Comedia El abecedario de Eli [Días del Abecedario 3.0]

Para la actividad Días del abecedario 3.0

A de Astros.

Levantó la mirada llena de ilusión, las estrellas brillaban con intensidad sobre el manto azul petróleo del cielo, sonrió levemente para luego girar la vista a su acompañante, quizá, solo quizá, si había sido buena idea salir a la fría noche para sentarse a observar los astros del campo.

 

B de Botella.

Sonrió para luego llevar la mano al centro del circulo y hacer girar la botella que en este se encontraba, no sabía el cómo, quizá esto debido al alcohol en su sistema, pero estaba satisfecho con el resultado.

La botella dio unas cuantas vueltas rápido, luego fue más lento, así hasta detenerse justo con la chica que tenía a su derecha, sonrió levemente mientras se acercaba a ella, quizá las pelirrojas no eran lo suyo, pero la botella había hecho una elección.

 

C de Claustrofobia.

“¿Cómo llegue aquí?, ¿cómo llegue aquí?, ¿CÓMO DIABLOS LLEGUE AQUÍ?”

Esos eran los pensamientos de la chica que no lograba abrir la puerta del baño de la casa de su amiga, recordaba como ella le había comentado que tuviese cuidado con la puerta, que se solía trabar si no se estaba de suerte, y aunque estuviese nerviosa de que eso pasara las ganas de ir al baño eran mayores que los nervios del encierro.

Y es que no le habría molestado si se tratase de un cuarto grande, o al menos tardaría más en perder el control, pero mencionar que ese espacio físico era enano nos dejaba cortos en la definición, se sintió orgullosa los segundos que le tomo hacer sus necesidades sin sufrir un ataque.

Cinco, esos eran los minutos que llevaba sentada sobre la tapa del retrete abrazando sus piernas, solo fueron cinco minutos antes de sentir como le faltaba el aire.

Diez, ¿las paredes se cerraban o era su idea?

Quince, lagrimas caían por sus mejillas, o así fue cuando sintió un clic provenir de la puerta, levanto la mirada ansiosa a la par que la cabeza de su amiga se asomaba por el marco, no lo dudo ni un segundo y como rayo salió a la luz, es más, inconforme con estar fuera del baño sintió la necesidad de salir al jardín, cosa que hizo, sin importarle que hacia un frió del mal y que llovía, ella solo necesitaba la libertad que solo ver naturaleza puede darte.

 

D de Deseo.

“Desearía ser unicornio”, pensó, para luego pegarse un cono de cartón a la frente.

 

E de Estornudo.

Inclinó levemente la cabeza a la par que inhalaba una gran bocanada de aire, arrugó la nariz y esta comenzó a picar de forma molesta. Pero nada ocurrió, por costumbre mantuvo la expresión facial por un par de segundos, seguía sin pasar algo.

Claro que, apenas relajo el gesto el estornudo se dejó escuchar.

 

F de Fragancia.


Sonrió levemente mientras aspiraba el aroma a fresas que desprendía del cabello color trigo de su acompañante.

Bajó la cabeza hasta posar la mejilla en el hombro de la chica, su nariz rozo el cuello de la muchacha y volvió a aspirar, este olía a su perfume, una escencia cítrica, era un aroma suave, le encantaba.

Se despegó de ella y le mostró una sonrisa.

—¿Perfume nuevo?

La chica le devolvió la sonrisa con un leve sonrojo en sus mejillas

 

G de Galletas.


Leyó el cuaderno de su madre a la par que caminaba hacia la alacena, abrió la misma y aún con el libro en mano comenzó a buscar los ingredientes.

Ya con todo en la mesada dejó el cuadernillo abierto en la página que leía hace unos minutos.

Se lavó las manos, luego buscó un recipiente, primero añadió la harina. Le siguió el azúcar.

Comenzó a mezclar aquello mientras esperaba paciente el sonido del microondas, al escucharlo fue a buscar la mantequilla, la añadió al recipiente a la par que mezclaba todo, a ello le siguieron los huevos.

Un poco de sal, vainilla junto a las chispas terminó la receta.

Era momento de ensuciarse las manos, las metió en la masa y comenzó a coger trozos para mezclarlos mejor, ya con ello listo se quitó el resto de los dedos.

