La siguiente poesía sigue la temática y melodía clásica de las nanas o canciones de cuna con bastante influencia de Federico García Lorca. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Arroró, arroró. Duerme, niño, duerme. Arroró, arroró, Deja de llorar. No hagas que el niño malo te lleve a la oscuridad. Que por romper el silencio, silencio te encontrarás. Arroró, arroró. Duerme, niño, duerme. Arroró, arroró, Deja de llorar. Cierra los ojos, lucero: la noche lentamente está llegando. El mundo real huye; los duendes ya se están acercando. Arroró, arroró. Duerme, niño, duerme. Arroró, arroró, Deja de llorar. Observa como el viejo caballo, de crines rojo fuego, te espera impaciente con sus relinchos. Lucero, es hora de irme ya. Arroró, arroró. Duerme, niño, duerme. Arroró, arroró, Deja de llorar. El siempre oscuro dios Sueño te llama: no le hagas esperar. Deja que tu delicado cuerpo te permita descansar. Arroró, arroró. Duerme, niño, duerme. Arroró, arroró, Deja de llorar.