Definitivamente, hay días que es mejor no levantarse. Además lo sabes, sabes que tal cual pones un pie en el suelo ese no va a ser tu día. Intentas arreglarlo apoyando el pie derecho antes que el izquierdo, pero sabes que las supersticiones no te servirán de nada. Hoy estás jodido. Viendo que las supersticiones no te han funcionado puesto que tu mente si se ha levantado con mal pie, decides pensar psicologicamente y recordando la profecía auto cumplida: te acercas al espejo miras tu cara de sueño y con una sonrisa bastante fingida te dices "¡Hoy va a ser un buen día!". Pero finalmente dejas de engañarte a ti mismo, pues sabes que si ya te has levantado así, las cosas solo pueden ir de mal en peor. Y efectivamente así es, perderás el autobús, tendrás el coche sin gasolina y por supuesto llegarás tarde al trabajo donde tanto te aprecia tu jefe, que en ningún momento ha pensado en echarte. Te tomas el jodido almuerzo sin ganas, deseando que este día acabe de un puta vez. Odias a tu jefe, odias al hombre que está limpiando los cristales, odias el chiste malo que escuchas de fondo, te odias sobretodo a ti mismo. Luego recuerdas que no sabes odiar y el resto del día te resignas a estar, no a vivir, porque hoy, no, hoy no es tu día.
Es una impresión que he comprendido varias veces; no obstante, siento como si la historia quedase inconclusa. Tal vez sea cosa mía, pero... a mi juicio, solo detallas la situación actual de una persona, sin avanzar más allá, es como plantear un nudo y no resolverlo. Igual, como dije es cosa mía, he perdido un poco de practica con esto de comentar y escribir, así que puedo estar equivocada.