Fue en busca de la bandeja, a la cual había colocado papel mantequilla, y fue haciendo bolas pequeñas de masa para luego aplastarlas y colocarlas en la bandeja. Cuando no vio espacio fue directo a lavar sus manos, para luego y a dejar la bandeja al horno.

Su temporizador con forma de huevo sonó y ella se levantó de la silla para ir por los guantes de cocina, abrió el horno y de inmediato le golpeó el olor de las galletas, las sacó y colocó la bandeja en la mesada, esperó a que enfriaran un poco y con ayuda de un cuchillo despegó las galletas del papel, para así ir colocándolas en un plato.

Con ya todo listo sonrió satisfecha y fue hasta la puerta de la cocina, la abrió y saco la cabeza al jardín, donde dos niños de cabellos crespos jugaban con un balón.

—¡Niños! —llamó a sus hijos —, ¡hice galletas, ya saben, las de su abuela!

Los pequeños soltaron la pelota y corrieron en dirección a su madre, ellos adoraban la receta de la abuela.

 

H de Helio.

Sonrió mientras veía el globo elevarse y ser detenido por la cuerda que lo mantenía unido a su mano derecha, miro a su pequeño hermano, sus ojos brillaban ante el elegante globo de color azul, le tendió la cuerda y la mirada del pequeño se iluminó aún más.

Después de ello cogió otro globo, ahora amarillo, y lo mantuvo en su mano libre, le dio un par de billetes al vendedor y tras tenderle la mano libre a su acompañante se despidió con un gesto y un agradecimiento al hombre mayor, el cual respondió de igual forma a la par que fijaba su vista en un nuevo cliente.

Así caminaron por el parque, el pequeño realmente emocionado, mirando como el globo bajaba con un tirón y subía gracias al helio en su interior, recordar aquel gas noble le dio una idea.

—Hey, Dani —llamó a su hermano, el cual levanto la mirada en su dirección —, ¿quieres ver algo divertido y loco?

El pequeño solo asintió, el mayor de los dos soltó la mano del pequeño para así estirar levemente la parte inferior del globo y llevarlo a su boca, con el canino hizo una pequeña abertura, por la cual aspiro un poco del gas del globo.

—Mira pequeño Dani, mi voz se escucha loca y graciosa.

El pequeño soltó una gran carcajada ante la payasada de su hermano, el cual mientras hablaba hacia caras chistosas.

El resto del contenido del globo fue usado para contar malos chistes, los cuales hacían reír más al pequeño. Y eso amigos míos, era la noble magia del helio.

 

I de Impermeable.

La lluvia caía con fuerza, pero a ella no le importaba, es más, el clima le hacia feliz, ya que le daba la oportunidad de ponerse su lindo impermeable rojo, el cual combinaba con unas botas del mismo material, para así, poder salir a jugar y divertirse con los grandes y recientes charcos de agua y lodo sin sufrir mayor una enfermedad.

Dios, si que agradecía el día que alguien invento los impermeables.

 

J de Juramento.

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buena...

—¡Supéralo, Dev! —se escuchó el grito de su hermano —, Harry Potter no es real y esas son solo chucherías que compraste por internet.

La chica frunció el ceño a la par que soltaba su mapa y varita, se arremangó la manga derecha y fue en busca de su hermano mayor, ahora si podía jurar de forma solemne que sus intenciones no eran buenas.

 

K de Kétchup.
Tomó el condimento entre sus manos a la par que con la otra sostenía la caja con papas fritas, apretó levemente el envase, pero nada salió, frunció el ceño como respuesta, ella se negaba a comer un solo bocado de su comida sin la sustancia roja fabricada de forma industrial con tomates.

 

L de Lana.

El cuello y brazos le picaban, estaba seguro que en el momento que se quitara el abrigo estos se encontrarían rojos, pero al ver la miraba de alegría de su abuela creía imposible el quitarse el suéter de lana que ella misma tejió, sin importar la leve alergia que sufría al material.

 

M de mamá.

La pequeña tomo entre sus manos el trozo de cartulina y fue hasta la mesa de la cocina, ya allí tomo uno de los crayones de la caja y comenzó a hacer un dibujo.

Cuando el gaste estubo terminado le siguió hacer la escritura de la tarjeta, se quedó atrapada en una letra y levantó la mirada a su padre, el cual cocinaba unas cuantas galletas, a petición de la pequeña.

