One-shot El Amor de dos Vastaya [Agosto te Desafía]

Agosto
Desafío 7

Luego de que Xayah comenzara a ser llamada el “Cuervo Violeta”, conoció un Vastaya que cambiaría su vida para siempre. Le conoció en Vlonqo en busca de un artefacto robado hace algún tiempo atrás. Un grupo de humanos con gritos de ánimos y júbilo, aplaudían la gran actuación del Vastaya, el cual siempre presentaba espectáculos para los humanos, y esta vez él, se presentaba en Vlonqo debido al festival de la cosecha de dicho lugar.

Su espectáculo incluía acrobacias con sus plumas doradas, y canciones propias de un bardo; una vez acaba la actuación, Xayah escuchó su nombre por primera vez, Rakan.


Sin embargo, lo que Xayah no sabía es que la canción presentada iba dedicada a ella, pues Rakan quedó fascinado al verla entre la multitud, y comenzó a percibir en ella cierto interés que jamás había sentido con nadie anteriormente en las viejas ciudades de Valoran.

Entre los gritos de la gente al terminar su obra teatral, Xayah aprovechó para recuperar el artefacto robado, y marcharse de dicho lugar, continuando su misión. Se prometiño no volver a saber nada de ese tal Rakan, pero la verdad es que no podía sacárselo de la cabeza, era un sentimiento extraño, que le hacía mirarlo de manera atractiva con sutil ligereza.


Por su parte, Rakan no podía comprender como una hermosa mujer no quedaba fascinada ante su actuación. Un enigma difícil de resolver, por lo que ahora él se convertiría en su seguidor; intrigado, el acróbata decidió acompañar a Xayah en sus viajes. Cuando Xayah se alejaba del lugar, comenzó a preocuparse por tal extraños pensamientos y fue emboscada por un grupo de mercenarios, le apetecía pelear pero justamente en ese momento, Rakan realizó sus épicas entradas.

Ella insistía en que no necesitaba la ayuda del fanfarrón, pero éste insistió en que le daba igual, que sencillamente no quería perderse dicha fiesta. En la batalla Rakan le demostró ser un aliado ortodoxo pero sorprendentemente era valiente y efectivo, realizaba mortales piruetas que llamaban la atención de los mercenarios y en esos segundos Xayah lograba matarlos con su precisión devastadora.


Rakan cada vez más se enamoraba de la Vastaya, con su manera de interactuar con el mundo, su aprecio por la vida de los demás Vastaya y hacia la naturaleza misma, su personalidad; parecía siempre estar preparada, distante y centrada, mientras él era ignorante, afable y frívolo. Sin embargo, era innegable que formaban una excelente pareja de batalla, logrando una armonía sin igual, y pronto, se volverían inseparables.


Todo fue gracias a que, a pesar de las mil y una protestas por parte de Xayah, Rakan nunca se alejó de ella, y con el paso del tiempo, ella comenzó a agradecer su compañía, aunque le costaba admitirlo. En tres meses, Rakan lograba ver el mundo como lo hacía Xayah, y comprendía la magnitud de su misión: Reclamar el poder de los Vastaya y recuperar todo lo que había perdido su gente, la tribu de los Lhotlan.


Gracias a Xayah, Rakan había encontrado un propósito en la vida y se había enamorado por primera vez.