de Dragon Ball - ¿Y Cell?

Capítulo 1 problemas en el infierno.​

Todos hemos sabido el destino de los guerreros con quien ha peleado Goku, como Radiz que fue controlado al llegar al infierno por Enmadaiosama y obligado a quedarse allí al igual que Nappa, Frieza que años después sería resucitado y elevaría inmensamente sus poderes estando al nivel de un nuevo y poderoso Goku o Majin Boo malvado que por petición de Goku regreso como un buen sujeto… Pero, ¿y Cell?, ¿Qué hay de aquel Bio Androide que incluso dejo de aparecer en el infierno?, pues esta historia nos dirá que fue lo que sucedió con el…

Tan solo una semana había transcurrido desde que aquel terrible monstruo conocido como Cell había sido derrotado, aquella criatura creada por el malvado doctor Maki Gero a partir de las células de los mejores guerreros de la tierra. Una dura batalla que…a pesar de ser ganada había traído muchos sacrificios, tales como la muerte del Saiyajin Son Goku, quien pese a poder ser revivido había decidido quedarse con Kaiosama para entrenar.

Tan solo momentos después de haber permanecido en aquella… “casa” que él había creado para el Kaio del norte Goku se había cansado de estar allí por lo que le pidió a este que lo llevara al planeta del Supremo Kaiosama.

—Por favor Kaiosama llévame con el— Hablaba el Saiyajin de pelos en pincho.

—Después de haber destruido mi casa y hacer que Bubbles, Gregory y yo muriéramos aun continúas pidiéndome cosas…—Decía enojado el Kaio.

—Ya te dije que lo siento, no tenía otro lugar para traer a Cell—

— ¡Pero al menos pudiste habernos teletransportado a los 4 a la tierra antes que Cell explotara! —Grito el hombre de piel azulada.

Goku se quedó pensando unos momentos en lo que aquel hombre acababa de decir…

—Habría sido una muy buena idea—Dijo entre risas el Saiyajin.

El Kaio, el mono y lo que parecía ser una luciérnaga cayeron decepcionados, obviamente Goku no lo había pensado muy bien.

— ¿Kaiosama me llevará? — Insistió nuevamente el joven.

—Vaya que eres molesto…te llevare, pero solo porque no podemos quedarnos en esto…— Dijo el hombre de anteojos antes de tocar la casa que Goku había construido…Desarmándola al instante.

— ¡Muy bien! — Decía con ánimos Goku antes de ponerse en marcha.

Unas horas después, en la entrada del otro mundo.

Frente a un enorme escritorio se encontraba aquel que decidía a donde iban las almas, el gran Enmadaio sama que se encontraba hasta el cuello de papeles.

—Señor Enmadaio— Llamó la atención uno de los ogros del lugar.

Aquel hombre ni siquiera había levantado su mirada cuando contestó.

— ¿Qué se supone que quieres, no ves que estoy muy ocupado?— Dijo algo molesto.

—Lo…lo siento señor, tenemos informes de que hay problemas en el infierno— Dijo temeroso el ogro.

— ¿Problemas en el infierno? , ¿Quién los está causando?— Pregunto el hombre gigante de tono rojizo.

—Es…Frieza aquel sujeto que vino aquí hace algunos años junto con un sujeto que vino recientemente se llama…A ver… ¿dónde está? , por aquí lo había visto— Dijo mientras buscaba entre una lista que cargaba en sus manos el nombre.

—Se llama Cell, señor— Dijo de inmediato al localizar su nombre.

— Ese sujeto…ha sido un gran problema desde que llegó, ¡Escúchame bien, quiero que le avisen al Gran Kaio sama para que envié a uno de los peleadores que entrena para que controle la situación! — Habló con seguridad.

— ¡Si señor! — Dijo el ogro saliendo del lugar.

*Ese sujeto ha sido muy problemático desde que puso los pies aquí… y ahora incluso se alía con ese maldito de Frieza, si los dejamos ahí puede que terminen destruyendo el infierno algún día…Solo queda algo que hacer*

— ¡Oye tú! — Grito Enma, llamando uno de los ogros cercanos.

— ¡Si Señor! — Contesto de forma inmediata.

—Enciende la lavadora de almas…en un momento traeré el alma que la usará—

Continuara…

Bueno es todo por ahora espero les haya gustado, es una pequeña historia que tenia en mente desde hace mucho ya que xd parece que este villano había caído en el olvido.

