entre "hermanos" (gaamatsu)

hola bueno este esfinc que acabo de hacer y espero les guste comenten y medicen si quieren conti...

****------------------------ Cáp. 1 -----------------------****
“conociendo“

Nuevamente me encuentro sumida en la monotonía que encierran estas cuatro paredes, se que parece exagerado pero me siento presa, presa en mi propia escuela o mejor dicho internado; desde que tengo memoria mi madre no ha estado con migo, simplemente he crecido sola y para colmo me encerró en este lugar, no es que sea malo; en realidad es agradable y aprendes mucho, pero simplemente esto no se compara con el cariño de una madre, madre la cual nunca ha estado hay.

— Rin Rin ‼ — escucho como retumba mi celular, lo tomo con mi mano, mientras aun me encuentro cubierta por las cobijas — alo — contesto de manera desganada.

— Mi niña — oigo su melosa vos desde el otro lado.

— Que pasa, porque llamas tan temprano — digo a modo de regaño.

— Nena, voy en una hora empaca todo.

— Que ‼ — Exclame incorporandome en la cama — pero que tonterías estas diciendo.

— No es ninguna tontería, empaca todo que ya voy por ti.

— Pero porque — atine a preguntar de manera exaltada.

— En este momento no te puedo explicar nada, solo empaca y de camino hablamos, te quiero bye — dio por terminada la conversación.

— Mierda ‼ — exclame en un tono alto y molesto, ocasionando que mis compañeras de cuarto despertasen.

— Matsu, que pasa — menciono Airi desde su cama.

— Nada, solo que a mi madre le dio por aparecerse y ahora tengo que empacar porque me voy — mencione de manera cansada mientras descendía de mi cama.

— Te vas ‼ — menciono asombrada — y a donde — pregunto incorporándose.

— Yo que se — respire profundo — me ayudas a empacar — suplique con la mirada.

Y así entre Airi, Suzu y yo empezamos a empacar cada una de mis pertenencias, al cabo de media hora ya teníamos todo listo, por lo tanto me dispuse a organizarme. Me duche de manera lenta y pausa de verdad que no tenia intenciones de irme, si bien era malo estar aquí encerrada era peor estar con mi madre vagando de un lugar al otro, tarde unos diez minutos en la ducho, Salí del baño y me puse una blusa negra de tirantes, con unos shorts de Jean blanco que me llegaban al la mitad del muslo, unas medias púrpura que casi empataban con mi short, adorne mis muñecas con unas cuantas manillas de bolitas negras y moradas, lize mi cabello castaño el cual llegaba a la mitad de mi espalda, tome unos botines negros con leves toque púrpura y termine por adornarlo mi cabello con un pequeño broche blanco en forma de espiral, me mire unos pocos segundos al espejo asegurándome que todo estuviese en el lugar indicado. Al cabo de unos pocos segundos la puerta de mi cuarto se abrió dejando ver a una mujer alta de piel clara y con porte elegante, sus ojos de un gris intenso se acoplaban perfecto a su lacio cabello castaño, el cual llevaba hasta su cadera, me miro con una sonrisa en el rostro.

— Nena, estas lista — me miro tiernamente mientras acariciaba mi cabello.

— Aja y porque tanto afán — pregunte con pequeña sonrisa en mi rostro.

— En el auto telo explico — tomo una de mis maletas y camino hacia la puerta — despídete y vamos — ordeno de manera calmada.

— Claro — me gire hacia mis dos amigas — adiós chicas, las voy a extrañar — mencione mientras corría a abrasarlas.

— Nosotras igual — dijo Suzu correspondiendo a mi abrazo — no te olvides de nosotras si — sonrió — adiós que te valla bien.

Y tras esta corta despedida partí con mi madre rumbo a la salida del internado, este grande y majestuoso abrió sus puertas para dar paso a la camioneta negra de mi madre, tardamos solo unos veinte minutos en llegar al aeropuerto, cosa que me extraño un poco pero aun así no mencione nada, tomamos un avión y en el momento en el que este despego atine a aclarara mis dudas.

