Estoy Vivo

Estoy Vivo

He aquí la segunda parte del terror, como os prometi^^ que lo disfruten^^






El cielo... ¿qué realmente es el cielo?...según Platón una vez muerto, mi alma debería ir a saber aquello que tanto me intriga aquí y ahora, y después reencarnar en otro cuerpo, pero... ¿he muerto?. ¿La vida será tan injusta conmigo?...o mejor dicho, ¿será tan injusta la vida con mi familia?, después de todo si no estoy yo para ellos, para mantenerlos ¿quién lo hará?.
Desperté de mi letargo, me encontraba en medio de un callejon, parecía pálido y asustado, logré levantarme y me recoste sobre la pared. Aún no lograba salir de mi asombro, pero no tuve otra opción mas que creer apenas lo que me acababa de pasar.
Los lúgubres movimientos de los árboles que me miraban, como si fuese a morir, ese feo sentimiento...era difícil de soportarlo. El caminar hacia a casa se hacia cada vez más...como decirlo...la tención que aquellas cuadras guardaban y sacaban a relucir de noche, no puedo describirlo bien, pero es mejor no saberlo. Llegó el momento en el que unas cuadras se encontraban a oscuras, ¿que debería hacer en aquel momento?, opción diferente a la de atravesarlo no había, puesto que no quería volver al lugar de antes, era mejor alejarse lo más pronto posible de allí.
Me asomé a aquellas cuadras cuya emanación era la de un cementerio, el aire ahora tornado frío que salía de mi boca, y sobretodo aquel vientecito que recorría mi tapado y cabello, demostraban que estaban en mi contra. Camine aún más, quería demostrarle a el tiempo que no podría conmigo, que a pesar de una caída tan mala como aquel sueño, no lograría derribarme, no a Hayame Sekuro.
El viento parecía eterno, una rama de árbol cayó sobre mi cabeza, era pequeña pero...distrayéndome con ella, perdí mi camino, ¿era tanta mi mala suerte?.
Los siguientes pasos me llevaron a una cuadra bastante oscura, la mala suerte atada a mis pies como si se tratara de mis propios zapatos negros, ese era mi camino a casa...desgraciadamente. Me enterré en lo más profundo de la oscuridad al adentrarme a aquella zona, la cual me perturbaba inquietantemente, la cual...me transportaba a un mundo verdaderamente tenebroso.
En el camino tuve que cruzar un puente, por suerte no muy largo, solía hacerlo con mi coche, pero aún continuaba en reparación, un momento. Antes de mandarlo a reparar, había tenido un pequeño accidente.
Flash back:
Iba con destino a mi trabajo, era de noche y si no me equivoco como las tres de la mañana, llovía a cantaros y el parabrisas no dejaba de ir de un lado a otro, pensé que todo estaría bien pero...un gato que se cruzó en mi camino me mando hacia un lado de la carretera que iba cuesta arriba, casi choque pero por suerte me detuve antes del desastre. Me baje presuroso del auto y miré a mi alrededor, no había nada ni nadie, tampoco indicios de alguna corrida. Aunque la lluvia podría haber lavado las pisadas, y las del gato con más razón pues son pequeñas.
Fin del Flash back:
El sueño que no llevaba ese día me permitió ahora decírmelo bien-no era un animal el que se me había cruzado aquel entonces-, y de aquel entonces hablo desde hace una semana. ¿No te parece extraño que mi auto, aunque no sufrió muchos daños aún no está completamente reparado?. Quizás esté maldito ahora, a decir verdad eso recién lo sabré cuando esté reparado, pero suena extraño que aún no lo esté ¿verdad?.
Para mi mayor sorpresa, cuando la pesadilla de cruzar por aquel maldito puente que se trae consigo un aire aflictivo parecía que acabar con mi garbeo por el mismo, yo divise a ¿un hombre quizás?, en la punta justo donde termina el puente. Al verlo...la esperanza me abandonó, cayó al piso para jamás volver a levantarse, ¿la buena suerte para nosotros los humanos sería en realidad una errónea creencia?, no lo sé, quién sabe. Sentía que la imagen de la esperanza escapaba detrás de mi mientras más me acercaba a aquel hombre, también me percate de que era muy alto, sobrepasaba mi estatura. Verlo bien no podía puesto que la oscuridad era gigantesca, y la claridad que nos ofrecía la luna esa noche al espacio y a mi, eran insignificantes para poder distinguir al extraño.
Aguarde un momento parado quieto, el llevaba un sombrero con un gran abrigo lo que dificultaba poder ver su rostro. El giró hacia mi, yo me pare firme y me fui para adelante como mostrando prepotencia con una mirada indiferente que clavaban en su oscuro y misterioso rostro.
¿Lo había logrado?, ya lo había dejado atrás, ¿qué podía temer ahora?, mis pasos tan silenciosos como hoy se escucha el viento, daban una espectacular pisada calmada y tranquilizante.