Notas finales: Para los que no lo saben la "lavadora de almas" es el lugar donde las almas son...como dice su nombre, lavadas de toda la maldad, recuerdos y básicamente ser de la persona que la poseía utilizándola para la creación de otro ser vivo, es decir básicamente lo que se conoce como "reencarnar" , en Dragon ball Z dicha maldad se deposita en una especie de "contenedores" que se almacenan en el mas allá "Tomando como referencia la vez que estos estallaron afectando a un joven ogro y originando a Janemba"

 

Buenas a todos, muchas gracias por leer mi fic no espere que lo comentaran tan rápido, agradezco a InunoTaisho y a Luix y en cuanto a los nombres, muchas gracias por la corrección no sabia la forma de escribir el de Raditz y el de Freezer me tenia confundido ya que en los subtitulos de super le llamaban "Frieza".

Bueno sin mas que decir aquí el capitulo 2, espero les guste.

Capítulo 2 La trampa.
​

Freezer y Cell causan grandes disturbios en el infierno cosa que llevo a Enmadaio sama a traer un peleador que controlara la situación, pero…consiente de lo problemático que sería mantener a esos dos juntos a tomado una importante decisión.

—Enma sama…la situación ha sido controlada en el infierno por Paikuhan en compañía de Son Goku— Dijo uno de los ogros.

—Es bueno saberlo, ¿lo has traído? — Preguntó intrigado.

—Si señor…fue muy difícil, pero al fin está aquí— Dijo el ogro - ¡Tráiganlo! -

Dos ogros más entraron al lugar, uno rojo y uno azul, quienes acompañaban a alguien un tanto familiar.

— ¿Qué se diablos quieres? —Contestó el recién llegado de forma casi inmediata.

—Sera mejor que te calmes— Habló Enma.

—Estoy muerto, ¡¿cómo se supone que me calme?!— Dijo con ira el invitado.

—No te preocupes, no estarás mucho tiempo por aquí—

— ¿Qué quieres decir? —

—Seré directo…Debido a los disturbios que has causado en tu corta…estadía he tomado una decisión. Cell, iras directo a la lavadora de almas, borrando tus recuerdos y tu ser, usando tu alma para un nuevo ser vivo—

— ¿Lavadora? ¿Borrar mi ser?, ¡ni sueñen que lo permitiré! ¡Infelices! — Dijo antes de soltarse del agarre de los ogros colocando sus manos cerca de su rostro.

— ¡Taioken!— Gritó el androide liberando una luz que cegó a todos los presentes lo cual aprovecho para intentar escapar donde había entrado.

— ¡Cerrado!— Dijo con ira saliendo por la puerta que se encontraba a la izquierda de Enmasama.

Luego de que el androide saliera los ogros y Enmasama se colocaron de pie…todos tenían lentes, no habían sido cegados por la técnica.

—Sabía que no lo aceptarías tan fácil, pero es tiempo ya…—

Del otro lado de la puerta.

Cell se encontraba en una oscura habitación que no parecía tener salida.

— ¿Qué diablos es este lugar? — Preguntó con enojo Cell.

—La lavadora de almas, y el fin de tu existencia como androide— Respondió una voz tras de él.

— ¡Que! — Gritó con ira el androide, notando que la puerta había sido cerrada tras de sí.

— ¡Sáquenme de aquí, no pueden hacerme esto! — Gritaba Cell mientras en vano intentaba destruir la puerta.

—Inicien con el lavado de alma— Dijo Enmadaio.

—Si señor—

Un botón fue presionado mientras que Cell dentro de su interior miraba con preocupación cómo su cuerpo comenzaba a desvanecerse.

— ¡No te desharás de mi tan fácil!, ¡Te buscare y te matare por lo que me hiciste Enmadaio…! — Fueron sus últimas palabras antes de que aquel peligroso androide terminara como una simple alma…

—Terminó el proceso de lavado del alma señor— Dijo un ogro retirando un enorme tanque de aquella máquina.

—Bien, lleva el tanque al depósito y asegúrate de enviar el alma a la tierra— Contestó el hombre de gran tamaño.

—Sí, Enmadaio sama—

*Oh, está más ligero de lo que pensaba* Pensó el ogro

— Ahora el otro mundo podrá estar en paz — Dijo Enma aliviado.

Continuara…

 

Buenas a todos aqui les traigo el capitulo 3 de mi fic, si se me paso algun error me disculpan, que en esta ocasion me toco subirlo desde la tablet :/ espero les guste.