— Oye mami — la llame girando mi rostro hacía el de ella — ¿para donde vamos? — pregunte de una ves por todas.

— A Japón — respondió tranquilamente.

— Japón — repetí incrédula – ¿y para que? — mencione con cara de intriga.

— Esta bien te lo contare — sonrió y me miro fijamente — voy a casarme y nosotras nos iremos a vivir con el y sus hijos.

— ¿Hijos? — cuestione de inmediato.

— Así es, tiene tres hijos, el mayor tiene 18 y se llama Kankuro, la del medio tiene 17 y se llama Temari y por ultimo Gaara tiene unos 16 años — me miro complacida — seguro te caerán bien.

— Aja eso espero — respire profundamente, esto ya era normal en mi madre siempre tomaba decisiones y solo acudía a mi para informarme de lo que iba a hacer, desvié mi mirada hacia la ventana ya era de noche, así que decidí dormir un poco, además el vuelo desde Francia hasta Japón dura bastante por lo tanto podría descansar un largo rato.

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Poco a poco abrí mis ojos al sentir un leve movimiento en mi brazo derecho.

— Hija despierta ya vamos a llegar — menciono mi madre de manera muy entusiasmada.

No respondí, solo me estire un poco, la verdad había dormido placidamente tanto que ya estaba preparada para conocer a mi nueva familia, el avión se detuvo justo en el aeropuerto de Tokio, descendimos y en menos de lo que esperaba ya estábamos bajando de un auto, la casa que tenia al frente era muy grande, tenia un inmenso jardín en el costado derecho y un portón de color gris, nos dirigimos a la puerta, en la cual mi madre llamo un par de veces, pocos minutos después la puesta se abrió dejando ver aun señor muy apuesto, su cabello castaño y sus profundos y serios ojos pardo, nos miro por un momento para después embozar una pequeña sonrisa.

— Bienvenidas — menciono al momento de depositar un casto beso en los labios de mi madre — mucho gusto mi nombre es Hiroto No sabakuno — dijo al momento de hacer un apequeña reverencia.

— Matsuri y el gusto es mió — mencione devolviéndole la reverencia.

Ingresamos a la residencia, Hiroto nos guió hasta la parte alta de la casa, caminamos hasta el final del pasillo donde se encontraban dos puertas una a cada lado, abrió la del lado derecho, dejando ver una habitación en tonos pasteles, adornada con lo básico.

— Este será tu cuarto — menciono mientras dejaba mis maletas aun costado de la cama — cuando acabes de desempacar, bajas para que conozcas a mis hijos — termino de decir mientras partía de la habitación junto con mi madre.

Observe detenidamente la habitación, al lado derecho de puerta se encontraba una cama grande y amplia, justo al frente de esta se encontraba una TV de pantalla plana sujeta a la pared, y a un costado de este se estaba un mueble con un PC y a la izquierda de la cama quedaba la puerta hacia el baño, cosa que agradecía enormemente, además de otras cosas esenciales para una habitación como el tocador, el espejo, los nocheros, entre otros; tal y como me lo habían dicho desempaque todas mis pertenecías, pasado un rato había terminado con todo lo que traje así que sin meditarlo mucho, Salí de mi cuarto rumbo hacia la planta baja, para conocer a mis nuevos hermanastros, al llegar al primer piso note que todos se encontraban en la sala, entre en esta mencionando un simple — hola.

— Matsuri — menciono Hiroto — te presento mis hijos Kankuro, Temari y Gaara — dijo mientras señalaba un sofá grande donde se encontraban los nombrados con anterioridad.

— Mucho gusto Kankuro — menciono un castaño de piel clara, mientras depositaba un corto beso en mi mejilla.

— Un placer — atine a responder con un leve sonrojo en mis mejillas.

— Yo soy Temari un placer — dijo un rubia de cuatro coletas con uno ojos verde esmeralda mientras me sonreía dulcemente.

— Igualmente — le sonreí levemente.

— Gaara — atino a decir un pelirrojo de ojos verdes, con una mirada despreocupada y un aspecto un tanto sexy si así se le puede decir.