Cuando uno quiere creér lo que no debe, pasan estas cosas.




Como quien no calma su espíritu después de lo relatado anteriormente.
El viento aún soplaba, y más fuerte que antes, como si alguien lo hubiese enfurecido, y solo viento escuchabas al dar cada paso.
Unas pisadas bastante fuertes y duras que golpeaban al suelo al correr con gigantes pisotones se escuchó detrás de mi, lentamente giré y lo vi.
Aquel hombre se iba tras mi, me aterré significativamente que empece a correr lo más rápido que dieran mis piernas y ganas.
El miedo...cada vez que nos invade...no quiere dejarnos escapar, como si unas cadenas nos mantuvieran en su poder, y que fueramos su marioneta.
Esto parecía una historia de nunca acabar...
Cuando...no...no puedo asegurar que le perdí el rastro, no caería de nuevo en eso. Pero quizás...no lo sé...pero tal vez la esperanza quería volver a poseérme.
Ahora, con la mirada bien en alto, regresaré a casa.






¿Les gusto?, ¿Quierén más?... solo hagánmelo saber^^ por que ya tengo la tercera parte. Chau nos vemos pronto tomodachis^^

 

Re: Estoy Vivo

Que desastre lo sé…..soy un caso perdido con respecto a los títulos T_T y hasta
Ahora recién se me ocurre ponerle cap3, bueno, sacando eso queda bien, que lo disfruten n_n








Capítulo 3:¿Realmente... estoy vivo?

En Las penumbras de la oscuridad... la que parecía no tener salida, pude divisar mi camino, un horrible cuervo cantó cuando me acerqué a un árbol a descansar, me había recostado bajo sus hojas, y en aquel momento... sentí un horrible sentimiento... el miedo era poco comparado con esto. Un atemorizante rugido que escuche a lo lejos... el corazón se acelero debido a mi miedo, y allí abrí carrera... no tendría que parar... aquel cuervo me siguió y cantaba, tenía un canto fúnebre y tétrico, parecía más un canto de muerte que otra cosa.




Ya estaba bastante lejos, al parecer todo había calmado pues el cuervo ya no estaba, ¿adónde habría ido? y ahora... que me encuentro a solo algunas cuadras de mi casa, espero con todo mi corazón... ver a mi familia.
Mi caminata se hace mas alentadora-ya voy-me digo realmente feliz.




Pero... algo ocurre en el trayecto.




El viento había cesado, había un poco de nubes en el cielo, y la blanca luna ahora me ofrecía una clara vista de mi camino.
Llegue a un parque repleto de luces y bancos que se encontraba a siete cuadras de mi hogar. Una joven que vestía de negro a botas, ropa y sombrero se encontraba sentada en una de las bancas, antes de continuar con mi camino me detuve, ella estaba leyendo un libro, eso fue lo más extraño, es decir, ¿Quién se pondría a leer a las dos y media de la mañana en un parque tan peligroso?(mirando mi reloj). Yo sabía... tenía la certeza de que no era humana, vamos, ¿cómo podría creer en eso después de haber vivido el terror que ponía en duda mis esperanzas?, camine dos pasos haciendo que notara mi presencia. …sta me miro, acomodo su sombrero y siguió mis pasos con su mirada.
-Detente allí-soltó una vez en frente de ella.
- ¿Qué quiere?-pregunte sin miedo alguno.
-Ha nada,-bajó la vista. Cuando decidí continuar- Sólo una cosa-alzó la vista a mis ojos y fijamente dijo-, tenga mucho cuidado con aquella zona-decía mientras mantenía la vista en mis siguientes cuadras.
-¿Por qué lo dice?
-Hay un hombre que acaba de morir, aunque no lo estén velando en su casa podría ser que su espíritu este andando por allí, y quién sabe que cosas sucederán si se topa con él a estas horas de la madrugada.
Todo eso me parecía extraño, pero no sabía el por qué.
-¿Puedo preguntarle qué hace tan tarde leyendo aquí usted?
-Solo trato de darle paz a ese ser para que deje sufrir-respondió mientras ojeaba las páginas.
-Gracias por la advertencia-dije eso último y me fui.
-De nada, que tenga un buen día señor-una vez ya lejos de ella.