Capítulo 3 Reinicio.
​

Ya habían pasado 7 años y medio desde que Enmadaio se había ocupado de aquel villano conocido como Cell, el mundo había permanecido en paz por un largo tiempo, pero ahora una amenaza conocida como “Majin Boo” causaba disturbios en la tierra, revivido por el mago maligno llamado Babidi, ahora Son Goku se encontraba luchando con ella, y aunque la ventaja era muy clara para el saiyajin, el tiempo que le quedaba en la tierra disminuía rápidamente mientras mantenía su nueva transformación.

Mientras tanto, en una pequeña tribu localizada a los pies de la torre Karin un joven muchacho se encontraba entrenando sin cesar.

—Es impresionante como ha progresado el joven Saibō, ¿No lo crees papá? — Decía un joven de rasgos indios.

— Así es Upa, con tan solo 7 años ha aprendido totalmente nuestro estilo de combate y es capaz de vencer fácilmente a todos nuestros guerreros— Contestó Bora el padre del joven que le hablaba, un hombre de piel oscura y traje indio.

Aquel joven de quien Upa y su padre hablaban era más… inusual que cualquier habitante de la tribu, encontrado a la orilla de un rio a las afueras de un bosque con una nota con las únicas palabras “Saibō un monstruo” fue llevado a la tribu por el jefe de la misma, el joven era un chico de cabellos verdoso claro y piel pálida casi grisácea lo cual parecía deberse a la falta de sol fue criado como un aldeano más, ignorando aquel extraño mensaje. Si bien el chico era muy inexpresivo de forma casi opuesta a su personalidad enérgica , pronto se adaptó rápidamente a la tribu, siendo cuidado por todos y entrenado como un miembro más.

—Terminé— Fue lo que dijo Saibō al vencer al último peleador.

—Bien hecho Saibō, no esperaba menos de ti— decía con orgullo un hombre anciano mientras aplaudía.

—Gracias, jefe— Decía con una corta sonrisa el joven.

—Creo que estás listo para el siguiente nivel- Dijo el padre de Upa poniéndose de pie.

—Señor Bora… ¿Peleara usted conmigo? — Preguntó el joven.

— No exactamente, tu nivel me ha sobrepasado hace un buen tiempo, tu siguiente objetivo será. Ese— Dijo señalando la gran torre frente a ellos.

— ¿Debo subir allí? — Preguntó Saibō.

— Correcto, en la sima se encuentra un hombre con el que podrás hacerte más fuerte, igual que un buen amigo de Upa— Contestó Bora.

— ¿Mas fuerte? — Pregunto sin poder creerlo. — Bien, la subiré, prometo que cuando regrese seré el más fuerte del mundo— Dijo con cierta emoción el joven antes de comenzar a trepar.

— No lo dudo de ti, buena suerte— Dijo el hombre mientras los despedía.

— Suerte, Saibō— Gritaba Upa desde abajo.

— Cuídate mucho— Gritaba el jefe de la aldea.

— ¡Adiós! — Despidieron todos los aldeanos.

— ¡Adiós a todos! — Fue lo último que gritó el joven antes de perderse entre las nubes.

 

Buenas a todos, aqui les traigo el 4to capitulo de mi fic espero les guste agradezo a Luix y a InunoTaisho por continuar leyendolo y por las correcciones con las que he podido mejorarlo, bueno sin mas que decir espero les guste.

Capítulo 4 La torre.
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2 horas habían pasado desde que el joven Saibō comenzara a escalar la enorme torre, sin quejas o descansos se mantenía subiendo constante, teniendo en mente tan solo las palabras de Bora.

— En la sima se encuentra un hombre con el que podrás hacerte más fuerte, igual que un buen amigo de Upa—

— No puedo esperar a llegar, me emociona mucho poder hacerme más fuerte — Decía animado el joven de cabellos verdes.

La parte superior de la torre podía verse ya, donde se encontraba una escalera junto a una especie de entrada. Al verla Saibō se apresuró a subir pese al cansancio que comenzaba a invadirlo, llegando tan solo unos minutos después.

Subió las escaleras con calma, esperando recuperarse del cansancio que comenzaba a invadirlo.

— ¡¿Maestro Karin?! — Gritó el joven desde el pasillo esperando llamar la atención de alguien.

No hubo ninguna respuesta del otro lado.

