Long-fic de Inuyasha - Entre el deseo y el deber [SesshxKag]

Entre el deseo y el deber [SesshxKag]

La historia es un SesshxKag. Bastante comun, pero con una prometida medio odiosa y metiche, me inspire en la tragedia romantica de una de mis amigas, que si lee esto va a matarme.....


Dios, escribi esto y una chica muy buena para esto me ayudo a corregirlo, fue Kayazarami y se lo agradesco mucho, en lo personal creo que era muy malo, amorfo y sin coherencia, pero ella lo convirtio en una joya...




CAPITULO 1. El Demonio Herido.

No sabía que era lo que sentía por esa mujer. ¿Por que en ese preciso momento tenia que pensar en ella? Esos sentimientos habían aflorado con el tiempo, desde que la conoció.

Recordó que era la mujer de su medio hermano, algo repúgnate sin duda para cualquier demonio. Desear a la hembra de su propio hermano, de su sangre….Sin embargo, no podía evitar pensar en ella, en sus largo y hermosos cabellos castaños, su radiante sonrisa o sus ojos traviesos color chocolate, que lo incitaban a obligarla a mirarle a él y solo a su persona, por el resto de su vida.

A pesar de ser humana, una ser tan insignificante y débil, perteneciente a una raza tan despreciable. Era diferente y especial, lo noto desde que la vio, tan diferente a las otras, era valiente y muy leal, decidida a proteger aquello que le importaba segura de si misma, cosa que a el le agradaba, sin embargo no, no podía sentir nada por ella, el no caería en las debilidades de su padre y no pensaba sinceramente que se estuviera enamorando, solo veía sus sentimientos por ella como simple capricho y deseo.

En algún rincón de mente, algo le gritaba que estaba equivocado, que esos “sentimientos” hacia ella no eran algo pasajero, pero en cuanto la alarma saltaba en su mente, la hacía callar con decisión, desechándolo como tonterías suyas.

Aun y así, no podía evitarlo, su mente voló a los recuerdos....

La manera en la que defendía al idiota de el hanyou, a Inuyasha, incluso ante su impotente presencia como demonio, transformado en una bestia inu youkai, en un demonio real. Y ella allí parada, frente a él, con la Tessaiga en sus manos, mirándolo sin miedo, únicamente preocupada por la vida del por entonces poco conocido Inuyasha.

LA FORMA EN LA QUE ELLA ESTABA DISPUESTA A SACRIFICARCE POR ESE BAKA FORMO UN EXTRAÑO SENTIMIENTO EN SU INTERIOR.

¿Por qué una mujer de esas características la atraía tanto? No era lógico, el era un poderoso demonio destinado a ostentar un poder mayor, una fuerza superior a la de cualquier otro. ¿Qué hacía tan perdidamente obcecado pensando en una muchachita humana, encima pareja de su medio hermano, para colmo?

Pero analizándolo bien desde que la conoció le impacto su forma de ser, sin temor a el a pesar de su fuerza superior, la forma el la que parecía que su espíritu no podía ser amedrentado ni domado despertó en el algo, tal vez curiosidad y... algo que no pudo definir.

Cuando conoció a la pequeña Rin y ella lo cuido y protegió no pudo evitar el pensar en la humana que acompañaba a su hermano y por vez primera decidió devolver un favor , quien lo diría el gran Sesshoumaru CUIDANDO DE UNA PEQUEÑITA HUMANA , tan débil que de apenas un golpe podría acabar con ella.

Sus ideas fueron interrumpidas por unos ligeros pasos que indicaban la llegada de ella... No sabia porque, pero esa mujer, la misma que rondaba desde hacía ya algún tiempo sus pensamientos, se había decidido a curarlo, a pesar de que no le pidió ayuda, por que ni al quería ni la necesitaba.

sus acompañantes no estaban con él en el momento del ataque, pues había partido solo, como tantas veces antes. Por ello, ni Rin, ni Jaken sabían donde se encontraba, el demonio simplemente fue a parar a ese lugar y sin darse cuenta de que la mujer de su detestable hermano estaba cerca...

Maldijo mentalmente su estado, otra vez, que le había impedido notar su olor. Sus heridas eran graves, no podía moverse, parecía un cachorro indefenso, podía pensar incluso con el intenso dolor, estaba acostumbrado a el, sabía que por más que sufriera, todo acabaría en unos días y no le tomaba importancia.

Claro esta Naraku lo había atacado cuando el ya estaba agotado y sin fuerzas por haber tenido un altercado con su inútil medio hermano, pero, aun así, le resultaba humillante que terminara en esas deplorables condiciones él, el gran Sesshoumaru, derrotado a manos de un ser tan repugnante como lo era Naraku.

Entonces apareció ella, con su cara reflejando una inmensa tristeza y dolor... La mujer de su hermano, que, sorprendida de verlo así no atino sino en abrir sus ojos y decir con un tono extraña preocupación:

- Sessh..Sesshoumaru…-con esos ojos que eran la puerta a su misma alma- ¡Dios! Estas muy malherido,…-tomo unas cosas de su mochila e intento aproximársele, pero él respondió de manera fría y tajante como era su costumbre, dejándola clavada por unos segundos en su sitio.

