Long-fic de Naruto - Entre sasuke e itachi

Capítulo 1: 'La misión'

Era un día cualquiera, Sakura había estado apoyando en el hospital esos últimos días, para la Hokage la pelirosa era su mejor médico, pero a ella no le gustaba quedarse encerrada en un solo lugar; Tsunade había mandado llamar a Sakura con un anbu.

—Sakura-san— dijo un enmascarado apareciendo por la ventana de la habitación de hospital donde se encontraba ella —Tsunade-sama solicita su presencia ahora mismo—

—Bien, iré ahora— contestó levantándose cuando el anbu se esfumó.

Ella salió del hospital en dirección a la torre de la Hokage corriendo por los tejados, cuando llegó, Shizune la esperaba afuera de la oficina para hacerla pasar, le abrió la puerta y ella entró.

—¡Buenos días Tsunade-sama!— saludó la ojijade a su maestra con una pequeña reverencia.

—¡Buenos días Sakura!, te llamaba porque te tengo una misión— dijo observándola detenidamente —Sé que desde que vieron a Sasuke en el escondite de Orochimaru, has estado metida en el hospital fingiendo para que nadie notara lo triste que te encontrabas—

—Lo siento Tsunade-sama, no quería molestar a nadie— decía mirando hacia un lado avergonzada.

—No te preocupes, por eso es que te daré esta misión, serás la única integrante, solamente debes dirigirte hacia la aldea de la Hierba y te encontrarás con tu seguridad quien te guiará hacia la casa de tu paciente— explicó la ojimiel.

—¿Paciente? ¿Y por qué necesito seguridad desde la frontera? ¿No era una misión fácil?— interrogaba la pelirosa.

—Bueno, la casa a donde irás le pertenece a una familia que ha ayudado mucho a Konoha y son muy amigos del señor feudal de este país; ellos solicitaron con urgencia al mejor médico, y también había una carta del señor feudal ordenándolo, y como yo no puedo dejar la aldea, tú eres la que me sigue, así que prepara tus cosas, algunas plantas y hierbas, y mételo todo en un pergamino para que vayas ligera y llegues pronto, saldrás en media hora y deberías estar llegando en cinco, ya envié la información sobre ti a la familia, te quedarás todo lo necesario, manténme informada, buena suerte Sakura— terminó de decir para que la ojijade se retirara a prepararse.

Sakura hizo todo lo que su maestra le había ordenado y ya se encontraba lista en la puerta principal de la aldea informando a los guardias que saldría de misión.

—Bien Sakura, tú puedes hacerlo, no necesitas compañía para viajar, eres suficientemente fuerte para defenderte, además sólo serán tres horas hasta encontrarte con tu guía— se decía así misma para animarse mientras respiraba hondo y se adentraba en el bosque saltando de rama en rama.

**********

*FLASHBACK* Hace 10 años en el barrio Uchiha

—¡Sasuke levantate!— gritaba Mikoto para que su pequeño hijo desayunara, el cual apareció bostezando después de unos minutos.

—Mamá, aún es muy temprano— decía el menor de los Uchihas sobándose los ojitos.

—Hoy vendrán unos amigos de la familia, necesito que me ayudes con ciertos quehaceres— explicó la azabache.

—Pero hoy iba entrenar con mi nii-san— comentó decepcionado.

—Será otro día ototo, papá dice que es importante que estemos los cuatro— se excusaba Itachi cuando entraba a la cocina.

Pasaron unas tres horas más o menos, toda la familia ya había desayunado y estaban impecables para recibir a sus invitados. A los minutos llamaban a la puerta y Mikoto se levantó de su lugar para abrirles y luego hacerles pasar; entraron delante de ella y tomaron asiento, eran tres los invitados, sólo Sasuke no los había visto nunca, era la familia Kamiya, los esposos y su hija que al parecer tendría nueve o diez años.

Fugaku los presentó aunque Mikoto e Itachi ya los conocían, aquella niña miraba con interés a Itachi pero éste la ignoraba completamente.

—Ellos son Hatori Kamiya, Suri Kamiya su esposa y Maya Kamiya su pequeña hija; ella es mi esposa Mikoto, mi hijo mayor Itachi y el menor Sasuke— los presentó el Uchiha mayor a su familia, ya que hace casi cuatro años que no se veían.

—Bueno Fugaku, creo que no debemos aburrir mucho a los niños, así que vayamos al asunto— dijo divertido el Sr. Kamiya.

—Tienes razón, sólo Mikoto, tú y tu esposa sabemos de ello; lo explicaré así: hace cinco años, la familia Kamiya nos hizo un favor tan grande que podría decir que le debemos la vida, por lo que ahora haremos un pacto con ellos— dijo el Uchiha mayor con los brazos cruzados.

—Hemos acordado que cuando nosotros necesitemos ayuda, acudiremos a ustedes, y la forma de hacer el pacto, será sobre este pergamino y sólo se puede usar una vez, por lo que la deuda quedará saldada— dijo el invitado desenrrollando un pergamino sobre la mesa el cual tenía un extraño sello —Sólo necesitan poner una huella de sangre de cada uno dentro del sello—

—Hagámoslo— ordenó Fugaku a su familia y todos lo hicieron así.

—Ahora lo siguiente, el compromiso de Itachi con Maya, cuando tengan la edad suficiente uniremos nuestras familias— informó alegrando a ambas esposas quienes soñaban con nietos, Itachi no dijo nada.

Todos almorzaron juntos y luego la familia Kamiya se retiró, ellos vivían en la aldea de la Hierba. Después de ese día, Mikoto se la pasaba haciéndoles recordar a sus hijos sobre aquel pacto y haciéndoles prometer que aunque sus padres no estuvieran vivos, ellos se encargarían de saldar esa deuda; sus hijos se lo prometieron.

*FIN FLASHBACK*

********** Cascada donde entrena Sasuke

Sasuke estaba entrenando sus técnicas tipo rayo bajo la cascada de siempre, se sentía cabreado desde el último encuentro con su antiguo equipo y aún más de ver que lo habían reemplazado con alguien que no era muy confiable.

—Naruto ¿Por qué insistes tanto dobe?, ...Sakura, ella ha... ¿Pero qué demonios estoy pensando?— justo cuando pensaba hacer un chidori para destruir una gran roca, le empezó a quemar la palma de la mano y la volteó para mirarla.

'No olvides tu pacto, te necesitamos con urgencia, tu sello te guiará', eso decía en letras de sangre y fuego el cual estaba rodeado por un sello, el pelinegro recordó aquel pacto y también la promesa que le hizo a su madre, él debía cumplir, tomó sus armas y como decía el mensaje, dejó que el sello lo guiara.

********** Guarida de Akatsuki

Itachi descansaba después de una misión, había oído que Naruto regresó a Konoha y creía que pronto lo enviarían junto a Kisame para cazarlo, de pronto sintió una quemazón en su mano, lo cual hizo que abriera los ojos y esforzara su vista para ver de qué se trataba, era el mismo mensaje que apareció en la mano de Sasuke; tomó sus cosas y se marchó alegando que tenía algo muy importante que hacer.

*********

Sasuke llegó primero a la aldea de la Hierba, el selló lo guió hacia una gran mansión en las afueras, y cuando se acercó a la entrada, unas personas le abrieron y lo hicieron pasar.

—Sasuke Uchiha, el señor Kamiya lo está esperando, sígame por favor— le dijo uno de los hombres guiándolo hacia una habitación que al parecer era su oficina, lo hizo pasar.

—Sasuke, es una alegría verte, has crecido muchísimo desde que te ví— le dijo el antiguo amigo de sus padres —Que bueno que hayas aceptado venir—

—Sí, en verdad has cambiado mucho Sasuke-kun— decía una peliceleste que había entrado para dejar unas tazas de té.

—¿Podrías no llamarme así?— exigió el Uchiha menor.

—Perdona la insolencia de mi hija, no volverá a tomarse esas confianzas— dijo duramente mirando de reojo a su hija.

—Lo siento Sasuke, me retiro padre, esperaré a que llegue Itachi-kun y lo traeré aquí— dijo saliendo de aquel lugar.

—¡¿Así que él también vendrá?!— preguntó exaltado el pelinegro.

—El también hizo el pacto, tiene que venir, y me imaginaba que sería un problema para tí, estoy enterado de todo lo que sucedió, sólo te pido por favor, no intentes nada en contra de él el tiempo que te quedes, los necesito a ambos y no estarán juntos todo el tiempo, tú te encargarás de proteger a mi esposa y cuidar de que la doctora no intente escapar o por último matarse— le rogaba de rodillas postrado en el suelo ante éste.

—tsk... levántese, no es necesario que haga eso, le prometí a mi madre que cumpliría, así que trataré de no cruzarme con él... entonces ¿Qué es lo que está sucediendo?— interrogó Sasuke.

—Hace dos días tuvimos una cena, era con personas importantes de la aldea, y durante esta, mi esposa cayó desmayada, luego convulsionaba y ahora arde en fiebre por momentos, no sabemos qué es lo que tiene y es por eso que pedí la mejor médico de Konoha con la ayuda del señor feudal que es mi amigo— contaba hasta que fué interrumpido.

—Maya me contó todo, una kunoichi médico de Konoha ¿Tsunade Senju?— preguntó el Uchiha mayor de lo más tranquilo ignorando al menor y seguido de la peliceleste. Sasuke se puso furioso de tan solo verlo y sacó su espada listo para atacar —No es momento para esto Sasuke—

—No es Tsunade, la Hokage me mandó información y una fotografía sobre la kunoichi, es ésta— dijo mostrando la fotografía a ambos.

—¿La conoces?— preguntó el mayor al menor.

—Hmp, fué mi compañera de equipo, Sakura Haruno ¿Por qué diablos hablo contigo?— preguntó activando su sharingan.

—Sasuke por favor— suplicó el señor Kamiya —Itachi, que bueno que llegaste, necesito que vayas a traerla, me refiero a Sakura, ella te esperará en la frontera—

—¿Sabe que soy yo el que iré?— cuestionó con justa razón.

—No lo sabe, pero se encuentra sola, así que no hay problema— dijo tranquilo.

—Si sucede algo usaré un genjutsu y la traeré— dijo Itachi.

—Los genjutsus no sirven contra ella— refutó Sasuke.

—Gracias ototo, lo tendré en cuenta— y así como llegó se fué.

Sasuke seguía enfadado pero debía controlarse si quería marcharse pronto de allí, aunque cómo estar tranquilo si sería guardián de la mujer a la que hace poco intentó matar, todas sus emociones estaban revueltas.

**********Dos horas después

—Bien, en pocos minutos llegaré a la frontera— pensaba la pelirosa, cuando un hombre se posicionó frente a ella haciéndola retroceder y colocarse los guantes —Itachi Uchiha— dijo con furia y preparada para luchar.

—Sakura Haruno, tienes que confiar y venir conmigo, yo te llevaré a tu paciente— dijo tranquilamente.

—¿Akatsuki está detrás de esta misión? ¿Qué es lo que quieren?— preguntaba aún en guardia.

—No tiene nada que ver con Akatsuki, y no te haré daño, sólo tengo que llevarte— dijo él.

—Tus jutsus no servirán conmigo Uchiha, te lo advierto— aseguró la muchacha.