— ¡Maestro Karin! — Llamó esta vez con mayor fuerza.

El resultado fue el mismo por lo que él se apresuró a llegar, encontrándose con pequeño lugar repleto de vasijas que parecían contener agua y…frijoles.

Un rugido no se hizo esperar momentos después, tal parece que Saibō tenía hambre por lo que al ver vacío el lugar se acercó a tomar algunos de los que se encontraban en el recipiente.

Comenzó a comerlos de uno a uno puesto que, aunque el sabor era extraño, sentía como iba recuperando sus fuerzas al comerlos acompañados del agua de uno de los recipientes.

— ¿Qué crees que estás haciendo? — Se oyó una voz.

— ¿hmmm? — Exclamó Saibō mientras buscaba con la mirada al dueño de esa voz, encontrando un gato sosteniendo un bastón con su pata.

— ¿Un gato? — Dijo con duda el joven. - ¡Ya se!, debes haber subido también, eres muy fuerte amiguito. Ten- Dijo mientras colocaba unos cuantos frijoles en el suelo.

— Debes tener hambre, come eso mientras llega el maestro Karin —

— ¡Pues resulta que ese soy yo! — Gritó enojado el “gato” mientras pateaba con ira lo que el chico le había colocado.

— E…el… ¡El gato habla! — Gritó con miedo el joven con miedo mientras se alejaba lo más que podía.

Muchos gritos y una explicación más tarde…

— Lo siento maestro Karin no sabía que era usted — decía apenado el joven peliverde.

— Descuida chico…aunque sea difícil de creer no es la primera vez que me pasa — Decía con decepción el gato.

— Ahora bien, que te trae por aquí, hace años que nadie subía esa torre escalándola…Ahora solo usan naves o vuelan — decía decepcionado el maestro.

— ¿Se puede volar? — Preguntó impresionado Saibō.

— Olvídalo chico…dime, ¿Quién eres? Y ¿a qué se debe tu visita? —

— Ah…sí, soy Saibō vengo de la tribu que vive bajo su torre y ¡Quiero que usted me entrene! — Dijo con seguridad el joven.

—¿Entrenar?, ni lo creas chico ya estoy retirado- Dijo Karin mientras se recostaba en el suelo a descansar.
-Pero…maestro — Decía con decepción Saibō.

— Lo siento chico, espero te hayas fortalecido subiendo la torre, porque ahora te tocara bajarla — Cortó la respuesta del joven.

— Pero yo...Está bien — dijo resignado el muchacho mientras se disponía a bajar por las escaleras.

— Uff, deberías poner un ascensor, es difícil ir a comprar comida sabiendo que…tienes que…subir — Dijo un chico que salía de la escalera encontrándose con Saibō.

— No sabía que tenías visita Karin — Añadió el robusto sujeto que acababa de llegar.

— ¿Quién eres? — Habló nuevamente.

— Yo…soy Saibō señor — Contestó de forma inmediata el joven.

— No me digas señor me llamo Yajirobe niño — Contestó el hombre mientras comenzaba a comer de la bolsa que había traído.

— Bien, Yajirobe — Dijo sin dudar el joven.

— ¿Y qué te trae aquí? — Preguntó de nuevo mientras engullía la comida velozmente.

— Vine a pedirle al maestro Karin que me entrenara, pero…él se retiró — Contestó decepcionado Saibō.

— ¿Retirado?, él no se ha retirado, es solo una excusa que este gato flojo utiliza para no entrenar a nadie y dormir todo el día — Dijo el hombre como si nada.

— ¡Yajirobe! Ya te he dicho que no te metas donde no te llaman — Gritó con enojo el maestro Karin.

— No seas desconsiderado, el niño vino hasta aquí solo, es justo que lo entrenes, oh…se acabó — Dijo Yajirobe mientras vaciaba la bolsa que había traído.

— ¡Por tu culpa nunca puedo descansar! — Gritó ofuscado el gato… — Bien, ya no queda de otra. Prepárate niño comenzaremos con el entrenamiento — Habló nuevamente el gato mientras tomaba lo que parecía ser una botella con su cola.

Una leve sonrisa se formó en la cara del niño…había pasado por muchas cosas, pero al fín podría entrenar.