- Largo de aquí, humana.

La reacción de ella fue la de una negativa por lo que le respondió de una forma un muy decidida, demostrando hasta que punto podía ser de intransigente.

-¡No digas tonterías! Estas muy mal y necesitas que te curen- dijo endulzando sus ultimas palabras, tratando de que el demonio le permitiera atenderle.

- ...

Con precaución, se acerco, sus suaves manos se deslizaron sobre su herido cuerpo, aliviando poco a poco el dolor de sus heridas, separándose de él tan solo para tomar más vendas o medicinas del botiquín de su mochila que solía llevar con ella en su equipaje para curar a sus amigos, Sesshoumaru no se negó a que ella continuase, por alguna razón esa sensación.....

La de su piel al ser tocada por los dedos de ella, que le hacían sentirse bien hizo que deseara que ella continuara con su labor...y además de no ser curado iría desangrándose y ni el mismo sabía que era lo que le podía pasar, así que la dejo curarle, sin prestarle mucha atención, con sentir sus suaves manos en contacto con su destrozado cuerpo era suficiente.

Por su parte, Kagome no sabia porque estaba haciendo eso, quizás insitito de sacerdotisa o su afición por ayudar a los demás, le pidieran o no su ayuda. Lo extraño era el comportamiento del youkai, que se mostraba de lo mas frío y despiadado.... Y ahora la dejaba curar sus heridas.

“Bueno, no puede ser del todo malvado”, pensó, “Si es acompañado por esa pequeña tan agradable llamada Rin, en el fondo debe de haber algo dulce en su corazón....”

Fue sacada de esos pensamientos tan raros por los quejidos de dolor de el, casi totalmente inaudibles, pero esos pequeños resoplidos de fastidio le eran muy familiares: Inuyasha también los lanzaba cuando le escocía o le molestaba alguna de las medicinas o pomadas que aplicaba sobre sus heridas.

-Te he echo daño, lo siento.

-.........

- Bueno, ya he terminado, pero necesitare seguir curándote durante unos días o esto no tendrá efecto- el demonio le lanzo una helada mirada- No, por mucha capacidad de recuperación que tengas, lo necesitas. Tus heridas son MUY graves.

No estaba dispuesto a seguir necesitando ayuda de alguien, mucho menos de ella, así se muriera, por lo que dijo en el mismo tono de siempre:

-No digas estupideces humana, ¡¡Yo no necesito tu ayuda!!.

-¡¡Tu eres el que dice tonterías, estas grave y necesitas medicamentos y por ello no planeo dejarte así!! ¡¡Aunque tu no quieras te curare ya que de todos modos no puedes poner mucha resistencia ya que estas muy débil!!

Dicho esto con un creciente tono de furia en su voz, que no paso desapercibida por Sesshoumaru, que seguía tan tranquilo, pero por dentro sorprendido por la actitud de esa mujer, por lo que decido no decir nada y permanecer como si la forma en que le contesto no lo hubiera inmutado en lo mas mínimo.

Por su parte, Kagome pensaba lo diferente que era de Inuyasha, puesto que de ser el hanyou no habría dudado en gritarle algo grosero, y de tan solo pensar en él, recordó el motivo por el cual había corrido sin rumbo llorando desconsolada, pero eso no importaba ahora, tenia que pensar en otras cosas, como por ejemplo el preocupantemente grave estado de Sesshoumaru y si todo su orgullo iba impedirle curarlo.

-Mañana vendré a ver como siguen tus heridas. Por favor, continúa aquí reposando.

Después se marcho a paso lento, rumbo a su casa pues estaba peleada con Inuyasha y por ello no deseaba verle, Sesshoumaru por su parte estaba demasiado cansado y no podía moverse e incluso no quería ni pensar, necesitaba recuperarse lo antes posible para no de pender de esa sacerdotisa necia, pero cuando comenzaba a dejarse vencer por el sueño algo paso como relámpago por su mente...

La chica había estado llorando desconsolada y no pudo evitar el preguntarse el porque lo había echo... Con ese pensamiento en la mente, se fue quedado dormido, recordando el dulce rostro de Kagome......


CONTINUARA...

 

Re: Entre el deseo y el deber (SesshxKag)

nikkys: A mi también me fascina la pareja, lo continuare pronto
Dehianira: Arigato, me gusta mucho que me escriban criticas tan lindas
victoria_7:Me escribiste 2 veces y yo te escribo dos, gracias por leer mi fic
kagome-jen: Gracias pondré las contis lo mas pronto posible
rockera_inu: Arigato, yo he leído tus fics y me parecen excelentes chica.
Pami: Agradezco que leas mi fic, me alegra que te guste y tomare muy en cuenta tus criticas
Kaname: Me alegra que te guste, amo las parejas poco convencionales, intentare que te siga gustando
tsuruki: Pondré las explicaciones en la siguiente conti, te agradezco que leas mi fic
Kazami : Ma alegra que te guste, Gracias.
Graciela C.: Me alegra que te guste mi fic y bienvenida

Les dire que este capitulo no me gusta, prometo mejorar mas el tercero, me dio tiempo de ponerles la conti por que no tube clase.