Al parecer ya me había ido bastante lejos y al darme media vuelta y verla aún sentada, me deshice de eso que era inhumana.
La obscuridad otra vez envuelve mi alma, esas palabras que parecían hacer referencia a algo bastante grande pero tétrico, me golpeaban duramente la conciencia, y es como si aquellos golpes lo sintiera en verdad. Esas palabras: “hay un hombre que acaba de morir, aunque no lo estén velando en su casa podría ser que su espíritu este andando por allí”. ¿Por qué me mareaban tanto?



Caminé las cuadras que me quedaban sin ningún problema, ¿acaso era mentira eso del alma en pena?, bueno, era mejor no pensar en eso, después de todo ya habría logrado lo que tanto quería desde el principio de mi pesadilla, en la carrera de mis turbulentas experiencias en la que había entrado ya hacia mucho y me era imposible escapar.



Ahora ya solo me queda…. Llegar.



Ya llegue… al fin lo conseguí… conseguí escapar de todo aquello que me resultaba tan aflictivo y ahora… sumiso.



Parado en frente de mi propia puerta, incapaz de no esbozar una sonrisa, ¿cómo no?
La abrí lentamente, encontré las luces apagadas, entre y me dirigí a la sala, en donde efectivamente la llave de la luz cedió paso a mi clic y todas las luces hicieron su aparición.



Luego de ello subí a ver a mis hijos y esposa.
-¡Rosa, Abel, Ana, papá ha vuelto!-grité emocionado.
Nadie respondió a ninguna de mis señales, entre por que quizás estaban dormidos, no estaban mis pequeños, pensé que Rosa pudo haberlos llevado con ella a dormir, no sé. Al entrar a mi habitación compartida con Rosa… también estaba vacía. Corrí y busqué por todos lados pero no vi a nadie, la casa estaba totalmente desabitada, solo una persona estaba allí y ese era yo.
Otra vez esas palabras resuenan en mi mente como un frío sentimiento: “hay un hombre que acaba de morir, aunque no lo estén velando en su casa podría ser que su espíritu este andando por allí” ¿qué significarán esas palabras?



Un fría e intensa corriente de viento que revuelve mis sentidos, un petirrojo que se adueña de los cielos esa noche, no sabía que volaban por aquí, ese sentimiento estremecedor que se adueña de mi alma, mi pequeño corazón que da tumbos como tratando de no convencerse de lo que quizás… es verdad un 100%
-No lo creo… -dirijo mi mirada al piso-. No puede ser… esto no… esto no es posible… esto no puede estar pasando… y a mí… ¿por qué a mí?... ¿por qué yo…?



Ese resultado… nunca, jamás me lo esperé.



-Maldita sea esta vida-dije furioso mordiéndome los labios para que fuese a sangrar.
Esa lobreguez que había a mi alrededor… era horriblemente lóbrega, es decir triste.
-¡Esta duda no acaba hasta que lo vea con mis propios ojos!




Las calles vacías hacían espacio a mi protagonismo, algo cliché por decirlo menos, los edificios apagados… como muertos… le brindaban a la ciudad un toque inconfundible de “cementerio”.
Yo corría por todo aquel cementerio, quería llegar a la casa de mis suegros, tal vez allí las respuestas se encontraban, eso decía mi corazón, aunque mi problema de calles para llegar hasta su casa siempre estaban presentes, esta vez, en tan solo unos minutos menos de lo habitual, me encontré en frente de su casa, algunos metros, y cansado como estaba, mantenía mi cabeza gacha. Quería tomarme mi tiempo para sonreír si estaba lo que yo tanto buscaba… mi familia.