— También es un gusto — respondí de manera sarcástica, ocasionando que este me mirara de manera interesada.

— Que les parece si vamos a cenar para celebrar la llegada de Matsuri y Nanami — sugirió Hiroto, los además solo asentimos.

Esa noche tal y como Hiroto lo menciono salimos a cenar, no conversábamos mucho de hecho los únicos que hablaban eran Hiroto y mi madre, además de Temari y yo que al parecer no la estábamos llevando de maravilla, por otro lado los dos hermanos no decían absolutamente nada y solo pude notar como cierto pelirrojo me miraba sin disimulo alguno, su mirada me penetraba por completo ocasionando que leves sonrojos pasaran por mis mejillas, pero claro lo ocultaba muy bien.
Al llegar de nuevo a la casa, todos partimos con rumbo a nuestra habitación y pude notar que la mía queda justo en frente de la de Gaara.

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Lentamente el día había llegado, mientras me rascaba un ojo con mi mano escuche que llamaban a la puerta.

— Pase — mencione sentada en mi cama.

— Hola Matsuri ¿te desperté? — cuestiono la rubia mientras entraba a mi cuarto.

— No tranquila ya estaba despierta, pero dime que necesitas — pregunte con una sonrisa.

— No mira, lo que pasa es que hoy pienso ir con unas amigas a piscina y me preguntaba si nos quisieras acompañar — dijo de manera animada.

— Claro me encantaría — sonreí levemente.

— OK, entonces arréglate que en media hora viene mi novio por nosotros — dijo mientras se dirigía a la puerta.

— ¿Nosotros? — pregunte.

— A si a Gaara, a ti y a mi — respondió.

— Gaara, el sale a menudo con tigo — inquirí de manera interesada.

— Casi siempre, aunque la mayoría de las veces es porque a mi padre no le cae muy bien mi novio entonces pone a Gaara para que lo vigile — respondió con un leve tono carmesí en sus mejillas.

— OK, no hay problema me arreglo y nos vamos — menciones mientras bajaba de la cama.

Tome una rápida ducha, y tras salir del baño me coloque unos vaqueros azules, con una polera negro y unos converse negros, empaque mí vestido de baño en un pequeño morral, junto con la toalla y además cosas necesarias, y ya lista baje para comer algo.

— Rin Rin — sonó en timbre de la casa — yo abro —grito Temari rumbo a la puerta.

— Hola problemática — saludo con expresión aburrida mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

— Hola mi vago — saludo sonriente, mientras le daba un beso en los labios, beso que fue tomando intensidad hasta que…

— Mmm — carraspeo detrás de ellos — Tema, Nara nos vamos — pregunto mientras interrumpía su apasionado beso.

— Gaara — saludo el castaño.

— Tu sino Gaara siempre arruinando el momento — mención la rubia en forma de broma — Matsu lista.

— Claro — dije mientras caminaba hacia la puerta.

— Amor, ella es Matsuri mi hermanastra — menciono esta mientras me sonreía dulcemente.

— Matsuri es un placer, yo soy Shikamaru Nara — sonrió en forma de saludo, el novio de mi rubia hermanastra.

— Ya terminaron las presentaciones, nos podemos ir — hablo de manera fastidiada Gaara.

— *rallos este chico si que me impacienta* — pensé mientras lo observaba.

Caminamos hasta llegar a la cera de la casa, en la cual ya se encontraban dos motocicletas, una de color plata y la otra roja, observe como la feliz pareja se subían a la de color plata, mientras mencionaban que los siguiéramos; gire para ver a Gaara el cual me ofrecía un casco blanco, le mire un tanto nerviosa mientras lo colocaba en mi cabeza.

— Te asustan las motos — pregunto desde la suya.

— Ahh, porque la pregunta — respondí dudosa.

— Estás nerviosa, es obvio — respondió como si nada.

— Claro que no lo estoy, además no me asustan para nada las motos — mentí mientras giraba mi rostro indignada.

— OK, si no te asustan sube de una ves.

— Cla…claro — respondí de manera cortante, era cierto si me asustaban un poco pero por nada del mundo iba a dejar que mi hermanastro me dejara por el piso, si algo tenia era orgullo y bastante.