CAPITULO 2​

Kagome llego a su casa después de atravesar el pozo y se fue directo a su cuarto, se acostó en su cama y se echo a llorar al recordar lo ocurrido con el ese hanyou al que ella amaba de manera abnegada y en silencio, observando como el se iba de buenas a primeras con ella.. esa mujer que había muerto ya pero a la que Inuyasha aun amaba de una forma tan profunda que a ella le quemaba el alma y le desgarraba el corazón.... kikyo.​

No pudo evitar el dejarse llevar por el recuerdo de lo que haba visto en el Goshimboku, entristeciendo su faz de una manera increíble, nublando su mirada con la mas profunda de las tristezas.
-Inuyasha, es necesario que ya te vallas, - le dijo de una forma mas que melosa la sacerdotisa - quédate un poco mas conmigo.
-No puedo.....yo le prometí a Kagome que...

-Valla, ya veo que “esa” es mucho mas importante que yo no es así - dijo en un tono despectivo -
- No, tu eres muy importante para mi - dijo atrayéndola hacia el en un suave abrazo
Kikyo al notar que eran observados por ella se abrazo aun mas fuerte a el mirando a Kagome a los ojos como en señal de triunfo y se acerco Inuyasha para preguntar:
- Dime Inuyasha ¿Me quieres?
Correspondiendo al abrazo le dijo:
-Claro que si
Por lo cual Kikyo que aun no estaba satisfecha al ver los ojos de Kagome llenos de lagrimas se acerco a Inuyasha y lo beso, siendo correspondida al instante por el.
Se dirigió a donde se encontraban sus amigos, solo les dijo que se marcharía a su casa, ellos no quisieron indagar, no era necesario, conocían bien esa mirada en el rostro de su amiga...
Ella corrió, no podía mas, se sentía a morir, porque seguía con el, la protegía con su vida, ella lo amaba, pero aun así no era suficiente ya que necesitaba también ser amada, atendida y sentirse la única en la vida de alguien pero no podía, simplemente no podía alejarse de el, lo amaba tanto, corrió a llorar su dolor al bosque pues era necesario que se desahogase.
Tiempo después llego Inuyasha a la aldea de la anciana Kaede tratando de planear una buena excusa para su retraso... le dijeron que Kagome se había marchado a su hogar, pero el no se imaginaba en lo mas mínimo que ella había presenciado todo lo que paso con Kikyo, cuando estaba con ella se le nublaba el juicio y los sentidos, por eso no se percato de la presencia de Kagome, sin embargo sus amigos pensaban para sus adentros lo desconsiderado que podía llegar a ser Inuyasha cuando de trataba de un asunto relacionado con su amada Kikyo (N. de la autora: eso lo pienso mas yo que ellos).
*************************************
Mientras tanto
Ella lloraba sin consuelo alguno y se decía así misma que necesitaba olvidarlo, pero no podía, mas bien dicho no quería....
Miro a lo lejos a alguien, precisamente el hermano de el hanyou que amaba... era Sesshoumaru, se acerco a el, tenia totalmente destruida la armadura y gran parte de su ahori, profundas heridas surcaban su pecho, tenia que ayudarlo no le gustaba en lo mas mínimo el verlo así, no se explicaba por que motivo no soportaba el verlo tan mal pero tampoco planeaba pensar mucho en el asunto.
- Sessh..Sesshoumaru…-con esos ojos que eran la puerta a su misma alma- ¡Dios! Estas muy malherido,…-tomo unas cosas de su mochila e intento aproximársele, pero él respondió de manera fría y tajante como era su costumbre, dejándola clavada por unos segundos en su sitio.

- Largo de aquí, humana.

La reacción de ella fue la de una negativa por lo que le respondió de una forma un muy decidida, demostrando hasta que punto podía ser de intransigente.

-¡No digas tonterías! Estas muy mal y necesitas que te curen- dijo endulzando sus ultimas palabras, tratando de que el demonio le permitiera atenderle.

- ...

Con precaución, se acerco, sus suaves manos se deslizaron sobre el herido cuerpo de Sesshoumaru, Kagome no sabia porque estaba haciendo eso, quizás insitito de sacerdotisa o su afición por ayudar a los demás, le pidieran o no su ayuda. Lo extraño era el comportamiento del youkai, que se mostraba de lo mas frío y despiadado.... Y ahora la dejaba curar sus heridas.

De haber puesto un poco mas de atención a la forma de actuar de Sesshoumaru en ves de concentrarse por completo en curar sus heridas Kagome habría notado todo lo que a el le provocaba el estar recibiendo sus cuidados, si no hubiese estado tan preocupada limpiando y vendando heridas habría notado el perfecto cuerpo de el demonio y la forma en que lo tocaba, de haber sido el caso, habría enrojecido violentamente, pero esto no ocurrió. (N. de la autora: Aun)

“Bueno, no puede ser del todo malvado”, pensó, “Si es acompañado por esa pequeña tan agradable llamada Rin, en el fondo debe de haber algo dulce en su corazón....”

Fue sacada de esos pensamientos tan raros por los quejidos de dolor de el, casi totalmente inaudibles, pero esos pequeños resoplidos de fastidio le eran muy familiares: Inuyasha también los lanzaba cuando le escocía o le molestaba alguna de las medicinas o pomadas que aplicaba sobre sus heridas.

