Contenido oculto: Importante~ ➤Los personajes de esta historia pertenecen a un grupo pre-debut de K-Pop llamado Stray Kids (denle amor, lo merecen). Ninguno de los integrantes ha hablado sobre su sexualidad abiertamente, así que este fanfic es totalmente inventado en cuestión de los sentimientos de los protagonistas. ➤Este tipo de fics carecen de una trama en concreta, son solo situaciones sueltas. ➤En corea es normal que el 14 de Febrero las chicas le den a su enamorado chocolates y algún presente, si a ellos les gusta la chica en cuestión reciben el obsequio, y posteriormente el 14 de Marzo los hombres le regalan a esta persona dulces o regalos (como joyas y así). ➤El chico Felix es de nacionalidad Australiana y lleva poco tiempo en corea, por eso el error con el regalo y la mención de su mal coreano. —Felix, estás dañando la formación… de nuevo —empezó a decir Bang Chan, con la mirada más cansada que enojada, suspirando un poco y haciendo un gesto para que todos volvieran a hacer de nuevo la coreografía. Felix asintió, con la cara roja y sudada, sentía todo su cuerpo caliente por el esfuerzo de estar casi todo el día practicando, y aunque intentaba dar sus últimos esfuerzos, su mente parecía estar dispersa por todo el lugar. Suspiró cansado, tirándose al piso cuando por fin acabó la práctica, girándose desde el suelo para ver el reloj de pared que se encontraba en la sala de prácticas. —7:30… 7:30 —se repitió en voz baja, haciendo cuentas mentales de a saber qué cosa y se paró con esfuerzo del suelo, cada músculo temblando por todo el trabajo hecho. Tomó una de las toallas sin prestar atención y se secó el sudor para no enfermarse. —¿Qué tanto murmullas? —inquirió Jisung, dándole una botella de agua a Felix bajo la disimulada mirada de todos, a nadie se le había pasado desapercibido lo distraído que estaba el chico desde el comienzo del día. —¿Uh? —balbuceó Felix, tomando la botella de agua y dándole un sorbo, mirando incómodo el reloj de nuevo. Se sentía tan inquieto e incómodo, de nuevo como un extranjero perdido; miró a Jisung, dudando un momento en abrir su boca, y pasando suavemente su vista por los otros integrantes, haciendo que se callara de nuevo —Mm, no es nada. Solo que tengo que ir a un lugar antes de ir a los dormitorios —comunicó, tomando su abrigo de prisa y saliendo de la sala dando una pequeña reverencia, tan rápido que ha nadie le dio tiempo de preguntar. —Que extraño… —susurró bajito JeongIn recibiendo los asentimientos de los demás integrantes. —Tal vez iba a reunirse con alguna chica… igual hoy es el día de San Valentín —informó WooJin, sin darle mucha importancia al asunto, ignorando por completo que, al fondo de la sala, el ceño de ChangBin se había fruncido de sobremanera por su desinteresado comentario. Felix había pasado dos horas buscando en las tiendas algo que fuera bonito, pero se encontraba tan perdido que al final había andado por un montón de tiendas, recibiendo miradas extrañas; se miró en el reflejo de la vitrina de una tienda, pasando la vista por todo su cuerpo para ver qué había mal en él (¿quizás se había equivocado en su coreano?). Se encogió de hombros sin entender el porqué de las miradas encima suyo cada vez que entraba a una tienda, y siguió buscando deprisa. Se hacía tarde y todo estaba empezando a ser cerrado. Después de mucho caminar sus pies empezaron a perder la fuerza, así que se decidió por fin de comprar algo y sentarse en una de las bancas de un parque cercano, porque sabía que, si seguía caminando así, al día siguiente no podría practicar por el dolor. Se sentó en la fría banca de madera acariciando sus pies lastimados y metiendo más la cara dentro del abrigo. Hizo un pequeño sonido por el frío que hacía y se maldijo internamente por no haber cogido su bufando al salir básicamente corriendo; apretó un poco más la bolsa de regalo contra sí mismo y se acomodó mejor en la banca… estaba tan cansado y hacía tanto frío. —Eh, Felix… Felix —alguien lo meció bruscamente haciendo que se despertara sobresaltado, brincando casi hacia atrás, a la defensiva y totalmente desorientado, ¿acaso se había quedado dormido en aquel parque? Miró a la persona que lo había traído de nuevo al mundo consiente e instantáneamente todos sus músculos se volvieron a relajar, rascando un poco su ojo izquierdo por el sueño que hacía —. Pero tú, idiota irresponsable ¿quién se queda así dormido en la calle? Ah, ¿en serio? Estábamos preocupados por ti, tuvimos que rastrear tu teléfono para