El libro de comedia de las Pokegirls

El libro de comedia de las Pokegirls

Ok chicas, quise empezar un long-fic de song-fics con las parejas de pokemon, pero me quede sin ideas y se me cerro
confieso que no me gustan mucho los song-fic, y suelen salirme mal o muy cortos :(
por eso, les traigo un género del que no soy una experta, asi que sean buenas conmigo :D la comedia!
y a quien no le gusta la comedia? jaj xD
y cada one-shot se va a centrar en cada una de las pokegirls, aqui la lista (digan si falta alguna, pero creo que estan todas, tal vez incluya a las del manga si la gente lo pide):

-Misty Waterflower
-May
-Dawn
-Jessie
-Cassidy
-Marina
-Zoey
-Melody
-Delia Ketchum
-Molly Hale
-Giselle
-Ursula
-Solidad
-Domino
-Casey
-Lyra
-Bianca/Latias
-Lizabeth


Ok, ahora si, les dejo con la primera historia, y mi favorita, Misty!!
Chau!
Rocio

Venganza​

Era un día como cualquier otro en el bello gimnasio Celeste. Una muchacha de corta cabellera colorada y ojos claros como el océano mismo se encontraba arreglandose antes de abandonar su habitación para desayunar. Tras mirarse al espejo desde varios ángulos y asegurarse que se vaía divina, una costumbre heredada de sus hermanas, la líder del gimnasio bajo a la cocina.

Se encontró con que sus tres hermanas no la habían esperado para desayunar, es más, Daisy, Lily y Violet se encontraban las tres sentadas sobre la mesa, completamente limpia y sin un rastro de comida en ella, charlando animadamente sobre chicos, viajes y demás. La pelirroja por poco desmayaba al ver que no había absolutamente nada en la mesa.

—Buenos días Misty —saludaron las tres hermanas al unísono a la recién llegada con sus amplias sonrisas de modelos.

—Sera bueno para ustedes —dijo Misty por lo bajo, luego agregó más enérgicamente— ¿Y el desayuno?

—Ay, lo siento, pero como que teniamos hambre y nos lo comimos todo —reveló Violet, causando una mueca de horror en el rostro de la hambrienta líder de gimnasio.

—Pero no tienes que preoucparte por ello, ¿sabes por qué? —le dijo Lily, agarrando a su hermana menor del brazo y llevándola a la puerta de la cocina.

—¿Por qué, Lily? —preguntó ella, mientras la muchacha de hebras rosadas la llevaba fuera de la cocina.

—Porque aquí tienes a estos dos entrenadores que vienen a retarte para divertirte, feita —le dijo con una sonrisa malvada su hermana y regresó con las demás en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Me las vas a pagar, Lily! —exclamó la menor de las Waterflower.


Más calmada, la líder se dirigió a los dos retadores, que no la habían notado aún. Uno de ellos tenía el cabello oscuro y opaco como la noche, ojos negros y parecía atractivo, el otro era más alto, de cabello castaño oscuro, con ojos aguamarina ocultos tras unas gafas de media luna y delgado hasta el extremo de la anorexia. La pelirroja carraspeó para llamar la atención de los muchachos y los dos la miraron rápidamente.


—Buenos días —saludó el muchacho de anteojos— Busco a la líder de este gimnasio para retarla a una batalla.

—Yo estoy aquí para ver a Violet Waterflower, por favor dile que la estoy esperando —le pidió el joven de ojos oscuros.

—Bien, pasemos al campo de batalla, acepto tu desafío —le dijo Misty al de gafas, que la miró atónito.— Soy Misty, la líder del gimnasio Celeste.


Misty guió a su retador hasta el campo de batalla, la enorme alberca que sus hermanas usaban para sus shows bajo el agua poseía ahora unas losas flotantes sobre ella que Misty consiguió ella misma, eran cuatro, celestes con la forma de la medalla Cascada que otorgaba el gimnasio.