Continuara…

 

Buenas a todos aquí les traigo el siguiente capitulo de mi fic, lamento la tardanza tenia algunos problemas con el internet , pero al fin lo logre xd sin mas que decir, espero les guste Luix , InunoTaisho

Capítulo 5 Entrenando.​

El joven Saibō por concejo de uno de los miembros de su tribu, había subido la torre Karin buscando volverse más fuerte, después de una larga travesía escalándola por horas finalmente encuentra la cima de la torre, encontrándose con el maestro Karin quien resultó ser un gato, pese a su esfuerzo el maestro había rechazado el hecho de entrenarlo a punto de echar a Saibō de la torre de no ser por la intervención del joven Yajirobe que convenció al mismo de entrenarlo, ahora…comienza el entrenamiento.

—Bien, te explicare lo que debes hacer— Dijo Karin mientras caminaba hasta un grupo de 4 recipientes ubicados en las esquinas.

—Sí, señor— Contestó el niño.

— ¿Ves esta botella que tengo aquí? — Dijo moviéndola con su cola —Contiene el agua sagrada un líquido mágico que al beberlo incrementara tu poder— Explicó.

— ¿Así que si la bebo seré más fuerte? — Preguntó dudativo el joven.

— Correcto, pero no creas que será tan fácil, debes intentar atraparme para quitármela — Contestó el maestro mientras se subía a uno de los recipientes.

— Bien, será fácil — Dijo el chico mientras corría rápido hacia el recipiente donde estaba Karin.

— Muy lento — Dijo el felino mientras ágilmente se desplazaba al recipiente de la siguiente esquina.

— ¡¿Qué?! — Dijo impresionado el chico al ver lo rápido que se había movido.

— Con esa velocidad no me atraparas jamás — Decía presuntuoso Karin mientras se movía velozmente por todos los recipientes.

— ¡Ah! — Gritaba Saibō mientras corría lo más que podía para alcanzarlo, fallando en todos sus intentos.

— ¿Porque no terminamos con esto y me dejas dormir un poco? — Decía ya desanimado el gato.

— ¡No me rendiré tan fácil! — Contestó el joven peliverde arrojándose de nuevo contra él.

— Buen intento, Fallaste, Uh, por poco — Son unas de las frases que el gato decía mientras evadía al chico.

— Deberías resignarte chico —

— ¿Re…signarme? — Decía el chico mientras pensaba…

— Defraudare a mi tribu…habré fracasado y no podré ser más fuerte… — Un aura extraña comenzaba a rodear al niño.

— ¡Debo hacerme fuerte y obtener más poder! — La voz del niño se hacía más grave, sonando una muy conocida.

— No dejare que esto quede así ¡Ah! — Dijo por fin la voz liberando al máximo su Ki…sorprendiendo a los presentes y rompiendo todos los recipientes y haciendo que Karin cayera.

— ¡Dame eso! —

Karin volteo sorprendido al ver que el chico estaba atrás…se había movido a tal velocidad que ni el mismo lo había visto, unas marcas violetas se encontraban en su rostro…y de un tirón le arrebato la botella.

Un silencio se presentó en el lugar, ni Karin o Yajirobe mostraban más que asombro… mientras que Saibō tomaba hasta la última gota de la botella.

El aura desapareció, al igual que las marcas, cayendo inconsciente en el suelo.

— ¡Yajirobe! — Gritó el felino al poco tiempo.

— ¿S…si? — Tartamudeaba el hombre robusto.

— Recuesta al chico en tu cama…creo que nos encontramos con una de las obras de Enmadaio sama —

Continuará....

 

Buenas a todos aquí continuo con el capitulo 6 del fic, espero les guste.​

Luix , InunoTaisho .

Capítulo 6 Kamisama​

Saibō comenzó el entrenamiento con el maestro Karin, el objetivo era atraparlo para así obtener el agua sagrada y al beberla su poder incrementaría notablemente, después de muchos intentos, el peliverde continuaba fallando puesto que el maestro si bien no lo parecía, era extremadamente veloz, evadiendo con facilidad sus ataques. En un momento de resignación ocurrió algo inesperado…

Saibō liberó una extraña energía que fue capaz de superar fácilmente la velocidad del maestro arrebatándole la botella y cayendo inconsciente luego de tomarla.

— ¿Estás seguro de esto? — Preguntaba Yajirobe.

—No podemos culpar al muchacho, solo hubo un… “inconveniente” — Contestó el gato.

— ¿Inconveniente?¡Ese sujeto vive dentro de él!, ¿que se supone que hagamos? — Añadió con preocupación el joven pelinegro.