—Lo sé, fué lo que dijo Sasuke, los genjutsus no sirven contigo,... tengo que llevarte a casa de los Kamiya, la mujer está grave— volvió a hablar tratando de convenserla.

—Te seguiré, por alguna razón no siento que estés mintiendo, aunque es raro que menciones a Sasuke-kun— dijo la pelirosa.

—Sasuke estará con nosotros allá, tenemos una tregua y todo depende de ti el tiempo que dure, así que vámonos, te están esperando— concluyó con una media sonrisa y avanzando para que la ojijade lo siguiera.

 

Capítulo 2: 'Miradas asesinas'

Era extraño para ella estar tan cerca de aquel Uchiha, y pasarían dos horas incómodas, o eso creía, y es que nunca se hubiera imaginado tener una misión que implicara a Itachi Uchiha y al parecer también estaría Sasuke, al pensar en esto último, se le aceleraba el corazón a mil por hora, y a la vez le entraba un miedo terrible, y es que la última vez que se cruzaron, estuvo a punto de asesinarla.

Por otro lado el Uchiha mayor parecía tranquilo, si no chocaba con algún árbol u otra cosa, era porque siempre fué un excelente shinobi, ya que le quedaba muy poca luz en sus ojos, y a la vez era doloroso; algo le decía que la pelirosa era de confiar, mucho más por haber sido compañera de su ototo, así que decidió detenerse un momento y mirarla fíjamente.

—¿Sucede algo?— preguntó la pelirosa pensando que había llegado al lugar de su muerte.

—Sakura, necesito pedirte un favor— le dijo el pelinegro muy serio y con mucha calma.

—¿Un favor?— no se la terminaba de creer ¿En serio el Uchiha necesitaba algo de ella? ¿Y por qué tenía que mirarla así? Esas miradas de los Uchihas, todas parecidas pensaba la chica —¿A qué te refieres?—

—¿Es cierto que eres de las mejores médicos? Discípula de Tsunade Senju oí por ahí— decía sin quitarle la mirada —Quiero que me ayudes a ver por última vez a mi ototo— suplicó el azabache y su mirada cambió a una de sufrimiento.

—¿Ver? ¿Acaso estás ciego? ¿No lo acabas de ver antes?— interrogaba ella sin temor y algo incrédula aún.

—No del todo, apenas puedo verte, y lo que resalta en ti es tu cabellera rosa, y tus... tus ojos de gata— dijo acercándose a ella y acariciando sus párpados, la ojijade se sonrojó sin entender muy bien por qué —Pero el resto es borroso— y esta vez acercó su propia mano a su rostro para mirarla.

—¿Qué quieres realmente que haga?— preguntó seria.

—Quiero ver el rostro de Sasuke nuevamente, sólo quiero un poco más de tiempo, al fin y al cabo moriré luchando con él; examíname ahora— pidió sentándose al lado de un árbol.

—¿Confías en mí? Podría matarte— confesó la ojijade.

—Estoy seguro que no me harás daño, no eres como yo— eso hizo entristecerla, se arrodilló delante de él y empezó.

Sakura se quitó los guantes negros, alzó sus manos, acumuló un poco de chakra verde sobre sus palmas y las posó sobre los ojos de Itachi, éste se estremeció al contacto de la kunoichi y ella se percató, hace mucho que el azabache no dejaba que lo tocaran, solamente en algunas peleas que tuvo, pero un tacto así de delicado, Maya se lo dedicó unos tres años atrás, consolándolo después de dejar a su ototo en coma cuando fué a Konoha por el kyubi.

La pelirosa cerró los ojos, quería sentir el flujo de chakra de Itachi y también si hubiera algún daño en él, por lo que trancurridos unos cuantos segundos se detuvo, pudo sentir todo el dolor y sufrimiento del pelinegro, en verdad no le quedaba mucho tiempo de vida, y todo lo que pedía era un poco más, para ver a su hermano y morir en sus manos.

—¿Puedes ayudarme?— preguntó al sentir que ella quitó sus suaves manos de él —Quizás si activo mi sharingan, puedas tener mayor idea de lo que tengo—

—¡No te atrevas!— gritó ésta sorprendiendo al moreno por completo —No lo hagas por favor, sabes que eso te está matando— suplicó ya derramando muchas lágrimas pensando que él no la vería.

—¿Lloras por un asesino como yo?— cuestionó cabisbajo —No puedo ver tus lágrimas, pero puedo sentirlas—

—No es sólo por ti, es que... ¿Sasuke-kun? ¿Kakashi-sensei? ¿Les pasará lo mismo que a ti?— interrogaba ansiosa, aunque tal vez no quería conocer la respuesta.

—Lo más probable es que a Sasuke le suceda, pero puede ser revertido si usa mis ojos, en cuanto a Kakashi, él no tiene sangre Uchiha, creo que su gran efecto en él es no poder moverse por largos días— respondió.

Ella se quedó meditando unos segundos y luego se le iluminó el rostro al tener una idea de lo que podría intentar hacer.

—Hay un jutsu de restauración celular, el problema es que sólo sé la teoría y en la práctica la única que ha podido usarlo fué Tsunade-sama ya que ella lo creó ¿Te importaría si lo intento?— preguntó un poco más animada.

—Hazlo, no creo que quede peor si no funciona— ordenó amablemente.

Sakura asintió, respiró hondo, hizo el sello del tigre y usó la restauración divina de Tsunade usando su cuerpo para restaurar las células, y un jutsu para traspasarlo a Itachi; duró unos pocos minutos pero terminó, se apartó de él un poco agotada, sentándose de lleno en la hierba, mirando con éxito al pelinegro, y él empezó a abrir los ojos, aquello no había sido doloroso, al contrario, había calmado en sobremanera el dolor.

—Eres muy hermosa, no entiendo cómo mi ototo prefirió largarse de la aldea en vez de quedarse junto a ti— dijo el Uchiha y ella se sonrojó.

—¿Por qué tendría que haberse quedado por mí? El siempre supo lo que quería y era asesinarte— habló ella.

Itachi se levantó de su lugar y le regaló una pequeña sonrisa en señal de agradecimiento, luego le extendió su mano para ayudarla a que se levantara, era hora de continuar; ella no entendía nada, Itachi se veía como una persona gentil y parecía preocuparse por el idiota de su hermano, ¿Por qué Sasuke no podía ser como él? pensaba, pero ya no volvieron a hablar en todo el camino. Por fin llegaron a la entrada de la mansión, y antes de ingresar Itachi se volvió a detener y la quedó mirando, alzó su mano derecha y la puso sobre la mejilla de ella haciéndola sonrojar en extremo, se acercó a su oído y le susurró.

—Cuida de mi ototo Sakura, sé que llega a ser cansado y fastidioso, además de terco y arrogante, pero es mi estúpido hermano pequeño— le dijo y se alejó de ella unos centímetros, cuando un kunai pasó volando entre sus rostros y al voltear para ver de dónde salió, se sorprendieron mucho.

—Llegan tarde— dijo el Uchiha menor con una mirada que hubiera matado a cualquiera, Sakura estaba inmóvil, allí lo tenía enfrente, y lo vería varios días más, aunque quizás resultara asesinada por él; cogió el kunai que estaba encajado en un árbol cercano y fué caminando hacia la puerta de aquella mansión.

—¿Celoso ototo?— preguntó Itachi fastidiándo a Sasuke.

—¿Celoso yo? Deja de hablar estupideces, ¡Maldito asesino!— gritó al mayor, peri se sorprendió al ver a la ojijade a su lado con un kunai presionando su cuello.

—¡Olvidaste esto maldito Uchiha!— gritó ella mirándolo con algo parecido al odio, y él la miró más enfadado que nunca.

—Olvídense de luchar por ahora, cuando terminemos esto podrán matarse si quieren— decía el Uchiha mayor con tranquilidad.

—¡Cálmense por favor!— gritaba el señor Kamiya quien había salido junto a su hija al oír tal escándalo. Sakura se apartó de Sasuke lanzando su kunai al suelo.

—Sí que te buscaste a las tres personas más problemáticas de Konoha papá— dijo la peliceleste mirando a Sakura específicamente.

—Perdone señor Kamiya, no volverá a suceder, soy Sakura Haruno, médico de la aldea de Konoha a su servicio; me gustaría que me brinde los detalles de este asunto— decía ya más calmada y con una leve reverencia en señal de sumisión y respeto.

Itachi observaba un poco alejado, miraba a su hermano menor, todo lo que había crecido, y el parecido que tenían, Sasuke estaba apoyado en el marco de la puerta esperando alguna indicación.

—Bien, lo resumiré así: usted señorita Haruno, se encargará de mi esposa y mi hija Maya la asistirá y la pondrá al día con el caso, Sasuke la vigilará todo el tiempo, e Itachi se encargará de vigilar la casa y deshacerse de cualquier sujeto sospechoso— indicó —No podrán salir más allá de cien metros alrededor de la mansión, ya que automáticamente perderán todos sus recuerdos desde que se vieron, ese es el poder de mi hija, por otro lado esto pasará de todas maneras cuando todo haya terminado, sólo a la señorita Haruno se le cambiarán los recuerdos para que no sospechen en su aldea—

Esto atemorizaba un poco a la pelirosa, ella no estaba segura de querer perder aquellos recuerdos; Itachi y Sasuke se mataban con sus miradas.

—Sakura-san, acompáñeme por favor— dijo la peliceleste, ella empezó a seguirla y Sasuke a ella sin opción alguna.

**********

Maya condujo a Sakura a una habitación, cuando entraron, lo primero que vió la pelirosa fué a una mujer recostada en una cama, estaba conectada a una máquina de oxígeno; la ojijade se hizo una cola en el cabello rápidamente, y sacó el pergamino donde guardaba sus implementos médicos.

—Quisiera agua para lavar mis manos— pidió mirando a Maya, y cuando ya se la trajo, le empezó a contar cómo su madre cayó enferma y los síntomas que tuvo durante esos días; se colocó guantes de médico y empezó a examinarla —Ya veo, parece un caso de envenenamiento— Sasuke parecía indiferente ante la situación.

—¿Envenenamiento dices?— preguntaba preocupada la muchacha.

—Maya-chan, necesito que me traigas estas cosas, no serán difíciles de hallar— dijo entregándole un trozo de papel con una lista de cosas que recién había escrito —Por ahora le daré unos calmantes y extraeré todo el veneno que pueda, aunque también debo analizar los componentes del veneno para crear un antídoto, es un hecho que ella está paralizada—

La peliceleste salió rápido de la habitación para buscar todo lo de la lista dejando a esos dos solos, y esta vez la pelirosa sentía una poderosa mirada sobre ella, la ojijade no hizo caso alguno y se apresuró a inyectar los calmantes a la mujer de la cual estaba segura que los necesitaba, ellos la ayudarían al mismo tiempo a mantener una buena temperatura corporal.

—Si quieres matarme puedes hacerlo ahora— decía ella sin mirarlo y escribiendo algunas anotaciones en un cuaderno de notas.

—Estoy seguro de que morir por mis manos te haría feliz, así que no lo haré— contestó volteando para otro lado.

—No le encuentro sentido a que estés aquí, sólo distraes— volvió a hablar la pelirosa y esta vez mirándolo con el ceño fruncido.

—¡Hmp! A mí tampoco me agrada estar en la misma habitación que una molestia como tú; pero debo cuidar de que no huyas— dijo él.

