta shota, viendo que su grupo le miraba, como diciéndole con la mirada, que era lo que sugería.
Asintió con la cabeza a shota, como indicándole que estaba deacuerdo en ir con el.

Kagome miró como shota los guiaba, a paso lento, enseñándoles algunas pequeñeces de ese nuevo reino, pero, ahora ella no tenia tiempo que perder.
Un kodan! Eso era grabe, muy grabe.
-vamos, Sara- dijo a la vez que veía como la diminuta hada se trasformaba en una pequeñísima bola de luz y le indicaba el camino-
-----------------------------------------
Habían llegado al sitió, era muy hermoso, estaba todo lleno de flores, y había un pequeño riachuelo, que, para las hadas, era como un enorme rio, también habían pequeños árboles, y diferentes insectos de todo tipo, en resumen, un paraíso para unos seres tan diminutos como eran las hadas.
Un kodan, era, para las hadas, algo bastante grabe, como cada animal, las hadas dependían de kagome, si ella moría, ellas morían lentamente, y, como kagome, ya había muerto en una vez… las cosas habían empeorado, aún que después, cuando nació inconscientemente ayudo en algo, no era suficiente.
Un kokan, era la enfermedad que las hadas tenían, y normalmente era sencillo de sanar, pero un kodan, eso era mucho peor, significaba que las hadas se estaban muriendo muy rápido, y necesitaban ayuda de inmediato, por eso kagome se sorprendió tanto, no se había acordado de que las hadas eran las primeras en enfermar, y eso la enfureció, pero que le estaba pasando, desde cuando se había convertido en alguien así!.
Además, las hadas representaban la belleza de los bosques al igual que las ninfas, si una de esas dos especies murieran, los otros animales las seguirían
Las hadas “gobernaban” las flores, eran las encargadas de que cada flor, de cada especie, las cuidaban y ellas las cuidaban a ellas, las hadas nacían de flores, por lo que cada hada era distinta, si alguien arrancaba una flor estaría matando en el acto a una hada, solo las hadas eran dignas de coger flores, las flores eran ellas.
En cambio las ninfas eran algo parecidas, se encargaban de proteger a los árboles, nacían de ellos, pero en cambió solo nacían de una especie de árbol, los gorokan, o como decían los humanos, los sauces.

Cada 300 años nacía uno de estos árboles, y, por lo tanto, cada 300 años las “guardianas” las ninfas eran sustituidas, cuando moría el gorokan morían las ninfas, y cuando nacía otro nacían otras ninfas, encargadas de la misma labor, los árboles.

Si una de las dos especies moría, el mundo, el reino de kagome se auto destruiría, por eso, cuando le dijo a shota que no dijera nada, se refería precisamente a eso, nadie excepto la familia de ella, tendría que saber el secreto, aparte de que el secreto, solo se traspasaba de hembra a hembra, o sea que solo las mujeres del clan podían obtener los poderes para cuidar a esos seres.
Se hizo así, porque desde siempre el hombre a sido ambicioso, por lo que en un acto de rebeldía podía llegar a exterminar el reino, simplemente por el echo de querer otras ideas.
En cambio las hembras, las mujeres, eran mas protectoras con las criaturas, tenían mas “amor” guardado en ellas.
Había una vez, que si se probo, en concentrar el poder para proteger el reino en un hombre, pero como siempre, fracaso, la ambición lo domino, destruyendo el reino, y a sus habitantes.

Porque, al fin y al cabo era una cadena, si los animales de ese reino morían, los youkays gobernantes, igual, porque, al fin y al cabo, todos de penden de todos.

-kagome-sama- dijo Sara ajetreada- por aquí!- dijo a la vez que veía como kagome se elevaba levemente para no pisar ni una sola flor-

Y de pronto, al planear por encima de las flores, se encontró con el horror, mirase por donde mirase, se encontraba, flores marchitas, y al lado de cada una de esas flores, habían sus respectivas hadas, moribundas, l ver eso, a kagome le dio un vuelco el corazón, madre mía la situación era grabe, muy grabe!

En unos segundos llego al centro del problema, las aguas del pequeño riachuelo se empezaban a teñir de un color amarillo brillante, la sangre, de las hadas.
Kagome dejo escapar un gemido de dolor al darse cuenta del gran problema, así que intento hacer algo, tenia que hacer algo!

Se incorporo, poniéndose de pie, pero sin tocar a ninguna hada, i/o flor, extendió su mano derecha en horizontal, mientras que de ella salían unos extraños polvos, y soplo, lentamente, pero soplo, inundando con esos polvos todo el territorio de las hadas, extendiéndose hasta todo el reino.

Cansada y algo aturdida, kagome vio como las hadas poco a poco se iban levantando, y, aliviada, por fin, perdió el conocimiento.
Siendo sujetada por un grupo de hadas, evitando así que ella cayera al suelo.

Inconsciente y sin saber que era lo que estaba pasando, kagome fue llevada hasta el palacio real, siendo seguida por miles de hadas que la aguantaban.

--------------------------------------------
miroku se encontraba, ahora mismo junto a sango, admirando los grandes dragones que vigilaban la entrada, esos dragones se parecían a algún que ya había visto, si, se parecían a aún, eran idénticos!, bueno, a diferencia del tamaño, claro.

