Contenido oculto: Nota ¡Holaaa! Soy Angelivi, el autor de este pequeño cuento. Reconozco que he estado falto de inspiración para esta actividad de "¡Agosto te desafía!" Esta vez tocaba hacer un mito en el que se narrase el porqué la hierba es verde. Y este es el resultado. No es que esté totalmente orgulloso con el resultado, pero al menos espero que te resulte una lectura amena. Hace mucho mucho tiempo, cuando el ser humano aún no andaba por este mundo, existían unas criaturas conocidas como duendes. Los duendes eran unas criaturas pequeñas, verdes y muy traviesas. No había mayor gozo que el gastar una broma pesada al primero con el que se encontrasen. Por eso mismo, el resto de criaturas que habitaban los campos odiaban a estos pequeños. Un día, uno de aquellos duendes tuvo la osadía de hacerle una jugarreta a un troll, una bestia gorda, fea y maloliente a la que le encanta comer duendes. El troll, furioso por haber sido desnudado delante del resto de sus camaradas, salió en persecución de aquel duende travieso. No hay que decir que los duendes siempre trabajaban en equipo, así que ese duende no era más que un cebo para la verdadera broma. Duende y troll llegaron a una enorme explanada de hierba blanca moteada por un centenar de pulgas verdes correteando por todos lados: eran todos los duendes que se habían reunido para darles una lección a los trolls que gustaban de usarles como alimento. En cuanto el troll empezó a perseguirles, todos los duendes empezaron a brincar de un lado a otro, volviendo la hierba del mismo color que ellos para confundirse entre la maleza. El troll se encontraba perdido en aquel mar verde, incapaz de encontrar a aquellas molestias que le estaban picoteando por todos lados. Desesperado, el troll huyó de allí y, desde entonces, ningún troll volvió a atacar a los duendes. Como aquel truco dio tan buen resultado, los duendes fueron expandiéndose por el mundo, tornando en verde toda la hierba que encontraban para hacerla su hogar. Lo que no sabían es que a los animales les llamaría la atención un color tan vivo y les incitó a probar la hierba, lo que dio paso a los herbívoros y, a su vez, a su mayor enemigo natural.