—Uno, dos, tres... ¡Escóndanse bien!...cuatro, cinco, seis, siete, ocho... ¡Ya casi acabo! ¡No os quedéis atrás!... nueve, diez, once, doce...¡Os voy a pillar en menos de nada!...trece, catorce, quince, dieciséis... ¡Ya estoy yendo!... diecisiete, dieciocho, diecinueve, ¡Y VEINTE! Abro los ojos, me doy la vuelta y... ¿Qué veo? ¿Dónde estoy? Unos ojos cansados me miran con curiosidad desde un lado, un anciano se balancea compulsivamente... y... ¡Ah! Toca contar. —¡Escóndanse bien! ¡Que ya empiezo! Uno, dos, tres... ¡Escóndanse bien!
Tuve que leer dos veces esto para entenderle, soy tan lenta :"v e incluso no creo haber captado bien la idea. Pero si es así, fue bastante ingenioso, también algo feo porque es triste darse cuenta de como los adultos mayores llegan a perder la memoria & la noción del tiempo & de lo que hacen, mas triste aún saber que no sólo a los ancianos les pasa. Muy bien escrito, lo disfrute, me confundió, lo entendí & me encantó. Saludos.☆