—¿Huír? Yo nunca abandonaría un paciente, para esto aplico lo mismo que me enseñaron, sería peor que escoria, y como dijiste hace un tiempo atrás, yo no soy como tú— Sasuke y también Itachi que estaba fuera de la ventana escuchando, se sorprendieron ante estas palabras —Siempre seré la molestia que tanto odias— y recordar esto último hizo que una lágrima resbalara por su mejilla y se limpiara inmediatamente aunque no evitó que el Uchiha menor la viera.

—Sí, siempre serás una molestia— dijo serio, pero animó a la ojijade ya que no le dijo que la odiara.

—Aquí está todo lo que pediste Sakura-san— interrumpió Maya dejando todo sobre una mesa que había en la habitación y la ojijade lo agradeció.

Se puso a preparar un fluído medicinal con mucha habilidad, una vez hecho esto, lo colocó en varios recipientes, hizo con sus manos el bisturí de chakra y junto a ello introducía el fluído para extraer el veneno, hasta que hubo sacado lo suficiente para que aquella mujer pudiera resistir más. Sakura estaba cansada, con Itachi había utilizado mucho chakra, y ahora con esto le era difícil mantenerse en pie.

—Eso será suficiente por hoy, tu madre podrá descansar más tranquila, mañana podré preparar el primer antí...— la pelirosa se desvaneció y unos brazos la sostuvieron antes de que chocara contra el duro suelo.

Itachi se había percatado y logró llegar a tiempo, cosa que enojó en gran manera a Sasuke ¿Por qué su hermano estaba tan amable con la molestia? pensaba, y a Maya tampoco le gustó mucho el asunto; la peliceleste les mostró la habitación que ocuparía Sakura, en la cual habían dos camas, un baño, un ropero y un escritorio con una lámpara propia, también les dijo que Sasuke dormiría allí, por lo que Itachi lo miró como dándole una advertencia, el Uchiha menor ni se inmutó, dejaron a la pelirosa en una de las camas y Sasuke se lanzó en la otra sin dejar de vigilarla; los otros se retiraron, ya el cielo estaba oscuro y todos estaban cansados.

Sasuke no dejaba de mirarla, el destino le estaba haciendo pagar por todas las veces que la trató mal, sino cómo explicar el que tenga que estar todo el tiempo junto a ella, o era una broma de muy mal gusto; y meditando en ello, poco a poco se quedó dormido.

Ya eran las dos de la madrugada, la lámpara del escritorio estaba encendida, Sakura había despertado, y lo primero que vió fué a Sasuke en la cama de a lado, lo vió destapado y hacía un poco de frío, se levantó y tomó una manta con la cual lo cubrió; luego se encaminó hacia la puerta.

—¿A dónde crees que vas?— Sasuke casi le causa un infarto.

—Necesito las cosas que dejé en la habitación de la señora Kamiya— respondió intentando tranquilizarse.

—¿Y sabes cómo llegar? Ni siquiera sabes cómo llegamos aquí— dijo el pelinegro —Espera hasta que amanezca y duérmete de una buena vez— ordenó.

—Pero si trabajo desde ahora, será menos el tiempo que pasemos juntos ¿No es así?— preguntó seria —¿Podrías guiarme Sa-su-ke-kun?— suplicó con una tierna sonrisa que dominó al pelinegro.

—Tsk qué molesta eres— dijo despeinando un poco su cabello y levantándose de la cama, pasó por su lado, abrió la puerta y ella le siguió.

Esta vez, su mirada ya no era asesina...

 

Capítulo 3: 'Sasuke no baka'

El pasillo por donde se dirigían estaba oscuro, Sakura seguía al pelinegro a duras penas, ya que aún no había recuperado completamente su chakra; por un momento creyó que algo rozó sus piernas.

—Sasuke-kun, creo que hay algo aquí— dijo susurrando y temblorosa.

—Tsk, no me digas que le temes a la oscuridad— contestó él.

—No es eso, es que... ¡Kyaaa!— gritó al sentir algo nuevamente y lanzándose hacia Sasuke que estaba delante de ella, pero como éste volteó, la ojijade hizo que ambos cayeran al suelo y ella encima de él.

Ninguno podía ver el rostro del otro, ambos estaban sonrojados, el azabache tocaba uno de los pechos de la pelirosa, ella se enojó muchísimo y lanzó uno de sus mortales puños hacia el rostro del Uchiha menor, pero éste lo esquivó moviendo su cabeza hacia un lado y luego la empujó para apartarse.

—¡¿Acaso estás loca?!— preguntó exaltado.

—¿Qué está sucediendo aquí?— preguntaba tranquilamente el Uchiha mayor quien llegó muy rápido al oír aquel ruido y encendió las luces, además de ver una grieta en el suelo y a Sakura sentada en él; su hermanito la miraba con un poco de temor en sus ojos y la ojijade lo miró al llegar.

—Sasuke no baka— le contestó apuntando hacia Sasuke —El se atrevió a...— se sonrojó y agachó la cabeza, no pudo continuar hablando de la vergüenza.

—¿Qué le hiciste ototo?— Itachi lo fulminaba con la mirada.

—¡Ese no es no es problema tuyo, así que no te metas Itachi!— gritó furioso.

En ese momento, un gatito pasó caminando y maullando, llegó hasta donde estaba la ojijade acariciando sus piernas con su pequeña cola y desconcertando a todos.

—Mira Sasuke-kun, era sólo un gatito— decía la pelirosa acariciando y abrazando al lindo gatito. Ambos pelinegros pensaban que ella era algo bipolar, ¡Hmp! Se escuchó del Uchiha menor quien cruzaba los brazos de frustración, mientras que el mayor sonreía de lado agradecido de ver aquella escena, Sakura tenía una tierna y sincera sonrisa, luego se retiró hacia su lugar de vigilancia.

—Ya vámonos— ordenó el pelinegro, y la pelirosa dejando al lindo gatito, lo siguió nuevamente.

Llegaron a la habitación de la señora Kamiya, entraron y Sakura tomó sus cosas, además de unas muestras del veneno y salieron de nuevo hacia su habitación, esta vez no demoraron mucho, la pelirosa dejó encendida la lámpara del escritorio y se sentó allí para empezar los análisis, mientras que Sasuke se sentó en su cama mirándola con mucho desinterés y molestia.

—¿Pasarás toda la noche haciendo eso?— preguntó él.

—Claro que sí, así podré marcharme pronto, no quiero estar en la misma habitación que un pervertido como tú— respondió ella.

—Hmp ¿Pervertido? Te recuerdo que tú te me lanzaste, así que obviamente la pervertida eres tú— refutó cerrando los ojos para no ver la reacción de ésta —Y por cierto, a eso no se le podría llamar pecho, apenas si sobresalen—

A la pelirosa se le formaba una y otra y otra venita en la frente, de lo furiosa e insultada que se sentía, y además de la forma en que sentía que él se burlaba de ella.

—Repítelo nuevamente Sasuke no baka— dijo ella levantándose de su silla y caminando hacia él con un aura maligna.

—Dije que...— decía abriendo los ojos, pero al ver a la ojijade tan furiosa, tuvo que escapar de su cama, dejando que ella la destruyera por completo.

—Te odio Uchiha— dijo ella sin mirarlo y sentándose nuevamente en el escritorio; él se quedó parado apoyándose en una pared.

—Creo que es lo mejor que he escuchado desde que llegué aquí— contestó —Y también creo que antes de que te paguen por esta misión, tú tendrás que pagar por los daños ocasionados en la mansión—

Ella ya no hablaba, sacó unos papeles, un lapicero y comenzó a tomar notas mientras observaba el veneno por el microscopio, ya no quería hablar con él, iba a continuar con su misión, y se iba a largar lo más pronto de allí, mordió su dedo pulgar y dijo: 'kuchiyose no jutsu', invocando a una pequeña Katsuyu.

—¿Qué es eso?— preguntó él al ver una pequeña babosa, ella lo ignoró y él ya no volvió a preguntar nada más.

—Sakura-san ¿En qué puedo ayudarte?— preguntó chibi Katsuyu.

—Katsuyu-chan, necesito que me ayudes a descifrar los componentes de este veneno— contestó pasándole un poco de veneno en un pequeño recipiente.

Sasuke miraba con un poco de curiosidad a la pequeña babosa y también a la pelirosa quien tenía un rostro triste y serio; Sakura hacía muchas anotaciones, la babosa olía y observaba el veneno, y decía unos extraños nombres a su invocadora, tardaron unas dos horas más o menos y mini Katsuyu desapareció, la pelirosa se había quedado dormida sobre el escritorio, rendida y sin chakra. El pelinegro al ver que ya no se movía, no tuvo idea del por qué, pero la cargó entre sus brazos y la recostó sobre su cama cubriéndola con su manta; él se recostó a su lado tapándose con la manta que se encontraba en su destrozada cama, no le quedaba de otra, ella era la culpable y él lo pagaba así.

Unas horas más tarde, Sakura se levantó sin ningún problema, se percató que Sasuke la miraba con cara de pocos amigos y grandes ojeras sentado en una silla frente a ella, la ojijade le volteó el rostro sin mostrarle importancia; el Uchiha menor no había podido dormir a su lado, después de todo era hombre y ella aunque un poco plana, ya era toda una mujer.

La pelirosa se metió al baño para asearse y arreglarse, también para cambiarse sus ropas, luego de ella lo hizo Sasuke y después cogiendo nuevamente sus cosas y sus avances en el análisis del veneno, se dirigió hacia la habitación del paciente, el pelinegro la tuvo que seguir sin más remedio. La ojijade entró, dejó las cosas y se puso a examinar la temperatura y pulso de la señora Kamiya, luego volvió a aplicarle los calmantes; Maya llegó, trajo consigo el desayuno para Sakura y Sasuke, dejándolo sobre una mesita con dos sillas donde los invitó a tomar asiento, ambos lo hicieron y empezaron a comer.

—¿Ya no me hablarás?— preguntó él —Aunque eso es bueno para mí—

—Bien por ti— dijo ella, en verdad no estaba de ánimos para Sasuke. Continuó con su desayuno sin mirar al pelinegro y éste sólo la miraba fastidiado.

Terminaron de desayunar y luego retomó los análisis que faltaban para completar el informe del veneno, tenía que crear el antídoto pronto, era doloroso estar ahí con él. Otra vez invocó a la mini Katsuyu quien le ayudó a completar los componentes faltantes, pero habían tardado todo el día en ello.

**********

Itachi apenas si descansaba afuera de la mansión, y hasta ahora no había nada extraño, Maya lo había estado yendo a ver por momentos, llevándole sus alimentos y haciéndole compañía, aunque él no le prestaba mucha atención.

—¿Te agrada la doctorcita verdad?— había preguntado ella logrando que reaccionara y la mirara.

—¿De qué hablas? Ella ama a Sasuke— contestó.

—No has contestado a mi pregunta— dijo frustrada.

—¿Y por qué debería hacerlo?— preguntó enojado.

—Porque eres mi prometido— respondió ella —Y no quiero que mires a otra que no sea yo—

—¿Celos? Hace tres años te dije que entre nosotros no podría haber nada— dijo el azabache.

—Sí lo recuerdo, lo dijiste luego de acostarte conmigo— contestó la peliceleste.

—Fué consentido, y además sólo fué eso, sexo, tú estuviste de acuerdo— dijo él.