Habían tardado menos de lo que creían en llegar al castillo, miroku, había calculado mas o menos, medio día en llegar, ya que se veía muy lejos, mas solo tardaron como máximo media hora.
Shota les había enseñado algunos tipos de planta, como lo era la mandrágora, una raíz que, según les había dicho shota, tenía forma de feto, porque decía la leyenda que quiso ser humana.
Y sobre todo la única norma que les habían impuesto, era que no debían de arrancar, ni talar, ningún árbol o flor.
Miroku no entendía el porque, pero si el lo decía debía ser por algo, no?

De repente unas diminutas luces inundaron el cielo, llenándolo por completo, cubriendo cada flor, cada árbol.
Miroku se extraño muchísimo, y miro a shota, que este, solo pudo mirar el cielo en un aire preocupado.
Y, como si de una brisa se tratara, una sombra paso por delante del monje, haciendo que este involuntariamente diera un paso atrás.

No le dio mucha importancia al asunto, así que siguió observando los enormes dragones, a la espera de que shota, hiciera algo para que los dejaran pasar.

Shota, inclino levemente la cabeza, haciéndole una pequeña reverencia a los dos gigantescos dragones, y estos, en el acto, abrieron la puerta, dejándolos pasar.


De entre las sombras del bosque, se divisaba la figura de kagome, inconsciente, sin saber que es lo que pasaba en ese momento por su alrededor.
Solo podía notar como algo extraño la estaba llevando, no supo en que momento fue, que la persona, o el ser que la traía, cambió, ella ya sabía quien era ahora, la que la llevaba en brazos, era sei.
Lo notaria en cualquier lugar, su presencia, al igual que la de seshomaru y la de shota, era inconfundible para ella, los podía reconocer a kilómetros si hacía falta.
Ahora estaba segura, ella lo sabía, sei, no le haría ningún daño, sabía que ella, para el, era como una hermana pequeña, que siempre se metía en problemas, y que el siempre, la tenia que ayudar.


Sango, ahora se encontraba en los baños, ¡y que baños!, se dijo así misma, eran los baños mas grandes que había visto en su vida!, había una gran “piscina” llena de agua caliente, unas termas, y cerca de ella, por los alrededores, se encontraban tres pequeñas piscinas de agua fría, era como unas duchas de esa época, shota, le había dicho que, antes de bañarse en la gran piscina se tenian que bañar primero en las frías, para entrar en calor.

y por ultimo, había una de ellas que era un poco mas grande que las pequeñas, y, en esta, había una gran cascada.
Sango estaba que alucinaba, además de que shota la había invitado a bañarse.
ella había insistido de que no hacía falta, pero shota se había negado en rotundo, había echo una seña, y unos duendes la habían llevado hasta las aguas, y ahora se encontraba con una toalla en la mano, desnuda, y mirando el panorama, como si fuera boba.

Tenia cosas mas importantes que hacer!
Se dijo a si misma entrando en una de las piscinas pequeñas, tenia que hacer recordar a kagome
No podía permitirse un lujo así!.
Se dijo a si misma saliendo de la pequeña piscina para entrar en la grande
Tenía que recuperar a su hermano!!
y, aún así, miró sonrojada, en la situación que se encontraba, podía balar mucho, pero ahora estaba disfrutando enormemente de las aguas

-tonta- se dijo a si misma- bueno, ya pensaré en esto después



cerca del castillo, una figura, imponente, observaba, desde un árbol, a una pequeña niña humana.
Rin, ese era el nombre de la pequeña, se encontraba jugando cerca del árbol, sin percatarse, del apuesto guardaespaldas, que la estaba vigilando.
Cabello plateado, ojos dorados, fríos, un personaje digno de respetar, su nombre, en el reino del oeste, resonaba en cada piedra, cada flor, cada árbol, no había nadie en su territorio que no lo conociera.
seshomaru, ese era su nombre, el nombre del apuesto taiyoukay, que estaba vigilando a la pequeña humana, que, para el, era la única humana que merecía estar a su lado.
para el era como su hija, y no permitiría que alguien le tocara un pelo sin su consentimiento.

pero, de repente, para su sorpresa y asombro, noto el olor de la mujer que ocupaba sus pensamientos, su olor era distinto, se estaba mezclando con el de sei, y eso lo enfureció, nadie mas que el la podía tocar!
Salto del árbol furioso dirigiéndose hacía donde su olor era mas fuerte.

Paró en seco al ver la imagen; sei llevaba a su prometida en brazos, con los ojos cerrados, por su olor, no estaba muerta, pero su respiración era débil.
En ese momento un dolor punzante apareció en su pecho, no, no otra vez no!, no podría soportar volverla a perder otra vez.

Avanzó preocupado hacia ella, haciendo que esos sentimientos no se demostraran por su rostro, tomo con algo de prisa el cuerpo de su prometida, y suspiró aliviado, al notar que solo estaba cansada, seguramente, el poder que antes había notado, en esas extrañas luces viniera de ella.
Sonrió para sus adentros, el combate, sería interesante.





bueno muchísimas gracias por todo, la verdad esque estaba esperando tanto porque queria que llegara a la 5 pagina pero como no ha podido ser, bueno este es algo mejor, en mi opinion que el anterior, pero el que viene despues es la voda, que sera algo largo, aun que puede que lo divida, bueno espero inpaciente sus comentarios ok? chau hasta otra^^