-Te he echo daño, lo siento.

-.........

- Bueno, ya he terminado, pero necesitare seguir curándote durante unos días o esto no tendrá efecto- el demonio le lanzo una helada mirada- No, por mucha capacidad de recuperación que tengas, lo necesitas. Tus heridas son MUY graves.

-No digas estupideces humana, ¡¡Yo no necesito tu ayuda!!.

-¡¡Tu eres el que dice tonterías, estas grave y necesitas medicamentos y por ello no planeo dejarte así!! ¡¡Aunque tu no quieras te curare ya que de todos modos no puedes poner mucha resistencia ya que estas muy débil!!

Dios, por un momento a ella se había olvidado que estaba hablando con Sesshoumaru y no con Inuyasha, pero por mucho que se negara lo curaría, así el se opusiera con todas sus fuerzas. No permitiría que le pasara nada malo.

Kagome pensaba lo diferente que era de Inuyasha, recordó el motivo por el cual había corrido sin rumbo llorando desconsolada, ella planeaba ponerle un alto a todo, que el se decidiera por una de las dos.
Le había pedido a Inuyasha el hablar a solas, para terminar con un asunto inconcluso, el le había prometido no demorarse pues según el tenia algo “pendiente“, pero una promesa hecha a ella no significaba nada para el, en vez de cumplir su palabra estaba mas que entretenido con Kikyo.
Pero eso no importaba ahora, tenia que pensar en otras cosas, además si le hubiese pedido a que se decidiera a Inuyasha ella saldría perdiendo... debía pensar en otra cosa, el preocupante estado de Sesshoumaru por ejemplo, en vez de lo que le aquejaba el corazón y ni todo el orgullo de el youkai iba impedirle curarlo.

Sin embargo el destino es muy complicado y decidió que a Kagome se le rompiese el corazón en mil pedazos para terminar al lado de Sesshoumaru y ayudarlo.
Ella deseaba marcharse a su hogar, a llorar su pena en silencio, sola, sin embargo debía volver para seguir curando a Sesshoumaru, en forma de despedida hacia el le dijo:

-Mañana vendré a ver como siguen tus heridas. Por favor, continúa aquí reposando.

Y pensando en eso, que tendría que volver al día siguiente a curarlo fue quedándose dormida recordando el frío y necio carácter de ese orgulloso y apuesto youkai......

 

Re: Entre el deseo y el deber (SesshxKag)

[center]Les pongo el capitulo que sigue, espero que les guste.[/center]