—Hombres, siempre creen al pie de la letra lo que las chicas decimos— dicho esto se marchó dejando al Uchiha mayor solo y pensativo.

**********

Ya habían puesto una nueva cama en la habitación de Sakura y Sasuke, y al ser tan tarde ya, ella cogió sus cosas y se dirigía a ésta para descansar y mañana haría el antídoto; el pelinegro la seguía y entró detrás de ella, se sentó en su nueva cama, ya estaba cansado de que la molestia no lo molestara, eso era más irritante. La ojijade tampoco la estaba pasando bien, así que quiso hallar una solución.

—Sasuke-kun ¿Podríamos hacer una tregua? Sólo hasta que esta misión acabe, me había propuesto ya no hablarte, pero no puedo estar callada tanto tiempo— explicó ansiosa y esperando esperanzada una buena respuesta.

—¿Tregua dices? ¿Y qué implicaría eso?— preguntó, y parecía que se lo estaba pensando.

—Mira, quizás intentar ser... ¿Amigos? O algo así, y pues sea como sea, lo olvidaremos cuando nos marchemos, así que después de todo no importará, por lo que podemos hacer lo que queramos hasta entonces— volvió a explicar.

—Lo pensaré— contestó levantándose y dirigiéndose al baño para darse una rápida ducha, cuando terminó, salió con una camiseta y unos pantalones cortos, y se acostó.

Esta vez ella se fué a duchar y se puso una pijama de tiras, le llegaba diez centímetros arriba de la rodilla, y le dió mucha vergüenza salir así, era su única pijama; se apresuró a apagar las luces para que Sasuke no la viera, pero él ya la había visto ni bien salió y se hacía el dormido dándole la espalda para que a la ojijade no le diera otro de esos ataques de ira, ella se echó para dormir.

—Buenas noches Sasuke-kun— dijo tímida y bajito cubriéndose con la manta.

—Aún no te he respondido molestia— habló el pelinegro y ella sonrió, esas palabras no sonaban crueles ni odiosas —Y dime, ya que ahora me 'odias', ¿Ahora estás tras la copia barata de mi reemplazo?—

—¿Te refieres a Sai? El no es una copia tuya, no te creas especial y necesario, y no, Sai es sólo un buen amigo, bueno, está aprendiendo a serlo... no me digas que estás celoso— preguntó pícaramente la pelirosa.

—Sakura, me da igual lo que pienses, y cosas como celos no van conmigo— respondió fríamente.

—Estás muy hablador, quién dijera que pasaría una noche hablando contigo, nadie me lo creería si se los contara— decía ilusionada y alegre, pero la decepción llegó rápidamente.

—Sólo hablamos ahora porque lo olvidaremos después ¿Recuerdas?— el rostro de tristeza apareció nuevamente en la ojijade.

Se quedó pensativa un buen rato, quería creer que Sasuke realmente disfrutaba hablarle al igual que ella, de pronto sintió alguien a su lado, estaba agachado, mirándola e hincándole con el dedo una de sus mejillas, ella se asustó y luego se sentó sobre sus piernas en la cama; sólo la luz de la luna mostraba las siluetas de ambos.

—Pensé que habías muerto, como ya no hablabas...— dijo él.

—Sasuke no baka, es la segunda vez que me asustas— decía mientras el Uchiha se paraba y se daba vuelta para irse de nuevo a su cama, pero ella tomó su mano y él se detuvo sin voltear ni tratar de soltarse.

—¿Puedo preguntarte algo?— preguntó muy bajito, pero él sin duda escuchó y se volteó a mirarla.

—¿Qué quieres ahora?— preguntó con pereza.

—Bueno... es que... es un poco vergonzoso... olvídalo— dijo y lo soltó de su agarre.

—Dime qué quieres— ordenó éste acercándose a su rostro haciendo que ambos se sonrojaran sin notarlo.

—Si-siempre esperé que... que mi primer beso fu-fuera contigo... y pues, yo quería saber si...— unos labios interrumpieron sus palabras.

El empezó a besarla, sabía que llegaría ese momento aunque su orgullo no le dejara admitirlo, además ambos lo olvidarían, así que qué más daba; a ella se le aceleró el corazón como nunca, eran los labios de Sasuke, y esta vez no le importaría morir por sus manos, la lengua del pelinegro estaba dentro de su boca y jugaba con la suya, era muy placentero, pero tuvieron que detenerse por falta de aire, él aún la sostenía de sus mejillas y se miraban como si de verdad pudiesen verse; él la soltó, ella bajó la mirada.

—No-no me dejaste terminar de hablar... sólo iba a preguntarte si alguna vez pensaste en besarme aunque sólo fuera una molestia— dijo ella aún avergonzada.

—¿Y eso no respondió a tu pregunta?— preguntó él con altanería, aunque a la vez sonó muy sexy —Seré todo lo que quieras, pero no soy ciego, y tú no eres tan fea como pensaba—

—¿Entonces quisiste besarme ahora?— interrogó ella.

—Eso a lo que llamas beso, no significó nada— contestó él —¿Dormimos ya 'amiga'?—

—¿Amiga? ¿Haremos una tregua entonces?— preguntó nuevamente mostrando una sonrisa que él no pudo ver.

—Lo que sea, sólo duérmete que tengo sueño— ordenó tirándose en su cama y cubriéndose.

Ninguno pudo dormir, Sakura recordaba a cada momento aquel primer beso, pero trataba de no darle tanta importancia ya que él la había llamado amiga y había decidido estar en paz con ella hasta que acabaran la misión. Sasuke se recriminaba el haber cedido ante sus impulsos, ella lo había dominado una vez más, y tan sólo con su voz. Itachi estaba descansando un momento en su habitación en el primer piso, éste pensaba en lo que le había dicho Maya aquella tarde, y se decía así mismo que no podía ser cierto, ya que la pelirosa era varios años menor que él, y además recién la conocía, aunque era hermosa, le gustaban mucho sus ojos color jade y su cabello tan fuera de lo común.

**********

Amaneció, ambos se asearon, se vistieron y fueron hacia la habitación de la paciente llevando sus cosas, Sakura había notado que el pelinegro no la miraba, pero sí la había saludado con un buenos días al despertar, aunque algo avergonzado y a la vez forzado; ella lo saludó con una linda sonrisa.

Esta vez ya no le inyectó calmantes a la paciente, probó haciendo varios antídotos y sólo en el sexto intento logró un progreso, pero aún no era perfecto, le faltaba un último ingrediente, una extraña planta que ella no tenía.

—Señor Kamiya— dijo ella luego de haber entrado a su oficina sin llamar —Nececitamos esta planta, déjeme ir a buscarla, siendo esta la aldea de la Hierba debería hallarla rápidamente— explicaba la pelirosa.

—Lo siento señorita Haruno, no podré dejarla salir, pero Maya irá por usted, sólo muéstrele la planta en algún dibujo y ella la buscará— dijo el señor Kamiya.

Sakura le describió a la peliceleste perfectamente la planta, e incluso se la dibujó lo mejor que pudo y le dijo que cinco de ellas serían suficientes; luego que Maya se marchó, la pelirosa le inyectó el antídoto que había hecho antes, el cual al menos la despertaría y la haría hablar, pero éste haría efecto en dos o tres horas más o menos, por lo que el señor Kamiya mandó a descansar a la ojijade, él cuidaría de su mujer y cualquier cosa le mandaría a llamar.

Cuando Sasuke y Sakura se disponían a subir a su habitación, algo hizo que se detuvieran.

—¡Ne Sakura!— llamó Itachi a la ojijade desde la puerta de la mansión; Sasuke se enojó, pero decidió no meterse con su hermano.

—¿Irás?— preguntó Sasuke intrigado e intentando simular tranquilidad.

—Sólo será un momento, no creo que sea algo malo, ya vuelvo— respondió la pelirosa, y Sasuke dejó que se fuera, aunque se dispuso a vigilarlos desde la ventana de su habitación.

Ella fué hasta donde estaba Itachi, éste la esperaba con una amable sonrisa y la ojijade le correspondió. El se sentó en una banca que había fuera y ella se sentó a su lado.

—¿Va todo bien con mi ototo?— preguntó éste un poco serio.

—Eso parece— contestó ella con una sonrisa divertida —Hemos quedado en que estaremos en paz hasta que todo esto termine... y parece que serán unos tres días más— esto último sonó un tanto triste.

—Ya quisiera yo que me tratara como a ti— dijo él.

—¿Eh? Sabes Itachi, por poco y me olvido que eres el causante del sufrimiento de Sasuke, Naruto y Kakashi-sensei— decía la pelirosa levantándose para ya regresar.

—¿Sólo el de ellos? ¿Y qué hay de ti?— interrogó él parándose frente a ella.

—Creo que me has malinterpretado, pude haber dado parte de mi vida para extender la tuya, pero no te perdono el que hayas arruinado su vida— esta vez sonaba seria, ya no habían sonrisas en su rostro.

—¿No podemos también estar en paz hasta que nos vayamos? ¿Por qué le puedes perdonar a él todo lo que te ha hecho sufrir y a mí que no te hice nada no? ¿Qué pasaría si te dijera que no soy tan culpable como todos creen? ¿Y que todos en Konoha no son de fiar?— tantas preguntas confundieron a la pelirosa, y él aprovechó ese momento para robarle un beso —De esto sí me declaro culpable— dijo cuando la dejó de besar, ella lo abofeteó y salió corriendo de allí.

La ojijade regresó corriendo hacia la habitación, Sasuke había visto todo, pero no logró oír nada; ella entró y él la fulminó con la mirada, pero luego vió cómo ella agachaba la cabeza y unas lágrimas caían por sus mejillas rosas.

—En verdad eres molesta Sakura— dijo caminando hacia ella —Siempre eres a la que deben proteger—

—Sasuke-kun— dijo llorando y corriendo hacia él para abrazarlo, él se dejó y le correspondió.

—Déjame quitarte ese amargo sabor— levantó aquel rostro y limpiando algunas lágrimas, la volvió a besar más dúlcemente que la primera vez, se separaron y a él le encanto ver el sonrojo en el rostro de ella —Es obvio que no podemos ser amigos—

—Sasuke no baka— dijo ella para luego volver a besarlo.

 

Capítulo 4: 'No deseo ser tu amigo, eres una molestia'

Se dejaron de besar, Sakura se dió cuenta que lo amaba demasiado, no quería que aquel tiempo terminara, estaba viviendo escenas que sólo habían sido sueños, y pronto volverían a serlo. Sasuke se sentía muy parecido a ella, estaba confundido, pero no lo demostraba para nada, sólo la observaba, y hubiera querido nunca haber hecho ese pacto de pequeño, aunque también deseaba no olvidar nada de lo ocurrido con ella.

—Deberías descansar —sugirió el pelinegro haciéndose a un lado para alejarse de ella.

—Tienes razón, es lo que haré —contestó tranquila y recostándose sobre su cama; se quedó dormida rápidamente ya que estaba muy cansada.

Sasuke la miraba desde su cama, por un momento llegó a pensar que estaba perdiendo de vista su objetivo principal al pasar tanto tiempo con esa molestia, esa molestia que poco a poco iba llenando su corazón de calidez y felices recuerdos ¿Podría ella reemplazar su odio por su hermano? No, por supuesto que no, él era un vengador, no era como ellos, pero ella... quizás podría llevársela de alguna forma, quizás podría pedir a Maya que no les borrara aquellos recuerdos; él continuaba meditando en ello, cuando ella lo sacó de sus pensamientos.