Algo terrible paso… ese algo… era que…



Levanté mi rostro y mire, mis ojos no podían creer lo que se estaba reflejando en ellos, me dolió en lo más profundo de mi alma cuerpo y conciencia… había velas, ramos de flores y una muchedumbre de gente que literalmente vestía de negro… y sus rostros se veían inundados de lágrimas, ¿qué estaba pasando?.



Me acerqué para observar, me enterré entre la gente, lo peor de todo fue el descubrir que las atravesaba… era un fantasma.



El golpe más duro viene… es el fin.



Me percate de lo que había ido y proseguí resignado pero confundido… mire en el interior del cajón y… allí estaba yo… no podía ni imaginar a pesar de que lo presentía… fue muy raro y extraño, también tenía su lado tétrico y lastimoso. Otra vez esas palabras: “hay un hombre que acaba de morir, aunque no lo estén velando en su casa podría ser que su espíritu este andando por allí”
-dejen pasar, hay una joven que quiere verlo-se metió una señora algo mayor de unos 50 años acompañada de una chica.
Y esa joven era nada más y nada menos que… con quien me había cruzado en el parque.
Flash Back:
-Solo trato de darle paz a ese ser para que deje de sufrir.
Fin del Flash Back.



En ese momento… deseé desaparecer… quemarme en el olvido para no volver a vivir, ni respirar, tampoco que estos momentos queden guardados en mi memoria.



La mujer miro al yo de mi cajón y expreso una mueca de tristeza pero también de asombro, ella quizás y lo más probable es que no hubiera podido creer en lo que estaba pasando esa noche. Luego levantó la vista y me vio, se quedo estática, ¿acaso era una médium?, no dijo nada y me sonrió en una manera de mostrar lástima y también adulación por estar allí ¿quizás?
Y ese: “solo trato darle paz a ese ser para que deje de sufrir”. Al ver su libro lo entendí bien, llevaba consigo, algo así como un libro de Dios y sus ángeles. Todo lo vivido: el cuervo, el gigante de tapado, aquel extraño rugido, y lo demás, me querían llevar directamente al infierno, para que no descubriese la verdad ¿podría ser?, o el solo hecho de que era un alma en pena y querían hacerme daño, si, eso es lo más probable.



Aunque a decir verdad lo peor venía.








La tercera parte del terror O.O ¿que les pareció?.............bueno lo sabre con los reviews^^

 

Re: Estoy Vivo

Muy bien en estos días ya vendra el cap final y fin de la historia gracias por su atención:D

 

Re: Estoy Vivo

He aqui el último cap de Créeme que Estoy Muerto, lamento tanto la tardanza pero al fin la acabe, la razón es que nunca quedaba satisfecha, no estaba como los demás, al fin llegó el momento y quedo muy bien^^
Sin más que agregar y disfruten del cap final.


Capítulo 4 Capítulo Final:
Lo peor apenas empezaba... Luego de todas las experiencias vividas, tenía que llegar la hora de mi partida, ¿no es así?


Aún estando allí adentro, totalmente desconsolado, tenía que asegurarme de una cosa más, tenía que ver si mi familia estaba bien. El tiempo que quedaba debía invertirlo en valorar los últimos momentos a solas con ellos, también, atesorar esos únicos recuerdos luego de haber vivido el terror en carne propia.
Me pare en frente de las escaleras y subí lentamente, sabía que esta sería la última vez que los vería, y claro estaba también, que serían mis últimos minutos en la Tierra.
Pronto el reloj daría las tres de la mañana (la hora muerta, la hora más peligrosa en donde los espíritus salen), debía de apresurarme e irme.
Llegue al fin y me dirigí a la habitación en donde Rosa alguna vez descansaba, y allí estaba ella.
Era una mujer de mujeres, perfectamente perfecta, jamás cuestionó que yo llegaba tarde a cenar, o que no pasaba tiempo con los niños, siempre encontró la manera de comprenderme en todo, para nunca estar en desacuerdo y hallar la solución sin problemas a nuestros pequeños choques.
Y mis pequeños hijos, viendo como dormían... yo...
Realmente me duele todo este episodio, en ese momento cerré mis ojos unos momentos, luego de abrirlos, respiré hondo y seguí con lo que quedaba por finalizar, solo llevaría un pequeño y corto tiempo, en el cual me enterraría en la corriente de un tiempo extraño, y para acabar ya con esto, me dirigí a donde Rosa, ella se encontraba parada, llorando en silencio y viendo hacia la ventana, pobrecita… tenía que hacer algo.