Subí rápidamente tomando asiento tras el, levante la vista y vi. Como pretendía arranca, aunque yo aun no estaba sujeta a el.

— Sostente — menciono mientras tomaba mis manos y las ponía alrededor de su cintura — no valla a ser que te caigas, y después me maten por tu culpa — sonrió arrogante al momento de arrancar, yo solo atine a sonrojarme un poco, cosa que el muy idiota noto por lo tanto sonrió aun mas.

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El trayecto en moto fue corto, cosa que agradecí enormemente, llegamos aun parque acuático, ambas motos se estacionaron en la entrada, Temari y yo bajamos de inmediato.

— Compren las entradas mientras nosotros estacionamos las motos, de acuerdo — término por decir Shikamaru mientras avanzaba con Gaara siguiéndolo.

— Vamos Matsu — menciono la rubia mientras tomaba mi brazo.

— Claro — dije siguiéndola.

Luego de que comprásemos las entradas, no tardo mucho tiempo para que los chicos nos alcanzasen, entramos al parque y empezamos a caminar como sin rumbo fijo, hasta que desde una caseta se podía ver como un efusivo rubio gritaba algo de lo cual solo distinguí el nombre de Garra, caminamos en dirección a esa caseta, en la cual se encontraba un grupo grande de chicos.

— Hola naruto — saludo Garra con una leve sonrisa.

— Hola chicos — saludo una rubia de ojos azules.

— Hola Ino lamentamos la tardanza.

— No hay problema Shika — me miro intrigada – y ¿ella quien es? — pregunto mientras se acercaba.

— Mucho gusto, me llamo Matsuri — dije mientras sonreía levemente.

— Un placer — respondió esta igualmente sonriendo.

— Es nuestra hermanastra — menciono Temari, como tratando de aclarar las dudas restantes — viene de Paris y se quedara a vivir con nosotros.

Seguimos con las presentaciones durante un rato mas, Conocí a una chica de ojos plata y cabello azulado largo hasta su cintura, llamada Hinata y su novio el hiperactivo rubio de hace rato llamado Naruto, Sasuke un azabache demasiado callado y a su lado su novia una chica de pelo rosa y ojos verde esmeralda, llamada Sakura, Tenten una castaña con dos graciosos chonguitos en su cabeza, y su novio Neji un chico extremadamente serio; por ultimo Ino y su novio Sai un chico de piel pálida y cabello negro, al parecer esos eran los amigos de mis hermanastros, y si te pones a pensar el único amargado sin novia era Garra, pero era obvio lo que tiene de guapo lo tiene de amargado.

Nos dedicamos a conversar durante un largo rato mientras tomábamos una que otra cerveza y comíamos diversos bocadillos, a eso del medio día cuando el sol esta en todo su esplendor; Ino sugirió que ya era hora de meternos al agua, así que decidimos ir a cambiarnos.

No tardamos demasiado en el baño, y para cuando estuvimos en frente de los chicos, note como a todos les salía sangre de la nariz por la impresión de vernos tan hermosas, todas llevábamos vestido de baño de dos piezas, el de Tema era de color dorado, que detonaba perfecto con su rubio cabello, Ino lucia uno de color púrpura oscuro el cual resaltaba sus hermosos ojos, Hinata lucia uno de color azul celeste que se moldeaba perfecto a su esbelta figura, Sakura lucia uno de color rosa el cual se veía perfecto con su cabello, Tenten lucia uno de color verde limón que se torneaba perfecto a su silueta y por ultimo; yo lucia un traje de color negro que se vea perfecto con mis oscuros ojos.

— Ya chicos dejen de babear y vamos a la piscina — mencione de manera burlona asiendo que todos casi quisiesen matarme con la mirada, pero aun así no lo hicieron — y tu ¿que tanto me ves? – pregunte de manera desafiante dirigiendo mi mirada hacia mi hermanastro.

— Nada — se levanto de su asiento y se acerco lentamente hacia mi – es una lastima que seas mi “hermana” — dijo para después apartar su boca de mi oído, dejándome en una especie de shock además de un leve sonrojo.