—Bien, dos pokémon cada uno, cuando ya no puedan continuar los dos, su entrenador pierde —dictó las reglas la pelirroja.

—Por mí esta bien, esto será fácil —afirmó el joven, ajustándose sus gafas— Con sólo un pokémon eléctrico, te derrotaré. ¡Adelante, Raichu!

—¡Yo elijo a Corsola! —escogió la joven de hebras rojizas, y la batalla comenzó.



Claro esta que, con la habilidad de Misty, la batalla no duró mucho. Corsola, al ser mitad tipo roca, resistió bien los ataques de Raichu y acabó con el ratón eléctrico con facilidad. El segundo pokémon del retador fue un Ivysaur, pero Misty esta vez escogió a su Gyarados, que ganó facilmente la batalla con un ataque de Lanzallamas. No se podía negar que Misty seguía siendo la maestra de los pokémon de agua de Kanto, título que ella se otorgó a sí misma.

Tras haber terminado la batalla, la menor de las Waterflower felicitó al retador por sus esfuerzos y lo acompañó hasta la entrada. Mientras lo despedía, notó que el otro muchacho aún seguía allí, así que regresó a la cocina en busca de esa joven de cabellos azulinos que estaba impacientando al chico.


—No puede ser él —exclamó Violet en cuanto Misty se lo describió— Hermanita, sálvame por favor, inventale algo a mi ex-novio, por favor, ¿sí?

—¿Quieres que le diga que no estás? —preguntó ella, incrédula. Su hermana podía sr tan madura a veces, y a veces tan infantil.

—No, en realidad es mi novio, pero necesito que sea mi ex-novio sin tener que decírselo yo, ¿comprendes? No quiero romper su corazón yo —se explicó Violet.

—¡¿Quieres que rompa con él por ti?! —por poco gritó la pelirroja.

—Sabía que lo harías, eres la mejor, ¡gracias! —le agradeció, dio media vuelta, y se marchó a su dormitorio a planchar su rizado cabello azulado.



—Hola, soy Misty —saludó Misty al extraño en el hall de su gimnasio.

—Hola, ¿no se encuentra Violet? —preguntó él, era obvio que se estaba hartando de esperar— Soy Justin, por cierto.

—Mira Justin, ella no se encuentra disponible en este momento —le contó la colorada, por dentro maldiciéndo a su hermana por mandarla a hablar como si fuera una máquina contestadora— Pero me mandó a que te dijera algo...

—¿Qué?

—Ella no quiere salir más contigo.


Misty jamás había presenciado ni mucho menos vivido una separación. Por más simple que fuera, se veía que Justin quería de verdad a Violet, porque en cuanto se enteró el morocho comenzó a llorar y a lamentarse, preguntando que había hecho mal.

La líder del gimnasio se sentía incómoda en esa situación tan tensa, no sabía como consolar al muchacho, que se marchó y más lejos lo vio patear un cesto de basura por los aires, y nuevamente maldijo internamente a su hermana.


Ahora la muchacha se disponía a descansar y luego buscar algo que digerir, cosa que su estómago pedía a gritos, pero no contaba con su hermana mayor, que la interceptó repentinamente antes de que entrara a su cuarto.

—¡Misty! Veo que ya terminaste con lo de Violet, ven conmigo —la joven de larga cabellera rubia guió a su hermana menor hasta la piscina que usaban como campo de batalla.

—¿Qué sucede Daisy? —preguntó sin comprender que necesitaba su hermana.

—Pues tienes que limpiar la alberca, tenemos un show bajo el agua esta noche —le recordó la rubia con tono de que eso era una obviedad.

—Entonces empiecen a limpiar ya —sugirió la pelirroja, que pagaría por ver una foto de las tres limpiando la pileta.

—No, lo siento, pero las mujeres bellas no estamos hechas para estos labores, además estamos ocupadas, tenemos que aplicarnos ahora mismo la tintura para el cabello —dijo Daisy con una sonrisa.— Es lo justo, el lugar se inundó y ensució por tu batalla.