— Debemos hacer que Dende hable con él —

— ¿Dónde estoy? — Se oyó una voz desde la cama.

— ¡Ah! — Gritó Yajirobe cayendo asustado.

— Veo que ya despertaste — Fue la respuesta de Karin.

—¿Maestro Karin?, ¿Qué sucedió? — Preguntó Saibō con duda.

— Lograste quitarme el agua sacando tu verdadero poder, pero presionaste mucho tu cuerpo y caíste agotado— Explicó el gato.

— ¿Lo…lo logre? — Preguntaba un sin poder creerlo.

—Sí, felicidades—Dijo Karin.

Saibō sonrió alegremente mientras se ponía de pie

—¿Ahora qué sigue? — Dijo de forma inmediata.

—Lo siento, pero el entrenamiento acabó…—Añadió el felino.

—¿Eh?, ¿tan pronto? Pero yo quería continuar— Dijo con decepción el joven peliverde.

—No te preocupes, tu siguiente nivel te espera más arriba— Dijo Karin señalando hacia el techo.

—¿Arriba? - Habló con duda.

—Correcto, como te podrás imaginar, esta no es la cima de la torre, en el techo de esta está un bastón y al escalarlo podrás llegar al templo de Kamisama— Contestó el gato.

—¡Kamisama! El ¡El real! - Dijo impresionado el joven.

—Correcto, esto era solo una prueba y las has pasado—

—Ahora ve, Yajirobe te guiara al techo- Dijo mientras miraba al mencionado.

—¿Quién…yo? —Dijo el pelinegro señalándose.

—¡Sí que esperas ahora ve! —

El joven aun nervioso le hizo señas a Saibō para que lo siguiera, subiendo las escaleras que conducían al punto indicado.

—Es…ese es el bastón, sube y llegarás en unas horas—Dijo aun con nerviosismo Yajirobe.

El joven miro extrañado a Yajirobe aumentando el nerviosismo del mismo.

—¿Qué…que quieres—Preguntó al fin el joven robusto?

—Muchas gracias por traerme y por convencer al maestro de entrenarme, prometo que se lo compensare— Dijo Saibō haciendo una reverencia.

Yajirobe impresionado por el gesto comprendió…quizá el chico no era tan malo como su vida pasada.

El joven peliverde se sujetó del bastón comenzando a escalarlo.

—¡Oye niño! —Llamó Yajirobe.

—¡Ten esto! — Dijo lanzando una bolsa hacia el joven.

—Son semillas del ermitaño, si comes una no necesitaras comer en 3 días y además te recuperas del cansancio u agotamiento…las necesitaras ya que ese bastón es tan alto como la torre Karin—

—Muchas gracias, pero no las necesitaré para subir, gracias al agua sagrada ¡ahora soy más fuerte! — Dijo Saibō mientras trepaba a gran velocidad.

—Le diría que es solo agua…pero ya lo descubrirá por sí mismo— Dijo el joven robusto mientras lo veía perderse de vista.

—Veo que después de todo lo ayudaste—Dijo una voz felina apareciendo en el techo.

—Solo lo ayudé ya que no hiciste nada por el— Contesto Yajirobe.

—Espero sepas lo que haces—Añadió de nuevo el pelinegro.

—Es la mejor opción, Dende dirá si podrá defender la tierra como Goku… O si debemos detenerlo antes de que sea tarde—

Continuará...

 

Buenas a todos aquí les traigo el séptimo capitulo de mi Fanfic, espero les guste, de aqui en adelante sucederá algo que podríamos decir que cambiará el pequeño Saibo para siempre.
Luix InunoTaisho

Capítulo 7 El templo sagrado.​

El joven Saibō subía con decisión el bastón mágico para encontrarse con la siguiente fase de su entrenamiento… el templo del Dios de la tierra, con el que podría incrementar sus poderes, ya que, si bien había entrenado con el maestro Karin, no tenía muy claro como era que había logrado atraparlo y, realmente no sentía ningún cambio después de tomar aquel líquido que según el maestro había tomado.

—Vaya… creí que el camino se sentiría más corto — Decía agotado el peliverde.

*Probaré una de las semillas que me dio Yajirobe* Pensó mientras sacaba una de ellas de la bolsa sujeta a su cintura.

De un mordisco la comió provocando al instante que sus energías se recuperaran, llenándose de ánimos de nuevo.