Luego de salir de mi trance, seguí a mis nuevas amigas con rumbo a al piscina, no tenia intenciones de meterme de una ves así que opte mejor por recostarme en una silla, me acosté bocabajo y cerré los ojos para recibir la suave brisa que pasaba por el lugar, mi relajación no duro mucho ya que sentí como un par de brazos me tomaban por la cintura levantándome de un solo golpe.

— Pero que — exclame mientras giraba levemente mi rostro para ver al causante de tal acto — y tú que crees que haces — pregunte en tono enfadado mientras trataba de liberarme de su agarre.

— Que no es obvio, te lanzo a la piscina — respondió como si nada mientras me llevaba la borde de esta.

— Ni se te ocurra — amenace mientras forcejeaba.

— Muy tarde — exclamo al momento de soltarme, lo único que pude sentir fue el agua fría recorriendo todo mi cuerpo, saque mi rostro del agua y lo mire de manera amenazadora, mientras me acercaba a la orilla, Salí del agua y me senté en el borde de esta justo al lado de mi estupido hermanastro.

— Empiezas a fastidiarme — mencione mirando al frente.

— Dime, en verdad crees que me importa — respondió secamente — además te ves mejor así empapada — sentencio mientras me daba un corto beso en la mejilla — porque no para la próxima eres mas precavida no crees “ her-ma-ni-ta” – termino de hablar, en el momento en que salto a la piscina ocasionado que nuevamente me empapara, solo mire detenidamente como salía del agua, de verdad que este chico me estaba provocando, y si quería jugar pues entonces jugaríamos, no me importaba en absoluto que fuese mi hermanastro, total y no tenemos ningún parentesco sanguíneo, así que no tendría nada de malo seguirle un poco la corriente.

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La tarde continuo transcurriendo entre juegos y bromas, mas a eso de las 5 todos nos dispusimos a partir rumbo a casa, como era de suponerse al llegar al estacionamiento Temari partió con su novio, claro mencionando que llegaría un poco tarde a casa, mientras que por mi parte nuevamente tendría que montarme en la moto de Gaara, pero ahora si estaba dispuesta a seguir su jueguito.

— Nos vamos — pregunto el de pelo rojo.

— Claro — respondí tomando su cintura.

La moto arranco y empezó el viaje, aparentemente íbamos para la casa, mas note que Gaara estaba tomando un rumbo distinto.

— Se puede saber para donde vamos — pregunte directa.

— No, o es que acaso tienes mucho interés en llegar a casa — respondió con una sonrisa arrogante en el rostro.

— No es que quiera llegar. Pero tan siquiera tengo derecho a saber, para donde me llevas — sonreí triunfal — o sino me tocara acusarte de secuestro — reí de forma silenciosa, mientras este fruncía el seño.

— Solo espérate, que ya casi llegamos — dio por concluida su frase en el momento en el que acelero del todo.

A los pocos minutos nos detuvimos a un costado de la carretera, ambos bajamos de la moto, mientras este espeso a caminar entre unos matorrales.

— Será que ahora si puedo saber — mencione mientras caminaba a sus espaldas — o acaso piensas violarme en estos matorrales — sonreí de lado — que anticuado eres tan siquiera hubieras elegido un mejor lugar — mencione entre pequeñas risas.

— Jaa ya quisieras — contrarresto arrogante — y tranquila que ya llegamos — finalizo deteniéndose.

Observe el lugar era realmente hermoso, apoye mis manos sobre el barandal de madera, la vista era espectacular a lo lejos se observaba al mar perderse en el horizonte justo donde el sol comenzaba a desaparecer, el cielo bañado en tonos rojizos y las leves olas levantadas por la brisa, de verdad que era un lugar romántico uno demasiado romántico para un par de “hermanos”.

— Te gusta — preguntó a mi lado.

— Es hermoso — respondí aun embelezada — como lo encontraste — pregunte ahora fijando mi vista en el.