—Sasuke-kun, te amo, no me dejes nuevamente —decía estando dormida y con una lágrima cayendo de uno de sus bellos ojos.

Sakura era una llorona, y cuando eran equipo de niños, él la veía como alguien débil a quien proteger, pero ahora no era del todo diferente, ella poseía una mounstrosa fuerza, y tenía un carácter fuerte, a pesar de ello, era una mujer, y sentía la necesidad de cuidar de la molestia.

**********

Itachi se sentía idiota, ¿Cómo pudo robarle un beso? Ni siquiera iba a vivir demasiado, ¿Por qué se molestaba en intentar sentir algo más que sólo compasión por su ototo y resignación a perderlo todo? Había ocasiones en que se odiaba, se arrepentía de haber matado a su clan, Sasuke y él hubiesen sido diferentes y hubieran protegido la aldea, pero ya nunca sería así, él tenía que morir a manos de su hermano, ese era su destino, no tenía otra opción, no tenía derecho a enamorarse.

**********

Maya se encontraba ya cogiendo las hierbas que le habían sido un poco difíciles de hallar, las guardó y se encaminó hacia su casa, aunque sintió que había personas siguiéndola; se apresuró a correr, tenía miedo, era cierto sobre su extraño poder sobre la mente y los recuerdos, pero no era kunoichi, no tenía armas ni fuerzas para luchar, aún faltaba como medio kilómetro para llegar, y cada vez menos, pero también cada vez se cansaba más y sus piernas no le daban, gritó por ayuda aunque no sonó muy fuerte por lo agitada que se encontraba, ya estaba casi a los cien metros, Itachi logró oírla y al mismo tiempo corría en su ayuda, pero un campo de fuerza no lo dejaba pasar, ella ya se encontraba frente a él, metió la mano para que el pelinegro la cogiera, y así cogió su mano y la jaló hacia él.

Uno de los malhechores que seguían a Maya, como ya la había agarrado de la otra mano, fué jalado junto con la peliceleste, el otro huyó; el azabache cogió del cuello a aquel hombre y activó su sharingan, el hombre hacía ruido mientras intentaba liberarse, Sasuke sacó la cabeza para ver lo que estaba pasando y al divisarlo, saltó hacia allí.

—¿Quién es él? —preguntó el Uchiha menor a Maya.

—Él... me estaba... siguiendo... —contestaba jadeante—. No le conozco pero...

—¿Pero qué? —preguntó ahora el mayor.

—Aquel hombre... venía tras de mí... si no fuera por Itachi yo... esos hombres me quieren a mí, a este extraño poder... mi madre intercambió su plato conmigo y quedó así... pero era para mí —dijo tratando de recuperar el aliento.

—Deberías intentar ordenar tus ideas —le dijo Sasuke—, me voy a seguir cui... vigilando a Sakura, ya mañana le entregas las plantitas esas —y con estas últimas palabras se marchó a su habitación.

—Entonces... ¿Qué quieres que haga con él? ¿lo mato? —preguntó el pelinegro restante con total tranquilidad.

—¡No me agrada lo que dices Itachi! Yo me haré cargo, bájalo pero no lo sueltes —ordenó un poco enojada.

Él obedeció y ella se acercó y lo tocó en la cabeza, no hizo ningún sello o jutsu, solamente emanó como un chakra pero era color plateado, cerró los ojos y después de unos segundos, los abrió y empezó a alejarse de allí; el hombre estaba inconsciente, no parecía ser un shinobi.

—Ya está, he borrado toda su memoria, lánzalo hacia afuera —volvió a ordenar—, me iré a dormir.

Se retiró sin más, dejando a Itachi haciendo lo que le habían ordenado, lo lanzó lejos procurando que no se matara en el trayecto, aunque si se golpeaba con algo, no era problema suyo.

**********

—¿Qué demonios quieres? —preguntó Sasuke desde su cama donde se encontraba sentado, a Itachi quien había aparecido parado sobre la ventana de la habitación.

—No te enojes ototo, sólo quería preguntarte algo —contestó tranquilo desde su lugar.

—Lárgate —ordenó sin levantar la voz, no quería que la molestia despertara.

—Esto te interesa —dijo Itachi—. ¿No te gustaría quedarte con los recuerdos de ahora? Creo que podemos hacer algo al respecto.

—No me interesa, así que aléjate de aquí, si no te he matado hasta ahora, ha sido sólo porque le prometí a mamá que cumpliría con este pacto, pero más te vale que estés listo para cuando salgamos de este lugar, porque entonces, te asesinaré —dijo con su sharingan activado—; y aléjate de ella —ordenó con furia.

—Sólo si te interesa... yo puedo convencerla —decía mientras regresaba a su lugar de vigilancia desapareciendo de la vista del menor.

**********

Había pasado una hora desde entonces, Sasuke tenía sueño y apagó la luz para acostarse y así dormir, se echó mirando el cuerpo de la pelirosa que respiraba calmadamente, cerró sus ojos. A los pocos minutos, Sakura se levantó y se dirigió al baño, necesitaba tomar un baño para dormir tranquila, así que lo hizo, y como había visto que el pelinegro estaba dormido, salió en una pequeña toalla; al ver a Sasuke dormir tan plácidamente gracias a la luz de la luna, se acercó sentándose a su lado, acarició su cabello rebelde y se agachó para darle un beso, faltando un centímetro, él agarró su muñeca y abrió sus ojos.

—¿Estás segura de que no te mataré ahora? ¿y estás segura de acercarte a mí con tan sólo eso? —interrogó serio y con curiosidad por lo que tuviera que decir la chica.

—No lo harás —contestó de lo más tranquila—, y confío en tí, te amo Sasuke-kun, y como no podemos ser amigos, podemos hacer algo más por el momento ¿No lo crees así?

Sasuke la veía muy callado, en verdad esa molestia no podía ser su amiga, era frustrante no saber cómo actuar con ella, y no saber si a pesar de que le borraran aquellos recuerdos, habría consecuencias por sus actos.

Él con un movimiento velóz, hizo que la ojijade quedara debajo, empezó a besarla muy atrevidamente, luego le susurró al oído: 'Esta noche serás mía'; Sakura sonrió sin que el pelinegro lo notara y luego le susurró: 'Intenta ser amable, será mi primera vez', él también sonreía, y le alegraba la idea de ser el primero, por otra parte, ¿ser amable? eso sería difícil, sería mostrarse débil, y él no era así, pero por alguna razón deseaba serlo, aunque sea un poco por ser ella.

—Eres una gran molestia, todo se complica a tu alrededor —decía mientras bajaba su mano del rostro de ella hacia la toalla que se interponía entre ambos, se la quitó casi rompiéndola y se quitó también sus propias prendas.

Ambos quedaron expuestos, pero no se veían, sólo se sentía uno encima del otro, y entonces él la besaba apasionadamente, y ella tenía sus brazos sobre la espalda del azabache y le arañaba con cada nueva sensación en su cuerpo.

Era la primera vez que estaba con una vírgen y aún más, que le atrayera como sólo ella le hacía sentir; él la observaba morderse los labios de vez en cuando de nervios, pero al final se entregaron uno al otro por completo.

Al culminar, él se recostó sobre los pechos de ella, al parecer habían sido hechos el uno para el otro, no quería irse de su lado, le gustaba su aroma y sus pequeños pechos, la quería junto a él, ya no habían dudas.

—¿Ne Sasuke-kun? —llamó la pelirosa tímida esperando que le hiciera caso— ¿te gus-gustó estar con-conmigo? —el pelinegro sonreía, le gustaba la inocencia de ella.

—Sakura, no deseo ser tu amigo, eres una molestia —dijo recorriendo con su mano el cuerpo de la ojijade—, pero una molestia que necesito.
—No contestaste a mi pregunta —dijo seria.

—Si no fuera así, no seguiría aquí contigo —admitió con un sonrojo que ella no vió, pero al oírlo, sonrió de felicidad y una lágrima resbaló hasta el rostro del Uchiha.

—No me digas que estás llorando tonta —dijo fastidiado ya que no podía actuar de otra forma ante aquellas situaciones.

—Es que... tú estás aquí conmigo, y el hecho de que a ti también te guste, me hace muy feliz —dijo limpiándose aquella lágrima y conteniendo las que amenazaban con caer, para acariciar el cabello de él.

Ya no dijeron nada más, se quedaron dormidos abrazados, y pensando en el otro.

********** Sueño de Sakura

La pelirosa se despedía de los Kamiya, de Itachi con un gesto en la mano, y seguía a Sasuke, quien había decidido regresar a la aldea solamente por estar con ella, corrían por los árboles en dirección a Konoha, ella al lado de él.

—Te amo —confesó el Uchiha haciendo que ella callera de la impresión, pero él llegó a tiempo y la sostuvo entre sus brazos—. Nos casaremos y formaremos una enorme familia, yo siempre te protegeré.

Ella sonreía de la enorme felicidad que llenaba todo su ser, agradecía que él ya no siguiera con lo de la venganza y todo ello, Sasuke ya no pensaba matar a su hermano, él decidió que dejarlo vivo sería su mayor tortura. Pasaron unas horas y llegaron a la aldea, todos los recibieron con los brazos abiertos, le perdonaron y regresó al equipo siete como tenía que ser; Naruto no cabía en su felicidad, su mejor amigo estaba de vuelta.

********** Sueño de Sasuke

El pelinegro se encontraba pensando en cómo pedirle a la pelirosa que se fuera con él y a Maya que no borrara sus recuerdos; al fin se armó de valor y se fué donde la ojijade, y se lo pidió haciendo lo posible por no sonar egoísta, pero tampoco necesitado.

—Oye molestia... ¿Por qué no te vienes conmigo? De todas maneras querías hacerlo antes ¿verdad? —preguntaba intentando aparentar indiferencia, pero ella lo entendía.

—Lo haré, siempre y cuando me llames por mi nombre —respondió con ilusión.

—Tsk... así te llame por tu nombre, no dejarás de serlo —dijo divertido—, como quieras Sakura.

Después de aquello, se fué en busca de Maya, a la cual convenció de que no borrara los recuerdos de ellos dos, pero sí que borrara los recuerdos de Orochimaru y de Itachi pidiéndole que lo odie y que lo busque para vengarse.

Llegado el día de irse, ellos se irían primero, así que la peliceleste hizo lo acordado en agradecimiento, luego se marcharon juntos, aunque Sakura y Sasuke fueron a Konoha para decir a la Hokage y al antiguo equipo siete, que se irían juntos, y que regresarían algún día.

**********

Despertaron extrañamente al mismo tiempo, aún faltaban varias horas para que amaneciera, por lo que se sintieron juntos, y tuvieron el mismo pensamiento, se deseaban y decidieron hacerlo de nuevo...

Ya estaba amaneciendo, seguían durmiendo muy juntitos, hasta que llamaron a la puerta, pero como nadie contestaba, la peliceleste entró, y se dió con la sorpresa de verlos en la misma cama y desnudos, era muy obvio lo que habían hecho, se quedó atontada mirando aquella escena, cuando unos ojos negros la miraron; Sasuke al notar el sonrojo en las mejillas de Maya, recordó que no estaba solo, a su lado vió a la pelirosa tal como vino al mundo, y miró de nuevo a la peliceleste.