CAPITULO 3​

Comenzaba a amanecer, los rayos del sol entraban por la ventana de la habitación de Kagome y ella con los ojos un poco hinchados de tanto llorar la noche anterior se levanto de prisa, necesitaba apresurarse pues tenia mucho que hacer, debía de volver a revisar como iban las heridas de Sesshoumaru, pero también necesitaba preparar algo para que se alimentara y recuperara fuerzas, esperaba que lo quisquilloso para los condimentos de la comida no fuese de familia, ese pensamiento le provoco un poco de risa, pero al pensar en Inuyasha no pudo evitar sonreír con añoranza y tristeza.
Mientras tanto en la otra época...
Los rayos del sol salían, amanecía ya, el Taiyoukai Sesshoumaru despertaba, pero aun no podía moverse y pensó para sus adentros lo había ocurrido con esa sacerdotisa el día de ayer, ella le había dicho que volvería y por alguna razón el lo esperaba... pero no podía permitirse sentir eso que el considero agradecimiento por ella, como el que sintió por la pequeña Rin pagado cuidando de ella, pero por la mujer de su hermano no podía y no debía hacerlo, además de que lo que ella despertaba en su interior no podía permitirse demostrarlo nunca, el simple echo de que no pudiera controlar sus emociones y sentimientos lo enloquecía, y debía de parar aquello antes de que no pudiera controlarse...
Algo lo saco de sus pensamientos, el aroma de ella tan cercano, cuando llego por fin hasta donde se encontraba comenzó a aproximarse con lentitud, sentándose a un lado de el, antes de iniciar con las curaciones de el día le dijo:
-Buenos días como te sientes hoy- con una bella sonrisa que provoco que a Sesshoumaru se le acelerará el corazón.
-...........
El no contesto, aunque Kagome no esperaba que lo hiciera, después de todo el no era hombre de muchas palabras, se acerco a el despacio sacando lo necesario y dio comenzó con su labor de cambiar los vendajes, en esta ocasión no hubo necesidad de que Ella convenciera a Sesshoumaru de que se dejara curar.
Kagome sospechaba que se dejaba curar con la intención de que ella se fuera lo mas pronto posible, en cambio el creyó innecesario el oponerse, después de todo esa mujer era la mas rebelde y tenaz que había conocido, aunque para ser de una raza tan nefasta era simplemente única, ¿Como era posible que una humana de apariencia tan frágil y dulce se comportara así?
Mientras retiraba las primeras vendas y se acercaba a el para limpiar las heridas de su cuerpo que ya estaban mucho mejor no entendió porque en esta ocasión se sentía un poco apenada, tanto así que enrojeció de solo pensarlo, la primera vez que lo curo simplemente se concentro en lo que hacia sin percatarse de algo...
Sesshoumaru era de lo mas atractivo, el ver así a un hombre nunca le había afectado, ni siquiera cuando curaba a Inuyasha se sentía de esa manera, sus facciones perfectas, su larga cabellera plateada movida sutilmente por el viento, los músculos de su cuerpo tan definidos, esa actitud altiva y arrogante que en vez de molesta resultaba fascinante otorgándole un porte único, sus ojos tan bellos y profundos que se clavaban en ella mientras le cambiaba los vendajes, pero que diablos le pasaba, era claro que el hombre que estaba frente a ella era muy apuesto, pero no debía de pensar así de nadie, ella amaba a Inuyasha.
Cuando termino le pregunto de manera un poco tímida a Sesshoumaru tratando de pensar en otra cosa.
- Dime, tienes hambre
-............
- Creo que debo tomar eso como un si - dijo con una ligera sonrisa asomándose por sus labios, sacando algo de comida de su mochila-
- Yo no como alimentos humanos -dijo tajante y firme el youkai sin mirarla, no debía hacerlo, pensó que de nuevo saldrían esas entupidas ideas que rondaban en su cabeza y no podía permitirse caer tan bajo como para demostrar sus sentimientos y mucho menos ante la humana que era su obsesión
- Vaya, pensé que serias menos molesto a la hora de la comida que tu hermano. - un poco molesta, lo que se noto en su tono de voz
-¿Como te atreves a compararme con ese imbecil? - diciendo esto mirándola a los ojos mas que indignado, pero sin salir de su habitual indiferencia, le molesto demasiado que lo mencionara, ¿Acaso eran celos los que sentía por el hecho de que le hablara de el ?
- ¡¡Porque es cierto, eres igual que el de desconsiderado que el !!.¡¡Y si tengo que darte yo misma de comer en la boca lo voy a hacer !! dijo en un tono furioso que lo sorprendió bastante y perdiéndose por unos instantes en sus ojos chocolate el solo atino en contestar
- No comeré
Fue lo único que se atrevió a decir, con un tono de voz tan frío como el mismo hielo, tratando de no hacer lo que sus deseos le pedían a gritos, callar a esa muchachita a fuerza de besos y caricias, demostrarle que por mas que ella se opusiera podía domarla si era su voluntad, pero no lo haría, por que su orgullo no se lo permitía, aunque la necesidad de ello le estuviera carcomiendo el alma...
- Como quieras - dijo dándose al fin por vencida- "como puede alguien caer en tanta necedad, yo solo me preocupo por el"- pensaba ella
El solo volteo a otro lado, no podía hacerlo, demostrar las emociones que recorrían todo su ser habría sido signo de debilidad y no podía permitirse a si mismo el ser débil como Inuyasha y su padre...Pero, ¿Por que lo ayudaba?, ¿Que ganaba con todo aquello?.
- Dime, porque me ayudas- Pregunto al ver que la chica no insistía mas
- Porque no puedo dejarte así, me necesitas
- Yo no necesito tu ayuda ni la de nadie
Diciéndolo de una manera fría y cruel que hizo sentirse mal a la chica que ensombreció levemente su rostro haciendo que ella solo atinara en decir
- Entiendo, al parecer yo no soy útil para nadie - pensando en todo lo que le producía sentirse el plato de segunda mesa en la vida de Inuyasha. El comprendió inmediatamente que se refería a su medio hermano, pero que el también tenia la culpa de que ella se pusiera tan triste, se reprocho a si mismo por ello, lo que menos quería era dañarla.
La chica se acerco a Sesshoumaru lentamente para revisar por ultima vez que los vendajes estuvieran firmes, al sentir como Kagome se aproximaba no pudo evitar que su corazón latiera desbocado, ella lo noto, podía sentir el corazón de Sesshoumaru acelerarse cuando posaba sus manos sobre su pecho, por lo que no pudo evitar la aceleración del propio, intento alejarse pero el la atrapo las muñecas de Kagome entre sus garras, no podía soportar mas su cercanía era demasiado tentador y comenzó a acercarla hacia si lentamente...

 

Re: Entre el deseo y el deber (SesshxKag)

Me alegra que les guste a las chicas nuevas les doy la bienbenida y muchas gracias por sus comentarios