— Acostumbro venir aquí cuando quiero estar solo, y una vez que me escape del instituto termine aquí, desde entonces vengo cuando quiero pensar — me miro con esos penetrantes ojos aguamarina — eres la primera que viene con migo — termino acercándose un poco a mi.

— A ya veo — me acerque mas a el — y me trajiste para… — inquirí tocando su pecho con mi dedo índice.

— Que prefieres ¿hechos o palabras? — pregunto posando su mano en mi cintura.

— Sorpréndeme — respondí casi rozando sus labios.

El solo sonrió de lado al momento que unió sus labios con los míos, acaricio dulcemente mis labios con ternura y a la ves con desespero, rozo su lengua con mi labio inferior, pidiendo permiso para profundizar el beso, cosa que acepte gustosa, lentamente se introdujo en mi boca recorriendo cada rincón y embriagándome de a poco con el sabor de sus labios, sus manos paseaban juguetonas por mi espalda; mientras las mías acariciaban su rojo cabello, poco a poco y sin muchas ganas nos separamos, y todo por culpa del maldito oxigeno; nos miramos fijamente por un eterno segundo ambos con un notorio sonrojo.

— Esto no está bien — dije para romper el silencio, aunque en parte tenia razón.

— Quien dijo que lo fuera — sonrió levemente — si ambos lo disfrutamos para mi esta bien — finalizo dándome un corto beso.

— No lo se — respondí sacándome de sus brazos — por ahora no le diremos nada a nadie, y ahora vamonos que ya anocheció — di por terminado al darle la espalada, camine con una sonrisa en mi rostro, era cierto que no esta bien, que era en contra de las reglas, *pero quien dijo que yo sigo las reglas*, mencione en vos baja.

bueno eso fue todo ojla le alla gustado
sayo

 

hola bueno aquí puse la conti gracias por sus concejos y espero haber mejorado

****------------------------ Cáp. 2------------------------****​

“comienza el juego”​

Al llegar a casa notamos un profundo silencio, ambos nos encaminamos hacia nuestra habitación, estando frente a estas Gaara beso mis labios una ves mas, sin siquiera importarle el hecho de que alguien pusiese vernos, masculle una maldición mientras entraba en mi habitación rayos de verdad que este chico me estaba volviendo loca, sus gestos, su escultural cuerpo, sus dulces labios, por Dios — agarre fuertemente mi cabeza con ambos brazos — no podía enamorarme, jamás lo había hecho y no quería empezar ahora, esto simplemente era un juego, si un simple y placentero juego en el cual estaba dispuesta a llegar hasta el final.

Finalmente había llegado el día de partir hacia mi nuevo instituto, si bien la idea no me entusiasmaba de ha mucho pero total debía hacerlo, me levante temprano y tras ducharme coloque sobre mi cuerpo aquel uniforme, era uno muy sencillo a decir verdad, una falda de color negro, una camisa de manga ¾ blanca, con una corbata negra; unos zapatos de igual color y las medias blancas hasta arriba de la rodilla, ate mi cabello en una cola de lado la cual llegaba hasta debajo de mis hombros, tome mi morral con unas cuantas cosas y baje dispuesta a partir con mis hermanastros; al llegar a la planta baja los encontré ya listos para irnos, bueno a casi todos ya que Gaara no estaba.

Nos subimos a una lujosa camioneta, en la cual Hiroto nos llevo hasta el instituto de camino fue que me di cuenta de que Gaara se iba siempre en su moto; le reste importancia al asunto, en cuanto llegamos seguí a los no sabakuno caminamos por varios pasillos y subimos unas escaleras, para después quedar frente a la oficina de la directora; estos me dejaron ahí mientras yo ingresaba; una mujer de cabello rubio y ojos dorados me recibió, me entrego mi horario y me asigno un salón, aula 150 grupo 5B, un gracias salio de mi boca, comencé a caminar hasta dicho lugar y al llegar toque varias veces la puerta, hasta que recibí un pase como respuesta; mi asombro creció al ver a mis Hermanastros justo hay… me presente a la clase y procedí a sentarme en el penúltimo puesto de la ventana; teniendo al de cabello rojo como mi vecino, esa clase trascurrió tranquila observaba al profesor un señor de cabello castaño y piel morena, dictaba unos ejercicios de matemáticas a lo cuales les reste importancia.

