Contenido oculto Esta es mi última aportación para la actividad "Una canción, un drabble" de Amane. Espero que os agrade. Gracias por leer. El pacto Miré aquellos profundos ojos que me habían hecho perder la noción del tiempo y sanado mi corazón tantas veces. Los miré y ellos me miraban a mí, acompañados con la más dulce y hermosa de las sonrisas. Mi corazón latía rápido, estaba nervioso, de eso no me cabía la menor duda. El mundo giraba a nuestro alrededor, parecía querer que acabásemos en el suelo, pero aquí, junto a ella, con nuestras manos entrelazadas, el suelo parecía más firme que nunca. Era exactamente donde debía estar. Desvié la mirada un segundo, un instante para ver, todos los ojos que nos miraban a nosotros. Espectantes y morbosos, quizás esperando una respuesta inesperada que fuese la comidilla de la semana o del mes, quién sabe. Hasta quizás alguno se sintiesen aliviados ante una respuesta inesperada. Pero volví mi mirada a mi preciosa y hermosa Nélida. Habrá quién diga que aquel día estaba más hermosa que nunca, pero realmente, ella siempre estaba hermosa. Aquel día solamente brillaba de una forma diferente, quizás, porque era un día diferente. La amaba, estaba seguro de eso. Amaba a Nélida con todo mi ser y de forma completamente irrevocable. Y por eso estaba allí, frente a ella, perdiéndome en sus ojos. Escuché al padre carraspear. Y cerré los ojos un segundo, tratando de serenarme. Qué incorrecto había sido interrumpiendo mis pensamientos. Pero así era la gente, impaciente, impaciente hasta cuando sabían que aquello era un momento crucial, hermoso y quizás, sin retorno. Abrí los ojos, sonreí a mi hermosa Nélida y mordí casi sin darme cuenta el labio inferior. —Sí quiero. Se abalanzó sobre mí. Con aquella fuerza que tan solo ella parecía tener, aquella vitalidad y aquella naturalidad. Y sellamos el pacto con un dulce beso. Un pacto, en el que pasase lo que pasase, solo ella y yo importábamos. Y nadie más. Para siempre.