Drabble falsa alarma, no Luisõ. [¡Agosto te desafía]

Aquella madrugada del viernes, los perros ladraban, la oscuridad aun permanecía ganando terreno, y el amanecer aun no se presentaba. En Paraguay, se dice que cuando los perros de cada casa ladra justo cuando un señor pasa por allí, es porque reconocen al mito mas temeroso.

Que se le conoce por ser un perro negro, sin cola y sin pelo en el cuerpo.

Lo que a las 02:09 am está pasando es que, está sucediendo de nuevo, y yo estoy aun despierta, tratando de no temblar porque dice que él huele el miedo.

Ahora tan solo siento el frío de la madrugada calar mi piel, y aun se escucha los simultáneos y repetitivos ladridos de los perros, al menos cada tres horas pasa un auto y los calla, pero la única manera de saber porque están ladrando es ir a investigar.

¿Alguna vez haz sentido ese estremecer de que algo va a pasar pero crees que es muy improbable? Pues eso quisiera estar pensando.

La joven pelinegra se levanta de la cama en dirección a la ventana, y rápidamente escucha un choque por la ventana, asustando la.

—¡Santa madre de Dios! —exclama cayéndose sobre la cama.

Pero igual se mueve, respira hondo tratando de calmar su respiración y corazón acelerados, por lo que vuelve a la marcha, abre lentamente la cortina y justo cuando lo hace, una cosa negra pasa frente a sus ojos muy rápido, el color le palpita, sus ojos van directamente para donde fue, y al mirar de reojo se asusta tanto que se queda sin voz y con un gran peso en su estomago y garganta como si fuera que tragó una roca.

Se estarán preguntando: ¿que la asustó.

Pues, una vez de haber fichado su mirada en el punto, vio unos ojos tintineantes mirándola, ocasionando que cierre rápidamente la cortina, e intentara tranquilizarse.
Una vez que mas o menos lo logró, vuelta a mirar y se vuelve a encontrar con la mirada, pero esta vez en vez de gritar.

—No me jodas...—bufa incrédula.

Lo que había mirado anteriormente y asustado mucho, solo había sido un simple gato viéndola en la oscuridad.