Al llegar el descanso opte por sentarme con el mismo grupo que estaba ayer en la piscina; platicábamos amenamente, reía de ves en cuando, la verdad me la estaba pasando muy bien, en un momento dado, me retire con la excusa de ir al baño, camine por un pasillo lA verdad iba tan concentrada en el piso que ni cuenta me di cuando choque con un chico, reaccione en el momento en que mi trasero hizo contacto con el suelo.

— Lo siento, ¿te lastime? — escuche su tranquila vos mientras me tendía su mano.

— No estoy bien — respondí mientras me perdía en el rojo de sus ojos, era un chico sumamente apuesto, su cabello rojo y alborotado, tome su mano mientras me levantaba.

— Sasori — sonrió.

— Matsuri — mencione aun embelesada.

— Oye, no se si sea muy precipitado, pero… — hablaba mientras se rascaba el cuello — te invito a un helado — finalizo mirándome fijamente.

— Claro — respondí sonriente.

— OK, a las 3 en la plaza central — sonrió mientras besaba mi mejilla — hasta entonces — término mientras partía por el corredor.

Yo solo suspire mi primer día en el instituto y ya conseguía una cita, por otro lado estaba Gaara pero bueno Solo nos besamos eso no es nada y si se molestaba a quien le importaba, este chico me atraía y al parecer yo a el, no iba a permitir que mi hermanastro interfiriera en ello.
El día continuo normal las cases aburridas, al medio día culmino nuestra jornada, hoy me tocaría irme con Gaara en su moto, ya que Kankuro iba para casa de unos amigos y bueno Temari, esa pasa mas tiempo con Shikamaru que en casa y sin mas partí con aquel pelirrojo en su moto, el trayecto fue silencioso mas de lo necesario, pero igual poco me importaba, al llegar la casa estaba vacía así que sin previo aviso, partí directo a mi cuarto, me tendí sobre la cama y dormí como por una hora, me levante y el reloj marcaba las 2, con suma pereza entre al baño, me duche y tras esto comencé a arreglarme para mi cita, opte por ponerme un Jean negro y una buzo de color gris claro, unos tenis de igual color y alise mi cabello, un maquillaje suave adorno mi rostro, aun faltaba media hora para la cita, así que decidí ver TV par así matar tiempo.
Pasaba y pasaba canales sin sentido, era increíble que con tantos canales no hubiera nada para ver.

— ¿Qué haces? — preguntó su fría vos desde la puerta, a estas alturas no había notado cuando entro.

— Nada — respondí mientras apagaba la TV, faltaban 15 así que mejor era irme.

— A ¿Dónde vas? — soltó impidiéndome la salida del cuarto.

— Tengo una cita, quítate — mencione ofuscada, pero a la ves divertida por la expresión que tomo su rostro.

— ¿con? — inquirió.

— No te importa, listo ahora déjame ir — mencione mientras trataba en vano de apartarlo.

— No quiero — exclamo mientras tomaba mis muñecas.

— ¿Qué haces? — pregunté al ver como me llevaba hasta la cama.

— Evitar que salgas — menciono sonriente.

— Gaara enserio suelta… — no pude terminar su labios me callaron, trate en vano de apartarlo peor termine correspondiendo a sus besos, rayos quien lo mandaba a besar tan bien, su lengua luchaba con la mía, provocando incontables sensaciones en mi cuerpo, termine rendida, mientras rodeaba su cuello con mis manos, ahora era yo la que se encontraba sobre el y a todas estas no note el momento en el cual habíamos caído en la cama, lo bese desenfrenadamente, hasta que recordé que debía irme me levante súbitamente y antes que el pudiese decir algo, abandone la habitación, dejándolo a el sobre mi cama con cara de incógnita.

