de Inuyasha - Esclava (Kagura)

Hola, aquí de nuevo yo con este pequeño escrito con este personaje poco común que comienza a despertar una inusual curiosidad en mi, siendo este mi primer experimiento (por decirlo de alguna manera) para ver si me animo a escribir más sobre ella. Espero sea de su agrado y disculpen que halla un poco de Occ xD


ESCLAVA

Solo una más de sus marionetas era lo que yo era, él tenía mi corazón, lo que me ataba de pies y manos para intentar escapar, manipulaba los vientos y a diario podía sentir las glorias de la libertad; pero me era imposible huir, no importaba que tan lejos volase montada en mi pluma, Naraku me tenía en su poder.

Yo era diferente a sus demás marionetas, yo era capaz de desear algo más pero incapaz de revelarme ante sus ordenes ya que con un solo movimiento de su maldita mano el estrujaba con fuerza mi corazón, siendo tan perverso que no sería capaz de matarme ya que prefería torturarme, haciéndome sufrir el tiempo que él quisiera…

¡Como lo odiaba!, me diseño de la peor forma, otorgándome el poder sobre los vientos, dejándome probar las mieles de algo que yo nunca tendría; pero tal vez eso podría cambiar, con estos fragmentos de la Shikon no Tama, tal vez pudiese conseguir mi libertad. Enfrentarlo me asustaba porque me revelaba ante la idea de volver a formar parte de su cuerpo pero tampoco quería permanecer un momento más bajo sus órdenes, lo único que quería era escapar muy lejos, donde Naraku no fuese capaz de encontrarme.

Miré melancólica el ocaso, aun no podía huir así que cambie el rumbo de mi pluma para ir hacia el castillo del titiritero que manejaba los hilos de mi vida, de la misma forma en la que yo manipulaba a los cadáveres para sus propósitos, lo cual era estúpidamente irónico. Suspiré frustrada, ¿Cuándo llegaría el día en el que alcanzaría mi tan preciada libertad?, ¿Cuándo llegaría en el que pudiese manejar mi propia vida?

El recorrido fue más corto de lo habitual, en la entrada Kanna me esperaba, quien inexpresiva como siempre comenzó su andar hacia lo que seguramente sería el aposento del hanyou, la niña, los ojos de Naraku, era otra de las cosas que le impedían escapar, ya que le permitía al titiritero saber su paradero a través del espejo. Endureció la mirada cuando se hallaron a escasos centímetros de la entrada, probablemente él ya lo sabría pero Kagura no le permitiría conocer nada de lo que por su mente pasaba.

–Kagura –exclamó el pelinegro cuando ella se encontró frente a él, clavando su mirada carmesí en los ojos de ella causando que un escalofrió recorriera su espalda –¿Has traído los fragmentos?

Lo miró un par de segundos, ella sabía perfectamente que Naraku tenía el conocimiento de que en su poder ya los tenia pero, ¿Qué se proponía al hacerle tal cuestión?, ¿Acaso esperaba un pretexto para terminar con su vida o simplemente deseaba jugar con ella? En ningún momento dejó que su mirada denotara miedo, tardo un par de segundos en decidir lo que debía hacer y cuando la elección fue tomada lo odio pero al mismo tiempo también se detesto ella misma por ser tan cobarde.

Del kimono sacó los tres fragmentos que le quitó a los inútiles youkai que mando a eliminar a Inuyasha, los miró sabiendo que estaba dejando ir una oportunidad al dejarlos caer en la mano de Naraku, ¿pero qué podía hacer?, ella era su marioneta, una más de sus extensiones, una esclava que no tenia elección, que debía servirle…

Sin decir nada se retiró, se sentía frustrada, solamente le quedaba esperar a que Inuyasha o incluso Sesshumaru terminaran con el estúpido de Naraku y que así rompieran las cadenas que la mantenían a su merced, solo hasta ese día conseguiría su libertad.
¿Y bien, que les a parecido?
Gracias por su tiempo y lindo día!!!