Cada vez estaba más cerca de tocarla. Lo logre.
Sentí como si toda la casa temblara, es como si el pasado junto con el presente al no conseguir su constante flujo al estar separados hubiesen colapsado y chocado. Ya que pude sentir a Rosa, y ella a mí.


Los tiempos se estremecieron cuando cerré mis ojos e intente palpar a Rosa, ambos lograron una fusión para que yo pudiese abrazarla por última vez.


Ella estaba de espaldas, al sentirme se cayo sus llantos un momento para sorprenderse, e hizo algo que no me esperaba, pero que necesitaba. Ella se giro y me correspondió el abrazo.
No puedo explicar bien que sentí en aquel momento, tampoco tuve tiempo de analizarlo ya que recordé que debía irme.
Antes de marcharme, lógico empecé a retirar mis brazos de mi querida Rosa, entonces se percato de ello y...
-Sekuro... te extrañaremos mucho-susurro mirándome tiernamente a los ojos con una sonrisa en su rostro, el cual estaba plagado de lágrimas, pero encendido de cariño.
Me quede paralizado al oír eso, para lo cual le regalé una sonrisa a Rosa quien podía verme, entonces al fin abandoné sus cálidos brazos.
A mis dos pequeños que reposaban en la cama, me acerqué a ellos y mi despedida fue un beso en la mejilla de cada uno, y fue entonces que comencé mi partida nuevamente hacia el paraíso.

Me fui directo a la puerta, tome de la perilla y lentamente la abrí para salirme, y luego me recosté en ella.
-Yo también los extrañaré mucho-susurre cabizbajo.
No tenía idea de que haría Rosa luego pero lo que yo debía hacer, al fin había finalizado.


Lleve mis manos para ocultar mi rostro, cubriendo mis lágrimas que no podían dejar de salir, como si fuese agua en el desierto, contuve tanto como pude mis lágrimas y después baje a encontrarme de nuevo con mi cadáver que dormía en el cajón, y las personas seguían yendo y viniendo. Vi a varios colegas del trabajo, pero no me importo mucho, ya que las campanas del reloj dieron las tres de la mañana y un estrepitoso ruido asemejado a un rugido se escucho a lo lejos. Sabía que era hora de irme, así que huí rápidamente de la casa de mis suegros.
El viento había arremetido con todas sus leyes, el invierno de la noche escondía sus verdaderas intenciones al hacer caer sobre mí una terrible llovizna, la cual bañaba mi tapado de tristes lágrimas de aquel cielo nublado, que alguna vez me mostró su mejor sonrisa, con sus bellas pléyades y hermosas fugaces estrellas.


Y ahora... ¿adónde se supone que iré?





Mantenía mi vista clavada al suelo, no pensaba qué vendría luego, nada más que el paraíso esperaba hallar, y la esperanza al fin se había pintado de negro y me había dado la espalda, lo digo literalmente por que aunque la lluvia había cesado, no sé por que pero no dejaba de caminar aventurándome hacia un oscuro bosque cercano. Mis pasos tan silenciosos me llevaron hasta cierto punto el cual me detuve al fin, un maullido sonó a mi lado y lo que vi fue un gato negro con los ojos rojos. Éste tenía un golpe al costado del lomo, entonces eso sólo significaba una cosa... ese era el gato que yo había atropellado.
-Miau-sonó el felino y empezó a ronronear.
Trate de ignorarlo al mirar el cielo, eso es lo que hacía cada vez que me veía envuelto en una situación difícil de soportar, solo que esta vez las oscuras y renegridas nubes no callaban mi desesperación. El tiempo regresó a la completa normalidad cuando vi que el gato desapareció, la lluvia comenzó repentinamente y el suelo tembló.