Recorrí las calles en dirección a la plaza, a pesar de ser nueva en la ciudad era fácil llegar a aquel lugar, una parte de mi se recriminaba por haber dejado al pobre de Gaara así como así, pero por otro lado me hacia gracia el efecto que hasta ahora tenia sobre el.
Al llegar lo observe, lucia un Jean azul claro y una camisa negra, me sonrió y empezamos a caminar rumbo a una heladería cercana.

— Así que vienes de Francia — menciono mientras comía su helado de vainilla.

— Si llegue hace 3 días — dije mientras comía un poco de mi helado de chocolate, amo ese sabor.

— ¿y tu vives hace mucho aquí? — pregunté.

— Hace un par de años, vine aquí con mi madre y la familia de mi ti, los no Sabakuno — hablo sonriente, mientras me atragantaba con el helado.

— ¿no sabakuno? — reitere asombrada.

— Así es, mi tío Hiroto y mis primos — relato.

— Si los conozco — respondí algo ida.

— ¿Y eso?

— Viven con migo, mi madre se caso con Hiroto — dije algo apenada.

— A que coincidencia, ya entiendo porque ibas con Gaara en su moto hoy a la salida — exclamo como si hubiera descifrado un acertijo.

La tarde continuo muy amena charlábamos sobre infinidad de cosas y me la pasaba muy bien en compañía de Sasori, pronto la noche llego y aquel chico de pelo rojo decidían acompañarme a casa, caminábamos mientras el decía cosas sin sentido que provocaban en mi pequeñas risitas, nos detuvimos en frente de la puerta y estaba dispuesta a entrar hasta que Sasori me detuvo, tomo mi mano y me arrastro contra su pecho deposito un tierno beso en mi labios el cual me tomo por supresa pero no dude en corresponder, me aferre a su cuello y tras unos segundos nos separamos “hasta mañana” menciono mientras se apartaba de mi, lo seguí con la mirada hasta que se perdió entre las calles.
Me adentre en la casa seguía algo ida por aquel inesperado beso, pero bueno camine rumbo a mi cuarto y al abrir la puerta encontré a Gaara sentado en mi cama, su expresión era seria y me miraba como si quisiese matarme.

— ¿Qué haces en mi cuarto? — pegunté mientras entraba.

— ¿Qué hacías con mi primo? — pregunto dejándome estática, seguro nos vio besándonos rayos ahora quien sabe con que saldría.

— Tenia una cita — respondí aparentando tranquilidad.

— ¿Son novios? — menciono acercándose a mi, mientras yo retrocedía.

— Que te importa — solté grosera — es mi vida y tu no me controlas — mencione ya acorralada contra la puerta.

Este solo embozo una sonrisa burlona mientras se apoderaba de mis labios, comencé a golpear su pecho para apartarlo de mi pero como siempre termine cediendo ante sus caricias y me aferre a su espalda para pegarlo mas a mi cuerpo, el beso se iba intensificando cada ves mas nuestras lenguas peleaban por el control de la otra mientras nuestras manos desenfrenadas recorrían el cuerpo del otro.
De pronto y sin previo aviso la puerta se abrió haciendo que ambos cayésemos al suelo, Gaara callo de espaldas contra el piso mientras que yo caí sentada a un lado suyo.

— oye Matsu — hablo la rubia mientras abría la puerta, teniéndola abierta nos miro extrañada — ¿Qué hacen? — pregunto mientras un rubor adorno nuestras mejillas.

— Nada — respondí dudosa — lo que paso fue que… — no sabía que excusa inventar.

— Estábamos viendo TV y me caí de la cama — respondió el sereno como siempre, me ofreció su mano y la tome para levantarme.

— Claro — respondió dudosa la rubia — la comida esta lista bajemos — menciono mientras salía del cuarto.

Ambos suspiramos por poco y no pillaban besándonos, me adelante para salir de la habitación pero Gaara me detuvo beso de nuevo mis labios pero ahora despacio y con ansias, el beso fue corto sonrió y empezó a caminar rumbo a la cocina, de verdad que estábamos jugando con juego si alguien nos descubría quien sabe que pasaría y por otro lado estaba Sasori me gustaba pero Gaara también, rayos y justo tenían que ser de la misma familia.