One-shot Espejismo [Pokemon Rol Championship - Niza]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Reual Nathan Onyrian, 18 Octubre 2019.

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    Reual Nathan Onyrian

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    Escritor
    Título:
    Espejismo [Pokemon Rol Championship - Niza]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1353
    Bueno, Liza White, esta es la idea que te había mencionado la otra vez :D Se me ocurrió así bien random, y me hubiera gustado muchísimo más hacerla estilo cómic, solo que no tengo la capacidad ni habilidad para hacerle justicia :P Bueno, eso, que lo disfrutes :D

    Espejismo

    El día estaba radiante, a pesar de que ya eran bien pasadas las horas de la tarde. Nikolah se encontraba transitando por las veredas de Témpera, acompañado de su recientemente evolucionado Machamp, llamado Florencio, que lo seguía cargado de varias bolsas. El muchacho estaba de buen humor. Había logrado terminar una misión, y conseguido la mayor parte de los ingredientes para todo lo que planeaba hacer. Tenía que preparar ciertos agradecimientos para ciertas personas especiales. Se dedicó una sonrisa, contento con lo que había logrado.

    En la misma ciudad, una muchacha batallaba por su vida contra un Bellossom. Las ruinas de lo que anteriormente habían sido orgullosos edificios eran un terrible testimonio de lo que había pasado allí, de lo lejos que aquellos días de sol radiante y tardes de compras se encontraban en estos momentos.

    Aprovechando la distracción que la extravagante niña rubia estaba creando, había comenzado a correr, para obtener un mejor terreno y un lugar en donde ocultarse. Sin darse cuenta, pasó al frente de lo que anteriormente fue una tienda de electrónica. Allí, sin embargo, sintió que algo se chocaba con su hombro. Al darse vuelta a mirar, tan solo pudo encontrar ruinas, y silencio. Agitó la cabeza, y siguió corriendo.

    El muchacho rubio salió de la tienda, mirando extrañado el nuevo artilugio que tenía en la muñeca. Parecía un reloj, pero le habían indicado que podría también navegar por la red, consultar el clima, servía como agenda, y lo que más le interesaba: podía realizar llamadas. Tan concentrado se encontraba Nikolah mirando su nueva adquisición que no notó la gente que pasaba a su lado, hasta que pudo sentir como alguien chocaba contra su hombro.

    — ¡Oh, lo sien…!— se disculpó rápidamente el muchacho, pero se calló al ver que no parecía haber chocado a nadie.

    Miró para todos lados con una expresión confundida, para luego encogerse de hombros y olvidarse de la cuestión, mientras sacaba la lengua, en señal de concentración, y jugueteaba con el videomisor.

    ***

    Liza estaba acorralada. Todavía no la habían descubierto, pero ya no tenía muchos lugares a donde correr. Y seguía sin poder encontrar el bendito refugio. Se había separado de su yo del futuro hacía un tiempo ya, cuando estaban intentando perder a sus perseguidores. El sonido de algunos pedazos de cemento moviéndose y unas voces la hicieron desviar su atención hacia su derecha.

    Rápidamente, se escondió detrás de una pila de basura, asomando apenas la mirada. Más de esas personas, vistiendo ese uniforme tan raro, estaban yendo en su dirección. No parecían llevar pokémon encima, pero eso también podía significar que estos podían estar ocultos, o buscándola en otro sector. Tenía que irse de allí.

    Conteniendo la respiración, salió de su escondite lentamente, manteniendo el torso encorvado. Empezó a caminar hacia atrás, sin perder de vista a los seguidores de Haku. Cada tanto, hacía una pausa, para aseverar mejor la situación. Lentamente, fue alejándose de sus perseguidores. Recién pudo soltar el aire al perderlos de vista completamente.

    Sin embargo, todo su cuerpos se tensó cuando su espalda chocó contra algo. Rápidamente se giró, para ver lo que seguramente era un acechahumanos, listo para tomarla en sus garras. Pero no, allí no había nada. Ni siquiera un poste o una pared, algo con lo que tropezarse. Inspiró y exhaló, para calmarse. No iba a lograr nada estando tan nerviosa. Luego de unos momentos de pausa, prosiguió su marcha.