CAPITULO 4

Comenzó a acercarla hacia si lentamente fundiendo los labios de ambos en un dulce beso, tierno y gentil. Sesshoumaru quedo embelezado al explorar dentro de la inocente boca de Kagome, era tan dulce, sin ninguna de experiencia, tan diferente a todas a las que había besado...
Ella por su parte no podía creer que el la besaba, estaba cautivada por el, no le molesto en lo absoluto, solo en principio la sorprendió demasiado, no opuso resistencia alguna, por el contrario, se dejo llevar por las maravillosas sensaciones que le producía la boca experta de Sesshoumaru que dirigía a la suya mientras la estrechaba contra el por la cintura, cuando tuvieron la necesidad de detenerse para tomar aire se vieron a los ojos, la chica se sonrojo a mas no poder y solo atino en decir:
- ¿Por que..
El no la dejo continuar, la acerco de nuevo pero en un beso totalmente diferente al primero, cargado de ímpetu y pasión, si a ella la había sorprendido el primer beso este la dejo impactada, emociones desconocidas se arremolinaban en su pecho, demasiado intensas como para ignorarlas, no podía evitarlo y se dejo llevar por ellas, Sesshoumaru había podido notar dos cosas que a el le parecieron mas que provechosas, en primera, ella no lo había rechazado, parecía haberlo disfrutarlo tanto o mas el, y en segunda eran observados por el inútil de su medio hermano, atraído a ese lugar por el aroma de la chica sin duda alguna.
- ¡¡Kagome!!
Fue lo único que salio de la boca de Inuyasha, su expresión hablaba por el, con los ojos abiertos al máximo de su capacidad, la boca entreabierta, y una cara que dejaba en claro que jamás se imagino que Kagome, su Kagome fuese capaz de aquello. Ella se separo rápidamente de Sesshoumaru incorporándose de inmediato.
- Inuyasha, yo...
No sabia que decirle, ni ella misma sabia por que motivo lo había permitido, ni mucho menos por que le había agradado tanto...
Sesshoumaru sonreía para sus adentros, miraba todo de lo mas complacido como quien observa satisfecho su obra terminada, había descubierto que no le era indiferente a la chica y además le había hecho pasar un mal rato a Inuyasha.
Inuyasha aun no podía formar nada coherente en su cabeza, cuando presencio todo aquello, ver a Kagome con su medio hermano lo miró como algo irreal, eso no era posible, bajo que circunstancia había permitido que Sesshoumaru la besara, ¿Acaso el la había obligado de alguna manera?, si eso debía de ser, ELLA NUNCA PERMITIRIA QUE OTRO HOMBRE QUE NO FUERA EL LA BESARA, a pesar de que nunca la había besado, estaba seguro de que ella lo amaba.
-Maldito- dijo Inuyasha desenvainando su katana, y dirigiéndose a Sesshoumaru
Kagome no sabia que hacer, lo único que se el ocurrió le traería mas problemas sin duda alguna
- Inuyasha, ¡¡Abajo!!
- ¡¿Estas loca?!, solo quiero darle su merecido a Sesshoumaru por lo que te hizo
- El no me hizo nada - contesto la chica con un tono creciente de furia en su voz
- ¡¿Eso quiere decir que lo besaste por voluntad propia?!
- Y si hubiese sido así, a ti no debería de interesarte, acaso no haces lo mismo tu con Kikyo
Inuyasha no supo que contestar ante eso, ella de cierto modo tenia razón, pero no podía pensar siquiera que Sesshoumaru la tomara en serio.
- Debemos de hablar de todo esto luego Inuyasha, ve a la aldea, no tengo deseos de verte por ahora...
Fue interrumpida por el diciéndole:
- No quieres verme a mi pero si a el, ¿No es así? - dijo ardiendo en celos
- Es no es algo de tu incumbencia - le dijo Kagome con lo ojos llenos de lagrimas- A caso yo te retengo conmigo como lo hace Kikyo para que no cumplas con tu palabra
Inuyasha se dio cuenta de que ella presencio su ultimo encuentro con Kikyo, no podía reprocharle nada a Kagome, que buscara consuelo con Sesshoumaru por despecho le parecía normal, al fin de cuentas era por que lo amaba solo a el. Decidió retirarse por la paz, sabia que ella volvería.
Una vez que se hubo marchado Kagome volvió a sentarse al lado de Sesshoumaru, tratando por alguna razón el verlo a los ojos, quizá buscando respuestas a lo ocurrido, así, mirándolo, con un leve rubor que cubría su rostro, para Sesshoumaru era demasiado incitante, el hecho de saber que provocaba tanto en la chica lo volvía loco, deseando enseñarle también todo lo que ella le provocaba, se veía de lo mas bella así, sonrojada, con esa timidez escrita en sus ojos castaños...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Kagome con un ligero deje de timidez en su voz tratando de formularle la pregunta que interrumpió el bruscamente con el segundo beso que le dio.
-¿Por que lo hiciste, dime Sesshoumaru, por que me besaste?
No podía decirle que ella era demasiado para el, como una droga que le nublaba el juicio, pensó en que ella sola se contestara esa pregunta
- ¿Tu, por que crees que lo hice? - dijo con un tono tan gélido como la muerte. Ella no sabia que contestar, pero debía hacerlo.
- Por fastidiar a Inuyasha. - dijo de forma un tanto decepcionada, decepción que ella no noto en su propia voz, pero que para el no paso desapercibida, el no podía permitirse decirle hasta que punto descontrolaba todo su ser , así que solo atino en decir:
- En parte, pero lo hice para no deberte nada
Kagome se sorprendió ante tal afirmación, solo escapo de su boca algo
- ¡¿A que te refieres?!
- La primera vez que me curaste vi que tontamente sufrías, supuse que era por el insignificante de Inuyasha, tómalo como pago a tu ayuda.
Aquello a Kagome le partió el alma y la puso furiosa al mismo tiempo, así que ella había sido parte de una estratagema para arruinarle la vida a Inuyasha, vaya cinismo de su parte y confesárselo de una manera tan poco sutil.
- ¡¡Vaya, ¿no crees que debiste de tomar mi opinión en cuenta primero?!!
- No lo considere necesario
- ¡¡No me parece correcto que juegues así con sus emociones y con las mías!!
Por un momento se le había ido la lengua, le había confesado abiertamente a Sesshoumaru que le afectaron sus besos. El se sorprendió mucho, mas en apariencia seguía tan frió como era su costumbre, como si no le hubiera inmutado la confesión de Kagome en lo mas mínimo.
Ella se marcho molesta, en esta ocasión no se despidió, ni ella misma sabia si quería volver a verlo en ese momento, se encontraba cegada por el dolor y la ira de sentirse utilizada como un objeto...