—¿Podrías retirarte? En un momento iremos a la habitación de tu madre —decía el pelinegro mientras cubría a Sakura y entraba al baño para ducharse.

—Lo siento —dijo un poco fuerte para que Sasuke la oyera y se marchó.

Sasuke dejaba correr el agua sobre él, no podía creer lo que recordaba, habían estado juntos como unas tres veces más durante toda la noche; él no se había cansado, pero no quería abusar.

Sakura despertó por los rayos de sol que caían a su rostro, pero tenía sueño aún, por lo que se metió al baño sin pensarlo demasiado y sin darse cuenta de su desnudez, ella estaba media dormida; Sasuke la vió entrar y la seguía con la mirada, su exquisito cuerpo lo había hipnotizado.

—Sakura ¿Acaso no sabes tocar? —la pelirosa recién reaccionó ante aquellas palabras y lo miró para luego sonrojarse del todo— Ven, una quinta vez no nos hará daño —dijo extendiéndole la mano para que ella entrara con él, y ella la tomó sin dudarlo.

La amistad no estaba hecha para ellos, pero la pasión al parecer sí.

 

Capítulo 5: 'Evitando lo inevitable'

Salieron de la ducha y se vistieron, antes de salir de la habitación, Sasuke se detuvo en la puerta y sin mirarla, se dispuso a hablar.

—Sakura, que te quede claro que a pesar de lo acontecido aquí, no seré diferente contigo allá afuera, ese no es mi estilo —confesó serio.

—No te preocupes Sasuke-kun, no me hago ilusiones contigo —contestó con una triste sonrisa.

—Hmp, otra cosa, creo que ya estamos a mano —esta vez sonaba un poco avergonzado.

—¿A mano? ¿a qué te refieres? —cuestionó confusa.

—Hablo de cuando intenté asesinarte, digo, tú también lo intentaste el día que llegaste aquí —respondió indiferente.

—Bien —dijo Sakura, pero sonaba enojada; Sasuke asintió, abrió la puerta y dejó salir a la pelirosa, luego la siguió; por el camino le contó que Maya había entrado a la habitación y los había visto a ambos desnudos.

La señora Kamiya estaba despierta, y cuando Sasuke y Sakura entraron a su habitación, vieron a Maya y al señor Kamiya, los cuales le contaban todo lo sucedido hasta ese día, la pelirosa la saludó con una leve reverencia y una cálida sonrisa, a la vez que Sasuke hacía la leve reverencia sin sonrisa alguna.

—Querida, ella es Sakura Haruno, la doctora de Konoha que está cuidando de ti —las presentó el señor Kamiya.

—¡Oh! Señorita Haruno, es un placer conocerla, y le agradezco mucho el que haya venido hasta aquí —hablaba la mujer con dificultad.

—El placer es mío, ¿Cómo amaneció hoy? ¿le duele algo? —preguntó la ojijade acercándose y tocando la frente de la mujer para medir su temperatura.

—No, lo único que quisiera es poder moverme —dijo sonriente y luego fijó su vista en otro punto—; Sasuke, has crecido tanto y estás tan guapo, ya eres todo un hombrecito, debes tener una linda novia —este comentario hizo que Sakura y Sasuke se sonrojaran.

—Mamá, si Sasuke tuviera novia no te lo diría, es un cubito de hielo —'como su hermano' pensaba ella—, y si no la tuviera, sería difícil resistirse a la doctora —volvió a hablar lanzando aquellas indirectas a ambos.

—Es cierto, la señorita Haruno está muy bonita como para que no te fijes en ella —la señora Kamiya al parecer no había perdido lo de entrometida, al menos eso pensaba Sasuke; Sakura no sabía dónde esconder la cara de tanta vergüenza, mientras que Sasuke fulminaba a la peliceleste con la mirada.

Pronto Maya les trajo el desayuno, pero Sakura no comió por empezar con su trabajo, aunque el pelinegro no estuvo de acuerdo, pero no le rogaría; la pelirosa cogió las plantas para el antídoto y empezó a deshojarlas, luego las puso es un mortero y las chancaba hasta que quedara como una masa, la cual puso en una tela y la envolvió, la amasó por encima de la tela, le puso de su chakra, invocó a una mini Katsuyu para que le agregara su baba cuantas veces fuera necesario y la dejó reposar y repitió las mismas acciones unas seis veces más, para ese entonces los demás ya habían almorzado y ella pasó de ello, ya iba atardeciendo, la ojijade tomó la masa por última vez, y entonces la estiró lo más que pudo y la dejó cerca de la ventana para que pudiera secarse, esto tomaría dos días completos, en los cuales sólo quedaba esperar para preparar el antídoto; todo le fué explicado a la familia Kamiya.

—Supongo que merecen descansar un par de días, aunque no deben salir de aquí —dijo el señor Kamiya.

—Entonces me retiro ahora, con permiso —dijo Sakura y salió de aquella habitación seguida de Sasuke quien la observaba preocupado, ella lucía pálida.

Maya salió detrás de ellos y llamó a Sakura quien se volteó y al primero que miró fué al pelinegro, luego lo apartó con su mano para acercarse a la peliceleste, esta acción sorprendió a Sasuke quien la siguió con la mirada, era obvio que estaba enojada con él, pero el pelinegro no sabía qué era lo que había hecho.

—¿Qué sucede Maya-chan? —preguntó la pelirosa.

—Necesito que me revises una herida que tengo —dijo Maya.

—Muéstrame —ordenó la ojijade ya cansada; Sakura se sentía mareada, había usado mucho de su chakra, se iba a desvanecer, pero Sasuke la cogió a tiempo.

—Creo que puede revisarte mañana —le dijo el azabache a la peliceleste.

—No, estoy bien, ¿Podría quedarme contigo esta noche Maya-chan? —preguntó desconcertando a Sasuke—, sería bueno que él descansara bien estas noches, de pasada revisaré mejor tu herida —dijo soltándose completamente de él.

—Claro, vamos a mi habitación; que descanses Sasuke —dijo Maya un poco divertida, para luego coger a Sakura del brazo y guiarla hacia su habitación; Sasuke se marchó hacia la otra dirección.

**********

Sasuke entró a su habitación y tiró con fuerza la puerta tras de sí, le había enfurecido el trato de la pelirosa hacia él, y el hecho de que se sobre esforzara a pesar de quedar casi sin chakra, en serio que no la entendía, pero lo que más lo frustró, fué que Sakura no quería pasar las siguientes noches con él ¿Habrá cambiado de opinión? Quizás ella ya no quería fuera su 'amigo' o lo que sea que fueran... era algo complicado, molesto e inevitable. Se tiró a la cama y se quedó dormido así como cayó, total al día siguiente no tenía ninguna obligación que cumplir con nadie.

**********

Maya hizo pasar a Sakura, la peliceleste sí que tenía una hermosa habitación; la ojijade dió unos pasos hasta la cama y se tiró.

—Oye Sakura, en realidad no tengo ninguna herida —confesó alejándose un poco por miedo a que la golpeara o algo así.

—Lo sé, me dí cuenta que mentías... ahora dime qué quieres —ordenó la pelirosa sentándose y mirándola enarcando una ceja.

—Primero debo aclararte que Itachi-kun es mi prometido aunque no lo parezca —dijo orgullosa y haciendo que Sakura se sonrojara levemente al recordar aquel beso robado—, segundo, lee esto y dale una oportunidad de creerle, tienes que leerlo todo.

La peliceleste le entregó una carta, miró el sobre y no decía quien lo enviaba, estaba sellado, lo abrió, era una hermosa caligrafía...

CARTA:
"Sakura... Espero me des la oportunidad de confiar en ti, Maya conoce la verdad y quizás si no la conociera, estoy seguro de que aún me amaría; hace poco te dije que Konoha no es como tú crees, no todos son tan buenos como parecen, y a pesar de ello, no dejo de amar la aldea que me vió nacer.
Sé que oficialmente soy el asesino de mi clan, todos me conocen así, como un traidor, un criminal, un renegado... ¿Crees que si esa fuera toda la verdad Sasuke estaría vivo?... Yo era un anbu y un espía dentro de mi propio clan, estaba bajo órdenes de Danzou, y al informarles que el clan Uchiha pensaba hacer un golpe de estado, me ordenaron acabar con ellos, y yo acepté con la condición de que dejaran vivir a Sasuke y lo protegieran, tuve que pedir ayuda a alguien para cumplir con la misión, alguien que ya no era de la aldea; sólo los consejeros, Danzou y el tercero sabían de esta misión.
Preferí proteger a la aldea y a mi hermano que a mi clan, no debí engañar a Sasuke haciendo que me odie, al final fuí yo quien no lo supo proteger, pero ya todo está hecho, y ahora es un criminal más.
Merezco morir por todo lo que hice, pero espero llegar a contarle toda la verdad, ojalá todo acabe allí para él, y si no es así, ayúdalo a que la voluntad de fuego regrese a él.
Itachi Uchiha."
FIN CARTA

Sakura estaba llorando, había creído cada palabra, y es que cuando conoció a Sai, también pudo saber ciertas cosas sobre Danzou, cosas que no le gustaron; además, desde que conoció a Itachi en persona, pudo notar amabilidad y calidez en él, muy a pesar de aparentar frialdad.

—Itachi sufrió mucho por todo eso, siempre estaba pensando en el bienestar de Sasuke, se metió a Akatsuki porque desde ahí quería proteger Konoha, y hace tres años, cuando luchó contra Sasuke y le hizo daño, se quedó unos días acá, estaba desconsolado y arrepentido, había cambiado tanto a su hermano con aquellas palabras... yo lo amo y sé que le queda poco tiempo de vida, pero él se aleja de mí, cree que no merece ser amado —dijo la peliceleste también con lágrimas en el rostro.

—Yo no podría resistir algo así, ni siquiera sé si quiero volver a Konoha, no puedo creer lo que le hicieron a Itachi y a Sasuke, es tan injusto y doloroso —decía la pelirosa cabisbaja y entristecida.

—Te entiendo —se sentó al lado de Sakura.

Ambas chicas se entendieron y se contaron de todo, se hicieron amigas en un instante, y se quedaron dormidas muy juntitas.

**********

Ya era de día, Sasuke se había despertado, levantado, duchado, vestido y desayunado, pero aún seguía metido en la habitación tirado en la cama mirando hacia el techo, tenía la esperanza de que cierta pelirosa entraría por la puerta en cualquier momento, pero pasaban las horas y eso no sucedía; algo lo distrajo, una voz femenina y descansada, era Sakura y venía desde afuera de la mansión, se paró y se acercó a la ventana, vió a Maya, Itachi y una pelirosa con un vestido de tiras, se veía hermosa y los tres parecían divertirse, hasta le pareció ver a su hermano sonreir amablemente.

—Tsk... prefiere estar con ese asesino —decía molesto y tirándose nuevamente a la cama.

**********

—Bueno chicos, veré a Sasuke un momento, quizás necesite algo y como es tan orgulloso... —decía ya alejándose la peliceleste.

—Sakura... siento mucho lo del... lo del otro día, tú me entiendes —dijo mirando hacia otro lado avergonzado.