—¿Estás diciendo que quieres que limpie toda la piscina para su show porque sí, yo sola? —preguntó la irritada pelirroja, conteniendo su ira.

—Pero claro que no, mira las cosas que piensas Misty —le dijo Daisy con seguridad, lo cual relajó a la colorada...por unos instantes— Psyduck te ayudará.


Y antes de que la líder del gimnasio Celeste pudiera protestar, su hermana mayor se evaporó, seguramente a aplicarse la tintura junto a las otras dos. Y en ese momento, la Waterflower menor estalló como un Electrode.

—¿¡Quién se creen que son?! ¡¿Por qué yo hago todo por ellas?! ¡Hago todos los trabajos pesados y ellas sólo se ocupan de vivir la vida loca! ¡Con sus modelaje, sus shows, su fama, su manicure, sus tintu...— Y en cuanto comenzó a quejarse por todo, se interrumpió, y en su mente comenzó a maquinarse un plan malévolo. Su venganza.






—Daisy, pon la música de relajación y comenzemos —comentó Lily, colocándose las rodajas de pepinillos en sus ojos y apoyando su cabeza en el agua.

—Estas tinturas automáticas fueron como, la mejor inversión —rió Violet, imitando a su hermana de cabello rosado.

—Es verdad, sólo hay que elegir el color, luego poner el cabello dentro del agua de la máquina y la tintura se aplica sola en una hora —recordó la rubia, poniendo play en el CD de Bossa N Roses a todo lo que daba, perfecto para relajarse según la mayor de las Waterflower— Ya está, ahora a descansar.

—Oh, descansen tranquilas, ya verán lo que les espera —decía Misty en voz tan baja que sólo ella podía oírse, mientras esperaba tras la puerta a que sus hermanas quedaran dormidas...





—¡AHHHHH! — gritaron las tres horrorizadas hermanas mayores horas más tarde, contemplándose en el espejo.

—¡Mi cabello esta azul! —gritaba Lily como si le fuera a dar un ataque cardíaco.

—¡El mío parece mayonesa, es más amarillo que el queso! —chillaba Violet.

—¡Mi pelo es rosa, parezco un chicle masticado! —exclamaba Daisy con horror.


—Eso les enseñará —reía Misty, retirándose a la cocina por un buen sandwich de jamón y queso con una sonrisa victoriosa.




Fin.




Próxima historia: Dawn

 

Re: El libro de comedia de las Pokegirls

¡Hola amigas y amigos lectores! Gracias por sus comentarios :)
wow, realmente esperaba tardar mas con esta conti, pero hoy estaba aburrida en casa despues de estudiar matematica no tenia nada que hacer y no habia nadie, asi q me puse a escribir....y termine!

Lista de pokegirls faltantes (si, al final incluí las del manga tmb):

-Misty Waterflower (hecha)
-May
-Dawn
-Jessie
-Cassidy
-Marina
-Zoey
-Melody
-Delia Ketchum
-Molly Hale
-Giselle
-Ursula
-Solidad
-Domino
-Casey
-Lyra
-Bianca/Latias
-Lizabeth
-Yellow
-Blue
-Sapphire
-Platinum Berlitz
-Crystal


Sin más, los dejo con la historia de Dawn, que es algo más corta que la de Misty lamentablemente, es q misty es mi favorita y se me hizo mas larga por ello XD
y a proposito, realmente no va a haber mucho shipping porq el tema principal es la comedia, lo siento por eso :(
ok, me debo ir ahora, un beso!
rocio

Broma pesada​

—Que patético —suspiró el muchacho de cabellos morados, apartando su despectiva mirada.

—Ya lárgate, Paul —le regañó Brock.

—Como sea.