 

Re: Entre el deseo y el deber (SesshxKag)

KONICHIWA
ESPERO CON ANSIAS LA CONTI
Y KE TONTO SESSHO SU
ORGULLO SIEMPRE SE METE DONDE
NO LO LLAMAN PERO BUENO
ESTA SUPER TU FINC ESPERO CON ANCIAS LA CONTI n.n

 

Re: Entre el deseo y el deber (SesshxKag)

CAPITULO 5

Como era eso posible, el la había besado, pero no podía ser, no debía ser, el solo evocar ese recuerdo provocaba que se sonrojara, ella estaba enamorada de Inuyasha y no podía traicionarlo de esa manera, aunque fuese solo en pensamiento, además, Sesshoumaru solo la había utilizado como peón en su juego de ajedrez particular para herir a su medio hermano y no podía permitírselo, pero no pudo evitar el pensar que esos besos habían sido como un detónate en su interior.

El primero, tan dulce, tan calido, mientras el la atraía por la cintura y el calor de su pecho mezclado con la fuerza de sus brazos la rodeaban por completo, como preguntando que tanto le permitiría avanzar, y el segundo tan apasionado, tan intenso, idéntico a una explosión, ese que hizo que temblara un poco, "Vaya que sabe fingir muy bien" pensaba mientras una sonrisa unida a una mirada melancólica completaban el reflejo de sus emociones, ahí, entre las sabanas de su cama.

No podía sacarse a Sesshoumaru de la cabeza, al pensar en el, la cercanía de su cuerpo, su calor y todas esas sensaciones deliciosas que el despertó en ella que la hacían sentirse mujer no podía el evitar que su respiración se detuviera, el pensar en todo aquello la avergonzaba en extremo pero no pudo evitar el sentirse culpable por Inuyasha y todo eso la hacia una miserable traidora, pero porque, si el hacia lo mismo con Kikyo sin remordimiento alguno. Además no le había estado jurando amor eterno como lo hacia Inuyasha con Kikyo, y entonces algo paso por su mente, si ella no sintiera nada por el no habría motivo para su culpa como le sucedía con Koga, entonces lo que pasaba era que ¿Le atraía Sesshoumaru?...

Por su parte el pensaba en lo mismo, como era posible que el gran Sesshoumaru hubiera besado de esa manera a una humana, y no a cualquiera sino a la mujer de su hermano... Pero que demonios le pasaba, tenia la mente ocupada en lo que haría al día siguiente que ella fuera a ver como seguían sus heridas, si es que regresaba, cuando se fue no le dijo nada, en sus ojos pudo notar rabia y frustración, el no quería dañarla, en lo absoluto, pero no podía evitarlo, por su bien y el de ella debía aprender a contenerse... un par de voces lo sacaron de sus pensamientos eran Jaken y Rin junto con Ah-Un.

-Pe.. pero Sesshoumaru-sama que le ocurrió- Pregunto su fiel sirviente al ver a su amo con vendas recorriendo su pecho


-Una batalla - respondió fríamente, como afirmando que sus heridas no eran graves

-Se encuentra bien - pregunto la pequeña Rin con carita de preocupación

-Si, en marcha. - No insistieron, no les diría quien lo había dejado así de herido ni mucho menos quien lo había curado

El había decidido marcharse no sabia que ocurriría si tuviera así de cerca a Kagome de nuevo, quizá no podría controlarse nuevamente y quien sabe donde se detendría, ¿por que motivo la habría besado de forma tan delicada?, el no se comportaba así nunca.

Sabia que no le era indiferente a las mujeres, con todas las youkai que había estado siempre se comportaba como lo que era, sin necesidad de profesarles amor, solo les demostraba pasión y deseo, no era violento con ellas claro esta... pero tampoco dulce; al notar que la chica le respondía no pudo evitar volver a besarla, pero de un modo mas intenso, aunque preocupándose por que se estremeciera en sus brazos, le importaba demasiado lo que sintiera y eso le preocupaba,¿A caso esa humana le había robado el corazón?...


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Al día siguiente Kagome pensó que se sentiría incomoda curando el herido cuerpo de Sesshoumaru pero no podía abandonarlo en medio de ese bosque, con suerte el no mencionaría lo pasado y si ese era el caso ella no insistiría en hablar de ello pues la avergonzaba mucho y le dolía, se dirigió al pozo y lo cruzo con la idea de que el no le tomaría importancia a el acontecimiento que había ocurrido. Cuando llego no encontró a Sesshoumaru por ningún lado, ¿Se habría marchado por lo ocurrido?