—¿Cómo decías que se escribía "corazón"?

—C, o, r, a, z, la o lleva tilde y por último la n —deletreo sin problema a la par que llevaba una bandeja al horno, la niña le sonrió complacida para comenzar a escribir.

Una hora más tarde la pequeña tenía todo lo que quería, una tarjeta, galletas y un gran abrazo, todo ello para su madre, porque ella sabía que la mujer merecía todo eso y más en su día especial.

 

N de Neumático.

Andaba tan tranquilo por la carretera desierta, estaba tan despreocupado, solo se escuchaba el sonido de la radio, en la cual ponían sus clásicos favoritos, y el sonido de la lluvia al golpear el vehículo, si, un viaje completamente tranquilo y normal... O así fue hasta que sucedió.

Primero sintió como su auto se levantaba mas de la cuenta, no se asusto de atropellar a algún animal o ser con vida, ya que se haber sido así habría escuchado el chillido del mismo y el sonido del golpe habría sido mayor, así que supuso solo habría pasado por encima de alguna piedra, estaba dispuesto a ignorar aquello y seguir con su viaje a casa, pero ahora sentía una ligera molestia al conducir, palideció al imaginar lo que podría ser.

Después de bajar del auto, claro que con un paraguas, fue al lado que se había levantado, con tan solo ver el neumático supo que había pasado, suspiró, nuca se le había dado bien la mecánica, siempre que había un problema era otro el que se encargaba, pero ahora no había un otro al cual pedir la ayuda.

Las cosas no fueron tan difíciles como imaginaba, claro, si no contábamos que la lluvia había empeorado ligeramente y que era imposible instalar una gata y sostener un paraguas al mismo tiempo, en esos momentos agradecía que aún tenia luz solar, si no no quería ni pensar en los malabares que tendría que hacer para sostener su celular, el paraguas y colocar la gata sin mojarse. Después de ello le siguió el quitar el neumático pinchado, al principio lo hizo lento, para así sostener su paraguas y no continuar mojándose, pero después de analizar la situación concluyo que ya era imposible mojarse más y que sería mejor terminar con ello rápido, así que dejó el paraguas a un lado.

Apenas termino de colocar y ajustar el neumático se levanto del suelo, no sin antes quitar la gata de debajo de auto, y se dispuso a guardar todo en el maletero del auto. Ya con todo limpio y ordenado, claro que quitando el hecho del lodo formado por la lluvia, recogió su paraguas y subió al auto, llorando internamente por mojar los asientos.

Volvió a encender el vehículo y emprendió marcha a su casa, notando, por la hora que marcaba su celular, que iba veinte minutos tarde, embarrado y con un posible resfriado y todo ello por culpa de un simple y para nada indefenso neumático pinchado.

 

Ñ de Ñurdo.

Contenido oculto: Definición palabra usada.

Bueno, está es una palabra bastante usada en Chile, hace referencia a alguien torpe o que no puede hacer alguna cosa :D

—Entonces muevo este pie a la izquierda mientras levanto el brazo derecho —murmuró para sí misma la chica a la par que intentaba hacer el paso de baile.

Empezó el movimiento bien, pero en un descuido pisó el cordón de su zapato y terminó dando un pequeño salto para evitar no caer, la risa de su amiga se escuchó a la par que ella volvía a erguirse, tras recuperar el equilibrio.

—Sabes lo teórico, pero aún te cuesta lo practico —le comentó su acompañante—, observa con atención como lo hago y luego repites —indicó poniendo la música con su celular.

La chica observó a su amiga mover el cuerpo al ritmo de la canción sin mayor problema, frunció levemente el ceño para después colocarse detrás de ella y así copiar el baile con mayor facilidad.

Los primeros pasos salieron aceptables, pero por culpa de su cordón desatado no logro ejecutar el que practicaba con anterioridad, haciéndola caer sentada en el piso. La chica puso una mala cara por ello, no le parecía agradable que pasos que se veían fácil le salieran horribles.

—Ay, Jen —comentó su amiga a la par que la ayudaba a levantarse —, pequeña, no te preocupes por no lograrlo —agregó abrazando a la chica —, yo también soy ñurda en algunas cosas, como la pintura —concluyo con una leve sonrisa, logrando así que su compañera no se sintiera tan mal por ser ñurda a la hora de bailar.