Es una calamidad. Como siempre, inspirado en algo que me pasó. Buéh, excepto lo último... xD. Titulo: Es una calamidad. Autora: Lisa Rush. Palabras: 433 + titulo. Advertencias: Habla argentina. Dedicación: A Julia y a Rocío <3. N/A: ¡Nunca vean musicales de Drácula! Es una calamidad. Le tocaba a Gabriela. Se levantó con el libro en mano, aunque lo dejó en su banco. Se sabía de memoria la frase. Tomó el marcador. Recordó la frase y destapó el marcador para empezar a escribir en el pizarrón de plástico. A lo lejos se escuchaba un único verso de una canción. —Es una calamidaaad… Franco miró hacia atrás con desapruebo. Fernando lo miró fastidioso y preguntó con su voz grave: —¿De qué mierda es eso? “Suerte que la profe no está”, pensó Gabriela suspirando y mirando por el rabillo del ojo a Fernando. La profesora no aprobaba ese tipo de lenguaje en la clase. Cuando ella no estaba, ellos se liberaban como adolescentes que eran. Una sonrisa surcó el rostro de Gabi por unos momentos. Fernando era muy lindo. —De un musical. —Encima un musical —susurró Martín sin que nadie lo oyese, ni siquiera Gabriela. Renata miró la escena. La chica paraguaya sonrió también, divertida. La chica que escribía en el pizarrón soltó otro suspiro y continuó escribiendo, casi sin mirar su libro. Se sabía de memoria la frase. De nuevo el verso. —Es una calamidaaad… Si Gabi hubiese sostenido una tiza, ésta ya se habría roto. Apretó los dientes y cerró los ojos fuertemente, con rabia, conteniéndose. Pero no pudo. —¡Calláte, Lucas! —gritaron al unísono Franco y Gabriela, volteándose enojados. Lucas sonrió estúpidamente y volvió a mirar su libro. Gabi se dio vuelta y reanudó su tarea. Le faltaban tres palabras y era el turno de Fernando. Renata estiró el cuello para poder ver bien la frase. La altura de Gabriela se lo impedía. Apenas divisó las nuevas palabras, se puso a escribirlas en su libro. La chica alta terminó de escribir y tapó el marcador, dejándolo donde había reposado antes, en el porta tizas. Se dio vuelta para regresar a su asiento. —Es una calamidaaad… Gabriela tomó el libro más cercano: el de la chica paraguaya. La lapicera de Renata hizo una línea larga cuando Gabriela tomó el libro, y levantó la cabeza para ver qué pasaba. Por su cuenta, Gabi, enojada, tiró el libro en dirección a Lucas. —¡Calláte, Lucas! —gritó aún más fuerte y con mas furia en su voz. El libro golpeó la cara del chico. Su cabeza bajó hacia atrás hasta tocar su espalda, por el impacto. Y como si fuese poco, la silla también. Renata se tapó la boca. Todos estallaron en risas. La chica paraguaya fue a buscar su libro y Joaquín procedió a ayudar a Lucas. Gabi también se acercó, se agachó junto a él y cantó sonriendo: —Es una calamidad, Luquitas. xD.
Re: Es una calamidad. Qué paranoia con el "es una calamidad". Aunque, en las primeras frase, esa repetición de la palabra "marcador" me sonó chirriante. Por el resto, me encanta como narras ;) y tus historias basadas en hechos reales son muy buenas. Conociendo tus días, ese debe de ser uno de los normalitos tirando a ligero xD En fin con el final, me hizo gracia entre tanta... "Solemnidad" con el "es una calamidaaad". Sweet dreams.