—Wow, no esperaba que fuera tan útil — Dijo Saibō mientras volvía a subir con rapidez los últimos metros para llegar.

Logró llegar en tan solo unos momentos después de comer la semilla, llegando a un terreno con cerámica blanca, con palmeras y una…casa podría decirse.

— ¡Señor Kamisama! — llamó el peliverde con fuerza.

No hubo una respuesta, así como fue en la torre Karin. El joven Saibō reviso incluso bajo las plantas, esperando no llevarse otra… “sorpresa” como con el maestro de la torre, pero no encontraba a nadie.

—Debe estar en aquella casa— Exclamó el joven mientras corría hacia el lugar mencionado.

Mientras, del otro lado del templo, la preocupación reinaba en los presentes.

— ¿Porque no se apresuran? — Decía una joven de cabellos azules.

—Falta muy poco para que se cumpla el plazo— Contestó un joven de piel verdosa.

—Eso es cierto Kamisama pero no creo que él pueda esperar mucho tiempo— Dijo un hombre de piel oscura mientras miraba a un invitado indeseado en el templo.

Una criatura de piel rosada que miraba atento un reloj…y aunque había permanecido así un largo tiempo, por su cara, no parecía querer hacerlo mucho más.

—¡Ah, ya no puedo más! — Un fuerte grito salió de aquella criatura confirmando lo obvio.

Las cosas no se veían del todo bien del otro lado del templo de Kamisama.

Con Saibō

El joven había decidido entrar a aquella casa, esperando encontrar a Kamisama para recibir entrenamiento, encontrándose un muy extraño lugar… completamente blanco, el calor era sofocante y el cuerpo pesaba mucho más que fuera.

—Debe ser la habitación de entrenamiento— Dijo el joven mientras comenzaba a caminar por el lugar.

—¡Tenemos que apresurarnos el señor Piccolo salió hace un rato para distraer a Majin Boo! —Se oyó una voz a lo lejos.

El peliverde al escucharla, divisó a…dos niños. Tentado a acercarse, se mantuvo a la distancia ocultándose en una de las columnas para ver que hacían.

—Ya dominamos la fusión, será fácil vencerlo— Dijo el pequeño de cabellos negros.

—Vámonos, quiero ir a comer—Añadió el de nuevo el joven.

—Vamos Goten no seas flojo, vamos a fusionarnos una vez mas para afinar nuestros ataques—Dijo el joven de cabellos violetas.

—¿Fu…sionarse? —Decía sin entender Saibō

—Fuuuu…sion... ¡Ha! —Se oyó al unísono de ambos jóvenes seguido de un fuerte haz de luz que, al desaparecer, dejaron ver un nuevo individuo.

—¡Que sucedió con ellos! —Decia impresionado el peliverde al ver el nuevo individuo. El cual era un chico de cabellos negros con tonos violetas por los costados con una especie de chaleco color negro y rasgos de ambos chicos.

—Se…fusionaron—Dijo sin poder creerlo.

—Ahora…¡Super Saiyajin! — Gritó al aire, su poder incremento de tal manera que el mismo Saibō pudo sentir el mismo.

Acto seguido el joven comenzó a flotar dando golpes al aire a gran velocidad como calentamiento, seguido de una serie de rayos provenientes de sus manos que iban a todas direcciones. Que luego de un tiempo terminó con la separación de los dos individuos que corrieron velozmente a la nevera que estaba en aquel lugar.

—Siii, a comer— Dijo el de cabellos negros tomando toda la comida que podía.

Saibō aun atónito por todo lo que había visto se encontraba emocionado por aprender todo lo que había visto…la fusión, volar, velocidades tan impresionantes como había visto aún bajo estas condiciones, lanzar rayos de sus manos. Sin duda era algo que no podría olvidar.

—¡Oigan quiero que me entrenen! —Gritó de inmediato esperando llamar la atención de los chicos.

—¿Eh? ¿Quién habla? —Dijo el peli violeta aun con comida en su boca, buscando con la mirada.

La puerta por donde Saibō había entrado se abrió. Dejando ver una silueta que de inmediato preocupó a los presentes.

—Espero estén listos chicos…aquí viene —Dijo al entrar un hombre de piel verde, seguido de una extraña criatura de piel rosada que no parecía estar muy feliz.

Saibō no entendía que sucedía, pero solo una cosa estaba clara…algo dentro de él le decía que debía ocultarse, las cosas se podrían peligrosas de ahora en adelante.

Continuará...