—No te preocupes, si hubiera sido mi primer beso ya no estarías con vida —le hablaba con aura asesina.

—Sí que se toman muy en serio lo del primer beso —decía temeroso—, las mujeres a veces dan miedo.

—Y así tiene que ser Itachi-kun —esta vez ella le sonreía con cariño.

—Hace mucho que nadie me llamaba así —nostálgico—, en verdad extraño Konoha; si alguna vez nos encontramos de nuevo, espero no hacerte daño, y perdóname desde ahora.

—Itachi-kun, debo olvidar todo esto, sino odiaré Konoha por lo que les hizo, o quizás asesine a ese par de consejeros decrépitos y a Danzou, y eso lo haría por ti —comentó la ojijade.

Por alguna razón se sentían cómodos el uno con el otro, y Sakura deseaba que no muriera, pensaba que Konoha había sacrificado a uno de sus shinobis más leales, y eso no era para nada justo.

—Cuida de mi ototo Sakura, sé que necesitará que lo ayuden a regresar del camino doloroso por el que no deja de andar, hacia el camino de un verdadero ninja de la hoja —suplicó el pelinegro mayor—, para mí es imposible lograr algún buen cambio en él.

—Es lo que Naruto y yo intentamos hacer desde mucho antes que se marchara, y yo fuí tan débil que no pude detenerlo cuando se fué, pero ahora, no dejaremos de buscarlo —dijo la pelirosa.

—Entonces ahí está tu respuesta, regresarás a Konoha porque Naruto está esperándote para que puedan persuadir a Sasuke juntos de que regrese y sean un equipo nuevamente —confirmó Itachi y ella volvió a sonreír.

**********

Maya tocaba la puerta pero nadie respondía, así que volvió a entrar sin permiso; cuando entró, vió a un pelinegro tirado en la cama y mirando al techo.

—¿Qué quieres? —preguntó como niño resentido.

—¿Estás enojado? Bueno, siempre lo estás pero... ¿Por algo en especial? ¿no te gustó que Sakura durmiera en mi habitación y no contigo? —interrogó un tanto burlona.

—Estás tentando a tu suerte... no porque seas mujer o la prometida de Itachi no te haré nada —dijo muy serio el Uchiha menor, pero la peliceleste no borraba la sonrisa de su rostro, fastidiarlo era muy divertido.

—Entonces es eso... ¿O te molesta que esté con Itachi? —volvió a preguntar.

—Hmp... yo mataré a Itachi, y te aseguro que será muy pronto —aseguró con una media sonrisa arrogante.

—Dejando tu venganza de lado... ¿Amas a Sakura? Porque ella a ti sí, ¿no te importa perder tus recuerdos con ella? —cuestionó la peliceleste curiosa.

—Eso no interesa, yo tengo mis objetivos claros, y no necesito a una molestia como ella a mi lado, es irritante —dijo cerrando los ojos.

—Para lo único que no es irritante es para el sexo ¿verdad cuñadito? —preguntó acercándose sin miedo, Sakura era más tenebrosa a su parecer. Sasuke suspiró y por fin la miró.

—Si te digo algo... ¿Quedará entre nosotros? —preguntó un poco angustiado e impaciente, ella sólo asintió poniéndose seria para escucharlo—. Venir aquí fué un error, estar tan cerca de ella ha sido muy molesto y angustiante, pero no de la forma que crees, Sakura me vuelve loco, me confunde, y estoy muy cerca de pedirle que se vaya conmigo.

—Entonces sí la amas —afirmó la peliceleste sonriendo al Uchiha—. Felicidades por tu gran descubrimiento.

—No seas sarcástica, aunque haya dicho eso, no puedo hacerlo, no puedo llevarla conmigo y seguir de criminal, no puedo meterla en esto, sólo... sólo vete y déjame solo —dijo dándole la espalda.

—Tú sí que eres voluble, pero no te preocupes, tu secreto estará a salvo conmigo, para eso soy buena... ah, si necesitas algo sólo dilo —la peliceleste lo miró por última vez y salió cerrando la puerta.

Sasuke necesitaba estar seguro de sus sentimientos, para luego desecharlos y olvidarse de ellos; pasó casi toda la tarde intentando convencerse de que lo de ellos sólo era una atracción sexual, pero al final no pudo, él la había amado, y había preferido dejarla en Konoha por su seguridad, aunque eso implicara que se enamorara de otro, e incluso del dobe de Naruto; no podría rebajarse a confesar lo que sentía ¿O sí?...

**********

Sakura había dejado solo a Itachi con la excusa de tener que ir a examinar a la señora Kamiya por si necesitara algún medicamento o algo así, pero realmente quería hablar con Maya sobre algo importante, y para su suerte se la encontró en las escaleras.

—Maya-chan, necesito preguntarte algo —dijo la pelirosa tomándola del brazo y metiéndola en la primera habitación que encontró. Era la biblioteca al lugar donde habían ingresado.

—¿Y qué es lo que deseas saber? —preguntó curiosa.

—¿Puedo quedarme con mis recuerdos? ó quizás ¿podría recordarlo a él como si hubiésemos estado en otro lugar? —interrogó tristemente.

—¿Eso es lo que quieres? Yo puedo modificar los recuerdos como quiera, con cualquier tipo de condición... si haces que Sasuke me pida lo mismo que tú, prometo que lo haré —contestó—, mis padres no tienen por qué ni cómo enterarse.

—Hmp —dijo la ojijade y se marchó de aquel lugar.

—Hasta a ella se lo lograron pegar, ese monosílabo tan frustrante de los Uchihas —Maya también salió de aquel lugar para hacer compañía a su querido Itachi.

**********

Sasuke se levantó de la cama, miró una vez más por la ventana, pero no vió a la pelirosa, sólo estaban Maya e Itachi ¿besándose?, eso no lo esperaba, aunque no era importante, por lo que dejó de observarlos; la puerta de la habitación se abrió y Sakura apareció después de todo.

—Sasuke-kun, yo necesi... —Sasuke al verla se dirigió rápidamente hacia ella, y cortó sus palabras con un beso desesperado, pero ella lo apartó empujándolo y haciendo que se golpeara la espalda con la pared, sin llegar a lastimarlo realmente—. ¿En serio sólo significo un objeto sexual para ti? —preguntó con un rostro y voz tan triste que el azabache se sintió mal.

—Tú misma dijiste que no podíamos ser amigos y que hiciéramos algo más —contestó el pelinegro de primera y pareciendo enojado mientras se volvía a acercar hacia ella con más cuidado—, pero no, no eres eso para mí.

—¿Entonces? ¿qué significo para ti como para que no lo demuestres frente a otros? —interrogó la ojijade exaltada y con lágrimas en su rostro, dejándose caer sobre sus piernas al piso.

—Tú —dijo colocándose al frente y en la misma posición que ella—, eres la chica más molesta que he conocido —decía enarcando una ceja y acercando su mano para limpiar las lágrimas de aquellos hipnotizantes ojos jade.

—Eres un completo idiota —dijo sonando decepcionada de saber que seguía siendo molesta para él.

—Lo sé, esto es para lo que no soy bueno, los lazos... —dijo cabisbajo—... es molesto saber que a pesar de todo lo que he hecho y de la forma en cómo te he tratado, sigas...

—¿Amándote? —ella lo había abrazado y había terminado su frase, sintió que necesitaba animarlo a pesar de que ella era la que se sentía terrible—. Siempre lo haré, aún si debo pasarme la vida sola —confesó ruborizada y él se separó de aquel abrazo para mirarla.

—Te-te ves linda con ese atuendo —él también se sonrojó aunque un poco menos—. Sakura, prometo volver por ti, a-aunque tome toda mi vida.

La pelirosa se veía confundida, pero ya no lloraba, el pelinegro había tomado su mano y la acariciaba mientras le decía esas últimas palabras, ¿Sería una confesión? era algo torpe sin duda, pero le había hecho una promesa; el asunto ahora era si Sasuke estaría de acuerdo en que ambos mantuvieran sus recuerdos juntos, aunque siendo como es, seguramente se negaría, pero ella quería evitar lo inevitable.

 

Capítulo 6: 'Los recuerdos'

Sasuke estaba ruborizado, le había sido muy difícil decir aquellas palabras, y Sakura lo veía como inspeccionándolo, intentando hallar algún truco, pero él parecía sincero; el silencio reinaba entre ellos dos, ya empezaba a oscurecer.

—Sasuke-kun, ¿Tú quisieras recordar esto? —la pelirosa esperaba ansiosa la respuesta, y el pelinegro no se sorprendió ya que sabía que sacarían el tema en cualquier momento, pero él no quería llegar a ello.

—¿En serio quieres saberlo? —preguntó serio y evitando mirarla— ¿No te da temor conocer mi respuesta?

—Estoy preparada, porque sea lo que sea, sé que algún día volverás por mí, aunque no lo recuerde —contestó con una dulce sonrisa que hizo que el Uchiha se ruborizara aún más, él también sonrió, pero no fué como una de esas sonrisas arrogantes, lucía natural y sincera, al momento la abrazó.

—Déjame quedarme así un rato —decía mientras escondía su rostro en el cuello de la ojijade.

Sakura no insistió, y el pelinegro no volvió a decir nada más; esa noche durmieron juntos, pero sólo eso, él la tenía entre sus brazos. La pelirosa se había dormido rápidamente, pero Sasuke estaba despierto, pensaba en qué le diría al día siguiente, ya que sabía que el tema volvería a surgir.

**********

Maya había pasado toda la tarde junto a Itachi, le había contado su conversación con Sakura y el pedido de ésta; ya en la noche, el pelinegro decidió dar su opinión mientras caminaban a su habitación.

—Ella lo ama ¿No es cierto? —preguntó Itachi.

—Tienes razón, y tu hermanito también, pero es un idiota que no sabe expresarse —contestó la muchacha.

—Oye, oye, es de mi hermano de quien hablas —decía el Uchiha con los brazos cruzados.

—Lo siento, pero sabes que no me gusta mentir —dijo Maya.

Él la observó por un momento, luego sonrió y posó una de sus manos en la mejilla de la peliceleste haciéndole una pequeña caricia, la cual la hizo estremecer de pies a cabeza, él se fué acercando lentamente para después atraparla con sus besos; a Itachi le gustaba Maya, hasta se podría decir que la amaba, pero no podía darse ese lujo, no quería que se ilusionara a tener una vida junto a él, por eso tuvo que contarle toda la verdad, y con esas condiciones se veían de vez en cuando.

Mientras se besaban, Itachi abrió la puerta de su habitación y ambos entraron a seguir con lo suyo, hasta que ya cansados se quedaron dormidos.

**********

La pelirosa despertó primera, y al percatarse de la cercanía y la tranquilidad del Uchiha mientras dormía, se acercó para darle un tierno beso; él ni se movió, sólo empezó a abrir los ojos poco a poco, dejando ver esa mirada fría pero a la vez encantadora.

—Aún tengo sueño —confesó con suma seriedad, me pongo de mal humor cuando no descanso bien —se masajeaba los ojos con sus dedos.

—Entonces continúa —decía la pelirosa al percatarse del cansancio del Uchiha, él no era perezoso, siempre había sido madrugador en las misiones, lo que significaba que no había dormido mucho esa noche.

—¿Sacando deducciones? —preguntaba con un tono curioso—. No pude dormir porque cierta persona se la pasó roncando.

