Chocolate city

Para América, Feliz San Valentín adelantado, ja.

Primer cartón.

El bultito bajo las sabanas tiene un dilema. Pues, si hoy no despierta, el solecito no sale. Echando una mirada a su reloj, Kate se informa oportunamente de la ineficiencia de su cuerpo para despertar temprano.

-Bien, son las siete en punto -pensó-. Es hora de levantar mi cuerpo, poner las pantuflas a mis pies. Entrar a la bañera, lavar por aquí, por allá, entre mi sexo. La limpieza es importantísima. Secar mi piel, buscar mi mejor ropa. Bajar apresuradamente a la cocina y desayunar. Descubrir que la leche se ha terminado, golpear el pulgar de mi pie izquierdo con una de las patas de la mesa, frustrarme. Salir corriendo, faltan cinco minutos para que el ferry salga. Beber café de la cafetería en la cubierta, bajar la cabeza, el me mira coquetamente de nuevo. También tengo que caminar con miedo por la ciudad. Se hablan tantas cosas malas de ella. Ser asaltada, el idiota solo me quita quince dólares. Entrar a la sucursal de RadioShack en la esquina entre Maple y Malcolm X. Pedir empleo. Escalar uno a uno los puestos a la gerencia de la sucursal. Ser nombrada directora regional. En una recesión comprar locamente acciones. Envejecer sin problemas...

Y, de la nada, sin pensamientos. Kate tiene los ojos vidriosos, ida… Y grita.

-¡Nada de eso se puede disfrutar! Si el futuro no llega en cinco minutos, cambio de planes.

No se puede disfrutar el futuro…

 

Segundo cartón.

Kate camina entre casas de campaña. Según le dijeron, su pequeño hermano, Scub, esta indignado. Entre el lleno de gente, unos cantando y protestando, otros ligando e interactuando. En un rinconcito, sentado, Scub trata de explicar el modelo neoliberal a una pollita…

-Estas enojado, ¿ah?

Kate, de pie, inspecciona con la mirada a su hermano. Un gorrito de bufon, sin camisa.

-Un poco -respondió Scub, apretando los parpados, cubriendo los ojos de los rayos del sol.

-Mmmm, ¿vamos a casa?

-¿Deberíamos…? -Scub, impertinente como siempre.

A Kate le irrita esa actitud que tiene en ocasiones su hermano. Esa, cuando es un “chico malo” para impresionar.

-Vamos, ya sabes como es mamá. Va a cancelar tu Itunes, no mas Skype… No mas Internet, ni amigos, ni Twitter. Además, hasta donde se, aun tienes esos pases VIP a Coachella, no dejes que te los confisquen. Deja de jugar y despídete de tus amiguitos.

Scub trato de despedirse…

-¿A donde van? -pregunto.

Sus amigos levantaban sus tiendas de campaña, guardaban sus pancartas y guardaban su marihuana.

-Viejo, queremos nuestro Itunes…

Indignación hipster… nunca dura.