Kagome se sentía mal, otra ves le hacían lo mismo, la ilusionaban para luego abandonarla, pero en que tonterías estaba pensando, si no tenia posibilidades de que Inuyasha le hiciera un hueco en su corazón, mucho menos con el frío y orgulloso Sesshoumaru, que no solo era medio hermano de ese hanyou que nunca haría caso de su amor, sino también uno que era un youkai que despreciaba a su especie.

Ella pensó en buscarlo, pero pronto la idea desapareció de su mente, y volvió al lado de sus amigos con la anciana Kaede, al llegar se encontró con Inuyasha que para su sorpresa no la lleno de reproches, ni siquiera le dirigió la palabra... sus amigos y Kaede la recibieron muy felices no interrogaron respecto a lo que paso con Inuyasha, de seguro un pleito común, era nuevamente momento de partir en búsqueda de Naraku.

Sesshoumaru se sentía un tanto frustrado por haber dejado asuntos inconclusos con la chica, como deseaba estar con ella, no solo por que le parecía muy atractiva a pesar de ser humana, también le agradaba su forma de ser, su carácter tan único a pesar de ser voluble lo embrujaba.

Podía ser la mas dulce y encantadora jovencita de un carácter casi angelical, también convertirse en la mas obstinada y decidida mujer, con la actitud de una verdadera hembra, le encantaba su compañía, como anhelaba tenerla de nuevo en sus brazos y estrecharla contra si como cuando la beso...

Kagome pensaba por su parte en la condición de Sesshoumaru, no deseaba que le ocurriese nada malo, quería que el estuviera bien y... muy en el fondo deseaba volver a verlo...

Pero esos pensamientos fueron interrumpidos en la mente de ambos con una sola idea: “No podría ser”

Había anochecido, entre los amigos de Inuyasha todos dormían, todos menos una miko cuyo corazón estaba debatiéndose entre lo que sentía, camino un poco en el bosque, sabia que no debía hacerlo, era peligroso, un pequeño ruido sobresalto a Kagome que se encontraba sentada frente a un árbol de gruesas raíces pensando en sus cosas.

-Quien esta ahí - dijo, poniéndose de pie y a la defensiva, en espera de lo que fuera

De pronto de entre los árboles surgió la figura de un ogro de lo mas horrendo y enorme, para la desgracia de Kagome no se había parado a tomar su arco y flechas, pensó que estaba perdida, de pronto esperando el ser atacada por esa bestia que en definitiva iba a comérsela cerro los ojos fuertemente, al no recibir un ataque abrió los ojos, lo que vio la dejo impactada.

El ogro que hace unos momentos iba a atacarla estaba descuartizado y frente a ella se encontraba Sesshoumaru mirándola directamente a los ojos

-¡¡Sesshoumaru!!

- El tono de sorpresa con el que ella hablo cambio a uno indeciso y un poco temeroso, cuando noto que se le acercaba y la pobre chica solo atino en decir:

- ¿Que... haces?

El noto esto y acercándose provocativamente a ella con una ligera sonrisa de satisfacción en el rostro le dijo

- ¿Que pasa?, ¿Acaso me tienes miedo?

Ella cambiando su expresión, intento serenarse y con un ligero reproche le respondió

- ¡Claro que no!

- Entonces te cobraré el favor

- ¿A que te... mmmh...

Mientras pronunciaba estas palabras el se acerco sensualmente a su rostro tomándola de la barbilla y atrayéndola hacia si por la cintura, rozando sus labios suavemente a lo que ella confusa solo consiguió responderle por que aunque hubiese querido alejarlo algo dentro de ella deseaba eso desde el momento que lo dejo de ver, el deslizaba suavemente sus manos por sus caderas mientras la pegaba a su cuerpo totalmente volviendo mas apasionado el beso, Kagome lo atraía por el cuello por ser mas alto que ella, ¿porque diablos lo hacía?, cuando este pensamiento cruzo su mente se aparto violentamente de el, ni que fuera el juguete de Sesshoumaru para que el hiciera lo que quisiera con ella. Ella furiosa le replico

- No vuelvas a hacerlo nuca, entendiste

- Tu no eres nadie para hablarme de esa manera humana

-¿ Porque me besas?

- ..........

Ella lo miro sorprendida, preguntándose por los pensamientos que rondaban por mente del youkai, parecía como si le hubiesen hecho la pregunta mas difícil de el mundo y solo pudo preguntarle:

-Sesshoumaru, ¿Te gusto?

Dijo ella con una mirada demasiado ingenua, para el la palabra "gustar" era poco, la observaba con arrobo bebiéndose todo su ser con la mirada, lo enloquecía su cercanía que encendía sus instintos, lo embriagaba su aroma y sus ojos tan expresivos le parecían gemas preciosas.

- .........

-Lo se, tu siempre has dicho que detestas a los humanos, además de que...

Sentía como el la tomaba por la cintura y la besaba con tanta pasión que parecía que deseaba devorar su labios, lo beso de igual forma, ¿Acaso esa era su forma particular de callarla cuando creía que hablaba demasiado?, de ser así, le encantaba que el la callara, pero de cierta forma, esa era la respuesta a la pregunta formulada.