Paul se marchó del salón principal del centro pokémon de Ciudad Veilstone en dirección al hogar que compartía con su hermano Reggie. Brock y Dawn se volvieron hacia su amigo Ash, que yacía en una silla con la mirada en el suelo y su mente pensando en vayase a saber que cosa. Otra vez, perder contra Paul, y otra vez, a su estado emo. La muchacha de hebras azulinas se preguntó cuantas veces tendría que verlo así, y Brock decidió acompañar a su amigo de cabello azabache a su habitación, mientras la enfermera Joy se ocupaba del bienestar de los pokémon de Ash.


—Piplup, siempre es lo mismo —comentaba la coordinadora de Pueblo Hojas Gemelas a su pokémon tipo agua, arrojándose en el sillón del centro pokémon— Siempre es Ash perdiendo contra Paul, y nosotros detrás de él animándolo mientras Paul sólo se burla.

—Pip lup

—Siempre con su "patético", no lo soporto, tenemos que hacer algo nosotros —decía con energía la muchacha de irises celestes, colocándose su gorro blanco sobre su cabello como siempre solía llevarlo y sentándose apropiadamente en el sillón negro.

—Pip —el pequeño pingüino se golpeó el pecho.

—¡Lo tengo! ¡Le enseñaremos una lección a Paul nosotros! —exclamó Dawn, poniéndose de pie de un salto y Piplup asintió totalmente de acuerdo.

—¿A quién le quieres dar una lección, Dee-dee? —susurró una voz burlona a sus espaldas.



La joven coordinadora giró su cabeza para ver a un muchacho de cabello castaño oscuro, remera verde con una franja blanca con cuello en forma de v y ojos marrones, además de un pantalón ajustado con un cinturón. El joven avanzó hacia ella con expresión de sorna en su rostro.

—Kenny, ¡te dije que no me llames así! —lo regañó Dawn, mientras él se sentaba a su lado.

—De acuerdo, no lo haré más... —le dijo Kenny— Dee-dee —la coordinadora le sacó la lengua— Pero ya en serio, ¿qué es eso de enseñarle una lección a alguien?

—Verás...— y la muchacha de cabello azulino le contó todo a su amigo, incluído el plan que su mente había tallado en esos segundos, y Kenny le venía como anillo al dedo.






Los dos coordinadores de Pueblo Hojas Gemelas se escabulleron del centro pokémon, dejando a Ash al cuidado de su buen amigo Brock. Recorrieron la Ciudad Veilstone, con Dawn haciendo reiteradas paradas en casas de ropa, hasta que eventualmente dieron con su destino. La residencia de Paul y Reggie.


—Vaya, es bastante grande —observó Kenny, admirando el tamaño no de la casa en sí sino de su patio trasero, que se extendía bastante más que cualquier casa normal.

—Reggie, el hermano de Paul, es un criador pokémon, así que es natural que tenga un jardín tan grande —le indicó la joven de orbes cristalinos— De hecho, esto nos conviene, podremos entrar por el jardín.

—Suena... —A Kenny no le agradaba mucho la idea de infringir una propiedad privada, pero no admitiría esto jamás a su rival— ¡Espera, Dee-dee!


Dawn ya se encontraba escalando la tranquera a la izquierda de la casa, con Piplup en sus hombros. Kenny exhaló un suspiro y la siguió. Ella llegó hasta la cima de la pequeña tranquera y saltó, cayendo de pie con elegancia, pero Kenny al seguir su ejemplo por poco y no cayó de cara al suelo. Ambos jóvenes entraron en puntas de pie al jardín. Se encontraron con varios pokémon de Paul y algunos que Reggie criaba, otros le pertenecían a éste último.

Por supuesto, apenas fueron visibles dentro del jardín, emergió del interior del hogar un hombre de ojos negros y cabello morado largo que llevaba atado en una coleta de caballo, el dueño de la propiedad y habitante de la casa, sin mencionar que era el hermano de Paul.


—¡Reggie! —exclamó Dawn, escondiéndose detrás de Kenny.

—¿Dawn? ¿Qué haces aquí? —preguntó el recién llegado, mirando a Kenny confundido.