—¿Qué? Yo-yo no ronco —contestaba la ojijade muy avergonzada y sonrojada.

—Cálmate, sólo bro... olvídalo —dijo mientras se daba vuelta sobre la cama dándole la espalda.

—¿Bromeabas? —preguntaba ella pegándose a su espalda y pasando su brazo sobre él—. Eres muy lindo Sa-su-ke-kun.

—Hmp —gruño el pelinegro.

—Sabes Sasuke, como te tomará toda la vida buscarme, será mejor que aprendas nuevas palabras, con tu monosílabo no te aceptaré —ella sonreía burlonamente, y no se daba cuenta que él también lo hacía.

Otra vez se quedaron dormidos, aún no eran ni las siete de la mañana, y podían dormir todo el día si querían; pasaron algunas horas, el Uchiha había tomado la mano de la pelirosa para dormir, y se despertó aún haciéndolo, la tomó y se desprendió de ella dejándola con delicadeza sobre la cama, salió de ésta, se metió al baño para asearse, se vistió y salió de la habitación. Sasuke se dirigía hacia la cocina, entró y le pidió a una de las sirvientas que le prepararan el desayuno pero para dos, y que lo pusieran en una bandeja para llevarlo a la habitación.

**********

Itachi madrugó, se duchó y luego se vistió, ya listo se paró junto a la ventana, y desde ahí contemplaba a la peliceleste, la luz empezaba a filtrarse en la habitación, cogió un libro que había tomado de la biblioteca y empezó a leerlo, unas horas después de haberlo terminado, salió de la habitación para dejar el libro en su lugar, mientras iba, se cruzó por el camino con Sasuke, pero ni hablaron, ni se miraron.

De regreso a su habitación, al entrar vió a Maya cubierta por tan sólo una sábana, lo miró de manera provocativa y le sonrió acercándose hasta él.

—Itachi ¿Qué piensas de tener hijos? —ella seguía acercándose hasta que quedó frente a él, un rostro confuso se vislumbró en el pelinegro.

—¿Hay algo de lo que me deba enterar? —preguntó serio.

—No, pero podrías dejar a tu descendencia conmigo —y empezó a besarlo, aunque la falta de aire los hizo separarse—, si no piensas quedarte conmigo, déjame a alguien que me recuerde a ti.

—Los Uchihas sólo atraemos problemas —contestó con una seductora sonrisa.

—Y chicas lindas como Sakura y yo —decía muy orgullosa.

Ambos volvieron a los besos, abrazos y demás...

**********

Sakura había despertado, no vió al pelinegro por ninguna parte, se metió al baño, se duchó, y cuando salió en aquella pequeña toalla, vió a su amado dejando una bandeja con comida sobre el escritorio.

—Pensé que te habías ido por ahí —dijo con un tono triste la ojijade.

—Desayuno... yo... traje... —no le salían correctamente las palabras, en ese momento se dió cuenta de cuánto le gustaba Sakura, Sasuke empezó a acercarse a Sakura, se veía tan hermosa e inocente, que la deseó.

Esta vez la pelirosa no se opuso a su amado, ella también lo deseaba, así que esa fué la primera comida del día, el deseo, la pasión, y el amor sin duda estaban presentes; terminado tal acto les dió hambre, por lo que se vistieron y desayunaron, ambos se observaban por turnos, Sasuke la miraba serio y curioso a la vez, Sakura no dejaba de sonreir, se sentía muy feliz... los dos tenían lo mismo en mente: los recuerdos.

Ella realmente no tenía todo el día para convencerlo, al oscurecer debía empezar con el antídoto, y en sí, ése sería su último día que podría disfrutar junto a él; tenían que hablar y acordar algo ahora, después ya no habría tiempo.

—Sakura —el pelinegro logró sacarla de sus pensamientos al hablar tan serio, ella fijó sus ojos en los de él—, si yo me quedara con estos recuerdos, sólo me mostraría débil, no me dejarán cumplir con mis objetivos, querré irme contigo o llevarte conmigo, y sólo me enfocaría en protegerte... ¿Vivirías con un criminal como yo?

—Una vez te dije que te quedaras conmigo, y si no, también te dije que me llevaras contigo, que te ayudaría con tu venganza... —el azabache la interrumpió.

—¡Y por la misma razón de ese entonces, no podemos estar juntos ahora! —gritó Sasuke muy exaltado y golpeando aquel escritorio.

—Sasuke —dijo Sakura levantándose de la silla en donde se encontraba para ir a apoyarse sobre la puerta—, estoy segura que ya no sería una molestia para ti, puedo cuidarme sola, pero no te voy a pedir nada de eso, y mucho menos me ofreceré para ayudarte con tu venganza, lo que espero es que no te arrepientas luego si logras lo que quieres, espero que antes puedas buscar respuestas y... —otra vez interrumpida por el azabache.

—Estás desviándote del tema Sakura —decía frustrado y cabisbajo.

—Yo quiero recordar, quiero recordar que me hiciste tuya, y que me prometiste volver por mí, no quiero olvidar lo que siento ahora —la pelirosa ya no podía seguir haciéndose la fuerte, bajó el rostro para que él no viera las lágrimas que caían.

—Tsk... eres una llorona —decía acercándose hacia la ventana para no mirarla—, no sé por qué no te das cuenta de que en verdad me importas y esta es mi manera de protegerte, el que no recuerdes será mejor.

—Sasuke... —decía con la voz llorosa y algo de súplica, pero él no quería mirarla, ésa era su mayor debilidad.

La ojijade se metió al baño y se quedó encerrada allí, ni siquiera almorzó, aún cuando Sasuke la llamó y le insistió, sólo la oía llorar, pero él tenía que ser fuerte por ambos; llegó el atardecer y seguían en la misma situación.

Estando en el baño y ya más calmada, sacó una pequeña libreta y un bolígrafo de la mochilita que llevaba a la cadera, y comenzó a escribir algo que al parecer era muy importante, y luego, una vez más, se puso a leer la carta de Itachi.

Empezó a oscurecer y por fin Sakura salió del baño, se acercó a la puerta y se marchó hacia la habitación de la señora Kamiya a quien al ver despierta saludó; Maya estaba allí y la miraba curiosa, se había dado cuenta de que algo sucedía, más aún cuando después de varios minutos entró Sasuke y saludó sin ganas.

Comenzó la preparación del antídoto con lo que Sakura ya había dejado secando hace dos días, no tardó mucho y en un pergamino con una muestra de veneno comprobó que sí funcionaba; lo aplicó a la señora Kamiya quien casi al instante pudo mover sus dedos, manos y el total de su cuerpo, aunque no era fácil ya que había estado postrada varios días. La familia Kamiya estaba muy feliz, le agradecían a la pelirosa por toda su ayuda, la señora Kamiya y Maya la abrazaron, luego ellos seguían celebrando, faltaba poco para las diez de la noche.

—Si no es mucha molestia ¿Ya me puedo marchar? —preguntaba algo triste la pelirosa mientras guardaba sus cosas en su mochila.

—Claro, puedes ir a descansar —contestó el señor Kamiya.

—No me refería a eso, quisiera volver a Konoha, quiero ver a mi familia, mis amigos y mi equipo; no tengo problemas en marcharme de noche, he descansado casi todo el día, y mientras más rápido mejor —volvió a hablar ya dirigiéndose a la puerta y dejando muy sorprendidos a Sasuke y a Maya.

—Si eso es lo que quieres, Maya te guiará y te dejará salir —indicó el señor Kamiya mirando a la vez a su hija para que cumpliera su función.

—Yo la acompañaré hasta la frontera con Konoha y traeré de vuelta Maya, sé que es a ella a la que buscan y no dejaré que nada le suceda, lo prometo —aseguró el Uchiha menor mirando a la ojijade, y la señora Kamiya al percatarse de ello, sonrió.

—Déjalos —le pidió a su esposo, y éste asintió sin decir nada más.

Los tres chicos salieron de allí, Sakura fué a recoger algunas cosas que había dejado en la habitación que había compartido con Sasuke, guardó sus cosas en silencio, y salió de allí; se cubrieron cada uno con una capa, ninguno mencionaba palabra alguna, salieron de la mansión, Sakura iba adelante, Maya al medio y Sasuke cubriendo las espaldas de ambas. Itachi al percatarse de tres figuras, se puso delante de ellos, y los tres se detuvieron.

—¿Van a alguna parte? —interrogó un poco sorprendido el Uchiha mayor.

—Itachi-kun —dijo la pelirosa extendiendo la mano—, fué un gusto conocerte.

—El gusto siempre será mio —dijo con una gentil sonrisa y sintiendo que la chica le había dejado un papel en la mano.

—Ya vámonos, no tenemos mucho tiempo —ordenó Sasuke a quien no le había agradado que ella le hablara tan dulcemente a Itachi.

El pelinegro mayor se hizo a un lado para dejarlos pasar, y ellos continuaron hasta que a Sakura algo invisible la detuvo, por lo que Maya sonrió y Sasuke la observaba impaciente; los dos vieron cómo la peliceleste susurró unas palabras con los ojos cerrados y luego los abrió haciendo una seña que los invitó a continuar, unos pasos más allá volvió a hacer lo mismo.

—Ya la volví a activar —dijo Maya, y todos continuaron, aunque Sasuke y Sakura no tenían idea de lo que había hecho.

**********

Itachi los vió alejarse, y cuando ya se vió solo, se dirigió hacia una banca y se sentó cerca de una luz, abrió el papel que la pelirosa le había entregado el cual estaba doblado y empezó a leerlo.

CARTA DE SAKURA
'Itachi-kun, gracias por confiarme la verdad, y aún cuando mis recuerdos fueren borrados, llevo tu carta conmigo. No le contaré a nadie hasta que lo crea necesario, así que no te preocupes.
Espero que tú y él arreglen este malentendido, no deseo la muerte de ninguno, y prometo que junto a Naruto y Kakashi-sensei, haremos que vuelva a Konoha.
Suerte... Sakura Haruno.'
FIN CARTA SAKURA

El pelinegro mayor sonreía, y a la vez una lágrima resbalaba por su mejilla, él estaba seguro que su confianza había sido puesta en personas que realmente verán por su hermano, y se sentía contento por ello.

**********

Faltaba poco para llegar a la frontera con Konoha, habían demorado más de lo habitual ya que Maya no corría como ellos, así que iban caminando; Sasuke se detuvo, la peliceleste lo imitó y a Sakura no le quedó más remedio que parar y voltear a ver qué sucedía, además ya rondaba la medianoche. El pelinegro no quitaba la mirada de la pelirosa, y Maya se dió cuenta.

—Los esperaré por allá —decía la peliceleste acercándose hacia un árbol apartado pero visible.

—¿De verdad quieres quedarte con esos recuerdos? —preguntaba y a la vez esperaba que ella no contestara.

—Sasuke-kun, ya tengo que irme —la sonrisa de la pelirosa era triste.

—Sakura, ¿No sería doloroso si nos volvemos a encontrar y tratara peor que antes? ¿no te entristecería si intento asesinarte de nuevo? ¿me perdonarías? —la interrogaba el azabache intentando que esa idea de los recuerdos se le fuera de la cabeza.

—Te perdono desde ahora, estoy segura que lo intentarás —le contestó Sakura, y con estas últimas palabras, empezó a caminar hacia Maya.