Shaman King Estudiar (Reto)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Lilina, 8 Octubre 2011.

  1.  
    Lilina

    Lilina Usuario común

    Tauro
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    23 Noviembre 2010
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    218
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Estudiar (Reto)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1010
    En la pensión Asakura se oía un fiestón, estaban festejando la llegada de Yoh y Anna. Ella estaba sentada en su futón estudiando, mañana debía rendir un parcial en la universidad y no sabía absolutamente nada. Practicaba la carrera de Historia, aunque este tema era relativamente aburrido.

    —Pilika—la voz de su hermano le llamó la atención.
    — ¿Qué quieres mastuerzo?
    —Baja ahora, debes felicitar a Yoh y a Anna, te has estado hospedando aquí desde que entraste a la universidad y no es correcto que seas así de desagradecida.

    Tenía razón. Se paró dejando sus cuadernos desparramados por todos lados y se arregló, no podía salir así de indecente, abajo se encontraban chicos guapos. Len, Lyserg, ejemplo...

    Se puso una blusa de tirantes negra hasta medio muslo y un short de mezclilla blanco, zapatillas y un suave maquillaje. Bajó las escaleras y maldijo a su maldita torpeza.

    Resbaló en el último escalón. Se iba a dar el golpe de su vida, ya lo sabía. El impacto llegó pero no fue muy duro, había caído sobre alguien.

    Los largos cabellos marrones le advirtieron y se paró.

    —Lo siento Yoh—llevó su mano a su frente—Anna me matará.
    —Tú, mocosa—el chico se paró y sus piernas temblaron; había caído sobre el Shaman King.
    — ¿Mocosa? Yo no soy ninguna mocosa ¿escuchaste?
    —Eres extremadamente torpe, mira lo que...

    Lo dejó solo, se fue.

    —Interesante—después de todo nadie se atrevería a dejar plantado a Hao Asakura. Miró sus tambaleantes caderas moverse al caminar, que buena que estaba.

    Se dirigió al comedor y sus ojos azules brillaron al ver la cantidad de platillos y manjares sobre la mesa. Comió de todos los platos y una vez satisfecha y luego de saludar a la pareja y a su hijo se levantó.

    —Qué delicioso.
    —Gracias—una voz masculina la llamó desde la cocina—me costó mucho hacer todo esto solo.
    —Ryuu, me cortaría la nariz a que Tamao te ayudó.
    —¡No pequeña! La señorita Tamao me ayudó, deja tu bonita nariz en paz—se rió.

    Caminó hasta las escaleras y al hacer amague de subir volvió a resbalar gracias a un objeto. Unos fuertes brazos la sujetaron.

    —¿Ves? No eres más que una niña torpe—miró al objeto causante de su accidente: un enorme pendiente azul y rojo con una estrella blanca, el mismo que colgaba de la oreja de Hao.
    —No soy torpe, la culpa la tienes tú. ¿Quién se pondría semejantes pendientes? Deben pesar muchísimo, no me sorprende que se te hayan caído—contestó irónica—ahora si me disculpas, déjame subir.

    La mano tomando su muñeca le impidió continuar.

    —¿Qué debes hacer ahí encerrada?
    —No te interesa.
    —Vas a estudiar. Mañana tienes que rendir sobre la tribu Apache y no sabes absolutamente nada—había acertado. Se adelantó a subir las escaleras arrastrándola.
    — ¿Qué vas a hacer?
    —Te ayudaré a estudiar, he vivido en esa tribu por más de setecientos años.

    Al llegar Pilika levantó la cantidad de libros y hojas esparcidas y cuando por fin acabó Hao las quemó. Antes de que pudiera reprenderlo le dijo que no los necesitaría. Se sentaron enfrentados en el futón.

    Le contaba la historia Apache y ella escuchaba interesada, luego le hacía preguntas que ella contestaba correctamente. Notó lo inteligente que era la chica.

    —Entonces la cantidad de apaches por tribu era de entre cinco o seis mil habitantes ¿cierto?
    —Acertaste.

    Ella hablaba sobre los apaches y él asentía sin prestar atención. Se había perdido en los ojos profundos y obscuros de su compañera. Tenía esa mirada de seguridad que solo había visto en su cuñada y en su mamá.

    Estudiaron durante toda la noche hasta que se quedaron dormidos.
    Al otro día Pilika se levantó y se sonrojó al sentirse bajo los brazos del shamán de fuego, se escabulló, se arregló y se fue a la universidad.

    Hao se despertó al no sentir la calidez de la muchacha a su lado. Sonrió y se dirigió a desayunar.

    Estaba nerviosa, el maestro corregía lentamente los exámenes sin pasar por alto ningún detalle.

    —Usui—sus manos se helaron—nueve—y una alegría la invadió.

    Fue rápidamente de vuelta a la pensión a buscar a Hao, lo encontró meditando en el jardín. Antes de que pudiese abalanzarse él la felicitó. Saltó sobre él y la gravedad hizo que se fueran de lleno al piso.

    — ¡Gracias! ¡Saqué un nueve! ¿Como puedo agradecerte...—un beso de Hao la cayó. Al separarse le guiño un ojo.
    —Supongamos que no me debes nada—se levantó y abandonó el lugar.

    Sintió un cosquilleo en el estómago. Ante leer este pensamiento Hao rió para sus adentros, ella había sentido lo mismo que él.

    Ambos esperaban ansiosos el próximo examen para poder estudiar juntos de nuevo, aprobar y agradecerse la ayuda.
     
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    Beautiful Blue Moon

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    Tauro
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    O_O AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! Perdon pero estoy emocionada *o*
    ME ENCANTO! Ay eres increible.Me parecio super cool la parte donde se durmieron juntos:eek:
    CONTICONTICONTI!!! Gracias por aceptar mi desafio.Me has dejado encantada.^^
     

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