—¿La historia larga o la corta? —preguntó la coordinadora saliendo de su "escondite", y Reggie optó por la corta.



—Vaya —rió el criador tras oír a la joven— Creo que tienen algo que hacer, será mejor que se apresuren.

—¿Qué? —Dawn se quedó atónita. ¿De verdad Reggie les estaba permitiendo hacerle eso a su hermano menor?

—Vamos, Paul se fue a entrenar, volverá en alrededor de una hora —Reggie les guiñó su ojos derecho, indicando que sería su complice y regresó dentro de la casa.

—Ya oíste Dee-dee, tenemos que apurarnos —le dijo Kenny, sacando su pokébola— ¡Alacazam, a trabajar!





Paul regresó a su casa tras haber entrenado horas con sus pokémon. Haber derrotado a Ash no significaba para él que sus pokémon merecieran felicitaciones, sino que significaba que debían seguir entrenando así, o incluso más, duro para ser poderosos.

El joven de cabellos morados estaba exhausto, no había siquiera descansado de la batalla con su rival, así que ahora se dedicaría a dormir una merecida siesta. No encontró a Reggie al entrar. Supuso que se encontraba criando a sus pokémon en el jardín, así que se marchó directamente a su habitación. Sin embargo, en el camino, se encontró con alguien que no esperaba estuviera allí.

—Por fin llegas Paul —exclamó Dawn, apuntándole con su amenazador dedo índice.

—¿Y tú quién eres? —preguntó él con frialdad.

—¡¿CÓMO QUÉ QUIÉN SOY PEDAZO DE... —ella se contuvo mordiéndose el labio inferior, a punto de soltar miles de insultos inapropiados en la boca de una dama. Esas cosas de Paul la sacaban de quicio, pero ella ya lo pondría en su lugar— Mira, sólo callate y sígueme, que tengo algo que mostrarte.


Dawn guió al confundido chico por la casa de éste último para llegar a un cuarto que parecía ser un escritorio. Poseía un escritorio de madera marrón oscura sobre el cual posaba una computadora, la cual Reggie también usaba como teléfono. Dawn tomó asiento en la silla frente a la computadora y abrió una carpeta con música.

—¡Ahora! —gritó la joven de cabellos azulinos.


Kenny salió de su escondite junto con su Alacazam y Reggie, al mismo tiempo que el hermano de éste se daba vuelta para descubrir que ocurría. Fue entonces que Alakazam utilizó sus poderes psíquicos para tomar control del cuerpo de Paul.

Paul intentó mover sus extremidades sin éxito. Tampoco podía realizar movimiento alguno con su cabeza, ni siquiera mover su boca para gritar insultos no aptos para todo público en contra de Dawn, Kenny, y todos sus familiares. Se encontraba totalmente a la merced de ellos, y lo peor era que su hermano mayor portaba una cámara de video.


—Pon la música, Dawn —pidió Reggie mientras encendía la cámara.


La finalista de la Copa del Listón oprimió "Enter" para que comenzara a sonar la canción "Caramelldansen" de Caramell, una canción que para Paul era tan hermosa como el sonido de uñas desgarrando un pizarrón de clase. Sin embargo, Alakazam invocó sus poderes y colocó las manos de Paul en su cabeza, formando una suerte de orejitas de conejo, luego Paul comenzó a mover sus caderas de un lado para el otro descontrolada y frenéticamente, al compás de la música.

Dawn, Kenny y Reggie estallaron en carcajadas mientras Paul vivía su peor pesadilla en vivo y en directo, bailar. El baile era una de las cosas más detestadas por el entrenador pokémon. Reggie dejó de filmar para conectar la cámara al ordenador, y en cuestión de minutos, para horror de Paul, el video se encontraba en Youtube.

—¿Quién es patético ahora? —preguntó la autora de este plan maestro, con una expresión triunfal que Paul desearía poder arrancarle con toda su alma.



Fin.



Próxima historia: May

Aquí para ver Caramelldansen de Paul: Caramelldansen