    A pesar de haber estado tantas veces en Ciudad Témpera, esta era la primera vez que Nikolah la recorría de forma calmada. No se había dado cuenta de la gran cantidad de personas, edificios y negocios que había en el lugar. ¡Era increíble! Usualmente, no le prestaba atención a nada de eso, pero esta era la primera vez en diez años que podía recorrer una localidad tan grande sin temor a tener que buscar un refugio para pasar la noche.

    En estos momentos, se encontraba intentando mirar la punta de un edificio de oficinas enorme. Ya había estirado el cuello todo lo que podía, pero el sol lo cegaba. Así que decidió que el mejor curso de acción era volar hasta allí con Dewho. La mirada de Florencio le dio a entender que no sería una muy buena idea. Se encogió de hombros, y simplemente comenzó a caminar hacia atrás, haciendo visera con una mano.

    Al no ver por dónde iba, era bastante obvio el hecho de que se llevaría algo o alguien por delante, en especial teniendo en cuenta el tamaño del muchacho. Sin embargo, en cuanto sintió que su espalda impactaba con algo y se daba vuelta para disculparse, de nuevo no vio a nadie. Y tampoco nada. Al menos, con lo cual chocarse. Volvió a encogerse de hombros, y siguió caminando hacia atrás, intentando ver la punta de aquel edificio tan alto. ¿Qué secretos se esconderían allí arriba?

    ***

    Nikolah se encontraba corriendo a toda velocidad por las calles de Témpera, con el sol muriendo lentamente a sus espaldas. ¡Se había olvidado de algunos ingredientes clave! ¡Cómo era posible! Encima estaba con el tiempo en contra. Las tiendas cerrarían en cualquier momento. Si no se apuraba, iba a quedarse corto con algunas cosas. Agradecía, eso sí, que las calles estuvieran algo desiertas. Se le hacía mucho más sencillo poder atravesar la ciudad a la velocidad que iba. Por eso, se sorprendió cuando sintió que alguien rozaba su hombro.

    Liza se frenó de improviso. Había divisado el refugio a la distancia, y estaba dirigiéndose hacia allí a toda velocidad. Había tenido que enfrentarse varias veces a los secuaces de Haku, y tenía las fuerzas mermadas. Sin embargo, algo le había hecho detener su marcha. Algo le había rozado el hombro, pero no había nada allí. Nada ni nadie. A pesar de ello, comenzó retroceder, a volver sobre sus pasos. Sentía que había alguien allí. Solo que no podía verlo.

    Nikolah, para sorpresa de Florencio, frenó su marcha, y comenzó a caminar, en una dirección aparentemente aleatoria. Había alguien allí. Lo sentía. Pero no podía verlo. Pero en el fondo de su corazón, sentía que alguien se encontraba allí. Alguien muy querido.

    Quedaron frente a frente, ambos. Aunque eso no podía ser. Uno se encontraba en el presente. La otra, cinco años en el futuro. Nikolah estaba en Ciudad Témpera. Liza, parada en sus ruinas. Las manos de ambos se elevaron, y se apoyaron como si estuvieran frente a un espejo. Ambas palmas abiertas se tocaron. Ninguno entendía que ocurría, pero podían sentir el contacto del otro lado.

    Lentamente, los dedos de ambos comenzaron a entrelazarse, hasta que ambas manos quedaron unidas. Pero eso no era más que una sensación extraña, una ilusión. No había nada al frente de Liza, y nadie al frente de Nikolah. Y ninguno lograba entender que estaba ocurriendo. Pasaron unos segundos así, quietos, sin moverse, asiendo el aire. Sin embargo, un ruido llamó la atención de Liza, haciendo que esta volviera a la realidad, y retomara su carrera hasta el refugio. Antes de entrar, pegó un último vistazo. Pero no había nadie.

    Nikolah sintió como le soltaban la mano, aunque no había agarrado la de nadie. Inclinó la cabeza hacia un costado, confundido, y luego se miró la palma. Se encogió de hombros, quitándole importancia, y cuando Florencio lo miró, con la incógnita en el rostro, el muchacho simplemente le sonrió, y le quitó importancia con una mano.

    — Eh, no fue nada. Seguramente fue una ilusión, o algo similar. Debo estar cansado.— respondió, para luego volver a alzar las bolsas.— Bueno, continuemos. Debemos volver al Centro Pokémon.

    Ambos se alejaron de aquel lugar, y Nikolah giró la cabeza una sola vez. Los ojos de ambos se encontraron. Pero en realidad, nunca lo hicieron. No había sido más que un espejismo.
     
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