poder encontrarte, ¿y si te hubiese pasado algo? ¿Si te roban o algo así? Tienes que cuidar de ti mismo, te puedes enfermar con este frío ¿cómo no moriste de hipotermia aquí afuera? —ChangBin hablaba rápido, había estado tan asustado cuando vio al chico sentado, estático en esa banca, abrazando esa bolsa como si no hubiese un mañana. —Ah~ Hyung está tan cálido —ronroneó Felix al recostarse sobre su amigo, quien al momento pasó una mano por sus hombros, brindándole algo de calor —. Perdón por ser irresponsable y no haber ido directo a casa. —Jum, está bien, de todas formas ¿qué es esto? ¿Huiste así para encontrarte con alguien? —preguntó el mayor, mirando hacia otro lugar. —Oh, estaba buscando esto por mi cuenta, nadie vino conmigo —comentó Felix, mirando el paquete en su regazo y sonrojándose un poco más, sin saber bien si era por el frío o cualquier otra cosa, ¿tal vez hacer algo por primera vez? —. Esto es para ti, Binnie Hyung —sonrió grande, con su larga hilera de dientes blancos a la vista, los ojos cerrado y, tal vez era solo impresión de ChangBin, pero ¿su piel siempre tuvo tantas pecas bonitas salpicando por aquí y por allá? ChangBin abrió el paquete con manos temblorosas y torpes por los grandes guantes que las resguardaban del clima, sonrió bobo al ver un gran paquete de chocolates y un pequeño peluche en forma de gatito, totalmente lindo y adorable como el menor que tenía al frente, y que lo miraba expectante. —¿Sabes lo que significa este regalo en esta fecha? —preguntó, antes de nada, mordiéndose en interior de la mejilla y controlando su respiración; sentía que sus manos sudaban en el interior de las prendas que las cubrían. Felix lo miró por un momento, un fino rojo cubría sus mejillas y su nariz, por alguna razón, cuando mordió sus labios, estos también se hicieron aún más rojos ante la mirada de ChangBin. —Lo sé —susurró, dudativo, mirando de nuevo hacia el frente, notablemente ansioso por la respuesta. —¿Sabes que esto solo lo dan las chicas hoy? —se burló un poco, notando como Felix se erguía en su lugar un poco incómodo y sorprendido —, no puedo creer que no lo sabías, si vas a buscar más sobre la cultura coreana, al menos hazlo bien —río un poco, poniendo una de sus manos sobre el gorro en su cabeza, sacudiéndolo de forma cariñosa. —Ahora entiendo por qué todos me miraban raro en las tiendas… tuve que buscar por casi dos horas porque ya estaba muy tarde… lo siento, no tuve el tiempo de leer bien sobre el tema, pero aunque me equivoqué con esto, sé bien lo que significa —habló por lo bajo, pudo jurar que sus palabras en coreano se trabaron un poco, pero al parecer a ChangBin no le importó, porque simplemente asintió para sí, tomando fuertemente el regalo entre sus manos y aparentándolo contra él; haciendo que la pequeña sonrisa de Felix creciera junto con la esperanza. —Ya veo, si es así… entonces comeré bien, ¿de acuerdo? —se sentó mejor, aún con un brazo sobre los hombros de Felix, apretándolo contra su propio cuerpo un poco más —, tendré que pensar desde ahora en un buen regalo para darte en el día blanco —comentó para ambos, compartiendo sonrisas tímidas. Se quedaron un rato así, abrazados el uno al otro, brindándose calor y confort en una noche fría y sin estrellas; sintiéndose cálidos por dentro. No sabían por qué o cómo habían nacido los sentimientos, pero justo ahora no iban a preguntar, solo iban a disfrutar de un pequeño momento a solas, y de las confesiones no dichas que eran tan evidentes y claramente aceptadas por ambos.
Primero qué nada, comenzaré a decirte que acá tuviste un pequeño error de concentración y añadiste un posesivo y un adjetivo. Pero no pasa nada, un tecleo de más. Yo necesitaba este escrito para mi vida. Más que lo 'cursi' qué al ser ChanLix preferiría decir romanticismo torpe, me ha encantado. El tipo de diabetes que recibí valieron la pena. Repito, los detalles que añades tan reales hacen que al leer esto dudes de si en realidad este tipo de escenas no pasarían en el grupo como vida real; es que ellos se comportan tan lindo que no dudaría jamás que Félix hiciera esto (contando lo del choque cultural) Pero Changbin es un amor que siempre amará el esfuerzo de Félix y será feliz tal cual. Un escrito hermoso, no muy extenso como para perderme en los detalles pero si lo suficiente como para describir un día de ellos. ¿Por qué siempre finaliza con un comentario al aire? Quiero leer sobre el día blanco, por favor. De verdad disfruto leerte, buen trabajo. ( ˘⌣˘)♡(˘⌣˘ )