Esto termina al fin…


Mirando al oscuro clima sentí que algo me tomo del pie, al verlo pude comprobar que era una mano cadavérica podrida que se prendió de mi pantalón, ésta salía del suelo, de un pequeño agujero hecha por esa cosa.
Estiré mi pierna y entonces al forcejear tanto me la quité de encima, salí de allí y me devolví hacia la carrera sin fin en la que ya había entrado hacia horas y me era difícil escapar de ella, haría todo lo que fuese necesario para escapar de aquel shinma.
Si bien tenía que huir de aquel mal, tenía la fría certeza de que algo se venía en contra de mí, aliándose con la corriente que me llevaba en contra, pero a la vez también la incertidumbre que me acababa al mismo tiempo.
Llegue a la parada del tren el cual había acabado con mi vida, y esperé dicho transporte.


Los árboles que podía lograr ver desde allí se movían al compas del viento, uno de ellos hizo un raro movimiento que me aterró. Éste se movió y ello provocó mostrar una sonrisa y ojos malvados que enseñaba su tronco mientras que los otros lo siguieron luego y entonces rieron macabramente. Yo solo mantenía la boca abierta y con mi semblante de sorprendido total, aún así sus risas ya no me asustaban, más me daba risa la realidad de que ellos pudieran reírse de mí.
Una vez el tren llegó, sus puertas se abrieron y entonces…
-Ríanse todo lo que gusten malditos-entré en él.
Las puertas se cerraron una vez yo dentro.
-Entonces solo a mí me esperabas eh.






Aquel turbulento camino, me mostraba aquella ciudad que había sido mi hogar por tantos años, y solo el gris cielo, era testigo de mi audaz partida.
Aquella ciudad mojada, la cual solo llevaba un manto negro oscuro y gris, me tenía inquieto, el palpitar de mi corazón…
Las luces del tren se estaban apagando uno por uno, yo estando en el vagón del medio, las luces se apagaron por completo hasta dejar una pequeña y débil tenue luz sobre mí, la cual me favorecía, para no sentirme solo. Aquella lucecita se fue debilitando cada vez más… y yo también, sentía que mis parpados eran realmente pesados, y mi cuerpo que perdía fuerza, que se dormía. Mi corazón empezó a latir cada vez más lento y con menor rapidez.


Estaba cayendo en un sueño profundo del que jamás despertaría… de aquel día, mi alma murió.


La lucecita parpadeaba al igual que mis ojos, me estaba cayendo del asiento, con la poca fuerza y conciencia que mantenía aún, apoyé mis brazos a los costados y me impulse hacia arriba para sentarme mejor. Mis ojos perdían su brillo, solo oscuros y negros agujeros habían en ellos, vacíos y sin fondo alguno.


Aquellos… se empezaron a cerrar.


Era difícil mantenerme despierto, le daba pelea a mis parpados que querían cerrarse, empecé a llorar, por que los dolores del golpe del tren aparecieron para colmo.
Lloraba sin resentimiento, sabía que debía, ¿Por qué no si había perdido todo lo que amaba?
La lucecita se apagó, y me quedé solo, pero por poco tiempo por que luego de ello…


Adiós a la vida, adiós a mi familia…


Los ojos no los aguantaba más, los dolores eran inmensos, mis ojos se cerraron, no pude luchar más contra ellos y así fue que me sumergí en la tranquila noche lluviosa la cual había muerto… mi pasado se volvió un recuerdo de antaño para todos los que conocí, y el presente… un disturbio que mato a la vida que tanto añoraba.



Esa será una lección para mi próxima vida, espero no correr por ese riesgo, solo hacerle caso a la maravillosa intuición, y así salvarme de los malos desvíos de la vida, y también...no dejar a atrás a ningún ser querido.


Todo es luz y, una dulce voz me llama, al parecer, por fin… he llegado al cielo.


FIN


Bueno aqui acabo todo espero les haya gustado y nos vemos en otro fic:D

Adiós...